Antes que nada, quiero avisar que si alguien desea información sobre mis actualizaciones, deje un mensaje en mi perfil.

Ok dejando eso claro, debo decir que tenía esto escrito desde hace casi dos meses más o menos, no lo recuerdo exactamente -puede que sea menos tiempo XDD- sin embargo, lo publico hasta ahora porque he podido darme un tiempo para hacerlo, a pesar de que debería estar usando este tiempo para otras cosas más importantes.

Pero bueno dejando las excusas, aclaro de una vez que esto será como un conjunto de OS, sí, parecido a "Tipos de abrazos" solo que aquí no hay una temática y no me limitaré al Gruvia, habrá muchos paring más, unos canon -Gruvia, y Gruvia y Gruvia (?)-, otros crack -Lyredy, StinLi, etc- hasta los shipps más crack -como el Gajuvia, Navia, Laxredy (LaxusxMeredy), Laxvis (LaxusxMavis), resumiendo, lo que se me ocurra vendrá a dar a este fic xDD

Empezaré como de costumbre, con un Gruvia, sé que a varios no les gustarán los paring que pondré so intentaré poner en el summary y en el nombre del cap, el paring a desarrollar para que así decidan si quieren leer o no y no me reclamen después (?) XDD

.


.

Este OS va dedicado a mis amadisimas chicas del Barrio.

Ammi mi tituladora personal, la cual eligió el título de este OS

Chachos mi inspiración, pues me da ideas cuando hablamos de cualquier tema random XD

(Y porque necesita muchos ánimos y amorsh en estos momentos *corazón*)

Jaiku mi consentidora, porque me da gashetitas y amorsh aunque haya tenido un día largo en la U


.

Our time is a long conversation ~

.


.

La habitación era un completo caos, había ropa tirada por todas partes así como libros, papeles y algunas fotografías, tuvo que apartar el impulso de levantarse y poner todo en orden; una cosa era ordena el desastre de Gray en su cabaña compartida y otra diferente el asear el dormitorio de su departamento.

Eso no le gustaría.

Aún podía recordar el día que la sorprendió limpiando su baño, él intentó no mostrar su incomodidad y hasta le había agradecido su gesto pero pudo darse cuenta de que fingía para no lastimarla. Estaba también la vez que llevó varios abrigos suyos pensando en que era una buena idea dejar unos cuantos en su ropero por si llegaba a necesitarlos, Gray había palidecido al verla en la puerta con la ropa en las manos.

Se envolvió en las sábanas intentando apaciguar el malestar que aquellas memorias causaban en su interior, sin embargo, no entendía que diferencia había, ellos vivieron juntos durante meses, sabían cómo era la convivencia entre los dos y aun así el Fullbuster parecía aterrado por la idea.

Porque ahora era diferente, se recordó.

No estaban solos en un rincón apartado del gremio y sus amigos, ahora estaban en Magnolia a la vista de todo el mundo, era por eso que Gray parecía tan lejano en ese sentido. Y se odiaba un poco por ansiar más de lo que él le daba, después de todo su relación no era ningún secreto, ni tampoco lo era el hecho de que había noches en las que no volvía a Fairy Hills hasta el día siguiente en compañía del moreno.

Todos en el gremio fingían no notar esos detalles, al inicio no lograron ser suficientemente discretos pero cuando ella y Gray llegaron tomados de la mano les fue mucho más fácil; la vergüenza inicial cedió para convertirse en un ligero bochorno que ambos podían soportar.

Se acurrucó todavía más en la cama, intentando impregnarse de la calidez del moreno, esa que ocultaba del mundo pero no de ella, y entonces recordó la magia del ayer, esa que terminó muy temprano en la madrugada con la interrupción de Titania exigiendo la presencia de su novio.

Todo había sido un sueño, uno de esos que su mente creaba para aliviar el dolor y animar su corazón en tiempos pasados, cuando no era poseedora del amor del Fullbuster. Él la había invitado con una semana de anticipación, ambos sentados en el gremio cubiertos por el bullicio habitual, sonrojado y nervioso pronunció su invitación en medio de un relato que ella contaba con diversión — el cual perdió toda importancia en ese mero segundo —, parpadeó sorprendida intentando ordenar su mente, él frunció el ceño, no por molestia sino por extrañeza pero es que no podía imaginarse lo hermoso, esplendido y glorioso que era escucharlo pedirle aquello, porque ella era la que proponía salidas, actividades y compañia, cosa que nunca le molesto.

— ¿No quieres? — preguntó haciéndose el duro pero sabía que solo se protegía ante la posibilidad de una negativa.

