"Dios, por favor que, mi príncipe cara de ángel no esté aquí, ¡qué vergüenza sería mirarle a los ojos!". Pensaba que mi aventura sexual sería cuestión de una noche y, ya; pero, el karma te persigue. La tía abuela ha tintineado su copa de champaña hará el anunció.

─Hoy es un día especial por dos motivos ─se aclaró la garganta─ El tío abuelo Williams ha llegado del Reino Unido para bendecir los esponsales de mis sobrinos Candy White Ardlay y Neal Legan. Demos la bienvenida al tío abuelo Williams.

Noooooooooo mis ojos se habían desorbitados ante la presencia de aquel hombre, "¡no puede ser!", perdí el aliento.

─¡Candy, Candy! ¿Te sientes bien? ¡Responde! ─inquirió mi odioso prometido.

"No puede ser, me acosté con mi tío putativo". Me levanté e hice como si no lo conociera.

─Tío abuelo al fin le conozco… ¡Que alegría! ─Él nos sonrió de medio lado.

─Hola mi hermosísima sobrina. Es un placer conocer a tan bella mujer.

─¿Verdad que es linda?

─Sí, estoy seguro de que será una genial esposa en todos los sentidos.

─Gracias, tío. Ahora, danos tu bendición.

─Por supuesto, antes déjame cruzar unas palabras con tu prometida.

─Está bien ─Neal les dejó a solas.

─Qué casualidades de la vida. ¿No crees?

─Lo de anoche…

─Los hombres no tenemos memoria…, quién diría que la mujer que me cogí en la limusina resultaría ser mi sobrina putativa ─expresó recostándose del marco de la puerta que daba hacia el vestíbulo de su despacho.

─¡Si quiere le puede contar a todos! ─le dije ya enojada por sus comentario─. Al fin y al cabo no me quiero casar con su sobrino.

─¿Estas segura de tu decisión?

─Sí, yo no lo amo. Simplemente cumplo órdenes por conveniencia.

─¿Conveniencia?

─Usted lo ordenó, es un requisito para seguir auspiciando el hogar de Pony. De lo contrario varios niños dejaran de percibir el beneficio.

─Escucha, nunca obligaría a nadie a casarse y, menos en contra de su voluntad. Te propongo algo.

─¿Qué?

─Huyamos. Demostraste ser buena en la cama, te quiero de amante. Sí, aceptas no tendrás que casarte con el imbécil de Neal.

─Pero…y, ¿la tía abuela?

─Espérame en el jardín, mientras hablo con los invitados. Aclararé este embrollo. Diré que la boda se canceló.

─¿En serio?

─Sí.

Alegre le hice caso. En aquel momento me pareció descabellado su ofrecimiento. Sin embargo, ¿qué más da? Ya me había acostado con él.

El tiempo transcurrió disfrutando de nuevas situaciones. El convivir varios meses juntos, nos hizo caer en cuenta de que nos necesitábamos el uno al otro; así que la próxima vez que, me subí a su limusina fue para ir rumbo al aeropuerto a abordar su jet privado y, así trasladarnos a una isla paradisiaca, en donde nos casamos.

La tía abuela casi se infartó al enterarse, pero al conocer a nuestro hermoso hijo, se llenó de alegría.

Quien se sintió burlado fue Neal, pero, ¿quién le mando a mentir? Decir que era una orden del tío abuelo Williams. Para colmo había manipulado a la tía Elroy.

Albert es un excelente esposo y padre. Todos los días me dice: Candy debes ser más paciente con los niños ¡Qué lindo!

Fin.