LA REGENTE INICIO

CAPITULO 1

SE TERMINO LA PAZ.

Edimburgo, Escocia a 18 de noviembre de 1917.

Querido diario, sé que he dejado mucho tiempo sin escribir, tantas cosas han pasado desde la última vez que te abrí, bueno es tiempo de ponernos al día. Al menos eso espero.

Las cosas son muy diferentes, unas de las cosas que no me habían permitido escribir en este diario es el hecho de ser mama, es difícil tener un par de gemelos. Huy si les contara lo difícil que se ha hecho las primeras noches ni Albert ni yo nos dábamos abasto. Gracias al apoyo de la tía abuela y de Annie podíamos descansar.

Amo a mis hijos, pero la verdad no se aun como la hermana María y la señorita Ponny podían con todos nosotros. Pero con paciencia y mucho esfuerzo logramos una rutina. Al principio Albert y yo dormíamos asta en el comedor, la tía abuela no se cansa de decir que esos niños son igual a su padre; que ella y Rose no se daban abasto para cuidarlo.

Lo chistoso es que cuando mi abuelito Armando viene dice que esa fuerza es de los Estuardo y la pelea comienza, - que son todo unos Estuardo- grita mi abuelito y la tía Eloy – no te he dicho que esos niños son Andrew Armando- jijiji son épicas esas batallas.

Ahora cada uno ha tomado un preferido, aunque lo nieguen mi abuelito y mi padre a William y la tía abuela y Henry se desviven por Iain; para mí y su papa son iguales los queremos a los dos.

Después de batallar con ellos unos meses, por fin han logrado que podamos dormir más horas; bueno aun duermen en nuestro cuarto porque Albert y yo no tenemos corazón para llevarlos a su habitación.

Haaaayyyy Albert, mi amado esposo, nunca lo había visto tan feliz, todas las noches agradece a Dios por tenerlos y cada mañana se despierta antes que yo, jijiji creo que lo dormilona no se me quitara nunca. Lo veo en pijama revisando las cunas de los pequeños y con una sonrisa voltear a ver – amor, son perfectos- sonrió y se acerca para darme un abrazo y un beso – soy el hombre más feliz de la tierra por tenerlos pequeña- lo abrazo y comenzamos el ritual.

Si un ritual, después de los tres meses y pasando el duelo de mi abuelito. Me incorpore al trabajo en el castillo. La tía abuela pego el grito en el cielo porque decía – Candy hija los bebes son muy pequeños para que los dejes- yo le sonreí – descuide tía no los descuidare, pero también tengo que seguir preparándome-.

La verdad me dolió mucho separarme de mis pequeños, pero solo tome la oficina la mitad del tiempo, me apuraba con mis clases y atender a las personas que me requerían y salía corriendo a la mansión. Mi padre me ofreció que me quedara en palacio con el pero no tenía corazón para despegar a los niños de la tía abuela.

Después de platicarlo con Albert decidimos que nos mudaríamos después de la boda de la tía abuela, debemos dejarle su espacio y aunque no quería termino aceptando vivir una temporada en el castillo mientras los niños crecían un poco más para no desatender mis obligaciones.

Mi padre se nota cansado, después del accidente que tuvo no ha sido el mismo, lo noto fatigado y el trabajo ha hido en aumento. Mi prima Mercy y yo hemos estado trabajando para minorizar el trabajo, pero han pasado tantas cosas.

Un gran aliado de escocia cayo por una revuelta de los bolcheviques el Zar Nicolás ll, para mi padre fue algo impensable una monarquía derrocada, el mismo Rey de Inglaterra le pidió a mi padre que le ayudara a la familia real Romanov.

Desgraciadamente no se pudo hacer nada cuando nuestras fuerzas encubiertas llegaron a Moscú, los bolcheviques los tenían prisioneros y no hemos podido dar con ellos. Por otra parte, las tensiones en Europa se han intensificado.

Según Minrret debemos tener cuidado, mientras la situación se tranquiliza, hemos estado mandando víveres para el frente occidental, cada día rezamos por el fin de la guerra, pero la situación sigue tensa con la triple alianza, según nuestros asesores siguen con su idea. Mientras la Triple entender se vio debilitada con los hechos de Rusia.

En verdad tarde mucho tiempo en comprender esta situación, el Rey Ingles pretendía que mi padre hablara con el imperio Austrohúngaro para que recapacitara, en fin, las negociaciones para hablar nunca se concretaron. Ahora estamos juntando provisiones para la triple entente en el frente occidental, aunque cuando entro a mi oficina el rostro de muchas mujeres pasa por mi mente ya que vienen a diario a preguntar sobre sus esposos, hijos, padres y hermanos.

