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¡ÚLTIMO CAPITULO!

Quiero agradecer especialmente a Artemisa Neko Chan quien fue el único review del cap pasado, la verdad pensé que lo había hecho todo mal y la historia no valía tanto la pena como pensaba, pero ahora entiendo que no fue así, de verdad muchas gracias. Gracias por no permitir que el cap y todo el esfuerzo que puse en él muriesen ignorados.

NwN/

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Disclaimer: Los personajes de FT no me pertenecen. Yo solo los uso porque mis bebés merecen multiversos de amor y felicidad.


Referencias De Lectura:

Diálogo.

«Pensamientos»

Narración.

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ϾINDERERZA

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Acto VII―

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¿Final?

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La oscuridad fue cediendo poco a poco.

Erza primero fue invadida por una sensación de mareo intensa y después por un sentimiento de caída que la hizo sostenerse con fuerza de la rosa que aprisionaba entre las manos y brillaba plateada en medio de la calidez que seguía sintiendo.

La que nunca se desvaneció.

Cuando la sensación en caída libre se volvió casi insoportable su cuerpo pareció reaccionar al miedo de un eventual golpe al llegar a un profundo fondo en ese abismo que se hundía y trató de estirar su mano y sujetarse de algo, el miedo la invadió más y más y apenas controlándose pudo liberar un solo sonido de su garganta:

Jellal… ―fue menos que un susurro pero sintió como si su garganta se hubiese raspado, sin embargo la calidez a su alrededor aumentó hasta envolverla por completo y la sensación de caída libre se desvaneció para ser reemplazada por la sensación de haber llegado a un lugar seguro.

El lugar a donde pertenecía.

¡Erza, Erza! ―la voz que llegó a su oído la hizo aferrarse a lo primero que sus manos pudieron tratando de controlar su respiración agitada―. ¡Regresaste! ―la alegría de la voz fue casi palpable―. Sabía que regresarías… ―la caricia en su cabello, esa forma pausada en que dedos se colaban entre sus hebras se le hizo tan familiar que logró calmar su respiración―. Estoy contigo…

Jellal… ―susurró de nuevo y sus ojos se abrieron lentamente, una pequeña luz la hizo cerrarlos de nuevo con fuerza para luego intentarlo otra vez, le costó un par de intentos más el poder hacer frente a la luminosidad del lugar al que había llegado, poco a poco todo cobró forma y aunque apenas podía ver algo en ese pequeño espacio de visión que le permitía el abrazo en que el hombre que la sostenía la mantenía, se dio cuenta en donde estaba.

Su casa.

Con Jellal.

En su hogar.

Jellal… ―repitió y se abrazó con más fuerza a él y él respondió de la misma manera, no dijo nada más y se dedicó a embargarse de la sensación de sus brazos rodeándola y el aroma propio de él mezclado con el de la casa.

Aroma a rosas.

Las rosas que él siempre le llevaba cada que volvía de una misión y que sembraban cerca de la ventana de su habitación y que ella podía en jarrones y floreros antes de que terminaran de marchitarse.

El aroma que la acompañó en ese otro mundo.

Chicos… ―Erza se soltó del abrazo y miró alrededor preocupada, su vista se quedó prendada en la rosa que aún brillaba abandonada al lado de ella―. Los demás… ¿Dónde están?

Tus compañeros de equipo están bien ―le informó Jellal con voz tranquilizadora―, ellos volvieron hace unas horas, tú… tú fuiste la última en volver

¿Volver? ―su vista volvió a Jellal y aunque quería la respuesta a esa pregunta ya que aún se sentía desubicada, no pudo evitar lanzarse de nuevo a sus brazos al ver su rostro cansado y sus ojos avellana dulces y preocupados por ella, él la recibió con gusto y volvió a peinar su cabello mientras le explicaba.

Estaban atrapados en un libro ¿no recuerdas nada?

Yo… ―cerró sus ojos un momento para forzar a salir esas memorias en su mente―, recuerdo que Lucy llevó un libro extraño a la posada, y que Gray y Natsu comenzaron a pelear, el libro cayó, se abrió y… luego yo estaba allí, y ellos también, pero no eran ellos, tampoco eran Kyouka ni Seilah ni Lamy… y yo tampoco era yo… ―se pausó y negó con su cabeza―. No, yo era Cindererza y estabas tú en el palacio, Mavis me ayudó… y la rosa… luché para llegar al Baile Real, y ahí estabas, pero no eras tú, era… Gram ―el mencionar ese nombre le hizo doler el pecho y dejó de hablar.

