Hola chicos :D Como siempre, aclaro que los personajes de CCS no me pertenecen y esta pequeña historia surgió de mi imaginación y espero les guste y la disfruten tanto como yo disfrute escribiéndola, bueno comencemos…

Un novio falsamente verdadero

Capítulo 5

Hace veinte minutos que llegué a la estúpida fiesta y Shaoran aun no llega. Creo que los nervios ya hicieron un hoyo en mi estomago y ya he memorizado cada marquita de la pantalla de mi celular de tanto que lo he chequeado. Esta mañana quedamos en llegar por separado porque se le había presentado un imprevisto y estuve de acuerdo en venirme en taxi… pero ahora que lo pienso, debí insistir más para saber qué le había ocurrido.

A pesar de haber venido con su novio, Tomoyo esta sentada a mi lado ayudándome a esquivar las mal intencionadas preguntas de Sara. Es que… apenas me vio llegar sola, no se aguanto para restregármelo en la cara diciendo "¿Qué clase de novio te deja llegar sola a una fiesta, Sakura?" Cómo la odio.

—¿Crees que venga? —susurra Tomoyo a mi lado.

—Estoy segura —dije más para misma que para ella… interiorizando esa respuesta para calmar mis nervios—-. Shaoran es muy responsable, si no ha llegado es porque no ha podido.

—Y dinos, Sakura —Aquí vamos de nuevo—. ¿Tu novio te deja plantada muy seguido?

—No lo hace y no lo hará —digo con una sonrisa fingida.

—Quizás se le complicó algo en el trabajo —dice Tomoyo saliendo a mi rescate.

—¿Y en que trabaja? No lo comentaste la última vez —dijo mirando sus uñas como si fueran más importantes que mi respuesta ¿Entonces para que rayos pregunta?

—Es uno de los mejores arquitectos de la ciudad —digo con orgullo. Aunque Shaoran no sea mi novio real (aun) siempre he estado orgullosa de mi trío de mosqueteros y obviamente más de él, eso ni se pregunta.

—Si eso es cierto, entonces mi lindo prometido debe conocerlo ¿Verdad, cielo?

El hombre asiente con una sonrisa forzada y desvía su mirada hacia mí «Aquí hay gato encerrado», pienso mientras los observo. Ciertamente, el prometido de Sara es un hombre atractivo (no tanto como Shaoran, obvio), pero su actitud no es la de un hombre a punto de casarse con la mujer de su vida… como ella lo repite a cada rato.

—No estoy involucrado directamente en el negocio de las construcciones, pero los negocios de mi padre tienen mucha interacción con ese sector —dice tomando de su copa—. ¿En qué compañía trabaja?

—¿A escuchado de Yume Inc.? —digo y él asiente—-. Shaoran es el director ejecutivo de diseño y planificación y mi hermano es el presidente de la empresa.

—¡¿Tu novio es Li Shaoran?! —dice con la boca abierta y yo, un poco insegura, asiento.

—¿Lo… lo conoces cielo? —pregunta Sara tratando de disimular la incomodidad, pero se nota a kilómetros de distancia que no esperaba tal respuesta de su novio.

—Li Shaoran es uno de los genios de la arquitectura actual. A participado en grandes proyectos y ha rechazado grandes ofertas de empresas mucho más grandes que la suya ¡Estoy hablando de grandes corporaciones! —dice emocionado y eso no me gusta… parece una fangirl—. Mi padre lo adora. Es más, tenemos pautada una cita la semana que viene porque queremos que sea él quien diseñe la fachada de nuestro nuevo centro comercial.

—Veo… veo que admiras mucho a Shaoran —digo con una sonrisa forzada.

—Es un gran arquitecto que ha logrado mucho en muy poco tiempo —dice con ojos brillantes, pero no, no, no, Shaoran es mío yo lo vi primero.

—Veo que el tema de conversación se ha centrado en mí sin estar yo presente.

