Disclaimer: No soy dueña ni de los personajes ni de la trama (OJALA LO FUERA). Los personajes son de JK Rowling y la trama pertenece a Jamie McGuire (NADA ES MIO YO SOLO LO ADAPTO PARA MI DIVERSIÓN Y LA DE USTEDES)
Rated M: Contiene escenas de violencia, lenguaje grosero, y contenido adulto…
PRÓLOGO
Incluso con el sudor de su frente y la falta de aliento, no parecía enferma. Su piel no tenía el resplandor rosado al que estaba acostumbrado, y sus ojos no eran tan brillantes, pero ella todavía era hermosa. La mujer más bella que había visto. Su mano se deslizó fuera de la sábana, mientras movía un dedo. Mis ojos se perdieron en su fragilidad, en sus uñas amarillas, por su brazo delgado, su hombro huesudo, estableciéndose finalmente en sus ojos. Ella estaba mirando hacia mí, sus párpados dos rendijas, sólo lo suficiente para hacerme saber que sabía que yo estaba allí. Eso es lo que me gustaba de ella.
Cuando me miraba, ella realmente me veía. No veía más allá de mí a otras docenas de cosas que tenía que hacer con su día, o se desconectaba de mis historias estúpidas. Ella las escuchaba y eso la hacía muy feliz. Todos los demás parecían asentir sin escuchar, pero no ella. Nunca ella.
—Draco— dijo, con la voz ronca. Se aclaró la garganta, y la comisura de su boca se convirtió en una sonrisa. —Ven aquí, nene. Está bien. Ven aquí
Papá puso unos dedos en la base de mi cuello y me empujó hacia adelante mientras escuchábamos a la enfermera. Papá la llamaba Becky. Ella llegó a la casa por primera vez hace unos días. Sus palabras eran suaves, y sus ojos un poco agradables, pero a mí no me gustaba Becky. No podía explicarlo, pero su ser, ahí presente, daba miedo. Sabía que ella podría haber estado allí para ayudar, pero no era una buena idea, a pesar de que papá estuviera bien con ella.
Un leve empujón de mi padre me empujó hacia adelante varios pasos, lo suficientemente cerca como para que mamá pudiera tocarme. Ella estiró sus largos y elegantes dedos y rozó mi brazo.
—Está bien, Draco — susurró. —Mami te quiere decir algo.
Metí mi dedo en mi boca, y empujé alrededor en mis encías, inquieto. Ella asintió con la cabeza haciendo su sonrisa mas grande, así que me aseguro de hacer grandes movimientos con la cabeza mientras me adelantaba hacia su rostro.
Ella usó lo que quedaba de su fuerza para deslizarse más cerca de mí, y luego se tomó un respiro.
—Lo que voy a decirte va ser muy duro, hijo. Sé que puedes hacerlo, porque ahora eres un niño grande
Asentí de nuevo, reflejando su sonrisa, aunque yo no lo quisiera. Sonreír cuando se veía tan cansada e incómoda no se sentía bien, pero verme valiente la hacía feliz. Así que era valiente.
—Draco, necesito que escuches lo que te voy a decir, y aún más importante, necesito que lo recuerdes. Esto va a ser muy duro. He estado tratando de recordar cosas de cuando yo tenía
tres años, y yo. . . — Ella se fue apagando, por un rato el dolor fue demasiado grande.
— ¿El dolor se vuelve inmanejable, Narcissa?—djo Becky, empujando una aguja dentro de la intravenosa de mamá.
Después de unos momentos, mami se relajó. Volvió tomar el aliento, y lo intentó de nuevo.
— ¿Puedes hacer eso por mami? ¿Puedes recordar lo que te voy a decir? —Asentí con la cabeza otra vez, y ella llevó una mano a mi mejilla. Su piel no estaba muy caliente, y ella sólo podía mantener su mano en su lugar durante unos segundos antes de que se debilitara y se cayera en la cama. —En primer lugar, está bien estar triste. Está bien sentir las cosas.