Entonces asintió, con rapidez y energía, luego su cerebro despertó de su letargo permitiéndole formular una respuesta oral coherente que le sacó una sonrisa de esas que pocas veces surcaban la boca masculina.

Las ansias fueron insoportables, la carcomieron por dentro mientras la felicidad era exhalada por cada uno de los poros de su piel. No es que fuera su primera cita, habían tenido algunas anteriormente — varias propuestas no queriendo la cosa por parte de Gray —, pero esa era diferente, lo supo desde el preciso momento en que se lo pidió directamente — lo más directo que él podía —, por ello se esforzó por verse lo mejor posible, comprando un atuendo nuevo y desempolvando unos zapatos que había comprado para lucir ante alguien que no tenía cabida en su nueva vida.

Él llego puntual hasta su residencia, soportó la mirada de Erza y las demás chicas que compartían piso con ella; fue adorable verlo intentar no caer en los juegos de las féminas pero aún más encontrar su mirada embelesada al notar su presencia. Susurró su nombre al tiempo que sus mejillas se coloreaban de un rojo más intenso, las suyas hicieron lo propio al mirarlo por completo, era la perfección hecha hombre y estaba ahí por ella.

Se abrió paso y se colgó de su brazo con timidez, la pelirroja clamó al orden así que cada una se marchó, Scarlet hizo lo mismo no sin antes desearles suerte, solo Cana se quedó, se acercó a su oído para susurrarle mientras dejaba un pequeño regalo en su bolsa. Gritó abochornada y la castaña rió para marcharse en el acto, con una botella de alcohol en las manos. Gray no preguntó nada, fue como si se imaginara que era mejor no hacer interrogantes.

Se fueron casi al instante, caminaron tomados de la mano hasta llegar a la primera parada, un teatro local donde se presentaba una famosa obra que ella había querido ver desde meses atrás, la historia era de amor pero contenía acción y suspenso. Ella sabía que él no era asiduo a esa clase de espectáculos pero hizo un esfuerzo y a pesar de llamar poderosamente la atención al desnudarse durante el segundo acto — tenía que reconocerle el esfuerzo hasta ese momento —, pudieron terminar de ver la obra completa.

Después fueron a cenar a un bonito restaurante que si bien no era glamuroso era agradable, ahí Gray puedo soltarse un poco, ya no se notaba incómodo ni fuera de lugar, sonreía y bromeaba con ella, haciéndola reír y suspirar enamorada aún más de él.

Pero lo mejor fue el final, salieron del restaurante y caminaron por las calles de su hermosa ciudad, el cielo se encontraba totalmente despejado lo que hizo que las estrellas brillaran con más intensidad. Él la guió todo el camino, con su mano gentilmente enlazada a la suya; ella no preguntó hacia donde iban porque no necesitaba saberlo, ella iría donde fuera mientras estuviese a su lado.

No se detuvieron hasta llegar a la parte boscosa de la ciudad, el Fullbuster necesitó un minuto para orientarse pues según le dijo hacía mucho tiempo que no iba al lugar al que quería llevarla, le dio todo el tiempo que hizo falta y cuando estuvo listo volvió a guiarla. Subieron una pequeña pendiente y se encontró con un hermosos paisaje, el bosque se extendía frente a los dos, más adelante las luces del pueblo parecían el reflejo de las estrellas del firmamento, la panorámica le robó el aliento.

— ¿Te gusta?

La pregunta hizo que volviera a mirarlo, tenía una sonrisa tranquila y la mirada brillante, iluminado por la luz lunar solo pudo verse todavía más atractivo.

— Es hermoso.

Ambos se sentaron en el suelo, Gray se vio preocupado al no tener una chaqueta que ofrecerle para no arruinar su vestido pero lo tranquilizó apremiándolo a que tomara asiento a su lado. Estuvieron ahí abrazados mirando el hermoso paisaje nocturno, sumergidos en un silencio armonioso y cómodo, había recargado su cabeza en el hombro masculino para poder escuchar los latidos de su corazón, él la aferró más hacia sí mientras sus dedos juguetearon con un mechón de cabello rebelde.

No podía decir cuánto tiempo estuvieron ahí ni tampoco quien fue el que sugirió regresar, solo estaba consciente de que al darse cuenta estaban en su departamento besándose como si no hubiera un mañana y entre besos Gray le pidió que se quedara. Durmieron abrazados como las miles de veces anteriores, sabía que el resto del gremio tenía una idea equivocada sobre el qué pasaba las noches que ella dormía ahí, nunca le habían preguntado directamente así que no les reveló el hecho de que solo dormían abrazados, temerosos de que todo fuera solo un terrible sueño provocado por la fatalidad de sus muertes.

