Ash: El Campeón.


Capítulo 15.- Ash contra Max.


Después de haber sido completamente derrotado tras luchar contra un Flygon, Ash Ketchum tenía algunas dudas en mente. Sin embargo, gracias a amigos como Dawn o Gary, sus dudas comenzaron a despejarse y volvió a animarse.

En un intento por ayudarlo, Serena organizó un evento de Performance junto a sus rivales, Shauna, Miette y Jessie. Reunieron a todos los entrenadores que habían llegado a Pueblo Paleta y usaron ese evento para animar a la gente y volver a traer un ambiente tranquilo.

El Campeón de Kalos estaba mucho más calmado, pero su compañera May también tenía un plan para traer de regreso al viejo Ash. Se acercó a él acompañada de su hermano Max, pues era el momento de hacer valer una vieja promesa que ambos hicieron hace un tiempo.

Max.- He estado pensando en esa promesa los últimos tres años y quería hacerlo algo especial. Estuve entrenando junto a mi hermana y finalmente estoy listo.

Ash.- Max, yo también estuve esperando este momento. Quiero ver qué tan fuerte te has hecho.

Max.- ¡Tú dijiste que cuando me convierta en entrenador podría desafiarte a un combate! ¡Ese momento llegó, Ash! ¡Tengamos una batalla!

Aquella declaración tomo por sorpresa a todos los presentes, que no sabían que pensar al ver aquel niño desafiando al Campeón de Kalos. Algunos entrenadores que no conocían la verdadera fuerza de Max; como Paul, Trip o Conway sentían algo de curiosidad por el combate. Aquellos que conocían la historia de Ash con Max; como Brock, Drew o Misty tenían una sonrisa llena de orgullo por la batalla que se realizaría. Luego estaban aquellos más entusiastas, como Bonnie, Cameron o Morrison que sentían ganas de ver un buen combate.

Bonnie.- ¡Increíble! ¡Max luchará contra Ash!

Barry.- ¡Oye chico, espera un segundo! Estás desafiando a un Campeón de Liga, no es precisamente un oponente sencillo.

Max.- Lo sé, conozco mejor que nadie la fuerza de Ash. Por eso mismo quiero enfrentarlo con todas mis fuerzas.

Ash.- Acepto tu desafío, Max. ¿Te parece bien un combate de cuatro Pokémon?

Max.- Por mí está bien, mi equipo está listo.

Ash.- Hey Tracey…

Tracey.- Ya sé lo que me vas a pedir, amigo. ¿Qué Pokémon necesitarás para este combate?

Mientras que Ash hablaba con Tracey, decidiendo los Pokémon que podría necesitar y Max se concentraba en planear una estrategia; May observaba con una sonrisa en el rostro al ver que su plan había tenido éxito. En ese momento, Dawn se le acercó.

Dawn.- Así que un combate entre Ash y tu hermano.

May.- Sí, me pareció la mejor idea para animar a Ash. Lo conozco desde hace años y sí hay algo que siempre lo anima cuando está tiste es…

Dawn.- Un buen combate, ese es el Ash que tanto queremos, jijiji. Aunque la batalla que tuvo con Kenny no consiguió animarlo.

May.- Lo sé, pero eso mismo me dio la idea. Estoy segura de que un combate con Max es algo que Ash ha estado esperando por mucho tiempo. De hecho, Max ha querido desafiarlo desde que llegamos, pero no encontraba el momento para hacerlo.

Dawn.- Supongo que hay una historia detrás, ¿no?

May.- Algo así. El día que nuestro grupo se separó, después de que Ash ganará la Batalla de la Frontera, Max estaba realmente triste, pues no quería despedirse de Ash.

Dawn.- Sí, comprendo cómo se sintió.

May.- Ash animó a mi hermanito. Le dijo que estaba seguro de que se convertiría en un gran entrenador Pokémon y le prometió que la próxima vez que se vieran tendrían una batalla Pokémon.

Dawn.- Tu hermano parece muy apegado a Ash.

May.- Es complicado, Dawn. Verás, antes mi hermano era un sabelotodo insoportable, pero con Ash era… Diferente. Conforme viajábamos, Max comenzó a admirar a Ash y verlo como un modelo a seguir. Para él, Ash es su héroe… Y supongo que el mío también.

Dawn.- Ash… Solo míralo, parece que tu plan fue todo un éxito.

Ambas coordinadoras veían como Ash tenía una amplia sonrisa de emoción mientras le pedía sus Pokémon a Tracey. Al verlo tan feliz, nadie se hubiera imaginado lo deprimido que estaba aquella mañana.

Por supuesto, Ash no era el único emocionado. Varios de los presentes estaban curiosos o emocionados por el combate que verían a continuación.

Drew.- Así que Max finalmente se enfrentará a Ash… Si el campeón llega a confiarse puede llevarse una sorpresa.

Stephan.- Me pregunto qué tan fuerte será ese niño…

Bel.- Con tantos entrenadores poderosos en este lugar, no me sorprendería que tenga un alto nivel.

Conway.- ¡Tengo que analizar este combate!

Cameron.- ¡Los combates de Ash son maravillosos! ¡Ya quiero ver a Pikachu en acción!

Sawyer.- Este podría ser un combate interesante, no debo perder ni un segundo.

Miette.- ¡Ya quiero ver pelear a mi Ash!

Nando.- Casi poético, mil melodías vienen a mi cabeza al ver ese espíritu.

Tierno.- Esto es bueno, podremos ver un combate de Ash.

Trevor.- Me pregunto qué tanto habrá cambiado desde la Liga Kalos…

Kenny.- Solamente espero que Ash esté más concentrado que cuando luchó contra mí…

Por otra parte, los Campeones de Liga observaban la escena y aunque Morrison y Casey parecían emocionados por el combate, todos tenían algo en mente. Fue en ese momento que Paul dio media vuelta y comenzó a retirarse.

Morrison.- Oye, ¿a dónde vas? ¿No vas a ver el combate de Ash?

Paul.- No, no tengo tiempo para preocuparme por Ash. Tengo que ocuparme de mi propio entrenamiento, la Liga de Campeones se acerca y ninguno de nosotros está listo.

Ritchie.- Sí, tienes razón. Yo también iré a entrenar con mis Pokémon. No sabemos cuándo podrían atacarnos nuevamente… Es mejor fortalecernos para entonces.

Dicho esto, Paul y Ritchie salieron, cada cual por distintos caminos, hasta adentrarse en el interior del rancho, buscando lugares donde entrenar. Los otros campeones se quedaron pensativos por unos momentos, recordando sus respectivas derrotas.

Casey.- Oye Trip, ¿tú que vas a hacer?

Trip.- Eso es básico, Casey. Yo también iré a entrenar. Necesito mejorar o me aplastarán en la Liga de Campeones. ¿Qué hay de ti?

Casey.- Pues… Yo quería ver el combate de Ash, pero… El campeón de Sinnoh tiene razón. Después de la última batalla está claro que debo mejorar. ¿Puedo entrenar contigo?

Trip.- Veamos si puedes seguirme el paso.

Casey.- ¡Ya lo veremos! Te voy a enseñar lo que es un verdadero entrenamiento.

Y de esta manera, Trip y Casey se retiraron, dejando solamente a Morrison, quien se quedó pensativo por unos segundos al ver como los otros campeones se marcharon.

Morrison.- Yo… yo… ¡No me pienso quedar atrás! ¡No dejaré que Ash o ninguno de los Campeones se me adelante! ¡No importa sí estoy lastimado!

Sin decir nada más, Morrison salió corriendo como loco hasta adentrarse en el laboratorio de Oak.

Pero claro, los Campeones no eran los únicos que querían irse a entrenar, pues Iris, Korrina y Misty estaban con Sakura, planeando su nuevo entrenamiento.

Misty.- ¿Qué dices, Sakura? ¿Nos ayudarás con nuestro entrenamiento?

Sakura.- ¡Claro que sí, Misty! Es todo un honor entrenar con tres aspirantes al Alto Mando… Además, yo también quiero volverme más fuerte.

Iris.- Será divertido entrenar juntas. Además, tengo bastantes ganas de luchar contra tu Mega Evolución, Korrina.

Korrina.- Intentaré no defraudarte, Iris. Mi Mega Lucario no será un oponente fácil.

Misty.- Me hubiera gustado ver el combate de Max y Ash, pero no puedo quedarme atrás. Si de verdad quiero tener una oportunidad de entrar al Alto Mando, tengo que fortalecerme mucho más.

Korrina.- Bien dicho. Y no hay mejor manera de fortalecerse que luchar con oponentes fuertes.

Iris.- En ese caso es una ventaja tener en un mismo lugar a las mejores entrenadoras de Pokémon dragón, agua y lucha.

Sakura.- Y no te olvides de la subcampeona de Johto.

-Ja, si de verdad quieren luchar con oponentes fuertes, entonces deberían desafiarme a mí.

Las cuatro voltearon a ver quién las había desafiado, encontrando a una vieja conocida de Iris.

Iris.- ¡Georgia! ¿Tú también quieres venir con nosotras?

Georgia.- Por supuesto, todavía tengo que derrotarte. No permitiré que una "Maestra Dragón" me superé.

Iris.- Ya te dije que todavía no soy una Maestra Dragón…

Sakura.- ¿Y tú quién eres?

Georgia.- Mi nombre es Georgia, puedes considerarme una cazadora de dragones. Mi equipo Pokémon está preparado para enfrentar y derrotar a cualquier Pokémon Dragón.

Misty.- Pues yo tengo un Kingdra en mi equipo y es un Pokémon dragón. ¿Qué te parecería una batalla contra él?

Iris.- ¡¿Tienes un Kingdra?! ¡Siempre quise ver uno!

Georgia.- Así que un Kingdra… Suena un verdadero reto. Vamos a combatir…

Misty.- Puedes llamarme Misty, la chica más bonita del mundo y la Líder del Gimnasio Celeste.

Georgia.- Una Líder de Gimnasio… Parece que tienes amigos interesantes, greñuda.

Iris.- Yo que tú no subestimaría a Misty, podrías llevarte una sorpresa.

Ya estaban por irse a entrenar, pero antes de ello, Misty se volteó y llamó la atención de Max.

Misty.- ¡Oye Max! ¡Buena suerte! ¡Muestra de lo que los hermanos menores somos capaces!

Max y Misty se sonrieron mutuamente. A la líder de gimnasio le hubiera gustado ver el combate de su pequeño amigo contra Ash, pero debía concentrarse en su entrenamiento si de verdad quería luchar en el Alto Mando. Las entrenadoras estaban por marcharse, pero en ese momento Brock y Cilan llegaron junto a ellas.

Misty.- ¿Brock?

Brock.- Oye Korrina, ¿tienes un momento?

Korrina.- ¿Yo?

Cilan.- Sí, hay algo de lo que queremos hablar contigo.

Brock.- Tenemos un favor que pedirte.

Korrina.- Muy bien. Adelántense chicas, las alcanzaré luego.

Iris.- Está bien, te esperaremos, Korrina. Tengo ganas de enfrentar tus Mega Evoluciones en una batalla.

Georgia.- Recuerda que antes de eso tendrás que enfrentarte conmigo, "Maestra Dragón".

Iris.- Georgia, te repito que todavía no soy Maestra Dragón… Además, tú y yo combatimos todo el tiempo.

Misty.- No olvides que yo combatiré contigo, Georgia. Quiero ver qué tan buena es la rival de Iris.

Georgia.- Te sorprenderás.

Sakura.- Algo me dice que este entrenamiento será emocionante…

Korrina.- Las alcanzaré luego, chicas.

De esta forma, todos salieron hacía diferentes puntos. Misty, Iris, Sakura y Georgia se fueron a buscar algún lugar de entrenamiento; mientras que Cilan, Brock y Korrina se fueron para hablar de algo importante. Por otro lado, Burgundy los estaba observando. Ella quería hablar con Cilan acerca de la propuesta que le hizo antes del ataque, la de convertirse en su aprendiz. Pero se llevó una sorpresa al ver a su rival retirándose junto al doctor Pokémon y la líder de tipo lucha. Curiosa por ello, decidió seguirlos sin que la vieran.