Jellal no entendió ni la mitad de lo dicho por ella, así que le besó la sien con cariño y decidió explicarle lo que él sabía antes de preguntarle a ella qué había sucedido dentro de ese libro.

El libro que llevó Lucy era un libro hechizado, se usó para encerrar a un príncipe mago de uno de los viejos reinos del continente, al parecer el mago se había vuelto un peligro debido a su ambición y cuando él intentó obtener poder engañando a una hechicera de un reino rival ella lo encerró allí ―Erza asintió tratando de entender todo―. El libro perdió su sello y como necesitaba magia para mantenerse absorbió la esencia de magos a través de muchos años, al parecer se usó para apresar otros magos y hasta criminales, la verdad no hemos encontrado mucho sobre él.

¿Esencia de magos?

Sí, les roba el espíritu, o el alma, como quieras llamarle, estos días sus cuerpos han estado en este mundo pero su alma ha estado atrapada siendo consumida por el libro. Si Lucy y Wendy no los hubiesen traído de inmediato a Magnolia y Levy no hubiese averiguado sobre ese libro ustedes habrían… ―Jellal negó ya que no quería ni pensar en que algo así hubiese ocurrido―, tus compañeras de gremio los salvaron.

No entiendo… ¿Lucy y Wendy no fueron absorbidas?

Según nos dijo Lucy, Wendy fue empujada fuera de la habitación por ti cuando el libro se abrió y absorbió la esencia de Gray, Natsu, Happy, Gajeel y la tuya. Lucy fue salvada de ser absorbida por Hologorium, ella fue quien cerró el libro utilizando sus llaves celestiales y entre ella y Wendy los trajeron al Gremio. Levy había leído sobre este libro y junto con Porlyusika decidieron que lo mejor que podían hacer era alimentarlos con magia a través de sus cuerpos para que ustedes no fuesen absorbidos por completo y rompieran el hechizo desde dentro. Cuando llegué a Magnolia esa misma tarde y me informaron sobre lo ocurrido le pedí a Meredy que nos uniera con un enlace mágico para que la magia les llegase de manera más completa a cada uno y luego te traje aquí… ―soltó un largo suspiro―. Pensé que estar aquí, en nuestro hogar… pensé que te haría volver más rápido…

Lo hizo ―le confirmó ella―, de alguna manera empecé a sentir que ese lugar no era real, podía oler las rosas, y sabía que el cielo no estaba bien…

¿Qué el cielo no estaba bien?

Sí, el cielo nocturno, las estrellas... ―se separó un poco de Jellal y elevó su mano para acariciar su rostro―. Los patrones que me has enseñado cuando estamos juntos, las formas que me mostraste cuando me enseñaste a usar Grand Chariot, no estaban…

Jellal no pudo evitar sonreír.

¿Recordabas eso?

Algo así ―soltó un bufido―, eran recuerdos rotos, voces ahogadas, la tuya más que cualquier otra. Eso me hacía sentir que yo no debía estar ahí… ―Jellal inclinó su rostro permitiendo que la cálida palma de Erza contactase más su piel, todo ese tiempo ella había estado fría y sin vida.

Fue como vivir una pesadilla.

¿Los demás están en el Gremio? ―preguntó ella alejando esos macabros pensamientos de la cabeza del azulado.

Gajeel y Levy están en su casa, junto a los gemelos y Jet y Droy. Levy ha estado dando su magia a Gajeel y ellos decidieron ir para cuidar a los niños y a Levy ―Erza asintió―. Lucy se encargó de Natsu y Lisanna de Happy en el apartamento de Lucy porque ninguna creyó que ―Jellal aguantó una sonrisa divertida―, cito lo dicho por ellas: "el basurero que tienen por casa no les daría ganas de volver" ―Erza sonrió divertida―, y a Gray, Juvia lo está cuidando en una habitación del gremio. Meredy decidió que lo mejor era hacer el enlace con una persona cercana, así la magia…

Entiendo… ―dijo ella con una sonrisa, la magia más poderosa provenía del sentimiento que ellos compartían, la magia uno, la magia del amor.―, y fue la decisión correcta. Sentí tu magia y te vi, ahora sé que no fue un sueño, sostenías mi mano y me llamabas… aunque en ese momento no entendía quien eras.

