El lunes siguiente todos llegaron alegres, ya que el día anterior tanto Chin como Cho se le habían unido a los McGarrett Williams en la playa. Steve y Danny conversaban en la oficina del comandante cuando Catherine llego. Respiró hondo. Cuadro los hombros y a paso firme se dirigió a la oficina del comandante. Tanto Chin como Cho se movieron nerviosamente en sus respectivos despachos.
Catherine llamo a la puerta de Steve. Este miro a Danny y luego le indico a la oficial que pasara
- Buenos días comandante McGarrett – dijo la oficial haciendo militar –, sargento Williams…
- Yo… – dijo Danny incomodo – tengo que…
- Señor, solicito permiso para conversar con ambos, señor – dijo Catherine con voz firme, Steve miro a Danny un segundos y luego asintió –. Antes de nada, quisiera disculparme tanto con el detective Williams como con usted, comandante – dijo y ambos hombres se miraron entre sí –, cometí una falta gravísima de la cual estoy sinceramente arrepentida. Le falte el respeto al detective y en ello a su matrimonio. Es por eso que pongo a su disposición mi cargo dentro de la unidad – entregándole una carpeta
- ¿De qué falta habla teniente? – pregunto Steve intrigado por lo que Catherine miro sorprendida al rubio que se puso nervioso – Danno…
- Fue algo… – dijo este
- Hace un par de semanas yo le dije al sargento mi intención de entablar una relación amorosa con su persona, señor – dijo Catherine – yo estaba convencida sobre sus intenciones hacia mi persona
- ¿De qué intenciones habla, teniente? – pregunto Steve frunciendo las cejas –. Yo nunca…
- Señor, no señor – dijo Catherine –. Solo fueron fantasías y alucinaciones de mi parte, en las que obviamente usted nunca intervino. Yo malinterpreté su intención de integrarme al equipo. Su Ohana. Mi error pudo afectar a su matrimonio. A su hogar. Es por eso que me voy. No quiero que tanto el detective Williams como usted se sientan incomodos con mi presencia. Permiso – se cuadro nuevamente y salió del lugar
- Teniente Rollins – dijo Danny desde la puerta de la oficina del comandante – no se vaya
- Danniel – dijo Steve entre dientes detrás de él
- ¿Nos puede esperar diez minutos, por favor? – dijo Danny
- No quisiera incomodar – dijo ella nerviosa viendo la expresión de Steve
- Solo serán diez minutos – dijo el rubio entro a la oficina nuevamente
- Explícate en este momento, Danniel McGarrett – exigió Steve por lo que este exhalo
Catherine se sentó en la sala del cuartel. Sentía como sus manos sudaban. Había hecho algo grave y lo sabía. Si Steve decía tomar represalias no podría culparlo. Cuando un alfa se sentía amenazado era peligroso, pero cuando el amenazado era su omega o sus hijos podían llegar a ser letal, ya que se convertía en un animal que solo obedecía sus instintos. Solamente el omega lo podría calmar, pero conociendo la relación de ese par lo más probable seria que ellos se pelearan y ella quedase en medio del fuego cruzado. Lo peor es que estaba segura que ninguno de los primos moviese un dedo por salvarla, no porque le tuvieran mala voluntad, sino porque los McGarrett eran peligro puro cuando andaban sueltos y molestos.
Desde su lugar veía a ambos hombres discutir, como de costumbre Steve cruzaba los brazos a la altura del pecho mientras Danny hablaba y agitaba las manos en el aire. Por momentos el comandante también movía los labios aunque ella no alcanzaba a leerlos. Los diez minutos pasaron y ambos hombres salieron de la oficina. Tanto Chin como Cho se asomaron a la puerta de sus oficinas cuando el comandante de los Cinco Cero abrió la suya y llamo a la teniente, que entro a paso firme al lugar
- Teniente Rollins… – dijo Steve con voz severa
- ¡Steve! – dijo Danny cruzando los brazos
- ¿de verdad quieres…? – dijo este entre dientes
- Catherine – dijo Danny acercándose ya que estaba parado al fondo del lugar – yo sé que eres un Marín con todo lo que eso implica, pero también eres una mujer, y es con ella con quien quiero hablar. Por eso relájate y siéntate – la mujer miro de reojo al moreno – dime Catherine, ¿a ti te gusta este trabajo? – Steve gruño algo entre dientes – No te preocupes. Lo tengo bien amarrado
- No soy un… – gruño el comandante
- Entonces demuéstralo – dijo Danny – y compórtate como un hombre
- Catherine, te lo pregunto nuevamente, ¿a ti te gusta este trabajo? – dijo Danny mirándola fijamente
- Yo… – susurro, pero respiro hondo cerrando los ojos –, sí, me gusta mi trabajo, y mucho. Pero confundí las cosas y…
- Pero ahora sabes cuál es la verdadera naturaleza de nuestra relación – dijo Danny – ¿te sientes capaz de respetarla?
