La Herejía de Luna

Capítulo 1

"Reuniendo a las Primarcas"

Los cráneos, el humo y la sangre eran algo muy común en el Milenio 31, eran años de guerra, en los que la Humanidad, luchaba sin cuartel alguno contra las fuerzas de xenos y heréticas que osaban desafiar al creciente imperio. La Emperadora Celestia era la Diosa entre los Hombres, la que los salvó de la extinción hace varios años cuándo la raza humana no era mejor que los Orkos. Siempre peleando e incapaz de mostrar piedad por sus semejantes. De no ser por ella tal vez no serían la poderosa civilización que reina a miles de millones de almas y controla miles de planetas y sectores. A pesar de contar con alguien tan sabia, para llevar a cabo su Cruzada, la Emperadora de la Humanidad sólo tenía un objetivo en mente cuándo la Cruzada recién empezaba:

Encontrar a sus hijas perdidas: Las Primarcas.

No habían cumplido ni un día desde su nacimiento cuándo su madre las mandó al espacio con la intención de salvarlas de los Dioses del Caos, quiénes trataron de apoderarse de ellas debido a un error de la Emperadora, que fue abrir un portal a la Disformidad para dotar a sus hijas de poderes idénticos a los de ella. Pero el portal conectó con el reino del Caos y se convirtió en un puente entre Terra y ese corrompido reino. Afortunadamente han pasado décadas y ahora las Primarcas están de vuelta con su madre o al menos la mayoría, por desgracia dos de ellas murieron, perdidas para siempre en la inmensidad de la galaxia. La Emperadora se deprimió gravemente, a tal grado que regresó a Terra sin decirles ni una palabra a sus hijas, ni si quiera a su hija más querida: Luna Lupercal, a quién Celestia quería como una hermana.

Luna no dejaría que todo su trabajo se perdiera, el por qué su madre hubiese perdido su inspiración y sueño de unificar a la humanidad bajo el estandarte de Terra, no significaría que toda la campaña se había perdido. Luna reunió a sus hermanas en su Barcaza de Batalla: El Espíritu Vengativo, para discutir nuevos puntos de ataque para que la Cruzada siguiera expandiéndose.

Nuestra historia comienza con la Primarca Luna, en la cabina de mando de su nave insignia, mientras las naves de sus hermanas salían de la Disformidad y se alineaban junto a la suya.

- La nave de la Primarca Twilight se ha alineado con nosotros, bajaremos los escudos para que puedan teleportarse mi señora – Le comentó un tecno-mago a la Primarca Luna que estaba contemplando la vasta oscuridad del espacio.

Luna era quizá la más poderosa de las Primarcas, era tan grande como Celestia, vestía una servoarmadura de clase Exterminador de color blanco perla con una capa de piel de lobo sobre ella, era conocida por que su armadura estaba equipada con Garras Relámpago en los dedos, Luna era capaz de inspirar miedo y respeto sin esforzarse pero comandaba a su Legión con amabilidad y disciplina. También inspiraba a sus hombres luchando donde ellos luchaban, durmiendo donde ellos dormían y comiendo lo que ellos comían. Así ningún Astarte dudaba de ella y la seguía sin miramientos. Durante estos años sin embargo la Primarca estaba preocupada por Celestia, se había marchado sin siquiera explicar, sólo tomo su Legión y se retiró a Terra.

- Gracias Bilius, dile a mis hermanas que las espero en el puente de mi nave.

- Mi señora, ¿Puedo preguntarle algo? – Le preguntó el tecno-mago.

- Adelante

- ¿Está preocupada?

- Sí, me preocupa mi hermana Pinkamena, desde que la encontramos no ha sido la misma, apenas nos dirige la palabra y a mi madre ya no le muestra respeto. Temo que planee traicionarla, sabes que la Emperadora no tendrá piedad con ella si se rebela. – Le mintió la Primarca, no quería que supiera que desearía estar hablando con su Madre y Hermana.

- Sé que su hermana pasó por un momento muy duro, pero ella se lo buscó. La Emperadora siempre le dijo lo que debía hacer pero su afición religiosa la llevó a la deshonra, pero no debe preocuparse mi señora, verá que muy pronto la Cruzada terminará y volverá a Terra junto a su madre.

- Eres un gran amigo Bilius.

- Todo sea por el Imperio y por usted.

- Mi señora.

- ¿Qué pasa capitán?

- Las naves de las demás Primarcas siguen saliendo de la Disformidad, se están teleportando a nuestro puente.

- Excelente capitán, fije curso al sector 23-X-21. Tenemos una misión.

- A la orden mi Señora. – El capitán le dedicó un saludo militar y se alejó.

