Hola a todos! He aquí vengo con una historia que espero les guste, nunca he hecho un genderbender, este sería el primero y esto fue por inspiración a una imagen de marceline23marshall, búsquenla en deviantart, tiene imágenes Nathloe geniales. Y bueno, sin nada más que decir aparte de que Thomas Astruc es creador y es genial… COMENZAMOS!

….

Capítulo 1.

Descubriendo un bello tomate.

Nathalie Kurtzberg estaba a punto de un desmayo masivo, ¡no podía hacer eso! ¡Quería correr! ¡Ocultarse bajo una piedra! ¡NO PODÍA SALIR ASÍ! Y si se preguntan qué estaba pasando, bien había que ir el inicio de semana cuando el maestro dio el anuncio del evento en el colegio…

-/¡¿Un concurso de belleza?!/- exclamó la clase entera y el maestro suspiró.

-Sí, un concurso de belleza, el grupo que desee participar deberá nominar a una chica que sea la que les represente. Y el primer lugar ganara un viaje a la playa.

-Es sencillo, que Adrianne nos represente. Con ella no perderemos.- dijo Cleo con su típico aire arrogante pero esta vez Adrianne contesto firme.

-Me niego.- todos la miraron.- Simplemente no puedo.

-¿Y eso porque?- preguntó Kimberly sorprendida como todos los demás.

-¿Supone un problema con tu carrera?- preguntó Marin y Adrianne asintió.

-Mi madre no me permitiría participar, y supondría un problema muy grande si se usa mi imagen para algo que no sea estrictamente de la empresa.

-Qué mala suerte.- se quejó Ali y Nina le miro con cierto reproche.

-No es culpa de Adrianne así que dejen de poner esas caras.- el moreno miró a su novia.

-Entonces te propongo a ti corazón.

-¡Ni loca Al! Lo siento me niego.

-¿Alguien propone a alguna compañera? ¿Voluntaria?- los chicos intentaron ver entre sus compañeras pero parecía que ninguna quería hacerlo, en cambio Ron tenía su vista fija en su amiga Natalie que estaba dibujando como de costumbre ajena a todo mundo, fue cuando el rubio sonrió y levantó la mano.

-Profesor, yo propongo a Natalie como representante.- todos miraron a la chica cuya mano se detuvo y alzó la vista espantada.

-¿Qué?

-Es cierto.- dijo Maxine mirando a su compañera.- Nathalie tiene la complexión y las facciones finas, seguro que podríamos ganar con ella.

-¿Qué?- Natalie apenas y podía reaccionar.

-No te preocupes Natalie, yo me puedo hacer cargo de tu vestuario.- dijo Marin con una amplia sonrisa y la joven se sonrojó de solo pensar en su amor imposible tocándola al tomarle medidas.

-Bueno, si su compañera está de acuerdo...- dijo el maestro pero antes de que ella se negara Ron le abrazó ocultando su rostro en su pecho.

-¡Ella dice que acepta!

-Bien, está decidido.- todo el aula comenzó a aplaudir mientras Natalie estaba muerta de los nervios.

-No tenías derecho.- le reclamó Nathalie en la hora del receso a su amigo que solo mostraba una gran sonrisa.

-Oh vamos Nathalie, estarás estupenda, ya quiero verte, te verás como una princesa.

-¡Ron!- gritó la pelirroja frustrada ante la actitud de su amigo que parecía no escucharla y Julien suspiró y negó con la cabeza.

-Ron, ¿no ves el predicamento en que la has metido?

-¿Cual predicamento? Es hora que nuestra Nathalie brille como la hermosa princesa que es.

-Mátenme...- susurró Nathalie mientras Julien miraba de forma desaprobatoria a su amigo. Sabía que no tenía malas intenciones al querer sacar de su caparazón a su amiga pero había formas más sutiles de hacerlo.

-Ron...

-¡Y Marin te ayudara con el vestuario! ¿No estas feliz?- en ese momento Julien tapó de forma brusca la boca de su amigo para ver a una decaída pelirroja. Hacía poco se había rendido ante su amor imposible y le dolía mucho no haber podido expresar sus sentimientos. Julien quitó la mano de la boca a Ron que entendió lo imprudente que había sido.

