Sakura llevaba unos minutos sentada en el sillón de la sala de su casa por petición de su padre. Fujitaka había actuado bastante rato y un tanto nervioso al pedirle aquello a su hija menor, a decir verdad, Sakura no recordaba cuando fue la última vez que lo había visto así. Su padre se caracterizaba por ser un hombre amable y paciente, y siempre tenía una sonrisa en el rostro, era extraño que actuara de esa forma.

Fujitaka se encontraba en la cocina charlando en voz baja con Touya, aunque por más que Sakura intentó no logró escuchar nada.

La actitud de su padre había estado de lo más extraña las últimas semanas, aunque ella solo tuviera 10 años conocía muy bien a ese hombre, algo lo preocupaba y el hecho de que la citara para hablar con ella solo significaba que se trataba de algo serio.

Sakura dirigió su mirada hacía la fotografía de su madre y sonrió. Nadeshiko había fallecido cuando Sakura tenía apenas 3 años, por lo que casi no tenía recuerdos de ella, sin embargo, su padre y hermano habían hecho todo lo posible por demostrarle a la pequeña Sakura que su madre había sido una mujer maravillosa, por lo que siempre que veía alguno de sus retratos no podía evitar sonreír y desear recordarla un poco más.

La niña de cabello castaño fue sacada de sus pensamientos cuando su padre y hermano entraron a la cocina, Sakura fijó su mirada en ellos mientras se sentaban cada uno a su lado, Fujitaka le dedicó una de sus tradicionales sonrisas antes de hablar.

-Hija, tengo algo importante que decirte.

Sakura se removió incómoda, Touya no hablaba, simplemente tenía su mirada en el suelo. Ella decidió hablar – Papá has estado muy raro estos días ¿pasó algo malo?

Fujitaka sonrió de nuevo – No pequeña, de hecho, ha pasado todo lo contrario.

-Hermano ¿ya tú lo sabes? – Dijo ella dirigiéndose hacía Touya.

-Sí.

- ¿Y por qué lo sabes ya? – Preguntó ella un tanto molesta.

-Porque los monstruos son los últimos en enterarse de las noticias – Respondió él.

Sakura lo pisó mientras refunfuñaba, sin embargo, su padre se aclaró la garganta para llamar su atención de nuevo.

-Lo siento, papá – Dijo ella apenada – ¿Qué es lo que querías decirme?

-Verás, pequeña ¿recuerdas mi viaje a China hace casi un año? – Sakura asintió – Bueno durante mi estadía conocí muchas personas, pero en especial me hice muy cercano a una señora llamada Ieran Li proveniente de Hong Kong. Ella empezó a trabajar con nosotros en la expedición desde China, pero hace un par de meses fue transferida aquí a Japón, nunca perdí el contacto con ella y la he visto un par de veces.

Sakura lo miraba un tanto confusa e intrigada, quería preguntarle a su padre que tenía que ver aquello con ella, pero no quiso ser grosera y decidió dejarlo hablar aún con dudas en su cabeza – Ieran perdió a su esposo hace muchos años, digamos que fue la primera cosa en común que tuvimos cuando nos conocimos – Fujitaka tragó saliva, nervioso – He estado saliendo con ella como una pareja.

Sakura se sorprendió al escuchar aquello último, pero pudo entender por fin el nerviosismo de su padre y lo comprendió – Papá eso es genial.

Fujitaka miró sorprendido a su hija – ¿No estás enojada? Escucha, amo mucho a Nadeshiko, pero han pasado tantos años desde que se fue, y creí que… – Sin embargo, fue interrumpido por su hija.

-No estoy enojada, papá – Respondió Sakura sonriendo – Me alegra que me lo hayas dicho.

Fujitaka se puso serio de nuevo – No es todo, pequeña Sakura – Ella lo miró extrañado por su cambio de actitud y él decidió hablar – Le pedí matrimonio.

Sakura no supo que decir, por lo que permaneció callada mirando a su padre, éste siguió hablando – Sé que es apresurado, pero creo que es tiempo de que ambos tengan una figura materna.

- ¿Ella vivirá con nosotros? – preguntó Sakura.

-Sí – Respondió Fujitaka – Pero tranquilízate, la he invitado mañana a cenar para que ambos la conozcan, al igual que a sus hijos.

- ¿Cuántos hijos tiene?

