Flashback
Japón, Tokio. 28/9/2016 10:00am GMT9.
Galería de Recreativos Heddo Shotto
-¡Buen disparo!- Halagó el supuesto becario a su compañero de batalla laser. Nobita se encontraba un una de las torres de cuatro metros de la galería, mientras Arubato se refugiaba detrás de un cráter naranja chillón de cartón-piedra.
La batalla había sido dura, eran la última resistencia del equipo rojo en la lucha contra el equipo azul, por la conquista del pequeño asteroide rico en recursos, cuyo cielo y horizonte brillaban con cientos de estrellas, algunas de las cuales se les había fundido la bombilla.
El desarrollo del equipo azul habia sido excelente, con una única baja a manos del francotirador enemigo. Habían iniciado un ataque sincronizado aprovechando la situación estratégica de una serie de montículos negros, eliminando a un inexperto capitán rojo, junto con otros dos soldados. Para su desgracia no habían contado con la valentía del francotirador de color sangre, que en un atrevido movimiento había saltado por encima del montículo acertando un único disparo a quemarropa en el chaleco negro y azul del capitán, derrotándolo en el acto. Obviamente esta acción de Nobita, no sería ignorada por los camaradas azules, que rápidamente dispararon sobre el francotirador. Para fortuna del rojo, sus compañeros iniciaron una ofensiva que permitió retirarse aún con la mitad de la vida.
Para ese momento los azules se replegaron a los cráteres naranjas del fondo de la galería, permitiendo al francotirador subir a la torre de vigilancia. Mientras Arubato no daba cuartel al enemigo impidiendo su avance o retroceso, mientras que el tercer superviviente rojo se encargó se encargo de bajar la vida poco a poco a los azules, llegando a dejarles a todos por debajo del sesenta por ciento.
Pero la estrategia se terminó al iniciar un nuevo contrataque por parte de los azules, que dirigidos por un nuevo líder, acabaron con la vida de este luchador. Pero fueron incapaces de acertar un solo disparo a Arubato, mientras que Nobita se había refugiado en las barreras de la torre. En cuanto los disparos dejaron de sonar, Arubato, se lanzó en un ataque, que bien se podría calificar de suicida, o estando en Japón de kamikaze. Este ataque centro los disparos enemigos en el ágil rojo, al que todos los disparos le pasaron a varios palmos de su cuerpo. Mientras Nobita que había visto la distracción de los azules, lanzó dos disparos certeros reduciendo a nada al nuevo líder. E inmediatamente, Arubato lanzo una ráfaga de disparos desde los restos de una nave que le servían de refugio, que hicieron huir a los azules detrás de un montículo verde, cubierto de extrañas plantas de plástico y tela.
-¿Cómo estas de salud?- Interrogó el francotirador, a su compañero en la avanzada. Ese movimiento podía haber acabado mal para el equipo.
-Estoy al cien por cien. Soy un blanco difícil- Se burló de sus enemigos.
Que no tardaron en intentar nuevamente sincronizar su ataque sobre un mismo enemigo, pero resultó inútil, cuando dos dispararon sobre Nobita y otros dos sobre Arubato, siendo que ninguno acertó. Momento en que otros dos disparos certeros del francotirador rojo, eliminaron a sus dos atacantes, causando la retirada de los otros dos, retirada fallida cuando sintieron la lluvia de láseres proveniente de Arubato.
RIIIIIIIIIIIING
El timbre indicó el fin de la partida, con una victoria por parte del equipo rojo tras una remontada magnífica. Siendo el jugador que más daño había causado, un total de doscientos cincuenta puntos, el último eliminado de los rojos, de nombre Hiroki. Mientras Nobita había sido el que más bajas había causado con cuatro azules eliminados, y más daño por disparo había causado con una media del cuarenta y ocho por ciento. Arubato se estableció como el jugador que menos daño le habían causado, seguía con todos sus puntos, y el que mas disparos había efectuado, un total de ciento veintidós en su labor de evitar el avance y retroceso del enemigo. Para los azules, su capitán -de nombre Eiji- era quien más daño había recibido por disparo, un total de cien puntos por el único disparo a quemarropa de Nobita. Y el equipo azul se había llevado el reconocimiento de mejor estrategia grupal.
