Capítulo 1: Johnny.

Le hizo un gesto de despedida con la mano luego de ponerse de pie y comenzar a dirigirse hacia la salida, al mismo tiempo que su padre, y todos quienes estaban de su lado del cristal, eran escoltados de vuelta hacia el interior por los guardias, mientras que Johnny se dirigió hacia la salida, junto a un cocodrilo, un toro y un canguro. Se arregló un poco más su chaqueta antes de salir del edificio.

Caminaba tranquilamente hacia el estacionamiento, donde su camioneta aún permanecía. Su padre siempre había sido considerado un criminal bastante hábil, y nunca creyó que terminaría visitándolo en prisión, durante el último tiempo ya se había convertido en un lugar al que iba frecuentemente. Durante el último tiempo iba al menos tres veces por semana a visitarlo. Se encontraba solo en casa, cada vez que llegaba lo recordaba, pero solo estaba ahí para dormir, ya que gran parte del día la dedicaba para otras cosas, sobre todo en el teatro Moon, donde era uno de los que pasaba más tiempo ahí.

El sol ya estaba comenzando a ponerse en el momento que salió a la calle, oyó a sus espaldas como un guardia cerraba la puerta desde el interior, pero no se volteó en ese momento. Su camioneta estaba quizás a un par de cuadras de la entrada a la prisión, y fue hacia esa misma calle tranquilamente, mientras con sus dedos, dentro de los bolsillos de su chaqueta, tocaba un piano imaginario. Durante el último tiempo había estado comenzando a aprender una nueva canción y a cada día que pasaba se la aprendía mejor. Dejó de tocar ese piano imaginario en el momento que llegó hasta su camioneta, abrió la puerta del conductor de su camioneta e ingresó a ella. Colocó las llaves, las hizo girar y el motor se encendió. Se sentía bastante animado, desde que él y su padre se reconciliaron luego de ese primer gran show, las cosas habían mejorado mucho, a pesar del tiempo que le quedaba a su padre encarcelado. Obviamente su sentencia fue aumentada por su fuga, pero no fue tanto debido a que se entregó voluntariamente luego de eso, pero sabía que la relación de ambos ya había mejorado mucho desde entonces.

Tenía hambre, así que decidió ir a comprar un poco de comida para cenar esa noche, así que dirigió su rumbo hacia la calle donde estaba un restaurante de comida rápida que a él le gustaba. Además de la visita a su padre estaba recordando sobre la lección de piano que había tenido. La señorita Crawly era una iguana muy anciana, pero le llamaba la atención que supiera tantas canciones. Crocodile Rock era el nombre de la siguiente canción asignada para él. Ésta también era una canción donde tenía que tocar las teclas con bastante rapidez, pero además de eso tenía que aprenderse la letra, y eso en realidad era más difícil, para poder cantarla correctamente tenía que conseguir un tono alto que para él era difícil lograr aún, mientras tanto se enfocaba en aprenderse la canción en el piano, siendo esa la razón por la que había estado durante todo el trayecto desde que encendió el motor hasta la calle donde se encontraba el restaurante golpeando el volante con sus dedos, simulando también que era un piano.

Más que un restaurante, el lugar al que había llegado era un camión estacionado junto a la acera, adaptado éste como un camión que vendía comida. Era un lugar que conocía desde hacía ya mucho tiempo, lo atendía un canguro y un conejo. Estacionó su camioneta en la acera opuesta y se bajó de ella. El sector donde se encontraba estaba igual en una parte céntrica de la ciudad, y sumado al hecho de que era la hora de volver a casa de muchos es que había una fila de unos 15 animales antes que él esperando su comida. No tenía problemas en esperar un rato, así que cruzó la calle y se colocó en la fila, delante de él había una llama. Sus dedos no parecían cansarse de tocar el mismo piano imaginario, esta vez por sobre su chaqueta, aunque esta vez también murmuraba un poco la letra de la canción, lo cual era la razón del porque a veces "I remember when rock was young…" o "Was doing a thing called the Crocodile Rock" o "I never knew me a better time and I guess I never will" se oía de sus labios casi cerrados, y se oía con frecuencia, ya que para entonces solo se sabía la primera estrofa de la canción.

