Hi, ¿cómo están? Primeramente me gustaría disculparme por la tardanza. Tenía que escribir esto con varios fragmentos de las ideas que tuve hace un tiempo y que anoté para poder decidir qué rumbo iba tomar la trama hasta el final y esta versión fue la que me atrapó con su contenido. Yo disfruté escribiendo esto y espero que les guste a ustedes también y no olvide de ayudarme con sus comentarios. Aceptó cualquier, bueno, malo, malísimos y cosas por el estilo xD.

Por cierto a quien me preguntó acerca de mi nacionalidad, realmente soy de Venezuela. Para servios.

Espero que le encante la lectura de este capítulo.

Disclaimer: Oregairu no me pertenece, aún (?)


Chapter 10: Orimoto Kaori

Realmente estoy nerviosa, muy nerviosa. ¿Cómo fue que quedé justo en su clase? ¿Sería una forma de redimirme? ¿Podría obtener el mismo sentimiento que hubo en la secundaria? Nunca imaginé volverme a encontrármelo. Sentí como un puñal se atravesaba en mi pecho, un dolor profundo tan solo al verlo allí, risueño, un poco más guapo de lo normal… se veía lindo. No pude evitar en sonrojarme. Pero, ¿podrá perdonarme? ¿Perdonará a una cobarde como yo que huyó para evitar enfrentarlo, alguien que no tuvo el descaro de desmentir aquellas verdades?

Hace algunos años atrás…

"Hachiman". Mi voz salió quebrada, realmente soy una persona detestable.

"Hachiman", volví a llamar esperando que me escuchara una vez más y al hacerlo, vi que reaccionó; me sentía aliviada por un momento y dejé escapar un par de lágrimas.

"Hachiman", volví una vez más a decir su voz en un tono suave lleno de preocupación ignorando todo lo que sucedía a mi alrededor.

"¿Q-Qué pasa?" me respondió aún en su estado deplorable. Yo estaba allí parada para ayudarlo cuando escuché la voz de alguien más que estaba hablando.

"Ah, ¿el acosador recobró su conciencia?" Hachiman estaba realmente confundido y para ese momento comenzó a llover lentamente, copiosas gotas de rocíos empezaban a tener cabida dentro del escenario.

"Ah, ¿no entiendes que ahora tienes la reputación de ser un acosador y un violador?"

"¿De qué hablas Sayako?" pregunté molesta, por primera vez en largo rato. Eso era una acusación falsa, ¿de dónde sacó eso? Hachiman no tiene esa reputación.

"Ah nada, solo que este chico comenzó a molestarte y buscarte en todos lados, lo de violador y delincuente no se mucho de los detalles, pero se rumorea que ha violado y sodomizado hasta que puedan seguirle sin voluntad a varias chicas." Respondió ella. Eso solo fue su invento, estoy seguro. Esto es por eso que hablamos antes, está molesta de que no todo salió como creía que iba a salir.

"Pero él no me molestó, y tú lo sabes" le grité eufórica por tan solo pensar en ello.

"Es verdad, esto fue por la apuesta que hicimos" respondió Sakura. Maldita perra, eso no deberías haberlo dicho. Es verdad que todo comenzó como un juego, pero nada esto lo es. Miré a Hachiman y él abrió los ojos muy confundido. No, esto no puede terminar así. Y-Yo no puedo perderlo.

"Apuesta, ¿d-de qué está hablando ella, Kaori?" él me miró pidiéndome que dijera que era mentira... pero no puedo escapar de la realidad, me sentía como una vil villana. Me mordí el labio y traté de defenderme con lo primero que me vine a la mente. "De nada, ella está inventándolo todo"

Perdí los estribos, parecía un demonio en ese momento. Mis dientes crujían de la rabia, ¿pero por qué demonios estaba tan molesta? Sentí que transgiversaban los hechos; aunque en parte era verdad, en parte eran mentira. M-Me dolió… ¿por qué duele tanto?

