Los personajes de Naruto Shippuden no me pertenecen, son obra y creación, del autor Masashi Kishimoto.

Género: Recuentos de la vida/Romance/Drama

Autor: El chalchiuitl


Toska es "en su sentido más profundo y doloroso, una sensación de gran angustia espiritual, a menudo sin una causa específica. En el aspecto menos mórbido es un dolor sordo del alma, un anhelo sin nada que anhelar, una añoranza enferma, una vaga inquietud, agonía mental, ansias. En algunos casos podría ser el deseo por algo o por alguien en particular, la nostalgia, una pena de amor. En su nivel más bajo, se reduce al hastío, al aburrimiento."

-Vladimir Nabokov-

El verano en Japón estaba siendo incómodo. Había recibió una visita por parte de su primo en las celebraciones del festival del Tanabata. Habían visitado los puestos del lugar, hablado de pequeñeces, sobre la universidad, los peces, su padre y una muy larga y tendida charla sobre su madre. Unos días antes que las improvisadas vacaciones de su primo terminaran, ambos jóvenes salieron a dar un paseo a la zona comercial del lugar.

—Sino estoy mal, usted fue compañero de una joven llamada ¿Sasuko Uchiha? —la voz plana y calma de Neji, saco de sus cavilaciones a Hinata.

—¡A-ah! Si, si lo fuimos ¿Por qué lo preguntas Neji? — el joven hablo suavemente, como si su voz pidiera permiso para no sonar grosera con los demás a su alrededor. —¿Hermano?

—Ha puesto una expresión un poco rara en su rostro—señalo el joven, su cabello castaño recogida en una coleta baja resbaló — similar a la del muchacho que le acompañaba —de su hombro, —Me reuniré con la familia Uchiha, cuestiones de la empresa. Dicen que la joven es ingeniosa en cuanto a los negocios, sin haber terminado su carrera universitaria está fungiendo como la mano derecha de su hermano.

—Increíble. —habían entrado a una cafetería mientras hablaban, las risas de los comensales eran apaciguadas por la música y la suya no fue la excepción — ¿Cómo supiste que fuimos compañeros…? Ah, un jugo de duraznos, por favor. —la pregunta se le quedo a media lengua cuando el camarero se les acercó.

—Que sean dos —el castaño sonrió suavemente ante la perpleja mirada del joven de cabellos azulinos — tengo intenciones de probar cosas nuevas.

—Lo odiaras hermano —el joven soltó una una risita entre tímida y burlesca.

—Contestando a su pregunta, encontramos los viejos álbumes de foto de cuando estaba en bachillerato. —el joven registro entre sus bolsillos y saco algunas fotografías. —La joven sigue siendo igual, solo un poco más ¿Madura?

—¿Hermano, no me diga que estuvo esperando estas dos largas semanas para preguntarme esto?

—Por supuesto que no Hinata, fue curiosidad, solo eso. Lleva mucho tiempo sin visitar su lugar natal, pensé que esto podría animarle.

—Si regreso sin terminar de estudiar, me entraran ganas de quedarme y padre podría molestarse. —el joven guardo silencio cuando el camarero se acercó con las bebidas — Gracias.

—Supongo que tiene razón —el joven de larga y melena cabellera, probo la bebida y arrugo el ceño —Tenia usted razón Hinata.

El joven de cabello azulino solo sonrió ante la afirmación.


Se despidieron con suavidad al día siguiente, su primo había querido indagar un poco más sobre aquellas fotografías, pero termino rindiéndose ante el hermetismo del menor.

Mientras el tren se movía, Hinata observó las ventanas alejarse mientras el tren tomaba velocidad. Suspiro resignando mientras oteaba sus pálidas extremidades intentando de manera inútil darse una brisa instantánea. No se había detenido a pensar porque su primo, aquel acostumbraba a no entrometerse en sus asuntos y que era totalmente obtuso a los temas de su juventud había estado tan interesado en saber sobre la fotografía. Bien, Neji no había sabido de su relación con la Uchiha cuando estuvo en bachillerato. De hecho, casi nadie lo había sabido, lo habían sabían ellos dos, Naruko, Sakuramaru, Inosa —porque era una entrometida— algunos maestros lo sospechaban, pero de allí, quizás nadie… claro su hermana menor, Hanabi.

Un click sonó en su cabeza, suspiró cansando. Claro que podía imaginarse el porqué del repentino interés de su primo. Tenía sus razones para no regresar, sabía que Inosa, había tomado la universidad comunitaria y aún estaba allí, y el gran talento de aquel joven era enterarse de los pormenores que había regido a todos sus ex compañeros y sabía que sin volvía estaría visitando la floristería de su amigo solo para escuchar sobre ella. Un extraño malestar se le instaló en su estómago y se encontró así mismo pensando en quizás llamar a Inosa y calmar sus ansias.

