Hola lectores, mi nombre es Zword y esta vez traigo algo distinto a lo usual, pues tengo de costumbre hacer Fanfics de la saga Zelda. Espero que este les agrade.

Advertencias: Este Fanfic puede contener palabras grotescas, exuberantes y ofensivas – No me hago responsable de sus traumas– y también lenguaje altisonante.

Sin más preámbulos, que inicie. (Aclaraciones al final)


-Maze Battle-
Por: Zword y Axgel

-.-Light & Shadow-.-


Hace mucho, mucho tiempo hubo una guerra que involucro a muchos reinos de un mundo con diversos tipos de vida. Todos habían perdido algo importante, de sumo valor, pero nadie sabía quién lo había tomado y la razón.

Por ello algunos reinos atacaron a otros y viceversa, causando destrozos y desacuerdos entre estos. ¿Pero qué pasaba…? ¿De verdad era necesario esto?

-En realidad no… o… quien sabe…

Algunos reinos se aliaron y formaron grandes ejércitos. Otros por su parte buscaban la diplomacia y muchos otros olvidaban la guerra y viajaban, migraban buscando la verdadera causa de aquello.

La guerra ceso por un tiempo… sin embargo

Despertó de nueva cuenta, desde entonces, enemigos nunca vistos aparecieron y así comienza esta historia…


-Prólogo-
El sonido de la guerra no se olvidara.


El escenario era un escalofriante campo de batalla, el olor de la sangre inundaba el ambiente y el piso carmesí resaltaba de entre el oscurecido cielo con las nubes enrojecidas del atardecer, para algunos era como el mismo infierno.

Las casas ardían y otras estaban entre escombros, en proceso de quemarse, destruidas, derrumbadas, mientras sus habitantes sollozaban, maldecían y pagaban el precio de una guerra absurda, ellos sobrevivían de lo que les quedaba.

El lugar estaba situado justo a unas cuantas horas de Hyrule. La llamada aldea maple, donde vivía cierta jovencita. Ella era una joven campesina, de cabello castaño y ojos azules como el mar. Su figura esbelta y falta de acondicionamiento físico la hacían un blanco sencillo de asesinar, pero también la belleza que tenía le hacía ver fácil para tomar prestada hacia otra situación. Llevaba consigo un vestido muy sencillo y un par de botines de cuero café, tras su espalda una manta con el símbolo de su tierra, un sencillo orbe color verde con tres medias lunas y una luna entera en el medio. Al reverso de esa manta tenía otro símbolo de otra región.

En ese momento, cuando hubo un ataque sorpresa, ella se encontraba en medio de jornada de trabajo, en una famosa tasca cerca de un callejón en Hyrule, llamada "El sabor de Telma" que tenía antigüedad en el país.

La jovencita estaba aterrada, a salvo en aquel sitió escondido y con soldados, por suerte. Pero le preocupaba una cosa o más bien, alguien: Su pequeño hermano de siete años, quien se había quedado a cargo de una nana esa tarde.

Sin dilación, echó a correr en dirección a su hogar, en el camino, virando el escenario desastroso y cruel.

-Madre – tocó su pecho con tristeza siguiendo el camino, esquivando el peligró a como diera lugar. Esperanzada, miro al cielo, teniendo la sensación de que algo malo estaba ocurriendo, aunque prefería ignorar aquel instinto para tener una expectativa positiva.

Llegó al sitió. Habían hombres muertos por casi todos los rincones del suelo, para luego, al entrar a su hogar destrozado y algo quemado, encontrarse con la mala sorpresa de una mujer que conocía bien, derramada en el suelo junto a su sangre y su ropa desgarrada, dejándosele ver el pecho y algunas rasgaduras de algún animal.

La joven retrocedió con miedo en el rostro, denotando y expirando temor en gran cantidad por aquella escena. Respiro agitadamente tomándose el pecho, perturbada. Su rostro estaba cubierto por cenizas y lágrimas

Pero lo peor no era aquello, si no el encontrarse con una bestia, tendida en el suelo con el pequeño cuerpo de alguien… sí, su temor estaba cumpliéndose.

