Capítulo 5

A altas horas de la madrugada Naruto estaba en la costa de esta magnífica isla, un paraíso para todos los hombres, que muy pocos han tenido el privilegio de tocar suelo en ella.

Desde su encuentro con el prisionero que había escapado y tratado de asesinar a su reina, las Amazonas lo espiaban más frecuente, no en una forma de vigilarlo, si no más bien por curiosidad.

Escuchaba rumores que se fueron esparciendo que el era algún tipo de hechicero que se enfrentó a enormes gigantes, hordas de guerreros e incluso al mismísimo demonio y el ni se inmutaba.

En cierta forma sabía quien comenzó con los rumores, y sinceramente no le importaba que contara lo que puede hacer.

Así la mayoría de las personas cuerdas se mantendría al margen y los que tienen deseos de morir…digamos que podrían ser su saco de boxeo para dejar salir su frustración.

-(Este mundo realmente es muy distinto al mío)-. Pensó viendo con los ojos malditos del odio hacia el horizonte, tan clara era su vista que podían acapararse fácilmente en la oscuridad.

En eso escucho como un caballo galopa hacia el, observando que llevaba a la Amazona que de cierta forma tomó el consejo que le dio cuando se conocieron.

-Naruto está todo listo-. Dijo Persephone, con una sonrisa triste, en cierta forma lo echaría de menos.

-Me cuesta admitir que esta es una de las mejores prisiones en las que he estado-. Dijo Naruto, viendo cómo el sol comenzaba poco a poco a salir en el horizonte.

-Tú tienes un pase de salida y algunas de nosotras seguiremos en esta prision-. Dijo Persephone, aún incomforme con su situación.

-Lo creas o no algo me dice que las cosas podrían mejorar-. Dijo Naruto, con una pequeña sonrisa.

Algo en su tono de voz hacia que la Amazona sintiera que las cosas realmente podrían cambiar esta vez.

-¿Apropocito en esta isla aceptan niños?-. Pregunto Naruto, mirando con discreción a los mocosos que estaban algo emocionados con las amigas de Diana.

-Hablas de tus pequeños ángeles, podríamos tener a la niña aquí la entrenaríamos para que un día se vuela una gran Amazona…se nota que que tiene mucho talento, pero por desgracia no se aceptan hombres así que tendrías que quedarte con el pequeño engendro diabólico-. Dijo Persephone, mirando de mala forma a Damian.

Al escuchar eso a Naruto se le puso la cara completamente en blanco.

-La niña se viene conmigo, no me quedare solo con ese mocoso un solo día -. Dijo Naruto, con un pequeño tic en el ojo.

-Por cierto, quería hacerte una pregunta es un poco personal es decir no tienes que contestarla si no quiere-. Comenzó a murmurar la Amazona algo nerviosa.

-Solo hazme la algo molesto, al ver cómo empezaba a divagar las cosas.

-Ah si disculpa, no fue mi intención quería saber si…¿Tienes familia?-. Pregunto Persephone, algo curiosa.

Con esa pregunta, recordó unas imágenes qué poco a poco fueron llenadole su cabeza de recuerdos sobre Hiruzen, Danzo, sus padres, hermano y hermanas…"ella".

-Ya no más, ahora solamente somos yo y Garuda-. Dijo Naruto, en un tono frío, para ver cómo todos en los que había pensado eran consumidos por una llama y se hacían cenizas por completo.

Persephone por un momento pudo ver cómo un Aura púrpura oscura rodeaba a Naruto.

-Tienes algo bueno aquí Persephone…un último consejo para cuando tengas familia, pase lo que pase siempre protege a tus hijos, jamás los dejes de lado-. Dijo Naruto, para acto seguido caminar hasta ella y darle un pequeño golpecito en la frente con sus dedos forma de despedida, pasando a un lado de ella marcharse hacia el barco.

La Amazona se llevó su mano a donde su amigo la había golpeado.

-(Espero que los Dioses permitan que nuestros caminos vuelvan cruzarse Naruto)-. Pensó Persephone, mirando con una sonrisa la espalda del hombre, que le hizo cambiar su forma de pensar y así evitar que cometiera un error del cual quizás jamás podría perdonarse.

En el muelle todo estaba listo, los niños estaban con las amigas que llamo Diana y que los llevarían fuera de la isla junto a su "Tutor" por así decirlo.

-¿Entonces a donde iremos?-. Pregunto Mara, a las mujeres adultas que estaban en el muelle junto a un barco.

-Iremos a Star City, mi novio puede ayudarnos consiguiendo algunas cosas como documentos para que no llamen la atención y un lugar donde hospedarse-. Dijo Dinah, con una pequeña sonrisa.

-¿Iremos todo el viaje en barco?-. Pregunto Damian, con sus brazos cruzados con una ceja alzada.

Dawn río por unos momentos al haber escuchado esa pregunta, haciendo que el niño frunciera el ceño.