- Por supuesto – dijo ella – si hice lo que hice fue porque no sabía que eran una pareja. Nunca quise malentendidos. Todos lo decían, pero yo creía que solo eran bromas
- Steve… – dijo Danny pero este no se movió –, neandertal
- Piénsalo – dijo este
- Ya lo discutimos, amor – dijo Danny – confió en ti. Se el hombre maravilloso que tengo a mi lado. Sé que me respeta y respeta a nuestros hijos. Nuestra Ohana
- Te amo – dijo Steve y Danny sonrió –. Danny cree que eres un elemento importante en cinco cero. Y si te comprometes a respetar nuestra relación,…ninguno de los dos tiene objeción para que sigas siendo integrante de nuestra familia. Eso sí, al mínimo error te vas y no me importa si es el propio Dios quien intercede por ti
- Gracias – dijo Catherine emocionada –, no volverán a tener quejas de mi
- Bienvenida nuevamente – dijo Steve
- Sabes que hasta ese día – dijo Danny – me caías muy bien. Espero que eso siga así
- Sobre ese día… – dijo Catherine – sus hijos son muy lindos
- Gracias – dijeron ambos hombres ya mas relajados
- Pero tengo una duda. El otro día los llamaron – dijo Catherine – y, no entiendo, si Steve es el Doberman y Danny el Angora… ¿Quién era el enfermo?
- Ahh, eso. Lo que pasa es que a Ethan le están saliendo los dientes – dijo Danny sonriendo – y la fiebre se le subió
- Oh ya entiendo – dijo Catherine – los tres son hermosos como ya dije, pero dan miedo – continuo con un leve estremecimiento –. Son bastante intimidantes
- Lo sacaron de él – dijeron estos al mismo tiempo señalándose mutuamente
- No soy yo el que se queja todo el tiempo – dijo Steve
- Yo no me quejo – protesto Danny
- Ay por favor – dijo Steve
- Bueno – dijo Danny – es menos peligroso quejarse que hacerlo explotar todo
- Niños… – dijo Catherine
- Depende como sean las quejas - dijo Steve cruzando los brazos – y eso me recuerda algo, ¿De donde rayos sacaste que soy un Doberman con actitud de rottweiler?
- ¿Y no es cierto? – dijo Danny también cruzando los brazos
- ¿Disculpa? – dijo Steve – tú eres un gato Angora que si no fuera por mi nunca haría ejercicio
- Niños… no peleen – dijo Catherine mirando de reojo hacia la puerta
- ¿Qué mayor ejercicio que correr tras de ti para evitar que te maten? – grito Danny
- Eso es mentira – grito Steve – siempre lo tengo todo bajo control
- Claro – dijo Danny con ironía – y por eso todo siempre termina explotando
- Niños… no peleen – dijo Catherine
- No es mi culpa – se defendió Steve
- Nunca es tu culpa – dijo Danny
- Solo… solo no se maten ¿si? Ya vuelvo – dijo la teniente antes de salir
- Solo te advierto que si le pasa algo a mi auto – sentencio Danny – le pasara lo mismo a tu cabeza
- ¡Cuidas mas ese auto que a mi! – gritó Steve indignado – ¿Acaso ya no me amas? – dijo ya con expresión triste
- Claro que te amo – dijo Danny con preocupación tomándole las manos –. Danno te ama baby. Eres mi vida entera
- Yo también te amo – dijo Steve sonriendo
- Pero el auto se deja cuidar – dijo Danny soltando sus manos y cruzando los brazos – ¡tú no!
- Es una maquina – protesto Steve
Catherine se acerco donde el resto del grupo bebe café
- ¿Todo bien? – dijo Cho
- Si – contesto la teniente sonriendo – solo se están dando algo de amor matutino – y todos rieron a excepción de Lori que los miro intrigada – traje el desayuno para todos pero lo deje en el auto ¿Me ayudas Lori?
- Claro – dijo esta mirando de reojo hacia la puerta de la oficina de Steve, donde este intentaba abrazar a Danny
Hacia tiempo Cho le había insinuado la afinidad que tenia con Watson pero la había ignorado por su fijación que tenia con el comandante. Tal vez era hora de intentar algo que si tenia altas posibilidades de funcionar