Esa cosa se encontraba comiéndose vivo al pequeño, que mantenía una mirada apagada ya, aun con movimiento en sus manos. Al final, llorar al ver a la joven entrar.

-N-No… No… – Cayó de rodillas sobre el suelo, llamando la atención del lobo antropomorfo que devoraba al pequeño – Joseph, hermanito… – la voz baja de la chica era casi inaudible, pero era fácil pensar que se trataba de una voz triste y desolada. Quebrándose poco a poco.

El lobo se dio la vuelta, tenía casi dos metros de altura al verse parado de frente. Ella retrocedió atemorizada hasta chocar en la pared.

-Je… je… je Debiste ver sus patéticas súplicas… – Sonrió aquella figura, ante la mirada de locura de la jovencita – Huelo tu miedo y desesperación… me gusta – susurro lo último, lamiendo su mejilla – Ese niño sabía bastante bien y la mujer me dio suficiente diversión. Me pregunto si tú también me darás ambas ¿Qué dices, pequeña perra? Me gusta que mi presa se resista…

Volvió a soltar una risilla burlona mientras sostenía el cuello de la chica y así mismo, la alzaba en el aire. Rozando, suciamente con su otra pata, el cuerpo de la jovencita.

-P-Por favor… alguien… sálvenme – Pensó cerrando sus ojos, con la última vista de su pequeño hermano.

-Shiori…

Fue llamada en la oscuridad, viendo un resplandor cada que pronunciaban su nombre.

-Shiori… Mano derecha del destino de este mundo… Shiori….

-¿Quién…?

-Despliega tu poder, recuerda tu pasado como espada la "Unmei" Deja que fluya…

-Espada… ¿"Unmei"?

En dirección a ella, en esa oscuridad, un filo de una espada se acercó rápidamente. Quedó justo en frente, clavada sobre el suelo. Y al tocarla y sacarla de aquello, pudo observar un paisaje natural, un campo parecido a Hyrule que la maravillo y lleno de convicción.

-No fue tu culpa… el destino así lo quiso – dijo la vocecita de su hermano tras de ella. Junto a una mujer de cabellera rubia, quien se trataba de su madre, y a otro hombre de cabello castaño, al cual no conocía.

-Deja que el poder… fluya – le dijo su madre para luego desaparecer.

Antes de seguir con lo suyo, la chica se zafó de su agarre, mostrándole con agresividad que podía defenderse y de aquel arranque, sacándole un ojo. Así mismo, corriendo en dirección a la salida.

El lobo la siguió con enfado. Rugiendo de dolor y con su pata derecha, tapándose el ojo del mismo lado.

La chica paro frente a un soldado que tenía una espada entre sus muertas manos y luego la tomó sin dilación alguna.

-¡No te lo perdonare! – Se lanzó con una mirada llena de odio y locura en extremo, riéndose como nunca antes – ¡HAHAHAHA! – Soltó en seguida, después de fallar el primer ataque.

-¿Qué harás, pequeña mocosa? – Pregunta este, mirándola de arriba abajo – Cuando termine de mutilar tus brazos, arrasare con la inocencia que te queda, impregnándome en tu juvenil cuerpo de golfa – Este rio entre carcajadas, pero ella era rápida, sin pensarlo dos veces corto ambos brazos y parte de los tendones de sus talones, dejándolo rendido sobre el suelo a aquel demonio con forma de lobo antropomorfo.

-Al contrario de imbéciles como tú, yo no digo lo que haré con detalle, no me gusta perder el tiempo con basura – luego de acomodar su espada sobre el cuello de aquel ser y escuchar sus plegarias.

-¡T-Te lo suplico…!

-¿No dijiste… que mi hermano también suplico…? – Colocó la espada en su abdomen y apuñalo una y otra vez al demonio lobo, haciendo que la sangre intensamente roja, más de lo común, saltara sobre su rostro, dejándola con un semblante aterrador y psicótico, además de que sus risas no le daban más crédito de locura.

Pronto cualquier demonio o soldado atrevido que se le acercara con malas intenciones fue arrasado por la fuerza descomunal que poseía, cortándolos con un solo roce y con rabia al mismo tiempo.

