Sumario: ¡Que Levi es el uke! ¡Es solo compañerismo! Y se supone que siendo el vocalista de una banda deberían importarle solo sus canciones. ¡Malditas Cerdas!


Capítulo 01: Más de Dos Millones


Cuando alguien decía Bastardo o Hijo de perra era un noventa por ciento con ánimos de ofender. Para Levi, en el diez por ciento restante, eran palabras que lo describían, tan mal acostumbrado que estaba por parte de Kenny, quien lo cuida desde lo que apenas y quiere recordar de lo que era su vida antes de él.

De eso solo apenas cuatro años atrás que aquel hombre lo tomó a cargo.

Tenía en ese momento diez años y ahí estaba, esquivando aquella mano de hombre a la vez que trataba de acertar aunque sea un golpe, estaba pensando si acaso no había cometido el más grande error de su vida al querer asaltar a aquel individuo.

Aunque, según se ha percatado en su escasa experiencia, el cejudo no buscaba golpearlo, solo bloquearlo.

Y sentía una extraña sensación atacarle desde hace unos instantes atrás. ¿Será que está a punto de morir por un franco tirador?

— Eres impresionante, muchacho. Es una pena que pierdas tu tiempo en estas actividades — Levi sintió cierta ofensa. Él no pierde el tiempo. Él sobrevive. — ¿No te interesaría estar estudiando?

Abruptamente Kenny apareció, con cara de pocos amigos. Levi se extrañó de haber estado siendo vigilado. ¿Era esa la sensación que tuvo?

— Oe, oe... Deja de meterle al mocoso sueños inútiles — replicó Kenny, haciendo inconscientemente gala de su agilidad con las cuchillas.

Erwin retrocedió sabiamente. No era un niño, a quien había calculado una edad similar a la de Hanji, con quien se enfrentaba. Este hombre claramente había mandado a la muerte a otros y no se mostraba ni una pizca de arrepentido.

—¿En serio este niño te representa mucha ganancia? — Erwin trató de desviar la atención hacia el pequeño y no a las ganas de aquel tipo de clavarle la navaja. — Podría ser que con una educación apropiada, de mayor te sea más útil.

Kenny soltó un bufido de indignación.

— No tengo ni tiempo ni dinero para esas estupideces — a punto estaba de atacar, cuando Erwin utilizó el recurso menos creíble para detener sus acciones.

— Me haría cargo de sus estudios, y no te costará ni tiempo ni dinero.

Kenny miró extrañado a aquel tipo de cejas gruesas.

Levi mientras, descubrió esa rara sensación incrementarse, cuando abruptamente un ser anormal lo tomó de los brazos, palpándolo insistentemente. Sensación muy, MUY extraña.

— Tienes una agilidad impresionante. ¿La fuerza viene de tus brazos? Son delgados.

¿Qué mierda?

Los ojos brillaron de emoción.

Groserías. Erwin me las prohíbe terminantemente. Algo dice que no van conmigo, o no debería ir más bien. Así que trata de no decirlas, al menos en su presencia.

Deja-de-tocarme.

—Lo siento, mi nombre es Zoe Hanji, no pude evitar estar impresionada por tu destreza a pesar de ser un niño. Como yo. — Levi estuvo a punto de protestar, cuando abruptamente un vaso le tapó la boca, y algo caliente llegó a pasar por sus labios. Hanji se había atrevido a echarle sabrá quien sabe qué. — Es té, Erwin dice que los niños no debemos tomar café, pero a mí me gusta el café. Pero no quiero hacer enojar a Erwin, puede ser muy cruel castigándome. ¿Cuál es tu nombre?

Sin sabe a qué mismo empezar a refutarle, Levi no pudo evitar saborear el extraño y caliente líquido. Si fuese veneno, al menos moriría degustando lo que le pareció el mismo paraíso.

Pero Levi no murió. Quizá no tenía tanta suerte.

La risa de Kenny atrajo su atención. Y le dio una mala sensación aquella mirada apática que recibió de Kenny, como quien ha encontrado un par de zapatos inservibles, y la entusiasta del otro, como si hubiera encontrado una joya invaluable.

— Oe, mocoso. Te irás con el señor de las cejas espesas. — La burlona sonrisa de Kenny solo agrió el humor de Levi - Y serás complaciente con él en absolutamente to-do.

