El Bikini Rojo
Sinopsis: Daisuke merecía su premio... Aunque Hikari se muriera de vergüenza por mostrárselo. [Regalo para la encantadora luz253]
Disclaimer: Digimon Adventure, 02 y Tri. no me pertenecen. Tengo entendido que son de Toei Animation y de Akiyoshi Hongo.
Notas de Autor: ¡Luz hermosa! Espero me disculpes la tardanza, no estaba en casa ni en mi pc para poder pasar todo esto al Word, pero finalmente aquí está tu regalo: una pequeña colección de drabbles, con mucho cariño para ti.
¡Espero lo disfrutes!~
I.
Cuando se miró al espejo, sintió un calor sofocante que le recorría desde sus mejillas, hasta la punta de sus pies. Entreabrió sus labios, tratando de avisarle sin éxito a su acompañante que ya se encontraba lista, pero necesitaba una opinión , aún sabiendo la posiblilidad de que ésta se encontrara parcialmente influenciada por los años de amistad que tenían.
Se cubrió inútilmente sus senos expuestos, tapados únicamente por la fina seda de lencería. Las pupilas de sus ojos se dilataron , y en cuestión de segundos, su cuerpo parecía temblar como hoja marchita que estaba a punto de ser arrastrada por el frío y cruel aire de otoño al ocaso.
— ¡Hikari! —Se sobresaltó del susto al verse invadida de esa manera por la voz de su mejor amiga, que le esperaba afuera del probador, sacándole de sus cavilaciones. Podía notar como el tinte de impaciencia en la voz de Miyako. — ¡Llevas como media hora ahí metida, apúrate!
Suspiró de manera resignada, moviendo un poco su cabeza de manera que parte de su flequillo le terminara tapando su vista. Con ambas manos, volvió nuevamente a arreglarse el cabello, que no le llegaba más allá de sus hombros. Su lacio y puro cabello caoba claro... Tan natural y simple, como ella.
¿Por qué no te lo pintas? ¿O te haces algún juego de luces, o reflejos en él? Te verías preciosa, había sugerido la simpática de su cuñada, Mimi Tachikawa, semanas atrás durante la última piyamada organizada por las chicas, celebrando el compromiso de la futura esposa Ichijouji. Hikari recordaba su propia expresión en el rostro, la había visto en el reflejo del espejo, con sus cejas fruncidas y sus inquietas manos, buscando qué hacer revueltas en la sábana.
El vigoroso asentimiento que Miyako le mostró ante esto tampoco ayudaba. Y es que no era justo, ella también había seguido el consejo de Mimi meses atrás, colocándose algún tinte extraño en el cabello que le hacía ver más juvenil de lo que ya era.
Miyako, evidentemente se encontraba más que satisfecha con su cambio.
En cambio, ella...
Sacudió rápidamente su cabeza, y con cierta vacilación abrió la puerta, esperando el veredicto de su amiga. De ella dependería del futuro sobre si la decisión que tomaba era la correcta o no.