Después de felicitarse mutuamente los miembros de los dos equipos, Arubato invitó a su estudiante a un refresco en el bar de la galería. Este estaba ambientado con un estilo retro de los cincuenta. Y mientras tomaban algo en la barra, Arubato inició la conversación.
-Sabia que en algo tenías que ser, no sólo bueno, si no el mejor. Después de todo la habilidad hay que compensarla, y tu carencia de la misma en muchos, pero muchos, campos, solo podía significar que en algo tu habilidad iba a sobre pasar la de todos.- Explicó el becario, mientras observaba a su estudiante mirarlo con mala cara por sus afirmaciones. El simplemente bebió un trago de su refresco, mientras espera la réplica. Aunque interiormente estaba muy orgulloso. No en los cinco meses que llevaban trabajando juntos, Nobita había mejorado su media en las notas hasta los 78 puntos de media. Además deportivamente había mejorado, como bien había demostrado en el combate. Por no hablar de su valentía, pues al cumplirse el primer mes de conocerse, fue capaz de enfrentarse muchas veces a Gigante y a Tsuneo. Claro, que tampoco era estúpido, o al menos ya no tanto. Como decía el refrán, era inocente como paloma, pero astuto como serpiente.
-Perdóneme señor equilibrado, si me permite la pregunta, ¿en que reparte su habilidad?- Pregunto con notable sorna el prepuber. Esa, si era una pregunta que no esperaba. O más bien si deseaba, pero no esperaba. Una oportunidad para seguir regando más la semilla de la curiosidad que había estado sembrando estos últimos meses. Sabía que no tardaría en tenerlo en la mano para iniciarse como agente.
-Pues aunque no lo creas dedico la mayor parte de mi habilidad en mi capacidad de auto superación. El resto se lo dedicó a mi astucia. Gracias a eso puedo mantenerme equilibrado en habilidad, y aún así ser superior a la media.- Respondió, por primera vez realmente serio. Aunque la sonrisa no abandonaba su cara, fue la primera vez que Nobita pudo contemplar el choque entre el fuego y el hielo en su mirada. El destructor acelerado y pasional fuego, y el calculador, lento pero imparable hielo- Aunque no siempre dediqué mi habilidad a auto superarme, de hecho, usaba la mayor parte de mi astucia para poder ser lo más vago posible. Pero después de cierto incidente, solo tuve ante mi la opción de superar una y otra vez mis propios límites, al menos si quería vivir para ver un nuevo amanecer.- La seriedad en su rostro obligó a Nobita a escuchar atentamente a su profesor, y meditar en sus palabras. Realmente hasta en ser vago parecía ser mejor que el. Pero aún así se decidió a superarse a sí mismo. Igual que como estaba ayudándole a hacer consigo mismo. Pero fueron las últimas palabras lo que más le descolocaron.
-¿Qué significa eso?-
-Lo sabrás a su tiempo, Kaiju.- Esa fue la primera vez en que Barna se dirigió a Nobita por ese nombre. Sabía que era el adecuado. Los Kaiju, los míticos monstruos gigantes del cine japonés, que pasan miles de años dormidos, para despertar y luchar. Igualmente Nobita, tenía un monstruoso potencial, que había dormido por demasiado tiempo y que estaba listo para despertar.
Tokio Japón. 24/5/2026 02:00pm GTM9Casa de Nobita
-Veo que no has podido aún llenar la nevera. Y el resto de la casa- Comentó Barna, mientras examina la desoladora escena que ofrecía el refrigerador.
A juego estaba el resto de los armarios de la cocina, que por no tener no tenían ni platos. Mientras que el armario que tenía en su cuarto solo tenía un par de jeans, cuatro camisas de diferentes tonos amarillos, y su traje compuesto por una americana y unos pantalones de, valga la redundancia, traje negros. Acompañados de una camisa blanca de botones y una pajarita.
Todo compuesto por un entretejido de keblar, grafeno, y fibras de una aleación que solo cuatro personas conocían en el mundo. Permitiendo una protección total a cortes, puñaladas, balas, fuego, hielo, impermeable y aislante eléctrico.
