UNDERCOVER SCANDAL
Capítulo 1: The Fist Step to Become a Hero.
En cuanto abrió la puerta del frigorífico, Shinsou se dio cuenta de que probablemente había sido una mala idea. No que el hambre de media tarde le hubiera hecho tomar la decisión de revisar dentro del refrigerador para encontrarse sólo con gelatinas energéticas, sino el hecho de haber accedido a ir a vivir con el profesor.
—Puedo hacer que te promuevan a la clase de héroes. — Le dijo sin rodeos el día en que le mandó llamar a la sala de profesores de la academia, y, por lo que había escuchado de otros alumnos; Aizawa no era la clase de persona que bromeara…o al menos de una manera tan absurda. De haber sido citado por alguien como Present Mic o Midnight, abría dudado infinitamente más.
—¿Cómo? —y aun así, el rostro del profesor indicaba que la cuestión no era fácil y mucho menos inmediata. Aizawa removió una mota de polvo en su escritorio.
—Antes que nada, quiero saber sí estarás dispuesto a dar tu mil por ciento. Una determinación a medias es una determinación inútil, mocoso. — El profesor le miró a los ojos entre toda esa mata de cabello negro y enmarañado, antes de levantar la mano hacia él. Hitoshi dudó un poco pero sostuvo la mirada con firmeza, justo antes de estrecharle la mano. Cuando el pelinegro sonrió con una sonrisa sardónica y siniestra, que parecía tan suya en sus facciones demacradas y crudas, Shinsou supo que definitivamente todo eso dolería.
Tomó una gelatina y la sorbió hasta el fondo. La serie de acontecimientos luego de eso habían sido vertiginosamente rápidos y confusos.
Suspiró, estiró los brazos y volvió a los ejercicios de flexión que Aizawa le hubo dejado encargados hasta que éste llegara.
—Tengo una habitación libre en mi apartamento — continuó explicando el héroe, con la seriedad de alguien que se ha pensado las cosas mil veces antes de decirlas —. Si queremos que funcione, tendremos que trabajar en esto 24/7. Lamentablemente no es posible introducirte al curso de héroes este año y para el siguiente estarán muy avanzados. La alternativa es hacerlo a partir del segundo año, pero habrá que hacerte exámenes especiales y regularizarte para que entres estando a la par, siempre y cuando logres pasar las pruebas que el Director Nedzu crea pertinentes. Dependerá también de tu desempeño en el siguiente festival deportivo. Será un camino de sangre, mocoso, pero si lo logras, tienes mi palabra de que serás transferido al curso de héroes.
Lo primero, recordó Shinsou, sentado en el suelo con las piernas estiradas, intentando tocar con las manos los dedos de sus pies; era incrementar su resistencia física y su flexibilidad. La mayor ventaja que los de la clas tenían sobre él, eran sus habilidades en combate. Entrenados para ello en su día a día, lo más cercano que tenían los demás cursos eran las clases de educación física que no distaban mucho a las de primaria y secundaria. Y, si de algo estaba seguro, era que jugando baseball no lograría nada al estar cara a cara con un villano.
—Tsk. —Chasqueó la lengua frustrado mientras hacía lo posible por estirarse cuanto pudiera. Sus dedos, acalambrados, picaban en las yemas y cosquilleaban más entre más intentara llegar a la punta de sus pies. Su vista fluctuaba entre el piso pulido entre sus rodillas y el living room qué, aunque espacioso, carecía de muebles que hicieran justicia a las dimensiones del lugar.
—¡Shouta, voy a pasar!
El sonido estridente de una voz amarilla y llamativa acalló el de una llave insertada en la cerradura antes de girarla para abrir la puerta. Hitoshi, confundido, levantó la cabeza al tiempo que un extraño entraba al departamento y se le quedaba viendo con la misma extrañeza con la que él le miraba.
— ¿Quién eres tú? —preguntaron al mismo tiempo, haciendo una cacofonía disforme y cómica, y de no ser por el estado de alerta, se prestaba perfectamente a una carcajada.
Ambos, desde su posición, se miraron con cautela.
