Descarga de responsabilidad: No soy dueño de Naruto ni de Hotel Transylvania, solo soy un escritor novato que desea compartir sus historias con el buen público.
Feliz 15 de Enero… No se celebra nada en especial, pero estar vivo ya es ganancia. Les agradesco su paciencia y buenas, malas y constructivas críticas. Cada una importante para mi. Originalmente esta historia seria un solo capitulo. Pero al pasar de 25,000 palabras me parecia demasiado para una lectura. Por lo que creo que seran 3 capitulos.
Tuve esta historia rondandome la cabeza durante mucho tiempo; y aunque no cuente con demasiados seguidores o críticas; la seguire hasta el final. No significa voy a descuidar mis otras historias. Pero necesito que comprendan que escribir es un pasatiempo en el cual mi musa de la inspiración viene y se va como una cruel amante.
Pero qué tanto balbuceo. Espero esta nueva historia sea de su agrado y dejen un comentario con su opinion.
"Mi nombre es Mavis" - personaje hablando.
'Kurama, por el amor de dios' - personaje pensando.
"Este es un buen lugar para estirar las piernas" - Biju/Demonio hablando.
'Mejor no lo hago' - Biju/Demonio pensando.
Comienza.
Transylvania.
Un lugar vasto en paisajes; Enormes montañas de caminos traicioneros con filosos picos al fondo de cada cornisa, grandes y tétricos bosques donde si te pierdes será para no ser visto de nuevo nunca, cementerios lúgubres capaces de volver gelatina las rodillas de los hombres más valientes.
Con todo lo dicho anteriormente; pareciera un lugar al que nunca desearías acercarte… Quizás en el siglo XV. Actualmente Transilvania es uno de los destinos turísticos por excelencia en pleno siglo 21, Sus festivales y cultura, comida y amables personas, que mejor hora para visitar una tierra tan rica que en el próximo festival de Halloween.
Lejos de todas las preocupaciones, no trabajo, no estudio, no misiones, no locos con ojos raros tratando de esclavizar al mundo, no peleas contra diosas autoproclamadas, nada de perder otro brazo, no falsos amigos que te dan la espalda a la primera señal de complicación y no una zorra que se va con el responsable directo de la pérdida de dicho brazo solo porque su clan se lo ordena, al menos se fue con un regalito antes de irse.
"Y ahí vamos de nuevo, torturándote otra vez por lo que dejastes atrás. Honestamente, si hubiese sabido que estarías tan melancólico mejor no te daba ese Jutsu" dijo una voz gruesa y demoniaca, molestia palpable pero no tanto como la pereza que impregnaba su voz.
"¡Oh vamos! No puedes esperar a que deje ir todo el dolor de un día para otro". Dijo otra voz, está contraria a la primera, se escuchaba joven y un poco triste.
"Ya pasaron dos años, supéralo".
En lo alto de una montaña, un hombre se alzaba frente a los rayos del sol de la tarde, su cabello rubio brillando como el sol, ojos de zafiro, piel ligeramente bronceada, con tres marcas de bigotes en cada mejilla, se puso en 1.80 metros de altura, con una sólida construcción muscular, siendo su único defecto el brazo derecho faltante.
Uzumaki Naruto miro el horizonte, sus ojos miraban el cielo, pero su mente se encontraba en otro lugar.
Fue un año atrás, la vida parecía fácil en ese entonces, una guerra, golpear chicos malos, redimir a un amigo, todo fue demasiado bien para ser verdad, él logró sus objetivos, regreso a Sasuke otra vez a su hogar. Le costó un brazo, pero en ese entonces parecía un precio pequeño a pagar por su Hermano.
Oh que equivocado estaba.
Con el regreso de Sasuke pareciera su vida se fue al caño, podía comprender la atención al Uchiha, pero parecía sus amigos se olvidaron de él, lo ignoraron y lentamente se convirtió solo en alguien a quien saludaban ocasionalmente al pasar por la calle y por compromiso. Luego Hinata, la chica que lo amaba termino por aceptar las órdenes de su clan para desposar al Uchiha renegado, algo sobre fortalecer la línea de sangre Hyuga. Honestamente no lo escucho tras el sonido de su corazón partiéndose a pedazos.
El único amigo real que tenía fue al que originalmente odiaba por volverlo la paria del pueblo, Kurama, el gigantesco zorro de las nueve colas.
Sacudiendo su cabeza, el rubio se enfocó, no valía la pena llorar sobre la leche derramada. Por eso acepto la ayuda del zorro para viajar a otro universo, una variante del jutsu dios del trueno volador que su padre creo con las notas del segundo Hokage, y que su madre Kushina ayudo a completar.
Si, el zorro podía ver todo lo que pasaba fuera de sus anfitriones cada vez que lo deseara, fue su pequeña retribución al estar encerrado dentro de un humano, no podía intervenir o hablar, pero la película en vivo fue un buen pasatiempo de vez en cuando…cuando sus anfitriones no estaban cojie-
"¡Ya! ¡ya! basta, no quiero esa imagen en mi cabeza" dijo Naruto, el maldito zorro le podía enviar fragmento de recuerdos de sus anteriores carceleros, digamos que el rubio no estaba muy contento al ver la luna de miel de sus padres.
"Pfff, humanos, no comprendo su maldita obsesión por fornicar".
Regresando al presente, el rubio sin brazo suspiro. Había hecho eso mucho últimamente, para enterrar el mal sabor de boca que fue la traición de su patria, se fue a otro universo, uno lejos sin posibilidad de rastrearlo. Durante el tiempo que tardó en darse cuenta del poco valor verdadero que representaba para su pueblo, lo complicado de la técnica y hacer todo con un solo brazo. Al fin termino su jutsu y se largó de casa.
Con su buena suerte, al primer intento de viaje interdimensional resultó ser un rotundo éxito. Se trataba de un mundo en paz, mucha paz de hecho, no conflictos armados, buenos paisaje natural que, aunque no tan grandes como los gigantescos árboles del país del fuego, fue un buen segundo lugar.
Después de asegurarse que no corría peligro se dispuso a viajar, conocer las maravillas que este nuevo mundo tenía para ofrecer. De punta a punta del globo terráqueo, deleitándose con la cultura de cada país hospedado, haciendo lo que los locales hacían mientras se vestía diferente en cada ocasión.
Bailando samba en Brasil, escalando el Everest, tomar el sol en Hawái, beber vodka en Rusia, recorrer la gran muralla china, leer manga en Japón, noquear a un boxeador en México, mandar a la bancarrota a un casino en las vegas. Visitar el Taj majal en la india, deslizarse en una tabla de surf por las pirámides en Egipto…y salir corriendo inmediatamente después mientras la policía trataba de arrestarlo.
Naruto parpadeo ante una irregularidad en su visión, tan inmerso en sus recuerdos que no había notado a la enorme mochila móvil escalando por la roca frente a él… espera ¿¡Mochila móvil!?
Si, se trataba de una gran mochila de color verde con diversas banderas del mundo -muchas de los cuales recordaba haber visitado- quien quiera que sea la persona viajaba pesado, porque la cuerda que usaba como soga de vida se comenzó a tensar por el peso.
"AHHHHHH".
Y se rompió.
XXX
Jonathan fue un chico sencillo. Viajaba a donde el viento lo llevase, dejándose guiar por la brújula de la vida sin ninguna preocupación. Con veintiún años, el chico de cabello naranja se disponía a escalar las altas montañas de Transilvania en preparación para su reto de escalar el monte Everest.
Con su mochila a cuestas y sus amigos muy por encima de él. El joven de 21 años trato de alcanzar una pendiente pronunciada, pero el peso de su confiable mochila lo obligó a inclinarse para atrás, tensando la cuerda de vida a niveles peligrosos.
"Vamos, tú puedes" se dijo el joven, una caída de esta altura no lo mataría, pero seguro que lo alejaría de su grupo de amigos y rodaría por el bosque.
¡CRACK!
El joven dio un grito al aire un momento después de sentir la gravedad hacer su trabajo, jalándole al suelo y directo a los duros matorrales que seguro podrían amortiguar su caída.
"Te tengo".
Sin embargo, su descenso se vio abruptamente interrumpido. El joven alzó la cabeza hacia arriba, maravillándose ante su salvador.
"Wow viejo ¿Cómo estás de pie en la piedra?" dijo el pelinaranja, mirando al joven que lo sostenía por la mochila alzandolo como si no pesara nada.
"Mhe, como frutas y verduras, me ejercito diariamente, y soy un ninja de otra dimensión" dijo Naruto.
"¿Un que?".
"¿Como?".
Parpadeo un par de veces, antes de encogerse de hombros, a caballo regalado no buscas… ¿cómo iba ese dicho? No importa, el joven rápidamente regreso al presente cuando su salvador lo dejo caer de pie dentro de una pendiente.
"Oye muchas gracias, seguro que si no me atrapas me estampo en el suelo" dijo riéndose de la imagen mental.
Naruto alzó una ceja, pero no dijo nada, había conocido a gente que aparentemente no le importaba como hacia jutsus, solo evito caminar sobre el agua, aparentemente ese si los sorprendía de sobremanera.
"No importa chico, solo trata de mantenerte a salvo" recomendó el rubio. Sin que lo notara el joven golpeó su palma en la mochila, provocando que una matriz de sellado de gravedad apareciera antes de borrarse, eso ayudaria a que la mochila ya no fuera un problema por su peso.
Se ajustó la mochila, no notando la falta de peso en el objeto, él simplemente extendió su mano derecha "Mi nombre es Jonathan ¿y tú eres…?" dijo antes de notar el apéndice faltante del rubio. Avergonzado, cambio de mano antes de que el chico que le salvó la vida lo notara.