Me volteo y allí esta Shaoran con una sonrisa adorable, esa que tanto me gusta y resalta sus hoyuelos. Me levanto y enseguida me envuelve en sus brazos.

—Lamento el retraso, cerezo —dice dándome un beso en la frente—. Tuve un pequeño percance con tu sorpresa, pero ya está todo arreglado.

Entonces eso que tenía que hacer… tenía que ver conmigo y no con su trabajo ¡Dios! Me muero de dulzura con este hombre.

—Tranquilo —digo cerca de él—. Chicas, les presento oficialmente a mi novio, Li Shaoran —digo sonriendo y todas se presentan alegres, todas menos Sara ¡Hasta tu novio se presentó botando arco iris por la boca, bruja!

—Así que tú eres el nuevo novio de Sakura —dice con una sonrisa mal intencionada… aquí vamos, la prueba de fuego—. ¿Y cómo se conocieron? Es que te me haces un poco familiar.

—Sara, el señor Li es muy famoso, sale en varias revistas de negocios —dice su novio y Shaoran se sonroja. Nunca le ha gustado ser el centro de atención.

—En realidad, nos conocemos desde hace como quince años —digo yo sonriéndole.

—Y desde ese momento ya me gustaba, aunque fuera una dulce niña de doce años y yo un adolescente de quince.

Sus ojos están más brillantes que nunca y no veo ninguna vacilación en ellos. No está mintiendo, realmente no está mintiendo.

—Nunca me lo dijiste —dije en tono bajo, pero sé que mis amigas me escucharon porque soltaron un suspiro.

—Te dije que eres muy despistada, pero no me quejo —dice apretando su agarre en mi cintura—. Esa es una de las cualidades que me gustan de ti.

—Por casualidad —dice Rika—. ¿Tú eras el capitán del equipo del equipo de futbol en la preparatoria Seijo?

—Lo fui por dos años y medio —dice rascando su nuca apenado.

—¡De allí lo conocemos, Sara! —dice emocionada—. Fuimos a animar en los partidos regionales de la secundaria y allí también estaba el equipo de la preparatoria. Recuerdo a Sakura alentando con muchos ánimos al capitán del equipo y cómo no, si se trataba de ti.

—También lo recuerdo, es más, en nuestro último partido te dedique un gol —dice mirándome e inmediatamente me transporte a ese día.

¿Cómo pude ser tan tonta? Aun puedo verlo correr por la cancha, feliz por haber marcado el gol de la victoria y luego… me señaló directamente y me guiñó el ojo. Al verlo allí, ignorando a todos los que lo felicitaban por verme, mi corazón dio un brinco, pero lo asocie a la emoción del momento, jamás creí que se tratara de esto… de que Shaoran estuviera enamorado de mí desde años atrás y de que yo… también estuviera enamorada de él. Todo por idealizar el amor, por buscar un "príncipe azul" que en realidad ya tenía a mi lado.

—Veo que son… una pareja perfecta —dice Sara mordiendo sus palabras—. ¿Por qué no nos muestran que tanto se quieren?

Shaoran me mira y yo asiento quedamente con las mejillas sonrojadas. No quisiera que nuestro primer beso fuera para demostrarle algo a Sara… pero tampoco me quejo de que por fin sentiré sus labios en los míos. Coloca su mano en mi mejilla y la acaricia con devoción. Su pulgar ahora se encuentra cerca de mis labios y comienza acercarse con lentitud, pero cuando por fin faltan pocos centímetros, se desvía y me besa en la comisura de mis labios ¡Eso es injusto!

—Eso… es algo que solo yo disfrutare y no necesitamos probarle absolutamente nada a nadie, mucho menos a ti —dice frunciendo el ceño y Sara abre su boca ofendida ¡Ese es mi novio falso!

—Cierto, no tenemos nada que demostrarte… Creo que he pasado muchos años tratando de complacerte en todas tus tonterías y por primera vez, no me interesa lo que pienses —digo tomando la mano de Shaoran y comienzo a arrastrarlo hacia la pista de baile—. Y si nos disculpan, quiero bailar un poco con mi novio.

