Capítulo 8: BATALLA FINAL.
Remus tomo la mano de Lucius, se transportarían en grupos de seis personas así llamarían menos la atención, cada diez minutos aparecerían en distintos puntos de Hogsmeade y luego buscarían la manera de llegar al cabeza de puerco, por supuesto en su grupo donde estaba Draco, Harry, Ron y Hermione se aparecerían directo dentro del bar, por motivos obvios no podían permitir que nadie viera al trío dorado circular libremente, Lucius miró insistentemente su reloj, eran el cuarto grupo en movilizarse y el ambiente estaba muy tenso, nadie decía nada.
Severus se había ido a la escuela al repasar el plan con todos los participantes, él tendría que movilizar a los estudiantes que habían querido formar parte de la guerra, ayudar de alguna forma, y proteger y aislar a quienes o por motivos de edad o por otras razones no les interesaba luchar.
Lucius no podía dejar de pensar en las palabras de su amigo antes de marcharse "tienes que tener súper claro que cuando los Slytherin vean a Draco van a seguirle, no todos, pero si la gran mayoría, si Potter moviliza a Gryffindor, Draco lo hace con las serpientes" y eso le aterraba, no quería que Draco participara, mucho menos que movilizara estudiantes a una guerra que podía significar su final, estaba acongojado y preocupado, iba de la mano con Remus sintió como su mano era apretada en señal de apoyo, le miró, el licano podía claramente sentir su angustia, trato de sonreír y decirle algo que se calmara, pero Ojo loco Moody les gritó que era su turno.
—Este lugar huele a diablos. —Fue lo primero que escuchó cuando aparecieron en la bodega del cabeza de puerco, era Ron y si todos estaban de acuerdo ese definitivamente no era el mejor lugar para estar.
—No seas descortés Ron… Nos van a ayudar a entrar a Hogwarts. —Señaló Hermione alisándose la ropa y tratando de arreglar su cabello, si la aparición era algo horroroso, hacer una aparición conjunta entre seis era los peor, Lucius se tapó la boca, se le había revuelto el estómago y el olor a huevos podridos no ayudó a mucho a mantener su última comida en su lugar.
—Sería bueno que lo recordaran. —Dijo una voz bajando las escaleras, las seis varitas le apuntaron, pero las bajaron al reconocer al dueño de la taberna. —Severus dijo que vendrían… Bueno… Bienvenidos. —Dijo mirándoles uno a uno y alzando una ceja. —Creí que serían el grupo más poderoso y solo veo nenazas… Y a ti Lupin. —Rió irónico sentándose en unas cajas de vino apiladas en una esquina.
—La elegancia no es signo de debilidad. —Respondió Lucius irónico, Harry no tomaba muy encuentra la pelea verbal de los adultos. —Después de todo, el mundo mágico al completo depende de un crío que aún no termina ni la escuela. —Aberforth gruñó disconforme, Lucius alzo una ceja retándolo a negarlo.
—No creí que la orden del fénix tuviera Slytherin… Albus mejoró el gusto con los años —Le tendió la mano casi con respeto, Lucius giró los ojos.
—Más quisieras… Nos unimos al final y por cosas que nada tienen que ver con la guerra. —Le contó aligerando el ambiente. —Entonces… ¿Que esperamos?
—Dos grupos más antes de partir. —Le contó el hermano de Albus. —Mientras ponte cómodo, se están tomando su tiempo en llegar y es cerca de veinte minutos de caminata rápida a la escuela. —Todos asintieron, Harry arregló la túnica de Draco solo por hacer algo estaba nervioso y necesitaba sentirse útil. —No te vez como un elegido… Para mi luces igual a un crío común y corriente. —El moreno le miró evaluativamente, no tenía nada que ver con el viejo director, el bufido enojado de Draco fue la respuesta.
—Lo dice el dueño de una taberna de primera Harry. —Soltó mirando alrededor sacando telas de arañas de las paredes. —Todo un Dumbledore, hecho para la gloria y la fama… Tienes que entender Harry que para él 'no superas expectativas'. —El menor de los Dumbledore le miró ceñudo tratando de evaluar quien era el chiquillo insolente.
—Eres un niño muy pijo supongo. —Draco alzó la cabeza su porte aristocrático era evidente, el Dumbledore se rió de buena gana. —Muy bien, tienes razón, puede que la apariencia engañe… —Se le quedó mirando fijo, justo en el lado derecho de su pierna donde estaba la varita. —Supongo… Que si me sorprendiste.