Recuerda eso. En segundo lugar, sé un niño durante todo el tiempo que puedas. Juega juegos, Draco. Sé tonto —sus ojos iban apagándose. —Y tú y tus hermanos cuídense entre sí, y a su padre. Aun cuando seas grande y te hayas ido, es importante que vuelvas a casa. ¿De acuerdo?
Mi cabeza se balanceaba arriba y abajo, desesperado por complacerla.
—Uno de estos días vas a enamorarte, hijo. No te conformes con cualquier persona. Elige a la chica que no viene fácil, por la que tienes que luchar, y después, nunca dejes de luchar.
Nunca…—Ella respiró profundo. — dejes de luchar por lo que quieres. Y nunca…—sus cejas se retraían— olvides que mami te ama. Incluso si no puedes verme. —una lágrima cayó por su mejilla— Siempre, siempre te amaré
Ella tomó un aliento entrecortado, y luego tosió.
—Está bien—dijo Becky, metiéndose una cosa de aspecto gracioso en sus oídos y sosteniendo el otro extremo sobre el pecho de mamá. — Es hora de descansar
—No hay tiempo—susurró mamá.
Becky miró a mi padre.
—Nos estamos acercando, Sr. Malfoy. Probablemente debería traer al resto de los chicos aquí para despedirse
Los labios de mi padre se fruncieron en una línea dura, y él negó con la cabeza.
—No estoy listo—dijo con la voz ahogada.
—Usted nunca estará listo a perder a su esposa, Sr. Malfoy. Pero no querrá que la deje ir sin que los chicos le den su adiós
Papá lo pensó por un minuto, se limpió la nariz, y luego asintió con la cabeza. Él salió de la habitación como si estuviera loco.
Vi a mamá tratando de respirar, y vi a Becky verificar los números en la caja al lado de ella.
Toqué la muñeca de mamá. Los ojos de Becky parecían saber algo que yo no, y eso hizo que mi estómago se sintiera enfermo.
—Tú sabes, Draco— dijo Becky, inclinándose para que pudiera verle a los ojos, —la medicina que le estoy dando a tu mamá le hará dormir, pero a pesar de que este durmiendo, todavía podrá oírte. Todavía puedes decirle a mami que la amas y que vas a extrañarla. Ella escuchara todo lo que digas.
Miré a mamá pero rápidamente negué con la cabeza.
— No quiero perderla
Becky puso su mano, suave y cálida, en mi hombro, al igual que mami solía hacer cuando yo estaba molesto.
—Tu mamá quiere estar aquí con ustedes. De verdad lo quiere. Pero Dios la quiere con él en estos momentos.
Fruncí el ceño.
— Yo la necesito más que Dios.
Becky sonrió, y luego besó la parte superior de mi pelo.
Papá llamó a la puerta. Mis hermanos le rodearon en el pasillo, y Becky me llevó de la mano a unirme con ellos.
Los ojos de Nicholas no dejaron la cama de mamá, Deneb y Dabih miraban a todos lados menos a la cama. De alguna manera, me hacía sentir mejor que todos parecieran estar tan asustados como yo.
Abraxas se quedó a mi lado, un poco por delante, como la vez que me protegió cuando estábamos jugando en el patio delantero y los vecinos iniciaron una pelea con Dabih.
—Ella no se ve bien— dijo Abraxas.
Papá se aclaró la garganta.
—Mamá ha estado muy enferma durante mucho tiempo, niños, y es el momento para ella... es el momento de que ella... —Se calló.
Becky ofreció una pequeña sonrisa simpática.
—Su madre no ha estado comiendo ni bebiendo. Su cuerpo se está dejando ir. Esto va a ser muy difícil, pero es un buen momento para decirle a tu madre que la aman y que la van a echar de menos, y que está bien que ella ya se vaya. Ella necesita saber que está bien hacerlo.
