Este fanfic participa en el reto de fanfic LL y LLS en la sección "Crossover con Disney"

Mulan

En aquellos tiempos tan viejos donde china aun era un imperio, la gente vivía de diferentes maneras a las que estarán ustedes acostumbrados, por ejemplo las mujeres siempre teníamos que ser calladas, educadas y elegantes mientras que los hombres eran las personas que se les encargaba todo trabajo , ellos eran guerreros, trabajadores y se les encargaba cualquier deber, los dos generos tenían solo una meta la cual se podia llevar acabo por cualquiera , el traer honor a tu familia, una mujer educada trae honor, un hombre que trabaja y sirve trae honor. Nunca nadie se quejo de esta forma de funcionar pues si bien no era muy bien aceptado por algunas mujeres tampoco era tan malo….. yo pensaba lo mismo…. Lo pensaba, pero en el momento en el que todo se puso mal hice algo que nadie tenia permitido hacer…. Rompi todas las tradiciones existentes para salvar a una persona importante para mi, la persona que me crio.

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-¡Rin! Levántate- un grito resonó en toda la casa la cual era de mi madre.

Por mi parte yo solo me dedique a abrir los ojos de golpe , normalmente mis ojos estarían adormilados o negándose a abrirse, pero hoy era diferente, me puse de pie rápidamente de mi cama y corri hacia mi ventana para darme cuenta de la cruda verdad.

-¡AAAAH! ¡ME QUEDE DORMIDA NYA!- grite mientras que ahora en lugar de preocuparme por otra cosa corria directamente hacia mi closet con suma rapidez para abrir aquel ropero de madera y de el sacar un vestido que era muy parecido a un Yukata.

Sin mucho que pensar me quite por completo mi pijama para de inmediato ir al baño principal con una toalla cubriendo mi busto.

Mi nombre es Rin Hoshizora, soy aquella chica de pelo naranja que en estos momentos se encuentra bañándose sentada en el banco de dicha habitación, actualmente tengo 19 años, soy la hija numero 14 de la familia Hoshizora, bien la catorceava generación de una de las familias mas reconocidas en china, mi familia siempre se a atribuido hazañas increíbles, desde mis ancestros que pelearon el guerras y las ganaron, hasta mi padre, Gin Hoshizora, un hombre que fue uno de los mejores guerreros en las pasadas peleas de China, el es un hombre de pelo corto anaranjado aunque con algunas canas ya invaden su pelo es alguien que aunque parezca muy duro es la persona mas amable que conozco, el me crio de una manera dulce y atenta…. Por eso mismo yo debo corresponderle de la mejor manera que pueda, como debo hacerlo hoy.

Una figura delgada salió corriendo del baño directamente hacia su cuarto nuevamente para solo unos segundos después de cerrar la puerta esta saliera con el traje ya puesto.

Llevaba puestas unas sandalias de madera que combinaban perfectamente con el yukata color rojo que llevaba puesto este con un floreado de diversos colores en los bordes, mi largo pelo naranja lo había atado en una cola de caballo para evitar que estorbara y que se viera mucho mas de lo que necesitaba.

Después de asegurarme que todo estuviera bien en mi atuendo y peinado (el cual revise 3 veces pues normalmente dejaba mi largo pelo anaranjado completamente desarreglado) me dirigí hacia la puerta principal de mi hogar, este era un dojo muy tradicional pero excesivamente grande, innecesariamente grande, tenía que salir a mi destino.

-Papa, Buenos días- salude de inmediato al hombre que estaba en la entrada este con una sonrisa regando las flores del lugar.

Al escuchar el saludo que le di el hombre con una sonrisa volteo a verme –Rin, hija, buenos días- este me vio con detenimiento –¿Estas lista para el día de hoy?-

Asentí rápidamente y con entusiasmo –¡Lo lograre Nya!- le asegure a el hombre el cual incluso sonrió mas satisfactoriamente.

-No importa hija, solo esfuérzate y no importa lo que digan de ti ¿bien?-

-Hija- otra voz vino desde mis espaldas la cual era claramente de una mujer, esta de cabello castaño oscuro y ojos similares a los míos, esta venia vestida de manera elegante mientras que a la vez su semblante era algo preocupado –Se nos va a hacer tarde, debemos irnos-

-Si mama- respondí mientras miraba a mi padre y rápidamente depositaba un beso en su mejilla para empezar a caminar hacia la salida –Este día lo lograre por ti papa Nya~-

El hombre de nueva cuenta sonrió –Ya te dije hija, no te presiones tanto, lo que digan de ti no siempre será lo que te define-

Un día cada cierto tiempo era el momento para que las mujeres jóvenes de cada familia fueran a un tipo de examen o prueba donde era un tipo ensayo, si bien esto no era tan malo del todo el fallar significaba el traerle deshora a tu familia y la verdad era lo que menos quería hacer, no podía hacerle eso a las personas que me han criado con tanto cuidado….. pero yo soy muy torpe e incluso llegando al punto de ser una idiota en muchos sentidos… jamás lograría algo como eso, y para mi desgracia ese fue el caso, todo empezó con el pie izquierdo, llegue tarde, pero como si no fuera mucho no fui capaz de servir una simple taza de té….. solo fui humillada y demigrada ante las demas familias pero por alguna razon no fui capaz de llorar, pues sabia que me lo merecia, mi actitud que tanto me diferencia y a la vez que tanto me causa problemas eran los causantes de esto, la gente no se burlo, al contrario me miraron con pena, pero yo solo hubiera deseado que se hubieran reido en lugar de otra cosa.

-¡ERES UNA DESHONRA!- Una mujer me gritaba desde la puerta de la casa de donde me habia sacado hace apenas unos pocos momentos, esta era un tanto vieja y cascarrabias pero su cabeza parecía que estaba apunto de estallar de tan roja que estaba –¿TE HACES LLAMAR UNA MUJER? ¡SIMPLEMENTE INACEPTABLE! ¡ALGUIEN COMO TU NO TIENE EL MAS MINIMO DERECHO A HACERSE LLAMAR MUJER!

Recuerdo que mi madre me abrazaba mientras yo solo bajaba la mirada muy apenada y con ganas de romper en llantos, pero… ¿si lloraba de que serviría? Todas las miradas se concentraban en mi madre, algunos murmullos empezaban a resonar entre la multitud.

"Ella es de la familia Hoshizora".

" ¿Enserio? ".

"Pobre niña".

Muchos comentarios venían directamente a lastimar a mi persona mientras que otros aun peor venían a lastimar a mi familia, tenían razón, como alguien como yo se atrevía tan siquiera a portar ese apellido que a ojos del mundo era legendario.

Regrese a casa lentamente con mi madre que bajo todos los medios intentaba consolarme para hacerme ver que no era lo peor del mundo, pero para mi era lo peor que podía pasar en todo el sentido de la palabra "Malo" pero ahora se que hable antes de tiempo, si antes dudaba que el destino me odiaba ahora lo confirmaba por completo, algo o alguien haya arriba me daba golpes en donde mas dolía… y ese golpe fue en una de las personas que mas quería, el dia incluso si lo dudaba podía ser peor.