"¿Inventando, eh? A ver, a ver" mi ahora enemiga caminó a donde estábamos y colocó su mano en la barbilla. "¿Acaso no recuerdas que eso fue lo que te impulsó a acercarte a ese acosador para hacer su amigo? ¿No recuerdas que eso lo hiciste para conseguir que te ayudáramos con la campaña de la presidencia escolar? ¿O acaso lo olvidaste?"

"No la escuches, Hachiman" Eso no es así, no es como ella lo dice... créeme. Estaba a punto de llorar, mi corazón me dolía cada vez más. Sí, recuerdo haber leído acerca de esto.

"N-No puede ser" volvió a mí buscando la verdad, pero me sentí impotente…

"Cállate, eso no es así". Realmente lo amo.

"K-Kaori"

"Hachiman, no la escuches". No quiero perderte, no me dejes.

"No te creas tanto, todo fue una farsa" dijo una de las otras y yo me hallaba a punto de decir algo cuando él reaccionó con un tono sombrío negándose a escuchar lo que dije.

"Una farsa", su voz ya denotaba que ya no tenía fe en lo que dijera.

"Así es acosador". Lo miré y ahora estaba debatiéndose en su corazón como cuando uno se siente traicionado.

"¿P-Por qué Kaori?" me preguntó, pero no pude decir nada y comencé a llorar; no podía volver a verlo así que haría que me dejará ir para que encontrara otro amor.

"¿Por qué?, Hachiman. Por qué", Ya me habían pintado de malvada, tenía que terminar de serlo. "Porque eras la única persona que no podía llegar, eras la única que me ignoraba. Estabas por encima de mí en todo, te envidiaba, te odiaba, te quería fuera… Pero me enamoré de ti. A pesar de todo aquello eras alguien amable, dedicado y apasionado. Me enamoré de eso de ti, pero parece que no es posible que estemos juntos. Aun así." Estaba a punto de decirle que lo amaba que no sentí que alguien se acercaba a mí y me dio una fuerte cachetada.

"Cállate" Caí al suelo aún en shock para luego escuchar unas palabras que me hirieron más. "No tienes derecho de decir eso tras haberle hecho todo a él" su voz tenía veneno. "No tienes el derecho de amar a alguien como a Hikio".

Dejé de seguir su conversación porque estaba en shock, pero luego la miré. Allí parada estaba aquella chica que parecía cerca de él. Los celos me invadieron. Sentí que lo quitaban… Ella era una diosa benevolente como afrodita y yo era Hades revolcándome en el infierno.

"Yo no seré como ella, yo no te dije que 'te estaría esperando, aunque todos te olviden yo nunca te olvidaría. Que siempre estaría a tu lado sin importar qué'. Nunca te dejaré que te hagan daño de nuevo" mencionó.

"Perra" ¿Cómo se atreve? No, no te lo daré "Tú eres la culpa de que no pueda ser alguien más para Hachiman" traté de golpearla con toda mi rabia, pero ello lo evitó y me golpeó.

"No tengo la culpa de nada, esto todo es consecuencia de tus acciones"

Esas palabras me golpearon más que nada. Fui yo la culpable de haberlo perdido, fui yo quien lo hirió y fui yo quien no mereció su amor. Yo solo estaba allí de paso… nada más.

"Bueno clase, tenemos un nuevo alumno con nosotros. Así que espero que la traten bien y que la atienda lo mejor posible. Se transfiere de una prestigiosa escuela de Tokio a la nuestra para terminar el año dado que sus padres regresaron por cuestiones de salud."

Realmente eso fue un añadido. Primeramente había insistido tanto en salir huyendo y no enfrentarlo, me escapé de la realidad… pero realmente, ¿era posible hacerlo? Tarde o temprano uno paga las consecuencias de sus actos.

