Advertencia: Lectura para mayores de 18 años en adelante, contiene situaciones de tema erótico y sexual. Lenguaje ofensivo y vulgar.
Capítulo I: Elección de Marioneta
Una tarde nublada y fresca se había presentado el día de hoy, mi hermana y yo nos encontrábamos en la biblioteca central de Gravity Falls con la laptop del supuesto autor de los diarios. Estábamos preparados para descubrir la verdad que estaba detrás de los grandes misterios, que nos tenía guardado ese antiguo equipo de cómputo.
- Muy bien Mabel hoy es el gran día. – Sin dejar de contener la emoción de abrir la laptop y apretar el botón para encender la pantalla.
- ¡GRAN DIA! – Grito Mabel siendo callada por la bibliotecaria. – Digo gran día. – Murmure bajo mientras reía contenta.
- Soos al fin pudo reparar la laptop, así que si esta cosa funciona sabremos la identidad del autor de los diarios y los grandes misterios de Gravity Falls. Así que ¿Estás lista? – Observando como empezaba a cargarse la pantalla.
- ¡Oh sí! Yo estoy lista bebé. – Saque un libro infantil que decía en la portada "¿Estás listo bebe?" abriendo su contenido. – ¡Así que enciende esa laptop! – Volviendo a escuchar el "Shhh" de la bibliotecaria para que guardara el silencio. - ¡Upps! Perdón.
- Ya casi… ya casi lo tenemos. – Viendo como en la pantalla aparecían gráficos similares a un portal. Cuando termino de cargar completamente apareció el título de bienvenido. No pude contener mi alegría junto con mi hermana. - ¡Funciono!
Ambos gemelos hicieron su típica frase de triunfo mientras golpeaban sus manos y hacían sonidos chistosos. Pero su celebración no duro mucho, cuando una pantalla roja apareció en la laptop con un mensaje en letras grandes "Acceso no autorizado" y después colocar otro mensaje donde pedía la contraseña para acceder.
- ¡Oh claro! – Grito el castaño molesto. – Era demasiado bueno para ser verdad, esta cosa pide una contraseña.
- Descuida querido hermano. – Abrazando del hombro a Dipper para alentarlo. – Con tu cerebro y mi ultra gran concentración, no habrá nada en el mundo que pueda distraer... – No termine mi frase cuando escuche una maravillosa tonada de un piano eléctrico. – Oíste eso… suena bien. – Dirigí mi vista en busca de ese sonido que me tenía atrapada y aquella voz que la acompañaba.
- ¿Mabel?
En el centro del edificio se encontraba un chico de cabello rubio con el pelo atado en una coleta alta y larga; su piel era clara, sus ojos azul marino eran el centro de su rostro con aquella sonrisa blanca. Vestía una sudadera oscura al igual que sus pantalones vaqueros de corte ajustados y negros, con sus converses grises. Manipulaba dos marionetas que lo hacían verse adorable sin perder su atractivo, mientras cantaba una canción que ni le prestaba mucha atención a la letra, pero a la vez era pegadiza. Fue cuando el corazón de Mabel empezó a latir lentamente al prestar toda su atención en él.
- Justo cuando olvidaba a Marmando, tenías que aparecer tú a mi puerta. – Dije en tono enamoradiza.
- Oh, sí. Había olvidado a Marmando el pez tritón. – Dije desinteresado mientras me dirigía a tomar un libro del estante para decodificar la contraseña del aparato. – De todos modos no me interesa ni a ti tampoco. Así que Mabel encontré un libro de criptología, según dice hay 7 millones de palabras de ocho letras, por lo que yo escribiré y tu leerás de acuerdo Mabel. – Sin escuchar la respuesta de su hermana, la volvió a llamar. - ¿Mabel?
Demasiado tarde mi hermana ya estaba acercando a ese sujeto con esa cara de tonta enamorada, y dando pequeños saltos. Sabía que esto iba ser el comienzo de una tortura para un siguiente e imposible romance de verano.
- Hola chicos soy Gabe Benson, gracias por asistir y buenas noches. – Despidiéndose de los niños mientras veía emocionados de irse de la biblioteca contándole a sus padres sobre los shows que presento.