—Te conozco de algún lado. —El hombre caminó con parsimonia por el departamento, dejando una bolsa de compra en la barra que conectaba la sala de estar con la cocina, para poder examinar a Shinsou con calma. Sus movimientos histriónicos y vistosos siendo exagerados por su cuerpo, larguirucho y flaco. Sus ojos verdes y redondos le miraban con desconfianza bajo las micas de sus gafas.
Hitoshi, por su parte, hizo lo mismo. Ese hombre le parecía sumamente conocido, de bigote y cabello rubio, larguísimo y lacio.
—¡Oh! —El hombre, con un cómico ademán caricaturesco en el que dejaba caer un puño cerrado sobre la palma de su diestra, le sonrió cínico al reconocerlo —. Eres el chiquillo que perdió primero en la última ronda del festival escolar. El lava cerebros.
—Shinsou Hitoshi — Se levantó del suelo, algo humillado, reconociendo la voz del extraño; aun así se inclinó con respeto —. Es una sorpresa verlo aquí, Present Mic-Sensei.
—Hahahahahaha —La estridente risa, aún sin la potenciación del Quirk, fue lo suficientemente lastimera —. It's okey, boy! Vengo de civil.
— ¿Qué haces aquí?
La voz rasposa de un tercero interrumpió la presentación. Aizawa hizo aparición, silencioso como era, recargándose en el marco que dividía el genkan con la sala. El tono rudo con el que se dirigió poco inmutó al otro héroe, quien parecía bastante acostumbrado.
—Supuse que no habías comido, así que pensé en darme una vuelta y preparar algo para que cenáramos — EraserHead carraspeó por lo bajo —. Jamás imaginé que tendrías un invitado.
El pelinegro murmuró una maldición. Luego se dirigió al muchacho.
—Shinsou, ve por bebidas. ¿Recuerdas dónde está la tienda?
El muchacho asintió. Aizawa dejó un billete en la barra de la cocina que Hitoshi tomó con rapidez, entendiendo el ambiente. Se retiró sin decir más.
Shouta esperó unos segundos desde que escuchó el ruido de la puerta al cerrarse, luego habló.
— ¿Qué haces aquí?
Hizashi prefirió ignorar la pregunta y le abordó con otra.
— ¿Qué hace aquí ese chico?
Aizawa se encogió de hombros, caminando hacia uno de los pocos muebles del lugar: un sillón negro de tres plazas. Se desplomó en él sin cuidado, quitándose la bufanda y aflojándose el broche de los googles que colgaban de su cuello.
—Es un proyecto en el que trabajo. Será mi pupilo y se quedará aquí — Yamada se sentó a su lado, extendiendo su cuerpo por todo el resto del sillón — ¿A qué viniste?
Hizashi se pasó la mano por el cabello con un aire descuidado. Sus rodillas chocando con las de su compañero.
—Quería darte una sorpresa. Vi la luz de tu apartamento encendida, así que pensé que no habías ido a patrullar. Planeaba que tuviéramos una velada.
—Oh.
El rubio carraspeó por lo bajo con esa respuesta poco enérgica. Suspiró, acostumbrado. Entonces preguntó más.
— ¿Cuánto tiempo se quedará ese chiquillo aquí?
—El que sea necesario.
Yamada mostró una mueca por demás disconforme. Aizawa leyó el porqué de su enfado, mas no le dio la menor importancia.
— ¿Por qué no me lo dijiste?
Shouta se encogió de hombros en una actitud de altiva despreocupación que erizaron los cabellos de la nuca del locutor.
—No tengo que decirte todo lo que hago ni ponerte al tanto de mis decisiones.
De alguna manera, la conversación estaba dando un giro que terminaría en un violento grito de frustración que rompería paredes y ventanas.
Al final, respiró profundo. Su mano enredada en su cabello rubio paseó por su rostro, el costado de su cuerpo y, finalmente, a su rodilla, donde siguió de largo hasta el muslo de su compañero. Hizashi, después de todo, sabía cómo hacer reaccionar a su camarada. Una vez en la pierna de Aizawa, acarició la parte interna de su musculoso muslo. Bajo sus dedos la pierna tembló, aun así Shouta no mostró signo alguno de flaqueza. Acercó su cuerpo larguirucho y le miró intensamente bajo las gafas, antes de susurrar en su oído, procurando esparcir la calidez de su aliento por las mejillas sin rasurar del héroe pelinegro.
