CAPITULO 1: DESEOS OCULTOS

¡FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDA ANDREITA POLO! ¡YA TIENES 23! ESTAMOS VIEJAS JAJAJAJAJAJA. Como lo prometí, este es tu fic de cumpleaños (27/06), espero que te guste y la portada es un regalo de Luis para ti. El pobre se desveló conmigo haciendola... Por eso estabamos tan cansados ayer (Aparte del fic megaultradramatico que leí por tu culpa). ¿Ya cuantos años vamos metidas en esto del Spirk? Creo que dos años...con lo de la última peli y todo XD

Gracias por ser mi mejor amiga, mi confidente, mi consejera, la que me jala las orejas cuando hago algo mal o la que me apoya en cada locura que hago. Eres una hermana para mí, te quiero un montón. A pesar de que suelo expresarme mucho mejor escribiendo, está vez puede que me haya quedado corta en palabras para expresarte cuán importante eres para mí... ¡GRACIAS POR TODO!

Gracias a la persona que ha beteado este fic: Thomary221B. ¡Cuando Senpai aceptó betearme este fic casi muero! ¡GRACIAS!

¿Cómo había acabado en esa situación? Aunque intentaba enfocar su mente, nada venía a ella...

Se encontraba empotrado en la pared de lo que parecía ser su habitación, con alguien apoyado entre el hueco de su cuello, respirando calmadamente su aroma; sin embargo, no se sentía mal, se sentía correcto. Notó una camisa azul sobre él, una lengua recorriendo su cuello y esto solo le logró estremecer, sintiendo el placer empezando a surgir en su cuerpo. Cuando la persona apoyada sobre él levantó la vista, pudo reconocerlo.

-¿Spock? -mencionó con voz confundida, no entendía el actuar de su primer oficial. Los ojos del vulcano se veían más oscuros que nunca, pudo percibir deseo dentro de ellos y eso logró que un calor repentino lo invadiera.

-Jim -Dios, la voz de Spock sonaba más ronca de lo que alguna vez la había escuchado además que lo estaba llamando por su nombre-. Se mío Jim, te deseo.

¿Qué acababa de decir? ¿Había escuchado bien o era su mente jugándole una mala pasada? El correcto vulcano que conocía no diría nunca eso... Ellos eran amigos nada más, y aún así, una parte dentro suyo solo quería rendirse ante el deseo de Spock, llegando tan lejos como pudieran.

Antes de que pudiera si quiera contestar, sintió las manos de Spock en sus caderas, levantando la camiseta reglamentaria y quitándosela con rapidez, su mente no podía procesar todo lo que pasaba, se había quedado completamente congelado en el lugar. Sintió como esos dedos cálidos empezaban a acariciar su torso y no pudo evitar soltar un gemido ante esto. Tenía la boca seca, se relamió los labios para humedecerlos, sin darse cuenta de lo sugestiva que resultaba esa acción. Pronto, sus labios se vieron cubiertos por otros más suaves... Una lengua invadió su cavidad, jugueteando con la suya. ¿Era en serio ese su primer oficial? Porque a pesar de toda la lógica que predicaba, parecía estarse dejándose llevar por sus instintos más bajos y el deseo que nublaba su mente. Sus brazos se dirigieron al cuello de Spock, tomando entre sus dedos los mechones que caían a la altura de la nuca, acariciándolos mientras gemía dentro de la boca de éste. Sus bocas parecían fundirse y no se separaron hasta que sintió las manos en su torso acariciar sus pezones; nunca se había puesto a considerar que fuera tan sensible, pero ese hombre que lo tenía contra la pared, parecía conocer cada uno de sus puntos de placer y los estaba usando uno por uno... Por la comisura de sus labios, un hilo de saliva lo unía al vulcano y sólo podía pensar en que quería desvestirlo, ver toda su piel y acariciar cada parte de ella. Su miembro hace rato se sentía apretado en sus pantalones y sentía una humedad en la parte superior de su ropa interior. Sin embargo, Spock parecía tomarse todo el tiempo del mundo y querer convertirlo en una masa de placer bajo su cuerpo. Aún con los brazos de Jim en sus hombros, dirigió sus manos hacia el elástico de los pantalones, acariciando la cintura de su capitán.

-Spock, quiero... -no contestó Spock, tan sólo con un movimiento de sus manos el pantalón y el bóxer de Jim estaban en el suelo. Su miembro se encontraba completamente erecto, con unas pequeñas gotas de líquido pre-seminal saliendo de la punta, Jim pensó por un momento que Spock tomaría su miembro entre esas manos, pero lo que siguió lo dejó sin habla...