Pero Naruto ya lo había notado, y no le importo, pero sonrió ante el gesto de buena voluntad, "Naruto, Uzumaki Naruto" dijo estrechando la mano extendida.
El pelinaranja sonrió antes de recordar a sus amigos en la cima, "Es verdad, mis amigos, oye ¿no quieres venir con nosotros? Estamos haciendo alpinismo".
Pero Naruto negó con la cabeza, "Lo siento, tengo otros planes".
Aceptando la respuesta, agradeció una vez más la ayuda brindada y esperando verlo en otra ocasión comenzó a escalar sus amigos en el borde animándole a moverse más rápido.
"Tú no tienes planes" regaño la voz de Kurama.
"¿Y cuál es el punto? Solo quiero estar solo" dijo Naruto bajando la vista al bosque, sus ojos azules perdidos en la luz de la luna llena, ¿Cuánto tiempo estuvo hablando con el chico? La noche ya se encesto y él ni se enteró.
"Noooo, lo único que quieres es no tener amigos de nuevo, te lo digo mocoso, no todos los humanos son como los de esa maldita aldea" dijo Kurama.
"¿Cómo lo sabes?".
"Créeme, lo sé. Después de todo; tu demostraste ser todo lo contrario".
Ambos se quedaron en silencio, no se podía decir más, se conocían perfectamente, confiaban plenamente en el otro y nada que se dijera cambiaria la verdad.
Fue en ese momento la atención del rubio ex-shinobi se centró en una anomalía, una anomalía en forma de un llano pintado en color naranja, lenguas de fuego se alzaban por el horizonte atrayendo la atención de cualquiera que lo viera. Siendo en este caso el rubio el único capaz de ver este fenómeno a la distancia.
"Lo juro, si es otro incendio provocado, voy a romper algunos cuellos" gruño Naruto, durante su pequeña estancia en este mundo ha logrado vincularse muy bien con la naturaleza, y ver que los humanos la destruyen lo ponía furioso.
"Ja, no me hagas reír, no matarías ni a una mosca".
"Y aquí vamos de nuevo" se maldijo el ninja, saltando del acantilado y aterrizando con seguridad en la rama de un árbol, ni un segundo después se puso a navegar a velocidades vertiginosas entre las hojas.
[Momentos antes]
La adrenalina corría por sus venas al mismo tiempo que el viento rozaba sus mejillas peludas, sus ojos de un color azul inocente se maravillaron con cada diminuto detalle del exterior, atrás quedo la seguridad relativa de su casa, se encontró fuera, respirando un aire tan puro como ningún que jamas habia conocido, el aroma a libertad la llenaba a tal grado que quería gritar.
Girando hacia arriba en un torbellino dejo caer su transformación, por un momento disipó la forma de murciélago dejándola flotar en el cielo con la luna llena iluminando su ser, una joven, no aparentaba tener ni 18 años, piel de alabastro perfecta, ojos azules alegres, dientes nacarados con sus dos colmillos ligeramente más grandes de lo que un humano normal tendría, su bello rostro enmarcado por cabellos de ébano con un pequeño flequillo.
Tenía puesto un vestido de cuello alto, largos guantes sin dedos del mismo color. Medias negras con líneas rojas cubrían sus largas piernas y zapatos negros sus pies.
"Esto es increíble" gritó la joven regresando a su transformación, faltaba poco para llegar a la aldea que su padre le señaló, ella por fin salió de casa, no era Hawiwi, pero técnicamente fue el exterior.
Con un impulso acelerado, Mavis Dracula llegó a un edificio alto, deshaciendo su transformación cayó en completo silencio sobre el tejado, lento pero seguro, la hija de Drácula se movió entre las sombras del callejón, pegada al edificio como una araña descendió hasta el suelo. Una vez de pie en la oscuridad estiro los pliegues de su vestido en un intento de quitar las arrugas imaginarias.
Asomo su cabeza, mirando a nadie por las calles, raro, apenas y anocheció y los humanos se fueron a dormir.
Pero eso no la desmotivaria, salió a la luz de las farolas, fue sublime, su sueño se cumplía, ella estaba fuera de la prisión que llamo hogar, no fue que la odiara. Pero su padre siempre fue un maniaco de la sobreprotección. Ella fue curiosa, anhelaba la aventura, ver lo que el mundo tenía preparado para ella.
"¡¿HOLA?! ¿Ahi alguien?" gritó, caminando por las vacías calles del pueblo. Una fuente tirando agua en el medio de la plaza fue el único ruido que recibió como respuesta.
Ella fue sacada de sus pensamientos ante un escaparate, Mavis se detuvo mirando directamente a una tienda de ropa, los vestidos renacentistas en maniquís llamando su atención, ella prácticamente se lanzó al espejo, deleitándose con la moda humana.
Sin embargo, su emoción fue cortada de tajo cuando uno de los maniquís retiro el paraguas que cubría su rostro, revelando a un humano enojado, seguido de otro que arrancó las cortinas que cubrían la tiendo, ambos gruñendo.
"¡Vampiro!".
"Quemar ropa".
Mavis sorprendida se retiró del espejo como si se hubiera quemado "¿Quemar mi ropa?" ella rápidamente trato de recuperar su compostura, sin notar como lentamente ella fue rodeada por Humanos.
"¡Oh! Hola, soy Mavis Dracula y yo soy…" pero su discurso fue interrumpido por un de los humanos que comenzó a acercarse a la hija de Dracula.
"VAMPIRO".
"Morder dedos".
"¿Qué? ¿Por qué quieren morder mis dedos?" pregunto, un tinte de miedo impregnando su voz al escuchar la última afirmación, ella aún recuerda los cuentos de Humanos que su padre le contaba de bebé.
Mirando a su alrededor, se horrorizo al notar ser rodeada lentamente con humanos furiosos, trinchetes y antorchas en manos, se acercaron a ella con horribles armas "¿Es eso pan de ajo?" murmuro inquieta, no soportaba el ajo.
Mavis nunca noto como uno de los humanos perdió su cabeza, pero fue rápidamente puesta en su lugar por una segunda persona antes de desaparecer tan rápido como termino su trabajo.
Uno de los humanos golpeo la cara de su compañero con su trinche; atravesandole la cabeza, el aldeano cayó al suelo golpeando su antorcha contra un compañero el cual se prendio en llamas; una reacción en cadena sigue envolviendo a los demás que rápidamente se quemaban de pie en su lugar, aparentemente ignorantes del dolor mientras acusaban a Mavis.
"Santa rabia, están en llamas ¿Necesitan ayuda?" ella pregunto dando un paso atrás, los humanos no respondieron, sin notar como pisaba accidentalmente un palo soltado por uno de sus atacantes.
"Wah" dio un grito cuando cayó de bruces contra el suelo, una punzada de dolor creciendo en su tobillo. No estaba roto, fue solo un esguince, pero esos segundos fueron suficientes para que la horda de humanos en fuego casi llegara a ella.
"Papá tenía razón" dijo sin notar como estas palabras hacían feliz a un hombre oculto en las sombras.
Mavis estaba dispuesta a transformarse, esguince o no, ella todavía podía huir volando. Pero antes de que ella pudiese llamar a su poder, antes de que los humanos lograsen tocarla y mucho antes de que el Conde Drácula oculto celebrará su exitoso plan. Una enorme presencia descendió a la tierra desde los cielos.
¡PUM!
Un temblor siguió su caída, eclipsando todas las miradas en él, Mavis se contuvo de huir ante el repentino suceso, sus ojos pegados a la espalda de este nuevo y diferente humano. ¿Por qué se quedó? Su padre tenía razón, los humanos fueron seres salidos de sus pesadillas, no tenía sentido quedarse y estar a merced de otro humano, pero… ¿Por qué?
¿Fue el cabello rubio? No, ¿su amplia espalda? Tampoco, ¿quizás la curiosidad de ver la falta de un brazo?
Sea como sea, Mavis decidió quedarse, mirar a este hombre ponerse de pie en toda su gloria. Fue alto… y bastante guapo. Se encontró con sus mejillas brillando en un tono rosado al ver su rostro cincelado, esos mechones rubios enmarcando su rostro solo lo hizo mejor.
No podía ver totalmente su cara desde que sus ojos estaban pegados a los humanos, su ropa en contraste con ella, fue más alegre, pantalones de color naranja y una chaqueta negra con un extraño remolino en el brazo izquierdo.
"¿Te encuentras bien?" dijo, su voz resonando poder.
Mavis dio un sobresalto, su voz fue sin duda la de alguien fuerte, curtido, todo lo contrario, a su inexperiencia, lo que le sorprendió bastante fue que parecía mirar a sus compañeros humanos con un deje de molestia.
Rápidamente se dio cuenta, este chico puede ser en realidad un monstruo, uno con piel humana como ella y su padre, por lo que hizo lo más inteligente que se le ocurrió "Cuidado, ellos querían morderme los dedos" advertirle de las atrocidades que los humanos eran capaces de hacer.
Naruto chasqueo la lengua, caníbales. Se encontró algunos cuantos en sus viajes por el mundo, a veces aldeas enteras donde la práctica de comer carne humana seguía muy presente.
"Supongo que puedo salvar al mundo limpiando esta aldea. No importa, no está marcada en los mapas" dijo Naruto con una sonrisa.
Mavis se sorprendió al ver a su salvador sacarse la chaqueta, su tenue sonrojo explotando en un incendio forestal al ver que no usaba camisa abajo, su cuerpo bien trabajado, su espalda marcada, parecía que estaba tallado en el más duro mármol.
Su sorpresa se disparó cuando en un extraño signo con la mano, el resto del brazo del rubio creció de nuevo. Sin que ella lo notara, el ojo azul derecho de Naruto cambio a un ominoso color morado con anillos concéntricos alrededor de la pupila y siete comas.
