Antes de comenzar, quiero decir que soy un gran fan de Oregairu y ya me he leído casi todos los Fict de este sitio web. Por lo que ahora publicaré una historia llena de drama y romance. Agradezco sus comentarios, sea en inglés o español. (no usaré la raya "──" en este fict ya que no es costumbre para otros verlas)

By reader in English, I hope translate my fict to English, so, we need some people help me. Are you interest in that way? Send me a PM. My English not is very good, for that reason I need help.

Prólogo

No soy dueño de Oregairu.

Inesperadamente Diferente

¿Una promesa?

Veo a una chica de cabello indistinto, no recuerdo su cara ni su voz exactamente, pero está allí detrás de un árbol en algún lugar. Está de espalda y no veo su rostro, el viento sacude los pétalos de los cerezos del lugar y veo que su largo pelo se agita. Y entonces, unas palabras vienen a mi mente.

"Te estaré esperando, aunque todos te olviden yo nunca te olvidaré. Siempre estaré a tu lado sin importar qué".

Un recuerdo vago a decir verdad. Ah sí, me quedé dormido otra vez mientras iba en el tren con destino a mi horripilante situación escolar. Aun voy en mi primer año de secundaria, mi vida se ha vuelto un vaivén de emociones con cosas del amor, comenzando desde la primaria. Todos me ven como un delincuente y a quién le importa realmente eso, pues a mí no. Es culpa de la sociedad.

"Amor". Que palabra tan vacía. La gente busca solamente usar ese estereotipo para no sentirse solos, incluso la amistad es una zona peligrosa que usan los más populares para mantenerte a raya lo que le incomoda. Dicen ser tus amigos, amigos de todos pero, simplemente se guía por lo superficial.

Veo que la gente pasa junto a mí charlando amablemente. Los pétalos de los cerezos de esta plaza anuncian que estamos en primavera, una época donde florecen emociones. Vaya forma de malgastar el tiempo. Paro en mi camino a clase y me siento en una banca distante observando con indiferencia a los transeúntes, algunos me ven y huyen. Mis ojos muestran indiferencias, son de tamaño mediano más no son para asustarse. Oh, ya recuerdo, son compañeros de clases que saben de 'mi reputación'. Suspiro como si no tuviera otra cosa que hacer y visualizo de nuevo a mí alrededor viendo otra vez toda esa habladuría de la que suele conversar la gente en su juventud, cosas sobre vivirla al máximo. Simplemente, los Raijuu son unas criaturas extrañas.

"Amigos"

Una palabra que se usa para decir quiénes una relación estrecha con alguien más, solo es otro estereotipo que la sociedad dicta para determinar lo que la misma palabra ella significa:

Sociedad = Unión de personas con un interés común. Mi definición de amigo va más allá, pero eso no importa ahora.

Me levanto y miro a mí alrededor caminando tranquilamente por la acera viendo la hora en un reloj, distinguiendo que voy a llegar tarde a mi turno de la mañana me apresuro para llegar, por lo que tomo el paso peatonal con otras personas que camina junto a mí ignorando mi existencia.

Tengo que tomar algunos más, y para colmo dejé mi bici en casa por falta de repuesto. Tallé mis ojos por la falta de sueño reparador y comencé a caminar de nuevo, estaba cerca ahora de mi destino y me veía ahora en una calle desolada en una cuesta que dividía la entrada de mi secundaria a otra subalterna.

De pronto en la intercepción veo un camión acercase a mí por lo que obviamente me aparto. Sin embargo, alguien más no lo ha escuchado.

"¡Ey!" digo por instinto pero no recibo respuesta alguna.

Mi oyente parece ignorarme, lleva audífonos.

Me fijé bien y noté que era una chica linda, pero no tenía que pensar en ello. Rápidamente corrí hacia donde estaba y la tomé por el brazo apresurando el paso, sacándola de camino y evitando el peligro.

"Oei" refunfuñó molesta por el contacto físico. Sin embargo, cuando vio que la quité del camino por el camión dejó escapar un murmullo que no escuché.

"Deberías tener más cuidado", digo y tomo mi bolsa para luego seguir mí camino, no le presté mucha atención a su apariencia y decidí seguir mi rumbo. Quizás trató de decirme algo pero iba tarde así que no la escuché.

Como siempre, a la entrada de la secundaria la gente que pasa por mi lado, se aparta inmediatamente o simplemente me ignoran. Sin embargo, a pesar de toda mi personalidad evasiva, una chica me saluda en cuanto paso por el pasillo principal que lleva directo a mi salón de clase.

"Hola Hikigaya" me volteo a ver quién es el que me llama hacia atrás ya que no sentí que alguien me seguía.

"Oh, Orimoto" digo sin mucho ánimo, dándole un típico saludo de mi parte. "Yo".

