Capítulo 6 - Alex había vuelto al gremio después de que Juvia le encontrara y ahora escuchaba una misteriosa voz en su mente.

Punto de vista: Alex.


Tras llegar al gremio, Juvia me dijo que subiera a una de las habitaciones para descansar, y así lo hice. Pero antes de eso, Mirajane me preparó algo de comida.

Nadie se acercó a mí, parecían tenerme miedo.

Aunque no les culpaba, ya que estaba empezando a actuar de una forma muy extraña, y eso se debía a la voz en mi cabeza que seguía hablándome.

Después de comer, subí lentamente hacia la habitación. A cada segundo que pasaba, mi vista se nublaba y apenas era consciente de mis actos.

Era una sensación muy extraña, como si estuviera a punto de dormirme. No sé cuánto tiempo transcurrió, pero antes de entrar en la habitación,

recordaba haber discutido con la voz en mi mente y haber hablado con Wendy brevemente.

Una vez en la habitación, me dejé caer sobre la cama, agotado. Estaba deseando dormir, pero en ese momento alguien me lo impidió. Frente a mí apareció una niña rubia con un largo vestido blanco.

La reconocí al instante. Mavis Vermilion, la primera maestra y fundadora de Fairy Tail.

De aspecto infantil pero hermoso, rodeado de cierto misterio, justo como en el anime.

-Hola!

Saludó alegremente y a continuación saltó hacia la cama, aterrizando sobre mi cintura.

Era extraño, hasta donde yo sabía ella era una especie de fantasma y sin embargo, pude sentir su ligero peso encima de mí.

Se acercó lentamente, sus profundos y ojos verdes se clavaron en los míos.

-Hola, ¿Quién eres?

-Soy la fundadora de este gremio, Mavis Vermilion. Encantada de conocerte, Alex.

Al parecer conocía mi nombre.

-Vaya, es un placer conocerla.

Bajo esta presión, debía fingir lo mejor posible.

-Oye, ¿eres consciente de que alguien se ha introducido en tu mente con magia?

Ahora que lo mencionaba, desde que ella había aparecido no había ni rastro de aquella voz y volvía a setirme como siempre.

-Sí, una voz ha estado hablándome desde hace un rato.

-¿Una voz? ¿y qué decía?

Había cometido un grave error al mencionar la voz, ya que el hechicero de alguna forma sabía que yo no era de este mundo. Intenté mentir sin que Mavis lo notara.

-Pues...simplemente decía palabras inconexas, sin sentido aparente.

-Mmmh...entiendo.

Mavis se acercó aún más y puso su mano en mi pecho, extendida.

No sabía sus intenciones. ¿Intentaba seducirme? ¿amenazarme? ¿o simplemente estaba jugando conmigo? Me incomodaba.

-¿Qué tipo de palabras dijo esa voz?

Me puse nervioso. No pude evitarlo.

-Decía cosas como magia, lugar, oscuridad...no lo recuerdo demasiado bien.

Tras unos segundos, Mavis soltó una pequeña risa.

-Estás mintiendo...

-¿Qué?

-Tu corazón está latiendo inusualmente rápido y tu respiración se acelera cada vez más.

¿Para eso se había acercado a mí?

-Es evidente que estás ocultando algo, y parece ser muy importante.

Me mantuve en silencio.

-Estás envuelto en un aura de misterio que soy incapaz de resolver, incluso con mis habilidades mágicas. De alguna forma, tu energía vital es diferente a cualquier criatura que haya visto.

No sé qué es lo que ocultas, pero será mejor que tengas cuidado.

-Maestra, le aseguro que no tengo intención de hacer daño a nadie.

-Dices la verdad, pues alguien malvado no estaría tan alterado como tú ahora. Si eso tan importante que ocultas es algo peligroso, por favor no dudes en hablar conmigo, te ayudaré en lo que pueda.

A diferencia de la mayoría de los miembros del gremio, Mavis comprendía mi situación y además me había prestado su ayuda.

-Gracias, pero creo que debería resolver mis problemas solo... y nadie está en peligro, se lo aseguro.

-Bien, supongo que tendré que confiar en tus palabras. Y sí que hay alguien en peligro, y eres tú mismo.

La señorita Wendy y yo te enseñaremos a utilizar magia mañana, preséntante en el vestíbulo a primera hora de la mañana.

-¿En serio?

-Claro, así aprenderás a disipar el hechizo que han utilizado sobre ti y esa voz desaparecerá de tu mente.

-Está bien. Se lo agradezco mucho, maestra.

Mavis se alejó y saltó fuera de la cama.

-No es nada. Por cierto, prepárate para algo de acción y ejercicio.

Sin más, desapareció sin dejar rastro. Apagué la luz de la habitación y me recosté sobre la cama.