Si, el rubio había robado el Rinnegan de su amigo muerto, bueno, ex-amigo. Imaginen la sorpresa del Uchiha cuando se dio cuenta que su rival fue de hecho más fuerte que él. Una suerte que el Sandaime siempre lo instruyo a mantener sus habilidades al mínimo y juegue al tonto. Respetando así el código ninja del engaño.
Permitiendo que la mano de metal reemplazara momentáneamente su miembro perdido, Naruto pasó por una serie de rápidas posiciones de manos, no presto mucha atención a que los caníbales se estaban quemando, había visto a brujos jugar con magia y creyó que se trataba de algo similar.
"Pero que descortés, llego a su casa y ni traigo un regalo, permítanme darles algo para beber" al instante comenzó a hacer una serie de rápidos sellos de manos a niveles que parecían un borrón para el ojo humano, una sonrisa depredadora adornando su rostro de bigotes, los ahora caníbales continuaron su camino lento contra el nuevo humano.
Terminando, choco sus palmas juntas dando un solo comando, "Estilo de agua; jutsu del gran dragón de agua"
No paso mucho antes que los zombis vestidos de humanos escucharan a unos compañeros gritar, mirando a sus espaldas, los zombis gimieron en pena cuando vieron a un gigantesco dragón de agua formado a partir de la fuente devorar a todos sus compañeros, cuando fue el turno de los que estaban en la línea contra el humano rubio, el dragón se abalanzo, tragando inmisericordemente a los zombis en sus fauces y llevándolos por encima del cielo, serpenteando por las nubes con los atacantes siendo licuados en el estómago de la bestia, antes de descender inmisericorde a unos kilómetros dentro del bosque alejados del par.
Un mini temblor sacudió la villa, ambos, rubio y pelinegra se quedaron mirando el lugar de impacto del dragón, la chica desbordando emoción ante tal despliegue de poder.
"Santa rabia, eso fue increíble, debes ser uno de los monstruos más fuerte" dijo Mavis con alegría desde el suelo.
Naruto frunció el ceño, su brazo de metal dado por el camino Asura seguía presente. ¿Salva a esta chica y lo primero que hace es llamarlo monstruo? Naruto se giró listo para gritarle a la malagradecida mujer sus verdades, cuando de repente sus ojos hicieron contacto visual.
Ambos miraron a los ojos del otro, en silencio zafiro se encontró con azul, un brillo rosado demasiado rápido para ser apreciado por alguno de los dos se manifestó en los ojos del otro.
El rubio fue el primero en salir de su sorpresa, tosiendo en su único puño de carne y mirando al suelo al verse contemplando a la linda joven más de lo que debería.
"Emm, ¿te… te encuentras bien?" pregunto Naruto, su enojo anterior disipado totalmente.
Mavis parpadeo, sintiendo sus mejillas sonrojarse al ver la sonrisa del hombre "Si, gracias" dijo poniéndose de pie.
Lamentablemente se olvidó de su esguince, rápidamente cayó de frente por el agudo dolor, pero antes de siquiera tocar el suelo, los brazos de su salvador la rodeo por su cintura, evitando su caída.
Otra vez, los dos se quedaron en silencio. Mirando de cerca cada facción del rostro del otro, Mavis se sorprendió levemente por las mejillas marcadas, pero no era como si se tratase de lo más extraño que ha visto. Mientras tanto, Naruto se hipnotizo ante los ojos azules tan suaves e inocentes, su piel de porcelana, sus labios carnosos.
Parpadeando rápidamente, Naruto puso una distancia necesaria entre los dos, sin dejarla de sostener, pero no cara a cara como antes. El corazón de Naruto retumbaba como un tambor de guerra, y sus oídos le permitieron saber que no se trataba del único.
'¿Pero que rayos me pasa-ttebayo?'.
'¿Porque mi corazón esta tan acelerado?'.
Nuevamente fue el rubio quien rompió el incómodo silencio, "Tu tobillo" señalo el rubio, notando como la pelinegra trataba de evitar pisar con su pie derecho.
Mavis parpadeo, recordando su actual posición, por un segundo se perdió en lo duro que se sentían los músculos abdominales del rubio. 'Roca sólida' se dijo mentalmente antes de prestar su completa atención.
"¿Eh? Oh si, mi tobillo. Creo que es un esguince, pero voy a estar bien cuando llegue a casa".
"Eso no es bueno, si me permites puedo curarlo".
Mavis por un momento dudo, pensando en que se curaría solo, todas -las pocas heridas que tuvo- tendían a hacerlo con el tiempo, pero al ver la preocupación en sus ojos azules no logro negarse.
Teniendo cuidado, ayudo a la herida chica a bajar al suelo. Ella se sentó en la banqueta de la calle mientras él inspeccionaba el tobillo, las llamas del incendio a su alrededor se redujeron a tenues llamaradas, el dragón de agua no solo saco a todos los caníbales de la villa, también sirvió para evitar el infierno se propagase al resto del bosque.
Dando una mirada, la cual Mavis asintió, el rubio saco la zapatilla del pie con extremo cuidado. Ella hizo una ligera mueca, pero no dijo nada; en vez de eso, bajo un poco el dobladillo de su calceta hasta un poco abajo del muslo, Naruto comprendió y dio gracias a que la chica le ahorro la vergüenza de preguntar.
Una sensación, casi una corriente eléctrica sacudió el ser de Mavis cuando Naruto toco su piel desnuda, bajando casi tortuosamente lento por su pantorrilla, no supo cuando ella se mordió el labio, pero la sensación fue agradable.
Naruto se maravilló al ver la suave y tersa piel, sus dedos pequeños y lindos, sus uñas pintadas de color negro y delicados, fueron perfectas a su vista.
"Fetiche de pies".
'Cierra la maldita boca, bola de pelos' grito mentalmente Naruto, su rostro sonrojado por la imagen mental que su compañero y amigo le envió.
"A mí ni me culpes, yo no te envié ninguna imagen" rugió en carcajadas el poderoso Kyubi.
Reinando en su temple, Naruto logro meter su mano izquierda a la bolsa ninja en su espalda, una vez conteniendo herramientas de muerte, ahora se dedicaba al almacenamiento de sellos con diversos kits de primeros auxilios y medicamento.
En una pequeña; casi imperceptible bocanada de humo, una venda blanca apareció en la mano de Naruto, sin perder un segundo, comenzó a envolver el tobillo de la chica con cuidado de no lastimarla.
Mavis se sonrojo por la cercanía, nunca en su vida había logrado entablar una conversación con alguien de su edad. No ayudaba que el chico que actualmente curaba su pierna -la cual ya casi no sentía dolor- fuera un monstruo por demás atractivo.
Asegurando la venda no se caería, el rubio sonrió a su trabajo. Nunca sería un médico de primera como Tsunade, pero podía encargarse de pequeñas heridas.
"Bien, termine" dijo Naruto entregando a su dueña la media y zapatilla, por un momento estuvo tentado a ponérsela de nuevo, pero necesitaba que el medicamento impregnado en el vendaje contará con ventilación.
La hija de Drácula sonrió genuinamente agradecida, el punzante dolor se redujo a un simple pinchazo, parte de ella sabia el vendaje solo fue algo simbólico al tratarse de una vampira, pero por alguna razón atesoro el gesto.
"Gracias, me siento mejor" dijo la pelinegra, moviendo desde el suelo su extremidad vendada.
Rascando la parte posterior de su cabeza, Naruto miro a su alrededor, no podía dejar a la chica sola aquí, nunca fue de los que dejaban a los desventurados a su suerte y no comenzaría ahora "No podrás caminar con el tobillo así, ¿te llevo a casa?" pregunto Naruto mirando con una sonrisa a Mavis.
La joven de 118 años miro a su tobillo, luego a Naruto. Podría ir volando a casa, pero la compañía del rubio era muy agradable.
Al ver el asentimiento, Naruto se movió, la cara de Mavis tiñéndose de rosa al ser recogida al estilo nupcial, sintiendo los bien trabajados músculos de su héroe frotarse contra su propio cuerpo.
Dio un paso al frente antes de casi darse un golpe mental al olvidar algo por demás importante "Lo siento, mi nombre es Naruto, Uzumaki Naruto" dijo el rubio dando una de sus mejores sonrisas.
Mavis se acuno en sus brazos, tratando de no ver a ese lindo rostro al saber que muy probablemente se perdería en sus ojos, "Mavis, Mavis Dracula" al sentir como se detenía abruptamente la chica alzo su mirada.
Naruto se quedó mirando al frente, sus ojos abiertos y boca colgando, bajando la mirada miro directo a los ojos de la chica en sus brazos, "Ese…" Mavis creyó que se volvería loco al enterarse de su ascendencia. Pero en vez de eso, sonrió aún más amplio. "… ¡es un hermoso nombre!".
"Gracias, mi mamá lo escogió" respondió, ligeramente sonrojada, sus brazos instintivamente fueron al cuello del héroe para una mejor comodidad.
"Bueno, tu madre sabe de nombres" dijo Naruto caminando unos pasos.
Mavis no pudo evitar sonreír al cumplido, el par de jóvenes se detuvo nuevamente para juntar la chaqueta del rubio, poniéndola sobre sus hombros antes de continuar siguiendo las indicaciones de la chica en sus brazos.
Ambos nunca notaron como un empapado Conde Drácula se arrastraba por el bosque, una suerte que los zombis amortiguaron su caída.
Pero el señor de la oscuridad, al ver a su hija siendo llevada, inmediatamente olvido su dolor; listo para dejar al responsable de tal ataque como un smutty desinflado. Pero se detuvo al ver que ambos adolescentes caminaban a la dirección de un muy conocido hotel.
"¡Oh no! No puede ser" fue el grito del conde, este chico podía fingir ser un monstruo, pero él podía olerlo, apestaba a humano.