Y no es que no desearan dejarse llevar por la pasión que ardía entre los dos pero no sentían que fuera el momento adecuado, ni ella ni él tenían prisa por entregarse el uno al otro, para ellos ese paso tardaría en llegar pero cuando lo hicieran sería porque él podría decir 'te amo' en voz alta y porque ella podría arrojarse a sus brazos sin temer que se apartara como antaño.

Se levantó de la cama con desgano, deseaba quedarse hasta que Gray volviera pero sabía que a tales horas del día sus compañeros estarían enterados de su ausencia y al quedarse les daría una idea equivocada sobre todo lo acontecido.

Con esa determinación se vistió, no se molestó en arreglase más de lo necesario, tenía que regresar a Fairy Hills de todos modos. Salió del lugar y se dirigió hasta su dormitorio, al llegar se alivió al notar la ausencia de todas las féminas, entró a su habitación y se despojó del pesado abrigo que se había puesto para ocultar el elegante vestido de noche que llevaba, después se quitó el mismo así como el resto de su ropa, quería darse una ducha y así lo hizo. Al salir buscó en su armario uno de sus tantos atuendos habituales y se vistió sin más demora.

Cuando estuvo lista se dirigió directamente a Fairy Tail, tenía ganas de pasar un rato con Gajeel pues sentía, había pasado una eternidad desde la última vez que se vieron, lo cual no era algo novedoso pero siempre lo consideró su mejor amigo por lo que tenía la necesidad de estar a su lado. Al entrar al recinto lo buscó con la mirada, no fue difícil encontrarlo puesto que el dragon slayer de hierro tenía la manía de sentarse en las mesas más arrinconadas del gremio; al inicio empezó como una manera de mantener la distancia entre él y el resto de los miembros pero ahora era una simple costumbre.

Avanzó hasta su mesa con tranquilidad, había temido atraer miradas indiscretas pero solo recibió las de costumbre, excepto quizá por la de Mirajane pero se ocupó tan pronto que no pudo decir nada. Saludó al moreno como siempre y él le respondió con un chasqueó de lengua que podía ser interpretado como un escueto 'hola', después saludó del mismo modo a su exceed, Lily le contestó con educación, se sentó a su lado y Gajeel tragó el tornillo que había estado mordisqueando antes de su llegada, entonces le reclamó su tardanza. Normalmente era de las primeras en llegar al gremio, claro que eso fue antes de comenzar a pasar las noches con Gray, se disculpó pero no le explicó el motivo de su retraso, no era algo que su amigo necesitara saber y además tampoco le importaría.

Sin previo aviso el moreno le puso un papel en el rostro, al tomarlo y leerlo supo porque de su molestia.

— Juvia va.

No tenía otra cosa que hacer salvo esperar a que Gray regresara, sin embargo, debido a su súbita partida no tenía idea de cuánto iba a tardar, podrían ser horas, días o incluso semanas si tomaba en cuenta el tipo de misiones que su equipo solía tomar. Y por si fuera poco le había prometido no detener sus trabajos por esperarle.

El Redfox la apuro para salir, no solo a ella sino a su inseparable exceed que se había mantenido al margen de su conversación. La misión era en un pueblo cercano, a una hora de Magnolia en tren, ella y Lily tuvieron que arrastrar al dragon slayer dentro del transporte para que no huyera.

El viaje se sintió corto a pesar de las decenas de veces que tuvo que ayudar a su amigo con sus mareos, cuando llegaron a su destino la condición de Gajeel mejoro casi al instante, se pusieron manos a la obra tan solo al poner un pie fuera de la estación. Tenían que encargarse de reubicar a un grupo de animales salvajes pues comenzaron a causar problemas a los lugareños.

Atraparlos no fue complicado, no cuando podía crear múltiples prisiones de agua, por lo que solo les ocupó tiempo preparar un nuevo hábitat para ellos, después de todo no podían simplemente abandonarlos a su suerte.

Terminaron casi al atardecer, los tres cansados y llenos de tierra volvieron hasta el pueblo para recibir la recompensa, ahí fueron recibidos por las autoridades locales quienes les ofrecieron un festín y un baño a lo cual el Redfox se negó duramente. Ella intentó suavizar la negativa alegando que tenían que marchar a otro trabajo, el pretexto apaciguó un poco el disgusto del alcalde pero sabía que si llegaban a volver no serían tan bien recibidos.

Se marcharon luego de conseguir un poco de comida para el camino, kiwis para Lily y algo más copioso para ella, Gajeel cayó indispuesto apenas puso un pie en el tren así que no probó bocado.

