Este es un proyecto que tenía pendiente desde el año pasado que iba a ser un shot exageradamente largo... traído en trozos más pequeños para su mejor degustación. No esperen mucho de él, estaba aburrido y quize unirme (muy tarde) a la tendencia. Saludos.

Disclaimer. El concepto de "Loud House" y todo lo relacionado con el mismo pertenecen a su autor y casa productora: Chris Savino & NICKELODEON © 2016. La historia se realiza sin fines de lucro.


Viernes. 10:00 pm

Finalmente consiguió terminar el último día laboral de la larga temporada que tuvo. Lincoln Loud se sintió libre de la presión que en el trabajo le ejercieron constantemente a lo largo de la quincena. El fin de semana pasado, debido a que los clientes necesitaban con urgencia sacar adelante los proyectos pendientes, tuvo que prescindir del descanso para adelantarlos y de paso corregir los pequeños errores que cometieron sus colegas en la compañía. Seguramente le llegaría un buen bono por eso, pero en ese instante para el hombre de treinta y seis años, no había mejor recompensa que deshacer el nudo de su corbata, descalzarse, terminar de desvestirse y tirarse en su cama, sin ninguna otra intención que dormir hasta mañana a medio día. Bastante de ser el "hombre del plan" en lo que restaba del fin de semana; otra ventaja es que además le habían dado el lunes como compensación. Tres días libres sin pensar en el trabajo hasta las diez de la mañana del martes. Parecía un sueño.

Aunque casi siempre lamentaba a su edad continuar soltero y no tener a nadie que le esperase en casa al llegar, había escasos momentos como aquél en que dejaba de deprimirse y auto compadecerse por sentirse y estar solo, apreciando el silencio y la tranquilidad que hasta llegar a la edad adulta nunca había tenido, aunque a decir verdad se había acostumbrado a lo contrario hasta que concluyó su carrera. Estaba por echarse a dormir cuando tomó su celular con intenciones de apagarlo, sin humor que de pronto en la compañía descubriesen que necesitaban de nuevo la orientación del mejor de sus arquitectos interrumpiendo su sagrado descanso. Doce días continuos habían sido suficientes, necesitaba recargar energías.

Como si al otro lado alguien le hubiese leído el pensamiento anticipándose a sus acciones, justo en el momento que iba a pulsar la opción de "Apagar", la vibración, el sonido y la pantalla le indicaron una llamada entrante, pero no de su trabajo, que de haber sido así hubiese ignorado, sino de… Lori. Extrañado por tener noticias de la mayor de sus hermanas después de tres meses o cuatro de no saber nada de ella, contestó sin tener tiempo para pensar con claridad.

—¿Bueno?

—Lincoln, te aviso que mañana Bobby y yo vamos a salir con nuestra familia a Montreal para la firma de un consorcio que nos permitirá expandir la compañía.

"¿Y a mí qué?" pensó en preguntarle con desdén.

—Buenas noches a ti también, Lori. ¿Cómo has estado? Espero que bien. ¿Te puedo ayudar en algo, o sólo me llamaste para que los felicitara?

Desentendiéndose de su sarcasmo como solía hacer siempre, su hermana tajante fue al punto. Lincoln supuso que seguramente así debía de comportarse en la empresa donde trabajaba con su esposo, la cual, gracias al cielo para el peliblanco, nunca había tenido ninguna relación con la compañía donde estaba; de hecho, su hermana sólo era uno de los tantos motivos por el que no simpatizaba con los empresarios.

—Regresaremos hasta el lunes y no quiero dejar a Loan sola en casa. Ya sabes cómo es de dramática cuando sale con sus cosas sobre que se siente abandonada y esas tonterías. Así que mañana pasaremos primero a dejártela.

De la cama, Lincoln se enderezó de golpe abriendo bastante los ojos por la sorpresa.

—Espera, ¿Cómo dices? ¿Pero por qué?

—Porque lo más seguro es que perderíamos el vuelo de esperar a que pases tú por ella. Agradece que seremos nosotros quienes te la vayamos a dejar.

—¡Un momento! No se trata de eso. Mira, no es que no les agradezca que me permitan tener Loan conmigo —hace una mueca de sólo imaginar lo que sería estar con ella todo el fin de semana—. Pero creo que debiste avisarme con más tiempo.

—¿Y qué se supone que estoy haciendo? Como si fueras a estar ocupado. ¿O es que tenías planes?