"Mi nombre es Orimoto Kaori, es un placer conocerlos"

Lo vi allí mirándome como si yo realmente estuviera allí para luego poner una expresión indiferente y dejar escapar un suspiro. Lo miré y luego observé a los demás, todos estaban muy felices, otros envidiosos… pero había una chica que me miraba molesta también. ¿Le habré hecho algo? Su cabello plateado no me recuerda a nadie…

"Tú"

Retrocedí por instinto y me incliné, no quería causar más problemas. La profesora nos mandó a sentarnos y yo pasé por su lado susurrando su nombre.

"Hachiman", casi con nostalgia. Pero, ¿podrá perdonarme?


No sé cómo sentirme justo ahora. Aún no proceso nada de lo que está pasando y justo tuvo que pasar junto a mí, tan solo el que susurrara mi nombre me dio un escalofrío. Siento que estoy a punto de ser objeto de una extraña obsesión… Nahh, eso no es posible, ¿verdad? Traté de tranquilizarme con ello y decidí prestar mayor atención a la clase. Yumiko se fue con su camarilla mientras las horas transcurrían hasta que alguien me llamó para sacarme de mi esquizofrenia e inmediato decidí que con solo escuchar mi 'nombre' era momento para huir.

"Hikki, espérame para ir al club"; estaba por escaparme pero puso una cara de puchero cuando notó que estaba tratando de dejarla allí. "Ni se te ocurra dejarme, voy por mis cosas".

"Está bien", mencioné antes de ver a Saki tomar sus cosas y dedicarme una mirada, luego vi a Yumiko suspirar y a Kaori… ¿ella estaba mirándome con tristeza? Oh no, viene para acá.

"Hola", ella me saludó para terror de los demás. Todos ellos me quedaron viéndome. "No pensé encontrarte aquí".

Unos murmullos comienzan a pasar entre el salón de clase; estaba por responderle cuando Yumiko vino a mi rescate tomando a Kaori por el hombro y llevándola a donde estaban sus amigos. Tomé ese instante como mi señal de salida. No quería enfrentarla. Ella volvió a verme, pero de seguro notó que ya no estaba.

Lo siento Yuigahama, después recibiré tus regaños.


Yumiko POV.

Dios, esta niña va a hacerle otra vez la vida imposible a Hikio. No puedo permitírselo. Decidí que lo mejor era caminar hasta donde se encontraba y presentarla a mi grupo, parece que llegué justo a tiempo para darle chance de que huyera.

"Hola, mi nombre es Miura Yumiko", y le susurré al oído… pero puedes llamarme Miura. Luego seguí presentándoles a los demás. Ella captó la indirecta y siguió el juego mientras que nos quedábamos a conversar y posteriormente salimos todos a nuestros lugares. Tobe y Hayama fueron al club de futbol mientras que Ebina iría a la biblioteca y yo me quedé con esta chica. "Pensé que no volvería verte de nuevo", le dije molesta.

"Yo tampoco", suspiró y me encaró. "Es bueno ver que te tiene a ti". Ese comentario me hizo sonrojar al darme cuenta de las implicaciones.

"N-No sé de qué hablas", digo volteando a otro lado. Mi rabia se disminuyó por unos instantes hasta que decidí dar un enorme suspiro para luego indicarle que me siguiera. "¿Qué haces acá?"

"Me transfirieron". Ella miró hacia otro lado para luego dejar escapar un murmullo que llegué a escuchar. "Pero de todos los lugares… tuve que encontrarme con él".

"Karma", yo también mencioné y ella abrió los ojos. Comenzó a reírse.

"La vida es irónica, ¿no lo crees? ¿Quizás nos está recompensando con lo que obramos?" Me detuve en seco y ella se preocupó. "¿Pasa algo, Miura?".

Una niña de pelo rubio estaba con sus muletas jugando con una muñeca en el porche del patio de la casa de su abuela. Estaban en temporadas de lluvia y ella estaba molesta; no le agradaba para nada eso.

