PPG no es de mi propiedad, tomo prestados a los personajes para escribir locuras que me entretienen y espero los entretengan también.
Compañía
El profesor Utonio se asomó a la ventana, con pipa en mano sonrió a la particular escena que presenciaba. Sus tres hijas, correteando al trío de chicos con los que alguna vez fueron sus archienemigos jurados, ahora, dos de sus niñas mantenían una relación con sus contrapartes masculinas. Desde el momento en que se enteró de eso, supo sin ninguna duda, que su vida cambiaría drásticamente.
Aun recordaba el día en el cuál Blossom, su hija mayor, llegó con el chico en cuestión, tirando de su muñeca como quien no quiere la cosa, para presentarlo ante su familia oficialmente como su novio. Ese día, según Blossom, Brick todavía se rehusaba a hacer pública su relación, no quería ser objetivo de nadie, y al decirlo a los cuatro vientos, todos querrían saber más sobre su vida y la de sus hermanos. Definitivamente, Blossom no aprobaría que destruyera a todos los reporteros metiches sólo para volver a su tranquilo estilo de vida. También recordaba a su hija, siempre un paso adelante en todo lo que concernía a su imagen pública.
—No es necesario decírselo a la prensa —aseguró.
Usando un tono de voz burlón hacia su novio. Utonio jamás olvidaría el gesto que puso el Rowdy ese día, la forma en la que juntó las cejas en el centro de su frente, y ese curioso brillo asesino en sus ojos. De la misma forma en la que Buttercup tuvo que resistir las ganas de golpear a Brick cuando este dijo que tan sólo lo admitía porque se lo pidió la pelirroja.
Y viendo aquella escena, Utonio rió. Alice había organizado una guerra de nieve, chicas contra chicos. Según ella, era una lucha justa, seis tipos con superpoderes y dos simples mortales, tres y tres, uno y uno. Bubbles no puso resistencia, se abrigó y salió de casa junto a la británica. Blossom suspiró antes de mencionar lo tranquilizante que resultaba verlas mejor preparadas, comparado con la vez anterior. A juzgar por sus expresiones, suponía que habían salido con poca ropa.
Dio una calada a la pipa. Buttercup, por mucho que quisiera negarlo, disfrutaba tentando al moreno casi tanto como él. Ambos se metían la nieve por debajo de la ropa, de formas que, socialmente hablando, no eran comunes en dos personas que decían odiarse. Negó con la cabeza, faltaba poco para que uno de los dos decidiera dar el primer paso para iniciar una verdadera relación. Sí de algo se enorgullecía el profesor Utonio, era su inteligencia. Ese tipo de detalles no pasaban por alto así nada más.
—Tal vez… sea hora de admitirlo.
Mordió la punta de la pipa con suavidad. Le dolía si quiera pensarlo, pero sus niñitas perfectas, ya no eran niñitas. Eso saltaba también a la vista, especialmente cuando las veía en compañía de los tres hombres más peligrosos de la tierra.
Bueno, este es el final de la historia. Quedó mucho muy chiquitito el capítulo, pero empecé tarde, ya saben, hoy tocó recalentado. Pero, me agradó la idea de poner a Utonio asimilando el nuevo rumbo de su vida. Fue un reto interesante, además de los castigos de Mortem (?)
LD.