—Ya dejen de pelear. —Dijo Hermione sentándose en un rincón entre las cajas de botellas de cerveza de mantequilla
—No lo notas. —Le miró Aberforth. —Solo estoy viendo como son ustedes… Si quisiera pelear ya estarían todos en manos de mortífagos. —Le dio una sonrisa encantadora para haber dicho semejante amenaza, Harry suspiró cansado, pero decidió tomar cartas en el asunto.
—Aberforth no sé muy bien como son las cosas en Slytherin, pero aquí tienes a las personas más importantes para mí. —Los ojos del moreno se convirtieron en puro hielo. —Si le haces algo a Draco o algún otro voy a matarte. —El aire se congeló, el menor de Dumbledore se quedó mirando fijo al chico.
—Cálmate Potter. —Terminó mirando el techo. —Guarda tus energías para el Lord. —Estaba mordiendo una ramita de algo, se le quedo viendo fijo. —Yo y los Malfoy tenemos otro tipo de conversación nada más.
—Es cierto Harry solo distendemos al ambiente. —Draco se tomó de su brazo trataba de cortar en contacto visual entre Dumbledore y él. —Amor… —Harry le sonrió como si no hubiera pasado nada.
—Estamos muy tensos. —dijo Aberforth mirando la extraña interacción entre el chico dorado y el pijo de Malfoy, Harry decidió concederle el intento de tregua, entonces se abrió la puerta, pasó el grupo de Ojo loco Moody, con Tonks, los gemelos Weasley y dos aurores que Harry no recordaba. —Tardaron mucho. —Gruñó el Dumbledore.
—Lamento la tardanza es que pasamos a que Andrómeda se comprara un café. —Respondió uno de los gemelos. —Harry cariño ¿por qué tan serio? —El moreno se rió ante la broma.
—El otro grupo tuvo complicaciones… —Dijo uno de los aurores desconocidos.
— ¿El café no se los sirvieron a punto? —Preguntó el otro gemelo, varios se rieron, pero la puerta volvió a abrirse y un grupo de aurores entró apurado.
—Estamos atestados de mortífagos. —Informó Shacklebolt removiendo sus manos nerviosamente. —Los otros grupos van a demorarse más en parecer, tendremos que adelantarnos y esperar. —Saludó a todos con la mirada. —Los mortífagos están peor que nunca.
—Tienen que aparecerse de una vez en la taberna. —Dijo Aberforth resolutivo.
—No sentir una transportación de esa magnitud es imposible. —Saltó Ojo loco. —Estaremos rodeados de mortífagos en cosa de segundos.
—No tenemos tiempo, me hare cargo… Potter. —El chico se le quedó mirando. —Confió en que nos libres de él. —Se evaluaron, se midieron, terminaron sonriendo. —Avísales Moody… Todos a la vez, después que se vayas ustedes. —Se despidieron y entonces al final de la bodega apareció Neville Longbottom desde un cuadro.
—Hola a todos, bienvenidos a la resistencia. —Los gemelos le abrazaron y Harry le saludó emocionado, hace tanto que no se veían y se encontraban para caminar rumbo a una guerra, Neville les explicó que el cuadro de Ariana Dumbledore era un túnel a la escuela y más rápido de lo que ellos mismo pensaron comenzaron a casi correr por el para darles espacio a los aurores que vendrían detrás, si las cosas se habían adelantado, el grupo con más personas era el que llegaría cuando partieran y eso significaba que debían darles espacio, así que a buen ritmo se precipitaron a la escuela.
Salieron directamente a la sala de menesteres, Harry reconoció a muchos de sus compañeros de casa, todos guardaron un silencio reverencial al verla, el moreno apretó la mano de Draco buscando su apoyo, sus compañeros esperaban mucho de él y le daba miedo decepcionarlos.
—Tienes que darles ánimos. —Susurró el rubio a su lado, muchos vieron con asombro el tipo de cercanía de esos dos otrora los representantes de dos casas rivales, Snape estaba en un rincón y un no menor grupo de Slytherin se había sumado, solo porque se había convocado en nombre de Draco Malfoy.
—Yo… No sé muy bien que decir… Pero quiero que sepan, que esta noche nos jugaremos algo más que la vida. —El silencio se le hizo insoportable Harry buscó los ojos de su pareja, Draco solo asintió dándole el valor que le faltaba. —Esta noche lucharemos por ser libres… Lucharemos por tener una oportunidad en un mundo mágico injusto, pero debemos cambiarlo, debemos luchar, porque si él gana… No habrá futuro… Ni para nosotros ni para nadie… Así que para todos los que tengan algo porque luchar… Se los pido… Háganlo. —Hubo gritos emocionados y esperanzados, Draco se acercó a los de su casa.