"Como odio la lluvia", se decía a sí misma hasta que oyó el grito de un niño que parecía haberse caído en el charco. Se asomó a la calle y vio a uno de cabello negro que estaba buscando donde refugiarse de la lluvia. Claro, su casa se encontraba en una zona rural por lo que era muy difícil conseguir un sitio donde pasar la lluvia. "Oye, tú, te vas a enfermar".

"¿Qué?" la miró con desconcierto y luego asintió entrando al porche donde se sentó para secarse. La rubia le pasó un trapo para que se quitara lo mojado que tenía en la ropa. "Gracias, supongo".

"De nada…". Se le quedó viendo un rato y luego algo golpeó su memoria. "Tú fuiste el que me ayudó el otro día". El muchacho quedó confundido hasta que también se acordó de algo.

"Ah, pero si es la chica relámpago"

"¿Chica relámpago?" ella parecía confundida hasta que se dio cuenta de que eso era un insulto y comenzó a caminar hacia él para agarrarlo por el cuello. "¿A quién crees que le dices chica relámpago?", él se asustó un poco.

"Lo siento, no sé tu nombre" le informó y ella lo dejó dejando escapar un suspiro.

"Miura Yumiko", le esclareció.

"Hikigaya Hachiman". Le contestó también.

"Muchas gracias por ayudarme"

"¿Miura?"

"Lo siento, me acordé de algo nada más." Yo suspiré y dije que nada, pero realmente me llegó un recuerdo de hacía varios años; mi primer encuentro con él. "Vamos, por lo menos sería cortes de mi parte mostrarte la escuela".

"Antes de eso", ella jaló mi chaqueta.

"Si es por Hikio; ni piense en hablar con él. Solo les trae desgracias". Comenté, pero ella miró hacia abajo. El flequillo no permitía que le diera los ojos.

"Yo lo amo, todavía". ¿Cómo demonios puede decir esto? "Así que no me rendiré. Aunque me odie, haré lo sumo posible para que por lo menos podamos ser amigos. No quiero vivir en el pasado, quiero avanzar. Necesito enfrentarlo. No quiero ser más una cobarde". Sus palabras me golpearon nuevamente, ¿de verdad esta niña está diciendo eso? Sin embargo, noté como una lágrima corría por sus cachetes; yo suspiré nuevamente.

"Cuando la confianza está rota, es muy difícil recuperarla." Le dije antes de voltearme. Supe que ella se quitó esa lágrima que tenía encima y sonrió. "Pero no creo que sea imposible…"

Si yo estuviera en su lugar… realmente querría una segunda oportunidad. Así que… podría aceptar lo que pasó y seguir… Sí, como ella misma dijo: Hay que afrontar el futuro y no vivir en el pasado.

Aunque tengo miedo de hacerlo… es lo único que me une a él.


Caminé desde allí hasta al club de servicio. Suspiré al ver que estaba a salvo, aunque no por mucho. Yuigahama se me acercó y me dio un enorme regaño por haberla dejado esperando. Diablos, esta niña sí que no sabe cuándo dejar de fastidiar. Con tal que después de unas palabras decidimos entrar al salón del Club.

"Yahallo"

"Yo"

"Buenas Tardes, Hikigaya-kun; Yuigahama-san". Al parecer un poco de normalidad nos saludó de la princesa de hielo. "Creo que deberías dejar ese saludo", se masajeó la sien porque aparentemente tenía un dolor de cabeza.

"Lo siento, Yukinoshita… Pero siento que debo cumplir con mi labor en la sociedad en tratar de avisarte que esa costumbre de masajearte la sien puede ser un tumor cerebral cancerígeno peligroso en etapa terminal".

"¿Me quieres muerta, Hiki-asesino-kun?", preguntó con desdén.

"Nunca admitas nada incriminatorio, incluso si lo piensas". Le mencioné recordándome unas clases que me dio Sumire de defensa, aunque eran legales… me parecieron un poco, ¿extrañas? Casi como si alguna vez fuera a cometer algún fraude.