Debajo descansaban un par de zapatos elegantes de charol, que puntera reforzada, y con una serie de pequeños diamantes ocultos entre la suela y la puntera, que permitían romper cristales templados con facilidad. La suela por si misma absorbía la mayoría del sonido y del impacto de la caída, además de ser muy flexible, y tener un diseño de agarre y tracción que permitían una huida/persecución usando parkour.
- Si no he tenido excesivo tiempo. Además al desempacar mi maleta, me di cuenta que excesivas propiedades materiales no tengo. Por no hablar de la cena de anoche, y la actualización de herramientas de esta mañana.- Explicó el el recién ascendido, mientras empezaba a mirar en la guía telefónica.- Siempre podemos pedir Pizza.-
-De acuerdo, ya pido yo. ¿No te gustan la piña verdad?- Cuestionó su superior mientras sacaba su dispositivo móvil, compuesto de grafeno y con capacidades de procesado de datos superiores a los propios servidores de Internet. Abrió una aplicación y comenzó el pedido.
-Ni siquiera menciones ese fruto en relación de la pizza. No se como tu eres capaz de comer semejante aberración contra el sentido común y el buen gusto en las papilas.- La repulsión en la cara del nipón era clara y destacable. Nunca le había hecho demasiada gracia esa fruta. Pero desde que se estableció en Estados Unidos, y se acostumbró a la dieta Norteamericana, su odio por esa fruta aumentó enormemente al conocer la aberración de la pizza Hawaiana.
-Tranquilo, iba pedir dos carnívoras. Con extra de queso para ti.- Conocía muy bien los gustos cárnicos de su amigo. Y aún más conocía su gusto por el queso fundido. Desde esa misión en París se obsesionó durante dos semanas.
-Mejor.- Suspiro aliviado el detractor de las piñas.
-Mientras esperamos a que nos las traigan, ¿que te parece si extiendes un poco la historia de tu amigo? Con lo que me contaste ayer, no me quedo del todo claro, creo que donde más me pierdo es en el detallito de ROBOT DEL FUTURO. Lo más parecido que he oído jamás era Terminator, y espero que no tengamos que añadir a la lista de Peligros Que Hay Que Ocultar Del Público, PQHQODP, a un maldito robot asesino. Bastante tuve con la que nos armaron en la Antártida.- Un claro escalofrío recorrió la espalda del veterano agente. Y no era por recordar las temperaturas bajo cero del continente helado.
-¿En la Antártida?- Jamás había oído hablar de una misión, o de nada importante en ese páramo helado.
-Mis misiones no solo te implican a ti, durante los seis años en los que has sido agente de campo, yo me he mantenido como oreja de plástico nivel 2. He visto y he hecho cosas que entran en la categoría de leyenda urbana, y video trucado de youtube. Pero no desvíes la conversación, respóndeme sobre lo de tu amigo.- Esta era una de las escasas, casi nulas, ocasiones en las que su superior actuaba como tal, manteniendo una postura firme, y mostrando en sus ojos la mirada equilibrada entre el fuego y el hielo, que lo habían convertido en el mejor interrogante de la CCPSM. Ante esta mirada Nobita no pudo dar más rodeos.
-Bien. Doraemon apareció una mañana de principios de enero, en el 2016, saliendo de golpe del cajón de mi escritorio, para hacerme una serie de advertencias de sucesos que me iban a ocurrir a lo largo de la mañana, para desaparecer por el mismo lugar tan repentinamente como se vino. Intenté olvidarlo y creer que fue un sueño, pero todo me sucedió tal como había pronosticado.- Para entonces Nobita ya había tomado asiendo en uno de los sillones del salón.
-Con temor volví ha abrir el cajón, para encontrarme un niño de mi edad, idéntico a mi, pero sin gafas. Se presentó como Sewashi Nobi, mi descendiente directo en el siglo XXII. Y me explico que debido a mis malas decisiones, había provocado que generación, tras generación, mis descendientes sufrieran de deudas y pobreza extrema. Tras comprar una máquina del tiempo de quinta mano, se decidió a investigar el pasado de su familia, hasta descubrir que algo o alguien había cambiado la historia de la familia, literalmente me había cambiado a mi.- No fue hasta mucho después de conocer a Barna, que una pregunta surgió en su cabeza. Que valor podría tener un cambio en la historia de un don nadie. Pero en el mismo instante en que la formuló, fue enterrada en el fondo de sus recuerdos.
