Los personajes de Shingeki no Kyojin le pertenecen a la malvada llama asesina, digo a Hajime Isayama. A mi sólo me gusta jugar con ellos xD.

La imagen de la portada pertenece a shira-aot(punto)tumblr(puntocom), visiten su página, tiene excelentes fan-arts.

Las palabras usadas fueron elegidas en la dinámica express del grupo de facebook "La hermandad Rivamika". Si les gusta la pareja, es invitó a unirse, a cada rato hacemos eventos temáticos.

La palabra de turno es Mar. Y esta palabra va con una dedicatoria muy especial para La hermandad y para Judith, quien me regañó una vez por querer meter angst en medio del amor.

AU. Rated; K. Mención de la relación poliamorosa HanjixLevixMikasa.


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Mar

Hay personas que saben afrontar la soledad como una vieja amiga que los ha acompañado toda la vida y hay otras que han vivido acompañados, rodeados de grandes amigos y amores, que se hacen intolerables a la soledad.

La brisa marina cubría cada uno de sus poros. Cerró los ojos, aferrándose al contenedor en sus manos. El arrullo del mar traía demasiados recuerdos a su mente; cuando lo conoció, la primera que le sonrió y esa voz que parecía cruzar cualquier dimensión hasta llegar a ella.

Una cálida lágrima bordeó su rostro, seguida por otra y otra…

Sentía el nudo en su estómago, extenderse por su garganta, cortándole la respiración y asfixiando el corazón.

¿Cuándo había sido la última vez que estuvo sola?

No podía recordarlo y ahora… ahora ese era el presente y el futuro que afrontaría.

Abrió el contenedor al mismo tiempo que sus ojos. La luz del sol comenzaba a menguar, permitiéndole contemplar de la preciosa vista que tantas veces compartió con su pareja.

Una burda sonrisa afloró de sus labios cuando una corriente de aire chocó con su cuerpo.

Era momento de dejarlo ir.

Introdujo una mano en el recipiente, sacando un puñado de cenizas, que anteriormente habían sido el amor de su vida. Susurrando un te amo, abrió la mano, permitiendo que el viento se llevara consigo a su amado.

Más lágrimas nublaron su mirada. El dolor presionaba abruptamente su frágil corazón. La muerte no debería de estar hecho para separar.

Sintió su presencia tras de ella.

Otra mano tomó más cenizas, esparciéndola por la playa. Una tercera mano repitió el proceso. Los sollozos se volvieron incontenibles cuando se desplomó en la arena, siendo seguida por sus acompañantes, que se mantenían silenciosos y constante.

—Nunca estarás sola —prometió una voz rasposa, imponiendo seguridad.

—Nos tienes a nosotros —agregó una voz suave, transmitiendo calidez.

Y quizá, sólo quizá. No estaría sola de verdad.

Ese día, frente al mar, luego de ver como las corrientes marinas arrastraban con ellas más que corazones rotos, creyó que la soledad no podía ser tan fatal.

—Gracias. —La palabra tenía más significados implícitos. La pareja a su lado sonrió, abrazándola fuertemente.

—Erwin estaría muy orgullosa de ti, Han. —La mirada ónix, perlada de lágrimas demostraba que la pérdida del rubio, no solo afectó a la castaña.

—Deja de lamentarte, cuatro ojos —regañó Levi, limpiando sus mejillas.

—¡No sé qué haría sin ustedes! —Espetó, soltando el contenedor vacío y atrapando en sus brazos a esa pareja que se había mantenido tan unida—. Nozomi y Klaus son niños privilegiados al tener padres como ustedes.

—Son como tus hijos también, Han —agregó la más joven, preocupada por su amiga y mentora. La pérdida de un ser querido implica un dolor indescriptible, que solo otra persona que lo ha vivido, entendería.

Veinte años habían pasado desde que Mikasa volvió a Paradise, luego de desaparecer por cuatro años. Cientos de cosas transcurrieron en dos décadas.

Peleas, compromisos, reconciliaciones, promesas, niños y bodas.

Y aun con todo eso, la complicidad entre Hanji y Erwin hacia Mikasa y Levi, se mantenía como la primera vez. Al grado de solo distanciarse cuando los Ackerman decidieron agrandar su familia y emprender el vuelo propio.

Por otro lado, Hanji jamás pudo concebir y Erwin lo aceptó… No, Erwin siempre la aceptó a ella, sin importar qué, y esa no fue la excepción.

Así que cuando Erwin murió y le dejó esa desgarradora carta a Hanji, los Ackerman volvieron a ser el pegamento que ella necesitó para seguir funcionando.

Porque de alguna extraña manera, que sólo ellos entendían, se amaban y la amaban a ella también, al grado de acompañarla en su duelo y ofrecerle nuevamente un hogar donde residir, donde vivir y recordar lo que significa ser amada.

La partida de Erwin junto al mar, las estrellas y promesas dispersas, podía devolver a tres personas al pasado, donde el prejuicio se iba de lado y el amor resplandecía.

Un lugar donde la espuma guardaba secretos y afloraban instintos.

Así, entre sollozos y arrepentimientos, vestigios de un amor perdido fueron la cuna para el renacimiento de un cariño fortalecido.

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Tenía planeado este capítulo desde hace mucho. Sé que no incluye tanto Rivamika como debería, pero quería centrar un poquito en otros personajes. Lo siento.

¡Nos leemos luego!