El viaje de vuelta se sintió mucho más largo y no lo pensó por la hora, el ajetreo del transporte o a la indisposición del moreno, fue más bien por el cielo nublado que los atrapó a medio camino. Ella no era la causante y desde que estaba en Fairy Tail dejó de preocuparse por la lluvia pero eso no evitaba la melancolía ni las ansias que esta le provocaban. La silenciosa compañía del exceed impidió que se carcomiera por dentro y se lo agradeció contándole un par de anécdotas de ella y Gajeel durante sus días en Phantom Lord.

La lluvia se desató en cuanto llegaron a Magnolia, casi parecía que había aguardado hasta ese momento, los tres se refugiaron bajo el techo de una librería cercana. El dragon slayer aun no se reponía del todo y aunque Lily podría cargarlo casi sin dificultad decidieron esperar, sorprendentemente el moreno estuvo en condiciones de caminar pocos minutos después. Una vez repuesto los instó a continuar su camino, pues él no tenía problemas con 'la estúpida lluvia' luego de haber hecho tantas misiones bajo la suya y a ella por obvias razones tampoco le causaba inconveniente, quiso abogar por el exceed pero este le aseguró que podría resistir la travesía.

Avanzaron por las calles medio desiertas, Gajeel iba en medio, ella a su derecha y Lily a su izquierda, si alguien los mirara seguramente creería que eran un trío muy extraño pero lo cierto es que andar a su lado le resultaba de lo más natural.

Cuando llegaron al gremio lo encontraron silencioso, lo cual causo una preocupación inmediata, sintió como el moreno se tensaba a su lado, nadie pareció notarlos y no detuvieron los susurros hasta que los miembros del equipo más desastroso posaron sus ojos en ellos.

— Juvia. — El tono con el que Lucy dijo su nombre le provocó un palpito, no lo había escuchado desde tiempo atrás, cuando se quedaba quieta mirando la espalda de Gray alejarse mientras deseaba que alguno de sus esfuerzos fuera suficiente para llegar hasta su corazón.

— ¿Paso algo, coneja? — aquella pregunta no salió de su boca sino de la de su mejor amigo.

La rubia no dijo nada solo bajo la cabeza, era como si no estuviera segura de hablar, Erza se levantó para relevar a la maga espiritual, tenía una postura sosegada como siempre pero aquello no se reflejaba en su mirada.

— Gray...

El miedo recorrió su cuerpo como un rayo, poniéndola alerta y amenazando con arrojarla a la desesperación ya conocida.

— ¿Le paso algo a Gray-sama? — no detuvo ni intentó ocultar su sentir, no podía.

— Él... — contuvo sus manos para no afianzarse de los hombros de la Scarlet e instarla a hablar — se veía extraño hoy.

— Eso no es una novedad, Erza — Gajeel se cruzó de brazos, tampoco parecía poder seguir siendo paciente.

— Me refiero a que estaba muy distraído — aclaró la pelirroja — algo ensimismado y yo quería saber... — su mirada castaña volvió hasta ella — si habían tenido algún problema.

El miedo se convirtió en confusión, entendía el porqué Erza estaba interesada en lo ocurrido entre los dos pero lo cierto es que no habían tenido problema alguno, es más, podía asegurar que iban mejor que nunca.

— Juvia y Gray-sama no han tenido ningún inconveniente — dijo por fin aunque eso no pareció aliviar a Titania.

— No entiendo porqué esta así — confesó de pronto — si las cosas van bien entre ustedes no se que más podría ser.

— Juvia irá a hablar con él — no iba a quedarse tranquila hasta no averiguar lo que le ocurría.

— Dejémoslo un rato solo — Erza lució segura de su decisión — quizá necesite un poco de espacio.

Deseó poder replicarle pero era obvio que no iba a convencerla de lo contrario, así que solo suspiro. La pelirroja volvió a su mesa dejándola con sus cavilaciones; se preguntó si estaría bien, ella no quería dejar a Gray solo pero la Scarlet lo conocía bien.

— Ve — Gajeel la golpeó en la espalda con un semblante serio.

— ¿Qué?

— Ve con el stripper — repitió esta vez más fuerte aunque solo lo suficiente para que ella lo escuchara. Bufó al ver que no se movía — si estas preocupada tienes que ir.

— Pero Erza-san dijo...

— Ella no es su jodida novia — masculló enojado — tu sí.

— Pero Erza-san lo conoce desde que eran niños y Juvia...

— De verdad eres estúpida — ahora se veía más molesto — tu también lo conoces.

