Hola lectores, este es un pequeño one-shot escrito en esas desveladas horas de creatividad :v así que no esperen mucho xD ... bueno, espero que lo disfruten.


SUEÑOS

El chasqueó del fuego en la chimenea le era bastante relajante. —Diana, Diana ven. —Le llamaba una voz familiar desde el balcón. Al acercarse a los grandes ventanales una figura se encontraba dándole la espalda, mirando las estrellas, y tal imagen le dio un regocijo a su corazón que le hizo sonreír instantáneamente. —¡Diana mira que hermosas están hoy! —dijo la figura extendiendo sus brazos hacia el firmamento.

—Ya lo creo. —Dijo calmadamente mientras se acercaba al balcón hasta quedar frente a la otra persona. —Tal vez sea porque te están sonriendo. —Dijo un poco sorprendida por ese pequeño arrebato de cursilería. No era típico en ella, pero Diana no se reprochó por ello.

—¡¿Tú lo crees?! —Contesto mientras enérgicamente se giraba para quedar frente a Diana y brindarle una amplia sonrisa. —Tal vez nos quieren saludar esta noche —Reía suavemente mientras pasaba las manos por el cuello de Diana, acariciando sus blancas mejillas. Esta respondió el gesto rodeando con sus brazos la pequeña cintura —¿Deberíamos saludarlas también? —Le siguió el juego mientras lentamente acercaba su rostro al otro, sintiendo la respiración chocar en su mejilla. "Akko" pensó al desear tocar esos pequeños labios frente a sí.

—Diana...Diana... DIANA... —Sus ojos se abrieron instantáneamente al darse cuenta lo que estaba soñando, dejándole un vacío en el estómago y un sudor frío pasando por sus palmas. —Diana nuevamente te has dormido en tu escritorio. —Le indicaba la chica mientras mantenía una mano en el hombro de Diana. —Gracias Hannah, pueden irse adelantando. Yo iré en unos momentos —Le contestó y se incorporó con su acostumbrada elegancia. La chica de cabello castaño solo asintió algo preocupada. —Claro Diana, no te preocupes, nosotras ya nos íbamos. Si quieres limpiare aquí por ti —Dijo mientras tomaba del escritorio una tasa y plato que se encontraban en el escritorio de Diana. Era raro que la heredera comiera de noche, pero le restó importancia y salió de la pequeña habitación.

A pesar de alistarse sin ningún contratiempo y caminando tranquilamente por los pasillos de la escuela, Diana no dejaba de pensar en el extraño sueño de esa mañana. "Jamás había soñado algo parecido, ¡nunca! Ni siquiera con un chico. ¿porque de pronto un sueño como ese? ¡y con Akko!" Ante tales pensamientos paso su mano por la frente, definitivamente tendría dolor de cabeza si seguía pensando en ello y un extraño malestar se produjo en su estómago, pero antes siquiera de poner una queja unas voces en el pasillo llamaron su atención.

—¡Sucy quítame este hongo del cabello! —gritaba Akko casi encima de la chica quién reía maliciosamente. —Akko eres una tonta por beber algo sin preguntar. —respondía Sucy bastante tranquila.

—Akko, no deberías tomar cosas sin permiso —Reprochaba Lotte.

Ante todo ese alboroto, bastante típico de ellas tres, Diana trago fuertemente por el extraño sentimiento que invadió su estómago. Normalmente les reprocharía su indisciplina, pero esta vez su atención se encontraba en esa bruja tan problemática que es Akko y en el sueño de esa mañana. Sintió un hormigueo recorrer su rostro y una incómoda sensación de reír. ¿Qué me está pasando? Pensó al perder su típica compostura estoica. —¡ah! ¡Diana, buenos días! —Grito Akko al percatarse de la presencia de Diana. Esto fue suficiente para que perdiera la compostura, por lo que rápidamente se giró y tomo rumbo a su propio cuarto sin contestar el saludo. "Tal vez estoy enferma, tal vez sea mejor que me tomé el día libre" Pensaba mientras caminaba rápidamente hacia su refugio que llamaba dormitorio, pero antes de girar el pomo de su puerta, unos pasos corriendo por el pasillo hicieron que se detuviera. —Diana, oye, ¿qué sucede, te encuentras bien? —Preguntaba una voz que el día de hoy Diana quería evitar, así que suspiro y tomo valor para colocar ese rostro sereno y confiado que todos estaban acostumbrados a ver, para así, girarse y encarar a esa enérgica bruja. —Si Akko, solo creo que estoy algo cansada —Evito mirarla a los ojos y en cambio prefirió entre cerrarlos y mirar hacia el suelo sin saber realmente por qué se sentía intimidada.