-Tiene 4 hijas y un hijo – Sin embargo, al ver la cara alarmada que puso Sakura al saber la cantidad de personas que vivirían ahora con ellos decidió aclararlo – No tienes de qué preocuparte, sus hijas ya son mayores y siguen viviendo en Hong Kong, solo se mudarán con nosotros Ieran y su hijo que tiene tu edad.

Ante la mención de aquello Touya refunfuñó a lo que Sakura le habló – ¿Qué sucede, hermano?

-Que yo tendré que compartir mi habitación con ese mocoso, por lo menos hasta que me vaya a la universidad en un par de años – Respondió un poco enojado.

-Les pido a ambos que mañana sean amables con Ieran y todos sus hijos – Dijo Fujitaka mirando a sus hijos – Sé que todo esto de la boda es algo apresurado, pero es importante para mí. Quisiera que me apoyaran lo más que puedan.

Sakura suavizó sus facciones las cuales habían estado algo tensas al escuchar la noticia de la boda de su padre con una desconocida, y no dudó en abrazarlo y luego hablar – Puedes contar con nosotros papá, estoy ansiosa de conocerlos a todos.

Touya por su parte se limitó a palmear la espalda de su padre con una sonrisa en el rostro, Fujitaka ya le había contado acerca de su relación con Ieran, le sorprendió mucho al principio, pero nunca se opuso, y a pesar de que tuviera que compartir su habitación, estaba feliz de que su padre haya encontrado a alguien incluso después de la muerte de su madre.

Fujitaka miró a sus hijos con orgullo, sin embargo, sabía que este solo era el primer paso de un largo y nuevo camino que todos recorrerían como familia, solo esperaba no haberse equivocado con aquella decisión.

Sakura aún abrazada a su padre solo imaginaba como cambiaría su vida a partir de mañana cuando conociera a su nueva familia, trató de no sentir nervios ni miedo y solo pensó – ¿Qué podría salir mal? –.

oOo

- ¿Cómo crees que sea Fujitaka, Fuutie? – Dijo una joven a su hermana.

-Apuesto que es guapo, mamá tiene buenos gustos ¿acaso no recuerdas a papá, Shiefa? – Respondió la aludida.

-Eso es un poco extraño, Fuutie – Dijo otra joven parecida a las otras dos – Estoy ansiosa por ver a nuestro hermano mayor ¿Creen que sea guapo?

-Te recuerdo que tú tienes novio, Feimei – Dijo otra joven girando los ojos.

-Pero no significa que no pueda mirar lo bien dotados que están otros chicos, Fanren – Respondió Feimei a su hermana – Además, Fuutie también tiene novio y está pensando en cuán guapo será nuestro padrastro ¡Yuk!

-Solo quiero pensar que el gusto de mamá no ha desmejorado con los años – Dijo Fuutie enojada.

-Sigue siendo extraño – Dijo Feimei.

-Lo dice la que está pensando en lo guapo que será nuestro hermanastro – Añadió Fanren a la pelea.

-Basta chicas – Dijo Ieran desde la parte delantera del auto donde conducía con rumbo a la casa de los Kinomoto – Ya les dije que deben comportarse con Fujitaka y sus hijos, esto es algo importante para mí, chicas.

-Lo sabemos mamá – Respondió Shiefa – Por eso prometemos comportarnos esta noche ¿Verdad, chicas? – Dijo ella dirigiéndose a sus hermanas menores.

-Sí – Respondieron a unísono dejando la pelea de lado.

Entonces, Shiefa posó su mirada hacía su hermano menor quien se encontraba en el asiento del copiloto, más callado que de costumbre. Por lo que decidió molestarlo un poco – Y tú Syaoran ¿no estás emocionado por conocer a nuestros nuevos hermanos? Digo, tú vivirás con ellos.

-No sé cuál es el alboroto que están haciendo, solo es una cena para conocer a tres personas que se unirán a nuestra familia, no le veo la gran cosa – Respondió secamente el niño de 10 años.

Ieran miró un poco preocupada a su hijo y le habló – Xiao Lang.

Syaoran se puso más serio de lo que estaba, cuando su madre usaba su nombre en chino solo quería decir que estaba hablando de algo importante o que había metido la pata – Lo siento, madre.

