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Hi!

Les presento mi nuevo fic de tamaño corto, de cinco/seis capitulos de duración.

Espero que les guste la idea. Es un poco anticliché... Al final verán por qué...

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Primera publicación: 13 de Febrero 2018


Ley de Confraternización

I

Hombre Caído

El golpeteo de unas uñas esmaltadas sobre una larga mesa sobre saltaba en aquel salón, pese a que los demás acompañantes de la mujer, no paraban de discutir entre ellos. Ella se recostó sobre el respaldo de su cómodo sillón y cerró los ojos. Rogando por algo que la sacara de esa reunión antes de que los despidiera a todos.

Y como si aquello fuera posible, su celular sonó. Le dio una vista de reojo a las dos asistentes que estaban paradas en la puerta, y lo tomó.

«¡Soy un bueno para nada!» Ante el primer mensaje se confundió, luego volvió a recibir un par más. «Sabía desde el momento que nunca gané una liga, que sería un fracasado toda mi vida» «Soy tan inútil» «Me pidió el divorcio» «Me echo de casa» «No sé qué hacer»

Misty tras leer aquel mensaje, se puso de pie. Haciendo que todos los hombres sentados junto a ella se quedaran en silencio.

—Tengo que salir —les informó, quitó la mirada del teléfono y sin dejar que condenaran su decisión, continuó—. No me interesa abrir otro hotel en ciudad Celeste, quiero que sea en Isla Espuma, ¿Cuántas veces tengo que repetirlo? ¿Y hablaron con Gary Oak? El señor Gary Oak, está haciéndose cargo de las investigaciones en isla Canela sobre los fósiles. Les dije que quiero esa investigación en las instalaciones del acuario —al ver que ninguno decía nada, y se miraban entre ellos, agregó—. Trabajen, que para eso ganan lo que ganan —y tras eso se retiró, seguida por dos mujeres vestidas de blanco con detalles en negro en el borde de su falda tubo hasta la rodilla, y en el cuello de la chaqueta que lucían sobre una blusa blanca de cuello redondo.

—Voy a casa —les informó a ambas—, mañana terminamos de ver lo de esta reunión, díganles que por favor investiguen lo que les pedí —tomó un abrigo y se lo colocó sobre su traje color celeste de dos piezas.

Tras una reverencia de ambas, salió hacia el ascensor del edificio.

«Ve a mi casa, te espero allá» envió y esperó porque él viera el mensaje.

Suspiró. Aquel iba a ser un largo día.

Salió del edificio colocándose unas gafas oscuras, un auto esperaba por ella, con la puerta abierta.

—Gracias, Tom, llévame a casa —le informó al chofer, que, tras cerrar la puerta, tomó su lugar para llevarla a destino.

En veinte minutos, estaba frente a uno de los lujosos departamentos que habrían sido levantados en las cercanías del gimnasio Celeste. Se despidió del chofer con una sonrisa, y se encaminó hasta su hogar.

Aquel día había sido sumamente agitado para la joven líder del gimnasio de ciudad Celeste, lo único que esperaba era poder llegar a su hogar, quitarse los zapatos de tacón aguja y meterse a la tina, pero estaba segura que no iba a poder hacer eso. Sonrió resignada mientras subía al ascensor y se quitaba el rodete para liberar sus mechones pelirrojos que le cayeron sobre el hombro derecho.

Suspiró.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron en el decimoquinto piso, supo que su panorama era peor de lo imaginado, Ash Ketchum la esperaba apoyado en la puerta, con la mirada perdida, vestido con una polera que ella le había regalado hace más de cinco años, un buzo oscuro y una lata de cerveza abierta en la mano. Tenía la misma pinta de un vagabundo.

Contó hasta tres antes de acercarse a su amigo.

—Ríete —le dijo éste sin mirarla, seguramente notó su presencia por el ruido de los tacones sobre el piso flotante—. Lo que me han dicho todos ustedes, finalmente pasó.

Misty torció el gesto, pero no dijo nada. Buscó las llaves de su departamento, abrió la puerta y le permitió el paso al interior.