Minutos más tarde, la ropa de Shiori también estaba desgarrada y su cuerpo tenía marcas de las garras de los que algunos llegaban a tocarle y también cortadas de algunas espadas que llegaban a rozar su cuerpo. Estaba semi desnuda del torso y herida también.

Su espíritu se encontraba ya en decadencia y su cuerpo estaba al límite.

A punto de ser abusada por uno de los soldados o mercenarios que había de parte del enemigo, un joven de cabellera azul obscura degolló de un golpe a ese tipejo, junto a sus compañeros ayudaron a la joven a reincorporarse. El joven se retiró la capa desgarrada que tenía, dejando así ver su musculatura en extremo y tapando el cuerpo de la muchacha que en ese mismo momento tenía descubierto.

-¡Shiori! – Grito uno de los que lo acompañaban – ¡Santas diosas! – la abrazó enseguida de verla. Pero ella no respondió.

Sólo estaba ahí, con la mirada perdida y jadeando del cansancio. Sus pupilas estaban dilatadas, como si hubiera ingerido alguna droga y aun sostenía la sonrisa oscura en su rostro. Pero la calidez del rubio que la sostenía comenzó a deshacer la locura en su mente.

Poco a poco comenzó a soltar lágrimas para observarlo a los ojos.

-Joseph está muerto. Link… ya no tengo ningún motivo… por el cual vivir – Dijo llorando intensamente y volviendo en sí, sin cerrar sus ojos – Quiero morir – sonrió con más llanto desgarrador.

-No, eso no es cierto, no llores – secó sus lágrimas, derramando el mismo algunas, con una cara igual de dolida y triste – Todavía nos tienes a nosotros – señaló con la mirada al peli azul – Además… juraste a mi padre que serías mi soporte.

Ella alzo la mirada con tristeza y sonrió secamente – Es cierto… es verdad, pero… aun así… yo… Aun así – dejo caer su cabeza en el hombro del joven hylian y entrelazo sus brazos alrededor de la cintura del joven.

-Incluso – la mirada del rubio semi castaño, se oscureció – yo le jure a tu madre que sería el tuyo… y he fallado… les he fallado… Yo no cumplí mi promesa…

La muchacha alzo la mirada, y acarició la mejilla del muchacho. No pudo decir nada.

-Ni siquiera…. Puedo considerarme un buen hermano para ti por este pecado…

La joven se desmayó dejando a Link aún más preocupado. La cargó entre sus brazos con tristeza y comenzó a llorar igual de desgarradoramente que ella.

-Ike… encárgate de llevar a Joseph al castillo. Por favor – El otro asintió.


Campamento afueras del castillo, Hyrule.

Sin saber cuánto había pasado despertó cuando el día estaba en su esplendor, a su lado se encontraba el antes mencionado muchacho de gran musculatura que le había prestado su capa.

-¡Shiori! –Grito al despertar de la muchacha – Me alivio de saber que aun vives – Su mano se conectaba con la suya, con la cara de pésame que tenía la joven él sabía que tenía que hablar sobre su hermano.

-I-Ike – dice esta con dificultad – Joseph… han asesinado a Joseph – Y sin previo aviso, aunque era tan probable, la joven comenzó a llorar con un grito desgarrador.

El joven no dudo ni dos segundos en abrazar a la muchacha que se encontraba vendada. Tomó su cintura con delicadeza y parte de su espalda. La abrazo con mucho cariño y con pésame, pero ella no dejaba de llorar.

Unos minutos después la muchacha paro el llanto y volvió a dormir por el esfuerzo y el cansancio.

Así mismo, Ike suspiro cansado y melancólico, salió de aquella carpa de campaña encontrándose frente al muchacho Hylian.

-Ike, ¿cómo está Shiori? ¿Ya despertó? Han pasado dos días ya – Pregunto el rubio preocupado – Acabo de regresar del castillo. Parece que puede ser atendida en el sanatorio.

Ike negó con la cabeza – Ha despertado ya. Aunque mejoro sus heridas, su corazón está destrozado – Responde el muchacho con tristeza.

-Ha sido arrebatada de lo único que la hacía querer vivir. El que Joseph haya muerto es el significado de la promesa sin cumplir de la última voluntad de su madre. Ya no le quedan más motivos de vida para ella– dice Link, agachando la cabeza – y yo no pude hacer nada.

