Los personajes de Saint Seiya Clasico, Saint Seiy TLC NO me pertenecen.
Capitulo 1/5
Escapa si puedes.
Desde su salón de clases, debido a su mal hábito de mirar por la ventana, observo llegar los camiones. Sabía que significaba la llegada de estos vehículos, todos los que lo vieran lo sabrian.
-Profesor... -El hombre dejó de escribir y le miro- Me olvide el libro en el casillero.
-Ida y vuelta, Antiko. -El hombre entorno los ojos, el joven no tardó en salir del salón a paso tranquilo. Al hacerlo le arrojó un papel a su amigo ¡EL EJÉRCITO ESTÁ AQUÍ!.
No pasó mucho hasta que este salio del salon con otra excusa y la orden del profesor de supervisar que Antiko volviera de inmediato. Dando un largo rodeo al edificio y poniendo sobre aviso a otros chicos que por diversas razones no estaban en sus aulas. Terminando corrieron junto con ellos al muro de la cancha de deportes.
Otros chicos le habían seguido imitando su desesperada huida: tener 16 era peligroso en ese momento. Llega a cierto punto los otros jóvenes se separaron de ellos. Saltando paredes y entrando a jardines de desconocidos ellos llegaron a una de las casas.
-¡ABUELO KRETS! -El chico aporreo la puerta desesperado, un anciano con algunos mechones rojos abrió la puerta a los desesperados adolescentes.
-¡Degel! ¡Kardia! ¿Que hacen aqui? -Los menores entraron y se apresuraron a cerrar la puerta.- ¿No deberían de estar en la escuela?
-El ejercito esta en la escuela. -Al anciano se le cayó el bastón y se apresuró a tomar asiento en una silla cercana- Abuelo tengo miedo...
-¿Cómo escaparon?
-Vi justo cuando llegaban -Kardia trago grueso- Estaba mirando por la ventana... Y vi cuando llegaron con camiones...
-Una cosa es que recluten en las calles y otra muy distinta que vayan a los colegios... -Krets observó a su nieto- Agarra el auto, toma a tu hermano y vete del país.
-¿Que?
-¿Qué hay de ti? -Preguntó el alarmado menor- Camus está en su colegio... Si me ven en la calle...
-Yo iré por el... Kardia, te aconsejo que vayas a tu casa y avises que pasa... -Miro al joven- Gracias por sacar a Degel del colegio... Tardare 20 minutos en traer a Camus... ¿Crees que en ese tiempo puedes ir a tu casa avisar y volver?
-Mis padres... Ellos...
-Kardia... Si nos quedamos nos mandaran a la guerra... -El chico abrazó a su amigo y le miró fijo a los ojos.
-20 minutos, si no vuelvo en 20 minutos vete con tu hermano. -Dijo antes de salir de ahí y saltar la medianera.
Casa de Kardia.
Su madre lloraba, lo mismo su padre, mientras él guardaba algunas pocas cosas en su mochila y los ahorros de sus padres (A alguien tendría que sobornar para poder cruzar la frontera).
-Nos veremos...
-Apurate Kardia. -Le alentó su padre- Yo te llevaré...
-Me sera mas facil si voy corriendo, alguien podría ver el auto y pararte… -Hizo una pausa, poco y nada se sabía de la guerra. Solo se sabía que había una- O decirle a los militares que me sacaste de aqui.
Escuela.
-Faltan dos alumnos, profesor -El hombre le miró estaba completamente enmudecido- Según esto -Miro la libreta de registro de asistencia- son: Antiko Kardia Y Aquas Degel ¿Donde están?
-Salieron del salón, uno fue a buscar su libro y el otro al baño. -Observó el rostro de súplica de todos sus alumnos. Tanto las chicas y los chicos, con ya 16 años, le suplicaban ayuda con la mirada.- Tendrían que haber vuelto ya... -El militar se acercó al pupitre de Kardia y se sentó en el- ¿Señor?
-Chico listo -Sonrio y miro al docente a cargo del aula, luego bajó la mirada, faltaba un trozo a la hoja- Vio llegar los camiones, desde aquí hay una perfecta vista de la reja... Los demás están cegados por los árboles. -Se paro, tomo la mochila del chico (quien claramente la había dejado para disimular su huida) y comenzó a transitar el camino realizado por Kardia.- Y avisó a su amigo. De alguna manera...
-Le pasó un papel. -Un chico sentado a la izquierda del pupitre vacío de Degel hablo- Lo puso bajo la cartuchera. -Tal vez decirlo le salvara de ir con ellos.