-Lo siento no pretendía ofenderte, este pequeño barco nos llevará hasta una avioneta que está a unos cuantos kilómetros de Temiscira, con ella podremos llegar más rápido a nuestro destino-. Explico la peli blanca, disculpándose por la forma en que había reaccionado.

-¿Por qué no simplemente trajeron la avioneta aquí? ¿En vez de tener que hacer dos viajes?-. Pregunto Damian, al ver el estupido plan que elaboraron.

-Tranquiló Damian, es demasiado pronto para que comiences a molestara a la gente-. Dijo su prima tratando de tranquilizarlo un poco.

En eso ven llegar a Naruto algo callado al ver que los niños estaban armando desmadre decido darles una pequeña advertencia, no permitiría que desde temprano Damian empezara a actuar como un cretino.

-Recuerden las reglas enanos, me desesperan y los mando de vuelta a la estupida isla en donde se subieron de polizones-. Dijo Naruto, pasando de largo a todos y ver de reojo a Damian con su ojo rojo de tres tomes para demostrarle que estaba hablando en serio.

Damian trato de aparentarlo un poco pero algo en esos ojos le aterraban además de que estar cerca de él era entretenido, la forma en la que peleaba, sus movimientos, eran cosas que jamás había visto.

Dawn se acerco a Mara queriendo saber más sobre el joven y esa actitud que tenía.

-¿Lo está diciendo en serio?-. Pregunto la adulta, a la pequeña la cual no dijo nada solo puso una cara de tristeza.

-Por cierto antes de que lo olvide una cosa más-. Dijo Dinah, con lo que parecía ser una jaula para aves.

Cabe decir que Garuda al ver ese objeto abrió su pico por unos segundos para momentos más tarde fruncir el ceño ante la terrible idea que tenía pensada la mujer.

-Tú mascota no puede andar libre por ahí, debe de ir dentro de la jaula-. Dijo Dinah, tratando de parecer que tenía autoridad sobre Naruto.

-Quieres que Garuda entre en la jaula…bien mételo tú-. Dijo Naruto, con una sonrisa.

-Pero es tú mascota-. Trato de refutar, la mujer rubia y un poco nerviosa al ver cómo el ave estaba demasiado tranquila.

-Error Garuda no es mi mascota…Es mi compañero y yo no veo la necesidad de encerrarlo, el no hará absolutamente nada a menos que lo vea necesario, se lo diga o lo molesten-. Explico Naruto, bostezando un poco y con los ojos algo pesados.

-Si dice que el ave no causará problemas no ahí razón para meterlo en la jaula, ademas algo me dice que el en verdad quiere que lo intentes-. Dijo Dawn, algo nerviosa viendo cómo Garuda ponía su ala en su cuello para tratar de representar una amenaza.

El niño al ver que no avanzaban las cosas a ningún lugar, camino hasta las mujeres, acto seguido le arrebató la jaula de sus manos a Dinah y la lanzó fuera del bote.

-Listo ahora que ya no hay jaula no tienes que meter al pajarraco en ella y ya que he solucionado este tonto dilema podemos irnos de aquí, cuanto más rápido nos marchemos más rápido llegaremos a la tonta avioneta-. Dijo Damian, causando que todas las mujeres se enfadaran.

Ambas adultas colocaron sus manos en su cadera como si se tratara de una madre molestas por lo que acababa de hacer y Mara de brazos cruzados con el ceño fruncido.

-¿Qué?-. Pregunto Damian, sin entender lo que había hecho mal es decir resolvió el problema por el que estaban discutiendo.

-(Genial justo lo que faltaba, acabas de hacer el viaje mucho más molesto enano idiota)-. Pensó Naruto, negando la cabeza por lo que había echo.

Dimensión: Konhoha.

Las cosas poco a poco iban mejorando finalmente la paz había llegado en todas las Naciones Elementales, el Tsukuyomi infinito había sido disuelto y todos habían despertado de ese hermoso sueño.

En un departamento algo desordenado se encontraba uno de los héroes que sin él quizás ningun ser vivo tendría un mañana, estaba acostado en su cama a estado desvelándose últimamente o dormido muy poco.

De pronto se escuchan unos fuertes golpes de la puerta de su hogar, quizás si ignoraba el ruido pensaría que no estaba y dejarían de molestarlo.

Pero los golpes volvieron a escucharse con más fuerza, dando a entender que no se irían de ahí en un buen rato si el no les abría la puerta.

-¡Vamos abre de una vez, sabemos que estás ahí adentro!-. Se escucharon los gritos de unas mujeres.

Dios es que no podían dejarlo en paz, no es como si tuviera alguna misión o reunirse con sus alumnos o algo.

Pasaron unos minutos y el silencio regresó significa que se habían rendido y lo dejarían en paz, hasta que.

-Al fin-. Se escuchó la voz de la mujer abriendo la puerta de su departamento.

Ver el estado de la casa les dio mucho asco, trastos sin lavar, ropa regada por todo el suelo, la basura desbordándose.

