Adrien odiaba bañarse a cada rato por culpa de Plagg y su apestoso queso. Detestaba el olor y el hecho de que su Kwami fuera fanático y este sea necesario para recobrar las energías.

¿No podía ser dulces, frutas o verduras? ¿O al menos algo inodoro?

— Tu y tu turofilia me tienen harto —Refutó Adrien.

El Kwami tragó un pedazo de queso. Mirándolo de forma aburrida.

— Tú y tus palabras raras, también —Contraatacó Plagg.

— Déjame en paz —Se dedicó a decir saliendo a su balcón, a respirar aire puro.

— Y... —Comenzó Plagg siguiéndolo sin soltar el lácteo que tenía en sus manos— ¿Qué significa eso? —Preguntó algo curioso por como lo había insultado.

— Amor por el queso —Plagg abrió la boca en señal de comprensión— Así que estas celoso de que tengo turo... lo que sea.

— Filia —Añadió su portador mientras lo observaba incrédulamente— Y Plagg... —Llamó— Obvio que no.