-Nathalie lo siento. No quise hacerte sentir mal.

-No pasa nada Ron. Pero no creo poder hacer esto. Debieron haber escogido a Kimberly, ella es mucho más bonita que yo.

-En algo estamos de acuerdo.- dijo Cleo con su tono petulante de voz.- Ya es oficial que no nos ganaremos ese viaje a la playa y todo gracias a ti tomate.

-¡¿Pero qué dices?!- gritó ofendido Ron.- Podemos ganar. Nathalie es preciosa.

-Por favor. Carece de todo lo que hace a una mujer, porte, elegancia, delicadeza y belleza, todo lo que Adrianne tiene. Ella y apenas llega a ser llamada chica y más con esas ropas.- Nathalie bajó la mirada apunto de querer llorar ante esas duras palabras que tenían razón cuando Julien se pone frente a ella haciéndole frente al Bourgeois, el chico gótico le sacaba al menos una cabeza al rubio.

-Te recomiendo que hables cuando no salga de tu boca estupideces Cleo. O al menos habla cuando a alguien le interese tu maldita opinión.- Cleo no se dejó intimidar por Julien, parecía una batalla de miradas o al menos una advertencia antes de darse de golpes. Ron y Sabino estaban listos para apoyar a su respectivo amigo hasta que Julien siente unas manos temblorosas en su brazo.

-Julien, déjalo. Solo vámonos.- la voz temblorosa de Nathalie y sus hombros caídos le daba el aspecto de un animalito asustado. Julien miró a su amiga y con una sola mano tomó las suyas que seguían en su brazo para calmarla.

-Está bien.- Nathalie le regaló una dulce sonrisa que rara vez daba y ambos le dieron la espalda al rubio para irse. Cleo los miró furioso, nadie lo ignoraba de esa forma, pero el ver como se tomaban de las manos fue lo que encendió más su ira.

-Perdedores. Vámonos Sabino no perdamos tiempo.

-Por supuesto.- dijo Sabino acomodándose las gafas y observando a su amigo y a los otros tres compañeros.

Durante del receso, en el salón de clases, se veía a un ansioso Marin mordiendo la goma de su lápiz en su lugar, Ali estaba a lado suyo terminando de comer un emparedado cuando entran Adrianne y Nina.

-Hola panquecito, ¿qué le pasa a Marin?- preguntó Nina y Ali sonríe rodeando con su brazo la cintura de su novia.

-Esta frustrado porque no sabe que vestido hacer para Nathalie. Y ya ha dibujado varios.

-¡¿En tan poco tiempo?!

-Ya ves, cuando Marin se propone algo relacionado con el diseño es difícil que desista.- Adrianne rodeo la mesa hasta llegar a lado de Marin y allí podía ver su lápiz moverse trazando un hermoso vestido sin mangas de escote recto con una falda en A y detrás de este había una especie de moño que hacía que la tela de atrás cayese en caireles.

-Es precioso.-Marin se detuvo y apenas vio el rostro de Adrianne gritó y su silla se fue hacia atrás con él.- ¡Marin!

-E-Estoy bien...- se levantó como pudo.- Y-Yo no me di cuenta que estabas aquí.

-Lo siento si te asuste.

-¡No! No pasa nada...- Adrianne vio la libreta en el suelo y la levantó viendo los últimos diseños hechos por el joven y futuro diseñador.

-Son bellísimos.- dijo viendo el detalle de cada vestido y Marin se sonrojó apenado queriendo quitarle su libreta pero no sabía cómo.

-Gra-Gracias... - se rascó tras la nuca.- S-Son solo borradores para el vestido de Nathalie.

-Oh, ya veo...- Adrianne sintió algo de envidia ya que últimamente empezaba a ver un poco más a Marin gracias a su nuevo amigo Kagami.

-Si... se los presentare al final de las clases. Solo espero le guste alguno, necesito ponerme a trabajar en ello pronto.

-Le gustaran. A mí me gustan.

-¿E-En serio?- Adrianne vio los ojos de Marin, parecieron tener cierto brillo especial que la hicieron de repente sentirse apenada.

-¡Claro! Y-Yo estaría encantada con cualquier diseño, son en verdad hermosos.- Marin sonrió sintiéndose mejor y más tranquilo ante sus palabras.