Entre conversaciones de gustos y disgustos, el par de jóvenes llegó a su destino. Naruto salió de entre los grandes arbustos, decidió caminar todo el trayecto desde que no deseaba la lesión de Mavis se agraviara, por lo que su sorpresa fue mayúsculo al notar el enorme castillo que se alzaba en una montaña. A partir de su punto de vista fue un lugar enorme, fácilmente capaz de albergar a unos cientos de personas, su acabado renacentista y toque gótico le daba un cierto aire de similitud a un castillo en ruinas que visitó hace meses atrás.
"¿Es esa tu casa?" pregunto, no muy seguro, honestamente esperaba la chica viviera en una cabaña o cerca de la ciudad, no en un castillo.
"De mi papá, nunca me deja salir de este castillo porque el exterior es muy peligroso, creo que tiene razón".
Al ver la mirada abatida de Mavis, una parte de Naruto se contrajo. No sabía porque, pero verla triste le producía una opresión en el pecho.
"¡Oye! No te preocupes" Mavis su vista, notando la sonrisa de Naruto.
"Es verdad que el mundo no es arcoíris y ponis, existe maldad, cosas feas, pero…" Naruto recordó a las personas que ayudó durante sus viajes, hombres, mujeres y niños que le devolvían la fe de confiar en un amigo. "…al igual que existe el mal, también hay cosas buenas".
Mavis parpadeo ante el extraño monstruo frente a ella. Nunca escuchó tales palabras de alguien, todos creían en que los humanos son las bestias sin alma que ella miro apenas una hora atrás, pero en los brazos de este chico, ella sentía una fuerza irradiando de él, capaz de hacerla querer volver a intentar interactuar con los humanos.
Sacudiendo la cabeza, Naruto se centró en su tarea, podía ver una gran cantidad de personas reunidas en las puertas de entrada, desde su posición no podía distinguir las figuras, pero no importaba, seguramente al ver a la hija del dueño se volverían locos.
"Oi, Mavis".
"¿Sí?".
"¿Puedes señalarme tu habitación?" al ver la confusión escrita en el lindo rostro de la chica, Naruto trato de explicarse, "E… es decir, solo mira el revuelto frente a nosotros, sería casi imposible llevarte entre todas esas personas, y seguramente se volverían locos al verte lastimada".
Mavis tarareo la posibilidad, es verdad que no deseaba nadie se enterase de su infructuosa inserción al mundo humano, estaba segura su padre jamás le permitiría salir del hotel de nuevo. Por lo que asintiendo al razonamiento de su compañero adolescente le señaló una ventana.
"Esa es mi habitación, creo que puedo llegar sin usar mi pierna" dijo Mavis, no por nada era la hija de Drácula, estaba a punto de pedir que la bajara para transformarse en un murciélago, pero Naruto la sorprendió cuando de un salto se fue a caer en el acantilado.
Mavis se aferró al cuello de Naruto, gritando a todo pulmón durante su caída, el rubio sonrió al ver el pánico y un tinte de emoción impregnando los ojos de Mavis, pero como todo lo bueno, llego a su final cuando Naruto lanzo un kunai con un tercer brazo salido de su hombro y un cuarto agarrando fuerte la soga unida al arma. Insertándose en la roca del acantilado y usando el impulso de la caída para columpiarse, Naruto y Mavis fueron lanzados al aire sin que nadie los notara.
Dando una voltereta en el aire Naruto cayó en el techo con un ruido sordo, Mavis sorprendida gratamente; acababan de recorrer una buena distancia sin ser notados por debajo de las narices de todos los monstruos. Emocionada se rio un poco, esta fue la clase de emoción que ella quería, además de explorar le gustaban las aventuras.
Con pasos mortalmente silenciosos ganados en su vida como shinobi, Naruto camino al borde del techo, mirando abajo a las olas chocando contra la costa, sin decir palabra; reunió chakra en las plantas de sus pies y como una araña se adhirió a la pared vertical.
"¡Wow! Eres increíble" dijo Mavis, la chica estaba cada momento más emocionada por las habilidades de su monstruo compañero.
Naruto sacudió su cabeza con una sonrisa, parecía que los humanos en esta dimensión no son personas que se sorprenden o asustan con facilidad, lentamente navego entre las ventanas, con cuidado de no dejarse ver por los inquilinos.
Al llegar a su destino, entro con Mavis aun en sus brazos. La gran habitación no fue lo que esperaba, no postes de bandas famosas, no unicornios, felizmente vio que ella realmente fue muy madura para su edad al ver la decoración. Su sonrisa solo se amplió al ver la cama de la chica, camino al suave colchón sin darse cuenta del espejo de cuerpo completo que dejo atrás y reflejaba su imagen cargando absolutamente nada.
"Llegamos" dijo una vez deposito a la joven en su cama.
"Muchas gracias… por todo. No sé lo que me habría pasado si no llegabas" dijo Mavis, apartando un mechón de su cabello con la mano, sus ojos nunca dejando los de Naruto.
"No hay problema, y que esta mala experiencia no te quite las ganas de explorar el mundo. Existen un montón de aventuras esperándote ahí afuera" dijo Naruto dando una sonrisa y caminando a la ventana.
Cosa que confundió a Mavis al verlo casi saliendo "Espera ¿Te vas?" preguntó, un deje de tristeza palpable en su voz.
Al verlo asentir Mavis se entristeció, por supuesto. Este chico probablemente tenía lugares a los que ir, cosas que hacer, personas que ver. Ese último pensamiento por alguna razón provocó un retortijón en su corazón.
Pero luego llego una idea, su rostro brillando de posibilidades, contra todo razonamiento la chica corrió todo el recorrido de su cama a la ventana en un parpadeo, sin que el rubio que estaba mirando actualmente por la ventana en busca de cualquier testigo lo notase.
"¡ESPERA!".
Naruto casi se salto de sorpresa por la ventana ante el repentino sobresalto que Mavis le provocó al tomarlo de la mano. El rubio puso su mano de metal sobre su pecho en un intento de calmar su ajetreado corazón.
'Es rápida' pensó, no comprendiendo como la chica se movió en un parpadeo dentro de su rango.
La joven se detuvo al ver su acción, sonrojándose al sostenerlo de su mano izquierda, los cayos de su mano más grande raspando en sus delicada piel, salió de su aturdimiento al sentir la mirada del rubio.
Sacando sus manos- muy a su pesar- miro al suelo con sus mejillas sonrojadas, "Es decir… bueno, si no tienes nada que hacer, quería preguntarte, si tu quisieras, no sé ¿Quedarte a mi fiesta de cumpleaños?".
El rubio se rascó la mejilla con su mano humana, aun manteniendo la ilusión en su ojo para evitar preguntas innecesarias. "¿Fiesta de cumpleaños?".
Mavis rodo los ojos "Lo sé, soy muy grande. Pero mi papá insiste en hacerme una fiesta cada año" dijo la vampiresa con un poco de vergüenza.
"Eso es un bonito gesto de tu padre" dijo Naruto reprendiendo a Mavis, a él realmente le hubiera encantado celebrar su cumpleaños con sus padres. Aunque sea una sola vez.
"No lo conoces, algunas veces sus fiestas son tan aburridas. Quiero decir; ya no tengo 84" dijo Mavis como si fuera lo más normal del mundo.
Naruto parpadeo una vez, dos veces. Mirando a la chica frente a él con una ceja alzada, "¿Tienes 84?" pregunto, incluso se limpió el interior del oído al creer que escucho mal.
Mavis resoplo divertida "Claro que no…" respondió, su sonrisa ampliándose mientras el rubio suspiraba "… tengo 118".
"…".
"…".
"…Sabia que te gustaban mayores cuando te acostaste con la sexy Mizukage y esa perra en celo Inuzuka... pero carajo".
'¡KURAMA!' grito el rubio dentro de su cabeza.
"Niégalo" reto el zorro.
Sin embargo, la respuesta del rubio se vio interrumpida por el ruido de la puerta siendo abierta de una patada, ambos adolescentes miraron al responsable, una con vergüenza y pena, el otro con intriga y curiosidad.
En la puerta agarrado del marco, un hombre a finales de sus treinta miraba a su alrededor desesperado con sus ojos azules idéntico a los de Mavis, su cabello negro pulcro, peinado perfectamente hacia atrás con un solo mechón salido por su ajetreado estado. Su vestimenta beneficiando al color negro con un poco de púrpura en su cuello, una capa negra de forro morado ondeando a su espalda.
Lo que llamó la atención de ambos fue el hecho de que parecía un poco sudado, incluso empapado si la humedad en la ropa era algún indicio, los ojos del recién llegado se estrecharon peligrosamente en la forma del rubio, antes de mirar a la joven Mavis.
"¡Mavis!" grito el hombre, desapareciendo en un montón de niebla, Naruto fue sorprendido gratamente al ver la niebla moverse como si tuviera mente propia, llegando a la pelinegra antes de en un parpadeo regresar a ser el hombre de antes.
'Wow' fue el pensamiento de Naruto al ver a un hombre sólido convertirse en niebla.
"¡Papá!" las mejillas de la joven se tiñeron de escarlata al ser presa de un triturador abrazo de su padre, no por la acción sino porque Naruto seguía en la habitación con ellos y el rubio le estaba enviando una sonrisa.
"Mi niña, ¿Qué te pasó en el tobillo? ¿los humanos te atacaron? ¿te encuentras bien? ¿Cuándo regresaste? ¿Quién es este?" si las miradas pudieran matar, Naruto estaría tres metros bajo tierra en este momento.
"Tranquilo papá" trato de persuadir Mavis, empujando a su padre suavemente, ella lo amaba, pero en ocasiones su padre podía ser muy meloso "No me paso nada, fue un accidente, pero…" en esto Mavis tembló ligeramente, agarrándose de la capa de su padre.