De repente apareció una castaña encima de un carrito de libros, apareciendo con una sonrisa coqueta y alegre mientras se presentaba de forma animada al chico.
- ¡Hey! ¿Quién es Mabel? – Pregunte entre sonrisas. - ¡Soy yo! – Dando una mirada linda al chico. – Te cuento algo más, apuesto que si porque te gusta aprender.
En un intento de levantarme del carrito termine resbalándome y tropezando con el estante de folletos educativos, pensando que lo había arruinado. Pero solo conseguí sacarle una suave risa risueña, y que se acercara a mí para ofrecerme su ayuda a levantarme.
- Hola chica carismática, soy Gabe maestro de las marionetas. Es un gusto. – Dando extenderle una de mis marionetas para estrecharnos las manos.
- Eres fabuloso con… las marionetas. – Dije sin pensarlo mucho.
- Enserio, muchos piensan que las marionetas son feas e infantiles, o que son muy… tontas. – Hablando con voz decepcionada.
- Es una broma, me encantan las marionetas… incluso me enloquecen. – Tenia que impresionarlo con algo. – Incluso me dicen loca por las marionetas.
- Waow enserio, eso es estupendo. – Me acerque a ella entusiasmado. – A mi también me dicen loco por las marionetas. – Quería saber más de esa niña curiosa con mejillas rosadas. - ¿Cuál es tu próximo show? – Dije emocionado.
- ¿Qué? – Dije confundida a lo que había dicho.
- Vamos debes tener un show, sí eres fanática de las marionetas como yo y las amas. Debes tener una presentación.
- Oh vaya pues… si tengo uno. – Me estaba atando una soga al cuello a decir tales mentiras, mientras me perdía más en su sonrisa blanca y en su rostro.
- Que bien cuenta más detalles. – Mostrándose interesado el muchacho.
- Es que… son demasiados detalles. – Soltando una risita nerviosa. – Mucho que contar.
- Eso me gustaría. – Colocando una sonrisa de lado mientras se recargaba en la pared. – Eres Mabel ¿cierto? Tienes una personalidad muy alegre y eres muy bonita.
- Mm… gracias. – Sintiendo como mis mejillas se volvían de un rosa fuerte y mi corazón latía un poco más rápido.
Después de un rato de estar charlando con aquel chico de las marionetas, regrese con mi hermano que estaba sumido en la búsqueda de la contraseña de la laptop. Me senté a un lado mientras recargaba la cabeza en la mesa y emitía un sonido similar a la preocupación y a la culpa.
- ¿Cómo te fue? – Dijo molesto el castaño, pensando que había fracasado en conquistar al extraño sujeto.
- Dipper… - Dije aun con duda en mi voz, sí contarle o no contarle, mientras jugaba con mis dedos de forma nerviosa. – Que tan difícil seria hacer un musical de opera de rock con marionetas, donde incluya luces, humo y pirotecnia, una gran historia. Para presentar antes del viernes.
- ¿Qué rayos? – Volteé a ver a mi hermana si lo que me había dicho había sido una de sus bromas. – No hablaras enserio.
- ¡No sé qué paso! – Mostrándose alterada la chica. – Me perdí en todo, en su atractiva coleta y ojos, y esa risa que me hace latir mi corazón. Dipper si no tengo nada para el viernes, sentiré mucha vergüenza.
- Pero descifrábamos la contraseña, recuerdas somos los misteriomelos. – Enfundando mi puño para que lo chocara.
- Dipper necesito tu ayuda, por favor. Tengo que tener esa obra lista para el viernes. – Tomando del brazo a mi gemelo para convencerlo. – Si me ayudas, te prometo que te ayudare con la contraseña ¡por favor!, ¡por favor! Síiiiii – Suplique para que me ayudara. – Vamos Dipper es por amor.
- De acuerdo. – Tenia que aceptar que Mabel me ayudo con lo de Wendy, así que tenía que devolverle el favor.
- ¡SII! – Grite emocionada. – Esté chico es el número uno. – Grite entusiasmada mientras lo señalaba.
