Get Down


Disclaimer (me siento una celebridad): Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto, culpable también de hacer una obra tan yaoísta.

Este es mi primer fic que publico. Me inspiré en una sola canción, "Get Down" de Emigrate y Peaches. No me hago cargo de lo que les suceda si leen este fic y escuchan la canción al mismo tiempo. Yo sólo enciendo la mecha :v

Especialmente dedicado a mi musa Alphabetta. Gracias a ti Alpha, me atreví a volver a escribir. Por todo el limón ObiDei del mundo, no pararemos hasta conquistar el mundo.


Capítulo 1: Caliente.

Me siento sexy. Me siento sexy cuando noto que te me quedas mirando. No puedo evitar notar unos gestos extraños en ti. Tus bromas tontas y constantes cesan. ¿Por qué siento esto? Ayer te vi en pantalones de nuevo. Tu torso grande, musculoso, me cuesta creer que seas así. Pero si he visto tantos hombres como tú, ¿cómo puede ser que no te pueda quitar de mi cabeza? Si me gustan las chicas, ¿o acaso debo decir gustaban? Cuando estás cerca me confundes. Hace unos días te escuché hablar con una voz que no es la tuya… O quizás, sí lo sea. Por el arte, qué voz tan suave, profunda y rasposa al mismo tiempo. ¿Por qué me causas esto? Comienzo a sentirme chico a tu lado. Creo que necesito aclarar lo que pienso… Sí, unas cuantas bombas me darán claridad. Hm.

No, no puede ser. No puede ser que haya pensado eso. No puede ser que haya pensado así. No y mil veces no. Prefiero volver a Iwa y pedirle perdón al viejo del Tsuchikage, antes de que aceptar que el idiota de Tobi (¡un hombre¡, ¡y un idiota!, ¡y, nada menos que Tobi!) me cause tantas cosas en el estómago. Por cierto, al parecer el estómago no tiene por qué revolotear, el mío duele como si hubiese estallado mis bombas dentro… Sí, probablemente si me enamoro de ese idiota, mi estómago sólo podrá doler.

Primero muerto antes que aceptar que siento algo por ti. ¡Digo, primero muerto antes que…! Ah, maldición Deidara, lo admitiste. Ok, hm, pero esto se queda adentro mío. Nunca lo sabrá y sólo se me pasará. El tiempo eterno del que hablaba Sasori y con el cual discutía tan ilusa concepción del arte no es nada más para mí, que un tiempo mortal. El tiempo es mortal y eventualmente morirán estas discusiones internas que el idiota me provoca, hm. No durarán mucho.


Dos meses después

Mierda, no han menguado. Cada vez pienso más en él. ¿Si tiene tanto calor, por qué no se deja de andar con bufanda en pleno verano? No, el cabeza hueca tiene que venir a caminar casi desnudo en la habitación. ¡¿Por qué carajos hay que compartirla?! Ah, con danna era tan fácil, una marioneta que nunca dormía. Mientras que sólo peleábamos por tener que compartir el taller, ahora este tonto está… ¡Ahora entra a mi taller con poca ropa! ¿Qué no sabe lo que es ropa de media estación, hm? Ah maldición, está… Está pisando de nuevo mis figurillas de arcilla esparcidas por el suelo, pero eso ya no es lo que me molesta… Me molesta quedarme viendo su espalda ancha y de dos colores, me molesta que me hable como un niño y tenga un pecho de granito.

Me molesta mucho. No poder. Restregarme. Contra ese pecho. Hm.

Me molesta que chasquee los dedos porque de nuevo, perdí la atención. Puto Tobi cuerpo de marfil. Quisiera ser arte ahora mismo.

De nuevo Deidara tuvo que hacer calmar a su genio con una explosión en la cara del estúpido enmascarado.

¿Siempre tiene que sobrevivir?


Cinco meses después

¿Y si algún día se me pasa la mano y mato a Tobi? No, él es muy bueno huyendo, bueno, hm… Quizás, quizás me contenga un poco. ¡Mierda, que se muera, ya se acerca el invierno y sigo mirando su espalda!

Deidara no sabía, que contenerse en sus explosiones literales de ira, le pasaría factura por otro lado.


Un mes después

Ya no me contendré más con las bombas. Odio estos sueños húmedos. Me siento como un adolescente inútil.

Ah, por qué… ¿Por qué no me di cuenta de que se le marcan los pectorales por sobre esa ropa de cuero negro? Y ese cuello fuerte, y esa nuez de adán y… ¡Hm! Maldición. Va a correr sangre. Va a correr sangre, lo juro.

Aunque no quisiera usar sus manos para eso, de nuevo su kinjutsu tuvo que hacerle mojar las sábanas mientras mordía fuerte su almohada durante la noche. Lo bueno de un idiota que sólo sabe roncar fuerte y duerme con máscara tapado hasta las orejas.

Hm, extraño cuando caminaba desnudo los días de calor. Mierda, hm.

El invierno vendría cruel, y Deidara lo sabía. Pero ni en todos sus entrenamientos ninja, jamás la falta de calor se le hizo tan insoportable. El calor que buscaba su joven cuerpo era de otro tipo. Era humano y dormía en el futón vecino.

Una vez escuchó de alguien que el amor no existía, que tan sólo era pasión sexual y punto. ¿Y si la desataba? Sería como una explosión y ya, nada más. Una magnífica y efímera explosión de pólvora acumulada. Pólvora, polvos.

Qué estúpido juego de palabras.

Si el amor no existía, y tampoco era como si le interesase perder el tiempo en algo que no fuera su arte, no tenía por qué temer a que algo más estuviese involucrado. Sí, culpó todo este tiempo a su falta de experiencia en el campo, pero ¿acaso Tobi parecía tenerla? Si era un idiota infantil con toda la variedad de hombres de Akatsuki y con la bella Konan, con quien casi todos alguna vez intentaron tentar a la suerte, posiblemente era asexual. Ahora eso era lo que preocupaba a Deidara.

Bueno, él sería más joven -lo sospechaba-, pero seguía siendo el senpai. Una noche fría de nieve, se armó de valor y removió bruscamente el hombro de su compañero hasta despertarlo. Ignoró sus tontos quejidos.

–Ey, idiota… Tengo frío, hm.