"…Fue terrible papá, los humanos son horribles, ellos me atacaron sin razón y trataron de morderme los dedos" dijo Mavis mirando a su padre a los ojos, sin notar como Naruto alzaba una ceja detrás de ella.
"¿Tus deditos?" pregunto el hombre flagrantemente ignorando a Naruto, o demasiado concentrado en consolar a su primogénita como para prestarle atención a alguien más.
"Y tenían pan de ajo".
"¡Imposible! Mírame, estoy temblando de miedo" gritó dramáticamente el hombre, Mavis cubriéndose el rostro con las manos en un vano intento de cubrir su miedo sin apartarse del abrazo de su padre.
"Tenías razón en todo papá, nunca debí salir del hotel" termino la chica, chocando su frente contra el pecho del hombre, en la cara de Drácula una sonrisa comenzaba a florecer, su plan al final funciono. Su hija miro los verdaderos horrores de la humanidad.
"Pero al menos salió algo bueno de esa mala experiencia" Drácula sintió su cuerpo caer cuando su hija lo dejo de abrazar, en cambio camino hasta la ventana, tomando el brazo de Naruto sin previo aviso en un abrazo.
"Papá. Este es Naruto Uzumaki, él fue quien me rescato de los humanos y me trajo a casa, incluso me curo el tobillo" dijo, enfatizando sus palabras al mover el miembro aun vendado.
Naruto se rasco la mejilla con vergüenza, prácticamente olvidando el hecho de que un hombre se transformó en niebla y Mavis aparentemente se recuperó totalmente de su lesión.
"Oh vamos, no es para tanto" dijo el rubio riendo de buena gana.
"Lo hubieras visto. Primero: hizo crecer su brazo" dijo Mavis, moviéndose rápido alrededor del rubio que fue jalado fuera de la ventana y al centro del cuarto, moviendo el miembro metálico como si de un arma se tratase.
"Y entonces, entonces un enorme dragón de agua salió de la fuente con solo llamarlo, fue increíble. Él solo derroto a todos esos malos humanos" dijo Mavis moviendo sus brazos en movimientos fluidos simulando la trayectoria del lagarto acuático, incluso junto sus dedos para hacer un par de fauces.
Naruto repentinamente sentía el peso de la mirada del Conde taladrando un agujero en su cabeza, no entendía el por qué. Él salvó a su hija, creía que un padre estaría feliz.
Sin embargo, su actitud cambió totalmente cuando Mavis lo volteo a ver. El padre de la vampiresa se aclaró la garganta antes de caminar con dirección a Naruto con un porte elegante en cada paso "Te lo agradezco joven, permíteme presentarme, soy el Conde Drácula" dijo extendiendo su mano derecha.
Naruto dio su sonrisa firma mientras levantaba su mano del camino Asura, "Mucho gusto, soy Naruto Uzumaki".
Fue en el instante que ambas manos se estrecharon Naruto sintió el agarre del conde repentinamente duro, no lo suficiente para incomodar. Pero si el hombre quería probar fuerza ¿Quién era él para negarse?
"AAAHHHGG…mmm…" fue el corto y repentino grito de Drácula al sentir sus dedos ser triturados por la mano de metal, casi provocando que se doblara de dolor, Mavis lo miro con preocupación pero el orgulloso vampiro se negó a mostrar otra reacción que su mueca.
"¿Estas bien papá?" preguntó Mavis, desconcertada por el repentino grito.
Drácula se sobo la mano una vez liberada, acunando el miembro dolido en el interior de su capa sin dejar caer su sonrisa "Estupendo" mintió el vampiro.
"Papá ¿estás llorando?" preguntó nuevamente la joven al ver las pequeñas gotas en los bordes de los ojos del hombre.
"Es de felicidad mi vida, no puedo estar más alegre de que este joven estuviera en el momento indicado".
Naruto sintió la atmósfera un poco tensa, honestamente no sabía cómo reaccionar, frente a él se encontraba el verdadero conde Drácula y su linda hija… ¿de dónde vino eso? Como sea, no fue como si cambiara su opinion de ellos.
"Bueno me tengo que ir" dijo Naruto una vez vio que no faltaba más por hablar, fue interesante conocer a verdaderos monstruos. Aunque una parte de él seguía queriendo estar al lado de Mavis.
"Muy bien, buen viaje, cuidado al salir…nunca escribas" murmuró la última parte Drácula con una sonrisa al ver al chico en el borde de la ventana, una vez fuera y alejado del castillo se encargaría de borrar los recuerdos del rubio de su hija y este lugar.
Pero Mavis tenía otros planes, "Espera Naruto, aun no me contestas" dijo la chica una vez más agarrando al rubio de su mano buena. Sin notarlo casi provocando que Drácula rugiera de furia con sed de sangre.
"Oh eso, bueno yo no…" comenzó, tratando de decir una mentira, cualquiera. Pero cometió el error de ver directo a los ojos de Mavis.
Su preocupación, su anhelo, su miedo. Cada emoción casi palpable para él, su hermoso rostro prácticamente lo derretía, pero fueron sus ojos, oh sus ojos. Esas grandes piscinas de interminable azul en los que se perdió por primera vez. Podía mirarlas por siempre y sentir que su vida valió cada segundo.
"…Me encantaría" respondió al final, ahuecando con su mano derecha la mejilla de Mavis, la pelinegra se derritió en el tacto. Sonriendo sin preocupaciones en el mundo.
"¿Lo prometes?" preguntó Mavis, ligeramente sonrojada por el contacto.
"Es una promesa y yo nunca rompo uno promesa".
Sin embargo, su momento mágico termino cuando una capa negra se alzó entre los dos, separándolos efectivamente y poniendo una distancia que cierto padre quería.
"¿D...De qué están hablando?" pregunto Drácula dándole la espalda al rubio, Mavis dio un brinco ante la falta de calor en su mejilla. Parpadeando, la joven le sonrió a su padre.
"Naruto accedió a quedarse a mi fiesta de cumpleaños ¿No te parece estupendo?" la radiante sonrisa de la joven fácilmente podría opacar a las vegas.
"Si… Maravilloso" respondió el conde, su risa nerviosa engañando a nadie, pero su hija estaba demasiada emocionada como para notarlo.
"Muy bien Naruto, déjame darte un Tour por el hotel" pero antes de que Mavis lograse tomar la mano de Naruto, su padre envolvió al rubio en su capa y lo alejo de ella.
"Pero mi cielo, acabas de regresar, además aun tienes que descansar" objeto el Drácula, llevando al maniatado Naruto en su capa, el rubio podría fácilmente usar el jutsu de sustitucion y salir de su prisión pero no quería que se interpretara como una amenaza.
"No te preocupes papá, estoy bien, ahora déjame…".
"No hay 'peros' mi ratita, descansa, el joven Naruto estará aquí cuando despiertes, además en unos momentos vendrá una criada a darte tu desayuno favorito…" Naruto ensanchó sus ojos, mirando a Mavis relamerse sus labios.
¿Acaso beberían sangre como lo marcan los libros y películas? ¿Esa linda joven en realidad mataría a una persona para robar su sangre? Naruto no lo sabía, y por el infierno que dejaría que alguien fuera…
"Lombri-cakes".
"¡Lombri-cakes!".
"¿Lombri-que?".
Naruto no logro tener una respuesta cuando de repente ya se encontraba de pie junto a Drácula fuera de la puerta de Mavis. El rubio realmente parpadeo ante la velocidad de vértigo.
"¿Qué hiciste?... ¿y quién es el mocoso?".
Naruto se sobresaltó ante la repentina y nueva voz, mirando a su alrededor antes de que lograse ver una cabeza reducida colgando en la perilla de la puerta de Mavis, alzo una ceja, pero no dijo nada, honestamente no era tan increíble como varias de las cosas que experimento en la cuarta guerra ninja.
"No es nadie, e hice lo mejor para ella" respondió Drácula con una voz totalmente diferente a la que usaba frente a Mavis.
"Aja, eso me dijo el que me redujo la cabeza".
El vampiro no perdió tiempo rellenando la boca de la cabeza reducida con servilletas, silenciándola y poniendo fin a la conversación. Él entonces posó su mirada en el rubio.
"Te vas".
"¿Que?".
"Ya me escuchaste humano ¡Te largas!" señaló Drácula antes de taparse la boca y mirar a todos lados, no podía dejar que alguien supiera un humano pisó el santuario reservado solo para monstruos que era su hotel.
"No comprendo, creí que me quedaría a la fiesta de Mavis…".
"Ni se te ocurra acercarte a mi bebé" ordeno mientras comenzaba a jalar al rubio por el brazo, guiándolo por los grandes pasillos del hotel antes de mirar a una puerta. Asintiendo, el Conde Drácula entro con Naruto acuestas.
"Pero creí que estabas de acuerdo, se lo dijiste a Mavis" respondió Naruto mirando a Drácula palpar una de las paredes, casi como buscando algo.
"¡Por supuesto que no! No voy a permitir que un humano sea amigo de mi hija" respondió Drácula.
"¡SEÑOR TENEMOS AAAAAHHHHH!" dijo repentinamente una armadura vacía, poniéndose firme frente a Drácula para informar una situación de alto riesgo, sin embargo, fue rápidamente cortado cuando Naruto lo malinterpreto y creyó que la armadura cobró vida para atacarlo.
El señor de los no muertos tenía que darle crédito al chico, esa patada logró mandar por la ventana la armadura 1 kilómetro fuera de su hotel, una armadura de 100 kilos. Si no fuera por el olor a humano que desprendía, dudaba que alguien lo relacionara a la débil especie que tanto daño les había causado.