En ese momento la bibliotecaria los había echado por armar tanto escándalo, por lo que tuvieron que regresar a la cabaña del Misterio Shack. Mientras caminaban por el pueblo, no se percataban los gemelos que los seguían entre las sombras una figura triangular con sombrero de copa.
Mabel y Dipper habían aprovechado lo que quedaba de la tarde para comprar el material para hacer los títeres entre papel, cartón y pinturas para hacer los fondos y escenario.
Llegando a casa empezaron a trabajar en el guion y sus personajes, cosa que odiaba el castaño. Pero tenía que cumplir con parte de su trato. Mientras que entrando la noche cuando se desocupaban y la chica dormía en su cama para descansar, Dipper abría la laptop para trabajar en la contraseña.
- Vamos – Decía repetidamente apretando el teclado a diferentes y posibles códigos.
Los días seguían pasando y cada vez avanzaban más en la creación del show de marionetas de Mabel, pero también cada día se retrasaban en la búsqueda de la contraseña y la información del autor. Tenía que admitir que a veces le agradaba ayudar a su hermana por que se divertían, pero no era el momento de divertirse sus niveles de estrés estaban elevados hasta el cielo. A pesar de que Wendy lo calmaba para que no se molestara, era imposible, ya que llevaba estos días intentando averiguar la contraseña. A parte de escuchar el sonido insoportable de cada rechazo, que emitía la máquina.
Mientras tanto un ente demoniaco veía a través de una bola de cristal en su reino de pesadillas, a cierto gemelo Pines intentando múltiples conseguir el acceso a la información, en esa máquina que había creado el asistente del científico y creador de los diarios.
Tenía que detenerlo estaba arruinando sus planes, al principio pensó que no sería una amenaza. Pero con cada código que agregaba y cada tecla que apretaba, se estaba acercando demasiado a la contraseña. Pensó que tal vez la chica irritante y alegre, le ahorraría el tiempo para distraer a su hermano en su búsqueda, por lo que no había planeado ningún movimiento, más que solo vigilancia. Pero aquel gemelo era demasiado persistente y eso le estaba colmando la paciencia.
- Fez ya casi completa en la activación del portal. – Observando la dimensión de los gemelos. - Si Pino descubre la verdad, evitara abrir el portal y entonces este plan que he llevado por años se ira a la mierda.
Entrecerró su ojo pensando un poco en la situación actual, observo a la chica que dormitaba y a las marionetas que estaban encima de la cabecera de la cama. Luego dirigió su vista a la pila de marionetas y escenografía que tenía listo antes del viernes. Un grandioso plan se formuló y más cuando noto que el gemelo Pines salía a tomar aire afuera en la terraza improvisada de la cabaña, si podría llamarse. Notando que continuaba con su trabajo mientras bebía más latas de gaseosa azucarada y las bolsas oscuras que colgaban en su rostro, reflejando su cansancio de los tres días que llevaba despierto.
El demonio del sueño solo curvo su ojo similar a una sonrisa viendo la oportunidad de interrumpirlo, aprovechando su deterioro y falta de sueño para entrar a su mente e invadir sus sueños.
Dipper estaba molesto mientras golpeaba el teclado de la laptop; se llevó una mano para masajear su sien y tratar de pensar con claridad. Estaba cansado y no podía conciliar bien el sueño, este asunto lo consumía. Pero más su búsqueda por saber los grandes secretos del pueblo.
Una brisa fría lo envolvió haciendo que se levantara, pero después noto que el ambiente era silencioso. Sintió que alguien lo observaba fijamente, notando que la luna había adquirido una línea oscura y un brillo de luz lo resaltaba, antes de ver como la luna se transformaba en una pirámide azul brillante y dar presencia a un triángulo amarillo con forma de ladrillo y con sombrero de copa y un bastón luminoso de color dorado. Todo alrededor se volvió blanco y negro deteniendo el tiempo.
- ¡Vaya, vaya, vaya! Eres horriblemente persistente niño. – Tomando el borde de su sombrero para quitárselo. – Me quito el sombrero. – Haciendo que todo se pusiera de lado, volviendo a colocárselo.
- ¡Tú otra vez aquí! – Apunte con un dedo acusatorio al demonio triangular.