-Syaoran sé que la noticia de mi boda con Fujitaka no te emocionó mucho, pero quiero que sepas que lo hago por ti y tus hermanas – Dijo Ieran viendo a su hijo de reojo – No es fácil crecer sin un padre, tus hermanas por suerte pudieron compartir más con Hien, pero lamentablemente tú no tuviste tanta suerte, amo a tu padre y me hubiese gustado que las cosas hubiesen sido diferentes.

-Madre no estoy enojado.

-Sólo quiero que los veas como tu familia, que puedas confiar en Fujitaka como si fuese tu padre y que puedas llevarte bien con sus hijos – Dijo Ieran suavemente.

Syaoran suspiró – Lo intentaré, madre.

Ieran sonrió y siguió conduciendo, sus hijas no hablaron el resto del camino y se limitaron a dejar las bromas de lado debido a lo que acababa de decir su madre.

Por otro lado, Syaoran miraba por la ventana pensativo. A decir verdad, estaba feliz por su madre, había sufrido mucho por la pérdida de su padre y aquellos últimos meses que estuvo saliendo con Fujitaka se notó más feliz. Sin embargo, la idea de mudarse a Japón y empezar en una nueva escuela no le emocionaba demasiado; por fin estaría lejos de sus hermanas, pero en cambio tendría que convivir con dos nuevos hermanos, cosa que no sabía si era mejor o peor.

El niño de cabello castaño oscuro resopló mientras su madree estacionaba frente a una casa de color amarillo y pensó – Creo que nada puede ser peor que todas mis hermanas y Meiling en la misma casa –.

Caminaron hasta la puerta y al tocar el timbre unos minutos después fueron recibidos por Fujitaka sonriendo y besando en la mejilla a Ieran, al estar en la sala Syaoran y todas sus hermanas fueron presentados ante el novio de su madre. Syaoran tuvo que admitirse a sí mismo que era un hombre bastante educado y amigable.

-Discúlpenme un minuto, llamaré a mis hijos – Dijo Fujitaka dirigiéndose hacia la cocina.

Syaoran se removía incómodo sentado entre su madre y Fuutie, aquella casa era enorme en comparación con su pequeño departamento en Tomoeda, y aunque no lo aparentaba, estaba un tanto emocionado por conocer a los hijos de aquel hombre, y eso no se hizo esperar.

Desde la puerta de la cocina entraron junto con Fujitaka dos personas, un muchacho alto con cabello y ojos oscuro, el cual era rigurosamente observado por sus hermanas mientras este era presentado a su madre. Y también, había una niña de cabello corto castaño claro y ojos verdes, parecía más o menos de su edad, de inmediato frunció el ceño – Nadie dijo nada acerca de una hermana –.

Sus hermanas se levantaron para conocer al muchacho, sin embargo, luego de presentarse corrieron hacía donde estaba la niña quien lucía bastante incómoda por estar recibiendo tanta atención de parte de sus hermanas. Por lo que, su madre lo tomó del brazo y lo presentó ante el hijo de Fujitaka.

Syaoran vio que le dirigió una mirada dura y sintió un fuerte apretón de manos, por lo que se lo devolvió con una mirada desafiante y el ceño fruncido – ¿En serio tengo que compartir habitación con este tipo que parece odiarme sin conocerme? –.

Luego de acabar con ese encuentro de miradas desafiantes su madre les dijo a sus hermanas que dejaran tranquila a la niña de ojos verdes y seguido de ellos sus padres los acercaron.

- ¡Hola, mi nombre es Sakura! – Dijo la niña alegremente mientras extendía su mano.

Él la miró y estrechó su mano con ella – Syaoran – Respondió secamente, y sin decir nada más se sentó de nuevo junto a sus hermanas.

Ieran sugirió que era buen momento para cenar por lo que se dispuso a ayudar a servir la cena junto con Fujitaka mientras todos los jóvenes se sentaban en la mesa a conversar y a conocerse mejor, la verdad es que Sakura se llevó muy bien desde el principio con todas las hijas de Ieran, éstas no paraban de hacerle preguntas a ella y a Touya, y la verdad es que Sakura lamentaba de que no las vería todo el tiempo, eran chicas muy agradables.

De hecho, le preocupaba el hijo de Ieran, desde que los presentaron no había dicho ni una palabra, excepto para dirigirse a su madre o a Fujitaka con quien, al parecer era el único con el que había logrado llevarse bien, ya que Touya de vez en cuando le lanzaba miradas asesinas sin razón alguna.

