Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979
ADVERTENCIA: ESTE ES UN ALBERT FIC Y ES DEL GENERO DRAMA Y ROMANCE.
En algunos capítulos de este Fic hay escenas de violencia y muerte.
Por lo tanto es exclusivamente para lectoras adultas.
Era la celebración del 04 de Julio la misma fecha en que Elroy Andrew cumplía años, la familia se había reunido para festejarla, ella había criado a sus sobrinos más nunca había tenido hijos, la mayoría ya estaban casados y tenían niños, el único que quedaba soltero era el mayor William Albert Andrew, un prominente médico, su especialidad cardiología, ya tenía 43 años de edad, en cada fiesta familiar llevaba una novia diferente ya fuera doctora o enfermera.
-William, estoy entusiasmada de que me presentes a tu familia-dijo Virginia, de profesión pediatra de 38 años, divorciada.
Albert pensó: Todos llegaran con sus esposas e hijos y luego si no llevo a alguien comenzaran a sermonearme que debo sentar cabeza, no han comprendido que no me gustan los compromisos.
La que les abrió la puerta fue Candice, esposa de Anthony su sobrino, tenían dos niñas de un año y medio, en realidad a Albert nunca le había caído bien Candy, pensaba que era una oportunista y que fingía su alegría y entusiasmo, le parecía escandalosa aparte de que siempre le hacía bromas pesadas para su gusto.
-Buenas tardes Candice.
-¡Bienvenidos!, Soy Candice, sobrina del doctor Andrew.
-Soy Virginia, su novia.
-En realidad es mi sobrina política, su esposo es mi verdadero sobrino.
A Candy le gustaba molestar a quien sabía que le caía mal.
-¿Y qué pasó con la doctora Liliana? Me acuerdo qué la trajo en la reunión familiar pasada ¡Me pareció tan simpática!
Albert clavó la mirada en Candy y la hizo sentir nerviosa, ella sabía sus expresiones cuando se enojaba.
-Pasen, no se queden en la puerta todos estamos en el comedor.
-¡Tío ya traes otra modelo! ¡Cambias más rápido de novia que de trusa!-bromeó Stear
Se llenó de risas el comedor, Albert sólo blanqueó los ojos.
-¡Por Dios William! sigues con esa barba de chivo, ¡No sé cómo te permiten entrar al quirófano con semejante aspecto!
– Lo que les interesa son mis habilidades cómo médico, no mi apariencia.
-¿Y a quien nos traes ahora?
-A Virginia, es mi compañera en el hospital.
Todos la miraron sonrientes.
-¡Sírvanse ustedes mismos! Es bufet!-indicó la señora Elroy.
Albert le dijo a Virginia que se sentara que él le serviría, ella obedeció complacida, Anthony había ido por el postre.
-Tío, es guapa tu novia.
-¡Gracias! Tú eres el único que no me deja mal, hasta tu mujer hace de las suyas.
-Discúlpala, tú sabes que le encanta hacer bromas.
-Ya sabes que me parece antipática, dile que…
-No quiero herirla tío, no le diré nada, al único que le cae mal es a ti, todos la quieren en la familia.
-¿Cómo vas en tu trabajo?-le preguntó Albert
-Pienso renunciar muy pronto.
-¿Por qué? ¿Tienes problemas?
-Trabajaré en casa, quiero dedicarle más tiempo a las niñas.
-Precisamente por ellas debes tener un empleo estable para que tengan seguro médico y…
-Ya lo tengo decidido.
Todos se tomaron fotos con la cumpleañera, Candy y Anthony vivían con la señora Elroy, ellos cuidaban de ella, los demás tenían sus casas propias.
Albert se acercó a su tía para despedirse.
-No quise darte el regalo delante de todos porque luego dicen que soy un presumido.
Albert le puso el reloj a la señora Elroy y luego le dio un beso en la frente
-Aconseja a Anthony, dile que no renuncie a su trabajo.
-Ya lo tiene decidido y yo lo apoyo, ustedes no se opondrán a que yo le deje esta propiedad ¿Verdad?
-Puedes hacer con tus pertenencias lo que desees.
Albert miró que Anthony y Candy jugaban en el piso de la sala con sus niñas y frunció el ceño.
-Prométeme que nos acompañarás en la Iglesia este domingo, el hijo de Stear va participar con un canto.
-No puedo asegurarte nada, tú sabes que mis horarios dependen de mis pacientes.
-Tanto trabajar, ni sales de vacaciones, ni convives con nosotros, te desgastas más de la cuenta.
Albert hizo una mueca, la volvió a besar y se retiró. Al salir de la propiedad lo esperaba Archie.
-¿Qué pasó ahora Archie?
-Tío, es que este mes no me dará para pagar la letra del carro de Annie.
-Mándame los datos, yo lo pagaré.
-¡Gracias! ¡Por favor no le comentes nada! tío.
-Ya lo sé.
Iban en el camino Virginia y Albert.
-Pude darme cuenta que les resuelves los problemas financieros a tu familia.
-Entre más aumenta la familia, más necesidades hay.