No solo iba por fin a aprender a usar magia, sino que además la mismísima Mavis Vermilion iba a ser quien lo hiciera posible. Aunque también había mencionado a Wendy.

Cuando presencié aquella extraña escena entre Erza y Natsu, creo que para esconderme de ellos utilicé algún tipo de magia...estaba impaciente por aprenderla.

Al día siguiente, seguí las instrucciones de Mavis y bajé al vestíbulo muy temprano. Allí tan solo estaba Wendy, esperando.

-Oh! Hola, Alex. ¿Ya te ha dicho la maestra lo que vamos a hacer?

-Así es. Espero que podamos reanudar nuestra lección, ¿la recuerdas?

-Sí...fuimos interrumpidos por Natsu-san y los demás.

A partir de ese momento, ellos empezaron a sospechar de mí...

Unos minutos después Mavis apareció ante nosotros.

-Buenos días! Nos dirigiremos a las afueras de Magnolia, pongámonos en marcha!

En escasos minutos atravesamos las aún vacías calles de la ciudad y salimos de ella.

-Ese lugar parece perfecto!

Mavis señaló una pequeña colina rodeada de algunos árboles junto a un río que a su vez atravesaba el camino para entrar a Magnolia.

No estábamos muy lejos del lugar en el que aparecí en este mundo repentinamente, mientras vivía mi vida normal.

Llegamos al lugar y nos situamos bajo los árboles.

-Bien! ¿Wendy ya te explicó lo básico, verdad?

-Sí.

-Ahora siéntate, relájate y repite el proceso que ya conoces.

Cerré los ojos, me concentré e intenté crear una imagen mental de mi magia. Segundos después sentí una energía extraña en mi interior.

-Muy bien, sigue así.

Volví a repetir el proceso otra vez, y otra, y otra, y otra...

-Ya casi lo tienes, Alex!

Intenté canalizar esa energía en mi brazo y luego liberarla. Me puse en pie, levanté mi brazo derecho y sentí un tremendo peso en mi puño, cayendo éste al suelo con fuerza y agrietándolo.

Igual que yo, Wendy y Mavis quedaron algo desconcertadas.

-¿Bien? Ahora prueba a controlar esa fuerza.

Volví a repetir lo mismo y esta vez intenté tomar el control del peso y la fuerza de mi brazo. Esto

resultó en poder aumentar la fuerza con la que golpeé el suelo así como la dirección. Ahora la tierra se rompió bajo mis pies. Estaba asombrado.

-Vaya...bien hecho. Parece ser algún tipo de magia de gravedad, es bastante rara.

¿De verdad había aprendido a utilizar magia? Algo que solo aparece en los cuentos de hadas y en las historias de ficción...lo había aprendido en escasos días aquí, en el mundo de Fairy Tail.

Si se lo dijera a mis amigos posiblemente se reirían de mí...espera, no tengo amigos (al menos no de verdad).

-Bien, ahora quiero que tengas un pequeño combate de práctica con Wendy.

-¿!Eh...!?

Como yo, Wendy se sorpendió.

-Cuando cuente hasta 3, podréis empezar. No hay restricciones ni reglas especiales.

Lancé una mirada seria hacia Wendy, que se colocó unos metros frente a mí. Tenía ventaja ya que en teoría conocía todos sus posibles ataques y habilidades.

Sin embargo debía actuar como si no lo supiera si no quería parecer demasiado sospechoso.

Mavis levantó el brazo. Wendy parecía tomárselo muy en serio, tal vez quería demostrar su poder ante Mavis.

-1...

-2...

-3...!

Tan pronto como Mavis bajó su brazo, Wendy se abalanzó sobre mí, cosa que no esperaba.

-Tenryu no...SAIGA! (colmillo del dragón del cielo)

Las manos de Wendy se rodearon de un viento blanquecino y después lanzó un golpe cortante contra mí.

Sin saber muy bien lo que hacía, intenté concentrar mi recién aprendida magia en mi mano para detener el ataque de Wendy. Su mano rodeada de viento impactó contra la mía.

Un dolor muy intenso recorrió todo mi brazo, lo aparté rápidamente tras unos segundos aguantando el ataque.

A pesar del dolor, en ese momento me sentí extrañamente bien, una sensación que nunca antes había experimentado recorrió mi cuerpo.

Por primera vez, me sentí vivo en este mundo de fantasía y magia.

Debido al potente impacto, perdí el equilibrio y caí al suelo. Wendy no se contuvo ni un poco.

Todo pasó muy rápido, aunque lo sentí como una eternidad.

Wendy dio media vuelta y volvió a cargar contra mí con el mismo ataque. Pude esquivarlo por muy poco.

Esto se repitió varias veces más, hasta el punto de estar exhausto, ya que mi condición física no era demasiado buena. Cuando no pude esquivar más, Wendy se preparó para otro ataque.