Para el momento que pagó ya su orden volvió a dirigirse a su camioneta, en sus manos tenía una bolsa, y dentro había un contenedor con una porción de espagueti con salsa de tomates, esa sería su cena para esa noche. El contenedor estaba caliente y el aroma que despedía le hacía agua a la boca. Lo que más quería en ese momento era llegar a su hogar para poder cenar tranquilamente. Sostuvo la bolsa en su mano izquierda, mientras que con la derecha tanteó en su bolsillo para encontrar la llave de su camioneta.

- … remember when rock was young… - continuaba murmurando la letra de la canción mientras encontraba su llave y la insertaba en la ranura - … me and Su…

Se detuvo en el momento que miró a su derecha antes de subirse. Vio que alguien venía ahí, de haber sido cualquier animal desconocido de la ciudad no le habría importado y simplemente se habría subido a su camioneta, pero como Johnny conocía a quien venía es que se detuvo, en el momento que caminaba ya cerca de él es que la saludó

- ¡Ash! – dijo él

Ella venía caminando por la misma acera, en su mano derecha cargaba el estuche de su guitarra, mientras que su mano izquierda sostenía su teléfono celular, el cual ella miraba atentamente mientras caminaba, la pequeña pantalla blanca iluminaba tenuemente su rostro, esa misma luz mostraba que en su rostro había una mueca de una ligera tristeza, o quizás solo se encontraba bastante pensativa, pero levantó la cabeza bruscamente al oír su nombre.

- Oh… - ella se detuvo de golpe y vio a su amigo frente a ella – hola, Johnny… ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí? – intentó rápidamente preguntar mientras guardaba su teléfono aún iluminado en su bolsillo

- Solo venía a comprar un poco de comida para cenar – respondió él son una sonrisa, se alegraba de ver a su amiga - ¿Y tú qué haces?

- Bueno, yo… - involuntariamente se tocó el bolsillo donde había guardado su celular, pero alejó su mano de ahí bruscamente - … yo solo voy de vuelta a casa

- ¿Caminando? – le preguntó Johnny con algo de extrañeza – Estamos algo lejos de donde vives. Yo sabía que tú tomabas el metro para llegar

- Quizás ahora solo quise caminar – respondió ella. La sonrisa de Johnny se comenzaba a desvanecer al ver que Ash no sonreía – … quería caminar simplemente

- ¿Quieres... quieres que te lleve? – le preguntó – ahora yo me iba a casa y podía pasar por la tuya

Quedó entonces ella un momento en silencio. Volvió a tocar el bolsillo donde tenía su celular, miró a su amigo frente a ella y miró la camioneta junto a él. Permaneció un par de segundos en silencio. Johnny miró con algo de preocupación al ver el rostro de su amiga, pero ella intentó permanecer serena, e intentó esbozar una sonrisa cuando le respondió.

- Está bien… - respondió ella – gracias

Caminó hacia el otro lado de la camioneta, hacia el asiento del pasajero, mientras que Johnny se subía al asiento del conductor, con algo de extrañeza al ver la manera en que Ash se comportaba.

El primer tramo del viaje fue bastante silencioso, Johnny iba mirando solo al camino frente a ellos, Ash iba en silencio, dejó el estuche de su guitarra en el piso de la camioneta, había vuelto a sacar su celular, pero solo lo tenía apagado sobre su regazo, se notaba bastante pensativa de acuerdo a la percepción de Johnny, quien la miró de corrido un par de veces. Ambos no habían hablado mucho desde el momento que se conocieron luego de las audiciones, cada uno parecía estar ensimismado en su propio mundo, y cada uno enfrentó una triste situación luego de eso, situaciones que ambos lograron superar. Ambos se encontraban solos en sus respectivos hogares, y de alguna manera la amistad entre ellos intentaba suplir en parte esa soledad.