-Ellos se multiplican William, pero tú sigues igual.
-Tengo mis razones Virginia.
-¿Razones? Nunca he visto que un hombre soltero esté tan apegado a su familia, todos buscan su felicidad.
-Mi felicidad es que ellos sean felices.
-¿No piensas contraer matrimonio algún día?
-Ninguna entiende que seguiré velando por ellos.
-¿Quiere decir que nuestra relación no tiene futuro?
-No pienso comprometerme contigo si es a lo que te refieres.
Al llegar a la casa de Virginia ella se bajó del auto y azotó la puerta.
Albert era el rico de la familia, los demás tenían sus casas, sus autos, todo a base de esfuerzo nada regalado, pero siempre cuando pasaban por momentos difíciles Albert era el que resolvía los problemas, es por eso que no tenía pareja pues todas le demandaban atención, se acercaban a él para subir de estatus social ya que era un médico reconocido, sus beneficiarios de todo lo que adquiría eran sus sobrinos.
Anthony era arquitecto pero trabajaba en el departamento de informática en una estación de policía trabajo que le había conseguido Albert pues había operado a un funcionario que quería concederle algún deseo en agradecimiento.
El domingo siguiente asistieron a la Iglesia, la señora Elroy miraba hacia atrás buscando a Albert entre la gente.
-¿Qué pasa tía? –preguntó Candy.
-Le dije a William que el niño de Stear participaría hoy
Candy sonrió— él está adelante con una videocámara
-¡Si vino! Sabía que no se lo perdería.
-A pesar de todo siempre trata de asistir cada vez que sus sobrinos tienen alguna intervención en el culto Dominical.
-Es por eso que le pido al ministro que los ponga en el programa, para que asista regularmente a la Iglesia-confesó la señora Elroy.
Albert grabó toda la presentación del niño, al finalizar…
-Déjame editar el vídeo y te lo mandaré por correo electrónico-Le dijo a Stear.
Todos almorzaron en la residencia de la señora Elroy, Albert notó triste a Anthony.
-¿Qué tienes? Te noto pensativo.
-Tío, si algo llegara a pasarme, ¿velarías por mi familia?
-¡Que preguntas haces! No te conviene morirte, sabes que tu esposa me cae mal…
Albert vio el rostro de Anthony y notó que hablaba en serio
-Tú sabes que sí, no me gusta verte preocupado, ¿Acaso Te hace falta dinero? Dime con confianza
-No, lo que sucede es que estos últimos días he soñado con mi mamá, con tus padres, en fin con todos los que han partido antes que nosotros y que ahora pertenecen a la Iglesia triunfante.
-¿Y por eso estás así? Pensé que era algo grave, yo siempre sueño con tu mamá y gracias a Dios no sucede nada malo, así que deja tus preocupaciones por un lado.
-Quiero ver a mis hijas crecer.
-Las verás y las entregarás cuando tengan que casarse, sería chistoso que las dos se te casen el mismo día.
El lunes que Anthony se fue a trabajar abrazó a Candy por varios minutos, así lo hizo con sus bebés también.
-Nos vemos hasta la noche
-Claro, yo te espero-Se despidieron con un beso en los labios.
Anthony siempre le mandaba mensajes bíblicos a sus compañeros de trabajo, le apodaban el pastor, pero todos lo estimaban.
Cuando salió del trabajo e iba camino a casa se detuvo en una tienda y llamó a Candy.
-Hola amor.
-Hola, ya las niñas te empiezan a extrañar están muy inquietas.
-¿Necesitas algo del súper?
-Toallitas húmedas y tráeme algo de fruta.
-Está bien, te amo
-Yo a ti.
Anthony hizo sus compras cuando regresó a su auto unos hombres se le acercaron y lo encañonaron.
-Sube al auto sin hacer escándalo.
-Llévense el auto y mi cartera no es necesario que…
-¡Que entres al auto!
Lo subieron en la parte trasera, y lo llevaron a un terreno baldío.
-¿Le dijiste a alguien sobre el caso Hyde?
-No sé de qué habla
-Hace dos semanas procesaste información.
-Yo sólo hago la nómina de la estación, no me involucro en los casos de los detectives, mi trabajo es administrativo.
-Creo que nos confundimos de hombre, ni modo te tocó la mala suerte. ¿Quieres decir una última palabra antes de morir?
-Sí, Cristo les ama
El verdugo de Anthony le puso el arma en la frente y lo miró a los ojos.
-Lo siento
Disparó dos veces.
Dieron las 10:30 de la noche.
-Me dijo que ya venía, estaba en el súper sólo fue por toallitas húmedas.
Hay que llamar a la policía-sugirió la señora Elroy
Candy llamó a todos los Andrew preguntándoles por Anthony, todos se dieron cita en la propiedad de la señora Elroy.
Albert terminó de operar cuando Stear le avisó. Llamó a sus conocidos para que buscaran a Anthony.
El cuerpo de Anthony fue encontrado al día siguiente, Albert le daría la mala noticia a su familia, quienes acompañaban a Candy y a la señora Elroy.
Chicas este es un Fic corto de Albert.