Eso nos dio esperanza a nosotros ―continuó Jellal―, te despertaste por un momento, dos veces estuviste a punto de volver, luego volviste a quedar atrapada ―la mirada de él se entristeció por una fracción de segundo, Erza recordó que Gram le dijo que él había evitado que ella volviese―. Nos dimos cuenta que estaba funcionando, solo podíamos confiar en que alguno de ustedes comprendiera que estaban atrapados dentro de un hechizo y lo destruyeran por dentro. Era la única manera, solo podíamos confiar…

Fue difícil para ustedes…

Sí, pero ―Jellal sonrió divertido y ella se contagió con ese gesto―, ustedes son magos de Fairy Tail, estábamos seguros que destruirían el hechizo consiente o inconscientemente. Fairy Tail es un gremio reconocido por su tendencia a destruir lugares.

¡Hey! ―reclamó ella a pesar de la carcajada que brotó de su pecho.

¿Acaso estoy mintiendo? ―Jellal ladeó su cabeza y acarició la mejilla de la mujer frente a él.

No podrías mentirme ni aunque lo intentarás ―respondió ella divertida haciéndolo a él sonrojar sabiendo exactamente a qué se refería a ella―. Gracias por cuidarme, Jellal… ―dijo ella repentinamente seria.

No tienes que agradecerme por eso ―Jellal besó su frente.

Lo sé, pero aún así… ―Erza observó bien al mago, vestía su usual traje blanco de viaje, incluso sus botas llenas de polvo del camino, con la yema de sus dedos acarició el tatuaje en su mejilla y luego las sombras que oscurecían su mirada―. ¿Cuántos días pasaron dándonos de su magia?

Dos… ―respondió él con voz baja.

¿Y cuántos de esos días te tomaste alguna hora para descansar? ―él no respondió pero Erza no necesitaba de esa respuesta―. ¿Cuántos días llevabas sin dormir antes de venir a Magnolia?

Ninguno ―negó―. Veníamos a Magnolia luego de visitar a la Reina para dar un informe de una misión, veníamos totalmente descansados, yo llamé para avisarte, fue cuando nos dijeron que les sucedió algo y nos apresuramos a volver, pero estábamos completamente descansados.

¿Seguro? ―alzó una ceja en forma de regaño pero eso lo hizo sonreír de nuevo.

Créeme, Erza. No hice nada que tú misma no habrías hecho por mi o por alguien más ―Erza se sonrojó y bajó la mirada―. Haría cualquier cosa por no perderte. Fueron dos días pero se sintieron tan largos como esos siete años en que estuviste dormida en es isla…

Lo siento… ―se disculpó aún sabiendo que no esa su culpa―. De cierta manera sentí la falta de todos, de ti… aunque estaban los ustedes que no eran ustedes, aunque pasé semanas, tal vez meses con ellos…

Ya veo, al ser un libro hechizado el tiempo fluyó de manera diferente.

Gram dijo que cada historia tenía su tiempo.

¿Gram?

Él… ―Erza carraspeó y Jellal se separó de ella para buscar un vaso con agua―. Era el mago del que hablabas… ―aceptó el vaso que Jellal le pasó y bebió agradecida, el agua se deslizó fresca por su garganta―. Él era quien tenía las respuestas para poder salir de allí ―el mago de cabello azul observó el gesto un tanto triste de ella.

¿Se convirtió en un amigo tuyo? ―preguntó tomando el vaso vacío de sus manos colocándolo en la mesita de noche y Erza le observó sorprendida, Jellal le sonrió―. Es algo que suele pasar con los magos de Fairy Tail, ustedes hacen amigos de enemigos aún sin que esa sea su intención ―Erza se sonrojó y asintió―. ¿Te dolió dejarlo?

Algo así… Gram no era su nombre, no sé cuál era, yo se lo puse porque la primera vez que lo encontré era un pato, él pasó tanto tiempo dentro del libro y con esa forma que había olvidado quien era realmente. No nos llevábamos bien al inicio ―sonrió divertida y nostálgica, como si eso hubiese pasado hacía muchísimo tiempo, tal vez en alguna vida atrás―, pero luego nos hicimos buenos amigos.

¿Él te dio el secreto para destruir el hechizo?

No… ―la maga suspiró―, él lo destruyó…

Entonces de verdad te quería, aunque no le creí cuando me lo dijo ―Erza le miró sin entender.