-Tras llevar este caso a las autoridades del tiempo, se decidió que se daría un plazo de dos años a la familia para solucionar la situación. Tras lo cual se decidió enviar a Doraemon, un robot niñera semi defectuoso, para que me ayudará a cambiar. Hasta donde sé la simple intervención de Doraemon, cambio el futuro de mi familia desde el primer momento. No eran ricos, pero ya no pasaban por las situaciones al borde de la indigencia en las que habían llegado a estar. Incluso yo me casaría con otra mujer que mejoraría los genes de la familia.- Aquí la sonrisa no paso desapercibida para Barna, definitivamente esa mujer tenía que ser la famosa Shisuka, que tanto había tenido en boca Kaiju, los primeros meses de conocerse.
-Aún con esto, llegó el momento en que Doraemon tenía que volver al futuro y no había escusa válida para evitarlo. En esos dos años yo había mejorado mucho como persona, pero aún era muy dependiente de Doraemon y sus inventos. Y después de dos meses en los que no era capaz de salir del lodo, apareciste tu. No para tenderme una mano para salir, si no para enseñarme a salir por mi propia cuenta. Y desde entonces el nombre de Doraemon no volvió a pasar por mi cabeza hasta ayer.- No fue hasta que acabó el relato, que se dio cuenta de que había apartado la mirada, y ahora era cuando volvía a mirar a los ojos a su superior.
DING DONG DING
Ante el timbre, Barna se dirigió a abrir la puerta y pagar al repartidor, además de poner una propina generosa. Seguidamente se dirigió a la cocina a dejar las bolsas. El silencio se había instalado en la estancia, cada uno tenía sus razones para no abrir la boca. Nobita, se había descubierto rememorando con cristalina claridad las aventuras que había vivido con Doraemon y el resto de sus amigos. Mientras Barna, se dedicaba a repasar todo lo que conocía sobre el tejido del tiempo y espacio, lo cual de no ser por su superior, sería todo extraído de las películas. Afortunadamente durante el vuelo al país del sol naciente, había podido contactar con su líder e informarse sobre todo lo que implicaba los viajes en el tiempo. Y lo que le había explicado Kaiju, no le gustaba nada. Seguramente esas autoridades del futuro se habían guardado información, o más bien habían ocultado su ausencia de información del caso. Un nombre rondaba en su cabeza y rezaba por equivocarse. Porque sus recuerdos de la Antártida volvieron a el con una claridad horrible.
Nobita se acercó a la cocina atraído por el olor del queso fundido, ese manjar de dioses, que aunque ya no era su adiccion, seguía fascinándole. Pero se sorprendió, gratamente ¿para qué negarlo?, de ver entre las cajas de comida y la botella de refresco, una carpeta negra mate con los bordes cromados y el sello del CCPSM, la silueta de una paloma dorada. Supo de inmediato que se trataba de la carpeta de una nueva misión, probablemente la misión categoría Gamma que le había mencionado Kaiju ayer. Una misión quizás por debajo de su cargo, pero que siendo sincero le permitiría un descanso y aclarar sus ideas. Además empezaba a sospechar de que se podría tratar. Por otra parte, se alegro de que un repartidor de pizza le hubiese entregado la misión, conocía el modus operandi de la organización y sabia que su forma de trabajar podía llegar a ser muchísimo más enrevesada, al mismo tiempo que cotidiana.
-Antes de explicarte la misión, necesito que me digas que descubriste anoche.- Intervino Barna recogiendo la carpeta, antes de que Nobita pudiese ver más. Después de todo no quería ninguna distracción en la mente de su subordinado.