Spock se había agachado hasta su miembro, acariciando con una de sus manos la longitud, para luego dirigirla a sus labios; esos labios que sólo sabían hablar de lógica, ahora se encontraban rodeando su pene y Jim no pudo evitar gritar de placer, esa lengua que antes había jugado en su boca, ahora se encontraba chupando y succionando...

-Ah. Spock, más -Spock no se detuvo, siguió con su trabajo, acariciando con la punta de sus dedos los testículos de su capitán, lo cual solo intensificaba el placer que sentía Jim. Empezó a embestir aquella boca, sintiendo la calidez que envolvía su pene, no aguantaría demasiado.

-Spock..., me vengo -las caricias por parte de esos dedos no se detuvieron, y la boca no se apartó, hasta que sintió como el líquido salía de su pene, invadiendo toda esa boca, Spock no perdió una sola gota del semen, se levantó y se relamió la comisura de los labios, lo cual sólo logró que Jim se excitara aún más. Se acercó a él para besarlo, cuando un molestó sonido empezó a escucharse...

De repente, se encontró en su cama, enfocó la vista para ubicarse y se sentó. ¡No podía creerlo! ¿Acababa de tener un sueño húmedo con su primer oficial? Levantó las sábanas que lo cubrían y notó la humedad en su bóxer.

-Maldición Jim, esto está mal- se dijo a sí mismo en voz alta. No solo por lo que pasó, sino porque la imagen mental de todo eso no se iba de su mente. No concordaba en nada con la forma de actuar de Spock, lo cual solo lo encendía más. Decidió tomar una ducha bien fría antes de poder ir al turno alfa y lo más probable es que no pudiera mirar a Spock sin que esos recuerdos asaltaran su mente... ¡ERA SU MEJOR AMIGO Y COLEGA! Más aún, estaba en una relación con Uhura y aunque no lo estuviera, dudaba que Spock intentara algo con su capitán, las regulaciones de la flota eran muy estrictas con respecto a relaciones entre miembros del equipo de mando de las naves de la Federación. Intentó olvidar todo eso, pero su mente parecía incapaz de soltar todo ese deseo encendido en él y terminó masturbándose en el baño, gimiendo el nombre de Spock al terminar.

-Maldita sea, ¡que es tu jodido mejor amigo! -otra vez hablaba solo, parecía que iba a volverse loco con ese tema. Ya más calmado después de este suceso, se colocó el uniforme y se dirigió al puente, dando gracias a cualquier deidad que lo escuchara por no cruzarse con Spock en su camino. Ya en el puente, pudo notar que ni él, ni Uhura llegaban aún. Se acomodó en la silla, dando las órdenes pertinentes y fue en ese momento que escuchó una risa provenir del turboelevador.

-Está bien, Spock -esa voz era de Uhura, quien junto a Spock acababan de llegar. La sonrisa que llevaba la morena parecía iluminar todo su rostro, mientras que el estoico de Spock parecía algo confundido, en realidad, bastante sorprendido con la respuesta de Uhura. Jim apretó el agarre a su silla, sin poder evitar los celos que surgieron en su pecho... Él estaba en el puesto de mejor amigo, y aún así, nunca había logrado una expresividad de esa índole.

Ese sueño que había tenido, lo descolocó respecto a sus sentimientos, pues entendió al fin sus propias ansias por acercarse más, emocionalmente a Spock. Pasados los primeros minutos de celos, solo pudo sentir tristeza consigo mismo; se había fijado en un imposible, alguien que siempre lo vería como un mejor amigo, la persona más importante para él después de sus padres y su novia... más aún, alguien tan dañado como James Tiberius Kirk no merecía amar a nadie. Soltó su fuerte agarre y sonrió para sí mismo con tristeza, cosa que no pasó desapercibida para su primer oficial.

-Capitán, permiso para subir al puente.

-Permiso concedido señor Spock, Señorita Uhura.

-¿Ocurre algo capitán? Lo noto algo decaído.

