Hola, les traigo este pequeño one shot.
Only one.
"Tu eres el único que ha llegado tan lejos, eres el único,
Por mucho que te ame tú eres el único,
Esto es doloroso pero es un adios,
Y aunque no te vuelva a ver, tú eres el único"
El sonido de los vidrios ser rotos por los disparos, los gritos de desesperación y miedo, eran los únicos sonidos que su mente podía reconocer y guardar, asustada y temblando debajo del cuerpo de su compañero rubio quien rápidamente se había lanzado sobre ella en intento de protegerla mientras alertaba a los demás de que se cubrieran del ataque.
Todo había sido tan rápido, estaban en su clase de inglés con aquella nueva profesora, cuando de pronto solo salió del salón con una gran sonrisa y la lluvia de balas llegó, ¿Cuánto tiempo transcurrió? Nadie lo sabe exactamente, ni siquiera Hakuba, todo lo que recuerda es aquella horrible escena, cuando sintió su cuerpo ser abrazado con fuerza por el detective.
—¡No abras los ojos Aoko!— fue lo que escuchó la chica castaña.
Trato de encontrar con la mano a su amigo de la infancia pero sólo logró tocar algo viscoso y caliente, llevó su mano frente a su rostro y abrió los ojos, el miedo la invadió al ver sus dedos ensangrentados, empujó a su compañero para poder darse media vuelta, miró al rededor, varios de sus compañero estaban heridos, pero al parecer nada de gravedad, después miró al lugar donde debería estar su amigo, justo ahí están, debajo de un charco de su propia sangre, se acercó arrastrándose sin importarle que su uniforme se mancharse del líquido carmín.
—¡Kaito,— comenzó a llamar al chico — responde bakaito!
A lado, Akako llamaba por una ambulancia y a la policía, los profesores de otras aulas comenzaron a llegar para ayudar a los heridos, Hakuba se acercó a su amiga, se inclinó a su lado y la tomo del hombro.
—Una de las balas dio en su cabeza, otra más en su corazón y pulmón— dijo mientras sentía como la chica temblaba aún más — Aoko— hizo una leve pausa mientras sentía como las palabras se atoraron en su garganta— Kuroba…. Kaito murió hace unos instantes.
Después de aquellas palabras no recuerda nada. Y ahora, estaba ahí de pie, en frente de la lápida en la que acababan de enterrar a su mejor amigo y único amor, las lágrimas se desbordaron de sus ojos, le importaba poco el frío que se sentía, solo quería estar al lado de aquel chico que se había llevado su corazón.
A lo lejos, dos siluetas observaban con profunda pena a la chica, vigilando que en medio de la tristeza no cometiera alguna locura.
—¡Kaito — llamó con desespero al mago. —No me dejes— pidió— Yo… quería decírtelo, desde hace mucho…. Por Favor Kaito!— cayó al suelo de rodillas— ¡Te amo, no me dejes sola, eres al único al que amaré!
Akako y Hakuba se acercaron un poco más a su compañera.
—¡Tú sabes quién fue el culpable de esto, verdad! — la chica asintió.
—Los primeros disparos fueron directo a Kuroba, es obvio que querían deshacerse de él.
—Sabía que alguien lo perseguía como Kaitou Kid, pero no que conocieran su identidad.
— Supongo que estuvieron un paso adelante de él— comentó la bruja con pena.
Hubo un silencio largo donde solo se escuchaban los leves sollozos de Aoko.
—Por el bien de Aoko,— comenzó Hakuba.
—¡Lo se!— respondió Akako— Kaitou Kid no puede morir.
—¡Te ayudaré!— dijo con firmeza el inglés — se que no será fácil, pero es la manera más rápida en la que pude pensar para atrapar a los que hicieron esto.
Nuevamente el silencio volvió a ellos, mientras el cielo dejaba caer la lluvia empapando los a los tres.
—No podrás dar vuelta a atrás Hakuba Saguru — Akako se alejó de él para ir hasta Aoko. —Es hora de irnos Aoko— habló mientras la ayudaba a levantarse.
Y así ambas se alejaron de aquel lugar.
Hakuba se acercó a la lápida de su amigo,compañero y rival.
—Terminare lo que comenzaste Kaito.
Fue lo último que dijo antes de comenzar a alejarse de ahí para alcanzar a sus compañeras.