-Tal vez sea tímido – pensó Sakura mirándolo fijamente desde su asiento, cosa que Syaoran no tardó en notar por lo que dirigió su mirada hacía ella y sus ojos marrones se encontraron por primera vez con los verdes de ella, cosa que lo puso un tanto nervioso, sin embargo, no dejaría que eso lo delatara.

- ¿Sucede algo? – Preguntó él tomándola por sorpresa.

-Oh – Dijo ella – Es que yo me preguntaba si tú querías ver la casa, puedo mostrártela ya que vas a vivir con nosotros muy pronto.

-Eso es una buena idea, Sakura – Dijo Ieran sonriendo.

Sakura sonrió a la mujer, y luego Fujitaka habló – Si ya terminaron de cenar creo que pueden empezar su recorrido.

- ¡Vamos, Syaoran! – Dijo ella levantándose de su asiento, para luego ponerse roja de la vergüenza – Oh, casi lo olvido. Gracias por la comida.

Fujitaka sonrió a su hija y luego miró a Syaoran quien se levantaba de su asiento imitándola y siguiéndola para mirar la casa – Creo que se llevarán excelente –.

Por otro lado, Touya veía con el ceño fruncido toda aquella situación, no le gustaba como el mocoso miraba a su hermana, y sin duda lo tendría vigilado muy de cerca.

Sakura no dudó en llevar a Syaoran al patio, el garaje, e incluso el sótano de su casa donde tenían la biblioteca, sin embargo, no había podido sacarle mucha conversación, por lo visto aquel niño era de muy pocas palabras. Aunque, Sakura estaba dispuesta a hacer lo que sea por llevarse bien, se lo había prometido a su padre.

Luego de terminar su recorrido por la biblioteca se dirigieron a la planta alta de la casa, donde se encontraban las habitaciones.

-Esa que está ahí al final del pasillo es la habitación de mi papá, pero claro cuando se muden también serán la de tu mamá – Dijo ella atropelladamente mientras seguía señalando puertas – Esta de la izquierda es el baño, la que está del lado derecho cerca de la habitación de papá es mi habitación.

Sakura se apresuró a abrir la puerta para mostrar su cuarto, Syaoran lo miró, supuso que sería algo así, la típica habitación con paredes amarillas, cortinas rosadas, una cama y un closet, un escritorio con muchas cosas y un mueble con muchos peluches adornándolo.

La verdad es que ella esperaba que él dijera algo, pero seguía mudo, por lo que decidió llevarlo hasta la habitación continua, que actualmente era la de su hermano.

-Esta es la habitación de Touya, puedes ver que es un poco más ordenado que yo ¿tú eres ordenado? – Preguntó ella tratando de sacarle conversación.

-Sí, lo soy – Respondió él mirando lo que sería su nueva habitación. Sakura se sintió mejor al poder sacarle al menos tres palabras, todo un récord hasta el momento.

- ¿Sabías que iremos a la misma escuela? ¿Qué edad tienes? ¿En qué año irás? – Dijo ella rápidamente aturdiéndolo un poco.

-Sí lo sabía – Respondió secamente – Tengo 10 años, y voy a ir en 4to grado.

- ¡Entonces posiblemente estudiemos en el mismo salón! – Respondió Sakura emocionada.

-Rayos ¿acaso gritas todo el tiempo? – Dijo Syaoran enojado.

Sakura lo miró confusa – ¿A qué te refieres con eso?

-Oh vamos, desde que nos presentaron te la has pasado gritando – Dijo él con el ceño fruncido.

-Pues tú no has parado de mirarme molesto – Respondió ella enojada – ¿Acaso no te empieza a doler la cara luego de tener el ceño fruncido tanto tiempo?

- ¡Es que eres muy molesta!

- ¡Trataba de ser amable contigo! ¡Eres muy tímido!

- ¡Sólo soy reservado! ¡No me gustan los alborotos y tú pareces experta en ello!

- ¡Claro que no! Solo trato de ser amigable, no estaría nada mal que lo intentaras también.

-Lo soy a mi manera.

-Pues no funciona, sigues pareciendo un ermitaño.

- ¿En serio voy a tener que soportarte a ti y a tus gritos por el resto de mi vida?