-¡Atención todos los hombres de la ciudad!- un grito que venia desde el centro del pueblo resonó a los oídos de todos los habitantes –¡China se acerca a la guerra!-

Ante la noticia por un momento toda mi tristeza se fue por la borda para ver directamente al hombre, este si bien parecía un guardia normal que era acompañado por otros dos guardias todos montados en sus caballos.

"Dijo…. ¿Guerra?"

El hombre comenzó a hablar de una manera excesivamente larga, comentaba todos los detalles de los enemigos que amenazaban a china, algo asi como "La Legion", según lo que escuchaba del hombre estas personas eran asesinos, bandidos y lo peor del caso radicaba es que eran de alguna manera igual de grandes que el ejercito del país, la noticia sin duda alguna me helo la piel pues yo naci apenas unos años despues de que la guerra en la que participo mi padre terminara y aun hoy en dia recuerdo las masacres que ocurrieron en una infinidad de pueblos por los rumores que venían desde estos mismos.

-Entonces…..- un hombre hablo entre la multitud que ahora que lo veía detenidamente era casi todo el pueblo -¿Qué tan mala es la amenaza señor?-.

-Es de las peores que hemos enfrentado, en guerras anteriores nuestros enemigos tenían diplomacia y no atacaban a menos que hubiera una estrategia que les diera ventaja o que los agrediéramos nosotros, pero esta gente no es así, ellos son bandidos, asesinos y violadores, no tienen respeto por nada ni por nadie, China necesita de su gente hoy mas que nunca-.

-¿Que pasa aquí?- una voz resonó a mi lado posando su mano sobre mi hombro y a la vez poniéndose al lado de mi madre, al voltear vi a mi padre, este con un gesto serio en su rostro.

-Amor, Estamos apunto de entrar en una guerra-.

Mi padre abrió los ojos y miro a mi madre con algo de preocupación -¿De nuevo? No ha pasado ni 20 años desde la ultima guerra-.

Mi madre iba a responder pero de nueva cuenta la voz del hombre resonó en el lugar con un tono autoritario.

-Por eso mismo en el nombre de china, en honor y representación de su familia, un hombre de cada familia deberá ir a la guerra- el hombre saco de su armadura un pergamino con el cual empezó a pasar lista –Familia Takumi-

No cabe destacar que mis ojos en un momento a otro se abrieron con sumo terror, uno que enserio era autentico pues sabía lo que pasaría, mire a mi padre con suma desesperación pero el tenia un semblante entre derrotado y determinado como si supiera que no había opción.

-Familia Hoshizora-

Casi en el instante que ese nombre resonó por el lugar mi padre a paso firme avanzo hasta el hombre para hacer una reverencia.

-Gin Hoshizora, Iré en representación a mi familia a servir al emperad…..-

-¡NO!- de golpe interrumpí gritando haciendo que mas de una personas en el lugar abriera los ojos por el descaro que tuve pues las mujeres no eran bienvenidas a opinar –¡Mi padre no puede pelear!-

-¡Rin!- mi madre jalo mi brazo intentando detenerme pero de golpe me solté para avanzar rápidamente hacia los hombres.

-¡Hija cállate!-

-Mi padre ya peleo para el emperador, y es muy viejo, no puede ir a un campo de batalla- argumente –¡El morirá si va haya!-

-Niña mantente alejada de esto y conoce tu lugar, alguien de cada familia debe de ir-

-¡Yo iré en su lugar en ese caso!- exclame de golpe sorprendiendo a mas de uno pero esto solo hizo enojar al guardia.

-Eres una mujer, no eres mas que eso- miro a mi padre con cierto descontento –¿Con que así crían a sus hijas una de las familias mas legendarias? Deberían sentir vergüenza- de mala gana el hombre le entrego el pergamino a mi padre.

-Lamento el comportamiento de mi hija- mi padre de nuevo hizo una reverencia mientras que yo no inmute ni un momento con mi mirada me dijeran lo que me dijeran.

El hombre solo bufo al ver mi mirada y acto seguido paso a ver a todo el pueblo montándose de nuevo en su caballo –Mañana a las 10 de la mañana en el campo de entrenamiento Fu shang- (Un lugar a 5 horas de aquí) –Sean puntuales y lleven su pergamino para el registro.-

Lo ultimo que recuerdo de todo esto es que el hombre se fue lentamente cabalgando junto a sus dos escoltas, este a paso muy lento hasta que se perdió a la vista, lo que siguió de eso fueron los regaños infernales que sufrí de parte de mis padres mientras que por mi parte argumentaba lo mismo que le había dicho a los hombres antes.

-¡NO PUEDES IR A PELEAR PAPA!-

-Esa decisión es mía y no tienes el mas mínimo derecho a intervenir-

En resumidas cuentas en eso se resume toda la discusión la cual se desarrollo en nuestro hogar, si bien, mi padre en un arranque de irá dijo algunas cosas que me dolieron como "Te he consentido demasiado, ¡aprende tu lugar!" o "Eres una mujer, lo único que debes hacer tu es hacer feliz a tu marido y traer honor a tu familia, solo a eso tienes derecho" pero estas cosas en ningún solo momento me detuvieron, yo seguí insistiendo e insistiendo hasta que no pude mas, pues el dijo que ya era suficiente, me mando a mi cuarto a duras penas y yo aun negándome no tuve de otra opción pues el enserio estaba enojado.

La noche empezó a caer, mi padre partiría en la madrugada, y según lo que sentía apenas era media noche, sentía que mis ojos de alguna manera se negaban a cerrarse, el sueño en ningún momento me llego a incitar o a presentarse, lo único que se presentaba en su lugar era el dolor y la tristeza, yo vi el pueblo apenas como una niña el como aun 5 años después de la guerra este seguía devastado en ciertas partes, una guerra mas salvaje que esa seria extremadamente letal y considerando que mi padre ya no tenia la capacidad para pelear como antes… yo simplemente moría de miedo sentada en mi cama.

Las horas pasaron y pasaron, esperando escuchar como mi padre caminaba por el lugar, con la idea de despedirme antes de que este se fuera probablemente por siempre, la única persona que en algún momento le importo lo que yo pensé y me crio con todo el cariño del mundo.

Esa persona…. Seguramente morirá.

"Eres una mujer, no mas" Ese pensamiento resonaba en mi mente una y otra vez… yo por ser una mujer ¿no podía hacer nada?

Mi mente era un completo caso, lloraba, sentía tristeza, quería golpear algo con todas mis fuerzas, ¡¿por que era tan diferente?! Yo solo quería ayudar como pudiera, evitar que mi padre sufriera o que aunque sea no muriera de batalla.

Pero en ese momento algo vino a mi mente, entre la oscuridad un solo dialogo se alzó como si fuera una luz al final del pasillo.

"Ya te dije hija, no te presiones tanto, lo que digan de ti no siempre será lo que te define"

"Cierto…. Nadie me definirá…. Ni siquiera tu papa"

Juntando todo el valor que tenia en mi alma me puse de pie dispuesta a hacer lo mas estúpido que alguna vez pudiera hacer alguien en su sano juicio.