Por otro lado, Ray Thunderbolt se acercó a Drake, quien descansaba tranquilamente y ya se había recostado sobre el césped para ver las nubes.

Ray.- Oye Drake. Vámonos de una vez.

Drake.- ¿Qué ocurre, Ray? ¿No quieres ver el combate con los demás?

Ray.- No, Ketchum será mi oponente en unos cuantos días. Sería injusto verlo combatir y aprenderme sus estrategias. Ya las veré cuando nos toque pelear.

Drake.- Eso es típico de ti.

Ray.- Además, todavía tengo que entrenar para convertirme en el Campeón Naranja. ¿Crees que podrías ayudarme en el entrenamiento?

Drake.- Con ese espíritu no podría negarme. Vamos a buscar un lugar relajante para entrenar. Tienes mucho que aprender todavía.

Ray.- ¡Andando! ¡No dejaré que Ketchum me superé!

De esta manera, ya estaba todo listo para el combate entre Ash y Max, quienes salieron directo hacía el jardín. El mismo jardín donde en días anteriores había tenido lugar una batalla entre Ash y Paul. Varios de los presentes que estaban interesados en el combate decidieron seguirlos, tales como May, Dawn, Bonnie, Clemont, Tracey, Barry, Zoey, Drew, Harley, Conway, Stephan, Bel, Cameron, Sawyer, Trevor, Shauna y Tierno. Por su lado, Gary Oak también quería ver la batalla, pero en ese momento notó una expresión melancólica en el rostro de Serena, por lo que decidió acercarse a ella.

Gary.- Oye, Serena.

Serena.- ¿Gary? ¿Qué ocurre?

Gary.- ¿Tienes tiempo para hablar con un viejo amigo?

Y finalmente estaban todos reunidos y expectantes para ver la batalla de Ash. En el mismo sector del jardín donde Ash combatió contra Paul cuando llego de Kalos. Max y Ash se veían fijamente el uno al otro, con una Pokéball en la mano cada uno y con Pikachu echando chispas de la emoción.

En ese momento, Bonnie se apareció en medio del campo, arrastrando a su hermano, que estaba algo avergonzado.

Ash.- ¿Bonnie?

Bonnie.- ¡Ash! ¡Max! ¡Les traje un referí para la batalla!

Clemont.- No era necesario que me arrastres, Bonnie…

Bonnie.- ¡Es que esté combate será emocionante! ¡Quiero ver cómo acabará!

Ash.- Cuento contigo para arbitrar el combate, Clemont.

Clemont.- Déjamelo a mí.

Bonnie.- ¡Buena suerte a ambos!

Max.- ¡Gracias, Bonnie!

Una vez que Bonnie se fue a sentar junto a los demás, Ash y Max estaban listos para iniciar con su combate.

Clemont.- Este será un combate de cuatro rondas. Aquel que consiga ganar tres será el vencedor. ¿Cuál de los dos va iniciar?

Ash.- Dawn, ya sabes que hacer.

Dawn.- No te preocupes, todavía tengo la aplicación.

La coordinadora mostró en su Pokéwatch una aplicación que mostraba una moneda con la cara de un Magikarp grabada. Con esa aplicación decidirían cuál de los dos comenzaría el combate. Ash escogió cara y Max cruz, por lo que Dawn activó su aplicación, dando como resultado cara: Ash sería el primero en revelar a su Pokémon.

Ash.- ¡En tal caso voy a comenzar! ¡Adelante, Scraggy! ¡Yo te elijó!

El Pokémon que Ash eligió fue su pequeño, pero agresivo luchador que consiguió de un huevo en Tesselia. Hace mucho tiempo que no lo había utilizado en un combate, por lo que quería aprovechar la ocasión. El pequeño peleador observó a Max mientras le gruñía e intentaba intimidarlo con su expresión. El entrenador de Hoenn simplemente sacó su Pokédex.

Pokédex.- Scraggy, el Pokémon Mudapiel. Se sube la piel hasta el cuello para defenderse. Su elasticidad, similar a la de una goma, reduce el daño recibido.

Max.- Así que usarás un Pokémon peleador… ¡No me pienso confiar! ¡Grovyle, yo te elijó!

El entrenador de los lentes decidió ir con todo desde el inicio y sacar a su Pokémon inicial. Ash lo observó con una sonrisa nostálgica, aquel Pokémon le recordaba a su propio Grovyle, el cual era actualmente un Sceptile. El campeón no pudo evitar reír un poco al recordar todas aquellas veces que el pequeño Max intentaba explicarle la razón por la cual Treecko era el "mejor inicial" de Hoenn. Quizá su pequeño amigo haya crecido, pero algunas cosas nunca cambian.

Clemont.- ¡Comiencen con el combate!

Ash.- ¡Adelante, Scraggy! ¡Usa Cabezazo, ahora!

Max.- ¡Contrarréstalo con Destructor!

El pequeño peleador salió disparado mientras sujetaba su piel. Estaba a punto de embestir a Grovyle con un potente cabezazo, pero el inicial de planta lo interceptó con su cola. El cabezazo chocó contra el coletazo y al final ambos retrocedieron.

Ash.- Increíble, ese Destructor fue muy fuerte. Entrenaste bien a Grovyle, Max.

Max.- Eso es gracias a ti. Hicimos el mismo entrenamiento que hiciste con Treecko en la cascada.

Ash.- En tal caso debo mostrarte el poder de mi Scraggy. ¡Usa Onda Certera!

Max.- ¡Esquívalo con Ataque Rápido!

Scraggy cargó una poderosa esfera de energía y la disparó contra su oponente, pero el inicial de planta se movió a gran velocidad, rodeando aquel ataque. Max aprovechó el impulso que tomó su Pokémon para atacar, pero…

Ash.- ¡Patada Salto Alta! ¡Ahora!

Justo en el momento en que Grovyle estaba por embestirlo, el Pokémon de Ash saltó con un poderoso rodillazo que conectó justamente en el estómago del lagarto de planta, quien salió disparado.

Max.- ¡Ese fue un golpe crítico!

Ash.- ¡Ahora usa Malicioso y remátalo con Cabezazo!

El pequeño Scraggy puso su expresión más atemorizante en un intento de intimidar a su oponente y bajar sus defensas (Aunque absolutamente ninguno de los espectadores se sintió intimidado). Entonces saltó directo para golpear a Grovyle con su dura cabeza, pero el Pokémon de Max se recuperó a tiempo y lo esquivó con un gran salto.

Max.- ¡Es nuestro turno! ¡Bala Semilla!

Aun desde el aire, el inicial de Hoenn disparó varios proyectiles pequeños desde su boca, golpeando a Scraggy directamente.

Ash.- ¡¿También le enseñaste Bala Semilla?!

Max.- Practicar con una sandía fue una buena idea para perfeccionarlo.

Ash.- No lo haces nada mal, Max. ¡Vamos Scraggy! ¡Ataca con Onda Certera!

Max.- ¡Bala Semilla! ¡No te detengas!

Grovyle continuó disparando sus proyectiles de semilla, pero Scraggy también atacó, arrojando una esfera de energía. Ambos movimientos chocaron y acabaron empatados, provocando una gran neblina de humo. Scraggy estaba confundido por esto, pero Max tenía una estrategia.

Max.- ¡Usa Hoja Aguda!

Grovyle pasó a través del humo, con las cuchillas de sus brazos brillando en energía. Antes de que Ash y Scraggy puedan siquiera reaccionar, el inicial de planta ya había pasado a máxima velocidad y cortó al pequeño peleador, quien cayó inconsciente al instante.

Clemont.- ¡Scraggy ya no puede pelear! ¡El primer asalto va para Max!

Max.- ¡Sí! ¡Lo logramos, Grovyle!

Mientras que Ash regresaba a su Scraggy y Max saltaba emocionado, los espectadores miraban atentamente el combate.

Bel.- Ese chico derrotó al pequeño Scraggy…

Stephan.- El nivel de Grovyle no es tan alto, pero ese chico aplicó buenas estrategias.

Sawyer.- Me recuerda cuando desafiaba a Ash con mi propio Grovyle.

Barry.- Me sorprende que haya sido capaz de vencer a uno de los Pokémon de Ash…Pero seguro que Ash va remontar, lo multaré si no lo hace.

Drew.- Yo no subestimaría a ese chico.

Shauna.- ¿Qué quieres decir?

May.- Max ha visto todos los combates que Ash ha tenido en la Región Hoenn y la Batalla de la Frontera, e incluso después de eso, todavía sigue los combates de Ash por televisión. Por otro lado, Ash nunca ha visto a mi hermano en acción.

Zoey.- Eso es una gran ventaja. Sí Max juega bien sus cartas podría vencer.

Bonnie.- ¡Cualquiera de los dos puede ganar!

Sawyer.- Sí, pero conocer las estrategias de Ash no te garantiza la victoria, lo sé por experiencia propia…

Conway.- Eso es cierto, Ash Ketchum suele ser muy impredecible, ¿no lo crees, Dawn?

Dawn.- Conway, estás demasiado cerca…

Ash por su lado, observaba la Pokéball de Scraggy con una sonrisa. Quizá y sí necesitaba el combate con Max, pues su antiguo compañero había mejorado mucho más de lo que habría pensado. Por otro lado, todavía tenía mucho que trabajar en el entrenamiento de Scraggy si quería tenerlo listo para la Liga de Campeones. Quizá debería pedirle ayuda a Korrina para eso, pues ella era la experta en Pokémon de tipo Lucha.

Pensando en su amiga, la buscó entre el público, pero se sorprendió al no encontrarla. ¿Acaso habría ido a entrenar con Misty? ¿Dónde se habría metido Korrina?

Lo que el Campeón de Kalos no sabía, era que la heredera de la Mega Evolución se encontraba frente a Brock y Cilan. Ambos líderes de gimnasio la habían citado para hablar de algo importante y aunque sentía curiosidad por su petición, nunca esperó que esta fuera…

Korrina.- ¡¿Quieren el secreto de la Mega Evolución?!

Cilan.- Así es, seguro lo comprendes, pero después de lo que ocurrió ayer…

Brock.- Te lo pedimos, necesitamos el secreto de la Mega Evolución.

Korrina.- Oigan, no me malentiendan. Ambos me agradan bastante, pero no puedo estar regalando Mega Piedras a cualquier persona.

La líder de tipo lucha parecía nerviosa y no sabía qué hacer a continuación. Usualmente este tipo de peticiones se la hacían a su abuelo, no a ella. Claro, sabía que en un futuro ella debería tomar el lugar de su abuelo y seleccionar entrenadores dignos de la Mega Evolución… Pero no esperaba que fuera tan pronto. Aun así, Brock y Cilan parecían totalmente serios con su propuesta.

Brock.- Es solo que… Necesitamos hacernos más fuertes lo más rápido posible.

Cilan.- En la batalla contra ese Flygon, no pudimos ayudar. Acabamos siendo solo un estorbo para Ash.

Brock.- Nuestro amigo se volvió demasiado fuerte y ya no puedo ayudarlo tanto como cuando inició su viaje.

Cilan.- Ash es nuestro amigo. No podemos permitir que tenga que cargar solo con todo esto, queremos ayudarlo.

Brock.- Para eso, debemos estar a la altura. Tenemos que volvernos más fuertes.

La rubia observó con atención la determinación de ambos líderes de gimnasio y supo que debía actuar en consecuencia. Pensando muy bien lo que haría a continuación, simplemente suspiró y les dijo su respuesta en un tono de seriedad.

Korrina.- Yo… los comprendo, de verdad que los comprendo. Pero soy la heredera de la Mega Evolución.

Brock.- ¿Qué quieres decir?

Korrina.- Yo no le di esas Mega Piedras a Ash debido a lo que siento por él. Yo se las di porque de verdad lo considero digno de heredar el poder de la Mega Evolución.

Cilan.- Creo que comprendo lo que dices.

Korrina.- Antes de entregarles una Mega Piedra, deben probar ser dignos de poseerla.

Brock.- Pasaremos cualquier prueba que nos pongas.