- Bilius, quedas a cargo mientras estoy con mis hermanas.

- Sí, mi Señora.

Luna le dedicó una sonrisa al tecno-mago y se dirigió al puente de su nave. Al llegar pudo ver a sus amadas hermanas reunidas:

* Applejack El´Jonson

* Rarity

* Fleet Foot

* Fluttershy Khan

* Rainbow Duss

* Octavia Curze

* Twilight Sparkle

* Marble Manus

* Lightning Dust

* Maud Guilliman

* Derpy Hooves

* Starlight Glimmer

* Pinkamena Diane Pie

* Spitfire

* Sunset Shimmer

* Lyra Hearstrings y Sweetie Drops

- ¡Bienvenidas al Espíritu Vengativo hermanas!

- Como siempre es un gran honor estar en presencia de la Hija más amada por nuestra Madre, es un gusto verte Luna – Le respondió Twilight quién le dio un fuerte abrazo a su hermana.

Ambas Primarcas era muy unidas desde que su madre había encontrado a Twilight en el mundo de Baal, de hecho se podría decir que la Legión de los Lobos Lunares y los Ángeles Sangrientos eran tan unidas como sus líderes.

Después Luna saludó al resto de sus hermanas, Applejack también conocida como "La Leona" estaba hablando con Fluttershy y Spitfire sobre su gran victoria sobre los Eldars en el mundo de Sargeno, Rarity y Marble se unieron a Sunset en una pequeña charla sobre sus logros contra los Rebeldes al Imperio, Starlight y Rainbow trataban de mantener una conversación amistosa sin éxito, Derpy tenía una discusión con Maud ya que hace algunos meses, ambas Legiones estuvieron a punto de matarse entre sí debido a un malentendido que le había costado la vida a muchos Astartes de ambos bandos, a Luna no le costó creer que su hermana Lightning Dust estuviese aislada del resto y como siempre estar de mal humor, pero lo más extraño fue ver a su hermana Pinkamena hablando con Fleet Foot, Octavia, Lyra y Sweetie. No era propio de Pinkamena ya ser tan social desde que Fluttershy la encontró en el espacio hace apenas unas semanas. Luna solo esperaba que fuese una señal de que su hermana estuviera superando su mala experiencia de humillación pública.

- Me alegra verlas a todas, pero no las reuní con la intención de estar juntas, habrá tiempo para eso una vez regresemos a Terra con nuestra Madre. Debemos coordinar nuestros ataques sobre la Galaxia si queremos acabar con la Cruzada.

- ¿Dónde está? – Le preguntó Pinkamena a su hermana.

- ¿Disculpa hermana?

- ¿Dónde está la Emperadora?

- Se retiró a Terra, sabes que el perder a nuestras hermanas le afectó mucho. Pero va a volver.

Pinkamena soltó una risita burlona pero guardó silencio cuándo Maud la miró con fiereza, ya la había humillado una vez y lo haría de nuevo con mucho gusto.

- No peleen, guarden esa violencia para los enemigos del Imperio. Ahora que nuestra Madre no está, tomaré el mando de las Operaciones y tengo misiones para todas ustedes. – Luna dio un respiro y comenzó a dictaminar el orden de misión para todas las Primarcas. – Pinkamena voy a necesitar a tu Legión en Maurios XV, la población está temerosa debido a la presencia de tropas Eldar en la zona, quiero que destruyas a los xenos, Starlight y Derpy irán contigo para proveerte apoyo y las Milicias Locales están listas para luchar.

- Cómo ordenes hermana – Pinkamena se dio la vuelta y se retiró, Starlight y Derpy se despidieron y se teleportaron a sus respectivas naves.

- Applejack debes volver a tu mundo, creo que hay una partida de Separatistas que amenaza la soberanía del Imperio, no podemos permitir que la rebelión crezca o tendremos una Guerra Civil.

- Me encargaré de eso. – Dijo Applejack mientras tomaba su Espada.

- Una cosa más, los Lobos Espaciales irán a apoyarte.

- ¡¿Qué carajo dijiste?! – Le gritaron al unísono las Primarcas, ambas Legiones eran rivales al igual que sus Primarcas.

- Se van a apoyar en esta ofensiva y no quiero excusas.

- ¡Mierda! No voy a apoyar a mi hermana en esto – Le gritó Rainbow a Luna.

- Lo harás, o regresarás a Terra sin honor y tu Legión servirá a mí.

Rainbow estaba furiosa, pero tragándose su orgullo se acercó a su hermana y le extendió un brazo, Applejack lo dudó al principio pero se lo estrechó, sellando un así un pacto de no agresión con su hermana y salieron rápidamente del puente de mando.