"Ya veo…". Suspiró y me miró con una sonrisa que prometía dolor. "Entonces lo mismo se aplica a mí, ¿no es así?".

Hice una mueca.

"Lo que sea". No tengo mucho ánimo de seguir el juego. Por un momento ella pareció decepcionada y comenzó a servir el té. Como siempre, Yuigahama estaba algo preocupada por nuestros intercambios verbales… pero ya se estaba acostumbrando.

"Parecen una pareja vieja…". Ella susurrró, pero ambos los escuchamos y ella se sentó rígida. "Por cierto Yukinon, esta mañana transfirieron a una chica nueva", sí cambia el tema para desviar sospechas… Espera, no, ese tema no es muy bueno.

"Ah verdad…" ella comenzaron a hablar mientras yo saqué un cuaderno de notas y comencé a escribir algo para después leer un libro que traje conmigo. No sé cuándo, pero llegó un momento en que me quedé dormido… posiblemente fuera porque no quede hasta tarde en la noche escribiendo, pero posiblemente fuera por la lluvia que comenzaba a caer esa tarde y el pequeño frío que comenzó a filtrarse por el sistema de ventilación que empecé a soñar...

Me había mudado a casa de mis abuelos por una temporada. Ellos tenían una casa en las afueras en una zona rural de Kyoto, era muy bonita a decir verdad. Sin embargo, en ese período fue uno lleno de tormentas hasta casi el final. Un día comenzó a llover a cantaros y me pidieron hacer un encargo, así que tomé mi paragua y salí junto con un impermeable para evitar resfriarme. Iba caminando por la zona rural para llegar al pueblo, el cual no quedaba muy lejos cuando vi a una chica de cabellos saltando sobre un charco de agua justo cuando un trueno descendió en los alrededores.

"Maldicion", fue lo único que murmuré antes de salir a ayudarla. "¿Estás bien?", le pregunté antes de escuchar un murmullo de auxilio, ella cayó y tuve que llevarla al hospital corriendo. Tiré mi paragua y corrí hasta donde se suponía que se encontraba y me atendieron. No sé cuánto corrí ni cuánto tiempo me tomó, lo que si recuerdo era su cabello y sus ojos entrecerrados pidiendo ayuda.

Amarillo y Jade.

"Hikigaya-kun"

"Hikki", escuché unas voces en lo que mi recuerdo terminaba atrayéndome a la realidad.

"¿Qué pasó?" pregunté, al parecer estaban preocupadas.

"Te estábamos llamando hace rato, Hikki. Pero no respondías". Yuigahama fue la que respondió. "Yukinon estaba diciendo que estaba lloviendo y que sería mejor irnos tempranos. Te preguntábamos si tenías paraguas."

"Ah sí". Soy un hombre preparado, claro que siempre traigo cosas así y las guardo en mi Locke quizás sean necesarias en algún momento.

"Eso es bueno, por lo menos seré libre si mueres en el camino a tu casa", Esta perra. "Así que por favor abstente de enfermarte más y que complique tu cuadro médico actual".

"Sí, si… Señorita Yuki-preocupada-san". Por un momento volteé a ver a la reina del hielo parecía que estaba sonrojada. ¿Mi ataque fue súper efectivo?

"No sé de qué hablas". Tomó sus cosas y salió tan rápido como pudo, quizás se molestó por algo.

"Mou, Hikki. No sabes leer el estado de ánimo", mira quién habla. "No deberías haber dicho eso después de lo que estábamos hablando". La miré buscando respuesta y se fue así como así.

¿Qué diablos pasó?

Decidí que también me iría, supongo que lo que pasó este día realmente fue algo que no tiene sentido… empezado desde el comienzo. Cogí mis cosas y con un suspiro, decidí irme a mi casa. Bajé a mi Locke y lo abrí para sacar de allí mi paragua. Cuando cerré la puerta estaba allí Kaori.

"¿P-Podemos hablar un momento?". Ella tenía los ojos rojos, ¿quizás estaba llorando? ¿Será algo que le hizo Yumiko?