— ¿Y nosotros? —murmuró con un vibrato sensual. Su voz era una pasta que acariciaba su oreja —. Con él aquí, no podremos hacer cosas.
Aizawa, casi inmune a Yamada, le empujó con levedad.
—Entonces no haremos cosas. —sentenció.
Hizashi no creía en absoluto que Aizawa se negara a él, aun cuando había usado su mejor truco.
…
La cena fue sumamente incomoda.
Al regresar de la tienda, Hitoshi se encontró con un tranquilo Aizawa que colocaba agua en la estufa para cocer la pasta que Yamada había traído, mientras éste vertía en una sartén la salsa boloñesa enlatada para acompañar el espagueti. Shinsou no dijo mucho más que una par de palabras cordiales mientras refrigeraba el té Oolong que había comprado, cuando, el invitado de su profesor, refiriéndose a él como "Mocoso", le pedía que rayara un poco de queso parmesano.
En cuanto la mesa estuvo puesta y se sentaron a cenar, el profesor de inglés comenzó a mirarle con una expresión de desconfianza que no se molestaba en disimular. Sólo dejó de hacerlo cuando, de un respingo inoportuno –que supuso fue una patada bajo la mesa de su tutor- perdió contacto visual con él. La cena fue aún más silenciosa después de eso.
Al cabo de un rato, argumentando que ya no habría trenes a esa hora, el ruidoso invitado quiso quedarse en el apartamento, a lo que EraserHead le echó de ahí.
—Es a veces tan molesto— murmuró. Shinshou no sabía si debía decir algo al respecto. Continuó levantando la mesa en un silencio pesado.
Al final, despejando su garganta, se dirigió al maestro.
—No quiero importunar en su vida diaria, profesor.
Aizawa se rió por lo bajo, caminó a la sala y se sentó en el sillón. Detrás de éste tomó un maletín negro donde sacó el plan de trabajo para su siguiente día de clases.
—Tú eres mi responsabilidad ahora. No me tomé la molestia de hablar con el director Nedzu y con tus padres como para que ese sujeto se entrometa en lo que ni siquiera le importa.
Hitoshi no respondió. Terminó de lavar los trastes, miró a su profesor rascarse la cabeza mientras leía los papeles y le dio las buenas noches, a lo que el profesor contestó con un ademán de cabeza.
…
—Dame mis llaves.
Hizashi miró con incredulidad a EraserHead. Se encontraban solos en la sala de profesores a esa hora en la mañana, a casi quince minutos de la primera campanada de entrada. Shouta, sin mirarle, acomodaba algunos papeles.
— ¿Cómo?
—Shinsou necesita llaves. No puedo llevarlo a casa todos los días sólo para abrirle la puerta.
Present Mic bufó por lo bajo. Eraser, tan perezoso como siempre, le decía entre líneas que veía como pérdida de tiempo y dinero el desviar su camino para sacar un juego de llaves.
—A veces me sacas de quiiiiiiiiiiiiiiiiiiicio.
Un sonido igual a una risa contenida le hirió el orgullo a Yamada.
— ¿Qué yo te saco de quicio? —Aizawa comentó con sorna entre su tono desdeñoso. Terminó de acomodar los papeles y los colocó bajo su axila, metiendo las manos en sus bolsillos antes de dirigirse a la salida —. Necesito las llaves —le recordó.
Hizashi suspiró molesto, mas sacó de su bolsillo izquierdo las llaves del departamento de su colega y desenroscó el llavero del logotipo de la estación de radio donde transmitía. Las depositó en la mano del pelinegro en cuya axila no había papeles.
— Unbelievable.
—Gracias.
—Whatever.
Se marchó rabiando, contoneando más ese cuerpo largo y delgado en ademanes exagerados y palabras en inglés que Aizawa se preocupaba poco en entender, pero que le hacía reír de una manera ligera y mal sana.
…
Shinsou salió agotado de su última clase. Eran poco antes de las dos de la tarde y aunque la clase de Inglés había sido temprano en la mañana, el aura malhumorada del maestro había sido lo suficientemente pesada y cargada de repudio que el estrés de él y el resto de sus compañeros permanecía sobre sus hombros.
