Hola! Mi primera incursión en el fandom de BNHA. Hoy traigo una traducción de un Fic KiriBaku/BakuShima (La OTP) de una autora que escribe maravillosamente!
Esta obra NO es mía, es una traducción autorizada por la autora xX_KUUHAKU_Xx de su obra original "Communicate With Your Body"
El link original de la obra: (h t t P) : / / archive of our own (. o r g) / works / 7519189 (quiten los espacios)
Si saben ingles les recomiendo encarecidamente que pasen a leerlo, es precioso! 1000000/10
El link del Tumblr de la autora: (h t t p) : / / xkuuhakux . tumblr . com (quiten los espacios)
Cualquier duda que tengan sobre la historia pasen a preguntarle, ella es muy linda y estoy segura les responderá con gusto :3
Bien, esta será la única nota que lean de mi parte, lo demás será la traducción de la obra de la autora y de sus comentarios al inicio y al final de cada capítulo. Espero lo disfruten!
Resumen del capítulo:
—¡Hey! ¡Despierta, pedazo de mierda! ¿Sigues con vida?
El joven se estremece y arruga la cara con dolor, pero Bakugou continúa sacudiéndolo.
—Bien, sigue vivo.
Penetrantes ojos rojos se abren y miran perezosamente la cara de Bakugou, el rubio siente por un momento como su corazón da un fuerte latido en su pecho.
—Oh mierda…
Traducción de las notas de inicio originales de la autora:
¡Hola a todos! Soy Kuuhaku (ノ´ヮ´)ノ*:・゚✧
Esta es mi primera historia en AO3 así que, por favor, sean amables ¡Pero no duden en dejar críticas constructivas! Y, por supuesto, cualquier otro comentario es bienvenido :)
Por favor disfruten la lectura, amo el BakuShima/KiriBaku tanto como ustedes y estoy tan emocionada con esta historia que seguí de largo y escribí los demás capítulos. Así que esperen el próximo muy pronto.
Capítulo 1: Penetrantes ojos rojos.
Eran alrededor de las seis de la mañana y el vecindario permanecía en silencio mientras la gente seguía durmiendo pacíficamente. Por lo general, nadie se preocupaba por levantarse antes del amanecer como él solía hacerlo por lo que sabía que podía salir a trotar tranquilamente sin la presencia de otros. Bakugou toma sus llaves y las asegura en el interior de sus bolsillos mientras camina silenciosamente hacia la puerta principal de su departamento. Colocándose sus tenis y atando firmemente los cordones, Bakugou abre la puerta del departamento y aspira el aire fresco antes de dar inicio a su entrenamiento matutino.
—El clima se siente bien, aunque este un poco nublado. Puede que hoy llueva más tarde… será mejor volver antes de que comience a empeorar.
Y con eso el rubio comienza un trote constante hacia la playa, la cual no queda lejos de su departamento. Las vacaciones de primavera estaban casi por finalizar y pronto comenzaría el nuevo año escolar. Bakugou cursaba su segundo año de universidad en la carrera de Gastronomía. Él iba a ser el mejor, el mejor chef del mundo. Iba a ser el número uno de toda su clase— NO, él iba a ser el número uno de toda su carrera. Nadie podía superarlo, nadie era mejor que él ya que, después de todo, él era especial. Siempre había sido así, desde que era un niño, por lo que terminar la carrera como un chef de gran renombre mundial y abrir un restaurante de cinco estrellas iba a ser pan comido para él.
El cielo comienza a oscurecerse, a pesar del hecho de que ya debía de haber amanecido. Bakugou comienza a correr cerca de la playa, paralelo a la orilla, cuando siente algo mojado en la cara y en los brazos.
—¡Mierda! Está empezando a llover.
El rubio busca apresurar el paso de sus pies para llevar ahora un ritmo más rápido para poder terminar su ejercicio un poco más temprano aquel día cuando un cuerpo a medio salir del agua llama su atención, estaba tendido ahí, con la mitad dentro del agua y la otra en la arena. Aquello era algo inusual en su rutina diaria. Bakugou estaba a unos pasos de llegar a su departamento para poder mantenerse a salvo de la pronta tormenta, pero el cuerpo seguía inmóvil, además de la posición demasiado torcida que tenía, además… ¿Eso que veía era sangre?