-Por Dios hace cuanto no limpias-. Dijo la voz de la mujer con asco tapándose la nariz con una de sus manos por el hedor putrefacto.

-Vamos no creo que sea…!Santo dios esos pantalones se están moviendo!-. Grito aterrada otra voz de mujer, al ver lentamente cómo unos pantalones sucios se estaban arrastrando hasta otra habitación.

-¡Menma levántate de una maldita vez, mamá y papá te están esperando hoy los íbamos a ver Gaara , Chōjūrō y tu novia también fueron invitados-. Dijo la primera mujer entrando en la recámara del sujeto que solo gruñó como respuesta.

-Dile a mamá y papá que no estaba en casa-. Murmuro Menma, tapándose con una almohada la cara para así evitar seguir escuchando las quejas de las mujeres.

Con un gruñido ambas mujeres se miraron mutuamente para ponerse manos a la obra, una abrió las cortinas para que la luz del día entrara al asqueroso departamento donde juraron escuchar unos chillidos de animales.

En eso aparece un destello amarillo donde apareció el legendario Konoha no Kiiroi Senkō (Destelló Amarillo de Konoha).

-Chicas…¿encontraron a su hermano?-. Pregunto su Padre, con una sonrisa.

-Al maniático que intento asesinarnos o te refieres al que parece un Zombi que aún no se a levantado-. Dijo Naomi, de brazos cruzados viendo con una ceja alzada a su padre.

-Hmmm-. Solo se escucharon gruñidos de Menma, por ese comentario tan sarcástico que hizo su hermana.

-Por lo menos sabemos que aún sigue con vida-. Dijo Shida, tratando de verle el lado positivo.

Minato solamente cerró sus ojos y llevó una de sus manos a su nariz tratando de aguantar un poco su estrés.

-Okay esto es lo que vamos a hacer, ustedes dos arreglen un poco el departamento de su hermano, Menma tú dúchate, arréglate tomate lo que sea para quitarte esa cara de muerto y yo…iré a prepara mi testamento por que le dije a su madre que estarían listos en 5 minutos y no quiero excusas-. Dijo Minato, viendo con autoridad a sus hijos para momentos más tarde desaparecer en el Hiraishin de vuelta a su casa.

En la casa del Yondaime se encontraban su esposa arreglada, llevaba planeando este evento desde hace mucho, ya todo estaba listo los invitados, la comida, solo faltaban sus hijos y su marido.

En eso pudo sentir el Chakra de su marido unos segundos después salió solo el de su casa.

-¿Dónde están?-. Pregunto la Uzumaki, solo ver a su marido y ninguno de sus hijos.

-¿Quién?-. Pregunto Minato, tratando de parecer lo más inocente posible.

-Los muchachos-. Dijo Kushina, algo molesta por cómo estaba actuando su marido.

-¿No han llegado todavía?-. Pregunto tratando de parecer lo más asombrado.

-No, creí que irías a buscarlos-. Dijo Kushina, sin entender la actitud que tenía Minato.

-Pues-. Dijo Minato, rascándose un poco la nuca y desviando la marida.

-¿Sucede algo?-. Pregunto un hombre de cabello azul, ojos negros y unos dientes un poco afilados como si fueran de un tiburón, el cual era uno de los rasgos comunes con los Espadachines de la Niebla. Tenía unos anteojos oscuros que parecía estaban conectados a una especie de auriculares, una camisa de manga larga azul con unos pantalones oscuros, en su espalda llevaba una de Las Espadas Demonio de los Siete Espadachines Ninjas de la Niebla la cuál era Hiramekarei.

Ambos anfitriones se pusieron un poco nerviosos no queriendo dar una mala impresión.

-No, no pasa nada ya vienen en camino solo fueron a buscar algo que le encargué-. Dijo Minato, tratando de pareser lo más tranquilo posible.

-¿Menma también vendrá?-. Pregunto un hombre pelirrojo, con una camisa café tenía en su frente el kanji del amor en su frente y una pequeña calabaza en su cintura.

Dos de los invitados más importantes de la fiesta eran nada más y nada menos que el Godaime Kazekage y el Rokudaime Mizukage.

-Si el también vendrá de echo ya biene en camino-. Dijo Minato, queriendo pensar que sus hijos hicieran lo que les había dicho.

Después de eso ambos Kages compartieron una mirada algo dudosos por ese comentario para momentos más tarde marcharse a conversar con los invitados.

El silencio entre la pareja duro por unos cuantos minutos Menma ha estado actuando muy extraño desde que Naruto había "Muerto".

-A estado un poco raro desde que termino esa batalla-. Comentó Kushina, un poco deprimida.

La pérdida de su primogénito fue dura todos, cada uno estaba luchando con su sufrimiento y pérdida de distinta manera aunque Menma tenía la loca idea que su hermano seguía vivo, se estaba descuidando demasiado, comía muy poco, no salía mucho, algunos Anbus le habían informado a Minato sus sospechas y era que no dormía por las noches.