- Me extrañaste, vamos admítelo me extrañaste. – Llevando su dedo a uno de los borde triangular.
- Sí, claro. Eres el demonio que trabajabas con Gideon para eliminarnos e invadir la mente de mi tío. – Dije furioso.
- Relájate chico, yo solo lo hacía por medio de un empleo temporal. – Colocándome detrás del muchacho para acercármelo de forma desprevenida y abrazarlo por el hombro de forma amistosa. – Vamos sin resentimientos niño, solo cumplía el acuerdo. – Antes de volverme grande con mi cuerpo hirviendo de ira de color rojo y mí ojo oscuro y blanco. – ¡DESDE ENTONCES NO TE HE QUITADO EL OJO DE ENCIMA! – Volviendo a mi forma actual viendo lo atemorizado que estaba. – Así que debo decir que me impresionas chico.
- ¿Enserio? – Sintiendo duda si pensar que está molesto o no.
- Claro, por eso mereces un premio. – Dije pensando que darle cuando junte mis manos para hacer aparecer una de mis mascotas. – Ten una cabeza que grita.
Le avente la cabeza asustándolo ya que la misma no dejaba de gritar, hasta que vi que no la tomaría la deshice arrancando de un tirón su piel, órganos, músculos, sangre y huesos. Reduciéndola a nada.
- Pensé que te agradaría. – Dijo carcajeándose de la risa. – Bueno él punto es que me agradas chico, tienes un potencial con esa enorme cabeza. – Utilice mi brazo para atraerlo más hacia mí. – Que tal si te doy una pista. Solo tenemos que tener un trato. – Pronunciando una voz profunda simpática y confiable, mientras mi ojo se iluminaba de un azul eléctrico y me envolvía en llamas. – Aparte de pedir un favor a cambio.
- Eso jamás demonio, no hare un trato. Aparte no olvides quien te venció la última vez. – Tratando de no ceder a sus engaños.
- Oh sí, es cierto "tú me venciste". – Haciendo comillas con mis dedos, ya que sabía que Pino no fue el único que me venció, pero este chico quería llevarse todo el crédito. – Bueno, si llegas a cambiar de idea estaré aquí. Listo para hacer un trato.
Sabía que caería en mis manos tarde o temprano, había muchas posibilidades presentes y todas dictaban al mismo futuro que había visto.
- Oye chico quieres oírme imitándote dentro de 3 segundos. – Dije antes de comenzar a gritar y mover mis brazos.
Dipper despertó haciendo lo mismo notando que había empezado otro día, se había quedado dormido un momento.
Solo se dirigió al baño hacer sus necesidades y lavarse la cara, bajo con pereza por las escaleras mientras veía sombras triangulares que lo perseguían. Por un momento entro en paranoia tomando la laptop y el diario abrazándolas hacia su pecho, de forma celosa. Entro a la cocina para ver a Mabel sostener el vaso de la licuadora con una mezcla extraña.
- ¡Hey Dipper! Quieres un poco de mi jugo especial de Mabel. – Agitando la bebida. – Tiene brillos y dinosaurios dentro.
- Es como beber del café y las pesadillas. – Dijo Stan con una expresión de desagrado en la bebida.
Dipper en su arranque de preocupación al ver la sombra triangular, tomo del brazo a su hermana para llevarla al pasillo y asegurarse de que nadie los escuchara. En especial su tío Stan que ya había pasado por esto.
- Mabel ayer soñé con Bill, ¿lo recuerdas?
- Espera… hablas del triángulo parlante. – Formando un triángulo con mis manos para acercarlo a mí ojo.
- Exacto, dijo que me daría la contraseña si yo le daba algo a cambio. – Me reí al pensar que cedería a sus tratos. – Como si fuera de fiar de él.
- Descuida hermano, hoy es el día en que los misteriomelos vuelven a la acción. – Animándolo un poco mientras lo jalaba afuera para ayudarme a subir el material al auto. – Todo irá bien, solo subiremos esto y…
En ese momento vi que Gabe pasaba por el bosque en sus patines mientras se quitaba el casco de su cabeza, para liberar su coleta larga y rubia. Atrapándome en ese instante por su belleza. Mis amigas lo habían visto mientras levantaban un pulgar como aprobación y a la vez para decir cosas tontas e incoherentes, como quitarse la sudadera, aunque no estaba mal lo que decía Grenda.