—Les agradezco esto. —Habló solo para ellos. —Yo sé lo que es estar en Slytherin y la decisión que tomaron no es fácil… Es ir contra nuestro mayor principio de supervivencia… Pero dioses somos Slytherin y nunca vamos a estar de rodillas, mucho menos por un maníaco. —Se abrazaron y comenzaron a repasar los planes, cada grupo tenía una misión, Severus los había entrenado bien, estaban listos.
Draco y Harry iban caminando tras un gran grupo de Gryffindor de séptimo, la idea era llegar al gran comedor, mientras el grupo de Hermione, Ron y los gemelos Weasley espejaban la torre de Gryffindor de mortífagos, el grupo de Slytherin hacia lo mismo en las mazmorras, e increíblemente Luna y Cho estaban trabajando juntas en 'limpiar' Ravenclaw, Harry apretó nuevamente la mano del rubio sabía que lo que estaban haciendo era el todo por todo ya no habría huida pero irónicamente él pensó que no le molestaría que Draco se fuera, esperaba con ansias que no hubiera bajas y que todos los grupos pudiera 'sacar' a los mortífagos del castillo limpiamente, pero sabía que era infantil pensar en que lo lograrían si n ningún sacrificio y eso le angustió pues sentía que estaba llevando a la muerte a sus compañeros, según el reporte de Snape ninguno de los mortífagos era muy poderoso, de hecho el profesor solo, se encargaría del área de Hufflepuff.
El primer paso del plan era limpiar la escuela, tomársela de cierta forma y dejar los enfrentamientos en los patios, el lago, el bosque, lejos de los estudiantes que no podían defenderse. McGonagall tendría que convocar la magia protectora de la escuela que mantenía fuera a cualquiera que fuera considerado enemigo, el hechizo era poderoso y muy eficaz, pero dejaría a una de las mejores brujas de la orden fuera de combate, por eso nadie más podría hacerlo.
Entraron al gran comedor, no había mesas y había muchos alumnos de séptimo formados por casas, la cosa no pintaba muy bien, estaban los dos hermanos Carrow frente al grupo de Slytherin además de tres vampiros que daban vueltas por el frente donde debía estar la mesa de los profesores, se detuvieron al sentir un olor extraño en el ambiente, Harry apretó más la mano del rubio, pero un hombre que les daba la espalda detuvo su avance.
—Harry Potter y gran parte de la orden del fénix están en el castillo. —Se hizo un silencio sepulcral, Draco estaba tras un chico enorme, no podía ver al hombre que hablaba, pero se le erizaba el pelo de la nuca solo de oírlo, miró a Harry supuso que también se había dado cuenta debía ser un vampiro muy antiguo… No olía a nada… Y no lograban escuchar el latido de su corazón, el hombre suspiró como si oliera algo agradable. —Podría bailar con el miedo con que palpitan sus jóvenes y débiles corazones. —Comenzó a caminar por el pasillo entre Slytherin y Gryffindor, Harry se tensó a su lado suponiendo que el hombre ya había sentido su aroma de lobo, Draco apretó la varita con la mano que no sostenía la de Harry. —Hay algo particularmente dulce. —Dijo para sí, pero no hubo más tiempo para hablar, un chico de Slytherin que Harry identifico con Terrence Higgs saltó desde su lugar con la varita y la maldición asesina en la boca, el hombre lo miró con desprecio y en segundos la cabeza de la serpiente había caído a los pies del vampiro, los ojos de Draco se abrieron todo lo grande que eran y no lo pensó más, se lanzó sobre el hombre pero no lo hizo solo, la casa de Slytherin al completo se salió de control y Gryffindor decidió apoyarla, comenzó la lucha en el gran comedor, los hermanos Carrow fueron rápidamente sometidos por el grupo de Neville, Deán y Seamus, el problema fueron los vampiros, eran muy veloces y estaban atacando a matar, los hechizos protectores tenían que ser continuamente renovados y aun así no lograban someterlos.
Draco estaba furioso, su varita solo lanzaba maldiciones asesinas, Harry puso su espalda contra la de su pareja y a diferencia de la pelea con Greyback, ahora era Harry el que se preocupaba por bloquear, entonces uno de los vampiros jóvenes se lanzó contra el rubio, Harry recordó como había tratado al duende, le agarró de la garganta, sus uñas crecieron y simplemente separo la cabeza del cuello.
