Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979

Londres, Inglaterra

En la mansión del Duque de Granchester se celebraba el cumpleaños número 20 de Terrence su hijo mayor, no habían escatimado en gastos para el gran banquete pues se sentía orgulloso de que su primogénito al igual que él se hubiera unido al ejército, todos sus antepasados habían sido oficiales y servido al rey o Reyna en turno.

Todos felicitaban al muchacho por su valentía, Terry estaba presente pero sus pensamientos estaban lejos de ahí, era novio de una hermosa joven de 18 años llamada Candice, el deseaba casarse con ella, su padre no estaba de acuerdo con esa relación, él quería para su hijo una muchacha de sociedad, de hecho ya se la había escogido varias veces habían discutido por ese motivo, pero Terry no daría marcha atrás, se casaría con Candy aunque tuviera el mundo en contra.

La esposa del Duque quería arruinarles el momento por lo que invitó a Candy a la fiesta, ella sabía que su esposo seguía viéndose con Eleonor Baker, una relación ilícita que tenía 22 años entre las sombras, le deseaba la muerte a su rival y también a su hijastro.

Candy se presentó con un vestido formal aunque muy sencillo, a Terry se le iluminaron los ojos en cuanto la vio pasar por la puerta principal hacia el salón.

-Con permiso-dijo Terry haciendo una reverencia a los amigos de su padre

-¿Dónde vas?

-A disfrutar de la fiesta, deseo bailar con alguna de las invitadas.

-Ve pues muchacho, pero sólo dos piezas y vuelves al grupo

El asintió y se alejó de ahí acercándose a Candy, estaba vestido con su uniforme de gala.

-Candy mi amor ¡Que sorpresa me has dado?

-Terry ¡Te ves guapísimo con ese uniforme!

-Me apenas

-Me llegó una invitación al hospital, es por eso que me atreví a venir, gracias por enviarla.

Terry agachó la cabeza un poco avergonzado

-Perdona, pero no fui yo quien te invitó.

-Entonces es mejor que me vaya-Candy se dio la media vuelta y el la sujetó

-No amor, ya que estás aquí deseo bailar contigo, es el mejor regalo que puedo recibir por mi cumpleaños.

Terry le agarró la mano y la llevó al centro del salón, la tomó de la cintura y sus pies se movieron al compás de la música. Candy se sentía como en un sueño estaba en brazos de su amado, girando y girando en ese majestuoso salón, el Duque quien reía por un chiste miró hacia donde bailaban los jóvenes y se dio cuenta que Terry estaba con aquella chica que detestaba.

-¡Estúpido muchacho! -pensó el Duque—Me ha arruinado este momento trayendo a esa…

En esa misma hora pero en Escocia

-William, no estoy de acuerdo de que envíes a los muchachos a América

-Lo siento tía pero esta vez no te haré caso, hay rumores de que se iniciará una guerra y quiero protegerlos.

-Entonces es mejor que todos partamos hacia allá

-Yo no puedo irme, ya me convocaron para unirme al ejército

-¡No vayas William!

-Tú sabes que tengo que cumplir, es mi deber, además por el momento sólo es para reuniones a fin de planear estrategias pero ya no debemos perder más tiempo deseo que los muchachos estén a salvo.

-¿Quién cuidará de nuestros bienes?

-Sabes que George siempre ha sido fiel con la familia, él se encargará de todo.

Mientras en la mansión Granchester todos criticaban a la acompañante del festejado. Candy se empezó a sentir mal por las miradas de desprecio.

-Es mejor que me vaya

-Me iré contigo

-¡No! ¿Cómo crees? Esta fiesta es en tu honor

-En una casa modesta hay una mujer que me espera con una sencilla pero deliciosa cena, te quiero presentar con ella

-¿Quién es?

-Mi madre, todos los años después de la fastuosa fiesta que organiza mí padre por mí cumpleaños, voy a celebrar con ella, hoy iré un poco más temprano.