Según la inteligencia británica hay campos de concentración donde tienen muchos prisioneros. Un día hable con Albert acerca de la posibilidad que Steart esté vivo en algún lugar de esos, ya que nunca recuperamos su cuerpo mi pobre Albert suspiro- eso espero pequeña, pero tenemos que esperar que esta guerra infernal pare- aunque creo que él lo está buscando por su cuenta. ESPERO ENCONTRARLO VIVO.

El balance entre madre de familia, esposa, estudiante de regente y yo misma ha sido un logro; he tratado de no descuidar a ninguno, pero a veces quisiera solo ser aquella pobre huérfana, que se casó con su príncipe azul y vivir en mi casa con mis hijos. Pero cuando esa idea se me bien a la cabeza volteo y veo las ojeras de mi padre por sacar los pendientes, ahora su cabello ha empezado a encanarse. Mi padre no puedo dejarlo solo.

Después recuerdo las risas de mi prima Mercy con mi tío Arturo, llevan muy bien su noviazgo a pesar de las horas que mi prima se dedica a las relaciones internacionales; desde que la guerra se asentó Inglaterra nos ha dado más responsabilidades con el imperio alegando que ellos luchan y nosotros debemos cuidar la retaguardia. Cuando escucho ese telegrama mi prima dio un puñetazo en el escritorio de mi padre- siempre los ingleses, nos dejan todo a nosotros-. Mi abuelito la volteo a ver con una sonrisa- porque saben que el corazón del imperio será Inglaterra, pero los brazos y los pies fuerte, somos nosotros hija- Mercy movió la cabeza y se sentó.

Bueno, América no está muy bien que digamos, Archie y Neil han estado trabajando muy duro para mantener el imperio Andrew. Con la guerra se ha visto afectada la economía en Europa, Albert dice que debemos de ver más allá, sabe que al terminar la guerra habrá mucho trabajo para reconstruir los países devastados.

Pensé que eso estaría bien, claro yo no sé mucho de economía como él; pero le preocupa las fluctuaciones del mercado norteamericano y la repercusión de esto. Albert es visionario en ese aspecto por eso le ha pedido a George que vaya a Asia con los padres de Archie a solidificar las empresas allá.

Según Albert si se da una crisis es mejor diversificar el patrimonio, bueno no se mucho a lo que se refiere, pero confió en él, mi padre se ha pasado horas platicando con él y le ha dado algo de su fortuna personal para que pueda invertir con él, en Asia. Otros clanes también lo han hecho al igual que los Andrew tienen negocios muy rentables en América, pero creen en las advertencias de Albert y le han confiado buena parte de sus fortunas.

Pobre de él ha estado muy metido en esas nuevas inversiones. Lo que me entristece es que Doroty a partido a Medio Oriente con George, su beba es hermosa y la han llamado Elizabeth. Deberían de verla es muy seria, pero tiene una mirada bellísima; no podre ver a mi ahijada pronto, fue difícil verlas partir, pero su misión es muy importante.

Mi querido amigo Terry es otra historia, sus padres e casan en un mes. Por la guerra se han tenido que movilizar a su casa en Glasgow. Sus hermanos y su madre se encuentran viviendo en aquella ciudad. Terry quería ayudar a su padre en el parlamento para organizar los ataques y la defensa de Londres; pero el duque de Granchester le dijo – necesito que tu resguardes lo más valioso que tenemos hijo, no puedo confiar a nadie la seguridad y el bienestar de tus hermanos, de tu madre y ahora también tenemos que ver por Karen, hijo- Terry no peleo más, sabía que su padre le daba una gran responsabilidad. Así que sin dudarlo tomo a su familia y se la llevo a Glasgow.

Desde entonces viene seguido para ayudar con coordinación del envío de ayuda en víveres y medicamentos al frente. Su padre sigue coordinando los movimientos desde Londres. Eleonor cada vez se nota más su embarazo y está feliz. Su padre viajara con permiso del Rey para sus espósales.

Karen le ayuda en todo lo que puede para que su vida sea los más normal que pueda. Aunque añora su vida en New York, no podría dejar solo a Terry. Un día que vinieron a tomar él te con nosotros le pregunte que si no extrañaba su hogar y me observo – No Candy, mi hogar es junto a Terry. No te negare que extraño el escenario y la fama; pero el amor querida amiga solo se encuentra una vez no lo crees- las dos volteamos a ver a ese par jugando como niños pequeños con los gemelos y le asentí con la cabeza.

