Disclaimer: Esta es la traducción del fic con el mismo nombre, cuya trama, ideas y desarrollo pertenece a Mrs Scorpius Malfoy, quien muy amablemente me ha permitido compartir. Los personajes mencionados pertenecen a Masashi Kishimoto, y en esta historia se presentan sin ningún fin de lucro. Cabe decir, que está prohibido re-suban esta traducción/trabajo de la autora ya mencionada. Yo, Aricat, no tomo el crédito de esta hermosa historia.


Ahora

Sakura siempre fantasea con tener una verdadera reunión con sus dos ex compañeros de equipo y maestro. Ella imagina que pasarían el día entrenando, lejos de Konoha, porque los cuatro son capaces de destruir sus alrededores con ataques básicos. Calentarían juntos, haciendo un entrenamiento ligero antes de pasar a técnicas más desafiantes. Ella y Kakashi serían oponentes, mientras que Naruto y Sasuke se irían solos a hacer Dios- sabe qué, porque son los únicos capaces de igualarse entre sí.

Entonces, ellos se juntarían en pares. Ella y Sasuke estarían en un equipo, mientras que Naruto y Kakashi en otro. Su día de entrenamiento terminaría con uno de los dos equipos victorioso, y Sakura mantendría un registro de todas las veces que ha ganado y perdido contra sus compañeros de equipo en su diario personal. De esta manera, cuando sea demasiado vieja para moverse, retomaría sus escritos para recordar los momentos que pasó con su amado equipo.

Ellos siempre terminarían su día en Ichiraku, a petición de Naruto, por supuesto. Ella y Kakashi tratarían de convencerlo de buscar otro lugar para comer, mientras que Sasuke se sentaría en silencio entre sus compañeros para disfrutar de la humeante comida. Naruto luego señalaría su parte favorita del día, que es, casi siempre, cuando atraparía a Sasuke con la guardia baja y luego procedería a darle a patearle el trasero. Sasuke soltaría un bufido, recordándole a su mejor amigo el gran moretón que le dejó tan elocuentemente en el cuerpo y que Sakura tuviera que curarle.

Sakura los escucharía discutir, imaginando que sus voces son los sonidos que le hacen más feliz. Cuando se saliera un poco fuera de control, ella le daría un puñetazo a Naruto en la cabeza y le diría que se disculpe con Sasuke-kun. Kakashi los miraría a los tres, orgulloso de lo mucho que sus estudiantes han logrado desde que los conoció cuando eran genins.

Y luego, una vez que estén listos para separarse y regresar a sus propios hogares, Sasuke la acompañaría a su apartamento. No diría mucho, sólo sí y no para mantener una conversación ligera y cómoda. Cuando llegaran a la puerta de Sakura, ella se para delante de él durante cinco segundos, cinco respiraciones, y esperaría a ver si Sasuke se inclina para besarla. Ese sería su primer beso, privado de sus compañeros de equipo y con la luna como su único testigo. Si él no la besara, entonces ella se despediría con una dulce sonrisa y la promesa de verlo al día siguiente.

Sakura siempre piensa que así sería su vida de posguerra. Fácil, ligera y predecible. Ella y Sasuke se casarían, y tendrían una hermosa casa con una familia encantadora, y pasarían el resto de sus días cuidando de un pequeño jardín en su patio trasero. Pero las cosas nunca van tan bien para los shinobi, incluso en tiempos de paz.

Y ahora, en lugar de vivir su fantasía de una reunión pacífica con sus compañeros de equipo, se encuentra enfrentándose a ellos con incertidumbre.

Kakashi se encuentra con ellos fuera del santuario Naka. La luz de la luna se refleja en su cabello gris mientras que también ilumina la cabeza rubia de Naruto. Sasuke no se ha girado para mirarla. Él dice que se encuentra bien, pero su lenguaje corporal habla de otra manera y Sakura siente que su batalla aún no ha terminado. Se muerde el labio inferior y prueba el tinte que se usó para pintarlos en la ceremonia que tuvo lugar en la dimensión de Indra. Le recuerda que todavía lleva el traje de novia, que su cara está cubierta de polvo blanco y que su cabello es más largo que nunca.