Cuando Ash entró se encontró con un ambiente bastante conocido para él, un salón grande con un sillón blanco en forma de L, una mesa de centro de cristal, adornada por diversas velas y una vista espectacular de ciudad Celeste. Sabía que hacia la derecha estaban las habitaciones y hacia la izquierda la cocina, rápidamente se acomodó hacia la cocina, donde dejó su sixpack de cervezas sobre la mesa americana y se sentó en una de las banquetas de patas largas, pero antes de que pudiera darle un sorbo a la lata, Misty apoyó un vaso alargado frente a él.

—Usa el vaso por favor —le pidió. Ash la miró de mala gana, pero era su casa después de todo. Tomó la lata, la vació en el vaso y finalmente, pudo beberla— ¿Qué paso?

—Me cansé de ser el saco de box de esa histérica —comentó, y luego se dejó caer sobre la mesada—. Me dijo que era un inútil, que no servía para nada. Que mejor nunca se hubiera casado conmigo.

—¿Cuál fue el punto de decirte eso? —Misty se sintió irritada en ese momento. Solo ella podía tratar a Ash así, ninguna aparecida tenía ese derecho.

—Hace un mes me dijo que quería que tuviéramos un hijo —observó el vaso de cerveza y luego a Misty—, y le dije que no. Y ahí todo comenzó.

—¿Por qué? —aquello tomo a la pelirroja totalmente desprevenida— Tú siempre quisiste ser padre.

—Pero no en esa condición, con el trabajo que tengo, apenas cubro las deudas que ella adquiere —resopló volviéndose a apoyar desinflado en la mesada—. No quiero que mi hijo pase necesidades.

—No debiste dejar el trabajo en la liga —se lamentó la pelirroja, levantándose por una botella de agua—, ahora me vendría bien, tener alguien dentro del complejo.

—Tú sabes mi situación en la liga, pasaban millones por mis manos, pero pocos billetes se metían en mi bolsillo todos los meses —se lamentó.

—¡Pero hacías algo que te gustaba, faltaba un mes para que te ascendieran! —protestó la pelirroja, fastidiada. Ella después de todo, había buscado ese trabajo para él— ¡Podías incluso estar con Pikachu en la oficina todo el día!

—Lo sé —se paró y se bebió la cerveza de golpe— ¡Pero ella quería más!

—Nunca debió meterse contigo, se supone que sabía cómo eras.

—Dice que consiguió un trabajo donde iba a ganar el doble de lo que yo, que quería el divorcio.

—¿Y por qué ella se quedó con la casa?

—Porque la puse a su nombre —comentó hundiendo la cabeza entre sus hombros.

—¡Yo te mato! —dijo al pelirroja poniendo las manos en garra— ¡¿Cómo tan idiota?!

—¡Bueno, pensé que la amaba! —se defendió, cruzándose de brazo—. Había creado una bonita ilusión, y como un idiota me la compre.

—Al menos admites que eres un idiota —se mofó Misty torciendo la sonrisa hacia la derecha.

—Gracias por el apoyo —le dijo, tomando otra cerveza para vaciarla un poco en el vaso.

—Te lo dije —Misty lo observó apoyando los codos en la mesada y luego se sostuvo el rostro con las manos—, debiste elegir a alguna de las chicas. Ellas eran más inteligentes…

—Sabes que no —protestó haciendo una X con las manos—, sabes que tengo una máxima en mi vida, y es, no involucrarme con mis amigas, para mí siempre serán mis hermanas menores.

Misty sonrió ante aquello.

—Lily me gustaba —le dijo la líder de gimnasio sonriendo—, su mamá te amaba. Bueno, todas las mamás de las chicas te adoran, seguro que a mi mamá le hubieras encantado también, hermanito.

—¿Por qué noto un ligero tono de sarcasmo en ese hermanito? —protestó. Misty solo cerró los ojos sonriendo. Vació el resto de la lata de cerveza en el vaso. Y tras eso, tomó del bolsillo del pantalón un atado de cigarros, los cuales en pocos segundos terminaron en el vaso de cerveza— ¡Oye!