Salí de mi habitación a paso veloz hacia el lugar del dojo donde practicaba mi padre, el lugar era tradicional, el suelo de madera al igual que los alrededores del lugar, habia mucho espacio y en la mayor parte el lugar estaba vacío, excepto por cierto mueble que estaba hasta el fondo de la habitación, fui caminando lentamente hasta este y con determinación lo abrí de golpe para ver el interior de este.

Frente a mi, estaba la armadura de mi padre, esta solo consistía un peto con hombreras estas ultimas con un color rojo carmín al igual que el pantalón que estaba cubierto por trozos de armadura casi en su totalidad, la armadura que tenia esta prenda al igual como las hombreras eran de un color carmín total .

Por ultimo ahí vi lo que mas llamo mi atención, tome de el interior del mueble la espada de mi padre la cual estaba enfundada, acto siguiente vi la empuñadura, esta de un color blanco con pequeño rombos en medio de esta, la decoración de la base de la espada consistía en lo que parecían dos dragones ambos color dorados mirando hacia el filo de la misma espada, con un poco de duda desenfunde la espada enfrente de mi dejando la funda en el suelo, y acto siguiente…

Un manojo de pelo color anaranjado cayo al suelo, mientras que por mi parte ahora mi cabello largo había desaparecido, dejando un cabello tan corto a la altura apenas de mi cuello, lo siguiente fue tomar una liga que tenia en mi ropa y atar mi cabello con una coleta baja aunque este sujetaba poco pelo.

Lo ultimo que recuerdo de esa noche fue que esto cambiaria mi vida para bien o mal, de una forma u otra pues ya no seria nada igual….

Me encontraba en el cuarto de mis padres, ya con la armadura puesta, la espada colgando en mi cintura del lado derecho y con una venda color roja que estaba en mi frente, sigilosamente tome el pergamino que estaba en la mesa de su cuarto y con lagrimas en los ojos avance hacia la salida de mi hogar que en el peor de los casos no volvería a tocar.

-Adiós papa…. Adiós mama…..-.

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-Bien…. Repetiré una vez mas- me decía a mi misma mientras me encontraba cabalgando en el caballo de mi familia en ruta hacia el campamento al que mi padre debía de ir –Mi nombre es Rin Hoshizora! Soy el enviado de mi familia y soy todo un hombre Nya- dije inflando el pecho.

Apenas termine la oración solo suspire derrotadamente –Esto enserio va a ser un dolor de trasero….. digo que rayos podría hacer para que no me descubran si en casi todos los aspectos me veo como una mujer aun con el pelo corto….- me sacudí el cabello algo desesperada -Nunca fui buena mintiendo… ojala alguien me diera una mano para lograr parecerme a un hombre-

-Pues para empezar quita ese estúpido Nya de tu vocabulario- una voz resonó justo en mi oído.

Lentamente gire mi cabeza para ver a quien me había hablado pues esa voz había parecido venir justo de mi….-¡AAAAAAAAAAAH!- de golpe caí del caballo el cual relincho en cuanto esto paso para ver a la persona pero lo que vi rompió toda expectativas de cualquier cosa que antes hubiera esperado.

-¿Que? ¿ Viste un fantasma o que?- una pequeña pelinegra con el pelo atado en dos coletas me veía desde lo alto….. y cuando digo pequeña es enserio pequeña, era como un chibi de 10 o 20 cm a lo mucho y cuando digo desde lo alto es desde lo alto pues esta literalmente flotaba un poco mas alto del asiento de mi caballo.

Ante la figura delante de mi lo único que fui capaz de hacer fue mirarla con la boca completamente abierta y los ojos como platos sin emitir palabra alguna.

-Oye, te pregunte algo- me dijo con el ceño fruncido y un leve puchero en su rostro.

La empece a señalar débilmente con mi mano que temblaba ferozmente –T-Tu…. E-estas volando…. Y eres pequeñita…..-.

Esta solo frunció el ceño aun mas y luego me vio mas molesta –Vaya, asi que los ancianos tenían razón….. En verdad eres una cabeza dura- esta suspiro con fastidio –Mi nombre es Yazawa Nico…. Soy lo que se llamaría tu "Guardián"- dijo la ultima palabra como si se pasara una lija por la lengua.

-¿Yazawa? Me suena ese apellido- dije mientras ponía un dedo en mi barbilla aun sentada en el suelo, pero esta frase hizo que la peli negra solo se diera un fuerte golpe en la cara.

-Menuda idiota que me toco aquí…- susurro.

-¿Que dijiste?-

-Nada, nada- esta de nuevo tomo aire –Haber… los Yazawa siempre han sido una familia aliada de la familia Hoshizora pequeña y estúpida niña-

-¡HEY!-

-Nosotras mas que compañeras tenemos una relación jefe, subordinado- prosiguió ignorando mi antes reclamo –Tu familia salvo a la mía hace unos…. No recuerdo, ¿400 años?, bueno pero no es el punto, desde entonces mi familia le tiene un respeto tan grande a la tuya que incluso en cierto momento los fallecidos de mi familia se dedicaban a cuidar a la tuya como sus espíritus guardianes- me miro de reojo –Aunque….. me cuesta creer que alguien como tu sea una Hoshizora, hace años conocí a tu familia y todos eran espectaculares a su modo, las mujeres las mas elegantes y los hombres los mas nobles y feroces…. Pero tu eres…. Una flacucha sin gracia-

-¡Mi cuerpo es delgado de nacimiento!-

-¿Y también plano?-

Mi expresión de ser una de confusión pasaba a ser uno fastidiado que transmitía un " ¿Quién se cree?"

Suspire pesadamente para de golpe ponerme de pie sin animo alguno y sacudiendo el polvo de mi armadura –si ya acabaste tengo cosas que hacer Nya- dije mientras de nuevo subía a mi caballo y Nico se alejaba por inercia unos metros –Si no llego temprano causare problemas en mi primer día-

-Oye…..- el tono se volvió serio –Cuando dije que era tu ángel guardián era enserio, mis antepasados me mandaron contigo cuando se enteraron de la estupidez que hiciste…. Debo decir que ni siquiera ahora mismo me creo lo que estas haciendo… ¿tienes alguna idea de cuantas reglas estas rompiendo en el proceso?-

Mire con algo de molestia a Nico –¿Que harás? ¿Me detendrás?- esta guardo silencio por lo que proseguí –Lo hice por que amo a mi familia, la gente de el pueblo querían que mi padre peleara, ¿tienes alguna idea de lo que la guerra lo hizo a mi pueblo cuando era niña? Eso le pasara a mi padre si viene a pelear, el fue un gran peleador, el mejor de todos en su tiempo, pero hoy en día apenas y puede correr sin cansarse o sentirse adolorido… No me gusta esto mas que a nadie, ¿Quién querría ir a la guerra por voluntad propia?-

Nico puso una mirada algo mas blanda –Si….. se lo que hace la guerra, como dije somos antepasados, conocí a tu familia pero yo morí en tiempos de guerra- esto me sorprendió –Perdí a mi padre, mi aldea fue masacrada y los yazawas apenas y existimos en la actualidad- me miro de nueva cuenta –Shin-

-Rin-

-Si como sea, yo no vine a detenerte en ningún aspecto, al contrario creo que tienes mucho valor para hacer lo que haces, pero eso no quita el hecho de que soy tu Guardián y necesito cuidarte en todo momento-