-No lo tengo del todo claro, pero me manejó en dos variables. La primera es que algo ha vuelto a suceder con mi línea temporal, creo saber que pero prefiero no salta a conclusiones antes de tiempo.- Realmente tenía bastante claro que había cambiado, después de todo, en la línea original jamás había sido más que un simple trabajador de clase media, casado y con un hijo, pero sin más pretensiones. Y ahora, el era un agente secreto de élite, quizá incluso en el top cinco, capaz de fingir mil papeles y con un único deber y responsabilidad para con la paz del mundo.- Y ha debido de ser algo lo suficientemente grave como para que la policía del tiempo lo hayan enviado prohibiéndole revelar información. También creo que ha sido muy repentino por que no parece tener ningún tipo de preparación, pues sus mentiras son fáciles de detectar, y son varias las contradicciones. Por no hablar que sospecho que en el futuro solo han pasado semanas, como mucho meses desde que nos despedimos. Pero el no quiere que sepa eso.-
Nobita, llevo las dos pizzas a la pequeña mesita que habia en el comedor, y tomo asiento. Ya había sido una mañana suficientemente larga como para abrir el apetito a cualquiera después de las pruebas en la galería. Y ahora encima tenía que recordar todo sobre una de las cenas más estresantes de su vida, quizás en el top cinco. Necesitaba llenar el estómago con urgencia. Mientras, Barna, llevaba la bebida a la mesa. Después de todo tanto hablar termina por dejar la garganta seca. Aunque no perdía detalle, su mente comparaba constantemente el relato de Nobita sobre sus propias teorías y conclusiones que tenía, después de hablar con su superior.
-Por otra parte también manejo la variable de que incumpliendo las normas de los viajes en el tiempo, decidió volver en un arranque, casi de locura. También en este caso no habría pasado mucho tiempo desde que nos dimos el último adiós.- Claro que este era el caso menos probable, pues la policía no tardaría en dar con el. Además dudaba seriamente de que Dorami y Sewashi no se lo impidieran en primer lugar. Aunque eso no quita que seguramente Doraemon tendría esa idea en la cabeza por seguro. El la tuvo también, aunque claro, el no tenía acceso a ninguna máquina del tiempo.
Suspiro y procedió a cortar la primera porción. Inmediatamente pasó a llevársela a la boca- Ñamñam. De todas, ñamñam, formas, esta, ñamñam , variable es la, ñamñam, menos probable.-
-¿Tu madre nunca te dijo que no hablarles con la boca llena?- Se burló el oreja de plástico. Definitivamente este chico era todo un caso, viniendo de uno de los países más educados del mundo, tardo cero o menos, en adquirir los modales en la mesa de los americanos. Pero ya tendría tiempo de hablar de sus modales en casa, después de todo en la misiones desenvolvía una etiqueta acorde siempre a la situación, llegando a parecer de la realeza.
- Bien, por ahora dejaremos esta conversación aquí. Pero no dudes que la continuaremos más adelante. Pasando a la misión; Dentro de veintisiete horas, el magnate de los medios de comunicación, el señor Kahiro Ashibada, se reunirá en su palco privado del conservatorio con un vendedor de información.- El sello dorado de la carpeta se iluminó en azul y proyecto un holograma en el que se podía ver, por un lado; una foto del empresario (un hombre delgado, bajito y de pelo negro, en conjunto con un traje con pajarita roja que lo hacía parecer un muñeco de ventrílocuo), la ruta que iba a usar y unas entradas de palco para un concierto. Y por el otro la foto del vendedor (un hombre alto y estirado, con bigote fino y pelo rubio, vestía con unos jeans, camisa de botones blanca sin corbata y americana azul oscuro), y su historial de transacciones y de condenas.- Durante el concierto, harán un negocio por un disco duro.- El holograma cambio de imagen, mostrando el disco duro y una serie de cualidades, que Nobita pudo apreciar entre estas la capacidad de crear copias de seguridad en la nube, protección ante campos electromagnéticos, de microondas y radiación. Totalmente imposibles de piratear externamente.
-El contenido del disco es una investigación de todas las "casualidades" y "afortunadas coincidencias" que sucedieron el día del atentado masivo frustrado, en que estuvieron a punto de morir más de dos mil personas en Kanto.- Nuevamente el holograma mostró diferente periódicos, nacionales e internacionales que mostraban el suceso y halagaban a las autoridades por su trabajo.
-La operación Ketchum, si no me equivoco.- Recordó el más joven, después de todo estuvo presente como plan B, en caso de que se necesitará eliminar a distancia a los terroristas.