—¡Bravo! ¡Maravilloso! ¡Esplendido! —Aplaudió el vampiro que no desprendía ningún olor, el más viejo. —Dioses eso fue sublime… Nunca había visto un lobo tan decidido… —Se quedó callado, los ojos de Draco habían adquirido un tono perla, sus dientes cada vez más grandes. —No es posible… —Retrocedió un par de pasos, los dos vampiros más jóvenes también retrocedieron, dos maldiciones asesinas desde la mesa de las serpientes que aprovecharon su desconcentración eliminaron a los vampiros jóvenes, el hombre más viejo le miro sin pestañear sus ojos rojos como el fuego desafiaban al rubio, pero entonces Harry interrumpió la guerra de miradas.
— ¿Quién eres? —Preguntó aun empuñando la varita, el vampiro seguía mirando al rubio y Harry comenzó a perder la paciencia. — ¿QUIEN ERES? —Gritó, el vampiro le miro por primera vez, le dio una sonrisa de medio lado.
—Eiris Romanov —Saludó sin despegar la vista de Draco. —Maravillosa hembra Harry Potter. —Le sonrió, Draco iba a lanzarse por él, pero Harry lo detuvo, algo le decía que si bien Draco era poderoso, el vampiro lo era aún más. —Vivo en el sur de Escocia… les espero para el té cuando termine la guerra. —Les hizo una reverencia y desapareció. —Harry relajó sus músculos, entonces notó lo nervioso que había estado, Draco pareció estar igual, sus ojos volvieron a su color, se acercó a sus compañeros de casa algunos lloraban a sus compañeros caídos.
—Llévenlos a la enfermería. —Ordenó. —Aunque estén muy graves… Puede haber solución mientras sigan respirando. —Miró con pena la cabeza Terrence, eso no podía arreglarse, eso tenía que terminar ya, Harry le abrazó sintiendo el dolor del otro al perder un compañero.
— ¿Todos bien? —Preguntó al grupo de Gryffindor que le había servido de escolta, había heridos, algunos muy serios que les faltaban extremidades, pero en general estaban bien.
—Recibí un mensaje de Hermione. —Gritó Neville mostrando su moneda del ED. —Su área está despejada.
—Infórmale que la nuestra también y que nos reunamos aquí. —Indicó Harry ayudando a un chico a ponerse de pie para ir a la enfermería.
— ¿Por qué se fue? —Preguntó Draco mirando el lugar exacto donde había desaparecido el vampiro, Harry no supo responder, no sabía nada de vampiros… Apenas estaba aprendiendo de hombres lobo.
—No lo sé… Le preguntaré a Remus cuando lo vea. —Draco gruñó Harry sonrió, el rubio aún no estaba muy feliz con la nueva pareja de su padre, pero no había mucho por hacer.
—HARRY POTTER. —El llamado se escuchó en las cabezas de todos los estudiantes de Hogwarts. —Haremos un trato. —Fue un siseo horroroso directamente al cerebro, muchos de sus compañeros no lo resistieron y cayeron al suelo. —Enfrentémonos en el bosque prohibido… Solos… O entréguenmelo y no habrá más bajas… Tienen una hora. —La voz de Voldemort se detuvo, Draco meneo la cabeza y varios de los huesos de su cuello sonaron en protesta.
— ¿Algún voluntario? —Preguntó retándolos y mostrando su mal genio, todos le miraron entre asustados y asombrados. — ¿Nadie?
—No es mala idea. —Draco giró su rostro, Harry se alzó de hombros. —Si me enfrento solo a él tenemos menos posibilidades de tener bajas… Y si pierdo… Prefiero que te vayas con la manada… —La bofetada sonó seco en todo el gran comedor todos las personas presentes guardaron silencio esperando que Harry devolviera el golpe, jamás ocurrió, Harry y Draco se sostenían las miradas, en el momento justo en que se aplicaba el hechizo protector a la escuela y los otros escuadrones de estudiantes entraban.
— ¿Crees que él te esperara solo? ¿Qué te enfrentara limpiamente? —Harry sintió el rostro caliente, por el golpe y por el obvio análisis. —Vas a enfrentarlo… Pero no ahora. —Concluyó de mal genio alejándose de su pareja y acercándose a un recién llegado Severus que observaba con las cejas alzadas.
— ¿Así que… Hembra? —Draco gruñó ya más que enojado a su padrino quien sonrió, que Draco hubiera escogido a Potter como pareja no significaba que perdiera su personalidad, eso le gustó, su rubio siempre sería un Malfoy.