¿Cuándo te lo dijo?

La segunda vez que casi vuelves él se manifestó en frente mío ―explicó Jellal mientras recordaba ese momento―. Me dijo que te dejara tranquila, que él te quería y que ahí eras feliz, que ahí tenías paz y no sufrimiento, que ahí… estabas mejor… ―susurró lo último y Erza tomó su mano.

¿Y qué le dijiste tú? ―buscó su mirada mientras esperaba su respuesta.

Que no había manera en el mundo en que me permitiría el perderte ―Jellal llevó la mano de Erza a sus labios y la besó―. Aunque pudiese ser egoísta de mi quitarte la paz que estabas viviendo, sé que tú no serías realmente feliz lejos de tus amigos, de tu familia… ―soltó un suspiro―. ¿Hice bien?

Lo hiciste, yo no sería nunca feliz alejada de ellos ni de ti―lo agregó a él ya que él mismo se había dejado de lado―. Allí también sufrí un poco, pero era verdad que había mucha paz, Gram a su forma fue muy amable conmigo, cuidó de mi a su manera, incluso creó un baile en palacio solo para mí ―se sonrojó mientras contaba―. Llevaba un lindo vestido, lo hice con mi propia magia o más bien con la tuya, viaje en un carruaje de oro, ¡fue como si fuese una hermosa princesa! O bueno… algo así… ―jugueteó con la sabana que cubría su regazo y balbuceó apenada―. ¡N-no es como si me lo hubiese creído o algo! Y-yo sé que ese tipo de cosas no va conmigo…

¿A qué te refieres? ―preguntó intrigado al verla apenada.

Ya sabes, yo y un lindo y delicado vestido y un baile y eso… no es algo que vaya conmigo.

No entiendo de qué hablas, has usado vestidos muchas veces. Hermosos vestidos ―Erza jugó nerviosa con las puntas de su cabello.

No… no es lo mismo… ―Erza bajó la mirada a sus manos entrenadas por la espada―. Allí era como una princesa…

Y aquí eres la Reina de las Hadas ―la respuesta de Jellal la tomó por sorpresa, especialmente cuando él la tomó de la barbilla y elevó su rostro hacia él―. Y para mí, Erza, eres lo más hermoso del mundo, con vestido elegante o con tus armaduras o tu pijama o alguno de tus disfraces, o sin nada… lo eres. Lo más hermoso, lo más fuerte y lo más preciado que tengo en mi vida ―como atraído por una fuerza magnética se inclinó hacia ella y la besó con gentileza, Erza cerró los ojos y sintió su mundo desvanecerse de nuevo, pero esta vez se sentía diferente, se sentía perfecto―. Eres mi luz…

Ahora entiendo ―susurró ella contra los labios del mago―, ahora entiendo por qué el príncipe tenías que ser tú…

¿Yo? ¿Príncipe? ―extrañado se separó de ella y Erza miró hacia otro lado apenada de nueva cuenta―. ¿Erza?

Es que… ―la maga apretó las sabanas entre sus manos y confesó lo que le faltaba―. Mavis… el Hada Madrina, ella me dijo que debía ir al Baile Real a encontrar las respuestas que buscaba, ya había empezado a recordar cosas de este, mi verdadero mundo. Mi Hada Madrina me dijo que el príncipe tenía todas las respuestas y fue por eso que acudí, allí encontré a muchas mujeres esperando para conocer al príncipe, todas querían ser la mujer más fuerte para… casarse con el príncipe...

¿La mujer más fuerte?

Sí, bueno, Gram lo hizo así… ¿es extraño verdad? ―preguntó aún sin mirarlo.

La verdad no.

¿No? ―volteó a verlo y frunció el ceño al verlo divertido―. ¿Qué es divertido? ¿Y por qué no te parece extraño que decidiera casar al príncipe con la mujer más fuerte del Reino en lugar de con la mujer más hermosa o amable o dulce?

Jellal estiró su mano para tomar un mechón de cabello escarlata entre sus dedos.

Porque si yo fuese el príncipe y quisiera asegurarme que tú fueses quien se convirtiese en mi esposa ―se sonrojó un poco pero continuó―, sabría que sin duda esa sería la forma definitiva para que ganases ese puesto.

La cara de Erza se volvió de un rojo tan furioso como el de su cabello.

¡E-es ridículo!

