Lily Luna Potter

1 de septiembre de 2019

–¡Pero mamá yo quiero llevarme eso!

–Y yo te he dicho que no, ya me lo agradecerás.

Lily bufó y salió de su dormitorio, furiosa. ¿Por qué su madre no entendía que ya tenía 11 años y era mayor para saber lo que podía no llevarse a Hogwarts? ¡Quería esa diadema para su primer día! ¿Qué había de malo en que fuera una corona?

–¡Papá! –Entró corriendo a la cocina y abrazó al hombre–. ¡Dile a mamá que soy mayor!

–¿Qué ha pasado, Lils?

–No me deja llevarme mi diadema de princesa y todos sabemos que en Hogwarts voy a ser una princesa.

–Ya, mamá hace bien, Lils –intervino James, que lo estaba escuchando todo.

–¿Tú qué sabrás? –Le sacó la lengua–. Eres solo un aburrido que se cree muy guay.

–Creo que estás hablando de Albus ahora.

Lily suspiró y se sentó en una silla. Tenía que intentar colar esa corona como fuera. Lo mejor sería aprovechar el momento en el que su madre desayunara. No es que quisiera destacar, pero sabía que lo haría. ¡Iba a ser tan genial como James! Solo que más guapa y con más clase. Y mejores notas a ser posible para que sus padres no se enfadaran con ella, aunque, siendo sinceros, no solían enfadarse con la pequeña de la casa.

Ginny bajó al fin a la cocina y se puso a desayunar y Lily decidió poner en marcha su plan así que, fingiendo que iba al baño, subió a su dormitorio y escondió la diadema en su bolso. A lo mejor no se la ponía, pero tenía que llevársela solamente para contradecir a su madre. ¡Tenía ya 11 años y sabía lo que hacía!

Se miró en el espejo de su cuarto y se mordió el labio imaginando todas las aventuras que viviría y todo lo que aprendería. Se moría por empezar a hacer pociones, había estado leyendo a escondidas los libros de sus hermanos y le parecía la asignatura más interesante del mundo –¡y eso que solo había leído la teoría!–.

Se irguió, se colocó bien el pelo y sonrió con autosuficiencia.

Comenzaba su aventura.


N/A: Y terminamos con la que es para mí la más pequeña de los Weasley-Potter.

Espero que os hayan gustado estos pequeños drabbles y nos leemos pronto.

Muchos besos,

María :)