Después de que Discord... dejase el hospital, como él lo diría, le dije al doctor que mantuviera su muerte en secreto hasta después de Año Nuevo. Por supuesto, se filtraría de una alguna forma u otra, pero afortunadamente la gente lo descartaría como una broma para arruinar la Navidad de todos. Cuando terminé de hablar y hacer los arreglos, Rebecca me abrazó con fuerza mientras lloraba sobre sus hombros durante un largo rato. Perdí a otro amigo. Yo era el último ahora.

Twilight se había ido. Al igual que Discord. Que a mis amigas. Que a los habitantes de Ponyville. Incluso, por un momento, deseaba que Celestia estuviera aquí para abrazarme como lo hacía cuando era bebé. La perdonaría por ese momento si eso significaba tener a alguien que me importaba cerca de mí.

En ese momento recordé que tenía a alguien. Ella me estaba abrazando ahora mismo. Dejándome desatar mi dolor sobre su camisa. Pensé en lo que Discord me había dicho sobre los remordimientos, y en como éramos tan parecidos. Él con su amor por Fluttershy, y yo con mi amor hacia Rebecca. En ese momento, donde nos abrazamos, me di cuenta de que no me importaban las malditas razones por las que no podríamos estar juntos. Solo quería que lo estuviéramos.

Después de firmar algunos papeles que me parecieron borrosos, me encontré caminando por la calle con Rebecca guiándome. No sabía a donde y no me importaba. Todo parecía más frío sin importar cuánto fuego dejara quemar dentro de mí. Eventualmente, logramos llegar a una casa de tamaño mediano con un patio delantero y un agradable coche Jaguar junto al pavimento delantero. Pronto me enteré que esta no era mi casa, sino la de Rebecca. Comencé a sonrojar, pero hice todo lo posible para ocultarlo. Nunca antes había estado en su casa. Hacerlo me parecía algo demasiado personal.

"¿Entras?" Preguntó Rebecca mientras abría la puerta. Asentí y pronto entré a su casa. Naturalmente, tenía el toque de un artista. Pinturas y esculturas estaban por todas partes, haciéndome sentir como que si estuviera de vuelta en su galería. El mobiliario que ella tenía era muy de la Nueva Era con diseños interesantes, pero al menos había un sofá simple y agradable en el que uno podía relajarse. Me senté, consciente de mi cola, mientras Rebecca se iba a buscarnos un refrigerio.

Cerré los ojos y dejé que los acontecimientos del día fluyeran por mi mente. Lo que comenzó con un simple reencuentro entre dos amigos resultó en que perdiera a otro amigo y pensara sobre mi futuro. ¿Realmente estaba tratando se hacerme infeliz a propósito? ¿Realmente pensé que no me lo merecía después de todo el sufrimiento por la que mis amigas pasaron? Applejack perdió su granja, su familia, y murió como una traidora y deshonrada. Rainbow Dash perdió a su equipo, su honor, y también murió como una traidora. Diablos, sus tumbas fueron destrozadas un par de veces. Rarity perdió a su esposo, a su hijo, y murió junto a su hermana a causa de una bomba. Pinkie Pie sufrió... cambios desagradables debido a la guerra y murió intentado salvar a los Cakes. Luna fue acribillada a balazos y Celestia... bueno, obtuvo lo que se merecía. Cadence y Flurry Heart murieron por un arma nuclear, pero al menos eso fue instantáneo. Shining Armor fue derribado por un francotirador. Y Twilight... ella pasó por mucho tratando de redimir a Equestria... sufrió tanto dolor.

Recordé de cuando estaba limpiando su habitación cuando ella fue a visitar a Fluttershy por primera vez desde que nos dejó para estar del lado de la humanidad. Encontré una carta de suicidio dirigida a mí, escrita en caso de que Fluttershy la hubiera rechazado. Honestamente, si Twilight acababa con su vida en ese momento yo habría hecho lo mismo. Porque ella era todo lo que me quedaba hasta que nos reunimos con Fluttershy y sus hijos. Me dio algo de esperanza y una razón para vivir.

Pero ese es sólo el camino fácil, ¿no? ¿Desear la muerte? ¿Eso cambia el hecho de que sufrí? ¿Cambió el hecho de que yo era el último dragón? ¿Cambió el hecho de que todavía era muy joven y podría aprender a vivir de nuevo?