-Link… no te culpes, nos atacaron de sorpresa. Además nunca lo imaginaríamos, ni ella. Los dioses son crueles. A pesar de la guerra… ella nos atendió en la posada de Sisan cuando llegamos, a todos mis compañeros que ahora ya no están. Es muy injusto que le haya ocurrido eso. No sé cómo me sentiría si le pasara eso a Mist – Comentó con pena el peli azul.

Link, miro con una triste y desconsolada sonrisa en sus labios – ¿Por qué esta lucha debe ser tan cruenta? – Se pregunta sacando su espada de la funda y con mera rabia sacando chipas del suelo – El hermano de Shiori quería que lo entrenara… ¡MALDITA SEA! Shiori es también como una hermana para mi… siempre fue atenta conmigo cuando mi padre falleció… procuraba que no bebiera más de la cuenta en la tasca y su hermanito siempre me alentaba a seguir mejorando. ¡Demonios! ¡Rose siempre me trato como si fuese una madre…! ¡Era como una madre para mí y le fallé en su último deseo!

Antes de dar otro tajo al suelo, una delicada mano le detuvo el golpe – ¿Algún problema, Sir Link? – Pregunta preocupada una misteriosa doncella castaña. En ese mismo instante, Ike se arrodilló. Todos los demás que los rodeaban, también y Link posteriormente.

Él no pudo contestarle. Además de frustrado también estaba apenado por la escena que montó de su arranque.

Ike, se levantó del suelo y abrió la tienda de campaña donde se hallaba Shiori, dejando así un silencio incomodo en la escena. La castaña supo entonces la rabia de aquel roce contra el suelo. Estaba claro que seguir viendo amigos del rubio en ese estado le dolía y fastidiaba.

Con calma se dirigió hacia Link y tomó un hombro del muchacho – Sé que resulta difícil esta guerra y los estragos que provoca, lo lamento mucho Link… pero así es esta realidad, hay que luchar por lo que anhelamos en el nombre de lo justo y el honor de la paz.

-Son sabias sus palabras, como siempre, mi lady, pero mi corazón piensa que hay otra manera de resolver nuestros conflictos – le responde tomando su mano.

-Así es como pensaba antes… de saber la realidad de los hechos, mi querido amigo y hermano – le dice con una sonrisa entristecida – Ambos jugamos un papel importante en esta lucha – comenta con una débil sonrisa, de nuevo – Pero si todos aquellos que deseamos la justicia nos unimos, terminaremos esta guerra antes de lo imaginado y entonces encontraremos las razones y a los culpables de estos desastres – Sus miradas se cruzaron, comprendiéndose – Así que sigamos para alcanzar nuestro objetivo: La paz.

Link suspiro hondo, tranquilizándose y, tal como Ike, levantándose del suelo, para luego ser abrazado por la heredera al trono de su reino. Zelda, la princesa de Hyrule.

-De acuerdo – Sonrió débilmente ante la mirada de la dulce joven.

-Si necesita una curación más especializada, no duden en acudir al sanatorio. Después de todo, su madre nos brindó grandes servicios a la corona. Es lo menos que podemos ofrecer.

-Gracias, mi lady – Hicieron una reverencia, antes de verla marchar junto a una escolta de soldados y una mujer albina con una gran espada sobre la espalda.

-La princesa también cree lo mismo que yo. Supongo que los ideales de Marth Lowell se le han pegado un poco…

-Eso supongo – Link bajo la cabeza y volvió a suspirar – Ahora, lo más importante es ayudar a Shiori a superar su duelo. Soy lo único que le queda, parecido a familia.

El joven que le escuchaba sólo asintió con la cabeza. Tenía razón, Shiori ya sólo tenía a Link como parte de sus lazos más fuertes. Después de todo, convivió con ella cuando eran pequeños.

Pocas horas más tarde, fueron convocados a una reunión estratégica y en vista de ser ambos una parte importante de la misión. Los dos, Ike y Link, comandantes máximos de las tropas de Altea y Hyrule. Ambas naciones, Altea y Hyrule, uniendo fuerza en combate para crear un gran ejército. Aunque también unían fuerzas con otros lugares.