- Bien, Twilight, voy a necesitar a tus Ángeles Sangrientos en el sector V-43, hay un sistema de planetas colonizados por humanos, pero son primitivos, así que vas a ir a hi y los unirás al Imperio, pero si ves rastro de Herejía, ya sabes que hacer, Spitfire y Sunset serán tus refuerzos, debemos tomar rápidamente el control de esos mundos.

- Los capturaremos en nombre de nuestra Madre, no te preocupes Hermana. – Le respondió Twilight y dándole otro abrazo, salió del puente seguida de sus otras hermanas.

- Rarity, hay un mundo llamado Laeran, es un mundo oceánico en su totalidad, debemos reclamarlo para extraer su agua, las demandas de Terra son exorbitantes. ¿Crees que los Hijos de la Emperadora estén a la altura de esta misión?

- Desde luego querida, mis Marines son capaces de hacer eso y mucho más, me aseguraré de tener el control de ese mundo en unos pocos meses.

- Voy a asignarte a los Manos de Hierro y los Cicatrices Blancas para que te ayuden.

- ¡No es necesario! Cómo ya te dije, mis hombres no necesitan apoyo de más Legiones, no quiero ofenderlas hermanas, pero sus métodos de conquista no son de mi agrado. Iremos solos.

Los Hijos de la Emperadora eran conocidos por ser demasiado orgullosos y presumidos, se creían invencibles ya que la Primarca Rarity tenía la costumbre de entrenar a sus Marines en todas las especialidades posibles y después las perfeccionaban.

- Es peligroso que tu Legión vaya sola, ese mundo tiene vida xeno, inteligencia los cataloga como especie hostil. Debes tener apoyo.

- ¡Ash! De acuerdo, mis hermanas pueden venir pero no quiero que intervengan si no lo ordeno yo.

- Muy bien, estás a cargo del ataque. – Le expresó Luna y se despidió de ella. Ni Marble ni Fluttershy estaban muy felices con ir a apoyar a su hermana en esta campaña, pero siempre estaban dispuestas a ayudarse mutuamente, además Marble y Rarity también tenía un fuerte lazo de amistad. Esas simples palabras no la iban a destruir.

- A lo que sigue, quiero que la Legión Alfa se encargue de unos mundos controlados por herejes en el sector Y-23-29, son de importancia vital que los destruyamos o la corrupción de esos mundos se extenderá.

- Destruiremos a los herejes sin piedad.

- Lightning, sé que no te gusta trabajar en equipo, pero quiero que ayudes a la Legión Alfa.

Lightning que no había hablado en toda la reunión vio tanto a Lyra como a Sweetie con mucha rabia, odiaba a todas sus hermanas, incluso a la Emperadora Celestia, pero Luna era la única que podía controlarla sin esperar una reacción violenta de su parte. Lightning simplemente dio una seca cabeceada y se teleportó a la nave de su Legión.

- Octavia, también debes volver a tu mundo, Nostramo está en medio de la anarquía, restaura el orden en tu mundo Hermana o me temo que tu Legión podría quedarse sin suministro de hombres.

- ¡Asquerosos insurgentes! ¡Los Amos de la Noche irán por ustedes! – La sombría Primarca se retiró maldiciendo a los insurgentes hasta que también se teleportó a su nave.

Una vez que se quedó sola en el puente de su nave, Luna volvió a la cabina para reunirse con Bilius que mantenía el curso a lado del capitán.

- ¡Primarca! ¿Todo salió bien?

- Sí, las envié a diversos sectores de este cuadrante, hay muchos mundos que conquistar.

- Mi señora, la flota está lista para entrar a la Disformidad, ¿Podría decirme por qué eligió este sector? Ya está bajo control del Imperio.

- Este sector está sufriendo ataques Orkos, debemos defenderlos. Ya destiné a veinte Regimientos del Ejército Imperial, el resto se quedarán en reserva en caso de que mis hermanas necesiten más refuerzos. ¡Prepárense para entrar a la Disformidad!

- ¡Ya la escucharon señores! ¡Tomen sus posiciones!

La tripulación comenzó a preparar los sistemas de la nave para entrar en esa peligrosa energía, una vez que los sistemas estuvieron listos, un portal de color morado se abrió y la nave entró en ella, detrás de ella, cientos de gigantescas naves de la Legión de la Primarca Luna la siguieron.

Mensaje Importante a los lectores, esta historia es creada sin fines de lucro, no lo hago con malas intenciones. Si hay fans de Warhammer 40k que se tomen muy en serio este universo, solo les voy a decir que no critiquen de forma negativa, esta historia está escrita para entretener. Cualquier duda o sugerencia es bienvenida. Disfruten.