"Tengo prisa". Suspiré, quiero irme a mi casa para no empeorar más este día.

"S-Será solo un momento".

"Está bien"

Decidimos caminar un poco. La escuela todavía tenía gente porque aún estaba lloviendo, aunque era muy pocos. Fuimos al techo y abrimos la puerta para sentarnos debajo de lo poco que quedaba para cubrirnos de la lluvia recostada en la pared.

"Parece que la vida se empeña en recordarme ese día". Nos habíamos sentado esperando que uno hablara, estaba por decir algo cuando ella me interrumpió. Apretó sus brazos por encima de sus piernas atrayéndolas a su cuerpo. "Soy una cobarde…"

"Kaori no creo…" estaba por terminar mi frase cuando me interrumpió.

"Deja que termine, por favor". Me pidió. Yo suspiré y decidí darle espacio. Ella respiró profundamente y continuó. "decidí que huir de mi pasado era lo mejor, no quería enfrentarlo. Quería olvidarme del y vivir en el presente con miras al futuro, pero me equivoqué. Siempre que lo hacía, la vida me daba una lección". Internamente pensé en el Karma, ¿qué irónico, no? "Y hoy estoy aquí, lloviendo frente a ti nuevamente… Quiero decirte lo que pasó realmente sin excusarme".

"Está bien…". No sé a qué quiere llegar.

"Pero antes, quiero hacerte una pregunta". Yo asentí. "¿Todavía me amas? ¿Todavía me odias? ¿Puedes Perdonarme? ¿Podríamos ser amigos?"

"Esa fueron cuatro"

"No me respondas ahora", parece que ignoró mi comentario. "Pero… sí. Todo comenzó como una apuesta. Quería usarte para llegar al consejo estudiantil, todo el mundo hablaba mal de ti y me hicieron una propuesta. Tenía que enamorarte. Si lo hacía podría estar a la cabeza de la presidencia estudiantil. Fui egoísta", ella suspiró y comenzó a sollozar inconscientemente. "Comencé con algo sencillo, pero mientras te fui conociendo… la que se enamoró del otro fui yo. Al principio no quería aceptarlo, pero al final entendí que no me importaba nada ni nadie con tal de estar contigo. Sin embargo, cuando estaba a punto de poner en su lugar a las chicas y de darlo todo el por el todo, apareció Miura y se fue al demonio". Guao, que vocabulario niña… pero creo que ahora tiene más sentido. "Tal como ella misma dijo, yo no tenía derecho a decir esas palabras. No y creo que no las sigo teniendo.

Ella se levantó y la miré algo desconcertada, luego se inclinó hasta tocar el suelo con su frente delante de mí.

"K-Kaori, ¿qué haces?"

"Lo siento mucho, Hachiman". Yo quedé allí por un rato viendo derramar sus lágrimas y no lo soporté. Ella ya ha sufrido mucho, no vale la pena estar haciendo lo mismo por tanto tiempo.

"Ya, levántate". Dije cansado, no quería darle a entender que me estaba preocupando que comenzara a mojarse con la lluvia hasta el grado de enfermarse.

"Entonces, respóndeme". Aún no quería levantarse hasta que le contestara las preguntas.

"Está bien". Suspiré profundamente y decidí responder. "No, no te odio. No, no te amo. Sí, si te perdono… ¿Amigos? No lo sé."

"Pero no es un no" ella estaba refiriéndose a la última pregunta.

"No, todavía no lo es" me levanté y la jalé para que me viera a la cara. "Y vamos a irnos de aquí, te vas a enfermar."

Yo comencé a bajar por las escaleras y ella me siguió. La esperé para que se secara en el baño dado que estaba vuelta un desastre. Cuando terminó de hacerlo, decidimos que era momento de irnos a casa. Ella no trajo nada con que irse así que la ayudé. Me mostró el camino a casa, estaba muy cerca de mí para mi molestia y para mi fastidio estaba disculpándose a cada momento.