No lo es ―Jellal se aguantó la risilla que quería aflorar al verla así de avergonzada―, escucha, Erza, la belleza, la dulzura de carácter y la bondad, todas esas cosas las posees en abundancia, no me malinterpretes, para mí nadie es más hermosa, dulce y bondadosa que tú ―la forma tan sincera y directa en que se lo decía la hizo sentir más acalorada, aunque desde el perdón real Jellal era más franco con sus sentimientos aún no se acostumbraba a eso, y a veces sentía que nunca se acostumbraría porque lo que sentía al oírlo hacía que su alma se emocionase―, pero esas cosas son subjetivas, y otras personas probablemente no te verán de la misma manera que yo, en cambio, la fuerza es algo más definitivo, hay maneras de medir la fuerza, supongo que lo hicieron si llegaste hasta el príncipe. ¿Lo hicieron?

Bueno… ―Erza se rascó detrás de la cabeza incómoda al recordar lo que pasó en el salón en donde todas esas mujeres esperaban―, algo así…

¿Algo así? ―le miró travieso, sin duda algo grande había sucedido, se inclinó hacia ella de nuevo y susurró a su oído―. ¿Qué hiciste, Titania?

Un delicioso escalofrío recorrió su espalda y no pudo más que confesarse.

¡Me atacaron y me defendí! ¡Y además rompieron de nuevo mi vestido! ¡Ya estaba cansada de que dañaran mis cosas! ―con mejillas infladas terminó y Jellal rió.

Creo imaginar lo que sucedió, he leído esa historia, y también imagino la clase de batalla que hubo. Una hermosa y fuerte guerrera en medio de un salón de palacio, debió ser una encantadora imagen ―Jellal besó su mejilla y Erza sonrió con algo de orgullo―. ¿Y así accediste al príncipe que se veía como yo?

Se veía como tú… pero no lo eras ―Erza bajó la mirada de nuevo―, era Gram usando tu imagen… Él quería que me quedara con él allí, si yo hubiese aceptado esa historia se habría convertido en la única y la magia se concentraría en ella creando una especie de nueva realidad para los dos, por eso usó tu imagen, para convencerme.

Jellal solo asintió.

¿Entonces tú me recordabas?

No realmente, tu voz la escuchaba, y la reconocí en él, y luego cuando te vi, cuando lo vi… sentí algo tan grande crecer aquí ―Erza colocó una mano sobre su pecho―, que sabía que eras especial, que ese rostro frente a mí era el de la persona más especial para mí… Fue allí que recordé tu nombre y él me dijo que sí eras tú y me pidió quedarme con él, en ese mundo sin guerras ni oscuridad, un mundo en el que estaríamos juntos siempre… ―la peli-escarlata calló y miró preocupada al hombre pensativo frente a ella.

Esa no era su intención.

No quería que Jellal se sintiese culpable porque aún ahora después de casi dos años del perdón real seguía viajando por todo el continente destruyendo las semillas de la magia oscura que continuaban queriendo arraigarse en la tierra y crecer.

No quería que Jellal se sintiese culpable porque a pesar de que tenía ese lugar al que ella le pidió que llamara hogar él permanecía más tiempo alejado de ese hogar compartido y de ella.

No quería que Jellal mirase cada rosa en la habitación y recordase que todas esas rosas en su hogar significaban tanto regresos como partidas.

Bienvenidas seguidas de inminentes despedidas.

Sin duda ese mago era un hombre inteligente ―dijo con simpleza.

¿Por intentar engañarme?

Por entender que un mundo junto a ti es el mejor mundo posible ―contestó y besó su frente.

Jellal…

Y dime ―interrumpió él― ¿por qué rechazaste ese mundo?

Erza tomó su mano con fuerza.

Porque me di cuenta que ese no era el verdadero Jellal, y no me importa que mundo tan perfecto me ofrezcan, si no estás tú en él no vale la pena ―la respuesta y la sonrisa que Erza le dio llenó su corazón de una dicha tan grande que no pudo evitar abrazarla y besar su sien―. Gram lo entendió ―continuó en un suspiro disfrutando del calor de sus brazos envolverla―. Y por eso me dejó ir y liberó a los demás, a pesar de que… ―no pudo evitar las lágrimas que escaparon de sus ojos―, a pesar de que eso significaba que su última oportunidad de escapar del libro y tener una nueva vida se perdiese…

Jellal peinó su cabello mientras le permitía llorar.