Annie ayuda a la tía abuela en lo que puede con la boda y el cuidado de los niños, creo que eso la distrae cuando por fuerzas mayor Archie tiene que viajar a América. Un día la encontré llorando en su habitación cuando Archie fue por primera vez a América, la consolé y le dije que podría interceder con Albert para que no lo volviera a mandar. Ella se voltio limpiado sus lágrimas – no Candy te lo agradezco, pero no podría hacerle eso a Archie, yo me realizado como mujer al tener a mi pequeño y poder ayudarles con sus bebes- se levantó y miro a la ventana- Archie no me perdonaría que arruinara su esfuerzo para crecer como parte del negocio familiar, tengo que ser fuerte como él lo hace por nosotros- sonrió – estaré bien amiga- la abrace por un largo tiempo.

En fin, después de tantos ajustes, pero hemos logrado un gran equilibrio. Pero las cosas no han sido miel con hojuelas.

Albert y yo hemos tenido varios desacuerdos las presiones del trabajo. Pero con paciencia hemos salido abantes. Creo que hemos estado inmersos entre el trabajo, los niños y las familias que nos hemos distanciado un poco. No ha sido fácil para ninguno de los dos esta nueva vida.

Y ahora menos, ha ce una semana mi padre sufrió un infarto; fue terrible estaba en su oficina y de pronto se puso mal. Arturo y yo corrimos para verlo. Estaba en su oficina desmayado, Mercy estaba con él. Me acerqué a verlo estaba pálido, por un momento pensé…. gracias a Dios mi tío dijo que estaba con pulso. Lo llevamos a su habitación y lo atendieron entre mi tío y sus médicos lograron estabilizarlo.

Albert llego al castillo y me encontró llorando, me abrazo y me dijo – todo estará bien pequeña, tu padre es un hombre fuerte, se repondrá- me sonrió y fui tranquilizándome entre sus brazos. Tenía razón después de un par de horas, mi padre descansaba según los médicos fue un infarto por la presión y el exceso de trabajo. Volté a ver a Albert sabía que venía y tenía miedo.

Mi abuelito Armando salió y me pidió que entráramos a la oficina. Ahí se encontraban los ancianos, el enviado de la corana inglesa, Terry y mi prima Mercy. Sabía que esto no pintaba bien, tome con más fuerza la mano de Albert y él me miro, se acercó a mi oído y dijo – lo que pase amor lo afrontaremos juntos- yo asentí con la cabeza.

La inmensa fila de papeles del escritorio de mi padre me sorprendió, era bastante trabajo el que tenía a pesar de que Mercy y yo hacíamos lo imposible para ayudarlo, moví mi cabeza y tomé el asiento de mi padre, Albert estaba junto de mí.

Es inconcebible que la salud del regente este deteriorada- dijo el enviado reacomodándose en su silla- la corona y su ejército no puede esperar que él se recupere seria la muerte para los soldados que esperan la ayuda de su parte- dijo prendiendo un cigarro, todos estábamos callados- como enviado del rey exijo que el siguiente en la línea de sucesión asuma su cargo para no perder tiempo en las negociaciones, el Regente actual debe ser destituido- dijo fríamente.

Jamás olvidare la cara de ese hombre, su traje sastre estilo inglés, negro como el ébano. Su sombrero de copa alta, la barba de candado, un bastón largo de color negro y una piedra imponente resaltaban; tendría 48 años a lo mejor. Pero era un petulante como se atrevía a exigir la cabeza de mi padre.

Apreté los puños con todas mis fuerzas y Albert tomo con su mano mi hombro derecho. Sino hubiera estado ahí yo creo que le hubiera dicho un par de cosas, pero tenía que calmarme.

Mi abuelito se acercó a él y le dijo – duque, no creo que este en posición para poder exigir la renuncia del regente- el hombre se quitó el cigarrillo y vio a mi abuelo.

-estoy en el derecho de que el Rey de Inglaterra me ha concedido milord-se levantó a la altura de mi abuelito, con voz ronca y firme dijo- Inglaterra solicita un nuevo Regente que pueda llevar todos los asuntos-

Las palabras que dijo aquel hombre taladraron en mi alma. "UN NUEVO REGENTE", si era cierto que me había preparado para ayudar a mi padre, pero era "AYUDA", alguna vez ocupe el interinato de su puesto, pero esto era más grave pedían la cabeza de mi padre y que yo tomara su puesto. Las dudas entraron en mi cabeza ¿PODRIA YO CON ESA CARGA?

