N/A: Hace mucho que no escribía nada sobre esta pareja, es porque nunca he sido muy fan de las parejas de esta saga, pero sí de las aventuras de Harry Potter. Quise escribir esta historia después de ver una de sus películas hace unos días, que por cierto las repiten demasiado. Habrán los que no estén de acuerdo con lo escrito aquí, pero no se lo tomen tan en serio, es sólo un fanfic de 3 drabbles.


Los personajes pertenecen a J. K. Rowling.

-El deseo de Harry-

1

Las palabras de Harry hicieron que Hermione sintiera una opresión en su pecho, ella no esperaba nada, bueno quizás un poco de consideración con su pobre corazón. ¿Pero cómo podría tenerla si él no sabia nada?

—No sé Harry, deberías pensarlo bien antes de pedirle matrimonio a Ginny, tu relación con ella últimamente ha sido muy turbulenta.

—¿A qué te refieres? —preguntó Harry inquieto.

Tras unos segundos de silencio Hermione respondió tratando de no ofender mucho a su amigo, —estas actuando como un desesperado.

Ginny recientemente había terminado con Harry por culpa de un malentendido con una admiradora de Potter.

—No estoy actuando como un desesperado, simplemente creo que llego la hora de casarnos y tener una familia. —explicó él frotándose las manos, estaba inquieto, ella lo notaba.

La castaña suspiró con aire deprimido, de eso se trataba todo, una familia, Hermione siempre lo supo.

—No sé, creo que estas apresurando mucho las cosas, —ambos estaban en una cafetería de Londres muggle, él quería que Hermione lo ayudara a elegir un anillo.

El pelinegro frunció el ceño cansado del pesimismo de su amiga y quiso frenarla con la misma pregunta.

—¿Y qué tal tú y Ron?, se la pasan discutiendo y siguen juntos, —argumentó Harry seguro de que eso la haría callar.

Hermione bufó, lo de ella y Ron era algo que ya no sabía ni porque continuaba, los dos eran incompatibles para ser pareja, de eso se había dado cuenta apenas comenzaron a salir, pero el tiempo pasaba y aun no encontraba el momento indicado para terminar con el pelirrojo sin dañar su amistad.

Salir con Ron había sido una gran decepción para ella, el pelirrojo no la escuchaba y siempre tenía planes con los demás que terminaban por dejar a la castaña sola.

—No estamos hablando de Ron, ni de mí. —respondió dándole un sorbo a su café.

—Las parejas tiene sus altibajos Hermione, así como los tienen ustedes, los tenemos Ginny y yo, por eso quiero arreglar las cosas. —insistió decidido.

Hermione se sintió enfadada comprendiendo que no tenia caso intentar hacerlo razonar.

—Aburres Harry, no trates de adornar las cosas, siempre he creído algo, —hizo una breve pausa, quizás después se arrepentiría por lo que iba a decir, pero necesitaba sacar esas palabras que durante años habitaban en su mente. —siempre he creído que estás con Ginny porque tiene la familia que siempre has querido tener, si te casas con Ginny entras a la familia Weasley, tienes suerte de que Molly haya tenido una hija para tu desposarla.

Potter guardo silencio golpeado por las palabras de su amiga, ella había dado en el clavo, había descubierto el mayor anhelo de su amigo, el mayor secreto de Harry Potter.

El rostro inexpresivo de su amigo no le daba a entender que estaba enojado, pero Hermione no quería quedarse allí para averiguarlo.

—Lo siento, olvida lo que te dije, ya me voy.

Se levantó de la silla sintiéndose muy culpable, el pelinegro la vio caminar hacia la salida de la cafetería, ella abrió la puerta y Harry la dejó ir.

Hermione tenía razón, pero él nunca iba a reconocerlo, se casaría con Ginny, era su deseo infantil pertenecer a la familia Weasley, lo merecía después de haber sufrido tanto.