—¡Señor Li, nos vemos el lunes próximo para discutir nuestra solicitud! ¡Fue un placer conocerlo! —grita el novio de Sara mientras Shaoran y yo reímos al ver como Sara lo fulmina con la mirada.

Al colocar sus manos en mi cintura, yo automáticamente las coloco sobre sus hombros y comenzamos a mecernos al compás lento de la música. En ningún momento despega su mirada de la mía y yo tampoco hago quiero que lo haga, me encanta mirar sus ojos, son hermosos.

—Entonces… ¿Desde cuándo exactamente te gusto, Li Shaoran?

Simula meditar su respuesta, pero después me sonríe y se acerca más a mí para háblame al oído y aquella agradable sensación electrizante vuelve a recorrerme completa.

—Desde que me caíste encima cuando te resbalaste por las escaleras de tu casa —dice y lo miro sorprendida—. Sí… el día que Touya me invito por primera vez a tu casa a jugar video juegos.

Recuerdo que ese día pase la mayor vergüenza de mi vida por culpa de mi hermano. Venía corriendo para reclamarle a Touya por romper una de mis muñecas, pero resbalé con uno de sus estúpidos patines y aterricé (literalmente) encima de Shaoran que venía subiendo por las escaleras.

Monstruo, si tienes hambre en la cocina hay galletas —dijo riendo mientras yo me sonrojaba a más no poder—. No necesitas comerte a mis amigos.

Por quedar bien delante de Shaoran, recuerdo que le dije a Touya en tono amable que luego aclararíamos todo y corrí escaleras arriba para encerrarme y ahogarme en mi pena. Monstruo Sakura había hecho de las suyas y había quedado mal delante del chico más lindo que mis ojos habían visto, pero nunca pensé que Shaoran pensara que yo era linda … yo no tenía ningún atributo del cual sentirme orgullosa en ese entonces.

—No era muy linda en aquella época —digo haciendo una mueca.

—Pues a mí me pareciste adorable y más cuando vi tus mejillas sonrojadas antes de encerrarte en tu cuarto —dice cerca de mis labios.

—Shaoran… ¿En serio te he gustado todo este tiempo?

Sus ojos me estudian con profundidad y luego lo veo soltar aire incómodo, desviando su mirada de la mía.

—No creo que sea el lugar para hablar de eso…

—No me interesa esta fiesta —digo colocando mi mano en su mejilla para que vuelva a mirarme—. Solo quiero saber… la última vez que tuvieron su noche de chicos hablaste de eso —digo mirándolo con pesar… porque mi corazón duele de solo pensar en que he sido yo la idiota que lo ha hecho sufrir todo este tiempo—. Solo me importas tú…

—Ayer te dije que esas eran las palabras mágicas para desaparecer de esta fiesta —dijo sonriendo con picardía y yo le respondo igual.

—Entonces, debes cumplir mi deseo de desaparecer de aquí y llevarme a un sitio más tranquilo.

—¿Qué prefieres? —pregunta guiñándome un ojo—. Una cena elegante en uno de los mejores restaurantes de la ciudad o… comer una deliciosa pizza que deje lista para que Yukito me hiciera el favor de meter en el horno… ahora —dice mirando su reloj—. Si quieres la cena en el restaurante, él se comerá la pizza.

—¿Y dejar que su estómago sin fin conozca la comida de los dioses que solo yo debo conocer? —digo alarmada—. No señor, iremos a tu casa y me comeré esa pizza.

—Sabía que elegirías eso, pero de igual forma había reservado en el restaurante por si acaso —dice sonriendo.

—No puedo permitir que Yukito se coma la pizza que MI novio hizo para mí —digo inflando mis cachetes… pero luego caigo en la realidad… y él nota mi cambio de humor.

Cuando salgamos de esta fiesta, nuestra relación falsa se acaba. Se acaban las llamadas, los mensajes, los juegos, nuestros chistes malos… todo.