"Que hilarante, Hikigaya", rió. Sus ojos marrones combinado con su cabello y carisma la hacían ser muy sobresaliente entre las chica de mi grado.

"¿Deseas algo?", pregunto confundido ya que ni siquiera me había hablado antes.

"Hilarante", vuelve a reír. ¿Acaso no se cansa de esa palabra? Ha hablado apenas unos minutos y ya la usado más de dos veces, creo. "solo quería saludarte, sabes". Me dijo con una sonrisa antes de seguir adelante a la misma clase a la que voy, yo la seguí de lejos para evitar que hubiera malentendidos.

A decir verdad, no me importan mucho los rumores pero son fastidioso que la gente susurre a tus espaldas hablando de ti, hubiera sido unos años atrás me hubiera molestado pero ahora es diferente. Seguí y me senté en mi puesto sacando una novela ligera sin mucho que hacer hasta que llegara el Sensei, fue así hasta el final del día por lo que decidí tomar mis cosas e irme del sitio. No lo aguanto.

"Oh, Hikagaya", ¿soy yo o parece que mi nombre se ha vuelto trillado esta mañana, no? Me doy la vuelta y es otra vez Orimoto, ¿qué quiere esta vez? "Es Hilarante no responder con un qué ni siquiera, ¿sabías?"

"¿Qué?" dijo ya cansado de que me siga molestando, me quiero ir a casa.

"Solo quería saber si me puedes ayudar con algo" contestó haciendo que me confundiera y ella prosiguiera con su explicación, "quiero que acompañes al centro comercial a comprar algo" yo sigo confundido, pero me pica la curiosidad.

"¿Por qué yo?" pregunto sin muchas vueltas.

"Es que, como siempre te veo leyendo, seguro podrías ayudarme a comprar un libro". Ah, con que era eso. Un libro, suspiro largo para luego seguir caminando e ignorándola un poco. "¿No me vas a responder?".

"No lo sé, ésta semana estoy ocupado" medio mentí, pero ella se alegró por un momento. ¿A caso le di alguna esperanza para que ese brillo en sus ojos apareciera? Seguro si Komachi estuviera aquí me daría un pulgar arriba dándome su aprobación.

"Eso es un tal vez, entonces" dijo mientras pasaba por el frente mío y seguía de largo. "Nos ponemos de acuerdo para la semana siguiente" dijo antes de cruz por la puerta principal y desaparecer.

"Que rayos", no puedo creer que esto me esté pasando. Supongo que tendré que más que pensar cuando llegue a mi casa esta tarde, y así fue. Salí de la institución y caminé hacia afuera por la intercepción que hablamos antes y algo me llamó la atención. Había alguien recostado de la pared como si estuviera esperando por alguna persona, caminé de largo por unos minutos hasta que escuché una voz que resonó detrás de mí.

"Oi, no te enseñaron que es malo no saludar a la gente", vaya actitud agresiva. Vi por todos lados pero no encontré nada así que seguí caminando. "¿A caso estás ciego o me ignoras?" preguntó esa voz dándome cuenta que era la persona que estaba recostada de la pared en la intercepción, llevaba el uniforme de la otra escuela que quedaba por el camino derecho en ese lugar. Si mal no recuerdo, era la secundaria de Serin.

"Ah disculpa, ¿necesitas algo de mí?" pregunté a esa persona aun extrañado, no la reconocía. La sombra del árbol en aquella puesta de sol a penas dejaba que viera bien su rostro, si esto no me estuviera pasando ahora mismo, pensaría que es la escena donde el chico conoce a la heroína en su juego de citas e inicia su ruta. Raro, me pellizqué la mano y me di de cuenta que era la vida real así que no tuve más remedio y me acerqué a donde estaba.

"En realidad estás ciego", dejó escapar un largo suspiro antes de caminar ante mí. Mientras lo hacía decidí detenerme para mantener distancia, había escuchado de ladrones que esperan a su víctima, los engañan para luego robarlos. Sin embargo, no pensé que fuera una chica quien estuviera viéndome directamente. ¿También las contratan para este tipo de trabajo? ¿A caso esta gente no tiene dignidad hoy día?

"Disculpa que lo pregunte, pero, ¿te conozco?" digo aun si poder ver bien su rostro. En cuanto sale por fin de la sombra del árbol logro visualizar un cabello rizado de color amarillo. Era una chica que llevaba una falda corta, una camisa con el sello de Serin y cargaba su teléfono jugando para luego guardarlo en su bolsillo y darme la cara. Sus ojos eran verdes y tenían apariencia de ser una persona dominante.

"¿Enserio?" preguntó haciendo que me rascara la nunca.