Aquellas palabras le hicieron pensar, ella no tenía tanto tiempo conociendo a Gray pero habían compartido muchos momentos juntos, experiencias que ahora la dejaban verlo de una mejor manera. Sabía que fruncía el ceño cuando estaba confundido, cansado o fastidiado, sabía que no le gustaba el té ni el calor, tampoco tenía gusto por la monotonía ni la rutina, sabía que Gray no solo entrenaba su cuerpo y magia sino también su mente creativa, adoraba la acción y la comedia aunque no le disgustaba el drama ni el romance a menos que fueran excesivos.

Prefería los colores oscuros y la ropa de invierno aunque fuera inmune al frío, prefería los bosques en vez de la playa, le gustaba jugar con la nieve y hacer muñecos de nieve, le gustaba el alcohol mas no lo consumía con frecuencia, no se emborrachaba fácilmente y odiaba ver a las mujeres llorar — en especial a ella según le había confesado el mismo día que le pidió ser su novia —.

Gajeel tenía razón, pensó.

— Juvia lo hará — dijo decidida, le dio una sonrisa confiada la cual el moreno regresó.

Entonces dio media vuelta y salió corriendo en dirección al hogar del Fullbuster, se olvidó de su sentir bajo la lluvia, se olvidó de usar su magia para evitar mojarse y olvidó pensar que hacer para convencerlo de hablar.

Se detuvo en cuanto estuvo frente a su puerta, su respiración agitada se perdía ante el sonido de las gotas al caer, su brazo se alzó para llamar pero se quedó quieto a medio camino. Y es que no podía dejar de pensar qué es lo que pasaría si Erza tenía razón, Gray tal vez si necesitaba estar solo por algún motivo; si lo contrariaba él podría pensar que era molesta.

Sin poder decidirse se quedó ahí parada, la lluvia se hizo más intensa, como si su frustración la alimentara como antaño, lo cual no era así. La puerta se abrió suavemente dejando ver a Gray, su rostro se notaba tenso a pesar de que no tenía una expresión de molestia, fastidio o cansancio, no obstante, sus ojos dejaban ver contrariedad y algo de temor.

— Entra — su voz fue un susurro suave que la hizo obedecer casi sin pensar.

Él la dejo pasar y cerró la puerta, luego desapareció por el pasillo hasta volver con una toalla grande y se la dio.

— Estas empapada.

El que lo dijera en voz alta hizo que tomara consciencia del frío que su condición le provocaba, se envolvió el cuerpo con la toalla pero eso no logró calentarla lo suficiente.

— Ve a bañarte — el moreno pareció suspirar cansino, como si permitirle aquello fuera un suplicio.

— No es necesario, Juvia puede...

— Estas temblando — replicó con el ceño fruncido — necesitas bañarte.

Cohibida por su reacción no pudo negarse, avanzó por el pasillo en dirección al baño, sintió la penetrante mirada del moreno en su espalda y se sonrojo. No era la primera vez que la miraba de ese modo, ya habían sido varias veces en las que — entre besos apasionados — la observó con tanta intensidad. Abrió la puerta con la mano temblorosa, debido al frío y los nervios.

— Tomate tu tiempo — sintió su respiración en su oreja, lo que la hizo girarse abruptamente, él estaba lejos de ella para su desilusión — te conseguiré algo de ropa — le avisó y sin agregar algo más se marchó de regreso a su dormitorio.

¿Acaso se lo había imaginado?, se llevó una mano a su oreja izquierda, como si de esa forma pudiera encontrar una pista que se lo aclarara. No fue así.

Cerró la puerta para despojarse de la ropa mojada, su falda escurría e incluso su ropa interior estaba húmeda. Dejo todo sobre el lavamanos, cuando saliera de la ducha intentaría secar algo. El agua caliente fue un aliciente para su cuerpo y su espíritu, era como si hubiera despertado de un letargo.

— Juvia aquí está la ropa — escuchó la voz de Gray dentro del baño, lo más probable es que hubiera olvidado poner el seguro a la puerta.

Estaban separados solo por la delgada cortina de la ducha, ella podría vislumbrar su borrosa silueta lo cual significaba que él podría hacer lo mismo. Empero, solo salió sin siquiera pensar en mirarla.

Eso es porque Gray-sama no es un pervertido, se dijo a sí misma.

La respetaba demasiado como para espiarla en el baño, aun cuando sabía que sería incapaz de molestarse por ello. Terminó por lavarse y se secó a consciencia, se enredó en la toalla para cubrirse y salió cuidadosamente de la ducha, miró lo que Gray dejo para ella. Unos pantalones cortos de algodón que eran suyos y había creído, seguían en el fondo de su armario; una camisa color lila que si solía usar pero no demasiado así como también un sostén y bragas limpias. Eso último la sorprendió.