El corazón de Erza era tan bondadoso como para sentir tristeza y compasión por alguien que la secuestró, la intentó manipular emocionalmente, la dañó e intentó dañar a sus amigos.

Lo sabía.

Porque él lo había hecho también.

O al menos el él que no era él realmente.

Poco a poco y gracias a Erza estaba aceptando ese hecho.

Esa verdad.

Sin duda te quería mucho, Erza. Aprendió a quererte en ese tiempo que pasaron juntos. Y no puedo molestarme del todo por haber intentado el que te quedaras con él. Él y yo no somos muy diferentes… ―besó de nuevo su sien y se separó de ella para secar sus lágrimas―. Nos enamoramos de una mujer a la que es imposible retener a la fuerza, y no solo por su fuerza propia, sino porque su felicidad se vuelve lo más importante para quien la ama realmente ―mientras Jellal besaba sus mejillas húmedas, Erza agradecía a la vida el permitirle estar de nuevo con la persona que amaba.

Le agradecía a Gram por haberlo entendido.

Creo que debo avisarles a los demás que ya volviste… ―Jellal dejó un beso más en su rostro y se separó de ella para buscar la lácrima, Erza lo observó tomar su capa de viaje y sintió un miedo absurdo de que Jellal estuviese por irse y dejarla, por eso se bajó repentinamente de la cama pero algo en su pie la hizo perder el equilibrio y casi cae al suelo de no ser porque él llegó justo a tiempo para sujetar su cintura y evitarlo.

No deberías levantarte, tu magia aún no se recupera.

Lo siento… es que pensé que… ―Erza bajó su mirada al suelo y se sorprendió con lo que vio―. ¿Por qué está aquí? ―Jellal siguió la dirección de la mirada de la peli-escarlata.

¿Una zapatilla de… cristal rojo?

Sí… Gram las creó mientras bailábamos, debió de desaparecer junto con la que perdí… No entiendo… ―una luz detrás de ellos los hizo prestar atención, la rosa que guió a Erza para poder escapar flotó sobre la cama y se colocó frente a ellos, transformándose en la otra zapatilla.

Jellal entendió.

Parece que tu amigo quiso darte un regalo más, ahora me doy cuenta que tuve mucha suerte ―la voz de Jellal pasó a ser jocosa―. Un poco más en ese baile junto con él y te hubiese perdido…

¡Clc-laro que no! ―le miró ella con un puchero y el azulado rió.

Ya, ya… ―acarició una de sus mejillas infladas con cariño―, pero creo que tu amigo ―Erza le lanzó una mirada de advertencia y Jellal carraspeó para no parecer amedrentado por ella―, él, de seguro quiere que termines el baile que merecías y fue interrumpido.

¿Qué termine el baile? ―frunció el ceño y estiró su mano hasta la zapatilla, antes de poder tocarla Jellal detuvo su mano y negó.

Déjame a mí ―pidió, su rostro serio y sus ojos dulces cuando tomó la zapatilla, alzó con cuidado a la joven, la sentó en la cama y se arrodilló ante ella.

¿¡Je-Jellal qué estás haciendo!?

Probando la zapatilla, milady.

Pe-pero… ―Erza sintió de nuevo su cara caliente.

Perfecta ―sonrió cuando colocó el calzado y depositó un beso en la punta de la zapatilla, con ayuda de su magia hizo que las lácrimas que daban luz a la habitación se apagasen y creó cientos de pequeñas luces doradas que flotaron alrededor de ellos en tanto se ponía de pie y extendía su mano a ella―. ¿Vuestra Alteza me permitiría el honor de un baile?

Erza no supo ni como hablar por un momento.

Las pequeñas luces que les rodeaban creaban una atmósfera tan llena de paz y magia que parecía irreal, especialmente cuando se juntaba con la hermosa sonrisa que Jellal le daba y la propuesta inusual que acaba de hacerle.

¿De verdad estaba despierta?

¿De verdad estaba en su verdadera realidad?

¿Acaso aún no había escapado del libro de cuentos?

Erza le miró desconfiada y Jellal se sintió un tonto.

Tal vez ella lo que menos quería era esa clase de propuestas.

Erza, yo…

¿Cuál es mi apellido? ―la pregunta que interrumpió su disculpa le extrañó pero respondió en automático.