Korrina.- Sé que no los conozco tanto, pero creo que ustedes son buenas personas. Son gentiles, se preocupan por los demás, tienen la fuerza de un líder de gimnasio y Ash confía en ustedes. Sin embargo lo importante para lograr la Mega Evolución es el lazo que se forma entre un entrenador y su Pokémon.

Brock.- Ya veo, el poder proviene de los lazos que poseemos.

Cilan.- Como Sibarita Pokémon, es mi trabajo medir esos lazos.

Korrina.- No es tan simple como parece, si ustedes no están conectados con sus Pokémon, estos podrían sucumbir ante el poder de la Mega Evolución y descontrolarse. Ni siquiera los reconocerían.

Brock.- ¿Qué podemos hacer para que nuestros lazos sean lo suficientemente fuertes?

Cilan.- Haremos lo que sea por ser dignos de ese poder.

Korrina.- En tal caso los ayudaré.

Cilan.- ¡¿Enserio lo harás?!

Brock.- Gracias Korrina, eres increíble.

Cilan.- Sin duda alguna. Eres la clase de ingrediente que endulza cualquier receta.

Korrina.- Con tantos halagos me harán sonrojar jeje.

Brock.- Entonces. ¿Qué es lo primero que debemos hacer?

Korrina.- Intentare enseñarles de la misma manera que me enseñó mi maestra. Primero mediré los lazos que tienen en un combate.

Sin perder más tiempo, la heredera de la Mega Evolución se quitó su camiseta de descanso y se puso su casco. Ya estaba lista, con su traje de batallas y levantó una Pokéball contra Brock y Cilan. En esta ocasión, ella misma haría una ceremonia de sucesión para la Mega Evolución, sería la primera vez que se encargaría de traspasar las antiguas tradiciones de la Mega Evolución. Por lo mismo, no planeaba ser suave con Brock y Cilan.

Brock.- Así que un combate.

Cilan.- ¿Estás listo, Brock? Es hora de mostrar una combinación única de sabores.

Brock.- No podría haberlo dicho mejor ¡Adelante Steelix!

Cilan.- ¡Vamos Gyarados!

Y fueron invocadas dos poderosas serpientes, una de acero y otra de agua, su enorme tamaño era capaz de intimidar a cualquiera… menos a Korrina. La chica rubia tenía una expresión decidida y no se inmutaba ante nada.

Korrina.- Vaya, son Pokémon de muy buen nivel. Tal y como se esperaba de dos grandes líderes de gimnasio.

Cilan.- Es un halago viniendo de una de las líderes de gimnasio más fuertes.

Korrina.- No soy tan fuerte como creen, pero intentare mantenerme a la altura de tus expectativas. ¡Vamos Lucario, Hawlucha!

Ambos Pokémon tipo lucha salieron al campo y vieron a su entrenadora con una mirada de determinación. Brock y Cilan parecían listos para comenzar con la batalla, pero antes de eso, la heredera tenía algunas recomendaciones que hacerles.

Korrina.- Escuchen, ambos Pokémon pueden Mega Evolucionar, pero hay algo que deben tomar en cuenta.

Brock.- ¿Qué cosa?

Korrina.- La Mega Evolución afecta de distintas formas al Pokémon. Mi Lucario por ejemplo. Al Mega Evolucionar, su aura se expande al punto de que es difícil de controlar. Con sus Pokémon ocurre algo parecido.

Cilan.- ¿La Mega Evolución varía sus efectos según la especie? Eso tiene sentido, múltiples combinaciones de ingredientes pueden producir distintos sabores, no todos tienen el mismo resultado.

Korrina.- Por ejemplo, Gyarados es un Pokémon agresivo por naturaleza. El poder que obtendría al Mega evolucionar incrementa esa agresividad, al punto de otorgarle el tipo Siniestro. Si tus lazos no son lo suficientemente fuertes, el estrés hará que ni siquiera te reconozca y solo actúe por un instinto de destrucción.

Brock.- ¿Y qué hay de Steelix?

Korrina.- El cuerpo de tú Steelix se cristalizará, volviéndolo más resistente que antes, pero mantenerlo es bastante doloroso cuando no estás acostumbrado a esta forma. Si tus lazos no son lo suficientemente fuertes, el dolor no se detendrá y no seguirá tus órdenes. ¿Aun así quieren obtener la Mega Evolución?

Brock y Cilan miraron a sus Pokémon, que tenían la misma expresión que sus entrenadores. Luego de intercambiar miradas por un par de segundos, ambos líderes de gimnasio se voltearon contra la chica, sin ninguna pizca de dudas.

Brock y Cilan.- ¡Por supuesto!

Korrina.- ¡En tal caso comencemos con la prueba! ¡Esfera Aural y Patada de Salto Alta!

Brock.- ¡Steelix usa tu Giro Bola!

Cilan.- ¡Ahora Gyarados, ataque de Híperrayo!

El cuerpo de Steelix comenzó a girar rápidamente, funcionando tanto como ataque y defensa, chocándolo contra la patada de Hawlucha. Ambos Pokémon forcejeaban, pero se vieron obligados a retroceder al casi ser alcanzados por una enorme explosión, resultante del choque entre la Esfera Aural de Lucario y el Híperrayo de Gyarados.

Lo que ninguno de los líderes de gimnasio sabía, era que Burgundy los había seguido y observaba la batalla en su escondite. La Sibarita estaba pensativa, mientras los observaba, ni siquiera comprendía porque los había seguido en primer lugar. Aunque un extraño sentimiento la molestaba mientras veía a Cilan y su Gyarados luchar con todo lo que tenían. Esa determinación que ambos mostraban… Burgundy no sabía cómo sentirse ante esto.

Desde que tenía memoria, su meta siempre fue derrotar a Cilan, superarlo, mostrarle que ella era mejor. Fue por eso que se convirtió en una Sibarita, aunque al final acabó siendo su vocación. De alguna manera, siempre quiso comprender a su rival, saber que pensaba en realidad sobre ella y porque nunca caía en sus provocaciones. Verlo buscar algo como la Mega Evolución por perder en el combate del día anterior y la determinación que mostraba por sus amigos… Burgundy sentía que comprendía un poco mejor a Cilan.

Su mente estaba realmente confundida. Su gran rival le había pedido convertirla en su aprendiz y ella no sabía que pensar al respecto. ¿Convertirse en aprendiz de Cilan? No debería ni considerarlo, su meta es superarlo y mostrarle su superioridad… Y entonces, ¿por qué tenía tantas ganas de aceptar su propuesta? ¿Por qué tenía tantas ganas de salir y animar a su rival en su combate contra Korrina? Esta era una de las razones por las que lo odiaba tanto, siempre le causaba conflicto y no sabía que pensar sobre él. Aunque había algo que Burgundy tenía bastante claro:

Burgundy.- Eres un tonto, Cilan…

Y en el combate de Ash y Max…

Ash.- ¡Adelante, Muk!

Una gran masa lodosa se materializó en el campo y no perdió tiempo en saltarle a su entrenador para un afectivo abrazo. El segundo Pokémon de Ash sería Muk, aunque Max estaba un poco nervioso. Se había llevado el primer asalto, pero sabía que no debía confiarse, conocía a Ash y su capacidad para remontar en batallas similares. Con esto en mente, escogió cuidadosamente a su segundo Pokémon.

Max.- ¡Shuppet, yo te elijó!

Ash.- ¡Max! ¿Acaso ese Shuppet es…

Max.- Así es, Ash. Es el mismo Shuppet que conocimos en aquella mansión abandonada. Emily lo dejo a mi cuidado cuando visité su hotel.

Ash.- Así que al final sí pudieron construir ese hotel… Que recuerdos.

Tanto Ash como Max rieron un poco al recordar la aventura que pasaron en aquella mansión abandonada. En aquel entonces, entraron para refugiarse de la lluvia y Max conoció a un pequeño y travieso Shuppet del que se hizo buen amigo. El Pokémon fantasma lo había ayudado a hacer las paces con su hermana luego de una discusión y a cambio, Max lo ayudó a encontrar a Emily, su antigua entrenadora.

Clemont.- ¡Comiencen!

Max.- ¡Shuppet usa Impresionar!

Sabiendo que debería pensar bien sus movimientos si quería mantener la delantera en el combate, Max ordenó el primer ataque. Con este, Shuppet desapareció de forma repentina, solo para reaparecer frente a Muk y descargar su poder de golpe contra él, haciéndolo retroceder.

Ash.- ¡Muk! ¿Estás bien?

Muk.- Muuuuuk.

Ash.- Max no se anda con rodeos… ¡Vamos a ir con todo! ¡Bomba Lodo!

El Pokémon de fango comenzó a disparar varios proyectiles de lodo y los disparó contra Shuppet. Pese a todo, el pequeño fantasma utilizó su gran velocidad para esquivarlos todos, haciéndose intangible y desvaneciéndose en el aire.

Max.- ¡Necesitamos quemarlo! ¡Ataca con Fuego Fatuo!

Ash.- ¡Contrarréstalo con Bomba Lodo!

El fantasma arrojó una bola de fuego, el cual fácilmente fue bloqueado por los proyectiles de lodo. Sin embargo, Max estaba sonriendo, había planeado cuidadosamente está jugada y Ash había caído en su distracción.

Max.- ¡Ahora Shuppet! ¡Usemos el combo de Sombra Vil!

Compartiendo la sonrisa de su entrenador, el pequeño fantasma comenzó a manipular su propia sombra mientras que Muk descansaba después de haber arrojado los proyectiles de lodo. Las sombras salieron de manera sorpresiva y golpearon a su oponente con múltiples golpes consecutivos, provocando que este se eleve por los aires.

Ash.- ¡Muk!

Max.- ¡Aun no hemos terminado con nuestro combo! ¡Utiliza Psíquico!

Antes de que el Pokémon venenoso caiga contra el suelo, fue sujetado en el aire gracias a los poderes mentales de Shuppet. El fantasma sonreía de manera divertida mientras dañaba a Muk, haciéndolo flotar con su poder psíquico.

Ash.- Lo planeaste desde el principio, ¿verdad, Max?

Max.- Así es, tu Muk puede ser bastante resistente mientras está en el suelo, por eso debía llevarlo al aire. Seguro recuerdas que Psíquico es el movimiento favorito de mí Shuppet. ¡Con eso estarás atrapado en un movimiento súper efectivo!

Todos los espectadores del combate se quedaron con la boca abierta al ver aquella combinación. La derrota de Muk parecía inevitable, aquel niño había conseguido inmovilizar a un Pokémon muy problemático.

Bel.- ¡Lo tiene atrapado!

Stephan.- ¡Increíble! La defensa de Muk normalmente sería un problema y acabaría llevándolo a una batalla de desgaste. Sin embargo, el muchacho logró atravesarla y dejarlo indefenso.

Harley.- Ese mocoso mejoró demasiado rápido…

Trevor.- La verdad es que fue una estrategia muy bien pensada…

Zoey.- Ese niño es bueno, usó Fuego Fatuo para desgastar a Muk y luego lo sorprendió con un ataque furtivo.

May.- Mi hermano se ha estado preparando para este combate por mucho tiempo. Tiene guardadas muchas estrategias, basadas en el estilo de combate de Ash.

Cameron.- ¿No hay nada que Ash pueda hacer ahora?

Conway.- Tal y como lo veo, Ash se encuentra en muchos problemas. Lo más seguro es que Max sea el ganador de esta ronda.

Dawn.- Yo no lo creo así.

Tracey.- ¿Por qué lo dices, Dawn?

Dawn.- Miren los labios de Ash, está sonriendo.

Tal y como la coordinadora había observado, en lugar de verse preocupado, Ash parecía confiado. Tenía una amplia sonrisa en su rostro y de hecho parecía que se estaba divirtiendo.

Ash.- No esperaba menos de ti, Max. Esa fue una buena estrategia… ¡Pero aún no nos derrotas! ¡Muk, utiliza Lanza Mugre! ¡Ahora!

El Pokémon de lodo reaccionó a las órdenes de su entrenador y aun en el aire se las arregló para arrojar todo el veneno que llevaba dentro. El ataque sorprendió a Shuppet, quien lo recibió de lleno y quedó cubierto por el ataque venenoso, liberando a Muk de su poder Psíquico.