Aquella misma tarde, luego del ensayo que tuvieron en el teatro Moon, ambos se despidieron bastante animados y se despidieron con una sonrisa y un abrazo, lo que ambos hacían luego variaba dependiendo de los días, por lo general Ash siempre caminaba hasta la estación del metro y viajaba hasta la estación que estaba cerca de su apartamento, mientras que Johnny tomaba su camioneta y conducía, variaba dependiendo de los días, a veces se quedaba algún tiempo más ensayando piano con la señorita Crawly, otras veces iba a visitar a su padre a prisión, muy pocas veces iba directo al garaje que era su hogar. Durante ese día de ensayos habían hablado muy animadamente cuando se veían, hablaron sobre la canción que cada uno tocaría próximamente, la nueva canción que Ash estaba componiendo y, quizás, la posibilidad de cantar juntos en algún próximo show; Crocodile Rock era una canción que tenía acompañamiento de guitarra, así que pensaban de esa manera podían tocar juntos. Principalmente ese cambio de actitud de Ash era lo que a Johnny le pareciera tan extraño.

Pasaron unos minutos donde es que Ash decidió por fin volver a usar su teléfono, aún lucía bastante cabizbaja. Johnny no sabía bien si decir algo, sentía un silencio incómodo en ese momento, solo oía el sonido del motor de la camioneta acelerando. En un comienzo, y luego de haberla conocido después de ambos haber sido seleccionados, Ash parecía ser una puercoespín fría y distante, pero al conocerla más notó lo cálida y amistosa que podía ser. Ash pensaba algo parecido con respecto a él, pensaba en un comienzo que era un gorila rudo y agresivo, y mucho más al enterarse quien era su padre, pero no tardó en darse cuenta que en realidad era alguien sensible y bastante buen amigo.

- ¿Está… todo bien? – fue lo que finalmente Johnny se atrevió a preguntar

Ash no le respondió, seguía mirando su teléfono

- ¡Ash! – exclamó en voz más alta

Ella bruscamente levantó su mirada y volteó a ver a Johnny.

- ¿Ah?

- Te pregunté si todo está bien – repitió

- Bueno… - ella miró de reojo a su teléfono, presionó el botón lateral para que la pantalla se apagara antes de responder – eso creo

E intentó esbozar una nueva sonrisa, y para intentar cambiar el tema miró la bolsa con comida que Johnny dejó entre ellos sobre el asiento. La bolsa aún despedía su apetitoso aroma.

- ¿Qué compraste para comer? – le preguntó

- Compré un poco de espagueti con salsa de tomate – respondió él – eso será mi cena… ¿Te gustaría un poco?

- No, gracias – respondió ella de inmediato – No tengo hambre

Y esbozó una nueva sonrisa a su amigo.

Johnny notó como es que Ash cambió el tema, sabía que algo le ocurrió desde el momento que terminaron los ensayos del día, pero sentía que era mejor dejar de insistirle. Tardaron un par de minutos más en llegar finalmente al edificio donde vivía Ash. Al llegar, ella volvió a guardarse el celular en su bolsillo, se desabrochó el cinturón, tomó su guitarra y abrió la puerta.

- Nos veremos mañana – le dijo Johnny

- Hasta mañana – respondió ella – gracias por traerme

Y se dispuso a bajarse, pero eso se interrumpió en el momento que ella sintió un peso sobre su hombro. Volteó y vio que la mano de Johnny estaba ahí.

- Ash, recuerda que si te ocurre algo – dijo serenamente y con una sonrisa en su rostro – puedes decirme. Recuerda que eres mi amiga

Ash se sorprendió al oír esa frase, no se dio cuenta que en ese momento su rostro se sonrojó un poco.

- … gracias – fue lo que alcanzó a decir

Colocó sus manos sobre la mano de Johnny, agradeciéndole por esa señal de apoyo. Johnny sonrió entonces.

Ash entonces se bajó de la camioneta, cargando el escuche de su guitarra. Al pisar la acera cerró la puerta y se despidió de Johnny haciéndole señas con su mano y con una sonrisa en su rostro mientras él hacía lo mismo, al mismo tiempo que la camioneta aceleraba y se alejaba por la calle, en dirección hacia su hogar.