"No te había visto, además, es raro que la gente me hable". Razono para mí siendo en parte una gran verdad.

"Esta mañana, camión" dijo tres palabras haciendo que cayera en una profunda confusión. "En verdad, ¿no lo recuerdas?" dijo haciendo que me pusiera a recapitular en lo que sucedió en la mañana. A ver, me levanté tarde por haber quedado hasta altas horas de la noche despierto, comí la comida de Komachi y la dejé en la escuela. Pasé en tren porque no conseguí mi bicicleta y en el camino a mi escuela saqué del camino a una chica, llegué y todos me ignoraron. Orimoto me saludó… Ah, espera. Salvé una chica. Claro, debe ser ella.

Al parecer se dio cuenta de que me di cuenta de que me acordé de ella y sonrió.

"Gracias" dijo tratando de saber mi nombre.

"Hikigaya Hachiman" le mencioné haciendo que volviera hablar.

"Gracias Hikigaya" me dijo antes de darse la vuelta. "Miura Yumiko" expresó caminando en la misma dirección a donde iba yo.

"Vas hacia allá" traté de que sonara como una pregunta. Ella asintió y comencé a caminar en la misma dirección. "Yo también vivo hacia allá", por alguna razón no sentí rechazo ni nada por el estilo, es más, era como la conociera desde hace mucho como para sentirme a gusto con su presencia.

Caminamos un rato haciendo comentarios triviales acerca de la escuela, ella me preguntó cómo era mi secundaria y quienes iban en ella. Luego me preguntó el porqué ingresé allí y luego ella me respondió las mismas preguntas.

"Es un lugar tranquilo, la gente es amable y social conmigo" hizo una pausa antes de seguir con la repuesta a la otra pregunta, "la razón por la que entré allí fue por una persona" me dijo a sabiendas de que podía ser un chico o una amiga. Suspiré, al menos sus respuestas fueron más nutridas que las simples mías. Claro que responder, 'bien' y 'quedaba cerca a mi casa', era más que aburrido.

Ella se detuvo viendo que habíamos llegado a su casa. Era un sitio grande comparado con mi casa, mi pequeño hogar.

"Mi padre es abogado", oh, así que por eso ella es agresiva. Gajes de la industria, supongo.

"Ya veo" dejé una simple repuesta a su declaración. "Tu casa no está lejos de la mía, ciertamente". Dije sin ninguna intención oculta.

"¿Vives cerca?" me preguntó.

"A unas cuadras de acá" le contesté.

"Entiendo", ¿ah? ¿Qué es lo que entiende? Seguro que no había ningún significado especial en mis palabras, eso es innegable. "Normalmente no me gusta estar sola en casa, ya que mi padre no llega por sus viajes continuos por su trabajo. Y mi madre, ella a veces llega de madrugada y vuelve a salir por lo que estoy sola. Ella es doctora", terminó de decir.

"Bueno, mis padres también trabajan hasta tarde y a penas los veo" ella sintió que estábamos en el mismo barco, "pero tengo a Komachi".

"¿Qué es eso? ¿Arroz?" río haciendo que la quedara viendo algo molesto. Nadie ofende a mi hermanita pequeña y se sale con la suya.

"Es mi hermana pequeña". Ella soltó una expresión de haber comprendido a lo que me refería.

"Es bueno no estar solo, aunque sea tu familia". Por algún motivo me sentí mal por ella ya que dada su situación, podía ser un solitario peor que yo. Sin embargo, ella no lo era. Sentía curiosidad, tenía un aire similar al mío pero alegre. ¿Cómo lo logró? ¿Magia?

"Se está haciendo tarde, mejor entro", dijo ella de repente para romper el silencio incomodo que se formó tras haber dicho lo último.

"Tienes razón" dije para seguir caminando, sin embargo, algo me dijo que volteara y así lo hice. Ella estaba tratando de abrir la puerta cuando vio que me di vuelta, era algo incomodo verla a la cara por lo que miré hacia abajo tratando de desviar la mirada. "M-Me gustó hablar contigo" dijo con mis orejas rojas por la vergüenza de decir todo aquello.

Levanté mi rostro y mi interlocutor no escapaba de la misma manera, estaba algo colorada y volteó su rostro para luego decir algo. "A-A mi también", respiró fondo y siguió. "Pero ya estoy enamorada de alguien" me dijo evitando malentendidos, como si hubiera tratado de llamar su atención.

"Ok, nos vemos" al parecer mis palabras irrelevantes y sin ningún interés en ella hicieron que me dijera algo.

"Gracias nuevamente por lo de hoy", no volteé pero alcé mi mano en señal de que la había escuchado y aunque no sabía que expresión tenía exactamente, podía sentir una risilla detrás de mí y lo lejos.

"Hasta mañana, Hikio"


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