Hola guapas y guapos, gracias por entrar aquí. Hoy les traigo una nueva historia, la cual será un two-shot o three-shot (aún no lo tengo claro), espero que les guste.

Como siempre agradezco a todas las personas que leen mis historias, a las que marcan mis historias o a mí como favorita y/o siguiendo, y a las que simplemente leen. Gracias totales.

Capítulo dedicado con mucho cariño a las lindas personas que me dejaron un review en mi última actualización: MarFer Hatake, Roronoa Saki, ANABELITA N, Coeli Nara, Ari Susano N. y Karma3985. Muchas gracias por comentar, les mando un abrazo.

También dedico este capítulo a BlueVulpix, quien ha leído algunas de mis historias, dejando también uno que otro reviews. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es mía y la publico sin ánimos de lucro.

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Celos, problemáticos celos

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Capítulo 1.- Primera rencilla.

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Era cerca de las once de la noche cuando cierta pareja llegó a su apartamento, entraron en silencio, como siempre lo hacían, aunque esta vez se notaba cierta tensión en el ambiente. Temari se dirigió rápidamente a su habitación, haciendo caso omiso a las palabras de su marido.

—Temari, no sigamos con esto —habló el moreno con su típica parsimonia, caminando detrás de ella—, ya lo conversamos a la salida del restaurant y en el automóvil.

—¿Lo conversamos?, eso me suena a manada —respondió sarcásticamente, la rubia, mientras se sacaba los zapatos de taco sentada en la cama—. Tú hablaste, yo nunca pronuncié palabra.

—Tú no quisiste hablar, te quedaste callada—espetó con un deje de fastidio, el pelinegro, deteniéndose en medio de la habitación. Tenía las manos en los bolsillos del pantalón y la observaba con atención—, tal como siempre lo haces, cuando algo te molesta.

—Creo que tengo motivos más que suficientes para enojarme —contraatacó, Temari, frunciendo el ceño y retándolo con la mirada. Luego se puso de pie y caminó de forma altiva hacia él.

—Pero mujer, no crees que estás exagerando —musitó, Shikamaru, cerca del oído de ésta, mientras ella le daba la espalda para que éste le ayudara con el cierre del vestido—, no es para tanto.

—Esa zorra de pelos rojos, te estaba coqueteando descaradamente a vista y paciencia de todos.

—Se llama Tayuya, y es la hija de Orochimaru-sama, el nuevo inversionista —prosiguió, el moreno, bajándole el cierre a su esposa. Ver su blanca espalda, alteró sus hormonas y encendió su libido. Tenía tantas ganas de arrancarle ese vestido y besarle la piel, pero prefería aguantarse, ya que ella era capaz de darle un golpe bajo, si actuaba de forma impulsiva —, ¿pero qué fue lo que tanto te molestó?

—¿Y más encima me lo preguntas? —arremetió con un deje de molestia, la rubia, mientras caminaba hacia el guardarropa—, estaba prácticamente colgada de ti.

—Pero Temari, ella simplemente se acercó a saludarme —espetó, el pelinegro, con los ojos fijos en cada movimiento que realizaba su esposa al sacarse el vestido.

—Si quería saludarte, pudo haberse acercado donde estábamos conversando, ¿no crees? —alegó con seriedad, Temari, mientras se sacaba delicadamente el vestido, al igual que la ropa interior—, pero no; ella espero hasta cuando te alejaste del grupo para ir a acaparar tu atención.

—Quizás sea tímida, qué sé yo —respondió, Shikamaru, saboreándose los labios, ya que la muy condenada había quedado desnuda enfrente de él.

Temari se agachó sensualmente y recogió sus prendas para luego echarla al canasto de ropa sucia. Enseguida sacó un pequeño pijama de color negro del guardarropa, extendiéndolo entre sus manos. El pelinegro siguió cada movimiento de su mujer, lo que le provocó rápidamente el endurecimiento de su miembro.

Mendokusai—pensó.

—No la justifiques, Nara —reprendió, Temari, colocándose su pequeña camisa de dormir que dejaba muy poco a la imaginación—, conozco a las mujeres de su calaña.

—No la justifico, mujer —espetó, el moreno, algo tenso, debido al problema que había surgido en su entrepierna, por lo que trató de darle un giro a la discusión—. Sabes, problemática, me parece gracioso verte celosa, me gusta.

—Celosa yo, por favor, Shikamaru—acotó ofendida, la rubia, por los dichos de su esposo—, me moleta que todo el mundo estaba pendiente de cómo iba a reaccionar con dicha escena. Tuve que bajarle el perfil al asunto y hacer como si no me interesaba.

—A ti nunca te ha interesado lo que digan o piensen los demás.

—Pero esta vez las circunstancias eran diferentes —profirió crispada, Temari, mientras llevaba sus manos a la cabeza —, es distintos cuando pasa algo similar y estamos sólo nosotros, o están nuestros cercanos, pero hoy estaban, además de nuestros amigos, todo el personal de la compañía dentro de ese restaurant.

—Si lo pienso bien, puede que Tayuya haya sido un poco efusiva.

—¿Un poco?, te abrazó y nunca más te soltó —volvió a alzar la voz, la ojiverde, colocando los brazos en forma de jarra—; es una casquivana.

—Tampoco podía ser descortés.

—Como siempre él tan diplomático —arremetió, la rubia, con falsa ironía.

—Tsk, problemática, tú sabes que a mí no interesa ninguna otra mujer.

—Bueno, ya es suficiente por hoy —alzó la voz, Temari, colocando orden en la habitación—, iré al baño y luego me iré dormir.

—No seas problemática mujer, no quiero que sigas molesta conmigo.