Tal vez es por eso que Sasuke no quiere enfrentarla. Todavía no se ve como ella misma, y puede desencadenar recuerdos de cuando casi la pierde.

"Bienvenida de nuevo, Sakura," habla Kakashi, aunque sus ojos están enfocados en Sasuke. "Estoy muy feliz de ver que estás a salvo."

Ella sólo puede ofrecerle una débil sonrisa. Repite las palabras de Sasuke en su mente, haciéndola regresar hasta hace un par de semanas cuando él pensó que pedirle ayuda no era necesario. Es posible que haya pasado una cantidad indefinida de tiempo en la dimensión de Indra, pero la forma en que su radar capta las señales de Sasuke sigue funcionando perfectamente y está tirando de su corazón.

Todavía hay más demonios con los que luchar. Y esta vez no hay un antiguo chakra que se la lleve o una enfermedad que al le mata lentamente. Esta vez, por una vez, son sólo ellos dos contra lo que está afectando actualmente a Sasuke.

Sakura da un paso adelante, sintiendo el peso de sus ropas de novia y su cabello. Ella tuerce la cabeza molesta, habiendo perdido el hábito de caminar con trenzas que le llegan por debajo de la espalda. Su cabeza sigue torciéndose, y ahora está girando.

"¡Sakura-chan! ¡Teme!"

Lo último que ella escucha es la voz de Naruto. Lo último que ella ve antes de tocar el suelo son las rodillas de Sasuke rindiéndose y dejándolo caer.

Y entonces, todo se vuelve negro.


Después

Beep.

"¿Crees que se despertará si escucha mi voz?"

Beep. Beep.

"Creo que puede que te golpee contra la pared si te escucha con ese tono. Y si no fuera por Sakura a golpearte, es por la experiencia de Sakura, porque Hinata no sería feliz recibiendo a un marido golpeado, yo lo habría hecho hace mucho tiempo."

Beep.

"¡Ow, Ino! ¡Estás hablando con el futuro Hokage 'ttebayo!"

"¡Shuss tú!"

Beep.

En medio del monitor de frecuencia cardíaca y dos voces, los oídos de Sakura comienzan a captar más sonidos a medida que recupera su conciencia. Sus párpados se agitan, permitiendo que su vista se adapte a la luz fluorescente que ha conocido desde que comenzó a estudiar medicina. Eso se siente como algo muy lejano, mucho más que siete u ocho años.

Poco a poco comienza a reconocer la maquinaria junto a su bastante incomoda cama de hospital. Sus ojos viajan de las máquinas a las paredes blancas estériles, a las cortinas igualmente blancas, a la vía intravenosa en su brazo, a los dos rubios que están a la orilla de su cama.

Su cabeza aún da vueltas cuando sus dos visitantes notan que ella ha abierto los ojos. "¡Sakura-Chan!"

Naruto se apresura a su lado izquierdo y acuna su cabeza en sus manos. La preocupación en su voz y sus movimientos fueron tan repentinos que Sakura gruñe de incomodidad.

"¡No le toques la cabeza de esa manera! Probablemente esté mareada."

Sakura siente que alguien la toma por el costado derecho y se encuentra mirando fijamente a la hermosa cara (aunque nunca lo admitirá en voz alta) de Yamanaka Ino. La expresión de su mejor amiga se relaja cuando conectan los ojos. Verde sobre azul. Los mismos que Sakura ha conocido desde que era una niña.

"Ino..."

De vuelta en la utopía de Indra, Sakura pensó que nunca más volvería a ver esos ojos. Sintiendo una ola abrumadora, se cubre la frente con la mano y espera hasta que su cabeza deja de girar. Una vez que se siente estable, Sakura levanta la parte superior del cuerpo del colchón y se sienta en su cama mientras sus dos amigos rubios toman asiento a cada lado.

"Hey, Frente. Me alegra saber que lo primero que sale de tu boca es mi nombre. Deja de hacerme sentir especial."

Sakura tiene que contener sus lágrimas. Ino. Su Ino, quien pensó que estaba muerta y desaparecida, está brillando a su lado mientras toma su mano derecha.