"Ups, lo siento" murmuro Naruto, mirando el casco de la armadura. La única pieza de blindaje que quedaba y eso solo porque se cayó al golpear el marco de la ventana.
"Señor, tenemos una situación" repitió la armadura, ignorando la falta total de su cuerpo.
"Ahora no, estoy ocupado" dijo antes de lograr pinchar el guijarro correcto en la pared, mirando aliviado como una sección de la piedra se hundía y marcaba el camino a un pasadizo secreto.
Una vez más, Naruto se vio siendo guiado contra su voluntad, el Conde iluminaba el oscuro camino con una antorcha en su mano desocupada, por lo que Naruto siendo curioso por naturaleza no pudo evitar preguntar.
"Entonces… ¿Eres un vampiro?" puede que dijera ser el Conde Drácula, pero se le hacia grosero suponer que se trataba del mismo de cuentos y leyendas.
El hombre de cabello negro suspiro, "Si." Respondió seco y cortante, no quería entablar conversación alguna con el joven. Lo único que quería era sacarlo de su hotel sin que nadie se enterara, luego inventaría una mentirilla blanca para Mavis.
Pero su propia curiosidad sacó lo mejor de él. Por lo que mirando por sobre el hombro entrecerró los ojos "¿Y tú quién eres? No recuerdo que a los humanos les crecieran brazos de metal e hicieran dragones de agua" preguntó sin detenerse.
Naruto se rasco la parte posterior de la cabeza con una sonrisa, "Digamos que no soy exactamente de por aquí" no quería revelar que se trataba de un ninja de otra dimensión con un enorme zorro sellado en el vientre. Puede que sean monstruos reales, pero incluso eso para él sonaba un poco descabellado.
"Si no hasta estúpido".
'Eso no ayuda'.
El conde Drácula siempre fue uno de tener el control, conocer cada detalle, accion, movimiento ya sea de su hotel, hija, enemigos o lo que sea que gane su atención. Por lo que la respuesta del chico no lo dejo muy satisfecho.
Naruto fue sorprendido cuando se encontró golpeando su espalda contra la pared, una delgada mano enganchada alrededor de su cuello, cualquier rastro de diversión fue borrada de su rostro cuando vio los ojos fríos de Drácula
"Dime ahora ¿quien eres? ¿de dónde vienes? ¿como encontrastes este lugar?" exigió saber el conde.
Naruto podria facilmente volver la situación a su favor, romper el brazo que lo sostenía del cuello como una ramita. Nivelar todo el castillo con su forma de Biju, matar a cada monstruo en el hotel sin el uso del Rinnegan.
Pero afortunadamente para los monstruos en el hotel, Naruto nunca fue una persona violenta, eso y sabía Mavis lo odiaría.
'¿De dónde vino eso?'.
Dejando ese pensamiento para otro momento, Naruto miro a Drácula, una solicitud silenciosa enviada por sus orbes azules; Dracula parecía comprender pues sus dedos dejaron libre su garganta un segundo después.
Dio un largo suspiro, una mueca en su rostro no por el dolor en su cuello; era como un piquete de mosquito comparado con un chidori atravesando su pecho… Dos veces. Fue lo incomodo que era relatar toda una larga historia a un vampiro. SU historia de vida. Por lo que aclarandose la garganta comenzó.
"Muy bien; Mi nombre es Naruto Uzumaki, tengo 20 años. Hace aproximadamente 1 año atrás realice un jutsu o técnica ninja para saltar de mundos porque en mi casa todos realmente me odiaban, miraban en mi solo un arma por tener sellada en el vientre un Biju o bestia con cola. Este BIju llamado Kyubi fue el responsable de destruir mi hogar el día de mi nacimiento, por lo que todos terminaron culpando al recipiente, pero en realidad él estaba siendo controlado por alguien más, durante años luche contra el odio, la soledad y las injusticias que los civiles en mi pueblo natal impusieron en mí, a los 12 años era un niño soldado, rango genin o ninja bajo, con mis compañeros de equipo hize muchas misiones y mi amigo Sasuke Uchiha termino huyendo de casa por una venganza, lo alcanze con otros compañeros de mi aldea, pero nos separamos y yo me enfrente a él en un lugar llamado el valle del fin, me atravesó con un jutsu de rayo en el pecho..." en esto levanto la camisa mostrando la fea cicatriz en su pulmón derecho que antes estuvo cubierta por un genjutsu.
"... Al final perdí despues de recibir otro chidori, afortunadamente el Biju en mi estomago evitó que muriera, pase un tiempo entrenando con un sabio pervertido que resulto ser mi padrino, regrese a casa, me entere que habia una organización criminal rango S en busca de mi cabeza o más bien el Biju en mi estómago, luche contra todos los criminales, redimi algunos, el hombre responsable de asesinar a mis padre y liberar al zorro de las nueve colas o Kyubi en mi pueblo resultó ser el malo tras bambalinas, declaro la guerra porque los 5 líderes de los pueblos más importantes de mi mundo se negaron a entregar a los últimos dos contenedores de Bijus, luche en una guerra, me enteré que el malo realmente fue un ex estudiante de mi padre, me hice amigo del ser a base de chakra sellado en mi estómago, seguí peleando, luche contra un dios shinobi, mori… por unos minutos, luego luche contra una diosa, luego contra mi amigo Sasuke con el que perdí el brazo derecho. Luego de la guerra pase un año siendo ignorado por todos, la mujer que me juro amor eterno se iba a terminar casando con mi ex-mejor amigo por que los ancianos de su clan se lo ordenaron, todos mis antiguos compañeros de clase me dieron la espalda, el Biju en mi estómago me enseño un jutsu con el que en un año de práctica me transporte a este mundo donde planeo hacer mi vida y dejar la lucha atras."
"...".
"...".
"...¿Que?".
"¿Vez? Es por ese tipo de cosas que siempre digo que es complicado, soy pesimo contando mi vida" gritó Naruto con exasperación.
"No, no, lo entiendo… la mayor parte, lo que no entiendo es ¿porque estas aqui?" pregunto Drácula, podía creerle al chico, después de todo, él podía decir sí le estaban mintiendo, e increiblemente el chico rubio no dijo ni una sola mentira.
"¡Oh! Eso, bueno. Durante mi estancia en las hermosas montañas de Transilvania vi a lo lejos como una enorme llamarada de fuego se alzaba, por lo que temiendo un incendio forestal fui a sofocarlo; pero resultó ser una aldea de caníbales como dijo Mavis" dijo Naruto como si fuera lo más normal.
Dracula amplio sus ojos, todo esto fue su culpa, si no fuera por sus torpes empleados prendiéndose fuego, nada de esto habría ocurrido. Pero dejando sus culpas y una nota mental para desmembrar a los zombis que no terminaron hechos piezas por el dragón de agua, miro al rubio "No eres un humano ordinario, pero tampoco llegas a ser un monstruo" dijo con su clásico acento.
"En mi hogar era normal" respondió Naruto ahora con un poco de vergüenza.
Ahora esto fue un poco más complicado, ¿en que categoria caeria el chico rubio? ¿Es totalmente humano o es un monstruo? Ningun humano puede realizar proezas como las que hizo, y eso era solo la punta de Iceberg, quien sabe qué más podría hacer..
Durante un largo tiempo el Conde y Naruto continuaron su trayecto, uno pensando en las opciones, el otro imaginando ¿a qué sabrían los famosos lombri-cakes? Caminaron hasta que Drácula se detuvo abruptamente, dejando libre el brazo de Naruto para jalar una antorcha en la pared con lo cual una sección de la misma se hundió como en el pasadizo anterior, "Creo que es este" dijo, esperando ver la entrada al bosque tenebroso.
Pero para su completo shock se toparon con un cuarto de baño, un cuarto de baños ocupado; donde un esqueleto femenino tomaba su ducha, la huesuda mujer no los noto por un momento mientras frotaba su fémur con la esponja, pero no tardo en sentir la corriente de aire extra en el baño, al mirar hacia arriba; sus huecos ojos miraron al par con sorpresa antes de dar un grito y cubrirse con la cortina de baño.
"¡¿Que está pasando?!".
"Lo siento pasaje equivocado" trato de disculparse el conde antes de que un nuevo esqueleto, claramente masculino irrumpiera en el cuarto atraído por la voz de su esposa.
"¡Pero que demonios les pasa!" gritó el furico hombre.
Dracula cerró rápidamente el pasaje pero no antes de que una esponja de baño se estrellara en su rostro.
El dúo continuó su camino, navegando entre pasillos interminables y oscuras secciones iluminadas tenuemente por la antorcha en manos de Drácula, Naruto honestamente no tenía intenciones de faltar a la fiesta de Mavis, después de todo lo prometio. Y el nunca falla a su palabra. Aunque algunas veces le hubiera gustado hacerlo.
"¿Es verdad la teoría del ajo?" pregunto Naruto.
"Si, provoca que se me inflame la garganta" contesto el vampiro sin voltear.
"¿Y lo de la estaca?".
"Por supuesto ¿A quien no mataria?".
"¿Si te muerdes la lengua, está se convierte en vampira?".
"¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que no" respondió el Conde mirando por sobre el hombro al rubio sin dejar de caminar.
Naruto por su parte se encogió de hombros, sus manos perdidas en los bolsillos de sus pantalones, "Era una duda" se disculpó con una pequeña sonrisa.
Sin decir otra palabra, el rey del castillo se volvió a su tarea. Tener que encontrar el pasadizo correcto por el cual deshacerse del mocoso rubio y con suerte solo tendría que borrarle la memoria. Lo último que quería fue matarlo… aunque con lo que le contó dudaba seriamente lograse hacer este último.
