Historias cortas del departamento de Lucy, sin orden cronológico y algunas entrelazadas entre sí, pero en general se pueden leer de forma individual.

Fairy tail no me pertenece.

El departamento de Lucy

Mirajane

Mirajane fue una de las primeras personas que conoció en Fairy tail, además de conocerla desde antes gracias a su trabajo como modelo. Era una persona dulce y amable, que siempre tenía una sonrisa para todos y era como la hermana mayor del gremio. Además siempre tuvo una gran admiración por esta, queriendo ser como ella cuando fuera grande.

No le extraño que poco después de unirse al gremio, la camarera llegara a su casa a inspeccionarla.

Sin invitación claro está, pero a diferencia de otros, fue lo suficientemente amable para tocar la puerta.

—Creo que tu departamento es muy lindo—hablo la mujer con una gran sonrisa.

Ella se sonrojo alagada del hecho.

Era amable que tu ídolo te dijera algo amable.

—Lucy tengo hambre—hablo Natsu entrando solo con pantalones.

(Estaba haciendo ejercicio)

Para su completo horror Lucy giro a ver a Mirajane, quien se le hicieron los ojos en forma de corazón, consiente de una potencial nueva pareja.

Lucy lloro ese día.

Además de patear a Natsu fuera de la ventana.

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—Creo que este color es perfecto para tus ojos—hablo Mirajane con tranquilidad.

Ese día por algún motivo la camarera paso en la noche a su hogar, con una revista de moda y algunos artículos de belleza. Lucy se sintió confundida, antes de que se convirtiera en una muñeca humana, que Mirajane parecía querer.

Así que al final se dejó disfrazar, quedando preciosa y provocando que la albina chillara.

Ignoro sus comentarios sobre sus posibles parejas y que debía contarle todo cuadro saliera con un chico.

Quería a Mirajane.

Pero era igual de loca que el resto del gremio.

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Lucy gimió cuando Mirajane apareció un domingo temprano a su hogar, alego que Elfman estaba de misión y ella ocupaba un asistente de cocina.

—Vamos a aprender hoy un postre delicioso—hablo Mirajane con emoción.

La rubia quien tenía aun su piyama, alzo la mano con menos emoción.

Al final la cocina termino incendiada, curiosamente no fue culpa de Natsu…también aprendió que cocinar con sueño era una mala idea.

Ahí se fue la siguiente recompensa de la misión.

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Si bien Lucy amaba a la adorable Mirajane que estaba en el gremio, despertarse los fines de semana y encontrar a la albina en su hogar, como si fuera su propio hogar, era algo fastidioso. Mirajane era muy estricta en levantarla temprano, escoger su conjunto de ropa, abrazarla con fuerza y cocinar juntas.

No se quejaba mucho, realmente ella siempre estaba sola (cuando nadie del gremio invadía su hogar) pero sentía que Mirajane era diferente.

Como si hubiera algo que no había ahí.

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Fue un tiempo después de unirse al gremio, cuando descubrió algo nuevo…fue un desliz de la albina por supuesto. Había obligado a la rubia a ir a acompañarla de compras, a lo que Lucy solamente se dejó hacer con un suspiro. En un instante la chica de llaves estelares se detuvo para ver una tienda, pero como todo estaba lleno de gente, Mirajane la tomo de la muñeca distraídamente.

—Apúrate Lisanna—hablo esta de forma distraída.

Lucy alzo la vista recordando ese nombre.

—¿Mirajane?—cuestiono confundida.

La albina se congelo en su lugar, probablemente recordando la historia que le había contado la semana pasada cuando Natsu se había enojado con ella.

Esta rio nerviosa, antes que riera algunas cosas sin sentido.

Al final Lucy termino en su departamento sintiéndose confundida y algo frio el lugar.

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—Lo siento mucho—hablo Mirajane cuando regreso a su departamento varias semanas después.

Ella sacudió la mano restándole importancia.

Pero la albina lucia muy preocupada.

—No te preocupes Mira-san, no te culpo por ver a tu hermana en mi…muchas veces yo también no puedo evitar ver a mi madre en ti por tu forma de actuar—admitió la rubia con una leve sonrisa.

Al menos ahora entendía por que el comportamiento de la albina a ella, reflejaba la ausencia de su hermana en ella y actuaba conforme todo lo que quiso hacer con Lisanna.

Pero no pudo.

Los ojos de la albina brillaron ante eso y la abrazo cálidamente.

—Hoy nos toca piyamada—hablo con real emoción.

Lucy sonrió, pensando que no todo era tan malo.

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Había pensado algo preocupada, que cuando Lisanna regreso, las visitas de Mirajane se esfumarían. No la culpaba, al menos le reconfortaba saber que los locos del gremio, siempre vendrían y su departamento no estaría solo. Aun así la siguiente semana del regreso de Lisanna, si bien no fue una visita larga, se topó con la adorable sorpresa de ver a Mirajane tranquilamente sentada en su sala.

Esta sonrió y ella imito una más leve.

—Debe gustarte mucho este departamento—bromeo luego de servir algo de té.

Hablando sobre que la próxima debería venir con su hermana.

Mirajane en cambio negó con la cabeza.

—Lucy la gente no quiere el departamento en que vives—explico refiriendo a todos los del gremio.

La rubia lucio confundida, antes de levantarse alarmada de que las galletas se quemaran.

Cuando se fue Mirajane suspiro.

—Lo que nos gusta es venir a visitarte—admitió antes de levantarse y ayudar a su amiga.

Este departamento era muy cálido, algo que todos los miembros de Fairy tail sabían. Aunque curiosamente Lucy parecía aun no llegar a esa conclusión.

Continuara…

¿Quien cree que seguira en esta locura?

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.