Los personajes de Shingeki no Kyojin le pertenecen a la malvada llama asesina, digo a Hajime Isayama. A mi sólo me gusta jugar con ellos xD.
La imagen de la portada pertenece a .com, visiten su página, tiene excelentes fan-arts.
Colección de drabbles, viñetas y one-short de diferentes temáticas teniendo como pareja principal a Levi y Mikasa; uno por cada letra del abecedario.
Algunos capítulos serán multipairing. Soy fan del crack, incluiré las respectivas aclaraciones en cada capítulo.
Las palabras usadas fueron elegidas en la dinámica express del grupo de facebook "La hermanad Rivamika". Si les gusta la pareja, es invitó a unirse, a cada rato hacemos eventos temáticos.
La palabra de esta semana es Ademán, espero que les guste.
AU. Mención de vidas anteriores. Rivamika. Rated; K
.
Ademán
Eran las 2:54 a.m. cuando se despertó bañado en sudor frío, siendo su primer reflejo estirar la mano para buscar el cuerpo de ella. Se sentó de golpe al tocar el espacio vacío.
—¿Mikasa? —cuestionó en medio de la oscuridad. Soltó un suspiro antes de encender la lámpara de la mesita de noche, confirmando la ausencia de su esposa. Tocó las sabanas frías, dándose cuenta que ella tenía tiempo fuera de la cama.
Sopeso la idea de seguir durmiendo, sin embargo, optó por levantarse y visitar la cocina para luego buscar a su mujer.
El camino —no muy largo, y más bien, rutinario— estaba desolado y sin señales de que alguien —además de el— estuviera despierto. Encendió la luz y dirigió sus pasos a la alacena para sacar la tetera y un par de tazas. De forma automática repitió su rutina mañanera. Cuando el agua hirvió, lleno las dos tazas, depositando en ambas un sobre de té negro; en una se aseguró de colocar tres cucharadas de azúcar.
Aguadó un momento meditando sus siguientes acciones. Tomó ambas tazas y se encaminó en dirección del patio. No le sorprendía encontrar la puerta abierta. Hizo mil y un maniobras para subir la escalinata que había y así llegar al techo. Sintió un breve escalofrío. Acomodó las tazas en el filo del techo antes de bajar y regresar por una cobija. Si él que sólo salió unos instantes ya sentía frío, no quería imaginar cómo estaría Mikasa. Tomó una almohada y una manta. Le sorprendía lo silencioso del ambiente, dudaba que hubiera otro par de locos que decidieran subirse al techo en plena madrugada para tomar aire. Se apresuró a subir teniendo como primera imagen la figura de su esposa de espaldas; por la posición en que se encontraba, supuso que abrazaba con fuerza sus rodillas para mantener un poco de calor; el rostro lo tenía ligeramente inclinado hacia el firmamento.
Levi se permitió disfrutar del panorama natural antes de continuar con su camino.
—Te vas a enfermar —regañó Levi dejando caer la manta sobre los hombros de su esposa, la aludida apenas mostró algún gesto de respuesta. Volvió sobre sus pasos por las tazas. Acomodó la almohada junto a Mikasa, le ofreció a taza con azúcar antes de sentarse a su lado.
El silencio reinó entre ambos, no de aquellos que buscan tan desesperantemente ser llenados, al contrario, era uno tranquilo y lleno que calma, que gracias a la compañía, podría relajar un alterado corazón como el de Mikasa.
—Las pesadillas volvieron —contó abrazando la taza antes de llevársela a la boca, sopló un par de veces para luego sentir el líquido quemar su boca y calentar su interior. Hizo la taza a un lado para refugiarse en la manta—. Son las mismas, aunque a veces tienen algunas variaciones, sin embargo, el sentimiento de impotencia, miedo y tristeza se mantienen con la misma intensidad, que me hace creer que todo es real.
Levi se mantuvo en silencio cuando ella terminó de hablar, ciertamente, él también tenía esas pesadillas. Le parecían demasiado vividas y específicas para que fueran coincidencia que ambos —y sus antiguos compañeros— las tuvieran.
Muerte. Caos. Destrucción. Dolor.
Mikasa tomó nuevamente la taza y bebió con mayor confianza el líquido, ahora tibio. Una fresca brisa hizo que apurara la bebida para sentir mayor calidez dentro de ella. Sintió un brazo rodearla y acercarla más al cuerpo de su esposo.
—La luna nos sonríe. —Con la mirada estancada en el firmamento, las palabras de Levi salieron acompasadas y dirigidas a aquel astro menguante.
Sus vidas, estas vidas, habían sido relativamente tranquilas.
Mikasa soltó un suspiro al aire, contemplando la luna. Hizo ademán de levantarse, sin embargo, Levi ejerció presión en sus brazos para que volviera a su lugar.
—Aun puedo escuchar sus gritos de desesperación —contó Mikasa resignada y abrazando sus rodillas—. Incluso siento el dolor y la pérdida.
—Tienes que dejar de subir en medio de la noche —advirtió Levi dejando a un lado la taza vacía—. El cuidado es primordial cuando tienes a nuestro mocoso en tu vientre —inquirió acariciándole el abultado estómago.
—Entonces ya no vas a prepararme tu preciado té negro —devolvió Mikasa, colocando una mano sobre la de su esposo. Sintió un breve movimiento, seguidos de varios más. Un pequeño grito de asombro salió de sus labios—. Creo que heredara los ademanes de su padre.
Levi sonrió en medio de la noche, deleitándose con las suaves vibraciones; al final, estaba dispuesto a seguir acompañando a Mikasa cada madrugada para compartir penas, recuerdos y una taza de té que calienta el alma.
.
La idea surgió de un día que salía del trabajo y veía las estrellas —ritual recién adquiridos de semanas atrás—; vi la luna por varios minutos, dándome cuenta que solo faltaba que aparecieran los ojos del gato risón, pues la sonrisa ya la tenía. Mi cabeza empezó a idear distintas escenas hasta que llegue a la idea de la azotea.
Pedido especial antes de volver a los anuncios parroquiales; Por favor denle amor a mis otros fic's, me esfuerzo mucho en ellos (incluso en los que no son rivamika) que me gustaría que tuvieran al menos un poquitito más de apoyo.
Si quieren seguir leyendo más, no olviden guardar en sus favoritos y dejar un review.