-¿Eh? ¿Desde cuando eres mi guardián?-

-Creo que me asignaron cuando tenias 5 segundos de nacida, pero solo aparecemos cuando sabemos que de verdad acabas de poner en juego tu vida-

Arquee la ceja –Entonces te quedaras conmigo hasta que…..-

-Probablemente hasta que esto acabe contigo yendo a casa con tu familia o muerta en batalla- se encogió de hombros como si no le importara en lo mas mínimo a lo que yo simplemente bufe algo molesta –En fin… empezamos mal- esta me sonrió –Soy Yazawa Nico la mejor guardiana de todo el mundo espiritual, y tu Rin Hoshizora eres la chica mas estúpida y valiente que conozco, será un gusto o por lo menos divertido acompañarte en este viaje-

-Pareces comercial de televisión Nya….-

-¿Que es televisión?-

-Ahora que lo pienso no lo se-

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-Repite una vez mas- dijo Nico mientras que esta parecía tener una boina en la cabeza y un megáfono en la mano – 3, 2, 1, ¡acción!-

-Nico-chan….. ya me aburrí esto es inútil, ¡no puedo hacerlo naturalmente!- me queje.

En estos mismos momentos estábamos en medio del bosque que estaba literalmente a unos metros de el campamento al cual me dirigía, como suponía Nico-chan no me dejaría en paz por un buen rato pues se tomaba muy enserio su trabajo de ayudarme, pero si bien ya de por si tenia el tiempo ajustado cuando venia ahora mismo me preocupaba por llegar tarde.

-¡Dije acción!- ante el regaño de la chica solo deje caer mis hombros de golpe con un aspecto bastante cansado.

Suspire profundamente para de inmediato inflar el pecho y enderezar mi postura, puse mi mirada menos inocente –Buenas tardes, mi nombre es Rin Hoshizora, de la familia Hoshizora, he venido por ordenes del emperador para servir en esta guerra por el honor de mi familia….. Nya-

-NO, NO Y NO- me grito la enana pelinegra a lo que yo solo me asuste un poco –Deja ese Nya en el olvido, elimínalo, pulverízalo, olvida que existe-

-Oye, no es algo voluntario, lo hago desde que soy niña- replique –Ademas es difícil actuar como hombre sin que suene o muy exagerado o muy femenino-

Esta solo puso un gesto pensativo –Si, bien otro detalle es que tenemos que cambiarte el nombre-

-¿Mi nombre? ¿Qué tiene de malo?-

-Tu nombre por si solo nada, pero recuerda que la familia Hoshizora es famosa a niveles incalculables es mas que probable que mas de una persona sepa de ti o por lo menos de tu nombre por lo que deberíamos pensar en uno nuevo, seria lo mejor no cree…-

-¡ATENCION A TODOS!-

-¡Ay no!- dije de golpe mientras escuchaba a los guardias del campamento desde lo lejos –Ya empezaron y yo ni siquiera me he registrado, en un instante simplemente tome mi espada del suelo y la colgué en mi costado derecho para de inmediato subir a mi caballo con el cual parti rápidamente hacia la entrada del campamento, no esta de mas decir que entre de golpe en el lugar.

Este solo estaba conformado por un muro de madera en los perímetros y dentro del lugar conformados por pequeñas casas de acampar, carpas grandes los cuales suponía que serian la cocina o alguna cosa así y una carpa aun mas grande, la cual tenia la palabra "Capitan" grabada en todo su aspecto .

Ignorando todo eso entre y fui directamente a un lugar con un poste de madera.

-Familia Akurasawa-

-Presente señor-

Baje de mi caballo y rápidamente tomando las riendas de este lo empecé a atar de la mejor manera posible en aquel poste de madera.

-Familia Himura-

-Presente señor-

La peli negra flotaba a mi lado a la altura de mi hombro –Rápido Rin, el siguiente en el orden alfabético es…-

-Familia Hoshizora-

-Si, tu apellido-

-¡Gracias por el dato!-

-¿Familia Hoshizora?-

"Al demonio" termine rápidamente de atar mi caballo en el lugar y casi de inmediato tomando el pergamino que había dejado en un bolso de la montura empecé a correr hacia el lugar que ahora que lo veía consistía en una fila de personas en posición de firmes y dos guardias que pasaban lista.

-¿No hay nadie de la familia Hoshizora aquí?- pregunto uno de los soldados extrañados.

-¡AQUÍ!- grite alzando la mano mientras llegaba al lugar en el cual me forme al lado del tipo que antes había pasado en la lista.

Creo que no cabe decir que la gente me vio con una cara casi de estupefacción en cuanto llegue, se preguntaran por que, pues era sencillo.

-Este pequeñín- el guardia hablo extrañado mientras me miraba –¿Es de la familia Hoshizora?- por que literalmente media 1.60 mientras que otras personas en el lugar incluso alcanzaban los 2 metros de altura lo cual era excesivo a mi parecer, pero el punto era que yo era la mas pequeña.

-¡S-Si señor!- respondí de la mejor manera que pude mientras la gente a mis lados tenían la misma expresión que el guardia –S-Soy de la familia Hoshizora-

-Hump- el segundo guardia se recupero de la estupefacción y paso a verme hostilmente –¿Me puedes decir por que llegaste tarde soldado?

-….E-Es que… me perdí….- en si no era mentira, había partido desde muy temprano y en mas de una ocasión me había terminado perdiendo, lo cual ya era normal de mi pero era algo incomodo de decir.

Este me tomo por cuello de mi camisa debajo de mi armadura para verme desde lo alto pues media 1.80 .

-Hoshizora o no, creo que alguien como tu debería respetar las reglas, si llegas tarde tienes un castigo- este sonrió para luego ver a todos los presentes –Su compañero en un Hoshizora, ¿le deberíamos dejar pasar un castigo? ¿Sabes? Detesto a las familias consentidas, son tan odiosas- esto ultimo lo dijo como un susurro solo para mi.

-P-Pero yo…..-

El tipo apretó mas el agarre en el cuello de mi camisa -Bien, en ese caso daras 200 vueltas a el campamento y cuando termines…..-

De pronto una mano se poso en la muñeca del tipo que en esos momentos me amenazaba apretando esta con una gran fuerza tanta que el tipo por el dolor termino soltándome mientras este aun no era liberado del agarre .

-Oye, Kyourin- una voz nueva y angelical se presento pero a la vez esta parecía fría como un glaciar –¿Podrías repetir eso ultimo para mi? Creo que solo se lo dijiste para que el nuevo chico te escuchara, ¿acaso le dijiste algo malo?-

al lado de mi yacía una chica de pelo castaño, esta con un pelo tan hermoso y una mirada tan atractiva que incluso parecía que podrías perderte en ella, si bien la chica delante de mi era hermosa su expresión delataba que estaba molesta o por lo menos fastidiada, esta portaba una armadura como la mía pero esta de color piel con su espada a un costado, esta con un mango un poco mas extravagante que el mío, ella apretaba con fuerza la muñeca del sujeto y lo veia ferozmente.

