Disclaimer: Los personajes le pertenecen a JK Rowling y a Cassandra Clare.
Yo solo me divierto escribiendo.
Nota:
Si, si, merezco crucios, fuego azul y flechas de Alec. Incluso que un demonio me mordisquee un poco.
Pero es que esta idea me lleva dando vueltas varios días y no podía concentrarme en nada más así que decidí plasmarla.
No sé que nueva locura saldrá de mi cabeza, pero espero que sea divertida.
Disfrutad del capi.
Capítulo 01.
Hacía cuatro meses que la guerra había terminado.
Había habido muchísimas pérdidas, pero por lo menos habían vencido por fin.
Magnus Bane estaba en su piso recostado en un sofá mirando un programa de moda en la televisión.
Esperaba a su novio que había ido al instituto a entrenar con su parabatai.
Un rato después, un sonido de llaves hizo sonreír al brujo.
Alec entró y fue a su habitación a dejar la sudadera.
Entonces vio algo muy extraño y suspiró.
-Oye Magnus. -Dijo mientras se acercaba al salón.
-¿Ummm?
-¿Por qué tienes una pobre lechuza en la habitación?
Magnus se encogió de hombros.
Luego, asimiló bien las palabras de su pareja y se sobresaltó.
-¿Has dicho lechuza?
-Sí. -Contestó el ojiazul con lentitud.
El asiático se levantó del sofá de un salto y corrió hasta la habitación.
Hacía unos años que no recibía lechuzas.
Llegó a su cuarto y vio una lechuza color café esperándole muy cabreada.
-¡Merodeadora? -Preguntó.
Alec le había seguido muy curioso.
El ave ululó indignada y cuando Magnus desató la carta que llevaba en la pata, le picó en la mano.
-Tan amable como siempre. -Refunfuñó.
La lechuza se dirigió de manera amenazadora hacia el tocador del ojiverde.
-Vale vale. Lo retiro. -Se apresuró a decir.
El animal muy satisfecho, volvió a posarse en una barra de cortina.
Estuvo mirando durante un rato a Alec.
El cazador de sombras habría jurado que el ave le estaba analizando.
Bajó en picado hacia el atónito joven y cuando llegó a su altura, se posó en su hombro y le acarició la mejilla con la cabeza.
-Animal traidor… -Gruñó Magnus. -A mí nunca me hiciste eso.
El ave le miró mal y después hizo el amago de volar hacia el tocador del brujo.
-¿Esperas respuesta? -Quiso saber él.
Merodeadora le ignoró.
Alec no entendía nada pero no preguntó. Supuso que si tenía que saberlo, su novio se lo diría.
Magnus suspiró y abrió el sobre.
La primera carta estaba escrita con una letra elegante que él conocía muy bien.
Casi deja caer el pergamino pero logró componerse.
"Hola Magnus. Supongo que te sorprende que te escriba puesto que nuestra relación acabó y supuestamente yo estoy casado con Lily Evans.
Bien… Iré directo al grano… O lo intentaré. Ya sabes como soy.
Magnus, estoy embarazado. Y puesto que nadie a parte de ti me la ha metido… Sí, sí, soy muy bulgar. Ya lo sé y estoy orgulloso de ello.
Bueno… que vamos a tener un hijo.
Sí, ya sé que los brujos mitad humanos mitad demonios no pueden tener descendencia… Bla, bla, bla. Pero la prueba está dentro de mí.
Supongo que al ser yo un mago fértil… No sé.
El mundo mágico está en guerra. Cosa que ya sabes. Así que Lily y yo fingiremos que el niño es de ella y si sobrevivo, no tendrás que leer esta carta porque iré a buscarte hasta por debajo de las piedras si hace falta cuando termine la guerra para que conozcas a Harry. Sí, ya le he puesto nombre a pesar de que estoy de tres meses.
opino que tienes derecho a saber que el niño es tuyo.
No te pido que te hagas cargo de él, pero mi conciencia no estaría tranquila si no te dijera la verdad.
En caso de que recibas esta carta, significará que por desgracia, mi divina persona ha abandonado este mundo. En ese caso, seguro que estés donde estés Merodeadora te encontrará y te picará la mano como siempre.
Adoro a esa lechuza.
Sirius será el padrino. Se lo prometí cuando íbamos a primer curso.
En fin… Solo me queda decirte que aún te sigo queriendo, que espero que seas muy feliz y deseo con todo mi corazón que encuentres a alguien al que ames y que te ame con locura.
James Charlus Poter. Cornamenta."
Magnus no sabía qué hacer.
-¿Está… Muerto? -Preguntó el brujo a nadie en concreto.
La lechuza ululó tristemente desde el hombro de Alec.
Eso le dio a Magnus la respuesta.
Antes de contarle nada a su novio, sacó la segunda hoja del sobre.
"Hola Magnus. Soy Remus Lupin. ¿Te acuerdas de mí?
Te escribo para decirte que Lily y James murieron hace casi dos años dejando a Harry solo.
Hace poco me enteré de que tú eras el verdadero padre del niño.
James nos había bloqueado los recuerdos para evitar que nadie dijera nada.
Resulta, que Sirius era el guardián secreto del Fidelio y traicionó a Cornamenta.
Sí, a mí también me costó creerlo pero así fue.
Mató a Peter y a doce muggles.
Aunque ya no sé qué pensar en realidad.
Mi verdadero motivo para escribirte, es por Harry.
Dumbledore insistió en llevarlo a casa de la hermana de Lily donde he comprobado que no le tratan nada bien.
