Disclaimer: Nada del universo de One Punch Man me pertenece. No gano dinero con este fic.
A: Si bien no es estríctamente necesario haber leído "Un amor extraño," lo recomiendo para una mayor comprensión de este fic. Disfruten!
¿Siempre fue así?
Saitama desvía la vista de la pantalla un segundo, para dirigirla al ciborg a su lado.
No...no está seguro, pero no cree.
Genos se encuentra ajeno a sus dudas y sigue manipulando el mando de la consola haciendo que su auto alcance el primer lugar de la carrera. Está sentado a su lado. Cerca, muy cerca..tan cerca, que la dureza de su armadura de metal hace contacto con su cadera.
No.
Definitivamente antes no era así. Sus cuerpos no entraban en contacto tan frecuentemente. No había roces descuidados, choques azarosos de manos, caderas tan próximas..
Cree que tiene que ver con el cambio que ha hecho el doctor. Él no terminó de comprender bien los detalles, el chico siempre le dice más de lo que le pregunta y su atención es volátil, pero logró comprender a grandes rasgos.
Genos puede sentir.
Quizás por eso busca tanto su cercanía. Él entiende, porque también ha estado enamorado en algún momento de su vida y sabe cómo es. Sabe que lo hace sin querer, que lo traicionan sus deseos..
El auto de Saitama se desvía en una curva y choca algunos carteles al costado del camino desacelerando su marcha.
-¡Diablos!-Se queja, volviendo a retomar la circulación del vehículo.
Se remueve inquieto sobre el futón intentando aclararse y ahí está otra vez. El metal duro, inclemente, haciendo contacto con su piel. Es extraño, porque no es frío como debería serlo cualquier objeto de esas características. Es cálido y eso le genera una sensación que no puede terminar de definir.
Está seguro de que si se tratara de cualquier otro ser humano, su gesto más instintivo sería apartarse. Dejaría un pequeño resquicio de espacio entre los dos, pero se apartaría lo suficiente para que su cuerpo no entre en contacto con el cuerpo del otro. Lo haría sin pensar. Sin embargo con Genos..
No se aparta y es curioso. No sabe muy bien por qué. No es que le agrade ni le desagrade, solo es..
Se dice que es porque se ha establecido cierta familiaridad entre los dos, que se ha acostumbrado a él, porque el departamento es demasiado pequeño para dos hombres adultos, o tal vez porque no termina de situar al chico como un ser humano por su cuerpo de ciborg..
No tiene idea, pero ninguna de las explicaciones termina de convencerlo.
Su auto vuelve a descarrilar y ésta vez no puede volver a reubicarlo en la carretera a tiempo. Genos gana la partida.
En su momento, la información de que Genos podía sentir lo tomó por sorpresa. En lo que llevaban de conocerse, jamás se había preguntado si podía percibir el dolor cada vez que alguno de sus miembros era amputado. Quizás, inconscientemente, reprimió esa pregunta para no enfrentarse al horror de una respuesta afirmativa. Tal vez, era mejor verlo solo como una máquina que se averiaba...
Ahora que es consciente de eso...no sabe qué pensar. Ha procurado no darle muchas vueltas al asunto.
Hace muy poco que han vuelto a reinstalar algo muy similar a la rutina que tenían. Si bien ya no conviven, Genos se queda a dormir la mayoría de los fines de semana.
Él siempre lo espera con una expectación creciente. Cada vez que llega el viernes, no puede evitar que cierta emoción vaya creciendo en él. Es porque lo acompaña a las mejores ventas y juntos pueden cargar con más bolsas, porque puede jugar videojuegos con alguien y mirar películas..
Le gusta decirse eso. Esos pensamientos son agradables y lo reconfortan. Se siente bien con ellos.
No, como esos otros pensamientos. Los que le dicen que es porque lo extraña durante la semana, que no le molesta su contacto por otros motivos..
Porque es posible que, muy en el fondo, también esté sintiendo algo por él.
- ¿Jugamos otro?-Pregunta Genos sonriéndole.
El juego. Si, el juego. Debe concentrarse en el juego o volverá a perder.