Ambos habían sido optimistas al principio, sobre todo la Uchiha que no era su fuerte el serlo. Estando en distintas prefecturas podían usar sus teléfonos, internet, correos o lo que fuese para comunicarse. El hecho era, que había sido más difícil de lo que pensaban. Funcionó un año. El siguiente todo se agitó de más. Aún recordaba como la chica con toda la diplomacia del mundo le dijo que no podían continuar así. Obviamente, él no iba a decirle que no. Amaba a la Uchiha y no planeaba convertirse en alguna molestia para ella, por eso no negó la situación y accedió.

Quizás había accedido muy rápido.

Sus mejillas se tiñeron débilmente al darse cuenta de que estaba varado en la estación con una cara pérdida.

Tomó su celular, busco entre los números y encontró el que buscaba.

Hanabi Hyuga.

Escucho el claro sonido de espera para luego ser sustituido por la viva voz de su hermana menor.

—¿Hermana, que ideas has estado metiendo en la cabeza de Neji? —su voz sonó apagada y algo queda.

—No sé de qué hablas Hinata. —podía escuchar en el fondo a las cigarras y eso le hizo calmarse —¿Estás enojado?

—No, pero… Hanabi no deberías meterles ideas a Neji, él tiene preocupaciones más serias…

—¡Tú eres una de ellas! Llevas años sin venir a vernos… y estoy segura de que es todo por una chica. —pudo escuchar el compungir de su hermana menor.

—Hermana… pronto vendrán las vacaciones y esta vez iré a visitarles.

—Mentiroso, eso dijiste para navidad.

—Está vez será distinto —prometió y para su sorpresa Hanabi accedió, se despidieron entre palabras fraternales y una que otra promesa sobre llevarle souvenirs.

Había llegado a donde tomaría el autobús, se había negado a llevar el automóvil, se vería como un excéntrico si sacaba un auto solo para dar una vuelta a la manzana. Sus pálidos ojos viajaron hasta la otra acera mientras esperaba. Sus piernas se levantaron como un resorte y un grito se ahogó en su garganta. Sino estaba mal, quien caminaba por el otro lado era una conocida de su facultad, mecido por la emoción de querer olvidar sus intenciones de llamar a Inosa se encaminó hasta donde creyó que la joven se había ido. Las calles se volvían un mar de aromas y sonidos, se mantenían atestadas por personas y turistas.

—Otsutsuki camino hacia acá… quizás la perdí de vista. —no había comido nada, así que mientras sopesaba que hacer antes de regresar a su departamento se encaminó hasta lo que parecía una cafetería.

—Hinata —una voz grave y femenina lo llamo y él suspiro aliviado, la joven que había seguido estaba allí —Ojalá todos se vieran tan felices de verme como tú.

—Lo siento, no quería molestarte —pudo sentir sus mejillas enrojecer al sentirse que era descubierto en su obviedad.

—No, no lo dije como algo malo… es raro verte fuera de la biblioteca. —la joven removió su blanca cabellera, Hinata se preguntaba si aquel era su cabello real —¿Me acompañas a comer?

—Realmente no quiero molestarte… —murmuró el Hyuga dubitativo, si lo pensaba bien él estaba siendo una molestia para la joven. —No quisiera molestarte Otsutsuki.

—Ineri(*), no seas tan formal. Estamos fuera de la facultad —la joven le guiñó un ojito animadamente —Vamos no vas a rechazar a una señorita y menos una camarada de clases.

—C-creo que no, con permiso. —tomó asiento suavemente ante los ojos almendrados (*) de aquella jovencita.

—Vaya, ahora entiendo porque las chicas están locas por ti. —la jovencita mordisqueo de la comida que tenía enfrente mientras con gestos señalaba al camarero más cercano por un platillo igual para Hinata.

—¿Disculpa? —Hinata no les discutió por pedirle la comida, no era tan quisquilloso con el tema y la verdad es que lo que su compañera tenía enfrente se miraba apetitoso. —¿Locas dices?

—Ahora fingirás que no lo sabes —un mohín se mostró en el rostro de Hinata, la joven frente a él se dio cuenta y apenas atinó a reír —No te enojes, pero las chicas están enamoradas de esa presencia misteriosa, adorable y pura que tienes.

El joven guardo silencio, y negó con suavidad. A pesar de todo, él seguía siendo un tímido y negado a las mujeres, el solo pensar que podía atraer chicas con su físico le hizo reír.

—Creo que Ineri exagera. —finalizó. A los pocos minutos un plato fue colocado frente a él. —Que aproveche.

—Enserio eres negativo, ¿Por qué razón un chico tan lindo y educado como tú no tiene citas? —la joven dio pequeños sorbos a su soda de limón luego de aquella afirmación— ¿Tiene novia Hinata?