Temari caminó hacia el baño, ignorando las palabras de Shikamaru. Éste simplemente la siguió con la mirada, era imposible no hacerlo, ya que el pijama de ésta con suerte le tapaba media nalga.

Se puso ese diminuto pijama sólo para provocarme—murmuró fastidiado, el moreno, mientras se sacaba la ropa, quedando sólo con un bóxer negro —, me quiere calentar y no dejara que le toque ni un pelo. La muy condenada así me castigará y quien sabe por cuantos días. Esto terminará siendo una tortura susurró mirando su erección, mendokusai.

El pelinegro sacó de su chaqueta una caja de cigarrillos y el encendedor, luego guardó la prenda de vestir en el armario, y sacó una bata. Se la puso y se fue caminado hacia el balcón de la sala.

Sabía que su mujer se demoraría unos diez a quince minutos en el baño, entre lavarse los dientes, asearse, desmaquillarse, entre otras cosas más; así que un cigarrillo o dos no le haría mal.

Mientras se fumaba un cigarrillo en el balcón, Shikamaru no pudo evitar sonreír por la situación, hace años que ella no le hacía una escena de celos; sí, porque para él eran celos. Durante el año de casados que llevaban, era la primera vez que se molestaba tanto por una cosa tan trivial, pero si lo pensaba bien, para ella no debió ser algo tan insignificante.

Cualquier mujer se molestaría si aparece otra mujer, la cual es desconocida para ella, y abraza a su pareja con tanta confianza —pensó en voz alta, luego de exhalar el humo —. Debía alejarla a penas me di cuenta que no me iba a soltar, mendokusai.

Luego de fumarse un cigarrillo y medio, Shikamaru ingresó a la sala y se encaminó al dormitorio. La luz de la mesa de noche estaba encendida, eso significaba que Temari pronto se acostaría. El moreno no perdió el tiempo e ingresó rápidamente al baño para asearse, junto con eso debía pensar en alguna treta para arreglar el problema con su mujer.

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Shikamaru salió del baño y aunque pensó en más de doscientas formas de arreglar el problema con Temari, las desechó todas. Él sabía que cuando ella se enojaba, no había ni que mirarla, sobre todo el primer día, ya que estaría complemente cerrada a escuchar razones o disculpas. Éste ya lo había intentado, de regreso al apartamento y cuándo llegaron a éste, fracasando en todos sus intentos.

El moreno se acercó lentamente a la cama. Sólo estaba encendida la lámpara de su mesa de noche, ya que la otra lámpara que estaba hacia el lado de la rubia, estaba apagada. Colgó su bata en el perchero, y luego se soltó el cabello, dejando el elástico sobre la mesita. Levantó la sábana con parsimonia, y no pudo evitar morderse el labio inferior, ya que la muy descarada estaba acostada en posición fetal dándole una muy buena vista de su blanco y redondo trasero. —Mendokusai —pensó, el pelinegro, soltando la sábana y colocándose ambas manos sobre el rostro —, no pudo colarse una braga más grande. Es muy cruel, le gusta hacerme sufrir, quiere que vea lo que no voy a poder tocar esta noche.

Luego de alejar todo pensamiento pecaminoso de su mente, Shikamaru se metió entre las sábanas y suspiró. Dejó cierta distancia entre su cuerpo y el de la rubia, pero la tentación era tan grande, que su instinto animal lo instó a arriesgarse a jugar su última carta. —Todo o nada —murmuró para sí.

Con la lentitud que lo caracteriza, el pelinegro se deslizó por el colchón hasta rodear por completo la sugerente silueta que tanto lo tentaba. Sin embargo, éste no alcanzó a posar su cara más de dos segundos sobre el hombro de su mujer, ya que ésta, rápidamente se escabulló de los brazos de su marido, girando su cuerpo y propinándole una fuerte bofetada en el rostro.

—¡Auch!… mujer, ¿por qué tan agresiva?

—¿Qué pretendías, Shikamaru? —profirió, la rubia, frunciendo el ceño. La furia le salía por los ojos.

—Tsk, no es obvio, quería hacer las paces —respondió con fastidio, el moreno, sobándose la mejilla.

—Ni lo intentes—arremetió furiosa, la ojiverde—, duerme para tu lado, que yo dormiré para el mío.

—Tsk, problemática.

—Buenas noches —espetó molesta, Temari, girando su cuerpo para darle la espalda, otra vez, a su vago marido.

—Buenas noches —murmuró entre dientes, Shikamaru, girando también su cuerpo para no verla. Luego estiró su brazo y apagó la luz de la lámpara.

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Mujer problemática, ¿cuántos días te durará el enojo? —suspiró, el pelinegro, ensimismado en sus pensamientos.

El moreno no podía conciliar el sueño, llevaba más de media hora en vilo, pero de pronto, algo recordó.

El sábado en la noche será la fiesta de bienvenida de Nara Inc. al consorcio —sonrió por inercia, Shikamaru—. Todos tendremos que asistir. Ese día debo arreglar el problema con la problemática, ya que la pelirroja estará allí.

Mujer problemática, te demostraré que sólo tengo ojos para ti, ya verás.

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CONTINUARÁ…

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Gracias por leer, espero que les haya gustado. Cualquier cosa que quieran decirme, pueden hacerlo a través de un review, me encanta leerlos y responderlos.

No sé cuando tenga listo el próximo capítulo de "Sin arrepentimientos y de "Lo que siempre nos unirá"…jajajajja…. estoy siendo sincera. Lo que sí les puedo contar es que retomé el capítulo extra de "La problemática de mis sueños" jajjajaja…. espero terminarlo luego.

Nos vemos en mi próxima publicación, no sé que subiré, pero algo saldrá.

Que tengan una linda semana y no olviden comentar, que siempre me motiva y me alegra el alma.

Besos y abrazos.