—Tenemos una hora para planear la forma de destruir a Nagini. —Dijo Ron, Hermione asintió orgullosa a su lado. —A todo el mundo, la prioridad es destruir a la serpiente… para eso necesitaran de esos dientes de basilisco que están repartiendo Fred y George. —Los gemelos Weasley llevaban en un saco con montones de ellos.
—Recién rescatados de la cámara de los secretos. —Dijeron al unisonó.
—Por favor cuidado al usarlos son muy venenosos. —Dijo Fred pasándole uno a Neville. —Y recuerden… Pudimos entrar porque Harry habla dormido. —El león se sonrojo.
—Si señores, habla dormido y en pársel. —Dijo George.
— ¿Cómo estás? —Preguntó Remus a Lucius, les había tocado proteger los terrenos cercanos a la zona de la torre de Gryffindor, justamente a campo abierto.
—Angustiado… Por Draco, pase lo que pase va a repercutir en él. —Le miró buscando el alivio y la tranquilidad que no tenía, vio a Tonks y Kingsley un poco más lejos. —Tanto si ganan la guerra como si pierden… Potter puede morir… Y eso le devastaría.
—Van a estar bien… Esos dos son los magos más poderosos que conozco. —Trató de darle ánimos aunque sin lograrlo del todo, Lucius siguió con la vista fija en el frente, buscando perturbaciones en el aire, pero Remus sabía que había algo más en la angustia de su pareja. — ¿Te preocupa algo más? —El rubio suspiró.
—Narcisa. —Remus se quedó mudo, después de todo era su peor miedo —Es mi amiga… No quiero que le pase nada. —Remus no dijo nada más, pero apretó fuerte los puños sentía esas palabras como su sentencia, había sido su culpa, cerró los ojos, tenía que aceptar las cosas como fueran.
—Nos vamos a reagrupar según las nuevas indicaciones. —Dijo Tonks mirando su moneda y notando el cambio de ánimo de Remus. —Al parecer la prioridad es destruir a Nagini, la batalla entre Potter y el lord no tiene sentido si la serpiente sigue viva. —Todo el escuadrón asintió. —Alguien debe ir por unos colmillos de basilisco, son lo único que puede matarla.
—Yo iré. —Dijo Remus, necesitaba poner distancia con el rubio sentía que Lucius lo hacía de todas formas, le sentía cada vez más lejos, necesitaba pensar, Lucius le miró impresionado. —Volveré en unos minutos. —Salió corriendo, pero sin dejar de pensar en que le depararía el futuro cuando Narcisa apareciera… y se odio por rogar al cielo, porque apareciera muerta.
—Ten. —Hermione le pasó la snitch, Harry sonrió ya casi había olvidado la escurridiza pelotita —'Me abro al cierre' —Recitó, Draco arqueo las cejas, sin comprender para que podría servirles una snitch.
—Es la herencia de Dumbledore. —Le contó el moreno sonriéndole, Draco tomó la pelotita.
—Pudo dejarte algo mejor ¿no? Digo… Hasta sus anotaciones son más valiosas. —Harry sonrió abiertamente.
—No sería Dumbledore. —Draco asintió distraído y le dio la razón, algo cuerdo y útil no era el estilo del viejo.
— ¡EL PLAZO TERMINO! ¡AHORA ARREPIENTANSE! —Gigantes y vampiros comenzaron a atacar simultáneamente el escudo de la escuela, mientras los escuadrones encargados de protegerlos enviaban hechizos tratando de repelerlos, pero eran poco efectivos contra los gigantes y los vampiros eran muy veloces como para dales, antes de lo pensado, el escudo cayó y la guerra mostro su lado más feroz.
Lucius y Tonks se vieron rápidamente acorralados por dos gigantes y Shacklebolt casi muere en un ataque conjunto de varios vampiros, entonces llegaron, Archie, Remulus y el resto de la manada, arrasaron con gran parte de los vampiros de la zona de Gryffindor, Lucius sintió los brazos acalambrados por la falta de práctica en duelos mágicos.
—Son vampiros jóvenes. —Señaló Archie. —Debes concentrarte Solcito. —Le dijo palmeándole la espalda. —Cierra los ojos y notaras como cambia el aire cuando hay un vampiro cerca entonces podrás adelantarte a sus movimientos. —Lucius le hizo caso y sonrió al notar que Archie tenía razón. — ¿Dónde está Remus?