-Exactamente. La investigación contiene imágenes y grabaciones de muchos de nuestros agentes, tanto los inconscientes como los conscientes, que prueban como esas casualidades están perfectamente orquestadas por una mano desconocida. No hace falta que te explique que pasaría si eso sale a la luz.- Realmente no necesitaba hacer esa pregunta. Y no la habría hecho de no ser por la situación en que se encontraba su agente estrella. Siempre había sido capaz de lidiar con cualquier misión, pero jamás había tenido una carga emocional personal en su espalda. El principal riesgo de los agente oreja de plástico era este. Tenían que ser gente normal las 24/7. Hacer amigos, adoptar un perro, llevarse bien con los vecinos… Incluso algunos se habían llegado a casar. Todo para poder crear una cuartada imposible de traspasar. Pero tenía un costo muy alto, la implicación personal de los agentes podía poner en peligro las misiones. Por eso contaban con un servicio de psicólogos y solo los mejores entre los mejores, podían aspirar a pertenecer a esta categoría.
-Soy perfectamente consciente. Y puedo confirmar que la mano invisible de la organización trabaja de forma brillante, porque no creo que la entrada que me regalaron ayer sea por mi cara bonita.- Respondió sarcásticamente. No era un recurso lingüístico que usará habitualmente, a menos que el personaje lo requiriera, pero que su superior le hiciese esa pregunta le ofendía. Además, desde ayer llevaba dándole vueltas a lo perfecto que le había salido la jugada. Llegar, disculparse y que le regalen una entrada gratis.
-Bien, me alegro de escuchar eso. Tu misión será interceptar ese disco duro después del concierto, durante una visita a una vieja amiga en los camerinos.- Fue entonces cuando por fin se abrió la carpeta para mostrar una corbata negra, dos gemelos plateados y unos guantes transparentes.- La corbata oculta un sistema de interferencia inalámbrica. Anulando cualquier posibilidad de crear una copia de seguridad en la nube, lo que obligará al señor Kahiro a ir a una zona con mejor cobertura para asegurar su compra, momento en que un amable acomodador le indicará que en el pasillo de los camerinos la señal es mejor.- Le mostró los gemelos- Ahí es cuando estos dos entran. Mientras tu te los arreglas, la señal volverá milagrosamente justo a unos pasos de ti, momento en que realizará la copia de seguridad. Copia que se guardará en uno de nuestros servidores.- Por último le mostró los guantes.- Estos pequeños son capaces de anular cualquier sistema eléctrico, pero necesitan una proximidad mínima. Por lo cual tu muy amablemente te serviras de colocarle bien el pañuelo.-
-Siempre tan educados nosotros los de la agencia.- Bromeó mientras se llevaba a la boca la quinta porción de pizza y se la comía de un bocado. Su superior solo negó con la cabeza mientras cogía otra porción de pizza.
Nobita sonrió, aunque las misiones de campo tenían más acción, esta vez que Shisuka andaba cerca, prefería mantener la pistola en la funda. Además, siendo sincero, no sabía a ciencia cierta como le afectaría el reencuentro con Shisuka. Cuando recibió la entrada, tenía claro que era imposible que nada penetrase su coraza de agente, pero después del reencuentro con Doraemon estaba con las defensas bajas.
Notas del autor:
Buff. Eso ha sido intenso. Creo que este a sido uno de mis mejores capítulos. Además de los que más trabajo me ha llevado. Los reescribir dos veces al darme cuenta de que me había quedado corto y muy escueto. No explicaba las situaciones bien, y daba una sensación de descripción pobre y mucha charla. Creo que está segunda versión es mucho mejor en ese aspecto. Nuevas pistas surgen con respecto a la interferencia espacio-temporal.
Respondiendo Reviews:
AlenDarkStar: Los roces seguirán surgiendo, ambos buscan información sin dar de la propia, pero la ventaja táctica, la lleva Nobita: más experiencia y es consciente de que debe tratar a Doraemon como un enemigo casi. Mientras Doraemon, solo ve a Nobita como un aliado al que tienen que ocultar cosas.
penaaline9: Muchas gracias por tus palabras. Aquí tienes el siguiente capítulo. Y yo no quiero seguir así, quiero mejorar.