-Gracias Adrianne.- el sonrojo de la rubia se acentuó un poco más.

-De nada...- ambas miradas se encontraron pero cuando Marin vio entrar a Nathalie se separa de Adrianne y va a hablar con la pelirroja. Cosa que desilusionó a la rubia que se sentó en su lugar. En cambio ambos morenos al ver las reacciones de sus amigos sonrieron cómplices.

Los siguientes días fueron difíciles para Nathalie, desde aprender a caminar con tacones hasta estar derecha todo el tiempo. Ese día estaban practicando en el salón, y una vez más se tropezaba con los tacones altos haciendo que Julien la atrape antes de caer.

-¿Estas bien?

-Lo siento Julien. Pero no puedo.

-Creo que deberíamos tratar con un tacón más bajo.

-¡Ya basta! Eres una inútil.- se quejó Cleo que se levantó de su lugar y extendió su mano.- Denme unos tacones.- todos le miraron incrédulo, y es que habían llevado de varias tallas por no preguntar antes a la pelirroja su medida. Cleo se puso unos tacones y comenzó a caminar con ellos.- Caminar con esto no es la gran cosa, observa, tu cadera sirve como centro de gravedad y puedes caminar sin tropezarte cada minuto.

-¡Que bonitas piernas Cleo!- se burló Alexis Kubdel y Leo Rossi también rió.

-¿Quién diría que estas tan conectado con tu lado femenino?- Cleo se quitó los tacones furioso.

-¡Cállense par de zoquetes! Para su información estudie ballet y pude haberlo de forma profesional pero es demasiado cansado y me quitaba mucho tiempo.- todos los del salón le vieron como si supiesen que no decía toda la verdad y Cleo gruñó dirigiendo su vista a Nathalie.- Mas te vale aprender a caminar y no nos hagas perder el tiempo, inútil.- dicho aquello salió furioso del salón. Nathalie suspiró hasta que sintió una mano en su hombro y vio a Marin sonreír.

-No le hagas caso. Ya sabes cómo es él.- Nathalie se sonrojó mientras Adrianne que estaba sentada a lado de Nina apretó los puños pensando en ser Kitty Noir y llevarse al chico por la ventana.

-Si las miradas matasen...- decía Nina que se ganó una risa de su novio puesto que Adrianne no le escuchó.

Pronto la gran noche llegó. Tras una rifa sacaron al grupo que debía servir cono juez pero advirtiendo a cada uno que no debía haber favoritismos con su elegida. Adrianne al ser modelo sería una jueza muy difícil de convencer, luego estaba el desinteresado de Julien, el neutral de Sabino y el quejumbroso de Cleo. Una a una las participantes pasaron, todas se veían hermosas, algunas un tanto exageradas con el maquillaje, todos calificaron a las hermosas chicas. Adrianne era una jueza sumamente dura, pero al fin llegó el turno de Nathalie. Tragó duro cuando escuchó su nombre, no quería salir y menos vestida a como estaba. Marin había hecho un vestido color púrpura de escote recto y sin mangas, tenía un corte de falda tipo A en donde una tela vaporosa cubría lo demás de la parta de la falda donde atrás se hacía la ilusión de enlazado en la falta como si fuese un moño, sus zapatos de tacón negro que se enlazaban a sus tobillos, incluso tenían en la parte de abajo un forro de un púrpura oscuro que Marin hizo a consciencia para que no resbalara. Volvieron a repetir su nombre, tomó aire y se armó de valor. Al salir tras las cortinas era obvio que estaba nerviosa, intentaba no bajar la cabeza sin notar que estaba siendo observada por todos los chicos impresionados por su belleza descubierta y algunos preguntaban quién era ella. Nathalie se sintió tan nerviosa que casi deja caer el micrófono de no haberlo atrapado antes. Tenía que dar su presentación para poder reunirse con las demás chicas pero le temblaban las piernas y sudaban sus manos.

-M-Muy buenas noches. Me llamo Nathalie Kurtzberg, mis hobbies son pintar y dibujar, pasear y visitar museos o barrios de Paris, y adoro tocar el oboe.- dijo intentando no mirar demasiado a la gente, Ron desde su lugar le instaba a hablar más.- Soy pésima en química y adoro la clase de arte. Y... bueno, algo que cambiaría de la escuela, pues, creo que la escuela debería otorgar un espacio para que podamos expresarnos, como hacer un mural en el edificio para que no se viera tan sobrio.