-Imagina como será mi vida viendo tu cara enojada cada mañana cuando baje a desayunar.

- ¡Eres desesperante!

- ¡Y tu un amargado!

- ¡Niños! – Dijo Ieran apareciendo en escena seguida de Fujitaka y Touya quien lucía bastante molesto.

- ¿Qué es lo que sucede? Escuchamos gritos desde abajo – Preguntó Fujitaka.

- ¡Él/Ella empezó! – Dijeron ambos al mismo tiempo mirándose con rabia.

-Está bien, solo olvidemos esto y bajemos a comer el pastel que hizo Fujitaka – Dijo Ieran tomando a Sakura de los hombros y empezando a caminar con ella – No he tenido la oportunidad de hablar mucho contigo, linda. Tu padre me dijo que eres capitana de las porristas de la primaria, háblame sobre ello.

Mientras Sakura e Ieran se perdían escaleras abajo seguidas de Fujitaka, Syaoran se disponía a salir de la que sería su habitación, sin embargo, Touya lo detuvo para darle una mirada dura y hablarle.

-Escúchame bien, mocoso – Le dijo mientras Syaoran lo miraba desafiante – Si llegas a hacerle algo a mi hermana te juro que pasarás las peores noches de tu vida. Aléjate de ella y no me hagas enojar.

-No te preocupes – Dijo él sosteniéndole la mirada – No nos llevamos bien, así que ni siquiera tengo porque hablar con ella.

-Solo no la hagas sufrir, o te vas a arrepentir – Respondió Touya dándole una última mirada y luego saliendo de su habitación.

Syaoran decidió salir de aquel lugar y fue hasta el baño para echar agua en su cara –Ese tipo Kinomoto no me da nada de miedo, y mucho menos sus estúpidas amenazas; y no tengo porque hacerle caso, puedo meterme con ella cuando quiera sin necesidad de temerle a él – Luego de pensar aquello recordó a Sakura y su pequeño enfrentamiento – Vaya niña más gritona, no quiero ni imaginarme como serán mis mañanas en esta casa. Rayos ¿Quién necesita otra hermana después de todo? Ya tenía suficiente con las otras cuatro –.

Cuando Syaoran bajó el resto de la velada transcurrió normal, a excepción de que él y Sakura no volvieron a hablarse, solo lo hicieron forzadamente cuando se despidieron para no hacer sentir mal a sus padres, ellos ya estaban suficientemente nerviosos con la cena y el hecho de que ellos hayan peleado los ponía aún más.

Sakura miraba el auto de Ieran alejarse, había disfrutado las conversaciones con Ieran y sus hijas, a decir verdad, se sentía más tranquila de que no iba a ser la única chica en su casa y en la familia. Sin embargo, se sentía mal por haber peleado con Syaoran a solo unas horas de haberse conocido, pero no pudo evitarlo, la sacó de sus casillas.

Se prometió a si misma llevarse mejor con él, lo haría por su padre y por Ieran, sin embargo, no dejaba de preguntarse – ¿Quién necesitaba otro hermano? Ya era suficiente con Touya molestándome y llamándome "monstruo" todo el tiempo –.

oOo

N/A: ¡Hola a todos! He vuelto con una nueva historia. Ok deben estar preguntándose por qué no es de Harry Potter, bueno resulta que Sakura Card Captors fue una serie que marcó mi infancia, incluso antes de Harry Potter, es un anime al que le tengo mucho cariño.

Y este año luego de tanto tiempo, las CLAMP han vuelto con el manga de "Clear Card", el OVA de los dos ositos que salió hace unos días (el cual me ha encantado), y pues con el regreso de la serie para 2018, así que he tomado esta oportunidad para escribir por primera vez acerca de una de mis parejas favoritas, o sea Sakura y Syaoran. Espero que todos los que lean este fic lo disfruten tanto como yo disfruté de escribirlo.

Intentaré publicar cada lunes y jueves, por el momento son mis días menos agitados, pero eso podría cambiar a lo largo de la historia, dependiendo de mis clases en la universidad.

Sin más que decir, sean bienvenidos a esta historia, no olviden ponerla en favoritos y dejarme sus comentarios para saber qué les parece este concepto, y también díganme que les pareció el OVA de los dos ositos;). Saludos y besos a todos.