Sin embargo, cuando pienso en mis estudiantes, mis amigos y Rebecca... ¿En serio puedo rechazar sus esfuerzos por hacerme feliz? ¿No estoy faltándole el respeto a su amistad al pensar así? ¿Estaba Discord en lo cierto?

Al abrir los ojos, miré hacia abajo y vi algo que me llamó la atención. Fue algo que vi mucho en estos días con "Conversión" siendo la última moda. Recogí un folleto que indicaba detalles de cómo se realiza dicho proceso y que efectos podría ocasionarte. Eso me trajo dolorosos recuerdos de la primera vez que lo vi en acción hace tantos años. Me preguntaba si hubiera dicho algo en ese entonces, quizá no hubiéramos tenido esa guerra.

Lo abrí, leyendo sobre las especies en las que podrías convertirte gracias a la sangre de Discord. Mis ojos se ensancharon cuando vi la nueva opción de dragones encerrado en un círculo hecho con marcador rojo. Mi mente quedó en blanco por un momento antes de darme cuenta de por qué Rebecca había hecho esto.

"¡Oh!" La escuché decir mientras yo levantaba la vista, y vi su cara avergonzada mientras sostenía dos tazas de chocolate caliente. "Encontraste... eso."

"Sí." Le respondí.

Hubo un momento de silencio entre nosotros antes de que Rebecca suspirara y pusiera las tazas sobre una mesa. "He estado pensado en eso..."

"¿Por qué?" Le pregunté, levantándome y acercándome a ella.

Ella me miró a los ojos y se quitó las gafas. "Porque... tal vez... tú y yo... podríamos..."

"No." Le dije. Al ver su mirada bajar, me di cuenta de mi error y levanté su mentón. "Quiero decir que no quiero que te conviertas en una dragona."

"Pero... si lo fuera... entonces nosotros..."

"¿Quién dice que no podemos?" Le susurré antes de hacer lo que debería haber hecho hace mucho tiempo.

La besé.

En un instante, una chispa nos atravesó cuando nuestros labios se tocaron. Sentí que todas mis dudas desaparecían mientras saboreé los labios de la mujer que amaba. La humana que amaba. Ella se sorprendió al inicio, pero luego me tomó de la cintura y me devolvió el beso. Nuestros ojos se cerraron mientras nuestros cuerpos se tocaron pecho a pecho. Casi estaba sonriendo y juro que podía escuchar a Discord en mi mente animándome. Era diferente de cuando besé a Rarity... esto se sentía bien. Esto se sentía como si estuviera destinado a suceder.

"Quiero que seas humana. Te amo porque eres humana." Le dije, mirándola a los ojos. "Todo sobre ti. Tu apariencia, tu personalidad, tu arte, tu pasión. Es todo porque eres humana... y quiero que seas tú y nada más."

"Spike..." Susurró Rebecca, derramando una lágrima.

"No sé si esto funcionará. Demonios, tengo miedo de lastimarte o de hacerme daño en el futuro... pero, ¿sabes qué?" Sonreí, agradeciéndole a mi viejo amigo por su consejo. "Prefiero amarte y sentir dolor, que de arrepentirme no haberte amado en absoluto."

Ella se abalanzó sobre mí, empujándome al sofá. El chocolate caliente fue olvidado, ya que encontramos algo más para satisfacernos. Algo más caliente. Ella me quitó la ropa. Yo le quité la suya.

Ella gritó mi nombre.

Rugí el suyo.

Estoy bastante seguro de que también quemé sus paredes, pero a ella no le importó.

Cuando todo estuvo dicho y hecho, nos acostamos en el sofá como uno solo. Sosteniéndonos el uno al otro. Me quedé dormido y me di cuenta que por primera vez en tanto tiempo, estaba realmente feliz.

Y el futuro se veía brillante.


Para el que pregunte: La historia o serie de historias en la que se basa esta, llamada Las Oficinas de Conversión (The Conversion Bureau, su título original) no es necesario leerla para entender esta. Yo no la he leído y no creo que llegue a hacerlo, y por eso no tengo planeado traducirla ya que ambas son sus propias historias, parecidas pero lo son.

Lo siento si alguien tenía interés en ello, pero no puedo dedicarle tiempo a algo que en un principio no quiero o no tengo ganas hacer. Espero que puedan entender y gracias de antemano.