—Ven…

Shaoran toma mi mano y entrelaza nuestros dedos con decisión. No está dispuesto a soltar mi mano y yo tampoco quiero soltar la suya… Nos despedimos de las chicas y nos vamos tomados de la mano, no sin antes agradecerle a Sara, aunque no entendiera nada. Fue gracias a su estúpido reto que descubrí mis sentimientos por Shaoran y, aunque me caerá mal eternamente (no lo puedo evitar), siempre le estaré agradecida.

A medida que nos acercamos a su departamento, los nervios y el miedo aumenta ¡Hasta ahora recuerdo que soy Sakura el monstruo ambulante! Antes… mientras fingíamos todo, no tenía miedo de equivocarme porque todo era una mentira, no importaba si cometía un error o si hacia algo humillante delante de él… es decir, he hecho muchas cosas estúpidas delante de Shaoran y nunca me importó, pero ahora sí. Me importa lo que piensa de mí, me siento insegura de hacer algo mal y que deje de gustarle… aunque si ha visto tantas cosas vergonzosas y aun le gusto no creo que suceda algo peor ¡Es que ha visto de todo! Es cierto cuando dije que las calamidades se reúnen en mi pequeño cuerpo.

Llegamos y como todo un caballero abre la puerta del auto para que yo baje de él. El trayecto en el ascensor se hace eterno, a pesar de que Shaoran intenta relajarme con algunos de sus chistes malos… pero de verdad estoy nerviosa. Si nuestra relación se vuelve real… si de verdad nos convertimos en pareja, no sé qué hacer, no sé cómo debo actuar.

Shaoran toma mi mano y me hala hacia el pasillo que nos lleva a su departamento. Cuando entro todo está a oscuras, pero cuando enciende las luces quedo maravillada. Todo está decorado con flores de cerezo ¿Dónde rayos las consiguió en esta época del año?

—Tengo mis contactos —dice leyendo la duda en mi rostro—. Espero te guste tu sorpresa.

—Todo está… muy hermoso —digo siguiendo el rastro de flores que me lleva directamente a la mesa perfectamente decorada con velas y encima de esta hay un pequeño cofre.

—En realidad, esa es tu sorpresa de San Valentín —dice rascando el lóbulo de su oreja derecha—. Lo demás solo es para lucirme delante de ti. —Y ahora se sonroja… definitivamente quiere matarme de ternura.

Me acerco con lentitud y coloco mis manos en el cofre. Mi corazón late tan fuerte que puedo escucharlo en mis oídos y me preocupa que él sea capaz de oírlo también. Abro poco a poco la tapa y lo que hay en su interior me deja maravillada, pasmada… simplemente sin palabras.

Lo tomo con cuidado y veo como mi viejo amuleto ahora cuelga de una hermosa pulsera que está formada de puras flores de cerezo con brillantes celestes. La apretó contra mi pecho y mis ojos se humedecen. No soy capaz de frenar por mucho tiempo las lágrimas y comienzan a desbordarse sin control.

Shaoran se ubica a mi espalda y me abraza con delicadeza, acariciando mis brazos suavemente.

—La idea es que estés feliz…

—Estoy malditamente feliz, Shaoran —digo con voz cortada—. Por eso lloro, pero no creo merecer algo así.

Él me gira y me mira con mirada interrogante, pero no puedo sostenerle la mirada por mucho tiempo. Me siento avergonzada, porque por mucho tiempo ignore sus sentimientos y ahora se porta de una forma tan maravillosa que de verdad me duele… me duele saber de lo que me he perdido por haber sido una estúpida que no vio lo maravilloso que es.

—Sakura, nunca te he recriminado nada —dice limpiando mis lágrimas—. Sí, me has gustado desde hace mucho… luego ese sentimiento se convirtió en algo mucho más profundo, más maduro… pero nunca espere ser correspondido. —Suelta aire con sus ojos cerrados, como si estuviera buscando las palabras correctas para decirme—. Al principio, me negué a creer que me gustaba una niña... pero cuando cualquier chico se te acercaba, mis celos eran peores que los de Touya. Allí entendí que lo que sentía por ti no era algo fraternal… iba más allá de eso.