Aunque normalmente no le importaba lo que pasara con los demás, Bakugou decidió que era tiempo de hacer un poco de servicio a la comunidad bajando a la playa a verificar que la persona tendida en la arena se encontraba bien. En vez de continuar su camino hacia su departamento se acercó hacia el cuerpo. La lluvia comenzó a soltarse con un poco más de fuerza y el rubio decidió apresurar su inspección.
Después de inspeccionarlo más de cerca se dio cuenta que el cuerpo pertenecía a un joven, posiblemente, de su misma edad. Su brillante cabello rojo era inusualmente alborotado y puntiagudo apuntando en todas direcciones. Tenía unas escamas rojas a lo largo de los bordes de sus antebrazos que cambiaban de forma y color mientras se adentraban más en su piel, cubriendo mas allá de sus codos finalizando en sus bíceps. Bakugou notó que sus muñecas estaban atadas firmemente con una cuerda y… ¿Sus dedos eran palmeados? Estaba envuelto en una red de pesca de la cintura para abajo, además de tener marcas de latigazos por todo su cuerpo, varios moretones de múltiples tamaños decoraban su piel y, como cereza del pastel, una profunda laceración surcaba su pecho.
Aquello ya era demasiado como para que su mente pudiera procesarlo. Bakugou sacudió bruscamente al joven por los hombros, azotándolo contra la arena sin piedad.
—¡Hey! ¡Despierta, pedazo de mierda! ¿Sigues con vida?
El joven se estremece y arruga la cara con dolor, pero Bakugou continúa sacudiéndolo.
—Bien, sigue vivo.
Penetrantes ojos rojos se abren y miran perezosamente la cara de Bakugou, el rubio siente por un momento como su corazón da un fuerte latido en su pecho.
—Oh mierda…
Antes de que pudiera continuar con sus pensamientos el joven ensancho los ojos entrando en estado de shock, estremeciéndose violentamente entre los brazos de Bakugou. Comienza a golpear a su alrededor en un ataque de pánico mientras Bakugou trata de calmarlo.
—¡Deja de moverte! ¡Hey…! Estas haciendo que entre arena en tus heridas ¡MALDITA SEA! ¡DEJA DE MOVERTE TANTO JODIDO IMBECIL! ¡CALMATE MALDITA SEA!
Los gritos de Bakugou no impiden que el otro joven mueva frenéticamente sus manos. La parte inferior del pelirrojo chapotea sobre el agua mojando a Bakugou quien continúa tratando de calmarlo. La lluvia ha comenzado a caer con más fuerza ahora. El rubio comienza a irritarse, justo ahora podría estar en su casa descansando de no ser por aquel pedazo de imbécil.
—¡Mierda! Es muy fuerte.
Cuando pasan ya varios minutos sin resultado, el medidor de rabia de Bakugou está a punto de explotar. De repente algo lo golpea en la espalda con una fuerza tan inmensa que lo ha mandado a volar, literalmente. Bakugou rueda por la arena y cae sobre su espalda ahogando una mueca de dolor.
—¡AGH…! ¡¿QUÉ MIERDA…?!
Se sujeto el cuello antes de volver y confrontar al otro, pero antes de poder decir algo un sollozo escapo de sus labios. El mundo pareció disminuir su ritmo hasta tomar el de un caracol. Aquello no podía ser real… ¿O si…? Sus ojos debían de estar jugándole una mala broma. Ante él se muestra una gola gruesa y escamosa envuelta en la misma red de pesca, las puntas de la aleta se oscurecían gradualmente cambiando a un tono marrón. El rojo brillante de las escamas también cambiaba de color y forma al acercarse más hacia la pelvis del joven.
—¿Qué… mierda…? —El rubio susurra para si mismo descansando su peso en sus palmas y sus rodillas sin apartar la mirada de aquella magnifica cola.