Buscaba en pergaminos, libros, notas, algo con lo que pudiera volver a recrear ese portal para buscar a su hermano.

Pasaron unos hasta que por fin aparecieron sus hijos aún que venían un poco desarreglados y Menma traía un ojo morado.

-¿Pero que demonios?-. Murmuro Kushina, viendo a su marido que ya no estaba a su lado.

Minato camino hasta ellos a paso lento y de reojo podía ver cómo su esposa estaba sonriendo pero su cabello por alguna extraña razón comenzaba a desafiar las leyes de la gravedad.

-¿Qué pasó? Les pedí sólo una cosa, una y qué pasa ustedes desarregladas y a ti…¿qué te pasó?-. Pregunto Minato, viendo a Menma y el aspecto en el que se encontraba sus dos hijas.

-Hizimos lo que nos pediste y al parecer Menma tenía un inquilino en su departamento sin que el idiota se hubiese dado cuenta-. Dijo Naomi, con un tic en el ojo.

-En cuanto al ojo, Shida se asustó cuando estaban limpiando y yo estaba atrás de ella, se giró y pues-. Dijo Menma, levantando su mano y señalando su moretón.

De pronto llegó una hermosa mujer de pelo oscuro corto con un vestido color rojo, sus ojos era lo primero que veías ya que destacaban al ser de un color rosado y tenía una mirada algo preocupada.

-Tranquila no es nada, estaré bien-. Dijo Menma, con una pequeña sonrisa al sentia cómo le tocaba su mejilla.

-Suspiró, no es eso Menma, has estado muy distante últimamente, no te he visto en más de un mes, no llamas o escribes, siempre que te marco estas algo distraído y es obvio que no te has estado cuidando-. Dijo la mujer, con un poco de tristeza.

-Mejor los dejamos solos-. Dijo Minato, sonriendo un poco con sus hijas asintiendo y buscando a sus respectivas parejas.

Cada uno se fue a diferente punto encontrándose con sus parejas.

-Hola, perdón se que no debí dejarte solo con mis padres, pero Menma aún no llegaba en verdad lo Shida, algo avergonzada.

-Tranquilará no pasa nada-. Dijo Gaara, de forma seria pero con una pequeña sonrisa.

-¿No se dará cuenta que te fuiste demasiado tiempo en la aldea?-. Pregunto la hija del Yondaime queriendo cambiar de tema.

-No, acabe los pendientes más pesados solamente le deje a Kankuro unas reuniones llenar unos papeles-. Dijo Gaara, seguro de que no ocurrirá nada.

-(Por que presiento que Kankuro solo causará más problemas)-. Pensó Shida, algo inquieta de a quien dejó acargo su pareja.

-Por cierto quería saber…¿Cómo sigues?-. Pregunto Gaara, sujetando su mano con la de ella y viéndola directamente a sus ojos.

Desde que rescataron a Gaara de Akatsuki el y Shida poco a poco comenzaron a forma una amistad que con el pasar el tiempo fue creciendo, pasando de la amistada a un enamoramiento y justo antes de que la guerra comenzara empezaron su relación.

-Bien, es decir mentiría si dijera que no lo echo de menos aún que el no se encontraba en la aldea sabía que estaba en alguna parte…pero desde que cayó en ese agujero lo perdimos para siempre, desearía tener las mismas esperanza que Menma-. Dijo Shida, recordando a su hermano mayor y reencarnación del primer hijo del Sabio de los Seis caminos.

Gaara solo llevo una de sus manos a la mejilla de Shida limpiándole una pequeña lágrima que se había escapado de su ojo derecho.

Del otro lado de la fiesta se escuchaban unos regaños hacia el Mizukage por su pareja.

-¿Por qué rayos trajiste tú espada? Es una fiesta, nadie más está portando armas-. Dijo Naomi, con sus brazos cruzados algo molesta al ver que Chōjūrō había traído esa cosa.

-No la iba dejar en el cuarto del hotel, sabes que es un tesoro de la aldea, ademas Mei-Sama se enojaría muchísimo si se entera que he dejado la espada sin supervisión-. Explico el recién nombrado Mizukage, la razón por la que llevaba el su arma.

-No menciones a esa vieja loca-. Dijo Naomi, algo molesta recordando la primera vez que la conoció, coqueteando con su hermano mayor cuando fue el disturbio de los Kages, coqueteando con su padre e incluso cuando conoció a Menma, por dios esa mujer parecía una versión femenina del Sabio Pervertido, no a su nivel de espiar a los hombres en las aguas termales pero cada vez que veía a un hombre atractivo le coqueteaba.

-De acuerdo tranquila-. Dijo Chōjūrō, con una sonrisa al ver cómo Naomi se ponía cada vez que mencionaba a su predecesora, pero por la mirada que tenía Naomi sabía que eso no era lo único que le molestaba.

-Es que no entiendo Chōjūrō en vez de quedarte en ese estupido hotel pudiste quedarte en mi departamento, que caso tiene que tenga un lugar en el cual podemos tener más privacidad en vez de vernos en un hotel con inquilinos metiches por todos lados-. Dijo la Uzumaki, viendo a su pareja y queriendo una respuesta.