Tras dos intentos más; los cuales incluyeron la interrupción de una pareja de pulgas en su luna de miel e irrumpir en la habitación de una mujer momia durante su cambio de vendajes -la cual en vez de molestarse le giño un ojo coquetamente al rubio mientras a Drácula lo enterraba en arena- lograron llegar a su cuarta oportunidad.
"Creo que es esta" dijo el vampiro, sonando su nariz en un intento de sacar la arena en sus pulmones, puede que no la viera, pero la sensación seguía persistente.
"Aja" respondió Naruto mirando una fotografía, quien diga que una mujer de más de 4000 años de antigüedad no podía ser sexy, no conocía los métodos de conservación del antiguo Egipto.
"¡Deja eso!" respondió Drácula arrancándole la foto de las manos al rubio. Arrugando el papel y tirándolo por detrás de su espalda.
"Si no te molesta que pregunte ¿Por qué tanto interés en sacarme? Este lugar es verdaderamente increíble… por cierto ¿Qué es este lugar?" pregunto Naruto, ya honestamente no sabía que pensar desde que veía esqueletos parlantes y momias.
Drácula se detuvo de presionar el guijarro en la pared, volteandose a ver al rubio a los ojos, azul se reunió con azul, los segundos parecieron una eternidad cuando los dos se quedaron cayados. La alegre actitud de Naruto completamente ida al ver la seriedad reflejada en los ojos del padre de Mavis.
"Esto es un santuario. Un lugar para los monstruos del mundo; libre de miedo a reunirse bajo la promesa de no ser encontrados y cazados por los humanos, una casa, un hogar temporal para descansar y salir de las sombras de la noche y pasar el tiempo con sus semejantes".
"…Básicamente un hotel, pero para monstruos" respondió Naruto una vez más dando una sonrisa.
"Si, eso lo define bien" respondió el Conde, sus hombros caídos y cara en una mueca ante la comparación sencilla del rubio. Bueno, si era un hotel. Pero fue más que eso, era un santuario y él quería que se tratase como tal.
"Entonces creo que yo estoy perturbando tu santuario ¿verdad?" preguntó Naruto.
"¿Lo descubriste tú solo? o ¿acaso te ayudo ese amigo Kyubi?" pregunto el Drácula con sarcasmo.
Un humano cualquiera simplemente habría gritado y corrido por su vida, aterrado ante la posibilidad de encontrarse a solas con el señor de la noche. Quizás antes, Naruto sabía que la humanidad avanzó no sólo tecnológicamente sino culturalmente; de que otra manera las personas comunes lo podrian mirar a él normal.
"Lamento haberlo hecho, no fue mi intención molestarlo a usted o alguien más" dijo Naruto con una reverencia.
Drácula fue tomado por sorpresa ante el gesto. Pero su instinto le decía que fue solo un mero truco; después de todo ningún humano debe nunca conocer la existencia de los suyos. Incluso si ese humano fue uno superior a los normales.
"Guarda tus disculpas para quien te crea humano" resoplo, volviendo nuevamente su atención a la pared de piedra. Si su memoria no le fallaba y recordaba bien el mapa del arquitecto, detrás de esta pared se encontraba la salida de su hotel y la entrada al bosque tenebroso.
Jalo la base de la antorcha en la piedra, nuevamente retumbó la pared, lentamente abriéndose para dar paso al par. Drácula miraba al rubio con sus ojos entrecerrados, fue una sorpresa que el humano no tratase de atacarlo por la espalda como lo creía, pero eso ya no importaba, porque ante sus ojos se encontraba la salida de su hotel y por consiguiente el fin – de la memoria- del rubio.
"GRAAAAA."
¡PUM!
¡TRASH!
¡TUM!
"ARRRRGG".
Lamentablemente la memoria de Drácula nunca fue la más privilegiada; especialmente cuando solo vio la imagen del mapa subterráneo una vez y lo descarto para seguir jugando con su bebé.
Actualmente; rubio y pelinegro se encontraron mirando lo que algunos llamarían una zona de guerra. Mesas, sillas, vajilla y bebidas siendo tiradas y estrelladas contra el piso. Cuerpos verdosos de hombres, siendo tratados como menor muñecos de trapo, los responsables fueron tres monstruos cuyos nombres resuenan en la importancia del cine de horror en el mundo humano.
Frankenstein.
La momia.
El hombre lobo.
Los tres dominaban a golpes a tres hombres con piel verde y partes podridas, azotándolos contra las mesas, golpeándolos con los puños y en el caso del hombre lobo, usando lo que podrían llamarse sus hijos desde que eran peludos cachorros bípedos.
Drácula se exalto al ver tal desastre en su hotel, en su mente rememorando lo dicho por la armadura momentos antes; Los músicos para la fiesta de su hija estaban siendo molidos, ¿es que acaso no veían las dificultades de traer a Mozart, Beethoven y Bach? Se requirió mucha planificación y varias paladas de tierra para traer de la muerte a estos tres grandes de la música clásica.
"¿Drack?".
Desafortunadamente para Drácula, Frankenstein logro verlo dentro del pasillo antes de que lograse cerrar el pasadizo, Naruto a su lado; se había ocultado contra la pared, permitiendo a Drácula encargarse de sus amigos.
"Quédate aquí" ordenó Drácula a Naruto, el rubio no logro responder pues el Conde ya se había ido. Sin nada que hacer; Naruto miro el espectáculo frente a él. Drácula rápidamente tomo la situación bajo control, obligando a los monstruos de película a dejar en paz a los zombis.
Pero su atención fue llamada por una nueva presencia, una que trataba lentamente de escabullirse detrás de él. No sentía malas intenciones de la persona a pocos pasos a su espalda, sin mencionar que podía oler la fragancia a romero de la chica.
"Creí haber escuchado a tu papá decirte que descansaras Mavis" dijo Naruto girando en sus tobillos a su espalda.
Mavis desinflo sus mejillas de un resoplido, ella estaba lista para asustar a Naruto; seguro se sorprendería cuando se parara boca abajo frente a él. Pero parecía el rubio tenía más trucos de los que dejaba ver.
Regresando a su yo alegre, Mavis se dejó caer junto al rubio, recargándose contra la pared de piedra en una pose 'cool' con los brazos cruzados frente a su pecho. Sin querer haciéndolos parecer más grandes, lo último que deseaba era su primer amigo joven pensara ella era una niña de papá.
"No soy tan débil como mi papá cree, Además quería ver si ya terminaste el tour" dijo Mavis, tratando de no mirar fijamente al rubio.
"Bueno, ya miré las catacumbas y conocí a otros huéspedes si te interesa saber" respondió el rubio.
Un pensamiento llego a la mente de Mavis, recordando una de las preguntas que quería hacerle a Naruto "Por cierto Naruto, ¿Qué clase de monstruo eres? No recuerdo a ninguno capaz de hacer crecer brazos y dirigir dragones de agua" preguntó Mavis. Ahora realmente mostrando interés, ella estaba tratando de aparentar que no le importaba, pero su curiosidad natural salió a flote.
Naruto se rasco la mejilla, ¿Qué clase de monstruo podría ser? No podía disfrazarse ahora que ya la pelinegra lo conocía, y no podía tampoco contarle que realmente era un humano, no sabía cómo ella reaccionaría.
"Dile que eres un Kitsune" llego la recomendación de Kurama.
'Diablos no'.
"¿Qué? ¿Porque no? Los kitsune son demonios reales. Aunque no hemos visto a uno, pero tú podrías ser el primero, además ya tienes los bigotes" respondió Kurama.
'En primera; eso ya está muy usado, quiero que me vean más que como un zorro. Sin ofender Kurama' dijo Naruto con todo el respeto que pudo reunir.
"Mhe, has lo que quieras… pero un kitsune habría sido genial"
Volviendo a la paciente Mavis, Naruto se llevó una mano a su mentón, considerando la respuesta que tendría que darle, probablemente la joven conocía a la gran mayoría de los monstruos al vivir en un castillo que se llena de ellos, tenía que encontrar a algo que no hubiera visto, que no tuviera conocimiento.
En su intensa concentración, noto que sostenía su mentón con la mano derecha, la mano derecha de metal dada por su camino Asura, sonriendo genuinamente como un zorro, Naruto pensó un comando. Al instante cuatro brazos extras brotaron de sus hombros, los cuatro miembros completamente hechos de metal. Su cuerpo se lleno de marcas con un genjutsu, similar a tatuajes tribales que vio en una de las estatuas de la india.
"Soy un Asura, un monstruo hindú" respondió Naruto cruzando sus brazos, un par de sus nuevos miembros en la cintura mientras que los dos restantes daban un pulgar arriba.
"¿Asura? Nunca escuche hablar de uno" dijo Mavis, sorprendida por los brazos extras. Acercándose más para ver los tatuajes en el cuerpo del rubio.
"Si, soy el ultimo de mi clase" respondió Naruto recargado contra la pared. Usando un par de sus brazos para sostenerse.
Pero repentinamente el peso de sus apéndices extras hizo crujir la piedra. Parpadearon un par de veces antes de voltear a ver a la pared en la que se recargaba el rubio donde varias grietas en forma de telas de araña comenzaron a aparecer; sin previo aviso la pared cedió, rompiendo la piedra al igual que llamando la atención de los monstruos fuera del túnel.
"Auch, no recordaba que los brazos fueran tan pesados-ttebayo" dijo Naruto.
Frotándose la cabeza, comenzó a levantarse de entre el polvo, al instante deseó haber ido con la idea de Kurama cuando todos los monstruos en el bar lo miraron fijamente.
"¿Y este quién es?" pregunto Frankenstein señalando al rubio.
Naruto rápidamente se recompuso, sacudiendo el polvo de su cuerpo con la ayuda de sus brazos extras antes de toser en su puño, "Ejem, soy Naruto, Naruto Uzumaki" dijo presentando su mano derecha… una de ellas.