—Mi hermano…

—Él lo sabe desde hace mucho… se dio cuenta primero que yo y me advirtió que no me acercara a ti de esa forma —dice apretando su agarre—. Me sentí como un traidor y comencé a salir con otras chicas para que se me pasara el "encaprichamiento" que tenía, pero… no podía dejar de mirarte… de admirarte… de enamorarme de ti. Fue cuando por fin Touya aceptó que mis sentimientos eran verdaderos y me dio luz verde para intentarlo… pero nunca logré llamar tu atención, siempre me viste como el mejor amigo de tu hermano. Creo que por eso fue que el maldito me dio campo libre, para verme sufrir —dice frunciendo el ceño y yo no sabía si reír o llorar.

—Cuando llegaste a mi oficina aquel día… no te puedo mentir, me sentí mal, utilizado y hasta me sentí molesto, pero también vi una oportunidad —dice volteándome—. La pregunta es… si vas a darme esa oportunidad.

—¿Aun quieres eso conmigo? ¿Después de haberte ignorado por todo este tiempo?

—En realidad… no me has ignorado tanto, cerezo —dice con una sonrisa arrogante que me hace sonreír—. Inconscientemente si me has notado, pero quizás lo asociaste a un cariño fraternal y no a un sentimiento romántico.

—Entonces… ¿Quieres dejar de ser mi novio falso? —digo cerca de sus labios.

—Quiero ser tu novio falsamente verdadero… ¿Está bien eso?

—Quitémosle el falso y dejémoslo únicamente en novio verdadero —digo y por fin siento sus labios sobre los míos.

¿Qué si valió la espera? Valió la pena cada condenado segundo. Sus labios son cálidos, suaves y se amoldan a los míos a la perfección. Ese beso que empieza como un beso pausado se llena de intensidad y solo la falta de aire logra separarnos.

—¿Puedo usar una de las frases que Yanagizawa utilizó en nuestra novela? Pero no me vayas a golpear por exteriorizar un deseo —dice con voz ronca y yo un poco perdida y extrañada asiento—. Desde que te vi con este condenado vestido, solo he pensado en mil formas de quitártelo.

Recuerdo esa frase, es del capítulo tres cuando Midori y Okami tienen un encuentro muy "emocionante" en una fiesta de la alta sociedad y con una sonrisa ladina le respondo lo mismo que Midori le dijo a Okami.

—¿Y que estas esperando para llevar a cabo tu deseo?

Decir que paso esa noche es algo inútil, porque ni usando las mejores palabras se puede describir lo que hicimos, lo que sentimos y lo que se formó entre nosotros. Solo puedo decir que Shaoran se ha convertido en mi confidente, en mi amante, en mi mejor amigo y en mi novio verdadero, porque solo necesite de una mentira para conseguir una verdad de por vida, porque eso es Shaoran para mí, mi verdad y mi futuro.

Bueno chicos, final, final… Muchas gracias todos por leer esta historia :) Es por ustedes que me animo a escribir y traerles lo que se me pasa por la imaginación XD Espero leer sus comentarios finales y nos leemos el lunes en el siguiente capítulo de "De consecuencias y decisiones".

Otra cosa… respondiendo a dos preguntas que me hicieron: 1) "El mensaje que nos unió" no continua, está en estatus completada =( pero aquí viene la segunda pregunta y quiero consultar con todos… me han pedido varias personas por privado que escriba el punto de vista de Shaoran de esta historia y de "El mensaje que nos unió" :O ¿Qué me dicen? Si la mayoría vota sí, lo haré, pero lo haré lento porque tengo que actualizar DCYD… y en dado caso que quieran esto, deben decirme por cual empiezo :) espero sus comentarios y su respuesta de esta pequeña encuesta xD

Ahora si ¡FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN!

Los quiero un montonón

Amatista 1986.