Hola.

Hoy estaba algo desocupado y con muchas cosas en la cabeza, así que como que no quería hacer otra cosa aparte de escribir algo, unas ganas tremendas me pedían que lo hiciera y como desde hace mucho quería comenzar una historia de Loud House este era el momento. Espero y les guste, es pequeño pero bueno, es lo que les ofrezco por ahora.

Loud House no me pertenece. Tan sólo la trama de esta narración.


Malas decisiones

La casa Loud se encontraba totalmente en calma, algo muy difícil de creer para la mayoría del vecindario que estaban totalmente acostumbrados a los ruidos y gritos de toda la hermandad Loud. Pero eran cosas que pasaban, con la ida de la mayor de los hermanos Loud, Lori, se pensaba que el orden de la casa iba a ir cuesta abajo, así como la del vecindario, sin embargo, la diligencia de Luna y la tranquilidad de Leni supieron manejar muy bien las cosas en el hogar. Ahora muchas cosas habían cambiado, desde una pequeña bebé Lily convirtiéndose en una niña de ocho años hasta un joven Lincoln de dieciocho años escapándose de casa a altas horas de la madrugada.

Su cabello blanco peinado hacía un lado lo hacía parecer todo un joven vigoroso, mientras su risilla de chico listo no lo hacían parecer del todo un hombre. El chico miró a todos lados una vez que se encontró fuera de la casa en su totalidad. Le dio mucha gracia el hecho de haberse quedado atrapado entre la ventana y el jardín cuando a causa de los nervios su camisa quedo atrapada en el seguro de la ventana, aun así, las cosas podían considerarse como que habían salido mejor de lo que esperó. Luna estaba en una tocada a la cual había invitado a Luan, y seguramente no regresarían por lo menos hasta hoy mismo por la tarde, su hermana Leni por otro lado en cuanto arropo a la pequeña Lily y advirtió a las gemelas que quería paz por el resto de la noche, no hubo nada que la detuviera en quedarse dormida al igual que Lisa quien cuidaba muy bien sus tiempos de sueño últimamente, aparentemente quería crecer un poco más. Su único problema fue Lucy, quien aún a estas horas no parecía haber conciliado el sueño y seguía estando despierta en su habitación, para Lincoln hubiese sido normal saludarla e incluso molestarla un poco, pero hoy ese no era el plan.

—¿No me vas a invitar? —una voz conocida pero extrañamente melosa lo sorprendió mientras intentaba quitarle la cadena a su bicicleta en el pórtico—Lincoln jamás aprendes—su hermana Lynn se le plantó de frente mientras con una sonrisa divertida se agachaba a su altura.

—¿Lynn? —el peli blanco estaba atónito, pero no por eso iba a armar un escándalo, la tomó de su muñeca—¿cómo lo hiciste? —preguntó refiriéndose al hecho de que su hermana había evadido aparentemente la guardia de Lucy.

—Tengo mis medios—le dijo quitando de una vez por todas el candado y las cadenas de la bicicleta—andando o nos pillaran—sin objeción Lincoln la siguió desde atrás mientras se montaba en la bicicleta dejando a sus espaldas su hogar.

Ambos chicos fueron hasta el viejo parque abandonado al que solían ir de pequeños junto a su familia, el lugar estaba casi baldío en su totalidad. A lo lejos se podía ver al viejo centro cívico siendo inundado por luces de muchos colores desde adentro. Lynn bajó de un salto desde la parte de atrás de la bicicleta desequilibrando a Lincoln quien terminó cayendo contra el césped de lugar, entre risas Lynn le ayudó levantarse conteniendo algunas palabras de burla hacía su hermano menor.

—Muy graciosa, avisa la próxima vez—el chico la tomó de la mano y caminaron por el viejo camino rocoso que llevaba al centro cívico—no bebas más de la cuenta y recuerda que siempre estoy desocupado por si necesitas algo—mientras se acercaban al lugar el sonido estrepitoso de unas bocinas sonando a todo volumen acrecentaba a cada paso que daban.

—Gracias guapo, quizá lo recuerde mientras me tiró a un vagabundo en esos matorrales—Lincoln le poco las costillas algo disgustado por la broma, pero tranquilo de saber que sólo sería eso, una broma.

Justo en el momento en que pusieron un pie dentro de la fiesta Lincoln fue abordado pro Clyde quien parecía tener un subidón de alcohol como ninguno de los hermanos Loud se hubiera imaginado. Lincoln le sonrió a su amigo mientras este le exigía que lo acompañara a un lugar, al parecer se trataba de Ronnie Anne. Lynn empujó a su hermano para que siguiera a su amigo a donde sea que este lo llevara, lo último que Lincoln vio de Lynn fue su cuerpo abriéndose paso entre los demás invitados para llegar a la pista de baile.