-¡Un buen graffiti!- gritó un chico algunos se rieron pero para sorpresa de muchos Nathalie asintió contenta por la sugerencia.

-Pues sí... pero algo que pueda representar a la escuela y hacernos sentir orgullosos, una forma de arte que aunque muchos adoptan como algo callejero puede servir para expresar y mostrar el espíritu escolar.- a muchos parecía gustarles la idea, pero no solo como una excusa para decorar tan plano edificio sino porque lo decía una belleza como Nathalie. Adrianne asintió.

-Gracias por tu presentación, puedes tomar tu sitio.- Nathalie asintió y fue donde estaban otras chicas que miraban con cierta envidia a la chica y el vestido que tenía que parecía de diseñador. Nathalie juntó sus manos al frente y bajó la mirada, y en la mesa de jueces, Cleo no dejaba de verla, ¿en verdad esa era su compañera la sosa tomate? Debía ser otra, no podía creer que en verdad fuera la misma chica desaliñada, antisocial y torpe que conocía.

-Cleo, ¡Cleo!- le movió Sabino el hombro y reaccionó.- Tus calificaciones.

-Ah, sí.- intentó ser lo más justo con Nathalie, no solo calificar belleza, sino también discurso y porte al hablar y caminar por lo que le dio un 8.4, aunque tenía que admitir que sus nervios le daban cierto encanto. Sacudió la cabeza, ¿pero qué rayos estaba pensando? Puso atención en las calificaciones y Nathalie sorpresivamente se instaló entre las cinco mejores. Las chicas tenían que hablar acerca de cosas triviales como el sistema de enseñanza, qué hacer para ser mejores personas y sus aspiraciones y como lo conseguirían. Para sorpresa de muchos Nathalie al principio comenzaba a responder tímidamente pero después tomaba confianza y hablaba de corazón sobre su amor al arte y aspiraciones, casi no alzaba la mirada pero cuando lo hacía mostraba unos preciosos y delicados ojos color cian que a muchos fascinó. Pronto llegó la última categoría que era vestido de noche y debían cambiarse después de un breve descanso. Nathalie aprovechó para ponerse su ropa normal y un suéter que tenía en su casillero, el lugar estaba helando por el aire acondicionado.

-Nathalie, ¿qué haces aquí?- le preguntó Marin que la encontró en los casilleros.

-Ho-Hola Marin, lo siento es que necesitaba estar cómoda y tenía mucho frio.

-Te entiendo. Yo también me congelo allá.- se sentó a lado de la chica sin darse cuenta del enorme sonrojo que surcó su rostro.- ¿Te diviertes?

-¿Eh?

-¿Te estas divirtiendo?

-N-No lo sé. Es extraño. Creo que solo cuando me preguntan algo relacionado con el arte es que me gusta.

-Te entiendo. Y se te notaba feliz por ello.- dijo con una enorme sonrisa que la cautivó. Sus labios comenzaron a temblar, quería decirle tantas cosas pero de su garganta no salía palabra alguna y eso la frustraba.

-M-M-Ma-Marin yo...- de repente alguien aparece. Ali estaba agitado como si hubiese corrido por toda la escuela.

-¡Nathalie! ¡Marin! Qué bueno que los encuentro.

-¿Que ocurre Alm?

-Lo peor...

Nina y Kimberly estaban furiosas, no dejaban de despotricar a los cuatro vientos contra las otras participantes hasta que Nathalie se acercó y vio que la caja donde había puesto su vestido y el vestido que debía vestir en menos de quince minutos completamente destrozados, se tapó la boca y Marin vio con furia a las concursantes que estaban a unos metros arreglándose como si nada ignorando a Nina y Kimberly.

-¿Quien ha sido?- Nina es quien responde.

-Nadie se hace responsable, esas harpías envidiosas solo nos dijeron que no saben quién ha sido ¡pero míralas!...

-Marin calma.- le ordenó Ali al verlo molesto.- No te dejes ir por la furia, ahora hay un problema más grande y es que Nathalie no tiene un vestido que lucir.- Marin se rascó la cabeza.