-C-Capitana Koizumi!-

Abrí los ojos como platos " ¡¿CAPITANA?!"

-Discúlpate Kyourin o te romperé la muñeca- le amenazo la chica a lo que el sujeto aun con un gran dolor asintió.

-L-Lo lamento, Joven H-Hoshizora-

-Ahora ¿que te parece si te largas a dar 200 vueltas a todo el lugar?- sonrió de nuevo –Eso querías hacerle al recluta nuevo ¿o no?.

El tipo paso saliva pesadamente –A-A la orden capitana- acto siguiente el hombre fue liberado del agarre y en un flash me di cuenta de que este estaba corriendo ya en dirección a dar su primera vuelta.

Todos veían el como el sujeto se iba mientras por mi parte solo algo apenada mire a la chica de pelo castaño…. Esta aunque no me ponía atención a mi… era hermosa… muy hermosa.

La castaña suspiro con algo de pesadez para dirigir su mirada hacia mi –Lamento lo de mi subordinado, tiene el mal habito de ser un grosero con la gente de familias importantes- su mirada se volvio autoritaria de repente –Pero en algo tiene razón, no hay preferencia para nadie ni aunque seas de la familia…..- miro a el guardia que tenia la lista –¿Quien seguía?

-Hoshizora, Capitana-

La chica solo arqueo una ceja y volvió su vista hacia mi –No había escuchado de un hijo de la familia Hoshizora, solo de una hija-

-Como lo practicamos- una vocecita se escucho levemente desde el cuello de mi camisa donde se ocultaba la peli negra

-S-Si… m-mi hermana… Rin- "¡¿QUE IDIOTEZ ESTOY DICIENDO?!" –E-Es la mas conocida…. Y-yo viví fuera con la familia…Yazawa- fue lo primero que se me ocurrió –por lo que casi nadie sabia de mi, p-pero vine en cuanto mi padre me dijo de la guerra, s-será un honor pelear por mi familia-

-¿Sabes? No te pedí tu biografía- me dijo con un tono como diciendo "Me importa un comino" que salió de la nada –¿Cual es tu nombre?

-¿M-Mi nombre?- el pánico se expandió por mi cuerpo a la vez que este se tensaba.

-¡Te lo dije cabeza dura!- grito una vocecita en modo de susurro.

Esta arqueo la ceja algo fastidiada –Hay una fila esperando mas adelante asi que dime tu nombre o puedes acompañar a mi subordinado a dar 200 vueltas-.

-E-E-E…Rin….-.

-¿Rin? ¿No acabas de decir que así se llama tu hermana?-.

El pánico me estaba tragando por completo –N-No, me entendiste mal…. Q-quise decir…-.

-¿aja?-.

-¡Rintou!- dije de golpe para luego asentir varias veces –Si eso es, Me llamo Rintou, e-es un gusto capitana-.

Esta solo me miro como verías a un bicho para luego ignorando mi saludo proseguir –El pergamino de registro por favor- extendió la mano a lo que yo con algo de torpeza lo saque de mi bolsillo para casi de inmediato entregárselo en la mano a la chica.

Como si a la chica no le importara en lo mas mínimo mi presencia esta paso a la siguiente persona sin ni siquiera dirigirme una segunda mirada.

El tiempo paso, la lista siguió y siguió hasta que llego a su fin, por lo que la chica nos dio dos ordenes muy importantes, primera que hoy era nuestro día libre y que lo disfrutáramos por que según lo que dijo mañana nos esperaría el mismísimo infierno y la segunda, simplemente ir a la cocina en una hora a comer, aprovechando esto ella nos explicaría la misión al terminar la comida, según lo que leí en el registro se nos asignaría misiones de reconocimiento, esto era mas como ser un tipo de espía en los territorios, vigilar, reportar y si era posible aniquilar… si bien, sigue sin gustarme la idea del todo, pero esa misión aun esta muy distante pues el entrenamiento seria arduo además de consumir mucho tiempo.

Las personas del lugar empezaron a dividirse en cuanto la castaña se fue junto con su guardia, cada uno a montar su casa de campaña la cual nos habían entregado poco después de pasar lista, como era costumbre la gente se empezó a agrupar rápidamente poniendo sus casas cerca de la de sus demás compañeros, yo haría esto mismo pero por la leve cuestión que en ese lugar tendría que dormir y cambiarme había decidido que estaba mejor el mantenerme muy alejada de las demás casas, por lo menos unos 40 metros por lo que mi casa de campaña era la única en esa área.

Monte sin problemas la casa de campaña desmonte toda mi ropa, aunque solo eran unas cuantas prendas yo boxers que estos últimos no se como pueden ser usados por los hombres son sumamente incomodos, pero al punto, después de desempacar y dejar a mi caballo atado cerca de mi casa me dedique a ir a los comedores, uno creería que estarían algo vacíos por el tiempo que faltaba para que la hora se cumpliera pero esto no fue así, cuando llegue estaba casi hasta el tope, en mesas de 4 personas, mire a mi alrededor, la gente había congeniado rápidamente y estos ni siquiera me ponían atención, ni a mi ni a nadie que estuviera parado.

" ¿Así huelen los lugares con puros hombres?" en ese momento sentía la necesidad de taparme la nariz, olía a sudor, a mugre todo esto combinado con el aroma de la comida que parecía estar putrefacta .

-No hagas ningún gesto de asco- de nuevo Nico hablo escondida entre mi ropa –Se darán cuenta y estas acabada en aspecto social, creerán que eres alguien delicada-.

-¿y por que tu voz suena tan rara?- .

-Por que me estoy tapando la nariz, aquí huele a el mismo infierno-.

-Que ayuda….-

Acto siguiente tragándome el asco camine lentamente hacia la fila que aunque era muy larga termino por avanzar muy rápido, para cuando me toco la mujer me sirvió un plato con un tipo de sopa y un filete de carne al lado por lo que yo salí de la fila casi igual de rápido a lo que entre.

Ahora el problema seria encontrar un lugar, no había socializado con absolutamente nadie desde que estaba aquí pero para mi sorpresa esto no fue un problema en lo absoluto.

-¡Hay Rintou!- un chico en una mesa cerca de la entrada alzo su mano, este estaba sentado junto a otros dos, el que levanto la mano tenia un pelo color negro atado en una coleta baja y con unos ojos color cobre –Por aquí ,ven a comer con nosotros-.

-¿M-Me habla a mi?-

-Si, ¿a quien mas le podría hablar tonta? Ahora siéntate con ellos y actúa como hombre-

Ante eso solo me acerque con algo de cautela a la mesa para quedar enfrente de los 3 chicos, ambos eran delgados pero a la vez parecían estar en forma, lo único que variaba eran los colores de cabello.

-¿Qué tal? Me llamo Hide- hablo el mismo que me había llamado –¿tienes donde comer?-

-E-Em….. no, apenas buscaba un lugar-

-Perfecto, en ese caso siéntate aquí- dijo el segundo chico –Un gusto me llamo Rioka- este tenia el pelo de color rubio y unos ojos color morados

-Si vamos, no seas tímido- dijo animadamente otro –Me llamo Hurahara si tienes algún problema pídeme ayuda- este sonrió como si fuera un niño, su pelo era de color castaño y sus ojos de un color aproximado al mío pero mas intenso.