-Tenryu no...

Observé cómo Wendy llenaba sus pulmones con aire, iba a lanzar el rugido del dragón de cielo.

Con el corazón latiendo ferozmente, rápidamente pensé en algo. Concentré mi magia en mi brazo derecho, golpeé el suelo con todas las fuerzas que me quedaban y...

-HOKOOO!

Cuando un enorme torbellino de viento salió de la boca de Wendy, golpeé el suelo y un gran trozo de tierra salió despedido hacia ella. Por un momento creí haber ganado el combate,

pero la joven maga de viento cambió la dirección de su rugido y empujó el trozo de tierra esta vez hacia mí.

Antes de perder el conocimiento, lo último que vi fue aquel trozo de tierra justo delante de mi cara.

...

...

-Alex!

Abrí los ojos lentamente, Wendy estaba reanimándome con su magia.

-¿Estás bien?

-Ugh...¿qué ha pasado?

-Siento mucho haberte hecho tanto daño...

-Oh, ya...recuerdo.

Mavis se acercó.

-Ha sido un gran combate. No lo has hecho nada mal, Alex.

-Si ignoramos el hecho de que casi muero gracias a mi propia idea...supongo que sí, ha sido un buen combate.

-Para nada, fue una buena idea! No me lo esperaba, por muy poco no pude desviarlo.

-¿En serio?

-Claro!

Wendy sonrió. Era curioso, durante el combate había sido seria y decidida, sin embargo ahora volvía a ser amable y dulce. Me gustaba eso de ella.

-Es suficiente por hoy. Alex, si ejercitas más tu cuerpo y sigues entrenando, pronto dominarás tu magia y podrás hacerle frente a Wendy. Creo que tienes un gran potencial.

-Gracias, maestra.

-Bien, pasemos a otro asunto. ¿Ha vuelto a aparecer esa voz en tu cabeza?

-No.

-Eso es buena señal. Ahora que la magia está presente en tu cuerpo, es solo cuestión de tiempo que el hechizo que lanzaron en ti se disipe, siempre y cuando sigas entrenando y perfeccionando el

uso de tu magia.

-Eso haré.

-Por ahora deberías hacer misiones de bajo nivel...-

-Estábamos haciendo eso mismo cuando fuimos atacados, maestra.

Wendy interrumpió.

-Oh, es verdad, qué despistada! Jujuju...

Mavis rió.

-No os preocupéis, de eso me encargo yo. Colocaos justo frente a mí.

Mavis extendió sus brazos, parecía estar usando magia.

-Con mi magia de ilusión, he lanzado un hechizo para que cuando una fuente de energía mágica superior a la vuestra se acerque en un rango amplio, os hagáis completamente invisibles.

-Bien, así evitaremos problemas.

-Por cierto, no funciona con miembros de Fairy Tail.

Mavis se despidió y nos deseó suerte.

-Y bien Wendy, ¿quieres que intentemos otra vez hacer una misión o aún sigues pensando que soy alguien peligroso?

-No lo pienso...además, parece que la primera maestra confía en ti.

-Bueno, ayer tuvimos una pequeña charla.

-Aún así, antes de que nos atacaran dijiste algo de contarme la verdad...no he podido sacarme eso de la cabeza. ¿A qué te referías, Alex?

Había olvidado que había decidido contarle la verdad.

-Bien, ¿quieres saber quién soy?

-Así es.

El rostro de Wendy se tornó serio.

-Soy alguien perdido, sin rumbo ni hogar. Lo único que quiero es ser uno más, simplemente eso. ¿Acaso importa quién soy?

Wendy, ¿has pensado alguna vez si realmente sabes quiénes son aquellos que llamas compañeros?

Tal vez los consideres amigos, pero estoy seguro de que apenas conoces su pasado o sobre cómo son realmente. Nunca puedes conocer completamente a una persona, ten en cuenta eso.

Wendy se quedó pensando varios segundos.

-Puede que tengas razón...antes de entrar en Fairy Tail, me crié en un pueblo, y al final descubrí que...toda la gente del pueblo eran ilusiones creadas por magia.

Cierto, el gremio Cait Shelter...

-Vaya, ¿Qué ocurrió?

-Supuestamente era un gremio como otro cualquiera, pero todo era falso. Fue creado por un anciano que decía ser el líder del gremio, pero él también era una ilusión.

Todo esto lo descubrí por una misión conjunta con Fairy Tail y otros gremios.

-Siento que te ocurriera eso...pero por esa misma razón te he dicho todo esto, ¿y si nada de lo que conoces es real? ¿y si te dijera que vengo de un mundo completamente diferente a este?

¿Me creerías, Wendy?

Mi intención era desviar el tema de la conversación, pero me había dejado llevar.


Continuará...