El consejo comenzaba por la tarde mientras los jóvenes comandantes escuchaban la conversación de sus superiores, estos se miraban entre sí con las decisiones pésimas del consejo. Sin embargo una voz femenina interrumpo aquellos planes pelmazos, antes que cualquier otro, que en su mente tenía con certeza sobre su fracaso.

-He de interrumpir esta penosa y estupefacta reunión de opiniones absurdas y peligrosas para nuestros monarcas, la princesa Zelda y príncipe Marth – dice la mujer de cabello albino y ojos rojizos como los rubíes – Me parecen pésimas sus ideas de batalla, señores, es una vergüenza su forma de actuar ante la situación – Confiesa sin temor – Yo, líder del pueblo Sheikah y mano de la Princesa Zelda Nohansen de Hyrule, pienso que sería prudente esperar a las fuerzas que la diosa Palutena nos ha prometido. Aun sabemos que la guerra más cruel se vive en Angel Land.

Sin embargo uno de los consejeros de ambos monarcas hablo en su contra – ¿Una mujer Mano de la monarca? Hyrule ha caído bajo – Dice riendo, haciendo que otros consejeros se burlen. Pero el príncipe del Altea observa con una mirada decisiva al joven de cabellera azulada, Ike.

Sin previo aviso Ike le dio un gran puñetazo dirigido a la cara con fuerza haciéndolo callar, dejándole el habla a Marth – Es una gran falta de respeto hablar así de una dama, consejero Pita, sobre todo una tan respetada como la jovial Impa – le dice con una voz firme, mientras Ike seguía tomándole por los ropajes – Le ordeno que se disculpe, en nombre de la familia Lowell, y posteriormente se retire si no quiere morir fuera del campo de batalla, además que desde este momento se le remueve el puesto por las malas bromas en un momento tan importante – Y sin otra oración el hombre se disculpó y salió con una tenebrosa mirada de temor

-Alguien más va a decir algo – pregunta Link con diversión, al verlos callado vuelve a hablar –Bien… esta vez todo lo hizo Ike, pero en mi estado de ánimo no tendré compasión de insultos a mi maestra.

Así como el consejero, los demás observaron a Link temiendo por sus vidas. Parecía sombrío del rostro, más que cualquier otro día.


- Más tarde ese día – Campamento.

Link, luego de entrenar un poco en el campo cerca del campamento, pasó a revisar la tienda de campaña que le pertenecía a Ike, para encontrarse con la sorpresa de que Shiori no estaba.

El Sir salió despavorido al no encontrarla, pero su búsqueda fue corta al ver que en la colina de los límites se hallaba junto a otro de sus amigos, el joven Roy, y también al lado de Ike. Roy era un lord de los lejanos lugares del gran continente de Altea, en Pherae, que prestaba sus servicios al príncipe. Era un muchacho con grandes habilidades en batalla y en modales. A pesar de su corta edad era fuerte, valiente y tenía un gran valor como estratega.

-Me alegro que te encuentres mejor, Shiori – le dice besándole la mano – Aquí viene Link, entonces nos vemos – Le dice mostrando una sonrisa pícara y yéndose mientras dejando al viento un susurro que sólo Link logra entender por sus grandes orejas, "La dejo en tus manos, casanova"

Las mejillas enrojecidas del joven se vuelven más intensas cuando Ike se acerca lentamente y se ríe del muchacho – Te pillaron – Pero Link no dijo nada. Sólo se avergonzaba de que tomaran su relación amistosa como algo más fuerte. Ike también se retiró del sitió con Roy, mofándose del hylian.

Ella sólo miraba el suelo con tristeza. Casi no respondía a las preguntas del Lord – Link… – dice suavemente al viento – Gracias por salvarme – un pequeño llanto se soltó de su boca.

-No Shiori, perdóname por llegar tan tarde… no hay excusa para mi falta de atención – le dice, arrepentido de no llegar antes ante aquella situación. Le acaricia su cabello mientras ella cae a su regazo.

Link siempre lograba darle un motivo para vivir. Ella se encontraba sola, junto a su hermano, luego de que su madre falleciera, y no conociera siquiera a su padre.