Con un poco de duda aceptando su oferta (Pues además era un problema menos) me senté con ellos, estos parecían ser amigos pues hablaban con fluidez mientras yo los veía haciendo idioteces a los tres, cosa que sin duda me hubiera dado gracia de no ser por que estaba mas extrañada

-E-Em disculpen- alce un poco la voz por lo que estos de golpe se callaron dejando de hacer un escandalo para verme –¿N-Nos conocemos de algún lugar?-

-Para nada-

-Nop-

-yo apenas y conozco al vecino- este ultimo después sonrió –Por lo menos a ti no te conocemos, pero nuestros padres sirvieron juntos-

-¿Eh? ¿enserio?-

-Si- respondió Rioka –Nosotros nos conocíamos de hace un rato pero queríamos conocerte, además, hasta hace apenas unas horas nos damos cuenta que el señor Gin si tenia un hijo… eso es algo sorpresivo en mi opinión-

-Y considerando que la capitana casi te asesina si tocarte….. creímos que seria una buena idea invitarte para que te relajaras un poco- comento el ultimo.

En ese momento me sentí un poco mejor al ver que la gente no era tan mala como creía en este lugar, iba a responder pero algo me detuvo.

La carpa de la tienda se abrió y por ella entro una chica de pelo castaño, esta portando su característica armadura y espada a su costado, creo que no hace falta recalcar que apenas entro la chica todos los hombres que hace un momento estaban gritando y haciendo un alboroto se callaron de golpe para mantener la cabeza en lo bajo mientras con esta acción venían un sinfín de murmuros.

La chica sin importarle en lo mas mínimo si la observaba la gente (que así era) fue directamente hacia la fila de la comida donde por alguna razón toda la gente que estaba en esta desapareció en un abrir y cerrar de ojos, haciendo que ella llegara hasta donde servían casi a la misma velocidad en la que habia llegado, acto siguiente la chica con su comida, se fue a una mesa que estaba hasta el fondo de la tienda arrinconada en una esquina y empezó a comer completamente sola, lo raro fue que la gente se mantuvo en silencio y una gran tensión se formo en el aire.

Claro que yo no tenia ni la mas mínima idea de por que era esto.

-Hablando de la reina de roma- dijo uno de los chicos con un tono precavido –La tensión que genera…. Es anormal jeje-.

-Bueno es la legendaria capitana Koizumi, claro que iba a ser así-.

-Solo 20 años y ya esta en el puesto de capitana, justamente nos tuvo que tocar en su escuadrón-.

Ante esos comentarios solo arquee la ceja un poco –Disculpen pero….- mire a la chica comiendo de reojo para luego volver mi vista a estos -¿Cómo es que una mujer es capitana? o una mejor pregunta…. ¿Cómo es que una mujer esta en la guerra?-.

Solo termine mi comentario y los chicos me veían boquiabiertos .

-E-Espera…. Rintou…. No me digas que no has oído de Hanayo Koizumi-.

-Para nada- me encogí de hombros .

Los chicos se miraron mutuamente para luego asentir y verme directamente.

-Rintou, ella es una leyenda en esta generación, literalmente es alguien de temer y respetar, Hanayo Koizumi es la mejor guerrera de esta época, incluso mejor que cualquier hombre…. Dicen que su talento era nato, que incluso siendo una mujer esta fue capaz de entrar a las fuerzas armadas…-.

-¿Enserio? Yo escuche otra cosa- hablo el segundo chico –Oí que era la chica de una profecía del emperador y que por eso la habían criado en el Palacio real, además de que había acabado con un ejercito ella sola-.

-Urahara no seas estúpido- regaño el tercero –La verdadera versión es que es una enviada de los dioses… nadie sabe nada de su pasado y su apellido es único, no hay nadie mas que lo porte, es un rumor entre la gente pero dicen que ella no es humana, dicen que pudo vencer un león con sus propias manos tardando 1 hora en pelea-.

-Yo creía que fue un dragón-.

-Pero los dragones ni siquiera existen…-

Mire lentamente hacia un lado al ver a la chica comiendo ahí sola entre miradas de la gente que la rodeaban, pero esta hacia caso omiso a estas.

Una voz resonó en mi ropa -Tus nuevos amigos son estúpidos-.

" ¿Quién es ella?" la chica había captado al 100% mi atención de una manera que no creía posible, pero algo me preocupaba, mientras que esta era hermosa, sus ojos reflejaban tristeza la cual se disfrazaba de dureza, y su semblante parecía el de una persona solitaria….. no tenia sentido…. O por lo menos no para mi….

La chica de pelo castaño iba a dar otro bocado a su comida pero esta se detuvo y acto siguiente volteo en mi dirección para verme con esos ojos que me habían hipnotizado en un inicio, pero esta tenia un semblante que decía " ¿Quieres algo?".

Y así es como la misma pregunta se repitió otras miles y miles de veces en esos breves segundos que nuestras miradas se conectaron.

" ¿Quién eres en verdad?".

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-Vamos, ¡hasta una hormiga levanta mas que ustedes!- grito una chica de pelo castaño que nos veía a todos de pie.

Soy Rin Hoshizora….. o bueno Rintou Hoshizora y este es el reporte de como mi vida esta siendo masacrada de una manera que….

-¡AUCH MI ESPALDA!-.

Corrijo, nuestras vida esta siendo masacrada por un entrenamiento tan sádico que incluso el mismo diablo caería rendido ante este, han pasado 4 meses desde que estoy aquí junto a las demás personas del lugar, si bien alguien consideraría los hechos "Voy a la guerra, el entrenamiento será difícil" pero esto iba mas haya de aquel pequeño e inocente pensamiento.

En este momento la mitad de los reclutas nos encontrábamos en posición de lagartijas, se preguntaran ¿Por qué la mitad? ¿y la otra mitad? Pues por si se lo preguntaban estos también ayudaban en el entrenamiento.

-Rintou no soy tan pesado- decía Urahara mientras este estaba sentado en mi espalda y yo con todas las fuerzas que tenia intentaba levantarme con el encima, pero esto para mi era imposible.

-¡N-No es mi culpa! ¡S-Soy muy pequeño!- conteste aplicando la mayor fuerza que podía pero sin lograr por lo menos hacer una sola lagartija, lo cual era deprimente, había personas que aunque les costaba trabajo llevaban hasta 10, pero eso no era lo que me daba lastima si no que hasta el hombre mas chico llevaba por lo menos dos lagartijas y yo luchaba por la primera .

-Y estúpida, no olvides estúpida- resonó desde mi ropa.

-¡C-cierra la boca!- dije casi gritando mientras que mis brazos cedían y caia de golpe en el suelo con el chico sentado sobre mi espalda.

-Yo no dije nada- dijo el chico.

-Le decía a una vocecita molesta en mi cabeza- conteste en el suelo –Por cierto….. ¿Podrías quitarte de mi espalda?.