Max.- ¡Shuppet, cuidado!

Ash.- ¡Es nuestro turno, Muk! ¡Aplástalo!

En lugar de caer en el suelo, Muk concentró todo su peso y le cayó encima a Shuppet, cubriéndolo por completo. El pequeño fantasma se vio atrapado en la gran sustancia venenosa y no podía liberarse, sin importar el esfuerzo que haga. A Max no se le ocurría ningún movimiento para salir de esta situación y pronto, Clemont anunció la derrota de Shuppet: Ahora ambos estaban empatados con una victoria y una derrota.

Por otro lado, Gary Oak había llevado a Serena al río donde siempre pescaba cuando era tan solo un niño. Una vez ahí, se sentaron a orillas del río y Gary le preguntó a su amiga la razón por la que se veía tan desanimada. Tras pensarlo un poco, Serena sintió que podía confiar en él y decidió desahogarse contándole todo lo que le estaba pasando.

Serena.- Me siento como una inútil, Gary. Como si no hiciera ninguna diferencia. Lo único que hago es perjudicar a Ash…

Gary.- Vamos, chica. Ten un poco más de confianza, si lo dices por lo del Flygon, entonces…

Serena.- No fue solo ahí, incluso desde antes. Nunca puedo ayudarlo. No hice ninguna diferencia cuando nos enfrentamos al Equipo Flare. Ash y Clemont son entrenadores muy buenos, pero yo…

Gary.- Serena…

Serena.- Al principio pensé que no debía preocuparme por ello, pero desde que llegué aquí… Todos los amigos de Ash son tan maravillosos, Misty, Iris, May o Dawn. ¿Qué soy yo en comparación con personas tan talentosas?

Gary.- Mira Serena, la única manera de ser inútil es sentirte como alguien inútil. El hecho de que no sepas combatir no necesariamente te hace inútil. Solamente mira a Tracey, sus Pokémon no son tan poderosos, pero él colabora de otras maneras y mi abuelo lo considera como el mejor ayudante que ha tenido.

Serena.- ¿Y qué puedo hacer yo? ¿Cocinar? ¿Tejer? Brock y Cilan lo hacen mejor que yo…

Gary.- Pues toma en cuenta el espectáculo que organizaste hoy. Ayudaste bastante a Ash al hacerlo, y no solo a él. Fue lo que todos necesitaban para relajarse después de aquel ataque.

Serena.- Yo… Tal vez tengas razón.

Gary.- Claro que la tengo, te estás menospreciando bastante. Eres alguien maravillosa, solamente tienes trabajar un poco en tu autoestima.

Serena.- Gary… ¿Qué camino crees que debo seguir?

Gary.- Dime, ¿cómo te sentiste durante la presentación de hoy?

La Performer se quedó unos cuantos segundos pensativa, mientras rememoraba la presentación que hizo junto a sus rivales. Tras reflexionar por algunos minutos, una sonrisa melancólica se formó en sus labios.

Serena.- Me sentí satisfecha. Ver a todos tan animados y sonriendo… Creo que me gusta hacer felices a las personas.

Gary.- Ahí lo tienes, ese es el camino que debes seguir. Un camino donde hagas sonreír a la gente y te sientas satisfecha.

Serena.- Es que no sé qué hacer con mi futuro, Gary. Soy muy buena en los Performance y me gustan, pero… No sé si continuar con ellos. Pienso que hay otras maneras de hacer sonreír a las personas.

Gary.- ¿A qué te refieres?

La chica se puso un poco nerviosa y por unos segundos dudo en responder. Sin embargo, supo que podía confiar en Gary y necesitaba alguien a quien contarle su problema. No había hablado de ello ni con Ash ni con Clemont, en parte por nerviosismo y porque no pudo encontrar el momento. Pero Gary parecía dispuesto a escucharla y se preocupaba por ella, quizá él podría ayudarla.

Serena.- Recibí una propuesta de alguien muy influyente en las Performance de Kalos y ella tiene mucha fe en mí. Quiere representarme y estoy segura de que junto a ella llegaré lejos, pero…

Gary.- ¿Pero porque no aceptas?

Serena.- Porque si lo hago tendría que quedarme en la región de Kalos. Yo quisiera viajar más, ver otras regiones y explorar el mundo. Además no quiero depender de ella de la misma forma en que dependí de Ash, quiero poder triunfar por mí misma.

Gary.- Eso me parece razonable. Pero hasta donde tengo entendido, los Performance son eventos exclusivos de Kalos. ¿A qué te dedicarás?

Serena.- Pues… Los Concursos Pokémon me han estado llamando la atención desde que Dawn me habló de ellos.

Gary.- ¡Eso es grandioso! Seguro serás una gran coordinadora, Serena.

Serena.- No es tan fácil como parece, Gary… Estoy asustada.

Gary.- ¿Asustada?

Serena.- Sí, los Concursos parecen mucho más complicados y competitivos que los Performance. Sé que soy buena como Performer, pero, ¿qué hay como Coordinadora? ¿Qué voy a hacer si fracaso o si no lo hago bien? ¿De verdad valgo como Coordinadora? ¿Por qué arriesgarme? ¿No sería mejor continuar como Performer y aceptar la propuesta para tener éxito? ¡Esas preguntas no me dejan descansar! ¡No sé qué hacer!

Unas lágrimas de frustración comenzaron a resbalar por su mejilla. Se había guardado eso por mucho tiempo y soltarlo se sentía liberador, pero también era deprimente verse a sí misma en esta situación… Afortunadamente, Gary supo cómo animarla.

Gary.- Sabes algo, Serena. Yo también estuve en tu misma situación

Serena.- ¿Tú?

Era algo difícil de creer para Serena. Incluso cuando lo conoció en aquel campamento cuando era niña, siempre vio a Gary como alguien lleno de confianza. Y aun después de reencontrarse tras tantos años, notó que ese aspecto no había cambiado: Gary Oak era alguien con mucha confianza en sí mismo y ese era un rasgo que ella admiraba. Le costaba imaginar a Gary en su situación.

Gary.- Verás, durante mi segundo año de viaje comencé a tener bastantes dudas. Me pasó lo mismo que a ti, yo era un buen entrenador y tenía talento para los combates. Había mucha gente que esperaba grandes cosas de mí, pero… Bueno, comencé a sentir que quería hacer algo más.

Serena.- ¿Qué fue lo que pasó?

Gary.- Descubrí que me encantaban los Pokémon, quería saber absolutamente todo acerca de ellos. Pude ver tantas cosas interesantes en mi viaje, que abrieron mi curiosidad. Gracias a ello comencé a barajar la posibilidad de convertirme en un investigador, aun si para ello tuviera que abandonar mi sueño de convertirme en un Maestro Pokémon.

Serena.- Y eso fue lo que hiciste, ¿no es así?

Gary.- Las cosas no fueron tan sencillas. Había muchos factores que tomar en cuenta. Yo soy el nieto del Profesor Oak, tenía que cumplir las expectativas que otros ponían en mí y si me convertía en investigador, esas expectativas iban a aumentar. Igual que tú, tenía miedo de fracasar, tenía miedo de no cumplir con las expectativas, de recibir críticas. Todos en la familia Oak habían tenido grandes logros y me aterraba ser la oveja negra de la familia. No quería convertirme en el único Oak que no logró nada.

Serena.- Gary…

Gary.- Quería crearme un nombre por mi propia cuenta. No quería vivir bajo el nombre de mi abuelo. Es decir, lo quiero bastante, pero desde que era pequeño, todos esperaban grandes cosas de mí solo por ser el "nieto de Oak". No quería seguir a su sombra, quería que me conozcan por ser Gary Oak, quería tener mis propios logros y superar a mi abuelo, ¿comprendes?

Serena.- Te comprendo, era lo mismo con mi madre.

Gary.- Por esa razón, pensé que lo mejor era seguir como entrenador Pokémon. Era talentoso, así que probablemente llegaría lejos. En cambio, si me arriesgaba y me convertía en investigador, no estaba seguro de si lograría la mitad de cosas que mi abuelo.

Serena.- ¡Eso mismo es lo que siento! ¿Cómo lo hiciste, Gary? ¿Cómo fue que finalmente pudiste decidirte?

Gary.- Eso es un poco más complicado. Tuve un combate contra Ash en la Liga Johto y gracias a eso pude finalmente aclarar mi mente y decidirme.

Serena.- ¿Te decidiste con un combate contra Ash? ¿Cómo es eso?

Gary.- Eso, mi querida Serena, es algo que deberás descubrir por ti misma.

Serena.- ¡Gary!

El investigador se reía de forma divertida y tras unos segundos de inflar las mejillas, Serena acabó cediendo y comenzó a reírse junto a él. Se sentía bastante agradecida por él por haberla escuchado, aunque también pensativa sobre como haría para seguir sus consejos. En ese momento, Gary se levantó y ella lo observo confundida.

Gary.- Muy bien, Serena. Saca a tus Pokémon.

Serena.- ¿Mis Pokémon? Gary, que…

Gary.- Es sencillo a decir verdad, voy a entrenarte.

Serena.- ¡¿Entrenarme?!

Gary.- Así es. Si de verdad quieres ser Coordinadora Pokémon necesitarás mucho entrenamiento. Mientras que si quieres continuar como Performer… Pues tampoco te haría mal fortalecerte un poco. ¿Qué me dices?

Serena.- Gary, yo…

Gary.- Entrenaré contigo hasta que descubras el camino que quieres seguir. Es lo menos que puedo hacer por una vieja amiga.

Las palabras de Gary la tomaron por sorpresa y Serena no sabía cómo responder. Luego, él le ofreció su mano para levantarse y ella la aceptó con una gran sonrisa, sintiéndose más confiada de lo que había estado en mucho tiempo.

Serena.- ¡Muy bien, Gary! ¡Lo haré! ¡Entrenaremos juntos!

Gary.- Solo te advierto, que aunque me retiré de los combates sigo siendo un entrenador muy poderoso.

Serena.- ¡Eso no importa! ¡Mis Pokémon y yo haremos nuestro mejor esfuerzo!

Gary.- Así me gusta. Andando, Serena. No hay tiempo que perder.

De esta manera, la Performer sacó a Braixen, Pancham y Sylveon sin perder ni un solo segundo. Se pasaría el resto de la tarde entrenando con Gary, pues estaba dispuesta a volverse mucho más fuerte. Haría su mejor esfuerzo por ganar más confianza y descubrir el camino que debía seguir de ahora en adelante. Ya era momento de dejar de auto compadecerse y levantarse con determinación renovada.

Y de vuelta al combate entre Ash y Max…

Ash.- ¡Unfezant, yo te elijó!

Max.- ¡Vamos, Mightyena!

Los siguientes Pokémon que se materializaron en el campo fueron el clásico Pokémon volador de Tesselia en su variante femenina por parte de Ash; y el canino siniestro por parte de Max.

Ash.- Así que Max consiguió un Mightyena…

Max.- Vaya, usará un Pokémon que no conozco bien…

Ambos analizaron a sus nuevos contrincantes por unos instantes. Luego, el chico de gafas sacó su Pokédex para conseguir más información acerca de Unfezant y poder planear una estrategia.

Pokédex.- Unfezant, el Pokémon altanero. El macho amenaza al enemigo meciendo el adorno de su cabeza. Al volar, la hembra es mucho más diestra que el macho.

Ash.- Mi Unfezant es hembra y es muy hábil a la hora de volar.

Max.- Si más no me equivoco usaste a Unfezant en la Liga Tesselia, ¿verdad, Ash?

Esta declaración dejó a Ash ligeramente sorprendido, mientras que Max se acomodaba sus gafas.

Ash.- ¿Viste el combate?

Max.- No me pierdo ninguna de tus batallas de Liga en la televisión. Aunque solo usaste a Unfezant en una batalla, así que tampoco tengo una buena idea de sus habilidades.

Ash.- Jajaja, quería sorprenderte usando a Pokémon que no conoces.

Max.- Lo supuse, nunca antes había visto a tu Muk o Scraggy en un combate.