La cola cae de nuevo en el agua con un ruido sordo, creando grandes ondulaciones sobre ésta. El otro apenas y respira, al parecer toda la agitación anterior lo había cansado. Bakugou se frota los ojos con fuerza y los vuelve a abrir solo para volver a encontrarse con la visión del joven con escamas sobre la arena. Vuelve a repetir el proceso, pero la visión continua ahí.
—¿Es… alguna clase de sirena? Er… Tritón, en este caso supongo.
Bakugou se acerca cautelosamente hacia el otro y lo encara sin problemas. El pelirrojo levanta los ojos para mirarlo de manera desafiante, Bakugou sonríe de manera maniática.
—El hijo de puta está cansado, atado y aun así ¿Quiere seguir luchando? Nada mal, idiota.
Bakugou se sienta mientras apoya su peso ahora sobre sus manos. La acción parece relajar un poco al pelirrojo mientras comienza a observar a su alrededor. Resignándose a mojarse, Bakugou le da un tiempo al otro para conocer su entorno antes de comenzar a hablar.
—Oye.
El pelirrojo voltea a mirarlo de manera amenazante. Bakugou no tiene miedo aun y cuando se encuentra sentado frente a frente con el pelirrojo, eso si, alejado lo suficiente de aquella peligrosa cola, solo para asegurarse de no ser golpeado de nuevo.
—Entonces… ¿Eres algo así como un Tritón o una de esas mierdas?
El otro no responde, solo frunce aún más las cejas. El único sonido en el aire es el que producen las gotas de lluvia al estrellarse contra la arena.
—Joder… ¿Qué debería hacer?
El rubio estruja sus cabellos con frustración. Solo tenía la intención de comprobar si el tipo seguía vivo para después llamar a la policía y que ellos hicieran lo demás, pero ahora no podía hacer eso pues en primera ese imbécil no era siquiera humano. Bakugou no era estúpido, conocía lo suficiente como para saber que la policía mantendría al pelirrojo cautivo y posiblemente lo entregaría a algún maldito científico loco para que realice experimentos con su cuerpo. Sumado a eso estaba el hecho de que las heridas en el cuerpo del hombre son bastante severas y que podría llegar a morir si Bakugou no hacía nada.
—Ughh…
Bakugou detiene sus pensamientos al oír el suave sonido que hace el otro. Es apenas audible, sobre todo bajo aquella lluvia, por lo que Bakugou se sorprende de haberlo oído. Posa su mirada sobre el rostro del pelirrojo notando como sus ojos están vidriosos y comienzan a desvanecerse. Rápidamente el rubio se quita la camiseta mojada y la presiona sobre el gran corte en el pecho del pelirrojo. Lo primero es lo primero, tiene que detener el sangrado.
—¡A-Aghh…! —Grita el pelirrojo débilmente. Se agita ligeramente, pero sus energías parecen haber sido drenadas de su cuerpo.
La camisa comienza a teñirse de rojo gradualmente por la sangre del pelirrojo y la lluvia no ayuda en lo absoluto. El cielo se oscurece cada vez más haciendo que sea más difícil poder ver el entorno.
—…Joder… tendré que llevármelo a casa si quiero ayudarlo…
Una parte de él quiere abandonar a ese pelirrojo idiota a su suerte… pero después de ver esos ojos… siente como si no pudiera dejarlo ir. Y tal vez, solo tal vez, hay algo en el tritón que le parece seductor. Bakugou sacude su cabeza con vergüenza por haber admitido aquello.
—¡A LA MIERDA!
Bakugou continúa presionando su camisa en la herida del pecho del otro con una mano mientras extiende la otra hacia la cabeza del tritón. El pelirrojo se estremece ligeramente, tensándose apenas un poco, al sentir como Bakugou comienza a acariciar torpemente su, sorprendentemente, suave cabello.
—Uh… Uhm… E-estarás bien. Todo va a estar bien… Así que ya relájate, maldita sea.