-No es nada Spock, ya sabes cómo somos los humanos, nos ponemos emocionales con cualquier tontería -sus palabras iban acompañadas de una gran sonrisa que iba dirigida a Spock, aunque por alguna razón, Spock sintió que está no llegaba a los ojos, esos ojos azul cielo se veían apagados... Pensó en algo que pudiera decir para expresarlo, pero no encontró palabra alguna para mencionarlo, era ilógico. Se dirigió a su lugar y empezaron el turno. Estaban en el segundo año de su misión de 5 años de exploración y Spock podía asegurar que las cosas marchaban de manera óptima. Tenía una rutina establecida, en la cual desayunaba con el capitán y ocasionalmente acompañado del doctor McCoy o con Uhura, para pasar a sus labores durante el turno alfa. En la tarde, después del almuerzo, se dedicaba a sus experimentos, dándose tiempo para hablar con su novia y luego de la cena se encontraba con Jim en el salón recreativo para jugar una partida de ajedrez tridimensional.

Después del incidente de Khan, se había hecho más consciente de sus propias emociones y, aunque no las mostrara abiertamente, podía decir que aceptaba su parte humana emocional nuevamente. No podía dejar de notar que, en la mayoría de veces, disfrutaba más el tiempo que pasaba con Jim, relegando cada vez más el tiempo que pasaba con su novia, lo cual parecía molestar a Nyota al inicio, aunque luego se había acostumbrado a ello. Spock se sentía a gusto con el capitán, era una persona de una personalidad tan peculiar como brillante y no podía evitar sentirse curioso; el carisma de Jim y su fama de conquistador era algo conocido para él, aunque incomprensible para su lógica vulcana. Empezaba a aceptar también las pequeñas muestras de contacto físico que Jim parecía necesitar con todas las personas cercanas a él. No se dio cuenta de cuando pasó, pero de un tiempo a esta parte, notó que la relación que llevaba con Uhura llevaba más un tinte amical que de noviazgo, por lo que esa misma mañana, la había citado en el desayuno para hablar al respecto. Estaba dispuesto a escuchar cualquier clase de insulto que pudiera recibir o reclamos o gritos, pero Nyota se lo había tomado de manera tranquila, mencionando que ella también sentía que ellos quedaban mejor como amigos. Ya en buenos términos, ambos se dirigieron juntos al puente en el turboelevador, el silencio ocupando el espacio restante, hasta que Uhura decidió hablar...

-¿Y bien? ¿Qué pasará ahora entre Jim y tú?

-Si te refieres a este día, deberemos cumplir el turno alfa, probablemente el capitán me acompañe a almorzar, luego de ello continuaré mis experimentos, y es seguro que el capitán irá a la sala de entrenamiento y en la noche jugaremos de dos a tres partidas de ajedrez tridimensional - mencionó en un tono neutral.

-Me refería a que es obvio que hay cierta atracción entre ustedes. Eres más atento con él que con cualquier persona -Spock levantó la ceja en su ya conocido ceño.

-Me parece incorrecto que afirmes una atracción, cuando solo cumplo mis funciones como primer oficial al mantener al capitán a salvo.

-Spock, he sido tu novia los últimos 4 años y te conozco bien. No serías capaz de hacer lo que has hecho por el capitán, por cualquier otra persona -Uhura soltó un suspiro de resignación y luego continuó-. Dime Spock, ¿qué harías si lo que pasó con Khan se repitiera, pero el afectado fuera otra persona? ¿Hubieras hecho lo mismo que con Jim?

Spock intentó responder algo, pero en verdad no podía pensar en sus acciones respecto a ese asunto con alguien que no fuera Jim. Cuando lo vio agonizando en la sala del núcleo, sintió como si su mundo se detuviera; incapaz de procesar ninguna otra cosa que no fuera el torrente de emociones que lo recorrían..., tristeza, preocupación, ansias de consolar a Jim, atravesar ese cristal y poder abrazarlo. Todo eso pasando a ira y deseos de venganza al ver morir a su capitán y mejor amigo ante sus ojos sin poder hacer nada.

-Jim es mi mejor amigo, así que las circunstancias son diferentes -fue lo que dijo Spock luego de meditar por un rato.

-Está bien, Spock -la ironía solo hizo reír a Uhura, mientras llegaban al puente.

Durante ese turno alfa, les tocaba explorar un planeta deshabitado de clase M, llamado Pyris VII. Una misión sencilla para el equipo de reconocimiento; sin embargo, el capitán se ofreció a bajar, y él, como su primer oficial, no podía dejar que fuera solo sin ninguna clase de protección extra, así que se ofreció también a ir en el grupo de exploración.

Grave error, como demostrarían los hechos posteriores...

¿Qué será lo que pasará? Creo que la portada nos da una buena idea de lo que habrá en el próximo cap :D

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