Título: Pescando

Fandom: DxD

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Pescando

Nos encontramos cerca de las costas de…, bueno, de algún país. En un pequeño barco pesquero se encontraban tres de los líderes de las tres Grandes Facciones, aunque de grandes tenían más bien poco. Se trataba de Azazel, Miguel y Sirzechs. Sirzechs estaba sentado en la borda del barco con una caña de pescar mientras Azazel y Miguel se quedaban observando el mar, intentando encontrar alguna presa para comer.

—Piiiitas, pitas, pitas…—Llamaba Sirzechs a todos los peces de aquella zona para que intentaran comerse el cebo.

—A ver si logramos atrapar al menos un mísero jodido boquerón —Gruñó fastidiado Azazel al tiempo que su estómago rugía por el hambre.

—Maldición compañero… Estos no se acercan… —Suspiró Miguel.

Parecía que el ángel había dicho amen, porque para sorpresa de los tres, un enorme tiburón surgió violentamente del agua. Los tres, asustados por tan repentina aparición, corrieron hasta el otro lado de la cubierta al tiempo que el tiburón dejaba inclinado el navío, con la mitad superior encima de cubierta y la otra mitad en el agua.

—… Me parece que vamos a necesitar un barco más grande… —Murmuró Azazel con asombro.

—Y también otro par de huevos… Porque los míos se me acaban de caer... —Dijo Sirzechs aún con el corazón a mil.

— ¡Guala! ¡Que pedazo de boquerón más tocho, ¿no?! —Exclamó Miguel con una sonrisa hambrienta.

Entonces Azazel asintió al tiempo que sacaba una pizarra de quién sabe dónde y dibujaba algo.

— ¡Atended muchachos, este es el plan! —Anunció mientras enseñaba la pizarra pintada. En ella se podían ver varios dibujos—. En primer lugar, os hacéis con la bombona de butano, luego lanzáis ese barril a la boca del tiburón, después Miguel disparará al barril de forma precisa para que su cabeza vuele en pedazos. ¿Lo habéis entendido? —Ambos varones asintieron a la pregunta—. ¡Venga muchachos, adelante!

— ¡Vamos allá! —Exclamó Miguel.

— ¡Es hora de comeeeer! —Sonrió Sirzechs, pero ésta desapareció al sentir como Miguel lo agarraba del cuello de la camisa—. ¿Eh? ¿Pero qué haces?

Entonces, con toda la fuerza que poseía, Miguel lanzó a Sirzechs hacia la boca del tiburón, quien abrió sus mandíbulas llenas de dientes afilados, zampándose al Maou.

— ¡Aaaaahhhhh! ¡P-P-Pero…! —Con dificultad Sirzechs pudo abrir la boca, totalmente aterrado—. ¡Pero que pedazo de cabrón! ¡Pero haz algo, ¿no?!

Para su sorpresa, Miguel creó varias dagas de luz, las cuales lanzó contra su objetivo, el cual en principio debía haber sido el tiburón, pero… Miguel chasqueó la lengua mientras Sirzechs le miraba ofendido. El Maou tenía las dagas clavadas en todo su cuerpo.

—Tú eres un hijo de puta desde la h hasta la a. Que lo sepas.

— ¡Pero que había que tirar un barril, Idiota! —Exclamó Azazel impactado, recriminando aquella acción de su hermano.

—Oh, es verdad.

Miguel agarró entonces la bombona de butano, la cual lanzó hacia Sirzechs, quien lo recibió con la cara. El tiburón, al sentir la ausencia de resistencia, volvió a cerrar la boca al tiempo que se tragaba a Sirzechs. Azazel y Miguel quedaron frente al tiburón, Azazel con los ojos medio cerrados y Miguel haciéndose el loco.

—Oye, pues lo hemos clavado y el tiburón no ha estallado.

—Ya bueno, oye Miguel, que eres un hacha. Tú entretenlo un ratito más que yo voy a ver si vuelo un poquito, ¿vale?

—Pero es extraño. El plan era perfecto. No lo entiendo.

A su espalda Azazel extendió sus alas, procediendo a marcharse.

—Creo que por allí debe estar Las Vegas.

—Oye Azazel, a ver si conoces este chiste —Pero el caído ya estaba muy lejos como para escuchar a su hermano mayor—. Esto es un barco que va al muelle y rebota.

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El enamorado

Moraleja: Cálico Electrónico forever !