Ambos comenzaron a reír juntos nuevamente. Entonces Ash notó algo familiar en aquel Mightyena y decidió salir de dudas, preguntándole a su antiguo compañero.

Ash.- Hey Max, tengo una pregunta. Por alguna razón ese Mightyena se me hace conocido.

Max.- Veo que también lo reconociste. Es el Mightyena de Katrina, al que ayudamos a evolucionar cuando era un pequeño Poochyena.

Ash.- Recuerdo que estabas emocionado, era la primera vez que veías un Pokémon evolucionar.

Max.- Prometí volver por él cuando me convierta en entrenador y eso hice. Viajar junto a ti me ayudó bastante.

El entrenador de Pueblo Paleta no podía evitar sentir orgullo al ver a Max y darse cuenta de lo mucho que había cambiado desde la primera vez que lo vio. Quizá no tuvieron el mejor comienzo cuando se conocieron, pero Ash acabó bastante apegado a ese niño, el mismo niño que pasó de criticarlo a pedirle consejos. Aquel niño que ahora se había convertido en un verdadero entrenador.

Ash.- Entonces veremos lo fuerte que se ha vuelto tu Mightyena. ¡Clemont, estamos listos!

Clemont.- Muy bien, entonces. ¡Comiencen la batalla!

Max.- Si recuerdas a Mightyena, entonces recordarás su movimiento favorito. ¡Placaje!

Ash.- ¡Esquívalo Unfezant!

Mightyena cargó contra su oponente de forma furiosa y estuvo a punto de golpearlo, pero el Pokémon paloma levanto vuelo justo a tiempo. Por la fuerza con la que Mightyena chocó contra el suelo, Ash se dio cuenta de que ese Placaje podía hacer bastante daño si llegara a chocar contra Unfezant.

Max.- ¡Ahora, usa Mordisco!

Sin perder tiempo, Mightyena saltó a gran altura, listo para agarrar al volador entre sus colmillos. Por suerte, Unfezant consiguió evitarlo nuevamente, acelerando su vuelo.

Max.- ¡Que velocidad! Acertar nuestros golpes será difícil.

Ash.- ¡Es nuestro turno! ¡Usa Tornado! ¡Ahora!

El volador comenzó a agitar sus alas, creando una gran ráfaga de viento en dirección a su oponente. Mightyena hacía su mejor esfuerzo por no dejarse arrastrar, clavando sus garras contra el suelo.

Max.- ¡No creas que hemos terminado! ¡Mightyena, ataca con Aullido!

El Pokémon de Max comenzó a aullarle al cielo y aunque Ash estaba confundido, Unfezant parecía molesta por el ruido. El Pokémon volador pareció voltearse en medio vuelo, pidiendo permiso a su entrenador para atacar.

Ash.- ¡Detenlo, Unfezant! ¡Ataque Rápido!

La paloma de Tesselia descendió en vuelo a gran velocidad, lista para embestir a Mightyena con toda su fuerza. Y en ese momento, Max se acomodó las gafas con una expresión confiada, fue entonces cuando Ash se dio cuenta de que había caído en su trampa.

Max.- ¡Colmillo Rayo!

Ash.- ¡Detente, Unfezant!

Pero fue demasiado tarde, no había forma de frenar. Justo cuando Unfezant estaba a punto de golpearlo, los colmillos de Mightyena se recubrieron con energía eléctrica y consiguió atrapar al pájaro, mordiéndole un ala. El movimiento súper efectivo se hizo notar, pues Unfezant salió seriamente lastimada por la electricidad y apenas podía levantarse, mientras que chispas le recorrían el cuerpo.

Max.- La velocidad de Unfezant fue todo un reto, pero esto se acabó. ¡Termínalo con Placaje!

Ash.- Mi Unfezant no se ha rendido todavía. ¡Aire Afilado, ahora!

Sabiendo que no podría esquivar el Placaje, Ash decidió contraatacarlo. Unfezant reunió las fuerzas que le quedaban y disparó varias cuchillas de viento, las cuales interceptaron a Mightyena, causándole daño y frenando su ataque.

Ash.- ¿Puedes volar, Unfezant?

El Pokémon volador parecía bastante adolorido, pero aun así, asintió a su entrenador, quien esbozó una sonrisa.

Ash.- ¡En ese caso termina el combate con tu As Aéreo!

Max.- ¡No nos rendiremos! ¡Placaje!

Usando todas las fuerzas que le quedaban, Unfezant levantó vuelo y con una pirueta tomó el impulso necesario para ejecutar el As Aéreo. Mightyena por su parte arremetió para embestir con todas sus fuerzas y el incremento de poder que obtuvo con Aullido.

Inevitablemente, ambos Pokémon chocaron en una batalla de voluntades bastante pareja, ninguno de los dos conseguía ceder ni un centímetro. Todos los espectadores veían con expectativa, incapaces de adivinar quién sería el ganador. Pero cuando el choque llegó a su inevitable final, fue Unfezant quien consiguió la ventaja y mando a volar al Pokémon siniestro, que quedó inconsciente. Al ver que Unfezant también respiraba cansada, tanto Ash como Max regresaron a sus Pokémon.

Clemont.- ¡Unfezant es el ganador!

Max.- No puedo creerlo, Unfezant consiguió un golpe crítico justo cuando lo necesitaba.

Ash suspiró y le agradeció a su Unfezant. Al menos no sería derrotado, con dos victorias de cuatro se lo había asegurado. Sin embargo, Max todavía podía empatarle y eso era algo que el Campeón de Kalos no permitiría. Lucharía con todo lo que tiene.

Ash.- ¡Este combate aún no termina, Max!

Max.- Entonces no me queda más opción. ¡Usaré a mí Pokémon más poderoso para vencerte!

El chico arrojó otra Pokéball y el Pokémon que salió de ella sorprendió tanto a Ash como a los otros presentes.

Pero Ash no era el único que luchaba con todas sus fuerzas, pues los otros Campeones de Liga también luchaban en sus respectivos entrenamientos. Paul y Ritchie se habían encontrado y decidieron entrenar juntos, considerándose el uno al otro como oponentes dignos.

Paul.- ¡Fearow, ataca con Pico Taladro!

Ritchie.- ¡Rápido, Rose! ¡Desvíalo con Ciclón!

Ambos se encontraban enfrascados en un combate aéreo con sus respectivos Pokémon voladores: El Swellow de Ritchie y el Fearow de Paul. Y aunque el Campeón de Sinnoh intentaba presionarlo con sus mejores movimientos ofensivos, Ritchie hacía gala de su habilidad, desviándolos sin mucho problema. En aquel momento, Fearow estaba cargando con toda su furia contra su oponente, pero Swellow se las arregló para formar un torbellino gigantesco con el batir de sus alas y lo obligó a frenar su ataque y retroceder.

Ritchie.- Es nuestro turno de obtener ventaja. ¡Rose, usa Doble Equipo!

Ante la mirada asombrada de Fearow, el Rose de Ritchie comenzó a multiplicarse a gran velocidad. Al cabo de unos segundos, el Pokémon de Paul estaba rodeado por lo que parecía ser una parvada de Swellow.

Paul.- ¡Eso no funcionará! ¡Movimiento Espejo!

Como si reflejara el ataque de su oponente, Fearow también comenzó a multiplicarse, hasta igualar el número de su oponente. Ahora parecía que había un ejército de pájaros dispuestos a luchar entre ellos.

Ritchie.- Tu estilo de batalla es bastante agresivo.

Paul.- Pues observa lo que mi estilo de batalla puede hacer. ¡Pico Taladro, Fearow!

Ritchie.- ¡Rápido, Rose! ¡Usa Pájaro Osado!

Y tan pronto escucharon las órdenes de sus entrenadores, el ejército de pájaros comenzó a embestirse entre sí en un reñido combate aéreo. Fue así como se eliminaron todos los clones y solamente quedaban los originales, que se veían el uno al otro, listos para saltarse al ataque en cualquier momento.

Ritchie.- ¡Giga Impacto!

Paul.- ¡Taladradora!

Rose se rodeó en energía y se lanzó al ataque con toda su velocidad, mientras que Fearow comenzó a girar sobre sí mismo, cual si fuera un verdadero taladro. Ambos impactaron con todas sus fuerzas, pero ninguno de los dos retrocedía, sino que sus ataques se contrarrestaban el uno al otro. Llegado cierto momento, Fearow comenzó a brillar mientras que todavía estaba como un taladro, y aunque hizo retroceder momentáneamente a Swellow, este consiguió mantenerse usando todas sus fuerzas. Fue así como los dos pájaros salieron disparados en lados opuestos. Se veían lastimados, pero aun aleteaban para continuar con el combate.

Sin embargo, Paul comenzó a gruñir frustrado, mientras observaba el resultado de aquel choque.

Ritchie.- ¿Qué te ocurre, Paul?

Paul.- Le falta poder.

Ritchie.- ¿Qué?

Paul.- Fue patético. Incluso incrementando el poder de la Taladradora con la habilidad especial de Francotirador no fue suficiente. No estoy ni cerca del poder que poseía el Claydol al que me enfrenté.

Ritchie.- Yo… Comprendo lo que dices, el Swampert contra el que luché superaba esa fuerza por mucho.

Paul.- Somos patéticos, ¿cómo les haremos frente a esos Pokémon si deciden regresar?

Ritchie.- ¿Crees que vuelvan?

Paul.- Aun si no lo hicieran, estoy seguro que en la Liga de Campeones nos toparemos con entrenadores igual de fuertes.

Ritchie.- Lo sé, es por eso que estamos entrenando. ¿Recuerdas? Tenemos que fortalecernos.

Paul.- ¿Cómo nos fortaleceremos tanto? ¡Tenemos que ganar más poder!... ¿Pero cómo?

Ritchie.- Confía en tú Pokémon. Sé que parece difícil, pero nos haremos fuertes juntos… Tenemos que…

Paul.- Eso ya lo sé, confió plenamente en mi Fearow. Lo único que debo hacer es encontrar la manera de hacerlo mucho más poderoso que aquel Claydol.

Pero Paul y Ritchie no eran los únicos campeones que estaban preocupados por el regreso de aquel enemigo que los atacó. En otro sector del laboratorio, Casey y Trip tenían un combate de entrenamiento entre el Magmar de la chica contra el Durant del chico, Y cerca de ahí, Morrison se encontraba haciendo su propio entrenamiento solitario, golpeando árboles con su Girafarig y su Growlithe.

Todos tenían los mismos pensamientos, pues se habían dado cuenta de la gran diferencia de poder que tenían en comparación a los Pokémon que los atacaron. Se sentían preocupados, frustrados, un poco deprimidos, pero… ¿Ansiosos? Se habían encontrado con un muro, pero sabían que si querían llegar a la cima, que si de verdad querían convertirse en Maestros Pokémon, deberían escalar ese muro. Sabían que en la Liga de Campeones e incluso después de ella encontrarían muros más grandes que ese.

Debían fortalecerse y no tenían mucho tiempo. Por otro lado, eso era una ventaja, pues aquellos cinco jóvenes eran la clase de entrenadores que progresaban más rápido cuando tenían un desafió que los superaba en frente de ellos.

La batalla entre Ash y Max estaba llegando a su clímax, por lo que el muchacho de anteojos se estaba poniendo un poco nervioso. Había esperado este combate durante mucho tiempo y por eso mismo hacía su mejor esfuerzo, pero aunque comenzó bien, la situación se tornó desfavorable. Se había llevado una victoria, pero Ash le llevaba la delantera con dos victorias. Era su última oportunidad de darle las vueltas a la cosa, pues si Ash vencía a su cuarto Pokémon se coronaría como el ganador del combate. Por otro lado, si Max conseguía una victoria más, todo terminaría en un empate.

Eso era lo mejor que Max podía lograr, debía asegurarse de llevar el combate a un empate y para lograrlo debía utilizar su as bajo la manga. Enviaría a su Pokémon más poderoso y con él vencería al cuarto Pokémon de Ash, sea cual fuera.

Ash.- ¡Es un Gallade!

Max.- Así es, Gallade nunca me ha fallado antes. Creo que es el Pokémon indicado para finalizar nuestro combate.