"Nunca... -Yo, es sólo- es complicado. Lo siento," se disculpa Sakura mientras se limpia las lágrimas con su mano libre.

"Está bien, Naruto me contó la mayor parte."

"O al menos lo que supe de Asura. No entiendo por qué a las personas del pasado les gusta hablar con un lenguaje complicado," Naruto se rasca la parte de atrás de su cabeza y Sakura vuelve a sentirse de doce años, inocente, siendo amiga de un ninja cabeza de chorlito que constantemente gritaba que algún día se convertiría en el Hokage.

Y su sonrisa se siente muy sincera. "Te lo diré en un segundo," le dice a Ino antes de volverse hacia su antiguo compañero de equipo. "Naruto, está él… ¿Sasuke-kun está bien?"

La habitación cae en un silencio que sólo es interrumpido por el pitido de su monitor de ritmo cardíaco.

Beep. Beep. Beep.

"¿Naruto?" ella pregunta de nuevo, encontrando difícil tragar ya que los peores escenarios le vienen a la mente.

"¡Él está bien!" Naruto le da un ligero golpe en el hombro, su característica sonrisa en su rostro "No te preocupes demasiado por él y empieza a preocuparte por ti misma."

Pero Sakura conoce demasiado bien esa sonrisa como para saber que Naruto está fallando en engañarla. Es la misma que él tenía cuando le prometió traer a Sasuke de vuelta hace tantos años. Es una expresión que intenta asegurarle que todo está bien, pero que, de hecho, Naruto tiene una carga más pesada de la que sus hombros pueden soportar.

El silencio de Ino tampoco ayuda.


Desequilibrio de chakra.

Eso es lo que la Quinta Hokage dijo que era.

Sakura se desmayó porque de repente la golpearon con el chakra que le habían quitado cuando apareció Indrani.

Mientras que para el propio Sasuke, Tsunade cree que se desmayó como resultado del mismo desequilibrio de chakra y por agotamiento. Él es sólo humano, después de todo. Incluso los guerreros más poderosos caen de rodillas de vez en cuando.

Ya está completamente despierto. Consciente de su habitación de hospital y de la forma en que la luna brilla contra las paredes blancas. Consciente de sus ojos mirando al techo, no dispuesto a levantarse a menos que sea necesario. Se pregunta si Sakura se ha despertado ya; Ella ha estado fuera de consciencia por un día más que él.

Sasuke cierra los ojos, sintiendo que la roca que se ha asentado en su pecho lo presiona una vez más. Se pregunta, si él trata de viajar entre dimensiones, tal vez él encuentre la realidad que necesita volver a visitar.

Su antigua casa. Su cocina. Madre, padre, hermano… sentados mientras le esperan.

Sasuke todavía puede sentir los brazos de su madre envolviéndole con fuerza, cómo se sentía tan pequeña en comparación con él. La expresión orgullosa y triste de su padre. El último toque en la frente por parte de Itachi.

Y él los extraña. Después de todo este tiempo, todo este dolor y aceptación de que se han ido, una vez más los extraña como solía hacerlo cuando era más joven.

Sasuke tiene que tragar para evitar que las lágrimas se derramen. Ni siquiera puede contar cuántas veces ha hecho eso desde que se despertó. Le dijo a Naruto que le dejara solo, y se sintió un poco aliviado cuando su mejor amigo obedeció su petición y fue a hacer compañía a la forma durmiente de Sakura.

El desea. Oh, cómo desea volver a ese limbo, esa entrada a un punto luego de la vida en la compañía eterna de su familia.

Cubre sus impares ojos, una vez más consciente de su decisión de desechar el brazo izquierdo artificial porque es un recordatorio de cómo casi perdió a Sakura y casi recuperó a su familia.

Sasuke no puede recordar la última vez que lloró tanto. Tal vez fue cuando descubrió la verdad de Itachi a través de Obito, o cuando finalmente se rindió ante Naruto y admitió su derrota. El brincar malabares entre dos mundos. Desear vivir para el futuro de su clan, o morir para estar con ellos. Eso le presiona el pecho. Le recuerda cuánto fue sacrificado para asegurarse de que él permaneciera vivo.