"Basta". Nos paramos debajo de una estación de autobuses. "Puedes dejar de ser tan hilarante, Kaori"

Esas palabras hicieron un tic en los dos. Ella comenzó a reírse poco a poco y luego siguió con lo mismo, yo me uní al poco tiempo y pasó un rato largo hasta que se acabó.

"Hilarante como siempre, Hachiman". Ella me dio una sonrisa. "Aquí estará bien, gracias".

"¿Segura?". Dije dudoso.

"¿Oh, que tenemos acá? ¿Un caballero? No te preocupes por mí Hachiman, no es necesario que lo hagas. Sé cuidarme sola". Ella comenzó a decirme antes de darme un abrazo. Eso me tomó desprevenido, pero no tanto como lo que me susurró después de ello y antes de separarse de nuevo de mí. "Pero eso no quita el hecho de que estaré a tu cuidado desde ahora. Adiós". Ella tomó el autobús que llegó en ese momento y se fue, yo por mi parte quedé allí un rato pensando. Me senté en un banco y por unos instantes me distraje tanto que no noté que alguien estaba tomándome de los hombros.

"Hoy estás muy distraído, eso no es normal en ti". Una voz femenina me llamó la atención de vuelta a la tierra, era Yumiko. La miré por unos instantes hasta que ella cerró su paragua y se sentó a mi lado. Ya había pasado un buen momento desde que Kaori se fue y llegaba ella.

"Solo pensando".

"¿Pensando?". Parecía que dudaba de mí, yo miré hacia arriba y encontré con sus ojos preocupados más que dudosos. "Pasaron muchas cosas raras hoy, ¿no crees?" le dije y ella sonrió.

"Al parecer hay tormentas que son más furiosas que otras, ¿verdad?". Ese razonamiento me hizo reírme de las cosas que pasaron la semana pasada.

"Tienes razón".

"¿Hay algo que te moleste?". Quizás no me creyó cuando le dije lo anterior, ¿quizás sea mi cara de preocupación? Suspiré y decidí contarle algo, quizás se moleste por saber de cuál es la persona que está implicada en el hecho.

"Bueno… pasó algo en el club de servicio que me incomodó. Fue extraño"

"Extraño, ¿cómo qué?". Al parecer ella tampoco entendió.

"Me quedé dormido y luego Yukinoshita preguntó que si tenía como irme bajo la lluvia, pero le respondí casi como siempre; tu sabes, con algo burla sarcástica. Pero, lo más extraño es que se puso roja, salió molesta y se fue. Yuigahama salió luego de ella regañándome".

"Eso es extraño". Bueno, parece que no fue el único en notar el errático comportamiento de la reina del hielo. "No le prestes mucha atención, quizás estaba de malas. No tienes por qué estar buscándole a todo una razón. A veces las mujeres actúan así por qué sí".

Bueno, tiene razón. Le estoy dando mucha vueltas a ese asunto. Suspiré en cuanto vi que la lluvia se detuvo. Mi paragua se había secado lo suficiente como para colocarlo dentro de mi mochila, me aseguré que estuviera todo hasta el cuaderno de anotaciones importante que usé desde niño para mis ideas más brillantes. Luego de eso seguí adelante con Yumiko para escoltarla a su casa dado que ya era muy de noche. Yo me despedí de ella y seguí mi camino pensando en esas palabras.

"Sé que fui la culpable, Hachiman… Pero no dejes de creer en el amor, por favor."


Hikio se fue justo después de dejarme en la casa. Se veía preocupado. No creo que sea por lo de Yukinoshita sino más bien por otra cosa. ¿Quizás fue mala idea dejar que Orimoto fue tras él? No, realmente no se veía fuera de sí por ello. Me lo hubiera dicho… No creo que darle vueltas al asunto me vaya a dar las respuestas que necesito. Suspiré y decidí entrar.