Yo me haría cargo del cachorro, pero jamás me darían la custodia debido a mi "pequeño problema peludo."
Además, Dumbledore no le deja a nadie acercarse.
Pero tú, al ser el verdadero padre del niño podrás hacerlo.
Los duendes tienen el verdadero certificado de nacimiento.
Por favor Magnus. Saca a Harry de esa casa.
No te pido que te quedes con él si no lo deseas, puedes dejárselo a alguien que lo vaya a cuidar bien, pero por favor, sácalo de allí.
He aprovechado que Merodeadora ha aparecido para llevar una antigua carta de James para escribirte. No sabía como contactar contigo.
Esta es la única lechuza que Dumbledore no puede interceptar.
Espero tu respuesta.
Remus John Lupin. Lunático."
Magnus había palidecido al leer la carta del licántropo.
No sabía como contarle a Alec que tenía un hijo, así que optó por darle las dos cartas.
Cuando el nefilim terminó de leerlas, brevemente se preguntó si aquello era alguna clase de broma pero al ver la palidez de su novio supo que no lo era.
-¿Qué vas a hacer?
-No lo sé. -Susurró Magnus.
La noticia de que Magnus era padre le había dejado bastante aturdido.
-¿En qué mundo los hombres podían quedar embarazados?
El joven no pudo evitar fantasear con tener un hijo con su brujo.
Se levantó y abrazó al moreno contra sí.
Estaba llorando silenciosamente.
Merodeadora ululó como si fuera a hacer algo que no quería hacer, y después se posó en el hombro del ojiverde y puso su cabeza contra la mejilla de él.
Magnus dejó de llorar por un momento bastante sorprendido.
La lechuza le miró como diciendo:
-No te acostumbres.
Presidente Miau se acercó por el pasillo y se encaramó al regazo de su amo.
Alec creía que alguno de los dos animales se cabrearía y atacaría al otro pero no fue así.
-Yo no tenía ni idea de que podría tener un hijo con un mago. -Susurró el brujo.
Alec le acarició el pelo y la espalda con cariño.
-Creo que iré a inglaterra. -Dijo el ojiverde minutos más tarde.
-Te apoyaré decidas lo que decidas. -Comentó Alec.
-¿Y si decidiera criarlo?
El ojiazul le abrazó más fuerte.
-Es algo inesperado, sin duda, pero si es lo que deseas… Formaré parte de esto… Si quieres…
Magnus sonrió levemente y se pegó más a su novio haciendo protestar al gato.
Cuando pudo calmarse, el brujo que no se fiaba de Dumbledore, decidió mandarle un mensaje de fuego a Lupin diciéndole que iría a Gran Bretaña en dos días.
Le citó en un pequeño café en Londres para averiguar todo lo que pudiera antes de ir a por su hijo.
Alec iría con él y se lo traerían a Nueva York.
Merodeadora le miró muy ofendida cuando mandó el mensaje de fuego.
-Así es más rápido.
La lechuza le arañó el brazo derecho y fue a posarse en la barra de la cortina del salón.
*Londres.*
Remus Lupin estaba en su casa.
Hacía dos días que Merodeadora, la lechuza de James, aunque en realidad la utilizaban todos los merodeadores, le había encontrado.
Llevaba una carta de James para Magnus Bane y decidió escribirle él también.
Había estado vigilando la casa de los tíos muggles de Harry, (al menos los que todo el mundo mágico creían que eran sus tíos,) y había descubierto que al Cachorro no le trataban bien.
Habría entrado a la propiedad, pero Dumledore había puesto hechizos que aseguraban que nadie mágico entrara sin su permiso.
El licántropo estaba muy agradecido con el director por darle la oportunidad de estudiar en Hogwarts pero no iba a permitir que hiciera lo que le diera la gana con Cornamentita.
Había planeado secuestrarlo cuando alguna vez saliera del radar de los hechizos del viejo, pero había desistido porque él apenas podía mantenerse a sí mismo.
Cuando Merodeadora llegó, se sintió eufórico.
Esperaba con todas sus fuerzas que Bane sacara de esa casa a Harry.
Algo brilló delante de él sacándole de sus reflexiones.
Cuando fijó la vista en el objeto, comprobó que era un pergamino que estaba ¿ardiendo?
Lo cogió con cautela y el papel se desplegó.
La caligrafía era pulcra y elegante.
Parecida a la letra con la que los sangre puras escribían desde niños.
"Hola Remus. Sí, me acuerdo de ti. Eras el más sensato de ese grupo.
Lo que me cuentas en tu carta me preocupa mucho. Nunca pensé que podría tener un hijo con James y me ha pillado por sorpresa.
Creo que aún lo estamos asimilando.
Mi novio Alexander y yo iremos a Londres en dos días.
¿Qué te parece si quedamos en el café Magicaly el jueves a las doce de la mañana hora londinense?
Hablaremos un poco de la situación del pequeño y después iremos a Gryngots para solicitar los papeles que me acreditan como padre de Harry.
Hemos decidido que lo criaré yo y me lo traeré a Nueva York donde resido actualmente.
Aquí recibirá educación mágica y entrenamiento en lucha cuerpo a cuerpo, con espada, a lanzar cuchillos y tiro con arco.
Ahora me despido porque tengo que hacer otras cosas.
Hasta el miércoles.
PD: Merodeadora se quedará aquí. Yo la llevare a Inglaterra.
-Magnus Bane. El Gran Brujo de Brooklin.
Nota:
¿Se os viene alguien a la mente como posibles parejas?
Cuanto más rara la pareja, más me llama a escribir de ella.
Preferiblemente si es yaoi.