—Ash, ¡qué asco! —protestó la pelirroja al ver como éste sacaba sus cigarros de la cerveza— Te tolero que tomes esa cerveza de mala calaña, pero si vas a matarte, hazlo con calidad ¿Qué es esa marca pasto?

—Es lo que me alcanza con todas las deudas que me tiene la otra —volvió a resoplar—, me alcanza para un cigarro al día, creo que si no fuera por eso estaría muerto por estrés.

—Hay formas de sacarse el estrés —Misty se golpeó la blusa que traía puesta y ésta se deslizó, dejándole el hombro al descubierto—, hermanito.

—Misty —gruñó.

—Es broma —sonrió y fue hasta el refrigerador, ahí sacó una botella de cerveza y se la pasó—. Toma, te daré de las mías de exportación.

—¿y no me acompañas? —le preguntó, aceptándola.

—Mañana trabajo, no puedo. Tengo que terminar con la reunión que abandoné por venir a verte.

—Ya veo —susurró—. Lo lamento.

—Descuida, pero ¿Y qué harás tú? ¿Por qué recurriste a tu hermana mayor? —Ash giró los ojos, Misty lo miraba con esa sonrisa tan fastidiosa de ella, pero ahora la necesitaba.

—¿Puedo quedarme unos días aquí? —le pidió— Realmente necesito despejarme y poner en orden mis cosas. Ver mis deudas y todo lo demás, antes de buscar donde quedarme. Renuncié a mi trabajo, además —comentó con una mueca.

—Claro —afirmó Misty con una sonrisa—, sabes que mi departamento tiene dos habitaciones desocupadas. No hay problema, quédate el tiempo que necesites.

—Lo siento por venir a molestarte —le dijo haciendo una reverencia—. Cuando aquella me echó, lo primero que se me ocurrió fue comunicarme contigo.

—Gracias por la confianza —dijo elevando la botella de agua para que la chocara—. Para eso estoy, y sabes que, aunque estoy muy ocupada con la empresa, puedo ayudarte siempre que pueda, como lo prometí.

—Gracias —tras chocarle la botella y beber un sorbo, la volvió a mirar— ¿Y cómo estás con la empresa?

—¡Fantástico! —afirmó—. Paso en reuniones y todo eso, pero me encanta poder seguir siendo líder del gimnasio Celeste —se supo de pie y camino hasta el ventanal. Frente a ella se podía ver el majestuoso recinto en que se había convertido el gimnasio Celeste, el acuario más grande de la región.

—Ya veo… —Ash se paró frente a ella—. Es increíble lo que has logrado tú sola.

—Bueno, tú sabes. Cuando mis hermanas me contaron que realmente éramos millonarias, quise matarlas. Todos los pesares que pasé, cuando en realidad no lo necesitaba, me hizo agarrar la tarjeta que me dieron y salir a comprar… Ahhh comí helado hasta reventar ese día.

—Me imagino —Ash sonrió ladeado al verla.

—Luego compré este terreno, y decidí mover el gimnasio Celeste, hacerlo como siempre he querido… imponente y majestuoso, pero trasparente y claro como el agua. Ya el resto vino solo, la construcción de los edificios, administrarlos. Cuando me di cuenta que esto era para mí, pasé de rica a asquerosamente rica —miró a Ash, él miraba el gimnasio Celeste con un tanto de melancolía. ¿Será por todos sus planes frustrados? Ella recordaba lo mucho que Ash había festejado su puesto en la liga pokémon.

—¿Y qué pasó con el antiguo? —preguntó saliendo de sus pensamientos.

—Lo convertí en el museo de la ciudad, no podía demolerlo, era el inocente diseño que mi madre había creado para el gimnasio hace más de cuarenta años —comentó.

—Ya veo —soltó antes de perderse en sus pensamientos nuevamente.