—Ya te lo digo Lincoln, si sigues trayendo a tus hermanas a estas fiestas vas a ser el chico más popular entre todos nosotros, la última vez fue Luan y déjame decirte que aquí algunos recordamos ese día—Lincoln se puso colorado de la vergüenza. Esa vez Luan había sido muy poco cuidadosa con lo que bebía y había terminado por subirse a una mesa y quitarse su brasier para después arrojarlo a un grupo de chicos alborotados. Para la suerte de ambos Loud, la poca luz del lugar no permitió saber a ciencia cierta si la chica atrevida de esa noche había sido la bromista Loud u otra chica más, aun así, el rumor fue grande entre los jóvenes.

—Eso está casi olvidado y sería más fácil si no me lo recordaras a cada rato Clyde—el moreno se disculpó con un movimiento de mano y entraron a una habitación abandonada del recinto. No era de esperarse el gran cumulo de humo en el ambiente ni mucho menos la presencia de muchos otros chicos de su clase haciendo, bueno, algo debían estar haciendo unos sobre otros. Al final de la habitación estaba la chica Sánchez con una habitual campera deportiva y un poco de alcohol en una de sus manos. La chica notó rápidamente la presencia de ambos jóvenes cortándole rápidamente la conversación a uno de los chicos que llenaban el lugar y tomando camino hasta Lincoln le tendió rápidamente su alcohol y lo llevó hasta un sofá del lugar.

—No parece que estés acostumbrándote a este tipo de fiestas nocturnas—le dijo la chica mientras se acercaba un poco más de lo habitual a él. Lincoln sorbió un poco del líquido carmesí que sostenía entre sus manos y luego miró nuevamente a la chica.

—¿Y quién lo hace? —ambos rodaron sus ojos a Clyde quien parecía estar preparando todo para enrollarse con una chica en una esquina de la habitación—simplemente no me siento cómodo, no es mi habitad natural—Ronnie Anne le tocó su pierna haciendo que este se atragantara un poco con su bebida, la chica comenzó a hacerle círculos en su pierna que subían y bajaban entre tu cintura y la rodilla.

—¿Y entonces cuál es? ¿Tu casa con tu decena de hermanas? —a Lincoln siempre le había parecido una grosería que la Sánchez mencionara de esa forma tan poco atractiva a sus hermanas, aun así, jamás le había alegado nada pues tiempo atrás el nombraba de muchas maneras a su hermano Bobby.

—¿Esa no es Cristina? —Lincoln aprovecho el hecho de que Ronnie Anne corriera a saludar a su amiga para escapar de la incómoda situación. Se bebió de un trago el resto de su bebida y fue a por más a la barra improvisada que habían montado unos chicos a fuera.

Los minutos pasaron hasta convertirse en las tres horas más pesadas para Lincoln en toda su vida. No sólo tenía que estar cuidándose de Ronnie Anne y sus intentos nada ocultos de incitarlo a algo más, la idea no era del todo mala, pero sentía que algo andaba mal en toda esa situación. Algunas veces se topó con algún viejo conocido que le saludara y lo ocultara entre las demás personas, algo que funcionaria mejor si su cabello no fuera blanco y fácil de ver, la otra molestia fue su hermana Lynn, siendo precisamente la enigmática razón de la chica por desaparecer, muchas veces regresó a la pista de baile para buscar a su hermana entre las personas o sus amigas, pero no había rastro de ella. El chico se tumbó en una esquina; cansado, fastidiado y con la cabeza dándole vueltas. No pensaba que las cosas se pudieran poner peor hasta que sus ojos comenzaron a desenfocar todo y sus parpados se volvían pesados. En ese momento supo que todo se iría al carajo.

Al despertarse Lincoln se encontró con la agradable sorpresa de que en el lugar ya sólo quedaban sus alcohólicos amigos y una que otra pareja tumbada a sus alrededores. No se encontraba tan mal fuera de sentir su espalda hecha añicos por haber dormido contra la pared y el suelo. Se metió las manos a los bolsillos dado que tenía frio, y palpar que siguiera teniendo su móvil ya que solían mangarse las cosas en estas reuniones clandestinas. El chico recorrió los pasillos del centro cívico con cautela de no despertar a nadie ni de llamar la atención, aun así, eso no le impidió encontrar a Clyde desnudo sobre dos chicas que al parecer habían pasado bien la noche. Le tomó algunas fotos con su móvil e inmediatamente se las envió por mensaje, le gustaría recordar este día a su amigo. Su humor se terminó cuando vio los veinte mensajes de su hermana en el buzón de su teléfono, sintió que su corazón se detuvo en el momento en que pensó que algo malo le había pasado. Sus pasos se volvieron rápidos y ya no le importaba levantar a medio mundo si eso significaba encontrar a su hermana más rápido. Recorrió cada rincón del lugar hasta que un presentimiento lo llevo a los baños del recinto, entró como loco al baño de mujeres que para su mala suerte estaba vació, pero los quejidos provenientes al otro lado, en el baño de hombres lo dejaron sin aliento. Al abrir una de las puertas se encontró con Lynn en el suelo con su cabeza a una distancia considerable del escusado.