Erwin frunció el entrecejo, analizando al niño, quien pareció extrañado y hasta podría decirse con una mezcla de alivio con confusión. Sus ojos se dirigieron hacia Hanji quien apenas y podía contener la sonrisa. El corazón de Erwin latió con fuerza. Trató de controlar sus propias emociones.

— Ven conmigo, pequeño — indicó Erwin. De inmediato quiso rectificar sus palabras pero aquel niño no parecía afectado. No le agradó esa idea que, tan infante y esté acostumbrado a terribles realidades que no se inmute a una palabra mal dirigida.

Levi miró a Kenny, quizá hasta esperanzado en que le diese alguna silenciosa indicación. Solo lo vio guardar un sobre entre sus ropas, el mismo que trató de quitarle hace unos momentos atrás a aquel señor. Mierda, lo había asaltado y el cejotas no se había dado cuenta.

Porque la otra opción, Levi no quería siquiera pensarla.

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Smith Erwin era un hombre práctico, con un don de convencimiento que había sido puesto a su más dura prueba. Conocía de nombre al tipo, Ackerman Kenny, no había mayor detalle de su familia pero sí de sus fechorías, las cuales harían temblar al más experimentado ladrón. Ignoraba que tuviera un hijo.

Miró de reojo al pequeño que, en su aparente indiferencia, se encontraba atento a cada uno de sus movimientos. Tenso y alerta, no eran buenos signos para un niño. A diferencia de Hanji, quien no dejaba de parlotear desde que se habían retirado de aquella esquina cercana a cafetería, con acceso fácil a la zona bancaria y diagonal al extenso parque con el cual había tentado a Hanji para que saliera de su prisión emocional.

Erwin casi perdía las esperanzas de tener otra vez a Hanji, hasta que sus ojos, apagados desde seis meses atrás, volvieron a iluminarse al observar al delgado niño haciendo prácticas con sus peligrosas navajas. Era un pequeño delincuente, y Erwin había pensado que no era tarde para apartarlo de su cruel vida. Kenny no dio detalles, solo el nombre, Levi.

Igual iba a averiguarlo cuando tramite los documentos de la custodia. No iba a llevarle más de un par de meses, tiene experiencia en ello.

Sonrió cuando Hanji había descrito la casa como una mansión, de esos castillos inmensos que protegían a quienes vivían de los monstruos, los dragones vivían en el inmenso patio trasero porque era quienes atacaban a los monstruos. El niño había parecido incrédulo hasta que estuvo frente a la casa de tres pisos. Entonces soltó un gruñido que pareció estar de acuerdo con lo dicho por Hanji.

La primera noche fue todo tan extraño para Erwin. El niño había aceptado el constante parloteo de Hanji, quien le indicaba dónde estaba el baño del piso en medio, inventaba historias fantásticas sobre los objetos de cerámica alrededor de la sala de estar, algo de una isla Paraíso, que sueña con explorar el resto de la casa.

Lo dejaba pasar porque hace mucho que no escuchaba a Hanji con tanta efusividad. Un aproximado de seis meses cuando tuvo que rescatar a su estudiante estrella por una llamada policial. Sus padres habían sido asesinados y lo triste del asunto es que Hanji conocía perfectamente cómo y los motivos. Deudas de juegos, y al parecer había sido el motivo por el cual Hanji había dejado hasta de divertirse.

Hanji había quedado en shock al ver a los tipos simplemente entrar, gritar, golpear y disparar a sangre fría. No pudo gritar, menos llorar. Para ella era monstruos grandes y despiadados, es lo único que había logrado decir y estaba en el reporte policial. Los agentes la encontraron en el mismo sillón, con su libro de ciencias abierto entre sus piernas, y no pudieron sacarle siquiera su nombre. Dieron con el nombre de Erwin entre los últimos números marcados porque Hanji le había consultado sobre la feria de ciencia que se celebraría un par de meses después.

Hanji no asistió ni a la feria de ciencias ni a clases.

Erwin se encargó de mantenerle la mente ocupada con las tareas que a diario se daban en la escuela, justificando su ausencia a sus colegas, mientras se mantenía dando clases en los cursos superiores. Hanji era una mente extraordinaria, no podía permitir perder su ingenio. Así él hiciera de padre adoptivo.

Pero la mente de Hanji mantenía la agilidad mas no la personalidad.

Hasta que apareció aquel niño.