El trayecto de Johnny desde ahí hasta su hogar fue de unos 20 minutos, con toda seguridad habría tardado mucho más si es que hubiera sido en otro momento del día, pero a esa hora, ya de noche, estaba muy tranquilo y solo se encontró con un par de semáforos en rojo. Se sentía algo cansado y sabía que se iría pronto a dormir, al día siguiente continuaría intensamente el ensayo para aprenderse bien su canción, tanto la melodía en el piano como la letra.

Una cosa que causaba algo de tristeza en Johnny eran los momentos en que volvía a su hogar, el cual en realidad correspondía al garaje que su padre solía utilizar de escondite. Luego que ingresaba la camioneta y cerraba la cortina metálica no se oía nada, un silencio casi absoluto era lo que invadía el lugar, tan solo el sonido de él colocando el candado para asegurar la cortina metálica, de vez en cuando el sonido de algún vehículo pasando por la calle afuera del garaje y sus pasos que se oían mientras caminaba silenciosamente hacia la pequeña cocina que tenían ahí. La cocina era un pequeño lugar junto al sector central del garaje, de no más de 3 metros de ancho y de largo, donde había una estufa, un refrigerador, una mesa y un mueble, sobre la mesa había un pequeño televisor. Dejó su bolsa con comida sobre la mesa mientras buscaba cubiertos para poder comer. Mientras buscaba sentía el olor a aceite y grasa del garaje. Eso era algo que desde hace mucho le llamaba la atención; su padre tenía el lugar como una tapadera, por lo que en el lugar no se usaba para reparar vehículos ajenos, tan solo a veces la camioneta era reparada o revisada por su padre para que siempre estuviera disponible y no presentara fallas en algún escape. El olor a aceite y las manchas de grasa en el suelo quedaron como el recuerdo de esas reparaciones.

Al haber encontrado cubiertos se dirigió a la mesa y encendió la pequeña televisión que tenía ahí, la señal no era muy buena, las imágenes se veían algo borrosas y se oía más el sonido de la estática que lo que decían quienes aparecían en la pantalla. Terminó de comer quizás en unos cinco minutos, comía casi mecánicamente, a pesar de que en la televisión estaban dando el noticiero, y veía como un periodista, que era un ciervo, entrevistaba a un castor, pero ni siquiera le tomaba atención a lo que ocurría ahí, seguía pensando en que es lo que le ocurría a Ash, por alguna razón seguía pensando en eso. Se sentía preocupado, pero también sentía que lo mejor era que ella se lo dijera si es que algún día deseaba hacerlo.

Al terminar de comer se levantó de la mesa y apagó el televisor, dejó el recipiente en el basurero y apagó la luz del primer piso. El baño y las dos habitaciones del garaje estaban en el segundo piso. Al llegar ahí se cepilló los dientes y fue hacia su habitación. Todo lo del piso de arriba era pequeño; el baño tenía un lavamanos, un inodoro y una ducha, todo en un pequeño y enclaustrado espacio de no más de 4 metros cuadrados. La otra habitación era la de su padre, desde que él fue arrestado no volvió a entrar a ella. Recordar eso hacía que esa tristeza regresara. El lugar igual era grande, pero él estaba completamente solo.

Su habitación era también pequeña, la misma habitación donde había dormido toda su vida, tenía una vieja cama, un armario y una mesa de noche junto a su cama. El lugar ya se había puesto helado en los momentos que Johnny ya se metía en su cama. El lugar estaba desierto, la noche se ponía helada y solo oía los ruidos de afuera, más el ruido que hacía su cama cuando cambiaba de posición al intentar dormir. No se había dado cuenta que durante todo ese momento, desde que se levantó de la mesa hasta que se acostó, aún seguía pensando en Ash.

Johnny no tenía idea, pero, en los momentos que ya estaba conciliando el sueño, una discusión había sucedido a 20 minutos del garaje. Se había oído un portazo, y Ash estaba llorando.

(… continuará)