El Monstruo de Frankenstein alzo una ceja, mirando de arriba abajo al rubio. "¿Eres un monstruo?" pregunto, para él se miraba muy normal, incluso para los estándares de monstruos, el rubio frente a él solo tenía cuatro miembros extra y tatuajes.
"Naruto es un Asura, es un monstruo hindú" dijo Mavis apareciendo justo al lado de Naruto. "Naruto. Estos son mis tios, Frankenstein, Wayne y Murray ¡Oh! y ese de atras es Griffin" dijo Mavis señalando al gigante, el hombre lobo y la Momia respectivamente, los tres saludando amigablemente al rubio mientras que el hombre invisible sacudía sus gafas.
"Mavis ¿Qué estás haciendo aquí?" gritó Drácula, si fue de miedo o ira, Naruto no podía identificarlo.
La pelinegra se aclaró la garganta, ocultándose un poco detrás de Naruto, "Estaba aburrida en mi habitación, así que pensé en mostrarle el lugar a Naru" dijo ganando varias cejas alzadas de los presentes.
"¿Naru?" pregunto el rubio.
Mavis se sonrojo lindamente, jugando con sus dedos sin querer mirar al rubio a los ojos, "Si, ya sabes, Naru, Naruto, creí que sonaba bien ¿no te gusta?".
Naruto se sobresaltó, un poco sonrojado al recibir un apodo de Mavis, "¡No! No, me encanta, es muy bueno Mavis".
Los adolescentes se quedaron mirando el uno al otro, ignorantes de las miradas de los monstruos a su alrededor, fue cuando el hombre lobo tosió en su puño cuando logro sacar al par de lalalandia.
"Espera ¿como conoces al chico nuevo Mavis?" pregunto la momia señalando al rubio.
Mavis se mordió el labio, no quería revelar que lo conoció al ser salvada por él de una turba de humanos, lo último que deseaba era que más personas aparte de su padre se preocupen de algo sin importancia. Pero con cada segundo que dudaba, parecía ganar aún más atención de sus tíos.
"Bueno, yo… él y yo, es que…" trato de explicar, pero no lograba crear una historia creíble para su encuentro, sumado a que a ella nunca le gusto mentir y menos a su familia.
Pero afortunadamente ella no estaba sola "Lo que Mavis trata de decir es que nos conocimos fuera del hotel, nos topamos por casualidad mientras estaba perdido en los bosques y ella fue muy amable de ayudarme a llegar" respondió Naruto poniendo una mano, su verdadera mano en el hombro de Mavis.
"¡Es verdad! ¿Cómo te fue en el mundo humano?" pregunto Frank al recordar que su sobrina saldría del hotel por primera vez.
Mavis se encogió de hombros, "Bien" mintió, sonriendo al ver la mirada cómplice de Naruto.
Pero Drácula nuevamente interrumpió su interacción al meterse entre los dos adolescentes, tomando de los hombros a su hija y alejándola unos pasos de Naruto, "Mira mi niña, este año he traído de la muerte a tres de los mejores compositores de la historia para tocar en tu fiestota" trato de distraer Dracula.
Mavis miro a los zombis, un suspiro de aburrimiento saliendo de sus labios al tener nuevamente un entretenimiento aburrido para ambientar su fiesta, "Gracias papá" murmuro la vampiresa.
"¿Vez? A ella no le gusta, vamos Drac, déjanos tocar para ambientar la fiesta" fue la propuesta de Frankenstein, hasta un zombi podía ser capaz de notar la molestia de Mavis por la aburrida velada que sería su cumpleaños.
"Espera, ¿ustedes tocan?" pregunto Naruto, honestamente sorprendido. Al ver los asentimientos – y la sacudida de lentes- se animó "Increíble-ttebayo, ¿pueden tocar una canción?" Naruto no tuvo que decirlo dos veces, los monstruos ya se habían subido al escenario.
El hombre lobo en el teclado, la momia ajustaba su guitarra, Frankenstein tenía el bajo con un micrófono frente a su boca y el hombre invisible hizo girar sus baquetas desde la batería, cada uno listo y dispuesto para demostrar que serían mejor acompañamiento musical que esos viejos fósiles.
"Hey. Hoy te veremos florecer".
"Si parece que ayer que engullias mosquitos". Canto Murray.
"Hoy comes ranas como nachos" sonaron las voces de Wayne y Griffin.
"Rellenas de ratoncitos".
"Dime…"
"¿Dónde quedo el ayer?" cantaron a coro los cuatro con su música lenta y suave deprimiendo el lúgubre lugar que era el bar del hotel, incluso unos clientes pidieron una segunda copa en un intento de ahogar el dolor.
"…".
"…".
"Eso es…un poco deprimente" dijo Naruto, no eran malos cantantes, de hecho, fueron mejores que muchos artistas actuales, pero sus notas suaves y voz lenta les servirían para ambientar un funeral en vez de una fiesta de cumpleaños.
Por el rabillo de su periferia logro notar la sonrisa forzada de Mavis, podía ver la resignación en sus ojos, y no necesitaba su detección de sentimientos para saber que ella estaba avergonzada.
Por lo que contra su mejor juicio, se subió al escenario "Ohm, ¿me permitiría tocar algo? No es que su canción fuera mala, es solo que quiero mostrar un poco más de…vida" preguntó al tío más grande de Mavis.
Confundidos al ser sacados todos del escenario, Los monstruos miraron a Naruto estirarse, otros clientes del bar se reunieron a ver al extraño chico. Mavis fue una de las más confundida, pues miraba a Naruto ajustar ahora la guitarra de Murray.
"Ok, hagamos esto" dijo lanzando el aparato musical al cielo, ante la horrorizada mirada de la momia, cruzando sus dedos frente a su pecho, Naruto murmuró un par de palabras que nadie logro escuchar.
¡PUF!
¡PUF!
¡PUF!
La guitarra cayó en la mano extendida de un nuevo Naruto, los ojos de los presentes casi saliéndose al ver las tres réplicas del mismo chico ocupar los puestos vacíos en los instrumentos, con excepción del piano.
"Muy bien antes de empezar, queremos dedicar la siguiente canción a una chica especial" dijo el Naruto original, mientras ajustaba el micrófono a su altura, sus ojos miraron por un breve segundo a Mavis quien se sonrojo.
"Así es, esto es por ti linda" dijo el de la batería, golpeando las baquetas juntas en una X.
"Uno, dos, tres, cuatro…".
La estruendosa música comenzó a tocar, rápidos dedos trabajaron con maestría la guitarra al ritmo de la batería, la destreza del bajo acompañando la lírica música, el rubio original golpeaba el suelo con su pie al ritmo con sus manos nunca dejando el micrófono.
"Happy birthday to you" canto el rubio con una voz rasposa, pero a la vez fuerte.
"¡Happy birthday!" corearon sus clones deteniendo un segundo la música.
"Happy birthday to you" volvió a cantar otra vez Naruto señalando a Mavis, varios monstruos bailando al son de la música mientras más y más se reunían frente al escenario.
"¡Happy birthday!".
"Happy birthday ¡hey Mavis! Happy birthday…".
"… ¡TO YOU!" gritaron los cuatro.
"Y que cumplas muchos más dulzura" dijo el Naruto baterista antes de que los clones explotaran en bocanadas de humo.
Los aplausos y gritos no se hicieron esperar, cada monstruo presente rugiendo de aprobación, algunos incluso jalaron al rubio para cargarlo en hombros mientras le decían lo genial que fue la canción, Franky ya tenía una idea de cómo lograrían ese estrambótico ritmo de Naruto con sus amigos en la fiesta de Mavis.
"Eso fue increíble chico" grito Murray junto al rubio una vez que lo bajaron al suelo.
"Estoy super impresionada" la emocionada voz de Mavis dijo a su izquierda.
Naruto comenzaba a sonrojarse de tanto aprecio a su alrededor, fue verdad que toco una buena canción pero sentía que estaban exagerando "Gracias".
"Se nota que eres divertido ¡Oye! Se me ocurre algo ¿Por qué no organizas la fiesta de cumpleaños de Mavis?" comentó el hombre invisible, recibiendo varios asentimientos y gritos de aprobación.
Pero de repente desde atrás de ellos, el Conde Drácula se alzó furioso, su capa ondeando dramáticamente mientras cavaba un hoyo en la cabeza del rubio con su mirada, "Por supuesto que no, ya tengo cubierto todo en la fiesta".
"Vamos Drac, el chico es bueno; te serviría una visión más fresca" dijo Frank, a él le ayudó mucho la ayuda del rubio con la música, por lo que un toque juvenil lograría hacer los 118 años de Mavis inolvidables.
"No, y es definitivo…" Drácula rugió.
Pero lamentablemente, al igual que Naruto antes que él. Se topó con los ojos de cachorro pateado de Mavis, esos orbes azules mirándolo con una intensidad tal que el rey de la noche casi se retorció de culpa, no podía mirar a otro lado, y cuando comenzó a temblar su labio inferior fue peor.
"Muy bien, puede ayudarme".
"¡WOW! Naruto nos preparara la mejor fiesta de todas"
"Muy bien Naru, sigueme. Te voy a mostrar el resto del hotel" dejo Mavis tomando la mano del chico.
Pero antes de ir más lejos, el Conde la jalo a Mavis a su lado, exitosamente separándola de Naruto "Pero Mavis, aún quedan muchos eventos que hacer antes de tu fiesta".
"Está bien. Naru, tu también vienes" dijo Mavis jalando al rubio, muchos de los huéspedes asintiendo en aprobación, sin notar como el Conde Drácula fruncía el ceño.
Final del primer capitulo.
Y ese es el final del primer capítulo, con suerte publicare el siguiente el jueves; dependiendo de cómo sea recibida la historia. Gracias y buen día.