Ooh eso era muy fácil de explicar pero que sonaría mal en verdad lo haría no es como si le dijera "Verás la verdad es que tenia la intención de llegar a tu departamento pero me tope con tu papá y puede ver que tenia una aura siniestra si descubría a donde me dirigía así que le pregunté cuál sería el mejor hotel para alojarme y como respuesta me llevo al que está en la misma calle que su casa".

Digan lo que digan Chōjūrō no le temía a muchas cosas, pero en los primeros 3 puestos estaban : Mei-Sama furiosa, su novia furiosa y la familia de ella que en algún futuro cercano podrían ser su familia también.

Su novia esperaba una respuesta pero a sus espaldas a unos cuantos metros se encontraba Minato viéndolos fijamente dando a entender que los estaba escuchando.

-Pues creí que necesitabas un tiempo sobre lo qué pasó con tu hermano-. Dijo Chōjūrō, rascándose un poc el cachete, mirando indiscriminadamente a Minato que asentía ante la respuesta que le había dado a Naomi.

Al escuchar eso Naomi se puso algo rígida por un momento recordando a Naruto.

Todo ese odio sentía que comenzó por su culpa…ella quería ser la mejor en todo sin importarle quitar la atención de sus padres a su hermano, pero por más que practicara y practicara él lo hacía mejor que ella en rapidez, combate, creando el mismo Jutsu pero cuando él los hacía eran mucho más potentes,en cierto punto jamás necesito de sus padres ya que el tuvo como maestros a el último Shinobi no Kami, Shinobi no Yami, Shiro Hebi y está 50 % segura que el antiguo compañero de Kakashi-Sensei también lo había entrenado.

-(Lo único que siempre quise fue que me notaran…jamás pensé que mi gran egoísmo causaría que te undirias en un camino de Odio)-. Pensó recordando cuando Naruto se escapó de la aldea,cada vez que lo encontraban sentía que su Chakra era mucho más oscuro que la vez anterior que lo habían visto.

La novia de Menma estaba molesta por que él ni siquiera le a dicho a que se debe toda esa estupida investigacion, Naomi y Shida cambiaban de tema cada vez que les preguntaba pero ella comenzaba a sospechar de que se trataba ya que una pista que lo delataba estaba sobresaliendo un poco del saco de su pareja.

-Has estado investigando a donde se fue, o me equivoco-. Dijo ella, más como afirmación que pregunta viendo cómo por un segundo Menma abría sus ojos de sorpresa.

Menma simplemente guardo silencio y se mantuvo algo serio, hablar de Naruto no eran un tema fácil y cómodo ya que todas las parejas de sus hermanas y la suya no tenían muy buena opinión sobre él ,digamos que el primogénito Uzumaki-Namikaze se le pasó un poco la mano en el país de los samurais en la que se estaba llevando la reunión de los Kages donde terminó enfrentando a todos ellos incluyendo a sus antiguos maestros Danzó y Hiruzen junto a su padre.

Después de eso se volvió el criminal más buscado en todas Las Naciones Elementales.

-No te mentiré, yo se que mi hermano hizo algunas cosas malas-. Comenzó a explicar Menma, cuando vio con su novia se cruzaba de brazos y levantaba una ceja.

-Perdon estamos hablando del mismo sujeto…cariño tu hermano se volvió un criminal desde que desertó de tu aldea cuando era un Gennin, asesino a personas, intento secuestra al Hachibi, asesino a Samurais, intento asesinar a los Kages que si no lo recuerdas ahí estaba mi abuelo y tu padre, sin olvidar lo más importante de todo es que tiene esos Ojos Malditos con el que pude controlar a cualquier persona a su antojo-. Dijo la mujer, molestándose cada vez más y más al mencionar alguna de las cosas que había causado Naruto.

-Si no fuera por el jamás podríamos haberle echo frente al Jubbi, a Obito, Madara, sellado de nuevo a la madre loca del Sabio de los Seis Caminos y desacer el Tsukuyomi Infinito-. Dijo Menma tratando de usar las acciones que hizo correcto su hermano.

Ese tema era algo delicado para hablar cada quien tenía sus opiniones con el renegado.

Su novia tenía curiosidad que es lo que haría Menma si por algún milagro lograba recrear el portal que había echo durante la batalla final en el valle del fin.

-Digámos que el imbecil de tu hermano está vivo…¿ qué harás cuando lo encuentres?-. Pregunto mirando a su novio, es decir por lo menos puede dar su opinión.

-Que no es ovio lo traeré de vuelta-. Dijo Menma, causando que su novia se le abrieran los ojos como platos.

-Cariño te amo, pero estas demente, ademas no creo que sea una buena idea-. Dijo la novia, causando que el futuro Hokage se molestara.

-¿Por qué?-. Pregunto Menma, alejándose un poco de ella.