—Dios Lincoln, creo que no fue una gran noche—el chico se apresuró a tomarla por la cintura mientras la ayudaba a sujetar su pelo—tranquilo, ya pasó lo peor—la chica tiro de la cadena mientras toda la porquería se iba por la coladera.

—Lynn, cuanto lo siento—el chico la ayudo a acomodarse de pie y juntos se fueron hasta la salida—estuve huyendo toda la noche de Ronnie Anne, ¡además desapareciste! ¡¿Dónde te metiste?!—Lynn apoyó su cabeza en el hombro de su hermano mientras este la conducía pasaban por el camino de piedras. Lincoln maldijo en sus adentros, pero tendría que dejar su bicicleta en ese lugar pues Lynn no podría montarse en ese estado.

—No pasó nada malo, un chico se me insinuó indebidamente, pero lo puse en su lugar, el resto es alcohol y malas decisiones—la chica sonrió de lado mientras se inclinaba más contra el cuerpo de su hermano—¿celoso?

—Quizá un poco—la chica volvió a sonreír mientras le pegaba un beso en la mejilla a su chico de cabellos blancos y este la arropaba bajo sus brazos—hace mucho frio, quizá no fue buena idea esta escapada.

—Ya no te salen como antes los planes ¿cierto? —los chicos caminaron varias cuadras más hasta llegar a su casa.

Antes de entrar Lynn hizo todo lo posible por acomodarle la ropa a Lincoln mientras este intentaba peinarle el cabello a ella. Una vez estuvieron listos los chicos abrieron la puerta encontrándose con la mayor parte de sus hermanas desayunando mientras algunas como Lucy y Lola apenas y salían de sus habitaciones. Lincoln cerró la puerta con cuidado y Lynn subió escaleras arriba para meterse entre sus sabanas.

—Lincoln no sabía que estuvieras despierto—Leni estaba preparando el desayuno en la cocina para todas sus hermanas—podrías decirle a Lynn que bajé a desayunar, me parece que hoy dijo que tenía que estar en un lado, pero como que no recuerdo exactamente dónde—Lincoln afirmo desde su lugar pasando al lado de Lola para despeinarla un poco y Lucy quien no pronuncio palabra ante un saludo de mano de Lincoln ni tampoco respuesta.

Lincoln llegó hasta la puerta de la habitación de su hermana quien ahora compartía habitación con Luan desde que Luna se había trasladado a la habitación que antes ocupaba Lori junto a Leni. El chico ni siquiera llamó a la puerta, tan sólo entró como si se tratase de su propia habitación para encontrar a su hermana cambiándose de ropa interior quien lo vio un tanto molesta por la inoportuna intromisión. Lincoln ignoró la vista furiosa de su hermana mientras inspeccionaba con detenimiento su cuerpo, sinceramente esperaba encontrarse con algún moretón o raspón que lo hiciera sentirse como una basura por no haber estado vigilándola anoche, pero eso no pasó, su hermana se encontraba mejor que bien.

—¿Algo que te guste? —le preguntó ella mientras tomaba algunas cobijas y las lanzaba a su cama con intenciones de pasar el resto del día hecha bolita en su lugar.

—Diría que todo, pero podrías mal interpretarlo—Lincoln pasó a su lado llevándola hasta la cama para arroparse juntos. La tranquilidad de saber que no le había pasado nada malo inundaba todo su cuerpo calmándolo casi por completo. Ya no visitarían esas fiestas por mucho que le gustase pensar que algo bueno ocurriría en una de ellas prefería no exponerse al riesgo de que pasase todo lo contrario y sobre todo exponer a sus hermanas como pudo haber pasado en esta ocasión. Lynn los arropó a ambos entre sus cobijas mientras Lincoln le mencionaba que Leni la quería ver abajo, Lynn descarto cualquier cosa que tuviera que hacer hoy de inmediato por lo tanto esperaría a que a Leni se le olvidara que quería verla y de esa forma pasar el resto del día acostada. Ella le dio la espalda a su hermano quien se mantenía no muy lejos de ella mientras se preguntaba si sería buena idea abrazarla por la espalda.

—Me gustaría mal interprétalo—el cuerpo de Lincoln se tensó cuando escucho decir eso a su hermana y más aún cuando Lynn se giró para verlo a los ojos—podemos tomar una mala decisión que no sea tan mala por una vez—fue como una petición.