Ash.- Déjame adivinar, es el mismo Ralts al que ayudamos en aquella ocasión. ¿Verdad?

Max.- Jajaja, veo que aún lo recuerdas.

Ambos recordaban con nostalgia como durante sus viajes por Hoenn se encontraron a un Ralts enfermó y Max hizo todo lo que estaba en su poder para llevarlo al Centro Pokémon mientras que Ash se enfrentaba al Equipo Rocket. Fue la primera vez que Max tuvo tanta responsabilidad sobre sus hombros y al final hizo un gran trabajo, acabo encariñándose con Ralts y prometieron volverse a ver cuándo el muchacho se convierta en entrenador. Aparentemente, había cumplido aquella promesa.

Ash.- Quizá después del combate debamos llevar a Gallade con Glalie, seguro que estará muy contento por ver a su viejo amigo.

Max.- Mucho más ahora que ambos han evolucionado jajaja.

Ash.- Aunque sí de verdad voy a enfrentar a Gallade será un oponente difícil. ¿Estás listo para nuestro combate final, Max?

Max.- Llevó mucho tiempo esperando, Ash. ¡Estoy más que listo!

Ash.- ¡Entonces pienso ir con todo! ¡Adelante, Pikachu!

Pikachu.- ¡Pika!

Clemont.- ¿Están listos?

Ash.- Por supuesto.

Max.- Estoy listo, comencemos el combate.

Aun con sus palabras, Max se encontraba nervioso. Enfrentar al Pikachu de Ash era un reto a tener en cuenta, estaba claro que el Campeón de Kalos no se iba a contener. El joven de anteojos fue testigo en más de una ocasión del poder que poseía el roedor eléctrico cuando luchaba junto a su entrenador y estaba claro que habían mejorado bastante desde Hoenn. El público estaba expectante y aunque se encontraba algo intimidado, una sonrisa se formó en los labios de Max. Por alguna razón se sentía realmente emocionado.

Clemont.- ¡Comiencen con el combate!

Ash.- ¡Comienza con Placaje de Voltios!

Pikachu.- Pikapikapikapika, ¡Pika!

Max.- ¡Teletranspórtate, Gallade!

El roedor eléctrico inició corriendo a toda velocidad, al mismo tiempo que se cargaba en energía eléctrica, el movimiento más poderoso de Pikachu. Sabiendo de primera mano el poder de dicho ataque, Max le ordenó a su Gallade que se teletransportará justo a tiempo para evadirlo. Esto no solamente le serviría como defensa, sino también para contraatacar.

Max.- ¡Ahora, Gallade! ¡Usa Cuchillada!

Ash.- ¡Defiéndete con Cola de Hierro!

El Pokémon de Max se transportó justo a espaldas de Pikachu y estaba a punto de cortarlo con las cuchillas de sus brazos, pero el roedor reaccionó a tiempo defendiéndose con su cola. Brillando en un tono metalizado, la cola de Pikachu comenzó a chocar contra las cuchillas de Gallade, aunque ninguno parecía ceder.

Ash.- ¡Usa Trueno! ¡Ahora!

En medio del intercambió de ataques, Pikachu cargó su energía eléctrica en la cola y la disparó de golpe, tomando por sorpresa a Gallade. Max solo podía ver como su Pokémon era golpeado de lleno con todo el poder eléctrico de su oponente.

Ash.- ¡Sigue así, Pikachu! ¡Continúa con tu Rayo!

Max.- ¡Debes resistir, amigo! ¡Protégete con Velo Sagrado!

Pikachu continuaba descargando toda su energía y Gallade apenas podía resistirlo. Siguiendo las órdenes de su entrenador, Gallade comenzó a rodearse con energía psíquica, reduciendo significativamente el daño del Trueno y evitando quedar paralizado. Aun así, todavía se veía muy lastimado, por lo que Max comenzó a pensar en alguna otra estrategia.

Max.- ¡Teletranspórtate nuevamente y ataca con A Bocajarro!

Ash.- ¡Defiéndete con Electrobola, Pikachu!

Gallade desapareció nuevamente y reapareció a espaldas de su oponente, listo para golpearlo con todas sus fuerzas. Sin embargo, Pikachu se volteó antes de que el Pokémon psíquico pueda golpearlo y le arrojó una Electrobola desde su cola. Gallade hizo su mejor esfuerzo, bloqueándolo con sus cuchillas.

Max.- ¡Buen trabajo, Gallade! ¡Sigue así!

Ash.- ¡No lo creó! ¡Cola de Hierro!

Mientras Gallade hacía lo que podía por detener la Electrobola; Pikachu hizo brillar su cola y golpeó la Electrobola, incrementando su poder y haciéndola estallar encima de su oponente.

Max.- ¡No! ¡Gallade!

Ash.- ¡Así se hace, Pikachu!

Pikachu.- ¡Pika!

Mientras Ash felicitaba a su Pokémon, Max observaba como estaba perdiendo la ventaja del combate. Cuando buscaba alguna estrategia que le permita darle la vuelta a la batalla, no pudo evitar recordar con nostalgia aquella época cuando viajaba con Ash en Hoenn.

En aquella época, él vivía en el gimnasio de su padre y lo consideraba como su héroe personal. De hecho, pensaba que con todo lo que habría estudiado sobre los Pokémon estaba más que listo para convertirse en un gran entrenador y ser el sucesor del gran Norman. Fue entonces que conoció a Ash…

En un principio lo subestimó, pensando que con todo lo que había estudiado podría hacer un mejor trabajo del que hacía Ash en caso de ser entrenador. Sin embargo, el tiempo y su viaje se encargaron de mostrarle lo equivocado que estaba y como la teoría era muy distinta de la realidad. A medida que observaba los combates de Ash no podía evitar emocionarse, sorprenderse por todas aquellas estrategias improvisadas y poco ortodoxas o finalmente alegrarse y festejar las victorias de Ash. Comenzó a verlo como un entrenador increíble y aspiraba a ser como él.

Y no solo comenzó a respetarlo como entrenador y aprender de él, sino que acabó convirtiéndose en el mejor amigo que Max había tenido. Él comenzó a enseñarle muchas cosas y aconsejarle cuando él estaba deprimido, pensativo o tenía algún problema. Max sentía que Ash lo comprendía y viajar con él era bastante divertido. Era alguien en quien podía confiar, alguien dispuesto a hacer hasta lo imposible para protegerlo ante los peligros y quien incluso se unía a él en alguna de sus travesuras. De alguna manera, Max comenzó a ver a Ash como si se tratará de un hermano mayor.

Pero como era un niño en ese entonces, no pudo evitar sentir cierta envidia al ver como Ash y su hermana progresaban a pasos agigantados. Cada que ellos ganaban una batalla y él se emocionaba al festejar su victoria, no podía evitar el deseo de estar en su lugar. Quería tener a su propio Pokémon, quería tener combates tan emocionantes como los que Ash y May tenían, quería perseguir sus sueños con la misma fuerza que ellos, quería luchar a su lado, como iguales. Esa fue la razón por la que hicieron era promesa, es por esa razón que Ash le prometió una batalla el día que se convierta en entrenador.

Habían pasado ya cuatro años desde entonces y ahora Max era un entrenador Pokémon. Finalmente estaba teniendo este combate, después de tantos años, finalmente Max estaba enfrentando a Ash como a un igual. Ya no tenía que quedarse en las gradas observando el combate, ahora era él quien estaba en el escenario, emocionándose con su propia batalla y eso era una sensación muy distinta a solo observar.

Al ver como Ash lo tomaba enserio y disfrutaba el combate, al ver uno de sus sueños cumplirse, al estar frente a frente combatiendo con su ídolo, con la persona a la cual veía como un hermano mayor… Max no pudo evitar llorar. Nunca en su vida había sido tan feliz como en este momento.

Ash.- ¿Max? ¿Estás bien?

Max.- No te distraigas, Ash… Mi Gallade aún puede combatir…

El chico sonreía mientras que las lágrimas escapaban por debajo de sus anteojos y este se veía obligado a limpiarlos. Ash y Pikachu, que hasta hace unos segundos estaban preocupándose por él, vieron su sonrisa y comprendieron sus sentimientos. Lo darían todo en esta batalla.

Ash.- ¡Espero que estés preparado, Max! ¡Quiero ver todo tu poder!

Max.- ¡Entonces te lo voy a mostrar!

Ash.- ¡Usa Trueno!

Max.- ¡Velo Sagrado! ¡Bloquéalo!

Sintiendo los sentimientos de su entrenador, gracias a la sincronía que tenían, Gallade se levantó con fuerzas renovadas y se rodeó con su poder psíquico, bloqueando el poderoso rayo que Pikachu le había arrojado.

Max.- ¡Ahora, Gallade! ¡A Bocajarro!

Tomando a Pikachu y Ash por sorpresa, el Gallade de Max cargó a gran velocidad y se apareció frente al roedor. Antes de que este pudiera reaccionar, el Pokémon psíquico le comenzó a repartir castigo, variando entre poderosos puñetazos y patadas.

El Campeón de Kalos intentaba pensar en alguna estrategia mientras veía como el Pokémon de Max le estaba dando una golpiza a su Pikachu y no podía hacer nada para liberarse. Por un momento consideró la posibilidad de que su habilidad se activara y fuera salvado por Electricidad Estática, pero rápidamente desecho eso. Max ya había visto esa habilidad durante su combate con Norman y utilizando Velo Sagrado con su Gallade la había neutralizado. Estaba en un apuro, pero todavía se guardaba estrategias que Max no conocía.

Ash.- Eres muy bueno, Max… ¡Pikachu! ¡Contraescudo!

Mientras estaba siendo golpeado por Gallade, el roedor eléctrico comenzó a rodar sobre sí mismo, al tiempo que liberaba sus descargas. Esto provocó una especie de tornado de electricidad a su alrededor, por lo que Gallade tuvo que retroceder.

Max.- ¿Un movimiento que sirve tanto para defender como para atacar? No dejas de impresionarme, Ash. ¡Pero necesitarás más que eso! ¡Teletransporte!

Y nuevamente Gallade desapareció del campo. Pikachu intentó concentrarse buscando en donde iba a reaparecer, pero se llevó una sorpresa, pues ni bien reapareció se transportó de nuevo.

Pikachu.- ¿Pika?

Ash.- ¡Concéntrate, Pikachu!

El roedor estaba comenzando a confundirse, pues Gallade aparecía y desaparecía continuamente, al punto en que ni siquiera podía seguirlo. Es así como no pudo reaccionar cuando Gallade se apareció en frente suyo y lo mandó a volar con una Cuchillada.

Ash.- ¡Pikachu!

Max.- ¡Es ahora o nunca! ¡Gallade, atácalo con tu Cuchillada más poderosa!

Ash.- ¡Usa la cola, Pikachu!

El ratón se encontraba muy malherido, por lo que Gallade aprovechó para acercarse a máxima velocidad y finalizarlo. Pero antes de que pueda llegar, Pikachu hizo muestra de sus reflejos, apoyando su cola en el suelo y usándola como resorte para elevarse por los aires y esquivar la Cuchillada.

Ash.- ¡Es nuestra oportunidad! ¡Placaje de Voltios!

Max.- ¡No podrá esquivarlo! ¡Contraataca con Cuchillada!

Aun desde el aire, Pikachu comenzó a caer en picada mientras cargaba su electricidad, aprovechando el poder de la gravedad para fortalecer su ataque. Gallade, por otro lado, intentó contrarrestarlo, cortando con sus cuchillas en el momento justo y aplicando la Cuchillada más fuerte que nunca antes había utilizado. El resultado fue una nube de humo provocada por la explosión entre ambos ataques.

Ash.- ¡Pikachu!

Max.- ¡Gallade!

Todos los observadores estaban muy metidos en el combate, expectantes por cuál de los dos Pokémon seguiría en pie una vez que el humo se despeje. Todos en el lugar habían quedado sin palabras y la espera parecía interminable. Fue Clemont quien vio sorprendido el resultado del combate y cumplió su labor como referí.

Clemont.- ¡Ni Pikachu ni Gallade pueden continuar! ¡Está batalla terminó en un empate!

Max.- ¿Un empate?