El militar levantó el objeto y vio lo escrito por Kardia en el trozo faltante de papel en su cuaderno.
-La mejor táctica de inteligencia ante una emergencia, casi siempre es la más simple. -Miro al que estaba en la puerta- Informa que vayan por ellos.
Calle. Unos minutos despues.
Kardia se detuvo al ver los vehiculos del ejercito frente a la casa de Degel. Comenzó a retroceder, por nada había dicho a su amigo de huir del colegio. Observó cómo sacaban a Degel de la casa con las manos esposadas.
Se alejó de ahí. Con paso veloz, entrando en uno de los callejones del vecindarios, vacíos a esa hora dado que no era momento de sacar la basura. Solo había dado una falsa esperanza para su amigo...
Pasó el resto del dia con su hermano menor, Milo noto que algo pasaba. Su madre lloraba todo el tiempo y su padre se había encerrado en el estudio. Tener 8 años no lo hacía idiota...
Cuando caía el sol, tocaron a la puerta. Vio que su hermano sacaba la última foto familiar de su marco, la plegó y la guardó en su chaqueta.
Le dijeron que fuera a su cuarto y ahi se quedara, se quedó en la parte alta de la escalera y vio cuando los soldados se llevaban a su hermano. Observó a su madre gritar que solo era un muchacho y muchas cosas más, que no creyo que le escucharía decir jamás, mientras su padre la sujetaba.
Su hermano mayor, su amigo de fechorías intra domésticas, desapareció en el umbral de la puerta...
4 años después.
-Y llegaron a casa... -Aioria se frego la cara con el puño- Y se llevaron a Aioros y a sus amigos... -respiro con dificultad ante las lágrimas- Me dijeron que se habían juntado para hacer una pijamada...
-También se llevaron a mi hermano. -Soltó otro de los chicos en el salón de clase- Lo sacaron de su colegio junto a otros chicos. -Milo salió del salón y se encaminó hacia la escalera.
Escalera.
-¿Cuánto tiempo nos queda? -Pregunto Camus, mientras miraba un cartel descolorido sobre un evento que al final se había suspendido.
-4 Años... Y unos meses. -El menor, de 12 años, se sentó a su lado- Se llevaron al hermano de Aioria...
-Mmmm...
-Si, se estaba escondiendo en su casa ahora… -Milo miró su reloj, Kardia se lo había dado ese día... Era el reloj de su hermano y lo atesoraba como si fuera de oro- Al parecer estuvieron rotando de casa en casa.
-¿Sabes algo de tu hermano?
-No nos trajeron una bandera plegada si es lo que preguntas. -Replicó el de ojos turquesa, su hermano había ahorrado durante meses para comprar esa chuchería... Para comprar el reloj que le marcaba la cuenta regresiva.
-Ayer vi cuando le entregaban una al vecino... No se cual de los hijos fue, se llevaron a los dos.
-Mi vecino tuvo suerte -Milo estiró la manga de su suéter y tapó el reloj.- Sus hijos, no se que tenian en la columna, los regresaron a los dos.
-No quiero llegar y encontrarme con esa maldita bandera en casa...
-Supongo que eso es lo que llaman consuelo de tontos -Camus observó de reojo a su amigo- El no recibir banderas, nos dice que están a salvo.
4 años y unos meses después.
Estaban en clase de deportes mixtos cuando llegaron los del ejército con la maldita planilla. Milo reconoció al hombre, era el que había ido por su hermano. Le recordaba elogiando la astucia de su hermano, por como se escabulló del ejército y la simpleza táctica del mensaje a su compañero. Le recordaba diciéndole que si era tan listo como él creía, llegaría lejos en el ejército.
-Antiko, Milo. -Los ojos del hombre se posaron en el chico- Tu hermano era estudiante de esta escuela ¿Cierto? -El chico apretó el puño- Excelente soldado, espero que también se aplique a ti. -Milo apretó los dientes, poniendo en tensión su quijada- Aquas, Camus. -Posó su mirada en Camus- El otro que se fugó de la escuela...
El hombre siguió recitando el apellido y nombre de todos aquellos que ya tenían los 16 años... De 35 alumnos, 20 fueron "seleccionados" para integrar el ejército por su edad. Aioria estaba entre ellos, todos sus amigos estaban en ese grupo.
Una semana después, Barracas del ejército.