—Fue por unas cosas que necesitamos. —Remulus gruñó insatisfecho.
—Te dejo solo. —Lucius se vio incómodo… Era cierto… Remus le había dejado solo… Otra vez. — ¿Qué paso? —Lucius no supo que responder ¿había pasado algo?
—Tengo que ir. —Harry y Draco habían entrado al bosque prohibido.
—Iré contigo. —Dijo testarudo el rubio, Harry negó dolorosamente —No te dejare solo. —Chilló muy poco elegante.
—No soportaría si algo te pasara. —Casi sollozó y le abrazó desesperado, Draco se aferró a él también.
—Iré con la capa… Solo intercederé si es necesario. —Tranzó, Harry asintió y sacó la capa y cubrió a Draco cuando sintieron algo caer, la Snitch estaba en el suelo y se había abierto dentro estaba la piedra de la resurrección, Draco la cogió y vieron las imágenes de los padres de Harry.
—Estamos orgullosos de ti. —Dijo James.
—De ustedes. —Sonrió el fantasma de Lily.
—Y les acompañaremos. —Dijeron al unisonó.
—Estos son complicados. —Dijo Archie sacando su arco de caza. —Solcito estos vampiros son más viejos… Quédate cerca. —Lucius se sentía intranquilo, no por los ataques que cada vez eran peores, sino porque Remus no llegaba… Comenzó a desesperarse y eso se notó en su magia.
—Archie tenemos que entrar al castillo. —Gritó Remulus del otro lado. —Nos rodearan a campo a abierto. —Ayudaba a Tonks a ponerse de pie.
—Remus llegara aquí. —Dijo Lucius desesperado.
—Remus no debió dejarte solo. —Criticó Archie, sin notar lo doloroso que fue para Lucius… ¿Remus le había abandonado otra vez? Remulus sintió como la magia de Lucius se debilitaba, definitivo tenían que salir de ahí o los vampiros los matarían a todos.
—Mira nada más decidiste dar la cara y dejar de hacer que tus compañeros mueran por ti. —Voldemort estaba en una especie de trono improvisado en el bosque, había miles de mortífagos a su alrededor.
—Veo como no fuiste capaz de cumplir tu promesa de uno a uno. —Dijo Harry mirando alrededor, sin distinguir a nadie dentro de sus máscaras blancas y trajes negros. —Es normal de todas formas que tengas tanto miedo. —La magia de Voldemort se alteró. —Seamos sinceros te vencí con meses de nacido. —La sonrisa torcida marca Draco impresionó a más de un mortífago.
—Chiquillo insolente. —El lord de puso de pie, entonces Harry pudo ver a Nagini, protegida en un círculo de magia, suspiró frustrado, esperaba que Draco pudiera matarla mientras él se batía en duelo. —Tranquilo Potter, tendré el placer de destruirte con mis propias manos.
— ¡Ja! —Harry bufó, mientras Draco bajo la capa esquivaba a los mortífagos y comenzaba a acercarse a la serpiente, solo necesitaba que el escudo bajara de intensidad y la serpiente estaría muerta, pero sintió a alguien cogerle de un brazo, su corazón de detuvo ¿Cómo pudo verle?
Corrieron a todo lo que daban sus pies, estaban casi llegando cuando un vampiro saltó, era imposible esquivarlo, Lucius cerró los ojos, preparado para lo peor, cuando lo volvió a abrir vio a Remus con la cabeza del vampiro en la mano, estaba acelerado y sus ojos habían cambiado de color, si pensó que Archie o Remulus le criticarían algo se equivocó, todos los hombres lobo estaban luchando con fiereza contra su raza enemiga.
—Eres muy guapo para ser lobo. — ¿Cuándo un vampiro les había ganado terreno? Estaba sentado cómodamente justo frente a ellos, un vampiro sin olor, Lucius ya sabía que eran problemas. —No estás unido… Que bien. —En menos de un segundo estaba a su lado pasando la lengua por su mejilla izquierda. —Sabes delicioso. —Gimió, el rubio estaba paralizado, entonces un lobo café claro salto sobre el vampiro que le esquivó por poco. —Oh Remus aprende a compartir… Te lo podría dejar después de jugar un rato. —El lobo mostró los dientes amenazadoramente. —Si así lo quieres…
— ¡Avada kedavra! —Draco sintió que no podía respirar, su cuerpo comenzó a temblar violentamente y se hubiera puesto a gritar como loco si el mortífago que le sostenía no le hubiera tapado la boca, Harry había sido lanzado varios metros.