Scarlet, como el color de tu cabello ―sonrió nostálgico al recordar el día en que se lo puso y peinó un mechón de su cabello―, Así jamás podría olvidarlo.

Esa respuesta y la manera en que sus ojos brillaron como miel casi dorada y brillantes vetas verdes al ser su mirada iluminada por las pequeñas luces mágicas, la hicieron sonreír y aceptar la mano de él.

Su verdadero Jellal.

Poniéndose de pie, permitió que Jellal la acercase a sí mismo y colocase una de sus manos en su cintura.

Cásate conmigo, Erza… ―preguntó en un susurro que la hizo sorprenderse de nuevo―, quiero que mis días junto a ti sean muchos más a partir de ahora… Por eso venía a Magnolia, por eso traía esto conmigo… ―soltando una mano de la maga le mostró el anillo que había ido a sacar de su capa de viaje después de usar la lácrima―. ¿Aceptas seguir siendo parte de mi vida?

La respuesta de Erza fue inmediata.

Espera ―pidió y antes de que Jellal preguntase lleno de nervios el por qué de esa espera, el cuerpo de Erza brilló y su ropa de diario fue reemplazada por un sencillo vestido color esmeralda―. No es tan elegante y bonito cómo el que usé en ese lugar pero… ―el azulado pudo ver el sonrojo en sus mejillas cuando un par de doradas luces pasó cerca de su rostro y extendió su mano a él.

Es perfecto ―aseguró Jellal con total sinceridad mientras colocaba el anillo en su dedo y daba el primer paso a ese baile sin música pero lleno del ritmo compartido de sus corazones―. Gracias por volver conmigo, Scarlet ―le susurró luego del primer giro en medio de la habitación perfumada con las rosas, Erza asintió y elevó su rostro hacia él.

No tendría un final feliz en mi propia historia sin ti a mi lado, Jellal… ―él sonrió extasiado―. ¡Ah! ―exclamó preocupada haciéndolo casi detenerse―. ¡Y aceptó casarme contigo! ―él no pudo evitar romper a reír mientras besaba su frente.

Cuando volvieron a besarse el mundo alrededor de ellos desapareció al igual que lo hicieron las zapatillas de cristal en un remolino de luces plateadas y rojizas que envolvieron a Erza por un momento como despidiéndose de ella, dejando solamente una pluma blanca caer sobre su cabello.

Cuando Jellal le mostró esa pluma, Erza entendió el mensaje.

Gram le recordaba que debía buscar su final feliz.

Su historia real, su vida llena de magia.

Y ella estaba segura que iba por buen camino, porque aunque no era una princesa, no vivía en un palacio y no dormía esa noche entre los cálidos brazos de un príncipe azul, su vida ya era un cuento de hadas.

Y su "Vivieron felices para siempre", apenas iniciaba…

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¿Reviews?

Aunque es el final de la historia, me encantaría saber sus opiniones.

QwQ

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Aclaraciones:

Lo único que sabía sobre la novela ligera son las siguientes cosas:

-Fueron atrapados en un libro de cuentos.

-Erza estaba en el cuento de la Cenicienta.

-Había un pato que era un mago.

-Erza es invitada a un baile real lleno de mujeres fuertes y musculosas.

-El pato mago se transforma en Jellal durante el Baile Real ―el príncipe―, para hacer quedarse a Erza dentro del cuento. (El por qué lo hace, no lo sé).

-El nombre del pato mago es: Libro. (Sí, así en español)

-Todo lo demás en esta historia fue inventado por mí.


Rincón De La Escritora En Proceso:

Y con ese montón de miel y Jerza, llegamos al final de la historia… 7v7)r No puede evitar el fluff… lo merecen… ASDFGHJKSDDGHJ…

Me gustaría usar a Gram en alguna otra historia. xD Pero por el momento no tengo planeado publicar nada nuevo.

Espero les haya gustado, gracias mil por leer. NwN/


Agradecimientos:

A vosotras/os adorables reviewistas con cuentas os respondo por PM:

Artemisa Neko Chan

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A todos vosotros que comentasteis caps anteriores:

MinSul6011

AZULMITLA

Melany

ResuTsumi

Willivb

KisaYunna

Alicia Melo Angel29

Akane Scarlet

Ponyminiu

Liraz Nightray

Kohana15-Chan

Ryuketsu no Hana

Lady Werempire

Katt Geez

Not My Phone

Guest

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¡Gracias mil por leer!

¡Adieu!

.o./

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