Mis hermanos asintieron al unísono. Todos menos yo. No estaba bien. Yo no quería que ella se fuera. No me importaba si Dios la quería o no. Ella era mi mami. ÉL podría tomar a una vieja mami. Una que no tenga niños pequeños que cuidar. Traté de recordar todo lo que ella me dijo. Traté de guardarlo todo en mi cabeza: Jugar, visitar a papá, lucha por lo que amo.
Esa última cosa me molestaba. Yo amaba a mami pero no sabia como luchar por ella. Becky se inclinó al oído de mi padre. Negó con la cabeza y, a continuación, hizo una seña a mis hermanos.
—Está bien, muchachos. Vamos a decirle adiós y después tienes que llevar a tus hermanos a la cama, Abraxas. Ellos no necesitan estar aquí para el resto.
—Sí, señor— dijo Abraxas. Sabía que estaba fingiendo una cara valiente. Sus ojos estaban tan tristes como los míos.
Abraxas habló con ella por un tiempo, y luego los gemelos le susurraron cosas en cada una de sus orejas. Nick lloró y la abrazó durante mucho tiempo. Todo el mundo le dijo que estaba bien que ella nos dejara. Todos menos yo. Mamá no dijo nada, esta vez.
Abraxas tomó mi mano para llevarme fuera del dormitorio. Caminé hacia atrás hasta que estábamos en la sala. Traté de fingir que ella solo estaba a punto de dormir, pero mi cabeza daba vueltas. Abraxas me alzo en brazos y me llevó por las escaleras. Sus pies subieron más rápido cuando los lamentos de mi padre llegaban atreves de las paredes.
— ¿Qué te ha dicho?—preguntó Abraxas, abriendo el grifo de la bañera.
No le respondí. Le oí preguntar, y me acordé lo que ella me había dicho, pero mis lágrimas no me dejaban y mi boca tampoco.
Abraxas me sacó la camisa sucia por encima de la cabeza, y luego mis pantalones cortos y ropa interior del trencito Thomas.
—Es hora de entrar en la bañera, bubby*— Él me levantó del suelo y me sentó en el agua cálida, empapando el trapo, y apretando por encima de mi cabeza. Me quede quieto sin parpadear. Ni siquiera traté de sacar el agua de mi cara a pesar de lo mucho que odio eso.
—Ayer, mamá me dijo que cuidara de ti, de los gemelos y de papá— Abraxas cruzó las manos sobre el borde de la bañera y apoyó la barbilla en él, mirándome. —Así que eso es lo que voy a hacer, Draco, ¿de acuerdo? Voy a cuidar de ti. Así que no te preocupes. Vamos a extrañar a mamá juntos, pero no te asustes. Voy a asegurarme de que todo este bien. Lo prometo.
Yo quería asentir o abrazarlo, pero nada funcionó. A pesar de que debería haber estado luchando por ella, estaba arriba, en una tina llena de agua, inmóvil como una estatua. Ya la estaba decepcionando. Le prometí en silencio en mi cabeza, que haría todo lo que ella me había dicho tan pronto como mi cuerpo volviera a funcionar. Cuando la tristeza se marchaba yo siempre volvería a jugar, volvería a luchar. Aunque ahora fuera mucho más difícil.
Feliz Navidad, el 27. Realmente siento no haber subido esto el día de navidad pero tenia problemas con el servidor. Espero que hayan tenido una hermosa navidad junto a todos sus seres queridos. Les envió desde el otro lado del mundo (ni tanto pero suena mas lindo así) muchas bendiciones y muchos besos.
Espero que disfruten este pequeño adelanto de lo que espero lean el Prox. año.
*Realmente quise mantener ese apodo porque me pareció muy tierno.
*Creditos al dueño de la foto de portada. (la cual por cierto es espectacular.)
Besos.