—Shhh cálmate cielo. —Conocía esa voz y sintió la calidez de sus brazos al sostenerle. —Concéntrate… Él sigue vivo, usa los sentidos del lobo. —Draco aun con la capa miró el rostro cubierto por una máscara blanca, su madre y dentro de todo sintió una especie de alivio. —Sígueme. —Le susurró suavemente, apenas audible. —Mi señor. —Llamó fuertemente, el Lord no había quitado la vista del cuerpo de Potter en el suelo. —Iré a ver si sigue vivo. —Voldemort asintió sin moverse mucho, Narcisa caminó solícita entre los mortífagos que le abrían paso, Draco caminaba tras su madre, ella tenía razón, dentro de su pecho aún estaba el calor de Harry, y si se concentraba podía sentir el latir de su corazón, su madre sin perder su disfraz se agacho frente a Harry. —ESTA MUERTO. —Informó y todos los mortífagos gritaron de júbilo, el Lord incluido.
El lobo café se lanzó ferozmente por el vampiro, quien velozmente le esquivaba y se reía, entonces todo el campo de batalla quedo en silencio, la risa del vampiro al que se enfrentaba Remus fue lo único que se oyó.
—Cayó el niño—que—vivió. —Los ojos de Remus se abrieron todo lo grande que eran, Lucius sintió como se le apretaba el pecho y solo pudo pensar en Draco. —Van a llevarlo a la entrada del castillo, reagrúpense. —Dijo el vampiro burlonamente, y desapareció junto a todos los demás mortífagos, todos se reunirían a ver el espectáculo del chico de oro muerto, Lucius se dejó caer al suelo, Remus retomó su forma humana y le abrazó con fuerza.
—Debe ser un error… Debe ser un truco de Voldemort. —Apretó el agarre, Lucius respiraba erráticamente. —Tranquilo debe ser una trampa… —Remus apretó al rubio entre sus brazos. —Harry no está muerto amor… Por favor… Respira.
—De todas formas estaría bien enviar a alguien a verificar. —Dijo Archie acercándoseles y llevándole una túnica a Remus quien se la puso rápidamente.
—Pero no todos. —Dijo Tonks. —Vayan ustedes. —Señaló a Remus y Lucius, el rubio se puso de pie rápidamente y comenzó a correr hacia la entrada del castillo, Remus tras de él.
—Les perdonaré… Solo únanse a mí. —Escuchó que decía el Lord, Hagrid cargaba a Potter, Lucius miraba en todas direcciones era imposible que Draco le hubiera dejado solo, simplemente imposible de creer, Longbottom fue el primero en reaccionar y se acercó cojeando al lord. —Hubiera esperado algo mejor, pero algo haremos. —Las risas de los mortífagos no se hicieron esperar, Lucius inhaló el aire, había algo calmado y terriblemente tranquilo en el ambiente que le aterró ¿Dónde estaba Draco? cuando puso atención a lo que estaba pasando vio que le ponían a Neville el sombrero seleccionador.
— ¿Sabes dónde está Draco? —Preguntó Remus en su oreja, ambos se habían cobijado en una esquina, tras una columna y al amparo de las sombras. —Siento todo demasiado tranquilo. —Lucius miró la escena, Longbottom sacó la espada de Gryffindor y partió en dos a la serpiente, entonces Draco salió desde debajo de la capa de invisibilidad y se transformó en un lobo blanco enorme y Harry desde los brazos de Hagrid se lanzó por el cuello del lord transformándose también en el lobo azabache que había asesinado a Greyback, el Lord retrocedió sin poder creer lo que estaba pasando, entonces de entre sus filas salió un hechizo directo al cielo, las nubes que cubrían el cielo se disiparon, se escucharon los gritos de los vampiros y vieron a muchos huir rápidamente al bosque prohibido.
Lucius también se lanzó a la batalla y comenzó a batirse en duelo con Lestrange, mientras Remus mantenía la retaguardia, lanzando hechizos de protección, Snape lanzaba bolas de fuego desde dentro de castillo ayudando a los heridos a entrar, entonces pasó, Harry aún transformado en lobo agarró al lord desde la garganta y simplemente apretó, su cabeza salió despedida a los pies (patas) del lobo blanco, quien aulló al sol, la guerra había terminado.
— ¿Te irás? —Hermione estaba junto a Harry frente al campo de batalla, mientras los lobos preparaban un enorme carruaje con provisiones y víveres.