Apenas hubo llegado, Present Mic entró al aula dando un portazo. Hitoshi guardó silencio desde entonces y de hecho, no fue el único. El mal humor que el profesor despedía, podía casi verse a su alrededor. Inclinó la cabeza cuando el presidente de la clase les dio la orden y se sentó cuando éste lo indicó. De ahí, lo que sea que le hubiera pasado al docente, lo descargó sobre ellos en forma de un examen oral y gritos que lastimaron los tímpanos de más de uno.
Suspiró llevándose la mano a la nuca, intentando destensar los músculos rígidos en su cuello. Se sentó en la banca de la cafetería que EraserHead le hubo indicado esa mañana cuando llegaron a la escuela.
—Shinsou.
En chico dio un ligero respingo. EraserHead era sumamente cauteloso.
—Sensei.
—Ve a casa —le indicó el maestro, extendiendo las llaves para que el muchacho las tomara —. Son tus llaves. Come algo, haz tus deberes y después continúa con los estiramientos hasta que yo llegue.
—Si, profesor.
Aizawa le mostró una mueca liviana, que bien podría casi interpretarse como una sonrisa.
…
Estiraba los brazos cuando escuchó la puerta del departamento abrirse. Supuso que sería su tutor hasta que su rubio profesor entró a la sala cargado de bolsas nuevamente.
—Mocoso.
—Present Mic-Sensei.
Yamada inclinó la cabeza. Su actitud continuaba arisca, pero mucho más pasiva que en la mañana.
—¿Haz cenado ya? —El muchacho negó con la cabeza —. Siéntate a la mesa. He traído hamburguesas — Hizashi le entregó la hamburguesa y esperó a que el chico le diera un par de mordidas —. Eres pésimo en inglés —comentó, su voz desdeñosa se arrastraba suavemente entre ellos —, pero eso puedo remediarlo. Hablé con el Director Nedzu. Me puso al tanto de la situación. Tienes buenas notas, mocoso — hizo una pausa para comenzar a comer en bocados lentos, masticando con desgano, Hitoshi le miró expectante —, pero necesitas mejorar algunas. Hagamos esto: Tú no le dices a Eraser que tengo otro juego de llaves y yo te enseñaré inglés en mi tiempo libre. Si te pregunta, me haz abierto tú la puerta.
Shinsou dudó un poco antes de asentir. No sabía mucho sobre sus profesores, pero se veía la confianza entre ellos, después de todo, el hombre al otro lado de la mesa tenía las llaves del apartamento de su maestro y, por lo visto el día anterior, parecían tener la rutina de cocinar juntos de vez en cuando, por la desenvoltura que mostraron la noche pasada, en donde el otro demostró conocer a la perfección las dimensiones del lugar y el sitio exacto de cada cosa en esa cocina que para él aún era en su mayoría desconocida. De cualquier forma, se mentalizó en tener cautela con él.
Continuaron cenando en silencio. Algo inusual en el ruidoso profesor.
Mic se fue una vez hubieron cenado, dejando una hamburguesa extra que había comprado para Aizawa.
…
Shinsou se sintió incómodamente observado.
Su mentor hubo llegado relativamente tarde esa noche, sin decir palabra alguna. Miró la hamburguesa sobre la mesa, la calentó en el microondas y cenó con el ceño fruncido mientras le miraba hacer flexiones.
—Tengo pronto un campamento de entrenamiento —rompió el silencio al fin —. Necesitamos avanzar un poco antes de que me vaya. Será cosa de una semana, pero no podemos perder el tiempo —Hitoshi asintió —. ¿Qué tal te sientes con las flexiones?
— Mi cuerpo es menos rígido —acompañó sus palabras con un abrir y cerrar de puños —, pero aún no he logrado tocar las puntas de mis pies.
Aizawa sonrió antes de acercarse a él con esa sorna tan suya.
—Lloraras sangre, mocoso…pero te convertiré un héroe.
つづく
Esto será corto.
Me gusta la idea de Aizawa entrenando a Shinsou y poniendo todo de cabeza en la rutina de Present Mic. Muchos de mis HeadCanon estarán impresos aquí.
Muchas gracias a NamieNunally por sus correcciones y a Harry Nostram por ayudarme a ponerle un nombre a esto.
See you later!
.Misao Kirimachi Surasai.
.TagreenCat.
.Misao Malon.