Le mintió a Sakura cuando dijo que estaba bien. Eso pesa sobre su pecho también, mentirle a la mujer con la que está destinado a pasar su vida porque no sabe cómo expresar sus emociones. Sasuke no se perdonaría a sí mismo si esas fueran las últimas palabras que ella escuchó de él.

Él cierra los ojos, dejando que las lágrimas se sequen antes de quedarse dormido.

Beep. Beep. Beep.

Sasuke se despierta con el débil chasquido de la cerradura de la puerta. No abre los ojos de inmediato, pero aún puede decir que el amanecer aún no ha llegado. Él sabe quién es sin tener que reconocerla.

Él siente que el peso de ese cuerpo yace junto a él en su cama. Aún con los ojos cerrados, él se desplaza para darle más espacio a Sakura e inclina su rostro hacia ella.

Sasuke sabe que al ver la cara de Sakura se quitará algo del dolor que siente por dentro. Él se encuentra con un par de ojos verdes que lo miran fijamente. Sakura está vestida con la misma bata de hospital que él usa, se da cuenta.

Ella extiende una mano para acariciarle la mejilla. "Sabía que estabas despierto."

Sasuke simplemente asiente. "¿Cuándo despertaste?"

"Hoy mismo," responde Sakura. "Me desperté con Naruto diciendo que su voz me ayudaría a recuperar la conciencia. No se equivocó," se rió entre dientes. Sasuke se da cuenta de cómo ella se estremece. Sakura se remueve hasta que está debajo de las sábanas y siente su calor. Él tiene que reprimir su reacción cuando sus pies fríos le tocan y le envía un escalofrío similar por la espalda. "Lo siento. Hace mucho frío. Estas túnicas realmente no son resistentes al clima."

Las noches de primavera en Konoha aún son frías durante esta época de la temporada.

Sasuke mira a la mujer que yace a su lado. Él extiende su única mano para tocar las puntas de su cabello. "¿A dónde se fue?"

Incluso a la luz de la luna, él puede ver el leve rubor en sus mejillas. "No estoy acostumbrada a tener cabello largo. Ino también estuvo ahí hoy, y después de explicarle lo que sucedió, le pedí que me cortara el cabello. Se siente más ligero así. Me siente más como yo." Ella mira hacia otro lado con vergüenza.

Sasuke recuerda vagamente el rumor de que a él le gustaban las chicas con el pelo largo. Era un rumor tonto, una excusa estúpida para que las niñas trataran de atraer su atención. Mirando hacia atrás a esos días, de alguna manera puede entender por qué Sakura se siente avergonzada por su decisión de cortarse el pelo.

Y ella no debería. Él la ama así. Como es ella, sin un solo recordatorio de su tiempo en la dimensión de Indra.

"¿A dónde fue tu brazo?" Sakura pregunta, finalmente notando la mitad de su extremidad que falta.

"Me siente más como yo," repite Sasuke.

Tal vez los dos quieran deshacerse de los recordatorios de lo que pudo haberlos separado.

Caen en un profundo silencio, medio dormidos, medio mirándose, hasta que las aves comienzan a cantar y el sol comienza a salir. Sakura sabe que, un día, recordará este momento y lo categorizará como uno de sus favoritos en toda su vida. Cuando esté vieja y arrugada, y cuando ella y Sasuke ya no puedan moverse con la agilidad de dos jóvenes shinobi, recordará este momento de pura serenidad.

Pero todavía hay una cosa más que necesita abordar antes de que este momento se vuelva perfecto, o al menos tan perfecto como pueda ser.

"Sasuke-kun," comienza, "¿qué sucedió exactamente?"

Sakura espera que su ex compañero de equipo sepa exactamente lo que está preguntando. Ella no sabe si puede encontrar las palabras adecuadas para explicarse.

Sasuke se detiene, tratando de encontrar las palabras adecuadas también, antes de decir, "Los vi. Vi a mi familia." La expresión que Sakura le da le recuerda a la de su madre. "Estábamos en nuestra antigua casa, y todos me estaban esperando. Hablamos un poco."