- Hola Mabel paseaba por aquí después de una refrescante ducha. Así me seco el cabello. – Recargándose en un poste. – Estas muy enérgica esta mañana.
- Sí, estamos alistando todo para mañana. – Dije en tono meloso. – Estarás ahí para verlo.
- Claro. – Acariciando su cabello. – Tú pasión es tan renovadora Mabel, no como la chica del show de anoche, sus marionetas eran horribles. Solo palitos y papel.
- ¿Palitos y papel? – Viendo que algunas marionetas del relleno estaban conformadas de eso.
- Claro que la borre de mi lista de contactos del celular.
Eso ultimo me hizo ponerme nerviosa y preocupada por el material que presentare en el show de mañana.
- Por lo que dijiste debes ser una experta en marionetas.
- Sí, es lo que dije.
- Bueno entonces adiós chicas. – Refiriéndose a las amigas de Mabel para después acercarse a ella y decirle. – Entonces hasta la noche del estreno.
Con eso dejo a la chica con el corazón latiendo más y acercarse a sus amigas para arreglar la utilería.
- Chicas traigan el quita pelusa, hay que arreglar todo esto. – Pero fue detenida por el agarre de su suéter que ejercía su hermano.
- Mabel lo prometiste. – Dije tratando de obtener la ayuda de mi gemelo.
- ¡Dipper! No hay tiempo esta obra acaba de subir un nivel de alerta, la laptop puede esperar. – Dije alterada.
- Mabel enserio crees que tu enamoramiento de la semana es más importante, que los misterios del pueblo. Solo mírate como actúas de obsesionada. – Tratando de hacerla entrar en razón. – A parte no crees que Gabe es un poco mayor que tú.
- ¡Dipper! – Hable enojada. – Mírate tú has estado obsesionado con esa laptop que ni has dormido en días. Incluso has descuidado en tu apariencia. Pareces un vampiro y no de los lindos.
- Dijiste que ibas ayudarme.
- Puedo ayudarte con cosquillas. – Mostrando una marioneta para después hacerle cosquillas por debajo de sus axilas, hasta que sentí un golpe en mi mano que hizo que lanzara un quejido de dolor.
- Suficiente, yo lo hare solo. No necesito tú ayuda. – Dije furioso abandonándola con sus amigas.
- ¡Bien! – Exclame molesta. – Yo tampoco te necesito.
Bill reía divertido de la situación desde las sombras del bosque, ambos gemelos estaban peleados y heridos emocionalmente. Ahora solo faltaba elegir a quien manipular a quien. Necesitaba deshacerse de la laptop, el diario y posiblemente a uno de los Pines. Quería tener una pequeña venganza, a uno de los miembros de la familia, quebrarlos mentalmente antes de poner en marcha su gran plan.
En dos pantallas diferentes de ilusión veía a ambos chicos, cada quien un camino diferente que se iba oscureciendo entre más avanzaban. Una Estrella fugaz cegada por el amor y la aceptación de sus sentimientos a cierto chico. Y un Pino obsesionado por la búsqueda y las respuestas de cierto autor desaparecido por las dimensiones.
- Esto será divertido. – Viendo ambas figuras. – Decisiones, decisiones… ¿Quién de ustedes dos será mi perfecto símbolo del caos y la locura?
.
.
.
Continuara
.
.
.
Chicos que opinan de la nueva introducción de esta trama que dará inicio a la historia. Muchos se preguntaran "¿otra vez Soack Opera? Si ya hay bastantes" eso lo sé. Pero la mayoría son Bipper x Mabel y créanme si me gusta el Pinecest pero… espérenme no me tiren el zapato XD déjenme terminar. Esta historia no habrá Pinecest (Entonces para que jodidos la escribes) por que habrá momentos en que parecerá que es un Pinecest pero no lo es. Aclaro esta historia es un MaBil oscuro por la temática que manejare. Sera corta, sí. Llevará poquitos capítulos, pero extensos.