Si bien la rutina de por si era algo intensa eso no era nada, pues apenas eran las 6 Am y esto apenas clasificaba como entrenamiento matutino

-¡Uno, Dos! ¡Uno, dos!- gritaba la misma voz de una mujer mientras que nosotros en este momento corríamos por una pista de obstáculos, es cierto soy muy rápida desde niña, por lo que si hablamos de una carrera yo ganaría sin problema, pero ahí es donde la palabra obstáculo viene a fastidiarme.

-¡Hoshizora! ¡Muévete mas rápido!- gritaba la chica en un tono nada amigable.

Por mi parte subia un muro plano con ayuda de una cuerda que estaba atada en la cima de este, pero como de costumbre no soy muy buena en los deportes por lo que paso lo que debía.

-Em… ¿ A-Alguien me ayuda a bajar?- preguntaba mientras estaba colgaba de cabeza con mi pie atado en la cuerda que debía de subir.

Hanayo solo suspiro se dio media vuelta y se fue con un gesto de frustración, no entendía esto de la chica, al parecer le irritaba de una manera abrumadora, no tengo idea del por que, no digo que me trate mal o diferente a los demás en cuestiones de entrenamiento, pero siento cierto desagrado de su parte cuando me mira, lo cual me hace preguntarme ¿Por qué?

De mi camiseta salió una pelinegra con coletas la cual flotaba enfrente de mi –¿Necesitas una mano?- esta de su camisa saco unas tijeras gigantes con las cuales corto rápidamente la cuerda.

-AUCH- caí directamente al suelo.

Bueno es cierto, no soy una guerrera en ningún sentido…. No soy capaz de hacer las cosas como lo hacen las demás personas… pero aun así…

Dije que quería hacer sentir orgullosa a mi familia al menos de esta forma, no soportaría volver a casa y decirle a mi padre que simplemente era un asco.

Y así siguieron…. Actividad tras actividad como en los últimos meses, siempre esforzándonos al máximo aunque en mi caso no fuera suficiente, pero podía mejorar y lo haría.

Como de costumbre la hora de la comida llego mientras que me sente junto a los chicos de siempre pero esta vez había algo raro.

-¿Donde esta Hide?- pregunte mientras veía hacia la fila de la comida o hacia las diferentes mesas pero sin encontrar al pelinegro .

Los dos chicos rieron por lo bajo mientras que tenían una mirada algo culpable –Creo que ya es hora ¿no? Rioka- pregunto Urahara .

-Si- rio el otro chico –Ya es hora, hey Rintou ¿vamos a ver a Hide humillarse así mismo?- pregunto el segundo chico .

Después de eso la historia fue bastante divertida….. demasiado que incluso diría que me dieron ganas de….. matar a mi amigo….

-¡P-Por favor Capitana!- el chico estaba enfrente de Hanayo este haciendo una reverencia –¡A-Acepte cenar conmigo esta noche!-

Hanayo en este momento traía una camiseta color blanca ajustada mientras que a la vez tenia un arco colgando del hombro con varias flechas en mano, esta veía con una ceja arqueada al chico.

Debo decir que por alguna razón el ver al chico de esa manera y ver a la capitana que no lo hubiera rechazado poniéndolo a hacer flexiones o algo así hizo que mi corazón por un momento se estrujara mientras veías la escena.

-¿Perdona? Hide… ¿verdad?- dijo con su usual tono frio.

-S-Si, Señora-.

-¿Qué es esto?-.

-C-Capitana, vera, usted es la mujer mas hermosa y decidida que he visto mi vida…. Y quisiera que me diera una oportunidad, se que soy su subordinado….P-Pero enserio me gusta- este tomo aire de nuevo –Acepte cenar conmigo por favor-.

En ese momento paso algo que le helo la piel a mas de una persona, Hanayo sonrió con ternura –Claro que aceptare una cena-.

-¡¿E-Enserio?!- pregunto el chico sumamente asombrado… mientras que por parte de todos los presentes estaban casi boquiabiertos pero por mi parte no era asi… yo simplemente… no sabia que sentir, un nudo se formo en mi garganta.

Hanayo seguía sonriendo –Si… aceptare una cena- esta rápidamente se quito el arco del hombro y tomo una de sus flechas para a una velocidad increíble dispararla a lo alto, para cuando todos la seguimos con la mirada esta estaba en la cima mas alta de un tronco que media por lo menos 15 15 metros de altura, este ubicado en medio de todo el campamento –Aceptare la cena del que pueda bajar esa flecha de aquel tronco-.

En ese momento para cuando me había dado cuenta no había nadie a mis espaldas, todos habían ido directamente hacia Hanayo, preguntándole las reglas.

-Que raro…- dije por lo bajo.

-No te extrañes- hablo una pelinegra que se asomaba por el cuello de mi camisa –Aunque esa chica sea dura como una piedra sigue siendo sumamente linda, no es de extrañar que los hombres la vean como un objetivo-.

-¡El que quiera hacerlo!- grito Hanayo por lo alto mientras esta ahora tenia lo que parecía dos ligas cada una con una pesa que colgaba de ellas –Tendrá que hacerlo con ambas pesas- .

Creo que fue en ese momento donde lo único que empecé a oír fue como la gente azotaba de lleno en el suelo estos acompañados por el sonido metálico que golpeaba con el suelo repetidamente, mis compañeros….. no….. todo el campamento e inclusive algunos guardias empezaron a intentar subir con ambas pesas colgando de sus brazos pero todos los intentos terminaron de la misma manera.

Poco a poco la gente dejo de intentar, no se cuánto tiempo pase parada en un mismo lugar viendo como la gente lo intentaba, incluso mis amigos se habían ido, para cuando me di cuenta el cielo se había vuelto completamente negro, este iluminado por estrellas que abundaban por todos lados.

-Hoshizora- una voz resonó enfrente de mi –Ve a dormir, ya es tarde y mañana tenemos entrenamiento temprano- delante de mi sin que lo notara estaba la chica castaña, esta apenas media unos pocos centímetros mas que yo

-E-Em si, enseguida- conteste de inmediato mientras me sacudía un par de veces, por su parte la capitana solo se volteo dispuesta a ir a su tienda pero… sentí que no era correcto –D-Disculpe capitana-.

La castaña se volteo a verme con una mirada de fastidio -¿Se te ofrece algo mas?-.

-Discúlpeme, tal vez solo sean imaginaciones mías… pero ¿He hecho algo mal? Siento que usted me trata de una manera muy diferente a lo de los demás-.

-Es tu imaginación, ahora buenas noches- esta se volteo de inmediato con la intención de irse .

-¿Es por que soy un Hoshizora?- pregunte con un tono apagado -¿Es por que no soy como un Hoshizora debería ser?-.

Ante el comentario solo escuche una pequeña risita por lo bajo lo cual me sorprendió, pero en menos de lo que esperaba la chica me había tomado por el cuello de mi camiseta y se había acercado bruscamente.

-¡por eso mismo me fastidias! Vives a la expectativa de todos, crees que por tener un maldito apellido tienes que ser una persona perfecta, déjame decirte, que es lo que mas detesto… es la gente que no sabe vivir su vida que no sabe ser el mismo, desde que llegaste aquí solo veo a un maldito niño que quiere ser un héroe- esta me vio con mas rabia –¡No eres un guerrero y hasta tu lo sabes! No deberías estar aquí en primer lugar, ¿quieres honrar a tu familia? Me da igual, pero no me vengas con que eres un Hoshizora y por eso debes de hacerlo, solo me das pena, por un reconocimiento de a quien llamas emperador ¿estas dispuesto a sacrificar tu vida?-.