-¿Como sabes si no ahí algo peligroso de ese lado? quizás murio al instante, deja de torturarte con eso-. Quiso agarr su mano, para tranquilizarlo.

-Sabes algo Kurotsuchi acabo de recordar que tenía cosas que hacer dile a mis padres que tuve que irme-. Dijo Menma, para segundos más tarde saltar y salir del recinto de sus padres.

No fue nesecario dar el mensaje ya que Kurotsuchi al darse la vuelta vio cómo toda la familia Namikaze-Uzumaki estaban viéndola.

No era con odio u enojo simplemente sus ojos reflejaban tristeza el tema de Naruto siempre será algo con lo que no pueden lidiar fácilmente en especial con Menma.

Dimensión: Tierra 1

El viaje en bote fue algo rápido, Dawn se la pasaba vigilando a los niños y tratando de combibir un poco con ellos, con Mara era muy sencillo en cambio Damian se la pasaba entrenado, haciendo una especie de rutina y solo respondía a ciertas preguntas de forma cortante.

Ya en el avión por fin los niños iban dormidos, el viaje sería de unas 18 horas, no hace falta decir que solo deberían esperar hasta que lleguen a tierra.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que Naruto decido que lo mejor sería descansar un poco, de esa forma el vuelo se haría más rápido y las mujeres no les vendría la curiosidad de entablar una conversación.

De pronto comenzó a sentir cómo la marca de su mano sacaba algo de Chakra llevándolo a una ilusión dentro de su cabeza.

Ilusión.

Se encontraba en el risco del monumento donde eran esculpidos los rostros de los Hokage era de noche, el cielo lleno de estrellas con la luna presente.

-Realmente es una aldea muy bella-. Dijo un hombre viejo sentado en forma de loto con una sonrisa pacífica.

-Con que esto ocurre cuando Ashura y yo trabajamos juntos o mejor dicho nuestras reencarnaciones un hombre de cabello largo, con unos ojos negros, llevaba puesto una túnica blanca con seis magnates alrededor de su cuello, su cabello le resultó algo familiar al que tenía Madara aún que el suyo era de color café.

En cuanto a Naruto pues digamos que no le importaba el paisaje había estado la mayoría de su infancia en el lograr que estaba.

-¿Por qué siguen aquí?-. Hablo Naruto, de una forma fría pero sin odio o malas intenciones.

-El viejo quería hablar contigo en persona y por alguna razón me pidió que lo acompañara también yo-. Dijo el que no parecía estar tan viejo, observando a Naruto con los ojos que reflejan el corazón.

-Pero antes de que comencemos aún faltan dos invitados más por llegar, ellos me pidieron que también quería charlar contigo Naruto-. Dijo Rikudo, de forma amable esperando a los que faltaban.

Naruto no dijo nada simplemente siguió en silencio observando la ilusión.

-Vaya en serio eres un muchacho muy serio me recuerda mucho a ti cuando eras joven Tobirama -. Dijo una hermosa mujer de cabello oscuro, que había salido del bosque junto a otra persona, llevaba la vestimenta tradicional de los miembros del clan Uchiha.

-Hmm eso no es verdad Emiko-. Dijo el segundo Hokage, de brazos cruzados algo molesto por el comentario que le había echo la mujer, en vez de portar su armadura de combate vestía solamente una camisa negra y unos pantalones azules.

-(Nadaime…¿Pero quien es ella?)-. Pensó Naruto, al no reconocer a la mujer, pero por alguna razón sentía similitudes en su Chakra.

-Bienvenidos Tobimara Senju y Emiko Uchiha-. Dijo Rikudo viendo a los recién llegados, con una cálida sonrisa.

-Le agradezco mucho lo que a hecho Rikudo-Sama-. Dijo Emiko, inclinándose respetuosamente ante el Sabio de los seis caminos.

En cambio Tobirama camina directamente hasta Naruto y se le queda mirando detenidamente.

-(Al menos ya no quiere destruir la aldea)-. Pensó Tobirama, examinado el nuevo ojo que había adquirido el muchacho.

En eso llega Emiko algo emocionada hasta Naruto al punto de que lo estaba incómodando un poco.

-Santo Dios cuando me dijeron que tendría la oportunidad de conocerte estaba un poco nerviosa y feliz, es decir Tobirama tuvo la oportunidad cuando lo revivieron en esa guerra -. Dijo la Uchiha, con sus manos juntas sonriendo ansiosa.

Naruto solamente levantó una ceja al ver el comportamiento que tenía esta Uchiha, no se parecía en nada como los Uchihas que había conocido.

-Perdona pero ¿Quién se supone que eres tú?-. Pregunto Naruto, sin entender lo que sucedía.

Al escuchar eso la mujer se avergonzó un poco y el Nadaime soltó una gran exalcion con los ojos cerrados y de brazos cruzados.

-Disculpa mis modales es que me verdad me emociono mucho saber que tendría esta oportunidad-. Dijo la pelinegra, con las mejillas muy rojizas.