—Pues, no. Pero…

—A las siete de la mañana pasamos entonces.

—¡Lori!

—Ya deja de lloriquear. Si no te estoy pidiendo que cuides a Enriqueta y a Bob también. A ellos nos los llevaremos con nosotros.

"Por supuesto, ya sería el colmo que tuviera que cuidar del resto de tus hijos también".

—¿Y por qué no se llevan a Loan también con ustedes?

—Porque no la queremos con nosotros, obviamente.

De forma lejana pudo escuchar de pronto al otro lado de la línea un sollozo como fondo. La voz de Lori se minimizó tras alejarse del teléfono, igual Lincoln fue capaz de entender lo que decía cuando comenzó a discutir con otra persona.

—No empieces… como si a ti te gustara pasar tiempo conmigo, con Bobby o tus hermanos… ¡A tu cuarto! Más vale que cuando vaya a verte te encuentre haciendo la maleta… sí, sí, yo también te detesto, lo que quieras malagradecida —nuevamente su voz se escuchó mejor al volver a hablar con él—. ¿Bueno? Te decía, quédate al pendiente. Siéntete agradecido que podrás pasar tiempo con tu hija.

—Lori, tal vez…

Le había colgado. Lincoln dejó escapar un largo suspiro antes de ponerse de pie. Lo mejor es que preparara la habitación extra, resignado a que su hija vendría mañana. Su hija. Tuvo que repetirse constantemente esto para mentalizarse que no era necesariamente malo, tal vez incómodo, después de todo se trataba de su primogénita, quien concibió en la peor de las circunstancias cuando en una noche en que su hermana tras ir a celebrar su compromiso con Bobby, Lincoln con sólo catorce años tuvo que ayudarla a recostarse y arroparla tras su regreso un tanto pasada de copas, sólo para que ella agradecida y muy sentimental por lo mucho que la había apoyado desde siempre pese a su carácter difícil y con mucho alcohol en la sangre, sumado a todas las hormonas en el cuerpo del chico permitiéndole culposamente sus avances, pues… a suerte de Lori, con todo y que le fue sincera a su novio, este no la dejó y prosiguieron con su compromiso dándole el apellido Santiago a la niña para guardar las apariencias, aunque siendo claros con ella desde que tuvo uso de razón sobre quién era en realidad su padre biológico.

Se dirigía ya a la cocina para juntar de una vez la basura y en la mañana sacarla, cuando se dio cuenta hasta ese momento que en su contestador tenía tres mensajes nuevos. Con la noticia de Lori, pensó que de igual forma tenía ya una excusa para negarse a lo que sea que le pidiesen en su trabajo. Pulsó el reproductor para escucharlos mientras continuaba con su labor.

Mensaje 1: "Lincoln. Soy yo, tu hermana favorita —"¿Lynn?". Supuso sin detenerse a pensarlo. No, en realidad esa voz tan ronca y con marcado acento británico sólo podía pertenecerle a alguien más—. ¿Qué crees? ¡Me voy de gira! Bueno, en realidad se trata de una representación sencilla, pero el grupo y yo abriremos para uno de los conciertos más esperados de Nueva York, ¡Los HughRocks! Quizá se trate de mi mayor oportunidad para brillar, hermano —"como creíste lo fueron todas las otras anteriores, Luna", pensaba Lincoln sintiéndose seguro de nunca haber escuchado antes el nombre de aquel grupo—. Aunque Lyra no está muy entusiasta de acompañarme. Como ella es la que normalmente me ayuda a controlar a Lemy, pues… ¿Te importaría echarme una mano y cuidar de nuestros diablillos este fin de semana?"

—Por supuesto que no —contestó a la nada en voz alta—. Lori ya me comprometió con Loan. Lo siento, pero llegaste tarde. —Aunque a decir verdad, por la hora en que le dejó el mensaje, Luna había sido quien le llamó primero para pedirle el favor. Pero el mensaje no terminaba ahí.

—"Sabía que no tendrías inconvenientes, hermano. Sé que nuestros hijos se portaran bien contigo. Te los mandaré mañana a medio día."

Lincoln ya estaba marcando desde su celular a su hermana para decirle que no podría, pues el tiempo ya lo tendría ocupado con… su hija, pero ella parecía tener el celular apagado. Mientras tanto la contestadora continuó reproduciendo el resto de los mensajes.