Los demás permanecíamos en silencio viendo la batalla ocular del duque de Canterville con mi abuelo – esto señor solo compete al pueblo de Escocia, si el pueblo considera que el regente debe ser cambiado o no- dijo mi abuelito.

El duque camino con una sonrisa – entonces que su consejo se reúna para decidirlo pronto milord, le recuerdo que estamos en guerra y una mala decisión- de pronto Mercy se levantó.

-es cierto mi querido duque que Escocia es una regencia de Inglaterra, pero dudo mucho que usted conozca la lealtad del pueblo hacia su regente- dijo firmemente – Escocia aun es libre para decidir quien la dirige- fue la aseveración de Mercy.

El duque se volteo y dijo- lo se miladi, pero le recuerdo que este suelo aun le pertenece a Inglaterra- dijo osadamente – ustedes deben…-

Fue la gota que derramo el vaso, lo había escuchado decir tantas tonterías y me había quedado cayada, había pedido la cabeza de mi padre de una forma muy grosera, había exigido obediencia a Inglaterra, pero no hiba a permitirle que nos dijera que somos solos otro pueblo conquistado por la corona y que debíamos estar a su disposición, no Escocia aún tenía dignidad y era un pueblo que buscaba libertad aún bajo el yugo Ingles.

-duque creo que debo recordarle que está en tierra escocesa y si continua de esta forma, tendré que pedirle que se retire- todos voltearon a verme, mi voz era fuerte y grave, mis puños sin querer seguían cerrados y mis ojos eran fríos – no permitiré que usted insulte a mi país en mi casa, somos aliados y hasta una regencia del imperio. Pero Escocia no es una colonia inglesa, Escocia es Escocia y si el imperio pretende todavía que lo sigamos ayudando en esta guerra estúpida, deberá controlar su forma de dirigirse a nosotros o- Albert sujeto mi mano que temblaba amenazando con levantarse. El me conoce muy bien y yo estaba a punto de perder mi paciencia.

El duque hablo - ¿o que? Señora- su mirada me retaba y yo no sedería ante él. Hiba a contestar cuando Terry se levantó y dijo – creo señores y damas que no es momento de pelar sino de buscar la forma de encontrar que sigan los acuerdos no le parece duque de Canterville- mirándolo.

El duque lo volteo a ver- me parece que…-

-que usted y yo deberíamos retirarnos y dejar que ellos vean sus posibilidades- extendiendo la capa que traía el duque y el levantándose – no es en momento adecuado para arreglar esto señor- el duque vio la mirada pesada de Terry. No era conveniente que entráramos en discusiones

- de acuerdo-se volteo a verme- me retiro por ahora, pero necesito que me dé una respuesta rápida señor- dijo girando a ver a mi abuelito- Inglaterra no acostumbra esperar- y camino para salir de la oficina, unos minutos más y le hubiera mostrado que es tener sangre escocesa a ese inglés.

Tome mi lugar y la discusión se hizo presente Mercy estaba enojada por la forma tan grosera de comportarse, mi abuelito caminaba buscando una solución, los ancianos platicaban en murmullos y Albert me decía al oído-debes calmarte amor recuerda que debes tener la cabeza fría en estos asuntos- yo respiraba Albert tenía razón debía de pensar con la cabeza fría.

En tres días tendremos la reunión para decidir- había dicho uno de los ancianos.

Dejándonos sorprendidos serian capaz de pensar como alternativa destituir a mi padre, no podía creerlo, me volví a levantar y les dije – solo recuerden que mi padre ha dado su vida por la estabilidad y bienestar de Escocia, no es un objeto que se puede tirar cuando empieza a fallar- seguía exaltada.

Mi abuelito se acercó a mi lado izquierdo- hija calma- pero mi sangre seguía hirviendo por dentro. Un anciano me mira y sonrió.

Lo sabemos majestad, pero también tenemos que velar por el pueblo y su porvenir- dijo dando se la vuelta.

Aun no entiendo las palabras que me dijo aquel anciano ese día, mi padre sigue delicado en su habitación está agotado. El primer día me dedique a él, en la mañana Albert vino por mi estaba cansada, solo quería llegar a casa ver a mis hijos, tomar un baño y descansar, el no hablo dejo que durmiera en el coche como cuando éramos más jóvenes. Al desperté estaba en mi habitación. La tarde había caído y yo estaba más descansada, seguro Albert me había cambiado por que estaba con m i bata de seda, me froté los ojos algo perezosa y distinguí una figura en la penumbra de la habitación.

-amor ¿eres tú? - dije sentándome en la cama.