Erwin fue a retirar los vasos y el plato que había llevado a la habitación de Hanji hace un par de horas, los niños se habían duchado, tomaron juntos un relajante baño (en lo que más se podía relajar aquel niño que no dejaba a un lado la tensión) y ahora Hanji estaba empeñada en recordarle al otro cómo leer cuando el infante había mencionado que casi ni se acordaba de la forma de las palabras.

Cuando abrió la puerta de la habitación, el muchacho estaba batallando por soltarse del agarre de Hanji, quien había cedido al sueño y lo había abrazado, como si de su muñeco de peluche favorito se tratara.

— Oe, señor cejas...

— Erwin — le corrigió al instante.

— ...no se me despega y se ha quedado dormida como un tronco.

— ¿Ah? ¡Qué peculiar! Hanji no suele dormir con facilidad.

E iba a agregar que menos se aferra tanto a alguien sin siquiera conocerlo. Quizá en otras circunstancias la hubiera regañado, para que no sea tan hiperactiva, pero Erwin asumía que eran las difíciles situaciones que le tocó pasar.

En su débil corazón algo le decía que eso iba a ser pronto a la inversa. Lo presentía.

Volvió su mirada al muchacho que ni siquiera se atrevía a decir su nombre, y lo notó, al parecer, resignado a pasarse con Hanji pegada a su delgado cuerpo, cubriendo sus ojos con el brazo que tenía libre.

— ¿Te molesta la luz? ¿Prefieres que la apague?

El niño soltó un extraño sonido que Erwin interpretó como una afirmación. Disimuladamente probó otra de sus teorías, puesto que Hanji es recelosa a la oscuridad y una de las pocas cosas a las que no cedía era dormir a oscuras, despertándose inmediatamente cuando le apagaban la luz.

Erwin esperó unos segundos. El niño pareció relajarse más, al punto de bajar el brazo y acomodarlo a su lado. Hanji por su lado, ni siquiera se inmutó.

El rubio se dirigió a su estudio, comenzó a preparar el documento con el cual exigiría también la custodia del pequeño Ackerman. Siente que es lo correcto, nada bueno le deparará si sigue con Kenny.

Es una pequeña y rara joya, no puede dejarla que se dañe.

Al día siguiente Erwin sintió un extraño aroma mezclarse desde la cocina, por lo que fue de inmediato hacia la misma, encontrando un panorama que, sin él saberlo, sería su rutina durante mucho tiempo.

Hanji se encontraba sirviendo el desayuno, mientras Levi, aparentemente sin mover un solo músculo, estaba sentado en el segundo lugar apartado de la cabecera.

Fueron años después, cuando el pequeño le tuvo confianza, que le confirmó que su nombre era Levi, y lo que trató ese primer día fue hacer el desayuno, pero las cosas no resultaron como la esperaba, admitiendo que era la primera vez que lo hacía porque generalmente Kenny compraba todo preparado. Fue un desastre y se sintió en la obligación de limpiarlo. Erwin no había notado aquella catástrofe culinaria porque Levi fue a dejarlo todo en el basurero, debidamente sellado.

Al parecer Hanji era menos torpe que él para hacer el desayuno, quizá por haber ayudado en algunas ocasiones cuando sus padres vivían, y ella le había ocultado lo que había acontecido aquella primera mañana.

Con Hanji poniendo al corriente en las materias, y Levi deseoso de aprender, no le costó a Erwin convencer en el colegio que aprobaran a Levi en todos los cursos e inscribirlo en el mismo grado que cursaba Hanji.

Luego de aquel primer día, Erwin se percató que Levi es demasiado perspicaz para su edad, puesto que él había creído rodearse de niños de 8 años (y lo había aceptado sin siquiera chistar) cuando notó que en el salón la mayoría eran entre diez y once años.

Erwin le admitió que Hanji tiene una mente muy hábil y había logrado saltarse dos cursos. Y Levi le había hecho una pregunta que hasta ahora Erwin no tenía la respuesta.

¿No le afectaría emocionalmente relacionarse con niños mayores a ella?

Tal vez no.

Solo el tiempo lo diría.

Continuará...


Notas: Primer longfict de LeviHan que me aventuro a hacer, tengo adelantado un par más de capítulos y la idea estructurada, pero siento que si no lo saco, no lo voy a terminar y esta vez sí quiero hacerlo xD (aprovechando la alta adrenalina que tengo en ellos dos)

Como verán es una introducción al mundo en este AU de por qué y cómo. No van a quedarse como niños todo el fict, tendrá saltos de tiempo aunque no tan grandes de décadas xD