Terry guió a Candy a la salida y abordaron un carruaje

-Llévame a la casa de mi madre-Le indicó al cochero

El Duque salió apresuradamente para impedir que su hijo se retirara pero fue en vano, regresó a la fiesta con el ceño fruncido y su esposa se acercó para burlarse de él.

-Tu desviviéndote por organizar este banquete y él se va dejándote con todos los invitados

-¡Esto no se quedará así! ¡Terry me las pagará!

La duquesa sonrió victoriosa

Llegaron a la casa donde vivía Eleonor, se alegró al escuchar el carruaje y salió para recibir a su hijo.

-¡Terry has venido! Pensé que hoy se te dificultaría

Eleonor vio que Terry ayudó a bajar a Candy del carruaje

-Mamá te presento a mi novia

-¿Tu eres Candy?

-Sí, mucho gusto en conocerla señora

-¡Terry es verdad lo que me dijiste sobre ella! ¡Es muy hermosa!

Candy se sonrojó, Eleonor la abrazó—Desde hoy eres mi hija

-Gracias por recibirme y aceptar mi relación con Terry

-No tienes nada que agradecerme, la felicidad de mi hijo es mi felicidad también

Entraron a la casa y fueron al comedor

-¿Tan rápido terminó el festejo que te organizó tú padre?

-Cuándo nos salimos de ahí todavía estaba empezando el baile

-Hijo no debiste hacer eso, ¡Tu padre arremeterá en tu contra!

-Tenía que presentarte a la mujer que amo

-Espero que tu padre no me venga a reclamar

Candy le platicó a Eleonor que era huérfana y al destacar en sus estudios le dieron la oportunidad de elegir una profesión por lo que se inclinó por la enfermería

-Mamá, Candy y yo nos casaremos dentro de un mes

-Yo los apoyaré aunque tu padre se disguste conmigo, Candy tenemos que comprarte el vestido de novia, aquí haremos el banquete de bodas.

-Estaré recibiendo dinero del ejército así que tendré como mantenerte

A Candy le brillaron los ojos de la alegría

-Quiero que vengan a vivir conmigo

-No mamá, Alquilaré una casa

-Es mejor que ahorren, aquí no pagaran renta

-Lo pensaremos

Después de pasar varias horas charlando los jóvenes se despidieron de Eleonor y fueron camino al hospital

En el carruaje Terry besó apasionadamente a Candy, los dos se pusieron en una situación difícil pues se acariciaron sus partes íntimas

-Quisiera estar a solas contigo-Le dijo Terry entre besos y caricias

-Yo también pero no creo que sea correcto

-Tienes razón, perdóname por la propuesta, debo ser paciente pronto nos casaremos y podré amarte con toda libertad

Terry dejó a Candy en el hospital y decidió regresar a la casa de su madre no quería escuchar las recriminaciones y quejas del Duque, en cuanto entró a la casa vio que habían jarrones tirados, encontró a Eleonor en el suelo llorando y a su padre con una fusta.

-¿Qué le has hecho?

-Lo que te haré a ti por escuchar su consejo, Mereces un castigo por abandonar a tus invitados, quítate el uniforme, ahora mismo aprenderás a no dejarme en ridículo.

Terry se quitó la camisa y la chaqueta de su uniforme y se volteó, el Duque lo golpeó con todas sus fuerzas en la espalda dejándole heridas

-¡Déjalo! No lastimes a mi hijo- dijo Eleonor amenazándolo con un cuchillo-¡Vete de mi casa!

El Duque dejó de golpear a Terry con la fusta y se fue de ahí. Eleonor aun adolorida auxilió a su hijo quien había aguantado la furia de su padre, le puso ungüento para aliviar su dolor

Candy esa noche no pudo dormir, pensaba que el mañana le traería la felicidad a lado del hombre que amaba.

Advertencia este fic contendrá escenas violentas y de muerte por lo que recomiendo que lo lean los mayores de 18 años.