Mensaje 2: "¿Sabes si debo de hablar ya? —El peliblanco ahora estaba marcando a la casa de Luna, maldiciendo segundos después por la notificación que por el contrario le contestó advirtiéndole que el número estaba temporalmente suspendido. ¿Es que ella no había pagado su recibo? ¿Problemas económicos de nuevo? Esperaba que no. ¿Y qué era lo que su hermana Leni podría querer?—. ¿De verdad? Aja. Gracias cariño. ¿Lincoln? Soy yo, Leni. ¿Cómo has estado? Espero que muy bien. Por acá todo va muy bien, sólo como que papá y mamá van a salir de vacaciones y quiero aprovechar para viajar a… ya sabes. Ese problemita que te platiqué la otra vez. ¿No es engorroso? O sea, sus padres son un tanto… no lo sé. No quiero cometer errores. Él hasta ahora me ha parecido un buen sujeto. Esperaba que Liena me ayudara y viniera conmigo, pero él me recomendó… hmm.. cree que como que todavía no… bueno… así no me gusta. No quiero que sea de esta manera, pero a Liena no parece molestarle y me anima a que lo intente. Sé que ella puede cuidarse por sí sola, pero… crees que… ¿Lincoln? No es como si… puedes decirme que no, yo lo entenderé. Pero de verdad te agradecería si pudieras y si a ti no te molesta que mañana fuera a tu casa para…"

La llamada finalizó. Lincoln no consiguió ningún resultado al marcar el teléfono de Lyra, probablemente había cambiado otra vez de celular, lo malo es que ignoraba cuál era el número de Lemy. Gimió molesto con cierta pesadez, o quizá era resignación. Marcó un número diferente que de pronto se volvió prioritario. Esta vez nadie tardó en contestarle como tampoco él en tomar una decisión al respecto.

—Hola cariño. Soy yo, papá. Espero que estés bien —Escuchó un chasquido con la lengua—. Que bueno. ¿Está tu mamá? —dos chasquidos rápidos—. Vaya. Mira, un favor, indícale cuando esté que para mí será un placer recibirte mañana. Vengan a cualquier hora, no pensaba salir. ¿O es que quieres que vaya a recogerte? Uno, la primera, o dos, la segunda —un chasquido—. Bien, pero debes de saber que algunas de tus "primas" vendrán también. Serán Lyra y Loan, ¡Ah! Lemy también. Te advierto que estaremos algo apretados los cinco, ¿no tienes inconvenientes? —dos chasquidos suaves. Lincoln sonrió pues ya se esperaba aquello—. Bien. Nos vemos mañana entonces —Cinco golpecitos que de seguro hizo con el dedo contra el auricular, el ritmo parecía formar un mensaje—. Yo también te amo cariño.

Colgó. Mientras terminaba de juntar la basura, preocupado pensaba en la situación de su hermana Leni. No conocía a su novio, pero parecía ser una buena persona por lo que le había contado tiempo atrás sobre él, bastante paciente con ella según le había explicado su hija, siendo todo lo que a Liena parecía importarle. Tampoco a Lincoln le gustaba la idea que por el momento el sujeto quisiera esconderle a su familia que salía con una madre soltera, mucho menos una cuya hija había concebido con su propio hermano de dieciséis años, cuando a Leni con veintiún años recién cumplidos, le dio curiosidad por experimentar algo entonces siendo ya mayor de edad y buscó a alguien de confianza que le ayudase. Lincoln se dio por vencido entonces de explicarle por qué eso era una muy mala idea, sin que ella viera que el asunto ya tenía un precedente con Lori. Nueve meses después de dar su brazo a torcer, ambos aprendieron que la confianza y la responsabilidad no iban de la mano. Lincoln reflexionaría eso más tarde, pues en cierta medida se sintió entusiasmado por tener mañana a su hija Liena; enseguida se sintió terrible por sentir que le daba mayor favoritismo a una que al resto.

Mientras se disponía a arreglar la habitación extra, se preguntaba cómo se suponía que su hijo, sus tres hijas y él se acomodarían. Suspiró resignado. Que Loan y Liena se quedaran en ese cuarto, Lyra y Lemy en el suyo y él se iría al sofá.

Tras terminar por hacer los arreglos, decidió darse una ducha, pero apenas estaba por desvestirse, alguien tocó el timbre. Miró el reloj. Sólo llevaba una hora de haber llegado a casa y todo mundo parecía de pronto buscarlo, pensó con hastío mientras iba a atender dejando de paso su celular cargando en la habitación.