-sabes Candy yo luche mucho por no tomar las riendas del clan y de las empresas, viaje, conocí pero no me sentía preparado para esa gran responsabilidad- ya me había levantado de la cama y puesto un chal y me acercaba a él, traía una su traje café y una taza humeante de té estaba en la mesa de nuestra sala – pero un día vi la cara de la tía abuela, estaba cansada, las fuerzas aun las tenía pero vi en sus ojos esa sombra de cansancio- me acerque al sillón y lo abrace por instinto.

El beso mis manos al sentirlas en su pecho – fue cuando supe que debía de ayudarla, que la amaba, pero el desgaste de los años se hacía presente en ella-quito mi mano de su pechó y me acerca el. Al decir verdad me hizo sentarme en sus piernas – hoy vi esa sombra en tu padre, sé que no es tan mayor cono mi tía, pequeña- mientras acariciaba mi pelo – pero él también está cansado-

Yo guarde silencio mientras me recargaba en su echo y sentía su mano acariciar mi pelo. Suspire – lo se amor, pero me preocupan los niños, tu y yo- el sonrió y me despejo de su pecho

Mi vida siempre estaremos aquí y si es un viaje que debes hacer lo haremos como familia- nuestras miradas se juntaron. Por eso amo a mi esposo siempre tiene las palabras perfectas para mí, es mi faro en la tormenta y me tranquiliza.

Albert yo- acaricio mmi mejilla.

Lo se Candy, pero nos acostumbraremos ya lo veras amor- no pude más que darle un dulce beso. ¿Cómo podría agradecerle tanta comprensión y ayuda?; es el hombre más maravilloso del mundo.

Aún no he decidido que hacer, el consejo y el tribunal dirán la última palabra, pero sé que cuento con la ayuda de mi esposo para empezar esta aventura, no sé a dónde me llevara ni si podre con todo. Lo único que se bien, es que Albert estará a mi lado junto a mis hijos.

Hoy es día de la junta del tribunal espero que me llamen para comenzarla, Albert y yo llegamos hace más de una hora. El sigue con el tribunal al igual que la tía abuela. En la sala donde una vez conocí el significado de ser una Estuardo hace tiempo, ahora espero que una junta de ancianos y los jefes de clanes de Escocia, dicten que será de mi futuro.

Ahora solo estoy con mis pequeños y mi prima Mercy, esperando mi resolución. No sé cuál será y no me preocupa siempre y cuando tenga a mi lado a mi familia.

No sé si ¿seré buena o mala regente?, si dictaminaran que tome posesión o no, lo único que estoy segura es que si Dios quiere entrare a ese salón y no saldré siendo la misma. Tengo la suerte de ser miembro de dos poderosos clanes, he tenido el ejemplo de muchas valientes mujeres y he salido de dificultades anteriormente. Hoy solo pongo mi destino en manos de dios y para servicio de Escocia.

Candy- la voz de Mercy resonó por la amplia habitación y ella giro su cabeza mientras cerraba un libro de cuero y dejaba una pluma en el tintero.

Si Mercy- dijo con la voz firme

-ha llegado la hora querida- de pronto vio como dos escoltas imperiales estaba al lado de su prima, se levantó y beso a sus hijos que estaban acaro de sus niñeras. Vestía un hermoso conjunto azul marino de dos piezas, una blusa de satín blanco, su pelo en alto peinado de coleta, aretes y joyería de plata con un toque de turquesas, el saco perfectamente colocado, zapatillas de terciopelo azul. Sus broches imperiales y sus manos enguantada.

Suspiro y se acercó a ellos, su prima le tomo de la mano y se sonrieron. Caminaron despacio el corredor hacia la sala del tribunal. Candy suspiro y Mercy apretó más su mano y la vio – recuerda que pase lo que pase prima, eres una Estuardo y que siempre nos dejamos guiar por nuestro corazón y después por la razón- Sonrió

En ese momento los guardias abrían las puertas y se escuchó una voz – su majestad Ladie Candice Estuardo de Andrew, heredera a la regencia de Escocia, señora de tierras altas- Candy y Mercy suspiraron.

-Es hora- dijo soltándose de la mano de su prima y entrando a la sala. El silencio se hizo presente cuando entro a la sala. Las cartas estaban echadas, el destino diría la última palabra.

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Hola de nuevo, jijiji ahora comienzo esta nueva aventura como les había prometido es la segunda parte de un sueño de escocia. Espero sea de su agrado y me acompañen a descubrirla juntos.

Espero sus comentarios para que juntos podamos dar vida a esta nueva parte y acompañar a Candy en esta nueva aventura como Regente de Escocias. Mil besos y abrazos. ¡Atte. Ana y comenzamos!