—No por toda la eternidad. —Le sonrió. —Vendré a verlos… Pero quiero alejarme un poco de todo esto. —Miró el castillo y sintió el calor del sol en la cara. —No quiero el agradecimiento de la comunidad mágica… Quiero estar tranquilo. —Vio a Draco bajar las escaleras de la escuela de la mano de su madre y tras de ellos les seguía Snape trataba de seguirles el paso pero estaba herido y caminaba con ayuda de un bastón, a pesar de ello sonreía a lo que sea que dijeran los rubios, parecían venir discutiendo algo muy gracioso.
—Estas jodido hermano. —Dijo Ron junto a Hermione, pasándole el brazo por el cuello al moreno. —Tan enamorado. —Le palmeó la espalda, Harry asintió. —Espero que te hagan sufrir mucho. —Le dio una enorme sonrisa.
—Muy bien señor Potter. —Saludó Narcisa una vez les dieron alcance. —Le aviso desde ya que tendrá algunas visitas mías. —Le miró inquisitiva y levantó una ceja. —Hasta ahora no se ha ganado la aprobación de la familia…
—Hay poco que puedas hacer estando esos dos unidos. —Dijo Snape, cojeando de una pierna, Draco le abrazó. —Déjales ya mujer.
—Es necesario que sufra un poco. —Dijo Narcissa sin escuchar mucho al profesor. —Además soy recientemente viuda en algo debo dedicar mi tiempo…
— ¿De qué hablas? Papá estaba adentro ayudando en la enfermería. —Dijo Draco soltando a Snape y tomando una de las manos de Harry, quien de inmediato le acercó a su cuerpo.
—El necesita MUCHO espacio con Lupin, así que está oficialmente para todo el mundo mágico muerto, me haré cargo de todos los bienes Malfoy mientras mi esposo se da una temporada de muerto… tal vez más de una. —Alzó una ceja al ver como Lucius y Remus salían muy abrazaditos del castillo. —Aunque también va a tener que pasar las pruebas. —Draco asintió. — ¡Hey! ¡Tú! —Llamó Narcisa a Remus —Aún no apruebo tu relación con el cadáver de mi esposo… así que tendrás que hacer méritos.
— ¿De qué hablas? —Pregunto Lucius. —Hasta donde se… sigo vivo… —Remus se acongojó, y ahí estaba… Su peor temor, Lucius volvería a ser Lord Malfoy y se olvidaría de él.
—Estás muerto Lucius. —Le pasó un documento de defunción. —Así que podrás irte a vivir a ese horrible lugar al que llaman 'manada'. —Le sonrió. —Y unirte… a él. —Miró a Remus. —Y ser feliz… te lo mereces. —Se abrazaron. —Lo que es yo… esperaré un tiempo prudente y me volveré a casar. —Miró a Snape de reojo. —Cuídalos bien. —Dijo a Remus. —No te has librado de mi… iré a verles, Draco sigue siendo mi bebé.
—No pretendo quitarte eso. —Remus por fin pudo sentir como pasaba el nudo por su garganta. —Pero Lucius es totalmente mío. —El rubio se puso todo lo rojo que era posible mientras dejaba a toda su audiencia con una enorme O en los labios, nunca Remus había sido tan abiertamente posesivo, Narcisa alzó una ceja y se agarró del brazo de Severus y ambos volvieron al castillo.
—Ustedes también tienen que visitarnos. —Dijo Harry mirando a sus amigos, ambos le abrazaron.
—Dalo por hecho. —Dijeron ambos, mientras los carruajes comenzaban a moverse rumbo a la manada.
Draco y Harry se subieron al último carruaje junto a Remus y Lucius, los cuatro se quedaron mirando al castillo hasta que se perdió entre el paisaje.
—Pensaste alguna vez que vivirías para este momento. —Draco miraba detenidamente a Harry, el moreno tenía una enorme sonrisa satisfecha y cansada.
—Jamás creí ni remotamente sobrevivir… Que decir de estar contigo… O que Remus y Lucius terminarían siendo pareja. —Miró a los dos hombres que dormían plácidamente acomodados en el asiento frente ellos, Remus casi completamente acostado y Lucius sobre él. —Fue toda una sorpresa… Pensar en lo herido que llegaste a nosotros… Y en cómo se han dado las cosas… —Draco le besó notando que su pareja estaba sobrepasada. —Eres genial.
—Descansa héroe… Ahora te cuido yo.
FIN
Bueno lo prometido es deuda, aquí está el capi final! Espero que les guste, les cuento que subiré algún día de noviembre el epilogo! :)
Besos a todos
Ari