¿Cómo es que Gray tenía su ropa interior?

Estaba segura de que no había dejado nunca parte de su guardarropa, no sabiendo que detestaba la idea. Debería preguntarle, pensó. A pesar de que pudiera sonar malagradecida y ya de paso podría preguntarle si le ocurría algo — pues se supone era el propósito inicial de su visita—.

Se vistió sin prisas y se secó el cabello antes de salir, no sin antes encargarse de su ropa mojada. Tímidamente avanzó por el pasillo una vez más, no había ruido además del de la lluvia del exterior, miro en el dormitorio y Gray no estaba ahí, así que continuó hasta la sala pero también estaba vacía, el único lugar que quedaba era la cocina. Él estaba ahí, dándole la espalda, su ropa había desaparecido por lo que solo vestía uno de sus tantos bóxers, lo cual no era extraño para ella, menos luego de vivir juntos.

— ¿Quieres café? — el ofrecimiento la sacó de sus pensamientos, el Fullbuster estaba mirándola mientras sostenía una taza de la misma bebida.

— S-si — se apuró a contestar — a Juvia le encantaría.

El moreno volvió a darle la espalda para sacar otra taza de su alacena, luego vertió el caliente líquido dentro y se giro para dársela. Tomó la taza notando el calor irradiando de esta, era reconfortante sentirlo en las palmas de sus manos. Levantó la mirada hacia Gray, quien miraba la lluvia por la ventana.

— Gray-sama — le llamó suavemente, atrayendo su atención — ¿estás bien?

Ahora entendía las preocupaciones de Lucy y Erza, se veía preocupado y ensimismado, casi no le había dicho nada y aunque normalmente no era hablador, sus conversaciones solían ser más largas.

— Está lloviendo — dijo sin quitarle la mirada a la ventana — creí que te había lastimado otra vez.

— ¡Esta lluvia no es por Juvia! — le aclaró con demasiado ahínco — Gray-sama no tiene de que preocuparse.

— Me fui — insistió y al ver su desconcierto aclaró — esta mañana.

— Juvia escuchó la voz de Erza-san — había hecho mucho escándalo — por eso sabía que se iban de misión — sonrió sonrojada — además Gray-sama le dejo una nota a Juvia.

La había visto antes de marcharse a Fairy Hills, eso levantó su ánimo. Gray también se sonrojó, lo cual le dijo que era algo que nunca había hecho.

— Erza no me dio tiempo de dejarla en un buen lugar — explicó atropelladamente — tampoco me dio tiempo de avisarte.

Eso se debía a que la pelirroja no se había dado cuenta de su presencia, Gray tampoco se lo mencionó y ella no se levantó de la cama hasta que escuchó la puerta cerrándose, entonces ya era tarde.

— Por eso no fue culpa de Gray-sama — dejo la taza intacta sobre la encimera y se acercó a él — Juvia no está triste, al contrario, está feliz de que Gray-sama haya regresado tan rápido.

Le sonrió ampliamente y alargó su mano hasta su mejilla, era inusual que se sintiera culpable por cosas tan pequeñas y también era inusual que lo exteriorizara tan fácilmente.

— Entonces... — tomó su mano y la alejo de su rostro mas no la soltó — ¿todo bien?

Su voz era normal, casi serena.

— Sí Gray-sama.

Él pareció suspirar más tranquilo y ella se sintió de la misma manera, aunado a eso tenía la satisfacción de haber estado en lo correcto.

— Gray-sama — había recordado otra cosa que quería preguntarle — ¿por qué tenía ropa de Juvia aquí? — él se puso rígido de pronto — ¿Juvia la olvido en algún momento?

Su semblante cambió, ya no la miraba y empezaba a lucir nervioso.

— Bueno... Erza... — titubeó — Erza me la dio.

No pudo evitar mal pensar aquello ¿acaso la Scarlet intentaba sabotear su relación?

— No pienses tonterías — advirtió — como te has estado quedando aquí creyó que era buena idea que tuvieras un cambio de ropa por si algo como lo de hoy pasaba.

— Ah... — eso tenía sentido admitió — aunque la ropa interior de Juvia... — ni siquiera logró terminar la frase pues ya se sentía desmayar.

No es que la confianza que tenía con Erza fuera insuficiente pero el hecho de que ella hubiera hurgado en su ropa para dársela a Gray, le avergonzaba. El Fullbuster también estaba sonrojado.