-Siempre es lo mismo contigo-. Dijo Tobimara, para segundos después moverse hacia un lado al ver que la Uchiha lo quería golpear, estirar su brazo y evitar que se callara del Monte Hokage.

Tras el momento de discusión matrimonial terminará el silencio volvió a reinar en el ambiente.

-Yo responderé esa pregunta con otra-. Dijo el anciano con una sonrisa astuta, al ver que todavía nadie contestaba su duda.

Ambos adultos dejaron de comportarse como niños, uno se puso serio y la otra demasiado ansiosa.

-Jamás te has preguntado…¿Porqué poses el Sharingan? Y ninguno de los demás de tu familia lo tuvieron-. Dijo Hagoromo, mostrando una imagen de pequeños de el y con quienes compartía lazos de sangre.

-No lo se, una transferencia de sangre u Orochimaru hizo algún tipo de experimento-. Dijo Naruto, sus ojos lo han ayudado demasiado pero jamás a tenido la curiosidad de por que los tenía.

-No, veras tu ADN Uzumaki fue suprimido por el Uchiha pero con tus hermanos fue lo contrario-. Dijo Indra, con sus ojos oscuros pasando al Sharingan.

-¿Entonces tengo parientes Uchiha?-. Pregunto Naruto, con la ceja alzada sorprendido un poco.

Cierta Uchiha estaba saltando de la emoción casi delatándose así misma junto al Senju que solo tenía una mano en su rostro por el comportamiento que tenía.

Pero la emoción le ganó y Emiko terminó saltando hacia el joven Uchiha dándole un fuerte abrazo.

-¡Asi es tienes sangre Uchiha al igual que Senju ya que tú eres nuestro nieto!-. Grito la mujer, súper emocionada.

-(Siempre le gana la emoción nunca puede guardar un secreto por más de un día)-. Pensó Tobimara, recordando la vez en que Hashirama quería hacerle una fiesta sorpresa de cumpleaños, solamente el, su cuñada Mito y su esposa Emiko sabían de la fiesta al siguiente día toda la aldea junto con el que no debían decirle estaban enterados.

-En fin quería hablarte sobre el mundo en el que terminaste Naruto…pero supongo que ya te diste cuenta-. Dijo el creador del ninshu, viendo al muchacho que tenía la marca de la luna en su mano izquierda.

-Gasto más energía de lo habitual, solamente he logrado usar Jutsu tipo fuego, una sola vez la invocación y la primera etapa del Sharingan-. Dijo Naruto, serio logrando acceder a su Mangekyō para segundo más tarde regresar a su etapa normal.

-Eso es por que estas en otra dimensión, tus ataques gastarán mucho más Chakra de lo usualmente usas hasta que tu cuerpo se acostumbre al 100%-. Dijo Indira, explicando por que los repentinos efectos de fatiga o mareo que a tenido después de realizar un Jutsu.

-¿Y que sucedería si excede su cuerpo?-. Pregunto Emiko, con un tono preocupante sobre lo que le sucedería a su nieto.

Todos se quedaron viendo al Sabio esperando que diera algún tipo de respuesta a esa pregunta.

-No estoy seguro, podría quedar inconsciente durante un lapso de tiempo o quizás fallecer-. Dijo Hagoromo, causando que todas las personas vieran con cierta preocupación al muchacho.

Tobimara se molesto con esa respuesta no podia ayudarlo el ya no pertenecía al mundo de los vivos, sin el jamás hubieran podido haber terminado la Guerra.

-(Una vez más no pude ayudar a la familia)-. Pensó el Senju, apretando sus puños con impotencia.

Emiko se llevó sus manos a la boca alarmada por escuchar que el joven podría morir si se excede.

-¿Cuántos Jutsus podría usar como mucho?-. Pregunto Naruto, aún serio, esa respuesta ya la suponía cuando hace un Jutsu más el Sharingan la fatiga llega después del combate.

-Aún no estoy seguro, hiciste Jutsus de fuego, una invocación y el Sharingan todo a la vez y tardó un par de horas en surtir efecto por lo que estimó que quizás uno por día, solo trata de no sobrepasarte-. Explico Hagoromo, mostrando todas las técnicas que había echo.

-¿Si evitó usar Jutsus por días mi cuerpo se acostumbraría más rápido?-. Pregunto Naruto, mirando a Indra.

-No lo se ,no he estado en esa dimensió Indira, encogiéndose de hombros.

De pronto poco a poco cada invitado se estaba rodeando de luz dando a entender que el tiempo se estaba acabando.

-Parece que nuestro tiempo se acabó, te dire algo eres la primera reencarnación con la que hablo , cuídate chico espero grandes cosas de ti-. Dijo Indira, desapareciendo con una sonrisa y volviéndose partículas.

El siguiente que parecía que se iba era Tobimara quien estaba siendo empujada por su esposa.

-Vamos dile algo, quien sabe cuándo podrás volver a hablar con alguno de tus nietos-. Dijo Emiko, alentandolo con una sonrisa.