Clemont.- Con esto, Max tiene una victoria y un empate, mientras que Ash tiene dos victorias y un empate. Por lo tanto, el ganador de este combate es Ash Ketchum de Pueblo Paleta.

La batalla había llegado a su fin y los espectadores murmuraban emocionados sobre el resultado de la batalla. Bonnie y Bel eran quienes más emocionadas parecían; Sawyer y Conway comparaban la información que habían tomado de la batalla; Trevor y Tierno hablaban de lo mucho que Ash había mejorado en poco tiempo; Stephan y Zoey por su lado parecían más impresionados por el desempeño de Max; Drew y Harley parecían bastante orgullosos del chico de su región; mientras que Cameron y Barry se habían puesto a gritar de la emoción (este último hablando sobre multar a todos) y Shauna intentaba tranquilizarlos.

En el campo de batalla, Max regresaba a su Gallade al interior de la Pokéball, se encontraba algo desanimado pero aún conservaba una sonrisa en el rostro. Estaba satisfecho con esa batalla. Fue en ese momento que Ash se le acercó con su Pikachu en brazos.

Ash.- Felicidades, Max. Fue un combate excelente.

Max.- Gracias, Ash.

Ash.- Gracias a ti, amigo. Estoy orgulloso, te has vuelto muy poderoso. Me sorprendiste con muchas de tus estrategias.

Max.- Oye, Ash…

Ash.- ¿Qué ocurre?

Max.- Quiero que ganes la Liga de Campeones, tienes que ganarla. Así cuando yo consiga ganar la Liga Hoenn podré desafiarte a una revancha en la próxima Liga de Campeones. ¿Qué te parece?

Ash.- Esperaré esa revancha con ansias.

Max.- ¿Es una promesa?

Ash.- Es una promesa. Nuestro siguiente combate será en una futura Liga de Campeones.

Pikachu.- ¡Pika!

Ambos se estrecharon las manos y mientras lo hacían, Ash se daba cuenta del crecimiento de su viejo amigo. El orgullo que sentía en esos momentos era bastante grande, estaba seguro de que Max llegaría lejos en un futuro y estaba impaciente por enfrentarlo cuando eso ocurra.

El apretón de manos fue interrumpido por la llegada de May, Dawn y Tracey, quienes sonreían al ver a Ash y Max.

Dawn.- Ese fue un gran combate, los dos se lucieron.

Tracey.- Déjame a Pikachu, Ash. Lo mejor será que lo lleve para curarlo.

Ash.- Gracias, Tracey.

Cansado después de un combate tan intenso, Ash le pasó su Pikachu y las Pokéball de Scraggy, Muk y Unfezant a su amigo Tracey. Max aprovechó de hacer lo mismo con los Pokémon que había utilizado en el combate.

May.- Supongo que no vas a dejar de hablar de esta batalla durante algunos meses, ¿no es así, Max?

Max.- May…

May.- Tranquilo hermanito, era solo una broma. Lo hiciste realmente bien, quedé metida en el combate.

Max.- Gracias, hermana. Odio admitirlo, pero no hubiera durado tanto si no me hubieras ayudado con el entrenamiento.

Ash.- Así que tú entrenaste con Max, ¿no es así, May?

May.- Jaja, no fue la gran cosa. Aunque valió la pena por este resultado.

Ash.- ¿Resultado?

May.- Estas sonriendo y has vuelto a ser el Ash de siempre. Creo que mi plan fue un éxito.

Max.- Misión cumplida jaja.

Ash.- May, Max, yo…

May.- Ese es el Ash que tanto queremos.

Dawn.- Eso mismo. Ese es el Ash que siempre nos da ánimos y nos ayuda cuando lo necesitamos.

May.- Solo recuerda que nosotras también podemos ayudarte cuando te sientas mal.

Dawn.- Ya no estás solo, puedes contar con nosotras para lo que sea.

Ash.- Yo… Gracias, chicas.

Con una amplia sonrisa en su rostro, Ash tomó por sorpresa a Dawn y May y abrazó a ambas compañeras de viaje, mientras que Max y Tracey lo observaban con una sonrisa. El entrenador de Pueblo Paleta estaba realmente agradecido con sus amigos y ahora tenía más determinación que nunca. El momento de deprimirse se había acabado, había llegado la hora de fortalecerse. Ash entrenaría junto a sus Pokémon y se haría aún más fuerte de lo que ya era, lo suficiente como para poder proteger a las personas y Pokémon que ahora consideraba como parte de su familia. Poco importaba las dificultades que les aguardaba el futuro, Ash no permitiría que nadie les haga daño.

Lo que Ash no sospechaba, era que casi al mismo tiempo, una amenaza grande se estaba formando. Pues en una ubicación desconocida, se estaban reproduciendo vídeos que mostraban los combates de los Campeones de Liga contra los Pokémon de Dakim.

Ehin.- Ahí lo tiene jefe. Toda la información que pudimos recolectar acerca de los Campeones de Liga de este año, además de otros entrenadores interesantes.

El villano conocido como Ehin, quien había visitado Pueblo Paleta el día anterior se encontraba dando su informe a su jefe, una silueta misteriosa que se podía ver a través de una video llamada.

-Ja, ciertamente son entrenadores interesantes. Ahora comprendo porque el viejo presidente de la Liga fue a verlos en persona.

Ehin.- Tienen talento, es cierto. Pero, ¿cree que podamos reclutar a alguno de ellos para nuestra organización?

-Necesitaremos más información para determinar eso. Quiero que envíes a alguien para recolectar más datos, pero diles que se mantengan ocultos y traten de pasar desapercibidos.

Ehin.- A la orden, señor. Después de todo, tenemos peones más que suficientes para cumplir con esta misión.

-Vamos a descubrir si esos peones son dignos de pertenecer al Equipo Armagedón.

En el mismo lugar, pero en otra habitación, un grupo de personas de aspecto intimidante observaban las mismas grabaciones de Ash y los Campeones combatiendo contra Dakim. Sin embargo, muchos de ellos las observaban con sorpresa, rabia o remordimiento, como si reconocieran a los entrenadores del vídeo.

-Esos chiquillos… No creí que los volvería a ver tan pronto.

-¿Tú también conoces a esos miserables? ¡Por culpa de esos de ahí acabé en prisión!

-La vida está llena de coincidencias. Quien pensaría que volvería a ver a los mocosos que echaron a perder mis planes.

-Por culpa de ellos perdí a mi jefe… Esos tres que fueron elegidos por Uxie, Mesprit y Azelf.

-Tienes un nuevo jefe ahora, chica. Será mejor que te acostumbres.

-¡Cállate inútil!

-¿Acaso quieres pelea?

-Tranquilos, no debemos pelear entre nosotros.

-Yo no conozco a ninguno de esos "campeones", pero no parecen la gran cosa.

-Será mejor que no los subestimes. Yo lo hice y acabé perdiéndolo todo…

-Ahora estamos en el Equipo Armagedón, son ellos quienes no deben subestimarnos.

-Es verdad, ninguno parece lo suficientemente fuerte para enfrentar a los Pokémon Sombríos.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe, revelando la llegada de Ehin, quien avanzó despreocupadamente entre los criminales que se habían reunido. Luego se detuvo frente a dos de ellos y los observó fijamente.

Ehin.- Felicidades, caballeros. El jefe tiene una misión para ustedes dos.

Los dos hombres, uno alto y robusto y el otro bajito y cabezón sonrieron con malicia. Les emocionaba salir a cumplir una misión, sea cual fuera… Pronto, el Equipo Armagedón volvería a visitar Pueblo Paleta.


Continuará…


OMAKE.


En el laboratorio del Profesor Oak, una de las más grandes batallas estaba a punto de llevarse a cabo. La tensión se sentía en el ambiente, mientras que dos chicas se miraban fijamente la una a la otra. La primera estaba acompañada por un Jigglypuff y la segunda estaba junto a un Slurpuff. Se trataba ni más ni menos que de Úrsula, la Coordinadora de Sinnoh y Miette, la Performer de Kalos. Ambas se veían confiadas, pero al mismo tiempo estaban serias, pues estaban a punto de tener un gran enfrentamiento y solo una de ellas continuaría con el orgullo intacto.

Miette.- Espero que estés lista. No hay forma de que puedas superarme.

Úrsula.- Estas mordiendo más de lo que puedes tragar. Déjame enseñarte a respetar a la verdadera maestra.

Tras intercambiar otra mirada desafiante, ambas se prepararon y sacaron lo necesario para arreglar el conflicto de una vez por todas… Miette sacó una bandeja llena de Pokélitos, mientras que Úrsula hizo lo propio con su bandeja de Pokochos. Un poco más apartadas se encontraban Dawn y May, con una gotita en la frente.

May.- Entonces… ¿Para qué estamos nosotras aquí, exactamente?

Dawn.- Eso mismo, Úrsula. No parece que nos necesites.

Úrsula.- Es obvio, Dawn. Se supone que ustedes dos son de las mejores Coordinadoras del país. Así que se encargarán de juzgar cual sabe mejor, si mis Pokochos o esos Pokélitos.

Dawn.- No estoy segura de que esto sea una buena idea…

May.- Pues a mí me gusta ser jueza en concursos de comida. Aunque en este caso sea comida Pokémon.

Miette.- Aunque no es necesario que juzguen, está claro que mis Pokélitos son superiores.

Úrsula.- Pareces muy segura de tu victoria…

Miette.- Quizá no lo sepas, pero incluso entre otras Performers, mis Pokélitos destacan como los mejores de todo Kalos. Tengo muchas competencias que lo demuestran.

Úrsula.- Eso será en Kalos. Estás ante una maestra coordinadora, preparar Pokochos de excelente calidad es algo cotidiano para mí. Ningún Pokémon puede resistirse a mis Pokochos.

Dawn.- Excepto quizá mi Pachirisu…

Úrsula.- ¿De lado de quien estás?

Dawn.- Soy una jueza, se supone que debo ser neutral.

May.- Mejor comencemos con el espectáculo. Vamos a ver qué tal saben esos Pokélitos y Pokochos.

Con curiosidad, May y Dawn se acercaron a probar ambas recetas. Pero en ese mismo momento, una de las Pokéball de May se activó por si sola y cierto Pokémon se materializó ante la mirada asombrada de las coordinadoras.

May.- ¡Munchlax!

Munchlax.- ¡Monch!

Sin perder ni un solo segundo, el pequeño Munchlax salió corriendo con una velocidad inusual para su especie. Y antes de que Úrsula o Miette pudieran reaccionar, el Pokémon de May había devorado tanto Pokélitos como Pokochos de un solo bocado.

May.- ¡Lo siento tanto! ¡Usaré la sorpresa rosa de May!

Viendo que su Munchlax seguía con hambre, May le arrojó uno de sus Pokécubos especiales, pues era el único capaz de saciar su voraz apetito. Una vez satisfecho, Munchlax se recostó sobre el césped, mientras que May se disculpaba ante unas enfadadas Miette y Úrsula.

Dawn.- Es una pena, ahora no podrán terminar la competencia.

Úrsula.- Me parece que me estás subestimando, Dawn. Una buena coordinadora siempre viene preparada.

Para sorpresa de todas, Úrsula sacó su Pokochera, la cual tenía en su interior una gran cantidad de Pokochos. La coordinadora había preparado reservas en caso de que algo salga mal, por lo que ahora llevaba la delantera. Úrsula cruzó sus manos de manera arrogante, haciendo un gesto con sus dedos, mientras Miette la observaba con frustración.

Úrsula.- Supongo que no guardaste ninguna reserva. ¿O sí?

Miette.- Pensaba regalárselos a Ash, pero no me queda de otra. ¡Déjame mostrarte mis Pokélitos!

Efectivamente, Miette tenía una buena cantidad de Pokélitos guardados, por lo que el duelo acababa de reanudarse. Ambas se voltearon a las coordinadoras que harían de jueces.

Miette y Úrsula.- ¡Prueben nuestra receta!

Y justo en ese momento, otro Pokémon salió de su Pokéball sin que nadie lo haya llamado previamente. Solo que en esta ocasión, era mucho más grande que Munchlax.