Termino atorándose ante la pregunta, estaba maldiciendo ese día mentalmente, jamás le había hecho esa pregunta, nunca nadie se había interesado tanto en saber sobre él. Había decidido vivir de manera plana, eso hasta terminar de graduarse, trabajar, mudarse a un apartamento no pagado por su padre. No hablaba mucho con sus compañeros, no por ser engreído sino porque aquello le permitía no enterarse del mundo que lo rodeaba, vivía de manera egoísta ensimismado en su plena existencia mientras se dedicaba a rechazar a las otros.

Y todo porque le daba miedo avanzar.

Porque aún le dolían sus decisiones.

Le dolía aún después de años la partida de Sasuko.

Le ahogaba saber que su corazón no seguía.

Le atormentaba tener que vivir escondido para no correr ante lo que deseaba.

Le dolía el egoísmo de Sasuko.

Le asqueaba aún sentirse atado a ella.

"Eres la cosa más patética y absurda, Hyuga"

Instintivamente mordió su labio inferior al recordarla, al recordar a esa joven.

—N-no. —un suave tartamudeo se escapó de sus labios, la joven frente a él agudizó la mirada. —Lo siento.

—Deberías hacerles caso a las oportunidades frente a ti —la joven agitó sus largas pestañas aun sonriendo. —¿Tiene algún tipo de chica…?

La pregunta floto en el aire, ambos jóvenes miraron al televisor que presentaba algunas noticias. Común que aún dentro de aquel lugar que era atormentando por esa música de elevador y las risas, aquel televisor aún podía escucharse.

Los ojos pálidos y vacíos de Hinata se abrieron lentamente. Su boca se abrió suavemente, no podía estar equivocada aquel joven en el televisor era el hermano de Sasuko. Si Itachi Uchiha estaba en el Roppongi(*), debía de haber una probabilidad de que ella estuviera allí. Las entrañas se le compungieron suavemente, porque todo parecía habérsele caído a sus pies de golpe.


Nota de la autora: No sé si subir esta historia es un error. En lo personal pensaba desde hace unos meses que me daba curiosidad saber el ¿En que habrían terminado aquellos dos? Como leyeron es un genderbender, con jóvenes maduros, tiempo adelante y tiempo pasado. No sé que deseo específicamente de esta historia, quizás sacarme las ideas de la cabeza, como sea estoy feliz de nuevo de compartir un rato de mi caótica vida universitaria con ustedes, y sobre todo con este fandom. Intentaré siempre apegarme lo mejor posible a las personalidades de los personajes (que, si de repente notan alguito de occ, pues lo siento), no les diré en cuanto pienso que terminara esta historia, espero que no sea ni muy larga, ni muy corta (no quiero caer en la redundancia de una historia y luego salga algo parecido a "María la del barrio y sus veinte ninjas") El plan es publicar semanalmente, sino es posible, de nuevo, una disculpa por adelantado. Lo más importante (no sé porque lo coloco hasta el final, pero bue) Está es básicamente la continuación de "Mi querido extraño" y no, como va la historia, no es tan necesario que vayáis a leerla, pero podrían, no es muy larga, es de rápida lectura y podrían divertirse.

Voy a dar una explicación rapidita sobre algunos nombres de este fic, o mínimo colocarlos en contexto vaya: Sasuko se marcha a una universidad privada de economía y Hinata (amo que su nombre no cambie) a una privada especializada en ciencias médicas, aunque ambas están en Tokio, están en distintos lugares y el hecho de viajar sabiendo la exigencia de las carreras y sus familias, se vuelve más dificultoso. Esto es un simple apego a la realidad de lo que viven muchos jóvenes japoneses para colocarse en las líneas del empleo y demás, que ojo, no porque las familias sean de renombre (como lo es en la historia original de Naruto) no les tocara ponerle el máximo esfuerzo.

Ineri(*): Toneri Otsutsuki, si ese personaje que nos presentaron en la película "The Last" lo siento, lo amé, meterlo acá es parte de mi fanatismo. (Me huele a friendzone)

Almendrados (*): no muchos están acostumbrados a esta frase, podría confundirse con el color de ojos, pero es una referencia a que los ojos de Ineri, son alargados.

Roppongi(*): espero haberlo escrito bien. Roppongi es uno de los barrios de la ciudad de Minato en Tokyo, es un lugar movido, lleno de turistas y un ambiente nocturno, Minato es donde vive Hinata, no es de sorprenderse que alguien como Itachi se dé su vuelta por esos lugares. Si alguien se lo pregunta la razón es por la personalidad de Hinata, si él se iba a un barrio silencioso lo más seguro es que nunca hubiese "avanzado" en cuanto al rompimiento con Sasuko, ese tipo de ambiente desde el punto que lo veo, lo ha logrado aislar más y pensar menos en su alrededor.

Para finalizar, quería empezar con un capitulo lento, pero siempre fue algo de ¡Pum, pum, tómala! Espero les guste y hasta el sábado de ser posible.