Shiori había mantenido en secreto su amor. Se negaba a creer que quería más allá del límite amistoso al rubio, por lo que interpretaba su cariño de distinta forma. Pero estaba segura de que Ike era otro cuento… Quien sabe que pensaba realmente, ni ella lo sabía concretamente. O tal vez ¿sí? Pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuese su hermano…

El rubio semi castaño suspiro hondo, calmándose un poco y luego sonrió con poca fuerza – Shiori ¿me escuchas? – pregunto tocando su cabello con delicadeza.

-Sí, Link, puedo escucharte – contestó la castaña a secas.

-Hay que cenar, para recuperar nuestras fuerzas, mi buena Shiori– le dice, tratando se animarla un poco, sin mucho éxito.

-Es razonable –La muchacha se acurruco sobre el regazo de Link nuevamente, luego le hablo entre un par de susurros – Oye, Link – dice ella llamando la atención del jovencito hylian.

-Dime, mi Shiori – Contesta ante el llamado de ella.

-Quiero que me enseñes a luchar – Su conciencia recordaba vagamente lo que había sucedido. Shiori, aun así, sabía que algo había pasado ese día que cambio su vida.

Los ojos del otro se expandieron. De todas las cosas y favores que ella podía pedirle eligió ese. El temía perderla en batalla, pero al ver aquella demostración de su ferocidad con la espada confió en su fuerza, asintiendo todavía sorprendido por aquella extraña petición, que a la vez resultaba esperada.

Ambos caminaron hacia el comedor del castillo, aunque se encontraban acampando fuera de este y no tan lejos, claro.

Las semanas pasaron. Link finalmente comenzaba a convencer a Shiori de que quizá era mejor que su hermano estuviese más seguro en otro mundo. Además pensaba que el cadáver de su hermano ahora estaba en una pila de otros cadáveres, hasta que él confesó haber pedido a Ike que llevase tras su caballo al joven muchachito.

Habían hecho un entierro en el recinto de los caídos, al lado del castillo de Hyrule, sitio donde se encontraban ahora. Shiori se sintió más tranquila y agradeció a Link, su maestro desde el día que le pidió enseñanza en la guerra.


Parecía que la guerra no afectaba nada más a Hyrule, si no a otros lugares.

Una entidad decidió actuar ante la situación actual que se llevaba a cabo en diferentes divisiones del mundo Mega-verso

El despertar de Unmei sólo era el comienzo del destino para el mundo del Mega-verso.


CONTINUARÁ

¡HEY! Lean, lean esto.

Primero que nada, gracias a todos los que me aportaron un OC. No voy a pedir más OC. Así que no pongan OC en los comentarios, los que lean esta historia y sepan que no tienen un OC aquí o no se los haya solicitado por PM.

Esta historia tendrá tres arcos distintos, previstos hasta el momento, por así decirlo. El primero es Light & Shadow y otros dos que no diré nombre.

Algunas parejas pueden llegar a cambiar. Es decir, un día Ike puede estar con una fulana y otro día con otra, como ejemplo. Pero los que decidieron una pareja concreta no la tendrán así, así que no cambiaran. (No habrá homosexualidad de personajes de Nintendo que NO SON HOMO, SI habrá pareja lésbica, sí, pero porque ESE personaje de Nintendo puede ser lesbiana P: ojo, me baso en datos reales -.-)

Y para los que pensaban que actualizaría tarde, que sepan que no me aguante más las ganas. Mi lapso de actualización con esta historia podría variar de uno a dos meses por problemas técnicos de vacíos mentales xD o porque enferme (Como es el caso) o por los temblores (Soy de México, CdMx :c) o por la escuela (Me entristece :c curso Sabatino, échenle ganas al estudio muchachos(as) o simplemente por mi ocio con los juegos y bueno, morros, Samus Returns no se va a jugar solito (:'3 Esta algo hard para mi nivel de jugadora, supongo)

En fin. Espero que lo disfruten tanto como yo. Espero que sean mayores de edad o no sean sensibles por las groserías que llegue a poner acá :'S

Zword les das un cordial saludo y gracias por su apoyó a esta loca idea.