En ese momento diría que mis ojos se llenaron de rabia por un momento, " ¿CREES QUE ESTOY AQUÍ POR QUE QUIERO? ¡Vine para salvar a mi padre!".

Iba a responder pero algo me silencio.

-Vive tu vida Rintou- Hanayo soltó mi camisa –Deja este lugar, no eres un soldado, solo morirás en el intento y dar tu vida sabiendo que no puedes hacer nada… es un simple desperdicio-.

-¿Eh? ¿Qué quiere…decir?-.

Esta trago pesado –Como te dije, Lárgate , le diré a los demás que te mande a una misión especial, escóndete hasta que acabe la guerra, luego vuelve a casa y di que tu estuviste en ella-.

-¿Q-Que?- murmure por lo bajo –¡No hare eso!-.

-¡Reacciona!- esta me grito por un momento –Date cuenta, eres la oveja negra del rebaño, no me has dado ninguna muestra de tu determinación, un soldado debe de ser fuerte, persistente y tenaz, tu no has demostrado eso en ningún momento-.

-¿Pero por que yo? ¿Por qué te interesa que muera? Al fin y al cabo soy un soldado mas tuyo- le dije con un tono molesto

-Por que tienes mi edad- esta soltó la bomba de golpe –Mi vida acabo cuando tenia 17 años, por lo menos vive la tuya, eres el mas joven de todo el escuadrón, tienes una vida por delante que yo hubiera querido…. ¿Enserio crees por un momento que yo quiero estar aquí? ¡NO TENGO A DONDE IR!- esta se calmo para por fin darse la vuelta y empezar a caminar –A menos que me demuestres tu determinación yo seguiré insistiendo que tu no perteneces aquí-

En unos momentos ahora me encontraba sola en medio de la oscuridad, con la mirada baja, tenia rabia… mucha rabia guardada dentro de mi.

Nico salió de mi ropa para flotar en el lugar –Esa chica si que es intensa- rio burlonamente para luego mirarme -¿No crees Rin?-.

-…- Sin dirigirle ni siquiera una mirada a mi pequeña amiguita camine directamente hacia donde estuve todo el día parada.

-¿Rin?-.

Apreté una de las correas a mi muñeca –No tengo determinación eh…- esto lo decía mientras apretaba la segunda correa a mi otra muñeca –Ya te enseñare-

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"!Vamos! ¡YO PUEDO!" me gritaba internamente mientras ahora mismo estaba por lo menos a unos 7 metros de altura pero mis manos estaban ardiendo, mis muñecas eran como piedras y mis fuerzas se agotaban con cada segundo que pasaba… pero debía de hacerlo, debo hacerle ver… Yo.. pertenezco aquí… ella no me puede decir como comportarme… no importa lo que diga, yo daría mi vida con tal de hacer que mi padre se sintiera orgulloso de mi.

En un momento ahora me encontraba en el suelo, había caído directamente casi inconsciente de la altura, pero Nico me sostenía con mucha fuerza pues esta media lo mismo que una muñeca o menos.

-¡Cuidado! Si llegabas a caer de esa altura sin mi seguramente hubieras muerto- me recrimino la peli negra molesta mientras mi vista se volvía cada vez mas clara después de aquel desmayo.

" ¿Cuántas horas llevo intentándolo?"

¿Acaso es cierto? ¿Soy incapaz de pertenecer aquí?... mis fuerzas aunque regresaban progresivamente mi mente se desgastaba igual de rápido.

"¡NO!" me grite de golpe mientras rápidamente me volvía a poner de pie con bastante dificultad pues ya estaba completamente cansada pero mi mirada delataba lo contrario como transmitiendo un "No me rendiré"

-Oye si lo vas a intentar de nuevo ¿por lo menos tienes alguna estrategia?- pregunto la pequeña Nico.

-Para nada…- dije viendo hacia el final de el tronco que era tan alto. –Pero debo de hacerlo.

-Te vas a matar a este paso, ¿Tienes creatividad? Tienes que idear algo- en ese momento abri los ojos con algo de sorpresa como si me hubiera percatado de algo –Eres la mas débil, menos resistente e incluso la que menos talentos tiene... a este paso no serás nada en cuestión a tus compañer…-

-Creatividad….- murmure para luego sonreír ampliamente -¡ESO ES NICO-CHAN! ¡Soy la menos indicada en muchas, cosas, una inútil, una perdedora total!-

-Oye… ¿porque lo dices tan alegremente?-

En ese momento me volví a ajustar las correas a las muñecas para mirar una ultima vez hacia la cima, me acerque de nueva cuenta al tronco y rápidamente balanceando las correas con las pesas las entrelace por detrás del tronco.

-¿Qué rayos?-

"¡Lo hare!" sin pensármelo dos veces con una fuerza tremenda y determinación interminable subiendo las pesas constantemente del otro lado me encargaba de apoyarme con estas para subir poco a poco.

El sol empezaba a Salir en el horizonte pero esto ni siquiera me detuvo un momento, yo seguí intentando subir, una y otra vez, siempre apunto de rendirme pero diciéndome a mi misma, yo pertenezco aquí.

-¡VAMOS RINTOU!- La gente empezaba a salir de sus cabañas mientras estos al apenas tener una vista del exterior lo primero que vieron fue el como subía el tronco, y ahora que lo veía apenas me faltaban unos metros para llegar…

-¡Rin un poco mas tu puedes!- murmuro la voz de Nico que flotaba a mi lado en lo alto.

"yo…!LO LOGRARE!"

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-Muy bien, creo que esto es toda la rutina para el entrenamiento de hoy- murmuraba una castaña con una leve sonrisa que veía una lista sentada en el futon de su cabaña –Si, lo es- esta como ultimo se puso de pie y miro una foto al lado de su cama –Ya me voy papa, mama, deséenme suerte con mi escuadrón jeje-

Ella tenia una actitud cálida a diferencia de con las demás personas pero esta apenas al posicionarse enfrente de la salida de su cabaña cambio esa sonrisa por un semblante completamente serio para luego después de un segundo salir por esta.

Esta estaba dispuesta a caminar pero de pronto una flecha se clavo a solo unos metros de ella, no esta de mas decir que abrió los ojos casi estupefacta en cuanto paso esto, acto siguiente dirigió su mirada hacia la cima del tronco, los gritos de los reclutas se escuchaban por todo el lugar y ella me veía estupefacta.

En ese mismo momento me encontraba sentada en la cima el tronco, mi cuerpo estaba hecho un desastre, moretones, rasguños, raspones pero lo que mas sobresalía de todo mi ser era mi sonrisa, una sonrisa completamente confiada y orgullosa que transmitía solo una cosa…

"Yo pertenezco aquí"

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Bueno por falta de tiempo o mejor dicho por flojera de escribir toda la historia de golpe….. preferí mejor dividir el fic en probablemente 3 capitulos, espero lo disfruten.

Hasta luego nwn/