-De haber sabido...

-¿No tienes más vestidos hechos?

-Tengo un par pero no le quedarían. Y ajustarlos sería un problema en poco tiempo...- Nathalie miro con pena ambos vestidos, el otro vestido iba a ser un vestido color negro de gasa, sintió enojo ante el esfuerzo que había puesto Marin a ambos vestidos y ahora estaban destrozados. Mientras buscaban opciones Marin vio a Nathalie, necesitaba hacer algo por ella y más al ver sus ojos llenos de tristeza, quería que esa noche fuese especial. Pero entonces se fija en su gran suéter y gira su cabeza un poco para verlo desde otra perspectiva.- Nathalie... ¿le tienes aprecio a ese suéter?

-¿Qué?- preguntó no entendiendo la pregunta.

Mientras tanto en la mesa de jueces escuchaban los comentarios de cada alumno hablando de las chicas. De repente los comentarios sobre Nathalie empezaron a circular hasta su mesa.

-Esa pelirroja es un sueño, ¿cómo no la vimos antes?

-Yo la conozco, está en mi taller de arte. Y no tiene novio.

-Es toda una diosa...

-Creo que le pediré salir conmigo.

-No, yo saldré con ella.- los jueces parecían ignorar esos comentarios aunque Julien había afilado su mirada haciéndolo ver un tanto intimidante y del otro lado Cleo estaba que rabiaba deseando romper la pequeña pizarra que les dieron para calificar entre sus manos. Pronto las luces se apagaron y comenzaron a salir una a una las concursantes, cada una mostrando un vestido de noche, uno que otro escote más pronunciado que otro. Los maestros mantenían a raya a los adolescentes hormonados que no dejaban de silbar y gritar encantados. Y ahora, volviendo a la realidad tras el escenario, Nathalie estaba aterrada, ¡no podía salir! ¡Era una locura! Eso pensaba la joven de ojos cian que estaba a punto de darse la vuelta hasta que siente dos pares de manos sostenerla de los brazos viendo a Nina y a Kimberly.

-Lo siento chica pero no te vas.

-P-Por favor, no sé si podré.- rogó la pobre pelirroja.

-Claro que puedes.- dijo Kimberly.- Tienes el nombre del grupo entero en tus hombros.

-Y se lo debes a Marin, el pobre puso todo su empeño en esto y en los dos anteriores vestidos. No le puedes hacer esto.- Nathalie se dio cuenta de que era verdad.

-Además con lo que hizo Marin, harás pedazos a esas brujas.

-¡Muestra tu encanto nena!- ambas le dieron de su lado una nalgada que la hizo avanzar. Tomó aire y cuando dijeron su nombre salió y hubo silencio total ante su apariencia, dejando a más de uno con la boca abierta. Su suéter había sido recortado, ajustado y ahora parecía un vestido corto sin mangas, su cabello estaba peinado de lado descansando hacia adelante, esa prenda marcaba a la perfección cada curva de su cuerpo llegando apenas por debajo de sus muslos, mostrando esas piernas perfectas realzadas por esos tacones altos oscuros y al darse la vuelta todos los chicos de la escuela terminaron por perder el control ante el pronunciado escote que mostraba toda su espalda. Adrianne de inmediato calificó con un 9.5 la calificación más alta que ha dado en la noche, Julien ligeramente sonrojado le dio un 100, Sabino tardo pero igual dio un 10 y quien estaba con la pizarra como loco era Cleo que no podía dar más ceros a la calificación lo suficientemente atontado sin apartar los ojos de la chica que estaba muerta de la vergüenza.

Al finalizar la noche, hubo castigos, pleitos y se formó un nuevo club de admiradores. Ganaron el concurso y la pelirroja suspiró aliviada después de poder cambiarse de ropa y volver a la que era. Pero Nathalie jamás se imaginó lo mucho que su rutina cambiaría por culpa de ese concurso. Y Cleo Bourgeois tampoco.

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Y… espero lees haya gustado! Gracias a todos por leer. Y si quieren ver el fan art que me inspiró en esto busquen a marceline23marshall en deviantart. Dejen review, nada de tomatazos solo pizzas y sin nada más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE! XD Au revoir.