—¿Eh? Pero si estás completamente roja. —Esas palabras fueron suficientes para abrir los ojos de sorpresa y mirar de frente a Akko, pero fue un grave error, la bruja aprovecho para colocar su frente contra la de Diana —Akk...Ak... —trato de hablar, pero simplemente su cuerpo dejó de responder. —¡Oh! No tienes fiebre —Aparto su frente al cerciorarse de la temperatura y rápidamente tomo la mano de la heredera —Aun así, es peligroso que te enfermes, será mejor que descanses — dijo dedicándole una amplia sonrisa y que, para este punto, Diana había perdido todo uso de razón. Rápidamente Akko giro la perilla y entró con Diana tomada de la mano llevándola hasta su cama. —Ahora recuéstate que Akko está aquí para cuidarte — Le lanzó un guiño y coloco ambas manos en los hombros de Diana haciendo que lentamente se sentara en la cama.

Todo esto para la heredera de los Cavendish parecía irreal, porque de un momento a otro, la chica que había estado admirando todo este tiempo ahora le aterrorizaba. Este miedo ya no era como el anterior, aun cuando le había confesado que le temía y quería huir de ella cuando planeaba dejar la escuela. No, este es más grande, llenaba todo su ser, desde la punta de sus dedos hasta su pecho quien golpeteaba fuertemente aumentando su respiración. Quito la mirada que hasta ahora mantenía fijamente en esos ojos carmesí para posarlos en sus pies y nuevamente respiro profundo para calmar sus nervios. —¡Gracias Akko, pero lo mejor es que descanse y tu regreses a clase! —Sintió como la chica se estremeció —¡eh! Si... claro, no te preocupes por mí, yo...—Akko iba a refutar, pero la heredera levanto su severa mirada que la dejó helada —Akko, no faltaras a clases y menos con la excusa de cuidarme. —Le reprochó severamente.

Akko abrió los labios para decir algo, pero comprendió que no podía ir en contra esta vez. —Bien! No faltaré a clases... —dijo en un puchero que a Diana le pareció bastante tierno, sin embargo, cambio a una expresión más sería —...pero tú no eres una excusa. Realmente me preocupas, así que vendré a verte en el descanso. —Dijo con una sonrisa mientras se retiraba —Al fin y al cabo, tengo que cuidar a mi rival...— agrego abriendo la puerta de la habitación y girando por última vez —...y a mi amiga. — Concluyó saliendo de la habitación. Diana se recostó poniendo su brazo en el rostro "Akko" fue el pensamiento que vino con una descarga eléctrica que inundó su pecho de emoción y causó una sonrisa involuntaria.

—¡Feliz cumpleaños Diana! —Gritaron todos en el salón mientras la heredera daba las gracias. La música de fondo empezó a tocar una suave melodía mientras la cumpleañera sonreía mirando a todos festejar. —Sé que te lo dije esta mañana... —Una voz la tomó por sorpresa y al girarse se encontró con esos ojos carmesí que le encantaban. — ...pero esta vez será con otro regalo. —Diana miro la pequeña caja que le ofrecía —Feliz cumpleaños —Dijo mientras abría la caja y mostraba un hermoso collar con piedras azul marino. Diana sintió una gran alegría en su corazón y una paz en todo su cuerpo que la hacía sentirse amada y segura. —Akko, es hermoso el regalo. —Dijo tomando la caja con gratitud y mirando con inmensa ternura a la chica que tenía al frente. Akko tomo el collar y paso sus manos por el cuello de Diana para poder atar el adorno e intencionalmente acercar sus rostros para poder susurrar —Pero no tan hermoso como la sonrisa de mi esposa...

Nuevamente Diana abre los ojos en un sobre salto. La habitación está oscura, al parecer ha dormido todo el día y su cuerpo está algo adolorido, por lo que intenta incorporarse, pero algo a su lado le incómoda. Al mirar se sorprende ver a Akko durmiendo al borde de la cama. "Esta tonta se ha quedado conmigo" Pensó y un sentimiento de gratitud y cariño le reconfortó haciendo imposible resistirse a la tentación de acariciar el cabello de la chica, la cual, al sentir el contacto despierta para toparse con la sonrisa de la heredera. —¡Diana! —se levanta exaltada para acercar peligrosamente sus rostros, tomando desprevenida a Diana quién se queda quieta de la sorpresa. —Qué bueno que pareces estar bien. ¿Recuerdas que anoche te di de comer una galleta? Pues bueno...— Akko intentaba explicar algo que Diana aún no sabía cómo responder, por lo que, solo escucho lo que la otra chica trataba de decirle. —...lo que sucede es que Sucy intento nuevamente experimentar una fórmula conmigo, algo sobre ver el futuro, no lo sé... — En ese instante Diana solo pudo abrir la boca de la impresión —...La cuestión es que, sin saberlo, te di de esas galletas. No me ha pasado nada aún, pero creo que eso fue lo que te enfermó. ¡Lo siento! — Dice imponiendo las manos juntas en señal de disculpa.

Diana solo puede sentir un frío recorrer su espalda, al mismo tiempo que es inundada por una inexplicable emoción, la cual decide esconder aclarando la garganta. —Bueno Akko, no sé si estoy enferma por ello, pero al parecer he caído en aprietos nuevamente por tu culpa. —Quiso sonar molesta y Akko también pensó que era regaño, pero para sorpresa de ambas, sonó más como una declaración de rendición.


Gracias por leer y si tienen algún consejo para mejorar por favor dejarlo en comentarios n.n/ ciao!