— ¡Eso fue obra de Cana! — se excusó apenado.

Tuvo que tomarse un momento para procesar la información, la implicación de la Alberona no sonaba extraña, de hecho tenía la costumbre de irrumpir en su dormitorio aún cuando no se encontraba ahí, todo para buscar bebidas que no tenía y husmear entre sus pertenencias si estaba lo suficientemente ebria o aburrida. De igual modo el intercambio resultaba incómodo y vergonzoso pero el que Gray hubiera guardado esa muda de ropa para ella quería decir que no le molestaba del todo tener algo suyo en su armario.

— Gray-sama fue muy amable por guardar esto para Juvia — era un pequeño paso pero estaba segura de que era el inicio para lo que deseaba — de todos modos Juvia le pide disculpas por los problemas que le ha causado.

Él negó de inmediato mientras sonreía pero igual siguió hablando.

— Juvia sabe que a Gray-sama le incomoda tener cosas suyas en su casa...

— ¡Hey! eso no es verdad — la interrumpió, esta vez más contundente — no me importa tener tus cosas aquí — comenzó a decir — de hecho — el rojo volvió a colorear su rostro — me gusta abrir el armario y ver tu ropa colgada junto a la mía.

Aquella revelación fue como un temblor y tuvo que sostenerse de la estufa para no caer, balbuceó frases incoherentes, pero es que no podía creerlo, durante meses se había martirizado al pensar que él no la quería cerca y ahora le decía que era todo lo contrario.

— Juvia creyó... — tragó duro era difícil hablar sin haberse recuperado del todo de la impresión — es decir, Gray-sama te veías muy incomodo cuando encontraste a Juvia limpiando el baño y la vez que trajo sus abrigos aquí.

El Fullbuster se acercó a ella, colocándole una mano en la espalda, alzó la vista casi por inercia y lo miró directamente a los ojos grises, estaba sonriéndole con calidez.

— No fue incomodidad precisamente — comenzó a hablar — es solo que, — rehuyó de su mirada por un momento y luego suspiro — tú siempre terminas limpiando mi desorden y eso no habla bien de mí — se rascó la nuca avergonzado — y respecto a los abrigos solo me sorprendiste, yo había estado recordando el cómo era vivir contigo y de pronto apareciste en mi puerta con toda esa ropa.

— ¿Fue demasiado pronto? — preguntó espantada — Juvia sabía que debió haber esperado unos días pero es que...

— Ya te dije que estaba bien — la tranquilizó de inmediato — no me molesta en absoluto guardar tus cosas aquí.

Sintió como la paz la envolvía y la felicidad se impregnaba en su espíritu, se había martirizado sin razón, ahora sabía que Gray no rehuía de la idea de volver a vivir juntos sino más bien al contrario, era de su agrado y al igual que ella echaba de menos los días en su compañía.

— ¡Gray-sama!

No logró evitarlo más y se echó a sus brazos, intentaba que sus lágrimas de alivio no escaparan de sus ojos, no quería que él pensará que la había dañado de algún modo, suficiente fue con lo pasado, Gray comenzó a acariciar con pereza su espalda mientras la envolvía en un abrazo. Con el tiempo había aprendido a consolarla, su nerviosismo se marchó y solo quedaba un ligero malestar.

— Oye Juvia, deja de llorar — pidió sin dejar de deslizar su palma en su espalda.

Se separó de él y limpió sus lágrimas, le sonrió para decirle que ya todo estaba bien, él sonrió también, aliviado de que su llanto no hubiera durado demasiado.

— Parece que no va a dejar de llover en un rato — dijo mirando las gotas chocar contra el vidrio de la pequeña ventana de la cocina.

Llevó su mirada hacia el mismo lugar y en efecto, la lluvia parecía no querer dar tregua, seguía arremetiendo con fuerza.

— Juvia cree que no.

Volvieron a tomar sus tazas de café y regresaron a la pequeña sala del Fullbuster, se sentaron juntos en el sillón y se acurrucaron con una manta en las piernas, hablaron un poco, sobre la misión de él y la de ella, también trataron otros temas que derivaron en risas y palabras profundas que solo podían expresar en compañia del otro. El tiempo dejo de ser un factor importante, ninguno pensó en cuanto había pasado desde que se sentaron, tampoco se preocuparon en verificar si la lluvia había parado o no.

Momentos como ese llenaban de amor su corazón, aliviaban además el dolor de la experiencia anterior, esa en la que él terminó desapareciendo; ahora sabía que aquello no iba a volver a ocurrir porque Gray valoraba el lazo entre los dos así como el amor y cariño que le tenía.