Dawn.- Oh no… Mamoswine, aun no es hora de comer.

Mamoswine.- ¡Moooooooo!

Guiado por su olfato, el gigantesco Mamoswine se abalanzó contra unas espantadas Miette y Úrsula que no tuvieron más opción que salir corriendo para proteger sus Pokélitos/Pokochos. Por desgracia para ellas, Mamoswine fue más rápido y consiguió atraparlas. Jigglypuff y Slurpuff comenzaban a dudar en si sería buena idea ir a ayudar a sus entrenadoras, Munchlax lo ignoraba todo y reposaba de lo más contento sobre el césped. En cuanto a May y Dawn…

Dawn.- Oye May, creo que voy a necesitar una de tus "sorpresas rosas de May"

May.- Tomando en cuenta el problema al que te enfrentas, creo que te dejaré la receta.

Aquel día, Munchlax y Mamoswine comieron hasta quedar satisfechos, mientras que sus entrenadoras tuvieron que disculparse. ¿En cuánto a la competencia entre Miette y Úrsula? Pues tras ser perseguidas por un Mamoswine hambriento, se pusieron a charlar y descubrieron que tenían mucho en común, por lo que se hicieron buenas amigas.


Fin.


ANALIZANDO AL ENTRENADOR, CON EL PROFESOR OAK.


Profesor Oak.- ¡Hola a todos! ¡Aquí el Profesor Oak! En el capítulo de hoy, pudimos ver un gran combate entre dos viejos amigos. Me sorprendió, pero Max fue capaz de poner a Ash en muchos aprietos. Ciertamente ese muchacho se ha convertido en un buen entrenador. Todavía recuerdo cuando él vino a visitar mi laboratorio junto a su hermana... ¡Vamos a analizar a ese muchacho!

Perfil de Entrenador
Nombre: Max Haruka.
Clase: Entrenador Pokémon.
Región de Origen: Hoenn.
Historia: Originario de Ciudad Petalia, Max es el hijo de Norman, uno de los líderes de gimnasio más poderosos y hábiles de la región Hoenn. Se crió junto a May, su hermana mayor y aunque siempre estaban peleando, ambos hermanos eran muy unidos.
Desde muy pequeño se interesó en los Pokémon y comenzó a estudiar todo lo que podía sobre ellos. Después de ver lo fuerte que era su padre en las batallas Pokémon, el niño comenzó a admirarlo como un héroe, una figura a seguir y desde ese momento, Max decidió que se convertiría en un poderoso entrenador, digno de ser el sucesor de Norman.
Sabiendo que un objetivo como ese no sería nada fácil, Max se sumergió en estudios sobre Pokémon, no solamente estudiando libros, sino que también siguiendo y observando diversas competencias y torneos de Pokémon en distintas regiones. Con todo el conocimiento que había adquirido, Max estaba realmente confiado en sí mismo. Ya tenía todo lo necesario para convertirse en un entrenador legendario, solamente le faltaba un pequeño detalle: Cumplir los 10 años.
Siendo un niño pequeño, Max todavía no tenía la edad para entrenar Pokémon y la espera se le hacía eterna. Mucho más cuando su hermana cumplió los 10 años y emprendió un viaje para conseguir su Pokémon inicial. Esto le causó algo de envidia a Max, quien estaba seguro de que podía hacerlo mucho mejor que su hermana May, quien no tenía el conocimiento básico sobre el entrenamiento Pokémon.
Fue entonces que su hermana regresó a casa, pero no lo hizo sola. Estaba acompañada por un entrenador de Kanto, quien en un principio no parecía la gran cosa: Ash Ketchum. Max lo conocía por haberlo visto en un torneo de televisión, pero parecía un entrenador regular y no un gran experto. Aun así, el verlo viajando junto a su hermana le dio una gran idea, si May estuviera acompañada por un entrenador veterano para protegerla, entonces sus padres le podrían dar permiso para viajar junto a ellos.
Fue así, como a los 7 años y sin tener edad para capturar Pokémon, Max comenzó a viajar por toda la región Hoenn, acompañado de May, Ash y Brock, un Criador Pokémon que se les uniría más adelante. En un principio, estaba muy emocionado por su viaje, pensando que él sería el mejor preparado del equipo y que su hermana sería una buena entrenadora con sus consejos.
Fue entonces que recibió un duro golpe de realidad. Las cosas que encontró durante su viaje eran muy diferentes a las que había estudiado y no estaba preparado para la mayoría de ellas. Encontró muchas dificultades, metiéndose en problemas con Pokémon salvajes a los que intentaba calmar y viendo como las estrategias que aconsejaba simplemente no funcionaban. De hecho, llegado el momento, su grupo de viaje acabó en la Escuela de Entrenadores y Max pudo por primera vez usar un Pokémon en combate… Dando como resultado una derrota aplastante. Se dio cuenta de que las cosas no eran tan fáciles como pensaba y aun no estaba preparado para ser un entrenador Pokémon.
Pero aun con esto, Max fue testigo de cosas realmente mágicas durante su viaje con el grupo de Ash: Fue testigo por primera vez de la evolución de un Pokémon, fue testigo de combates realmente impresionantes, hizo amistad con muchos Pokémon salvajes e incluso creó un lazo con el legendario Jirachi. A medida que avanzaba su aventura comenzó a aprender diferentes cosas, dándose cuenta de lo poco que conocía en un principio, pero aumentando su hambre de aprendizaje.
De igual manera comenzó a cambiar la percepción que tenía acerca de sus compañeros de viaje. Se hizo muy cercano a Brock, quien siempre le enseñaba todo sobre los Pokémon y lo sorprendía con todo su conocimiento. Quedo realmente sorprendido al ver los avances de su hermana May y pasó de subestimarla e intentar decirle que hacer a apoyarla firmemente y aprender de ella. Pero con quien más cambio su opinión fue con Ash Ketchum, quien demostró ser mucho mejor entrenador de lo que Max pensó en un principio. A menudo se veía sorprendido por los logros de su amigo y sus métodos poco convencionales, no solo al momento de luchar sino también al capturar Pokémon. Sin darse cuenta comenzó a apoyarlo y verse sumergido en sus combates, comenzaron a llevarse realmente bien, pues ambos compartían un gran amor y cariño hacía los Pokémon. Poco a poco, comenzó a verlo como un hermano mayor y admirar su fuerza. Por eso mismo tuvo muchos conflictos al ver como Ash derrotó a su padre, Norman.
Y es que con el tiempo, Max comenzó a sentirse celoso de Ash y de May. Ya no quería ser un simple observador, quería combatir junto a ellos. Él también quería formar parte de esas batallas tan emocionantes, quería ser él quien luchará con Ash o Norman, quería tener algún Pokémon al que cuidar o entrenar. Mientras veía el lazo tan cercano que Ash y May poseían, se sentía algo apartado por ser el único del grupo que no tenía ningún Pokémon.
Viajó junto a Ash, Brock y May por las regiones de Hoenn y Kanto, pero finalmente llegó el momento en que todos debían separarse. Fue ahí cuando no aguanto más y se desahogó con Ash, contándole como se sentía. Afortunadamente, Ash consiguió animarlo, diciéndole que en el futuro se convertiría en un gran entrenador y tendrían una batalla la próxima vez que se encuentren.
Esta promesa se volvió el motor que impulsaría a Max durante los próximos años. Mientras que su hermana se fue a Johto para continuar su viaje, él se quedó en el gimnasio de su padre, aplicando lo que había aprendido de Brock para cuidar a los Pokémon de su padre. Norman comenzó a entrenar a su hijo, preparándolo para cuando finalmente llegué el momento en que finalmente pueda conseguir su primer Pokémon.
Max aprovechó todo ese tiempo para prepararse y mejorar lo más posible, pero el tiempo de espera se le hacía interminable. Aun así, Max aguanto por varios años, hasta que finalmente cumplió los 10 y pudo ir a recibir su Pokémon inicial.
Así fue como tras la larga espera, el viaje finalmente dio inicio. Max comenzó a recorrer toda la región de Hoenn junto a su Treecko y lo primero que decidió hacer fue volver a ver y encontrarse con aquellos Pokémon con los que había hecho amistad mientras viajaba con Ash. Desde aquel Shroomish hambriento de la mansión abandonada, pasando por el Mightyena que ayudó a evolucionar o el travieso Shuppet con el que hizo amistad, hasta llegar al Ralts con el que hizo aquella promesa. Fue así como consiguió un equipo muy poderoso, pero todavía no se sentía listo para desafiar la Liga Hoenn, por lo que decidió entrenar junto a sus nuevos Pokémon, volviéndose muy poderoso en poco tiempo.
Fue entonces que escuchó acerca de cómo su viejo amigo Ash salió campeón de la Liga Kalos. Recordando la antigua promesa que hicieron, Max decidió que esta era la mejor oportunidad para enfrentarse contra Ash. Listo para cumplir aquel sueño, Max y sus Pokémon emprendieron un viaje hasta Pueblo Paleta, para reencontrarse con Ash y que este lo reconozca como un gran entrenador.
Equipo Pokémon: Grovyle/Brelloom/Mightyena/Shuppet/Gallade/Crawdawnt

Profesor Oak.- Es interesante ver lo mucho que este muchacho ha avanzado en tan poco tiempo como entrenador. Es un chico bastante inteligente y se nota que el haber viajado previamente junto a Ash le sirvió demasiado. Su estilo de combate es más estratégico y utiliza mucho de lo que aprendió en el pasado, desde métodos de entrenamiento hasta algunas estrategias, las cuales ha modificado levemente dándole su propia esencia. Sin duda será un entrenador extremadamente poderoso en un futuro, un rival de temer.


Y volvemos con otro capítulo del fic, en esta ocasión con uno de los eventos más esperados de toda la historia: El combate prometido entre Ash y Max.

No estoy seguro de si algún día veamos este combate en el anime, pero me parece que la promesa que se hicieron esos dos tras la Batalla de la Frontera es algo realmente importante, por lo que tenía que incluirlo en la historia de una manera u otra. Además de que con esta batalla podía mostrar un poco mejor las habilidades de Max y los Pokémon que este posee (los cuales en su mayoría salieron en el anime). ¿Qué les pareció? ¿Cumplió sus expectativas?

La verdad es que a diferencia de la mayoría, me agrada bastante el personaje de Max. Quizá muchos se quedaron con la impresión del sabelotodo insoportable que era en su debut, pero es un personaje que cambia demasiado a lo largo de la serie. Tiene una buena evolución de personaje y su despedida con Ash se me hace realmente memorable.

Por otra parte, muchas cosas pasaron en la nueva temporada del anime. Ese Ash se está haciendo un equipo poderoso, con su recientemente capturado Riolu, esta temporada está impredecible y eso me agrada. Algo genial es que confirmaron el regreso de Korrina, la cual fue una de mis favoritas de XY, así que estoy bastante contento con verla de nuevo… Lo malo fue que congelaron el anime justo antes de su regreso, dejándome con el hype xD.

Y hablando de Korrina, ahora entrenará con Brock y Cilan para ver si son dignos de una Mega Evolución. Ya muchos me habían pedido que le dé a Brock el Mega Steelix que mostró en Sol y Luna (Tal y como ya mostré a Misty con su Mega Gyarados), así que ahora los cocineros favoritos de Pokémon deberán superar la prueba y obtener sus Mega Piedras. ¿Podrán hacerlo?

En fin, aprovecho para agradecer los reviews de:

CCSakuraforever: Si, la derrota afectó a Ash al punto de que no pudo ni pelear contra Kenny. Pero Gary lo ayudó a recuperar su confianza, sumado al esfuerzo que hicieron Dawn, May, Serena y Max para animarlo. Ahora tenemos a un Ash más fuerte que antes.

Elay Grimm: Jaja, todavía es muy pronto en la historia para ver por quien se acaba interesando nuestro prota, pero sí, Ash y Dawn continuaran teniendo interacciones como las de los últimos capítulos. Después de todo, la pareja que hacen esos dos me gusta bastante, pero cualquier cosa puede pasar conforme avance la trama.

Y bueno amigos, eso es todo. Yo me despido hasta el siguiente capítulo.