"Pero no por suficiente," ella agrega, pensando en lo que Sasuke debe estar sintiendo.

Sakura envuelve sus brazos alrededor de Sasuke y lo acuna, dejando su cabeza apoyada en su hombro. Ella apenas puede oír los sollozos, pero sus fuertes brazos se aferran a su cuerpo mientras tiembla. Y ella entiende. Ella entiende el gran peso que lleva su corazón. Por estar tan cerca de los que ha echado de menos toda su vida y que se lo arrebaten una vez más.

A Sakura también le duele, porque ella fue la primer testigo de cómo Indra intentó recuperar a su familia construyendo una utopía. Casi perdió a todos y todo lo que amaba por la necesidad egoísta del esposo de su vida pasada.

Pero ella también aprendió.

Sakura aprendió que los destinos de ella y Sasuke habían estado ligados durante miles de años, que estaban destinados a encontrarse justo como Naruto y Sasuke estaban destinados a cruzarse en la vida. Eso le una tranquilidad al saber que soportar todos esos años dolor por Sasuke fue por una razón, y que el camino está claro ahora.

Eso también le da un gran sentido de responsabilidad para con su clan. Los Uchiha son la mitad de su vida pasada. Ahora ella está aquí para ayudar a Sasuke a construir un clan más fuerte y resistente. Ella será responsable de mucho más que sus contribuciones al campo médico. Aunque esto es lo que siempre ha querido, caminar junto con Sasuke por el resto de su vida, ella no puede evitar sentir el miedo a esa perspectiva.

Sasuke sigue siendo vulnerable. A pesar de que le habló de este problema, él siempre tendrá contratiempos que lo harán cruzar la línea entre alguien fuerte e indefenso. Y ella tiene que estar presente para atraparlo cuando él esté a punto de caer, para asegurarse de que él no intente cometer los mismos errores que sus vidas pasadas.

Sakura está más que dispuesta a hacer eso. Está en su destino, en este amor que creció tan profundamente dentro de ella.

Ella espera hasta que Sasuke se relaje en sus brazos.

Konoha ya se está despertando, ya que ella puede escuchar los sonidos del personal del hospital que llega para el turno de día. Este momento permanecerá oculto dentro de estas cuatro paredes, ella concluye. Pero Sakura sabe que más episodios como este continuarán sucediendo a medida que Sasuke y ella comiencen su vida juntos.

"¿Y ahora qué?" ella pregunta.

Sasuke se encoge de hombros.

Ambos saben la respuesta a esa pregunta.


"¿Estás segura de esto?" él pregunta por décima vez mientras caminan.

Sakura respira hondo antes de girarse hacia él. "Sasuke-kun, tú y yo hemos vivido vidas pasadas muy trágicas y siempre nos hemos reencarnado para encontrarnos en la misma situación deprimente. Tal como les prometimos," él sabe de quién está hablando, "prosperaremos en esta. La respuesta corta es sí, estoy segura de esto. Si deseas la respuesta larga, entonces tendrás que esperar hasta más tarde porque realmente no tengo ganas de explicarme ahora mismo."

Sasuke siente una breve sonrisa en sus labios.

Se prepararon antes de salir de las puertas verdes de Konoha. Le explicaron las cosas a Kakashi, a Naruto, a sus padres y a casi todos los involucrados en su círculo social.

Ellos no saben cuánto tiempo esto podría tomar, ni a dónde los llevaría.

Todo lo que Sasuke y Sakura saben es que se tienen el uno al otro. Y, en comparación con lo que tenían antes de reencarnarse en esta vida, es todo lo que necesitan.

Por Siempre

.


.

NT: Muchas gracias por su paciente espera, y lamento haber tardado un año al traducir esta historia.

Por favor, no se retiren del todo, mis propios fics se vienen, además de nuevas traducciones.

Si son gustosos pueden seguir mi cuenta si aún no lo hacen, puedo ser algo floja y vaga, pero cuando trabajo es algo más o menos bien. xD

Una vez más, gracias por leer y apoyar a Rey de Dioses (King of Gods), original de Mrs. Scorpius Malfoy, quien amablemente me permitió traducirlo.