— ¿Qué piensas?

Sin darse cuenta había permanecido callada y ausente al dejarse llevar por sus pensamientos, ahora el moreno la veía con curiosidad y una sonrisilla que solo ponía al verla en tales circunstancias, al parecer le daba gracia que aún ahora siguiera perdiéndose entre fantasías.

— Juvia solo pensaba — bajó su mirada hasta la vacía taza en sus manos — en cuanto había echado de menos estos momentos con Gray-sama.

Él pareció no sorprenderse ante sus palabras, sin embargo, no contestó nada simplemente se levantó para recoger sus tasas y llevarlas a la cocina, ella lo siguió con la mirada preguntándose si había dicho algo demasiado vergonzoso, usualmente ese era el único motivo que lo llevaba a huir — al menos desde el inicio de su noviazgo—.

Al regresar volvió a tomar asiento a su lado pero esta vez la rodeó con un brazo y le hizo colocar sus piernas sobre las suyas, se sonrojó ante la cercanía y el contacto tan delicado pero íntimo, él no solía incentivar ese tipo de actos.

— Yo también he estado pensando estos días — habló con cuidado sin mirarla directamente — entonces me puse a recordar esos meses que vivimos juntos — confesó, ella tenía ganas de hablar pero ahora sabía que tenía algo importante que decir por lo que tenía que aguardar a que terminara de hablar. — También echo de menos tu compañía y pensé que, si tú no tienes problema, sería agradable volver a tenerte a mi lado aquí.

Sus manos fueron directas a cubrir su boca para silenciar la sorpresa que aquello le causó, sintió sus ojos humedecerse debido a las lágrimas de felicidad que se agolpaban sin piedad en sus ojos, queriendo salir cual río.

— Sé que este lugar es pequeño pero creo que podría ser suficiente para los dos — comenzó a decir, se veía nervioso y ansioso por que dijera algo — pero está bien si no quieres, es decir, sé que no soy ordenado y siempre tienes que ir tras de mí pero...

No pudo soportarlo más y aquellos ríos se formaron en sus mejillas, corriendo desde sus ojos, cuando la mirada de él reparó en ella, comenzó a intentar calmarla como sabía pero su llanto de felicidad no menguaba.

— Hey, Juvia...

— Juvia lo siente — se disculpó y trató de limpiar las lágrimas — pero Juvia está muy feliz.

— ¿Eso es un sí? — preguntó confundido, ella no se lo reprocharía, porque sabía que todavía faltaba tiempo para que terminaran por conocerse totalmente.

— Sí Gray-sama.

Y se arrojó nuevamente a sus brazos, fundiéndose en un abrazo tan fuerte que parecía que ambos querían cerciorarse de que el otro fuera real y asegurarse de que no fuera a escapar.

— Hoy, quédate — pidió en cuanto se separaron.

— Juvia no tenía planeado marcharse.

No había planeado marcharse desde el día en que sus destinos se cruzaron, aún cuando su permanencia había sido dura y dolorosa, porque sabía que aunque ella estuviera herida, Gray era el que sentía más dolor. Ahora ambos debían caminar hacia el futuro, uno que pintaba alegre pero que no iba a estar libre de obstáculos a superar, no obstante, estaba segura que lo lograrían juntos porque su amor solo crecía día con día, volviéndose una fuerza mayor que jamás podría ser superada, ni siquiera por la muerte.

Terminaron el día acostados en la misma cama en la que habían amanecido, arropados entre sábanas y calidez de alma, soñando en aquel futuro que les esperaba.

.


.

Notas de autora:

¿Notaron que esta vez no hice ningún cambio de escena? yo apenas lo noté ahora que edito esto para publicar XDD en fin, sé que me alargue mucho y hay cosas que quizá podrían eliminarse del fic y quedaría bien de igual modo, la razón por la que no lo hice fue porque me encantó como quedó el OS, al inicio solo quería escribir sobre la idea de Gray y Juvia volviendo a vivir juntos, lo cual cambió a una Juvia pensando que Gray no quería volver a vivir con ella y al final salió toda una reflexión sobre la relación entre los dos y un paso más en la misma.

No sé si les gustará tanto como a mí pero espero que aunque sea les entretenga un rato pues más que nada escribí esto para mí y si lo publico es para -intentar- al menos alegrarle aunque sea un poco el día a alguien.

En fin, basta de cursilerías y sentimentalismos.

Nos estaremos leyendo -o quizás no XDD-

¿Me regalan un review?

P.D. Si se preguntan porque el título está en espanglish es porque me gusto como sonaba XDD