Misty apretó los labios, algo tenía que hacer para ayudarlo. Ese Ash todo melancólico y desalineado no le gustaba, tomó su teléfono, y se alejó un poco de él— Vicky —susurró cuando la atendieron del otro lado—, me dijiste que necesitabas dos semanas de tus vacaciones, ¿verdad? Ya, entonces tómatelas a partir de mañana… acabo de encontrar a tu reemplazo —informó mirando a Ash.

Ash se acabó la botella de un solo trago. Pensaba en todas sus deudas, en su recién pelea con su esposa y en cada uno de los comentarios que había recibido en contra de aquella unión.

—Ash —Misty le dio de pronto un golpe en la espalda, asustándolo—, te tengo una propuesta.

—¿Propuesta? —preguntó desconfiado.

—Te propongo saldar todas tus deudas, dejarte que te quedes en mi casa y conseguirte un trabajo que te haga sentir bien contigo mismo.

—¿A qué precio? —se cruzó de brazo, enarcando la ceja derecha.

—Mi asistente personal salió de vacaciones, así que necesito una mano derecha sustituta —le sonrió— ¿Qué te parece la idea?

—¿Quieres que trabaje para ti?

—Así es —levantó el dedo índice—, creo que eres la persona ideal para ese trabajo. ¿Qué te parece? —al ver la indecisión, frunció el ceño— Decide esta noche y me dices mañana —se fue a su habitación, y tras un par de minutos salió vistiendo un camisón de seda azul. Ash la quedó mirando un tanto aturdido. ¿Cómo podía aparecer así? — ¿Qué?

—Misty —tragó un poco grueso—, ¿tienes que pasearte así?

—¿Así? —la joven se miró, aquel camisón seda era muy cómodo, se adaptaba muy bien a sus curvas y el escote era de encaje— ¿Qué tiene? —movió la cabeza sin comprender, volviendo el rostro de Ash rojo Carmin. Al ver como el joven ocultaba su rostro tras su mano derecha sonrió con malicia— Ay, pero Ash, si eres mi hermanito, ¿Cuál es el problema? —se acercó a la cocina donde dejó la botella de agua, y volvió hacia el living. — ¿Ya pensaste donde dormirás? —le señaló una puerta— Ahí duermen Tracey y Daisy cuando salgo de viaje y tienen que cuidarme el departamento —señaló otra puerta—. Ahí duermen Lily, Violeta o el resto de tus hermanas cuando vienen.

Ash la miró fastidiado, pero recordando las palabras de la pelirroja omitió la primera habitación.

—Prefiero esta habitación —dijo señalando la segunda puerta—, no quiero imaginar que hace ese matrimonio en esa cama.

Ambos se quedaron en silencio por un par de segundos y sintieron escalofríos.

—¡Ash! —protestó la pelirroja cerrando los ojos— ¡Ahora no podré ver esa habitación sin pensar en cosas turbias!

—No es mi culpa que tengas la mente podrida —acotó Ash.

—Como si la tuya fuera muy pura —le retrucó— Ya, me voy a dormir, mañana me espera un largo día así que —lo señaló—. Entra y descansa, necesito una respuesta a primera hora… salvo…

—¿Salvo? —la miró confundido.

Misty se pasó el dedo índice por el cuello con una sonrisa.

—Salvo que quieras olvidar lo de hermanos por esta noche.

—¡Misty, ya! —exclamó Ash sumamente avergonzado.

La pelirroja solo sonrió orgullosa de sí misma al ver las reacciones de ash.

—Realmente prefiero a este Ash —le dijo cerrando los ojos—, que al que me encontré en la puerta. Descansa.

—Tú también. —le dijo sonriendo resignado.

Cuando Misty se retiró, Ash ingresó a la habitación donde dormiría. Ahí había dos camas de plaza y media. Se acercó a la derecha, y se dejó caer en ella. Y casi al instante, el sueño lo venció.


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El Rinconcito de la que escribe:

Porqué definitlo como anti cliché? Porque por lo general es el hombre el del dinero, es el hombre el que ayuda a la prota en sus penurias y a ser mejor persona, etc, etc. En este caso será al reves. Misty es la empoderada y Ash el hombre cayendose a pedazos...

Espero que les guste la idea o/ Será cortito.

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Sire~