No cabe decir que ambos estaban sumamente incómodos.

-Escucha me equivoque contigo cuando luchamos juntos, dices que no te importa tu familia, pero en más de una ocasión noté cómo les levanatavas el espíritu a tus hermanos a tu manera, cuando pases al mundo espiritual charlaremos de todas tus aventuras, cuídate mucho muchacho-. Dijo Tobirama, con una sonrisa, para sengundos después desaparecer.

Ahora seguía Emiko quien se abalanzó para volver a abrazarlo.

-Me dio tanto gusto conocerte, lamento como pasaste tu vida, me hubiera gustado estar ahí para ti en tu infancia, mostrarte los Jutsus de nuestro Clan y evitar que la maldición del odio te consumiera, no se si hubiera seguido viva cuando naciste las cosas habrían sido distintas con tú padre y mi nuera-. Dijo Emiko, derramando unas cuantas lágrimas.

Al escuchar eso Naruto se quedó perplejo, ellos eran los padres de su padre es decir ambos estuvieron en la guerra, el mejoró la técnica que su abuelo había inventado.

-Es agradable saber que no era el único Uchiha y me dio mucho gusto poder conocerlos-. Dijo Naruto, con una pequeña sonrisa.

-Cuídate mucho Naruto, te pareces mucho a Tobirama cuando lo conocí ojos fríos pero solo eso aparenta-. Dijo la esposa del Nadaime, para momentos después desaparecer.

El único que quedaba ahora era Hagoromo.

-Bien muchacho parece que yo soy el último, no te apures seré rápido, debes saber que mi madre no es la única Otsusuki que está afuera aún ahí más problemas-. Dijo el primogénito de Kaguya, de forma seria.

Tomó unos cuantos segundos antes que el usuario del Rinnegan Supremo se pusiera en shock.

-Me estas jodiendo verdad, es decir no es por nada pero literalmente acabo de encerrar a la loca de tu madre y una cosa viscosa que dice ser tu hermano y me dices que aún ahí más-. Dijo Naruto, molesto pellizcándose la nariz .

Hagoromo no dijo nada más su Chakra estaba llegando a su fin comenzando a desintegrarse.

-Una ultima cosa aún no has utilizado todo el potencial de tu Mangekyō Sharingan, aún te quedan unas cuantas habilidades por despertar, buena suerte muchacho-. Dijo el Otsusuki, para desvanecer.

-Se que no será la última vez que nos veamos y estoy muy seguro que me escuchas…maldito viejo senil tu familia le encanta llenar de problemas a futuras generaciones-. Dijo Naruto, viendo a la aldea una última vez.

Fin de la Ilusión.

Fue mucho que procesar todo lo que le dijo, sus abuelos, aún ahí Otsusuki, su limitación de Chakra, sus ojos aún tenían habilidades por despertar.

Por la ventana se podía ver una enorme ciudad con un parque que tenía la forma de Una Estrella.

-Bienvenidos a Star City-. Dijo Dinah, sonriendo al ver cómo los niños se asomaban por las ventanas del avión.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que descendieron y al bajar se encontraron con un hombre de cabello rubio con una barba y bigote, tenía ojos azules y llevaba puesto un saco verde con una camisa oscura.

-Al fin llegaron-. Dijo el hombre, acercándose a Dinah, para darle un gran abrazo y terminar besándola en los labios.

-Gracias por prestarnos el avión Oli-. Dijo Dawn, con una sonrisa por la ayuda que les había dado el hombre.

-Cuando quieran Dawn…¿Pero por que Diana quería que fueran a la isla de las Amazonas?-. Pregunto el hombre, curioso ya que cuando le pidieron el favor ninguna de ellas sabía por que debían ir.

Dawn se quedó callada por unos segundos tratando de ver la forma más tranquila de decirla, hasta que Damian y Mara bajaron del avión junto con Naruto que llevaba en su hombro a Garuda.

El hombre al verlo vio a sus compañeras que sonreían de forma nerviosa.

-Encantado de conocerlos me llamo Oliver-. Dijo el hombre, caminado hasta Naruto y extendiéndole la mano.

Y eso es todo por ahora, espero que hayan disfrutado del capítulo, como ya sabrán los personajes no me pertenecen solo lo hago para entretenerlos, espero le den su apoyo a la historia con sus comentarios y sugerencias.

Si eres nuevo/a no olviden darle su apoyo a la historia con sus comentarios.

Ahora sin nada más que decir vamos a los Reviews.

Reviews.

Fax15: Me alegro que te haya gustado el capítulo aquí está la siguiente parte.

CCSakuraforever: Hola amigo, finalmente se marcharon de la isla, Ades terminó escapándose de la isla pero con una amarga derrota cortesía de Naruto.

Y eso es todo por ahora no olviden dejar sus comentarios en apoyo a la historia que yo se que a muchos de ustedes les gusta les mando un gran abrazo a todos y nos vemos en la próxima historia que actualice adiós.