Bakugou palmea con fuerza la cabeza del otro dando énfasis en su última oración aun sin creerse capaz de realizar tal muestra de bondad. El pelirrojo se relaja visiblemente mientras se desploma sobre la arena, pero tal vez es por el hecho de que está cansado. Bakugou aprovecha ese momento para deslizar sus brazos sobre el cuerpo del otro, bajo su cola y por sobre su torso, antes de levantarse cargando al pelirrojo estilo princesa. El otro se pone rígido, pero no hace nada más, aunque lo quisiera ya no puede hacer más. El rubio retoma el camino hacia su departamento notando como el pelirrojo lanza una mirada de añoranza hacia el mar por encima de su hombro. Los ojos del pelirrojo vuelven a cristalizarse mientras comienzan a nublarse de nuevo. Bakugou apresura aún más el paso.
Bakugou agradece mentalmente no haber cerrado bien la puerta del departamento aquella mañana pues gracias a eso puede entrar sin necesidad de buscar sus llaves, abriendo la puerta rápidamente. Se saca los tenis y corre directo al baño. Tendrá que lavar más tarde esos tenis que se han ensuciado con la arena mojada de la playa. Con suavidad, coloca al pelirrojo en la bañera, la cual tiene un tamaño más que suficiente para él. Su departamento es uno de los más grandes de todo el campus y aunque su precio es un poco más alto, más del que le gustaría, Bakugou necesitaba asegurarse tener una cocina lo suficientemente grande para poder preparar sus maravillosos platillos a gusto.
Por un momento, Bakugou se estremece de manera violenta y se da cuenta de que sigue sin camisa. El rubio no es muy aficionado al frío y aun así termina de despojarse de toda su ropa dejando solo sus boxers, tirando el resto en el cesto de la ropa sucia. La camisa con la que había tratado de parar el sangrado del pelirrojo va a parar a la basura ya que no pensaba volver a utilizarla de nuevo. Mira por unos segundos al pelirrojo y solo por curiosidad toca ligeramente la piel de su hombro. Esta helado y Bakugou se apresura a encender el agua caliente para llenar la tina aproximadamente a la altura de la cintura del pelirrojo. El hijo de puta podía respirar bajo el agua ¿Verdad?
Su pregunta fue respondida por las pequeñas burbujas que abandonaron los suaves labios del pelirrojo. Un momento… ¿Suaves? ¿Realmente acababa de pensar que eran suaves? Bakugou se sonroja violentamente mientras sacude su cabeza con fuerza. Saca sus llaves y utiliza el pequeño cuchillo de bolsillo incluido en el llavero para poder cortar la red de pesca adherida a la cadera del pelirrojo… o al menos donde él supone debería estar su cadera si el otro fuera humano. Mientras se deshacía de la red y del amarre en las muñecas del pelirrojo miró distraídamente al tritón que dormía en la tina. Era… admirablemente guapo, incluso podría decir que era bonito debido a las brillosas escamas que decoraban sus antebrazos y larga cola. La cola terminaba en una aleta que se partía en dos, como la de los peces, pero la diferencia era que la del pelirrojo estaba bellamente rizada en las puntas, como la falda de una mujer. Bakugou sale de su trance antes de acomodar al pelirrojo en una postura sentada y salir del baño para buscar un botiquín de primeros auxilios.
Traducción de las notas finales originales de la autora:
—Bakugou fue capaz de llevarse al tritón a casa de manera segura y sin que nadie lo viera ya que las personas que viven en esa zona son, en su mayoría, universitarios y no hay universitario que se despierte temprano en vacaciones (Solo Bakugou). Además, estaba lloviendo con fuerza esa mañana por lo que con más razón nadie salía de su casa (De nuevo, solo Bakugou).
Me acabo de dar cuenta que es la típica situación "Tritón-lastimado-traerlo-a-casa" pero prometo que las escenas subidas de tono y sensuales llegaran eventualmente y compensaran lo demás. Quizás en el próximo capítulo.
Espero verlos pronto, Kuuhaku fuera! (งಠ_ಠ)ง