-Antiko, Milo. Aqua, Camus. Arianis, Mu. Lintia-Saguite, Aioria. -Los chicos estaban enmudecidos al igual que el resto de sus compañeros- Virgi, Shaka. Taurin, Aldebaran. -Posó su mirada en los seis chicos- Ustedes son los únicos que pasaron las pruebas psicotécnicas. Bienvenidos al ejército. -Los demás menores miraron a sus compañeros y luego al soldado- El resto recoja sus menesteres, serán regresados a sus hogares. -Se retiró del lugar, Milo se dejó caer en la cama e intentó reprimir las lágrimas ¿Acaso su hermano había pasado por lo mismo? Le habían dicho que solo debía fallar en una prueba y se iria...
Habia hecho lo imposible por fallar y ahí estaba.
Conteniendo las lágrimas en una barraca, observó a los que lloraban por la alegría de haber quedado fuera del ejército y luego miró a los demás. Mu, Aldebaran y Shaka estaban en otro curso, pero hasta antes de ingresar a la secundaria habían sido compañeros de clases.
Un año después.
El helicóptero funcionaba sin hacer el menor ruido o era que esas cosas gigantescas que tenía en los oídos le impedían escuchar. Camus iba sentado a su diestra y Shaka a su siniestra. Les habían dicho que por el talento que poseían los seis irían a una base especial para continuar su entrenamiento.
Luego de un largo y casi interminable viaje, el helicóptero comenzó a dar señales de descenso. Cuando las compuertas se abrieron se hallaron en un hangar cerrado en donde había algún que otro artefacto similar al que les habia llevado a ese recinto.
-Caballeros. -Un hombre grandote y com aire de bonachón se acercó a ellos- ¿O prefieren que les diga jóvenes? -Ninguno replicó nada- ¿Reclutas a la fuerza? -Silencio nuevamente- Esta bien... Sean bienvenidos a "El santuario". En teoría, fueron enviados para ser pilotos de armas semi-automaticas de asalto piloteadas por soldados
-¿Disculpe? -Aldebaran lo miro confundido- Señor, podria ser mas especificos...
-Mmm... -Lo pensó un poco- Saben que es "Mecha"... En la jerga de los seguidores de anime.
-¿Robots? Eso es imposible... -Camus le miró sorprendido y no siendo capaz de creer lo que escuchaba.
-Supongo que tienen que ver para creer.
Subsuelo n°13.
-Por razones de seguridad... Estos vehículos permanecen en una de las áreas más seguras de la base. -Hizo una pausa- Debo de presentarme jóvenes, soy Tauron, Hasgart y soy el jefe de ingenieros a cargo de la reparación de esos vehículos. -Las puertas se abrieron y dieron paso a una pasarela- Bienvenidos al área "sagrada" del santuario -Los chicos se cargaron en las barandillas- Muy pocos son aptos para pilotear estos artefactos... -Los chicos observaron los "mecha" colocados cada cual en una posición que no estorbara y con pequeñas pasarelas móviles para acceder a ellos.- Hay doce tipos de mechas... Supongo que es más fácil llamarlos así. Ustedes entrenan para ver cual es la más indicada.
Los jóvenes estaban enmudecidos, cuando dos de esas máquinas aparecieron por el gran corredor. Una era de un tono azul intenso y otra de un color blanco y celeste-grisáceo.
-¿Cuales modelos son esos? -Pregunto Mu, por demàs sorprendido ante tal belleza de la ingeniería.
-Modelo Escorpio y Acuario. -El azul se detuvo y la parte superior (lo que sería la cabeza se movió hacia ellos. La cámara se enfocó en ellos, tenía una lente en vez de rostro.
El brazo derecho del gran "mecha", se movió y quedó a la altura de la pasarela. Algo se movió en el artefacto y el pecho se abrió.
-¡MILO! -El grito de júbilo fue seguido por una silueta que abandonó el artefacto. En menos de un segundo, el menor era rodeado por unos fuertes brazos. - Milo... Milo...
-Kardia... -El rostro que se cruzó en su mirada era el de su hermano. Luego de ocho años, volvían a cruzarse.
"Gran soldado tu hermano" eso le habían dicho cuando le reclutaron a la fuerza hace un año.
-Degel ¡También está Camus! -El otro mecha se movió y quedó al lado de la pasarela. Degel no tardó en salir de este... Camus con los ojos llorosos corrió a los brazos de su hermano.
-Vaya... Ya se com quien no los voy a poner a entrenar.
Continuará.