Mi casa estaba sola como suele estar en estos días. No es extraño; me hubiera gustado que se hubiese quedado acá conmigo. Miré hacia la sala y subí a mi habitación. No tengo realmente ganas de comer con lo que pasó hoy así que comprendo bastante bien como debe sentirse Hikio. El aire estaba ajustado a temperatura ambiente y me eché sobre la cama con mi uniforme mirando al techo; aún recuerdo las palabras de aquella niña.

"Miura, ¿te gusta Hachiman, no es así?" Yo me había quedado en shock por eso.

"No creo que te incumba".

"Recuerda las palabras que me dijiste el día en que nos encontraste a los dos." 'No tienes derecho a amar a alguien como él', sí, las recuerdo bien. "¿Tampoco tienes el derecho de amarlo?"

"Ya te dije que no sé de qué hablas, Orimoto-san" mencioné casi molesta.

"Estás cometiendo el mismo error que cometí yo", se volteó y se fue caminando luego de que le hubiera dado la información de dónde encontrarlo a estas horas.

Pero esas palabras me dolieron en el alma. Ella lo perdió porque no pudo ser sincera con él desde que supo que estaba enamorada hasta que fue demasiado tarde, ¿estoy haciendo lo mismo? Pensar en eso hace que sienta un nudo en el estómago.

No quiero perderlo, no, no otra vez…


En algún lugar de Chiba, en el apartamento de una damisela que amaba los Pan-san y que era su fan número uno; se encontraba Yukinoshita Yukino preparando la cena. Pero su cara no estaba fija en la comida.

"No puedo concentrarme", suspiró antes de seguir hacia uno de sus muebles buscando algo en específico, un libro con cubierta de gato. Se sentó y lo abrazó como nunca lo había hecho. Su corazón se encontraba contristado, acelerado y le dolía mucho. "No puede ser él de entre todas las personas…"

POV Yukinoshita

Estaba fastidiada de que no me escuchara a la primera. Habíamos estado hablando de Orimoto Kaori y de que Hikigaya-kun la conocía aparentemente, según la versión de Yuigahama. Traté de llamarlo, pero estaba mirando a la distancia con los ojos cerrados. Dios, se había quedado dormido. Lo iba a despertar cuando noté que su cuadernos se cayó, cuando lo fui a recoger mi corazón se detuvo prácticamente…

En el cuaderno tenía apuntes de la trama de mi libro, de aquel recuerdo de mi infancia. Era uno especial que escribió alguien para mí y que atesoré. Se suponía que nadie más lo tenía…

A no ser…

Ese pensamiento me distrajo hasta ahora e incluso me puso molesta y me sentí avergonzada al mismo tiempo. Él era el príncipe que salvó a la princesa de aquellos niños que la molestaban; él era aquella persona de mi infancia.

"Yukkii", siento que alguien me llama como si viera a dos fantasma jugar.

"Hachiko". Una lágrima corrió por mí rostro cuando le devolví el saludo. "No te olvides de mí, ¿está bien?"

"No creo que pueda olvidarte", me aseguró.

Sin embargo… ambos nos olvidamos del otro. ¿No es así, Hachiko?

"Hikigaya-kun"


Fin.

Bueno acá terminó el capítulo. Como verán, cosas del pasado se están dando a la luz pero solo es el comienzo. Hay mucho drama que se está gestando tras bambalinas y que irá aumentando a medidas que la trama avance. El siguiente capítulo estará centrado en el arco del festival escolar y algunas sorpresas más.

Otra cosa que espero que sea sorpresa –para bien- es cuando vuelva a actualizar.

Por eso, antes de dejar esta página. Es urgente de que dejes tu opinión, quizás te sorprenda que el que me guste los comentarios del fanfiction, pero también es una motivación para poder subir el siguiente capítulo. –No les voy a mentir, siempre espero llegar a cierta cantidad de comentarios antes de subir al siguiente… Así que. Gamabare (?)

Nos vemos en el siguiente capítulo.